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Cuaderno de danza 425

güe, 2011: http://www.dansacat.org/es/actuali que se trata es de tomar en consideración


tat/1/634/ las emociones, tenerlas en cuenta, y no ig-
Desde la web http://www.danza.es/plan/PGD norarlas o rechazarlas como si fueran ele-
se puede acceder al documento Plan general de
mentos externos perturbadores. Esta idea,
la Danza 2010-2014, así como a los planes de
que empieza a coger fuerza a partir de los
referencia y a los modelos de desarrollo.
16. Véase el texto íntegro en http://juntsper descubrimientos de Charles Dar win, Wi-
ladansa.org/ (julio de 2011). lliam James y Sigmund Freud, deja atrás la
17. Extracto de http://www.conca.cat/ca/pre posición errónea según la cual las emocio-
mis/premiat-dansa2011 (julio de 2011) nes son un estorbo para la inteligencia y la
18. Anna Sánchez es la vicepresidenta, Mercè racionalidad. Una nueva actitud, más ama-
Recacha la secretaria, y Pilar López la tesorera. ble y respetuosa con las razones del cora-
Los vocales son: Jordi Cortés, Livio Panieri, Ce- zón, ha ido ganando terreno durante el siglo
cilia Colacrai y Sebastián García Ferro.
xx y ha adquirido un especial impulso en
la actualidad, extendiéndose a los ámbitos
de la educación, las ciencias de la comuni-
cación, la política, la sociología, la medici-
L na, la literatura; y también, a las artes en
general, y muy especialmente, a las llama-
Enseñanzas artísticas das artes performativas. En cierto modo se
y neurociencia de las emociones puede decir que a finales del siglo xx y prin-
cipios del xxi las emociones no sólo pasan
Raimon Àvila a ser consideradas fundamentales para en-
Institut del Teatre tender el comportamiento humano sino
que, además, se ponen de moda. Es segura-
En el mundo de las artes del espectáculo se mente por eso que las campañas institucio-
habla a menudo sobre emociones: la capa- nales, dirigidas al público potencial de tea-
cidad que tienen determinadas obras o ar- tro, música y danza de los países más desa-
tistas de generarlas en el espectador, la ha- rrollados, recurren una y otra vez a lemas
bilidad que conviene que tengan los intér- que giran alrededor de las emociones: sentir
pretes para dejarlas aflorar y saber mane- emociones, vivir la fuerza de las emociones,
jarlas adecuadamente, etc. Pero, ¿sabemos etc. Por otro lado, los actores, músicos y
qué son, exactamente, las emociones? ¿Qué bailarines se interesan más y más por las
dice sobre ellas la ciencia? ¿Dónde se gene- técnicas que les permiten entrar en contac-
ran, por qué, y qué reacciones desencade- to con sus emociones; saben que en este
nan en nuestro cuerpo? Y, finalmente, ¿pue- punto es donde se esconde la chispa que
de la neurociencia proporcionar bases cien- enciende el motor de la verdad escénica. Y,
tíficas que permitan planteamientos inno- fi nalmente, los directores y creadores ma-
vadores en la pedagogía de las enseñanzas nifiestan su interés por utilizar las emocio-
artísticas? nes como materia prima para sus obras.
Cada vez, pues, vamos más al teatro o a la
sala de conciertos a emocionarnos. No va-
Mover o conmover mos a ver qué pasa sino qué nos pasa, como
decía Lorca.2 Y lo que nos pasa siempre tie-
Las emociones condicionan nuestra con- ne que ver con aquello que nos pasa por
ducta, nuestra salud y nuestro pensamiento. dentro, aquello que modifica nuestros rit-
No negativamente sino fundamentalmente; mos y movimientos internos.
es decir que son su fundamento y motor
principal. Si queremos entendernos algo
más a nosotros mismos y a los otros, de lo
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¿De qué hablamos cuando nio Damasio escribe un libro cuyo título es,
hablamos de emociones? precisamente: El error de Descartes. Según
él, la idea más conocida y citada de Descar-
Pero, ¿qué son exactamente las emociones? tes: «Je pense donc je suis», ilustra exacta-
Si repasamos la historia de lo que se ha mente lo contrario de lo que piensa la neu-
dicho sobre las emociones encontraremos robiología a propósito de los orígenes de la
defi niciones bastante diversas. El trata- mente y sobre la relación entre la mente y
miento que se les da en filosofía o en psico- el cuerpo (Damasio, 2006 : 284). Porque
logía no tiene, por ejemplo, mucho que ver para Damasio la mente no es otra cosa que
con el que recibe por parte de la neurocien- la manera que el cuerpo tiene de organizar
cia. Descartes empieza, curiosamente, su sus movimientos. Y en esto las emociones
Tratado sobre las pasiones afi rmando sin desempeñan, precisamente, un papel pri-
tapujos: «No hay nada que nos enseñe me- mordial. Para Damasio, la emoción tiene,
jor hasta qué punto las ciencias de los anti- en efecto, mucho más que ver con los mo-
guos son defectuosas como lo que escribie- vimientos del cuerpo, con la externaliza-
ron sobre las pasiones» (Descartes, 1994 ción del comportamiento, con una cierta
: 82). A continuación, defi ne las emociones orquestación de reacciones por una causa
como afecciones pasivas causadas al alma dada, en un entorno determinado (Dama-
por el movimiento de los espíritus vitales; sio, 2000 : 70).
siendo la glándula pineal (situada en medio El camino que va de la definición de Aris-
del cerebro) la que desempeña un papel de- tóteles –según la cual «las pasiones son
terminante en su desarrollo. Dice: «un mo- aquellos fenómenos por los cuales se pro-
vimiento particular en esta glándula, que ducen cambios en cuanto a los juicios y de
la naturaleza ha establecido para hacer que los cuales se derivan la pena y el placer,
el alma sienta esta pasión. Y para relacio- como por ejemplo la cólera, la misericordia,
narse estos poros principalmente con los el miedo y todos los demás sentimientos»
pequeños nervios que sirven para reducir o (Aristóteles, 1985 : 149)– a la neurofi-
ampliar los orificios del corazón, ocurre que siología actual es largo y lleno de curvas.
el alma siente la pasión principalmente La frase de Sartre: «la emoción no es un
como si fuera en el corazón» ( Descartes, accidente sino una forma de existencia de
1994 : 104). La intuición sobre la importan- la conciencia» (Sartre, 1987 : 124) defi ne
cia de los circuitos neuronales en el interior la posición fi losófica y psicológica domi-
del cerebro en cuanto a las emociones es, nante, ya presente en Aristóteles, según la
de hecho, sorprendentemente avanzada. cual una emoción es un estado de concien-
Mucho menos avanzada resulta, por el con- cia producto de nuestras creencias. La neu-
trario, la descripción del sistema nervioso rofisiología actual insiste, en cambio, en
como un conjunto de conductos vacíos por que las emociones son mecanismos biológi-
donde circulan los espíritus del cuerpo. Pese cos de adaptación al medio, que se disparan
a que muchas de las ideas de Descartes y actúan sobre nuestro cuerpo incluso antes
representan un importante paso adelante de que podamos ser conscientes.
en cuanto a la comprensión y sistemati-
zación de las emociones, su descripción
–que se basa en la dualidad cuerpo-alma– Neurociencia y aprendizaje
resulta, en defi nitiva, inadecuada a los ojos
de la ciencia actual. La frase con la que em- Además de contribuir a aclarar y defi nir
pieza el Tratado de las pasiones se pue- mejor las emociones, algunos de los hallaz-
de aplicar, al fi n y al cabo, perfectamente a gos de la neurociencia actual pueden, en mi
él mismo. opinión, ayudar a mejorar notablemente
Años más tarde, el neurofisiólogo Anto- algunos aspectos fundamentales de la edu-
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cación artística. A continuación algunos argumento a favor de las tesis que piden
ejemplos que me han parecido significati- emoción real en el intérprete escénico como
vos: requisito para conseguir un efecto emotivo
en el espectador, y le darían la razón a Ho-
racio cuando en El arte poética dice: «Si
a) Las células espejo quieres que yo llore, es necesario que pri-
mero llores tú» (Horacio, 1984 : 269).
La investigación sobre las llamadas células Si se demostrara fi nalmente que los hu-
o neuronas espejo pone de manifiesto que manos tienen más neuronas espejo que el
aprendemos viendo (o sintiendo) acciones resto de los seres vivos –lo cual, al parecer,
que hacen otras personas sin que haya que todavía está por ver– Aristóteles vería con-
realizarlas necesariamente de una manera fi rmada su idea, expresada en la Poética,
física.3 Los movimientos que estamos ob- según la cual el hombre se distingue de los
servando los realizamos, de hecho, mental- otros animales porque es más apto para la
mente, activando, en consecuencia, los cir- imitación (Aristóteles, 1985 : 318).
cuitos cerebrales que hacen posible su rea-
lización. El aprendizaje por imitación tiene
mucho que ver con este hecho; es decir, con b) Áreas y hemisferios en la interpretación
la respuesta automática de las llamadas cé- de una partitura
lulas espejo. El modelo del profesor es, por
lo tanto, un modelo constantemente inte- Según George Odam (1995), la interpreta-
riorizado por el alumno a un nivel incons- ción musical debería incluir una acción
ciente. Sus movimientos son la base sobre conjunta de los dos hemisferios o, en otras
la cual se irá construyendo la estructura de palabras, en los procesos de aprendizaje
movimiento del alumno. Y esto hay que te- musical conviene que las actividades cogni-
nerlo, por tanto, muy en cuenta. tivas y de respuesta sensorial estén debida-
Este entrenamiento a nivel neuronal se mente equilibradas. Un exceso de actividad
acentúa, además, cuando el observador co- analítica y de lectura e interpretación de
noce técnicamente los movimientos que símbolos (básicamente realizada por el he-
observa. Es decir, aquellas personas que misferio cerebral izquierdo) puede perjudi-
saben jugar a tenis «juegan más interior- car el necesario flujo de la actividad perfor-
mente a tenis» cuando ven a alguien jugan- mativa. Odam hace notar como la mayor
do que aquellas que desconocen los patro- parte de culturas no-occidentales basan el
nes técnicos que regulan esta destreza. Y lo aprendizaje musical en mecanismos auditi-
mismo pasa con la danza, la interpretación vos y reivindica, por lo tanto, ejercicios
de una pieza musical o de una obra de tea- pensados para hacer intervenir los dos he-
tro. La existencia de patrones motrices co- misferios. Resulta curioso que la expresión
dificados provoca una mayor activación de que utiliza Odam para referirse al aprendi-
células espejo. Una de las consecuencias de zaje a través de la improvisación sea «aná-
este hecho tendría que ver con la recomen- lisis a través de la acción»; es decir, la mis-
dación, por ejemplo, de la asistencia a clase, ma que utiliza la heredera directa de Sta-
como oyente, de un bailarín lesionado. Ir a nislavski, Maria Knebel (2006), cuando
ver clases comporta a nivel neuronal, por desarrolla el llamado método de las accio-
lo tanto, un aprendizaje real en cuanto a las nes físicas (l’analyse par l’action). Los dos
destrezas motrices. defienden, en todo caso, la necesidad de
La existencia de este tipo de resonadores llegar a la interpretación artística a través
internos explicaría, por otro lado, la exis- del movimiento corporal y la improvisa-
tencia de los fenómenos de empatía emo- ción, y nos previenen contra el aprendizaje
cional y sentimental, lo cual constituiría un maquinal basado en sistemas simbólicos de
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anotación (sea de la música sea del texto tal del cerebro (el área más recientemente
teatral). Sostienen que la verdadera vida incorporada y desarrollada de la corteza
escénica proviene más de los impulsos in- cerebral), cuya estimulación y desarrollo
ternos del artista y el flujo de sus sentimien- neuronal recomienda como base para una
tos que no de la tarea descodificadora de verdadera educación. Cuando el lóbulo
signos escritos. Interpretar leyendo no sería, frontal está activo, nos dice, tenemos más
por lo tanto, la mejor de las opciones. Esto, percepción voluntaria, atención, reflexión,
que de entre las artes escénicas sólo se da decisión, lucidez, alegría, adaptabilidad,
en la música y en las lecturas dramatizadas capacidad de corregir, capacidad de plani-
(nunca en la danza), significaría poner en ficar, capacidad para fortalecer la identi-
marcha circuitos neuronales que distraen dad, la disciplina, para mejorar, mantener
más que favorecen el discurso artístico. un ideal, realizar objetivos, concentrarnos
y anticiparnos (Dispenza, 2008 : 486).

c) Lóbulo frontal y experiencia de flujo


d) Emoción, aprendizaje y memoria
Deportistas y artistas comparten la posibi-
lidad de lograr estados de exaltación ex- Los circuitos neuronales de la emoción y
traordinaria de sus capacidades físicas y los de la memoria están estrechamente re-
psíquicas conocidos como «experiencias de lacionados. Seguramente por eso recorda-
flujo». Se trata de estados en los que las per- mos las cosas más por su carga emocional
sonas se involucran tanto en la actividad que por su significación intrínseca. Y apren-
que realizan que parece que no les importe demos mejor aquella información ligada a
nada más (Csikszentmihaly, 1996 : 16). estímulos emocionales que la que va aso-
Estos estados provocan niveles altos de ciada a la indiferencia, el cansancio o el
atención y concentración así como un ma- aburrimiento. Por otro lado, en una situa-
yor grado de acierto en las decisiones y efi- ción normal, las emociones positivas son
cacia en las acciones; la conciencia está más fáciles de recordar que las negativas.
extraordinariamente bien ordenada y se Ahora bien, en estados de depresión tende-
funde con la acción que está provocando y mos a recordar más fácilmente imágenes y
experimentando intensamente a la vez. Los situaciones relacionadas con el dolor y la
pensamientos, las intenciones, los senti- tristeza que con el placer y la alegría (Mc
mientos y todos los sentidos se enfocan ha- Pherson, 2004).4 El estado de ánimo que
cia el mismo objetivo. Los jugadores de favorece el aprendizaje es una motivación
baloncesto tienen la impresión de que la moderada o, dicho de otro modo, un estado
cesta es mucho más grande, los tiradores de intermedio entre la desmotivación y la an-
arco están absorbidos completamente por siedad. Es en este punto donde la capacidad
la visión de la diana, los bailarines se mue- de atención se puede desarrollar con mayor
ven con una especial sensación de facilidad intensidad. Como dice Wilder Penfield, «la
y los músicos disfrutan de la música como concentración de la atención significa la
si fuera la primera vez que la oyen o la to- activación de ciertos mecanismos cerebrales
can. El hecho de conseguir superar, enton- y el bloqueo de otros muchos. [...] La aten-
ces, los retos que se van presentando, supo- ción ha sido comparada con la luz de un
ne, además, un fuerte sentimiento gratifi- faro que se mueve en la oscuridad. Puede
cante que retroalimenta la actividad y pro- enfocar el mundo exterior o las fantasías y
porciona a quien la realiza la sensación de pensamientos internos. Pero el acto de pres-
poder seguir haciéndola de forma inacaba- tar atención es mucho más que la acción de
ble. Según Joe Dispenza, la experiencia de enfocar un faro. Selecciona y coloca en un
flujo depende básicamente del lóbulo fron- primer plano al mismo tiempo que inicia la
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acción neuronal en el escenario de la con- Sacks, en Musicophilia, Tales of Music and


ciencia. [...] Cuando un hombre selecciona the Brain, describe el caso de dos pianistas
aquello hacia lo que dirigirá la atención, destacados como niños prodigio (Leon
selecciona lo que debe conservar no sólo en Fleisher y Gary Graffman) que, a una edad
el registro ordenado de la experiencia, sino muy tierna, se vieron afectados por espas-
en los múltiples mecanismos del cerebro» mos que impedían un movimiento fluido de
(Pribram et al., 1976 : 139,153-155). Y sus dedos. Cuanto más intentaban luchar
todo esto nos remite de nuevo a la experien- contra este hecho, peores eran los espas-
cia de flujo y la idea según la cual el apren- mos. Pronto se denominó a este desorden
dizaje basado en la exploración, en ordenar motriz con el nombre de «distonía». Cuan-
y hacer propios los conocimientos experi- do esto ocurrió, en 1990, los avances de la
mentados, es el más eficiente. En otras pa- neurociencia ya permitieron descubrir que
labras, aquel que no se limita a repetir con- el mapa de las manos afectadas de distonía
ceptos y movimientos hasta acostumbrarse, en el córtex sensorial estaba desorganizado
bajo una disciplina rígida, que castiga el funcional y anatómicamente. Los cambios
menor desvío de la norma, sino el que re- de codificación neuronal eran mayores para
compensa el logro de pequeños retos ade- los dedos más afectados. Además de una
cuados y progresivos con estímulos de re- posible predisposición genética, se constató
fuerzo positivos. que la forma de las manos del pianista así
como la manera de sostenerlas desempeña-
ban un papel determinante en el hecho de
e) Es más fácil programar un patrón que, con el paso de los años de práctica in-
de movimiento que desprogramarlo tensa, se sufriera o no de distonía. Según
Sacks: «un tipo de aprendizaje perverso está
El aprendizaje de movimientos (sean pasos involucrado en la génesis del foco de disto-
de danza, la digitación instrumental de una nía». Y añade: «una vez el mapa presente
partitura o bien los movimientos de un ac- en el córtex sensorial se ha distorsionado,
tor) pasa por dos fases: una de exploración es necesario un acto masivo de desaprendi-
consciente y una de automatización. Una zaje para que pueda tener lugar un apren-
vez establecida la secuencia de movimientos dizaje curativo. Y el desaprendizaje, tal y
asociada a una acción determinada, ésta se como los profesores y entrenadores saben,
va automatizando con la repetición, y se es muy difícil, a veces imposible» (Sacks,
vuelve cada vez menos consciente. Si duran- 2007 : 270-271).
te la ejecución del movimiento en escena
nos paramos a pensar en cómo lo estamos
haciendo, esto supone, generalmente, una f) Aprender imaginando
interferencia. Es, por lo tanto, extremamen- y aprender haciendo
te importante que los procesos de automa-
tización se establezcan sobre modelos ópti- El cerebro está construido para funcionar
mos. En caso contrario (modelos que com- con imágenes. Damasio las defi ne como
portan un sobreesfuerzo muscular, un mo- «intentos de réplica de pautas que se expe-
vimiento articulado distorsionado, asime- rimentaron en otro momento, en las que la
trías estructurales acentuadas, posturas probabilidad de réplica exacta es baja, pero
corporales permanentemente desviadas de la probabilidad de réplica sustancial puede
la verticalidad, que fuerzan los discos ver- ser superior o inferior, dependiendo de las
tebrales, etc.) estamos asentando las ba- circunstancias en las que las imágenes se
ses para posibles futuras disfunciones del aprendieron y están siendo rememoradas»
sistema locomotriz. Y esto, después, pue- (Damasio, 2006 : 125). Para él, «el cono-
de resultar muy difícil de corregir. Oliver cimiento objetivo que se requiere para el
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razonamiento y la toma de decisiones llega didos en tres grupos, un grupo practicaba


a la mente en forma de imágenes». Las imá- diariamente tiros libre, el segundo grupo
genes son, por lo tanto, desde un punto de no hacía nada, y el tercero dedicaba veinte
vista neurofisiológico, fundamentales en la minutos diarios a visualizarse a sí mismos
construcción de la mente. O, en otras pala- haciendo tiros libre. Al cabo de veinte días,
bras, la mente se fue formando a lo largo el primer grupo había mejorado su rendi-
de la evolución como un sistema útil que miento en un 24%, el segundo grupo no
permitía gestionar los estímulos externos, había mejorado, y el tercero, el grupo de los
ordenándolos en imágenes, y generando las que habían imaginado la acción de hacer
respuestas de aceptación o rechazo corres- tiros libre, había mejorado en un 23 %
pondientes. Seguramente por eso la memo- (Gelb, 1987 : 82). Un experimento similar
ria está especialmente preparada para al- es el que recoge un artículo del Journal of
macenar información en forma de imágenes Neurophysiology de 1995 con estudiantes
(incluyendo las visuales, auditivas y quines- de piano. Se divide, en este caso, el grupo
téticas). Pribram, entonces, se pregunta: de voluntarios en cuatro grupos. El primer
«¿La comunidad pedagógica no habrá de- grupo aprende y memoriza una partitura
dicado así demasiado esfuerzo a la enseñan- simple para una mano, durante dos horas
za de habilidades y hábitos y descuidado la diarias a lo largo de cinco días. Al segundo
imagen? [...] El aprendizaje por refuerzo [...] grupo se le pide que toque dos horas diarias
es una manera importante, pero el apren- sin especificar qué. El tercer grupo no toca
dizaje por construcción de imágenes es el piano pero observa la digitación de la
igualmente eficaz. Un simple experimento partitura que hace el primer grupo hasta
realizado en mi laboratorio por el Dr. Pa- que lo aprende de memoria. Después prac-
trick Bateson lo demuestra. Bateson adies- tica dos horas diarias igualmente durante
tró unos monos para que discriminaran cinco días, únicamente con la imaginación.
entre dos letras del alfabeto con las técnicas El cuarto grupo es un grupo de control, que
habituales de refuerzo. Después, colocó una no toca ni imagina en relación con el piano
tercera letra de forma que estuviera siempre en absoluto. Al cabo de cinco días, los in-
a la vista en la jaula de los animales. Tras vestigadores estudian los cambios en el ce-
algunos meses, se compararon por separa- rebro mediante una técnica llamada esti-
do (con los correspondientes procedimien- mulación magnética transcraneal, entre
tos de control) la letra “expuesta en la jau- otras. Constatan, sorprendidos, que el gru-
la” y una de las letras que antes se había po que sólo había repasado mentalmente
“reforzado” con una tercera mediante una muestra los mismos cambios en cuanto a
discriminación estándar. Sorprendentemen- la expansión y desarrollo de los circui-
te, la letra “expuesta en la jaula” demostró tos neuronales de la misma área del cere-
ser discriminada más rápidamente» (Pri- bro que los que habían practicado física-
bram, 1976 : 183-184). mente, mientras que el segundo grupo mos-
Aprender, por lo tanto, mediante imáge- traba pocos cambios (Dispenza, 2008 :
nes o, lo que es lo mismo, aprender a través 81-82). Pero más sorprendentes resultan
de la imaginación. Algunas técnicas cons- los resultados del experimento que la mis-
cientes hace tiempo que destacan la impor- ma revista publicaba en 1992 con rela-
tancia de utilizar la imaginación como mé- ción a ciertos ejercicios físicos a realizar
todo para mejorar las destrezas motrices y con un dedo de la mano. Una vez más,
ayudar a defi nir el esquema corporal. Mi- un grupo los practica cinco veces a la se-
chael Gelb, en El cuerpo recobrado, cita el mana durante cuatro semanas; el otro, los
estudio del psicólogo Alan Richardson con imagina; y un tercero no hace nada. En es-
jugadores de baloncesto, a los cuales midió te caso el grupo que practicó físicamen-
su porcentaje de acierto en tiros libre. Divi- te mejora en un 30 %, el que no hace nada
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se mantiene, evidentemente, estable pe- lóbulos frontales pueden provocar, por el


ro –atención– ¡el grupo que imagina la ac- contrario, dificultades de atención, concen-
ción física mejora en un 22 %! Es decir, que tración y resolución de problemas. Niveles
el ejercicio mental acaba provocando cam- insuficientes de dopamina en otras áreas del
bios significativos en el cuerpo físico (Dis- cerebro afectan, fi nalmente, el movimiento
penza, 2008 : 522). fino y controlado, y pueden causar la enfer-
A veces, cuando un bailarín o un músico medad de Parkinson.
se bloquean en determinados movimientos, Los descubrimientos neurobiológicos so-
resulta más conveniente que dejen de repe- bre la dopamina deberían incorporarse, por
tirlos (dado que a cada nueva repetición se lo tanto –y en la medida en que vayan sien-
refuerza el mismo hábito erróneo) y sentar- do validados por los neurocientíficos–, a la
los para que imaginen tal y como deberían teoría del aprendizaje. No sólo porque pue-
ser para que resulten fáciles, equilibrados, den significar un argumento a favor del
agradables, libres y fluidos, poniendo aten- aprendizaje basado en la curiosidad, el pla-
ción en los momentos en los que algún ele- cer, el movimiento, la motivación, la reso-
mento externo interfiere, nos distrae o no lución de problemas, la sorpresa y el refuer-
nos permite seguirlos imaginando clara- zo positivo, sino porque podrían dar, en
mente. defi nitiva, apoyo al nuevo paradigma de la
enseñanza superior europea y el salto co-
pernicano que supone pasar de la óptica de
g) Dopamina y aprendizaje la enseñanza (centrada sobre todo en el mo-
delo de la clase magistral) a la del aprendi-
El aprendizaje que nos implica experiencial- zaje (con un seguimiento tutorizado, una
mente (learning by doing), que supone retos evaluación continua, un aprendizaje basado
(con las consecuentes posibles experiencias en la resolución de problemas, un aprendi-
de flujo), que hace posible la aparición de zaje basado en descubrimientos, etc.). Pare-
pequeños o grandes descubrimientos y cul- ce claro que en este segundo modelo el fee-
mina con un refuerzo positivo (satisfacción dback que recibe el estudiante por parte del
personal y recompensa), es el que genera profesor-tutor se incrementa, así como el
niveles más altos de dopamina. La dopami- establecimiento de retos y la posibilidad de
na es un neurotransmisor que desempeña obtener más refuerzos positivos, con la con-
un papel importante en los procesos de mo- siguiente generación de dopamina.
tivación y aprendizaje ligando las conductas
recompensadas positivamente a sensaciones
de placer y estados emocionales favorables, h) Del miedo a la angustia.
de tal manera que hace que estas conduc- Estrés y pánico escénico
tas sean atractivas o deseables (Schultz,
1998). Además de estar relacionada princi- Los listados de emociones básicas –es decir,
palmente con el refuerzo positivo inespera- aquellas que son innatas y cuya combina-
do,5 la dopamina se asocia, por ejemplo, ción puede generar el resto de emociones y
con el acto sexual, la alimentación y la in- sentimientos– son múltiples y diversos. Sea
gestión de algunas drogas como por ejem- como fuere, sin embargo, en todos ellos
plo la cocaína, la nicotina o el alcohol. La aparece el miedo. Tanto para Panksepp
dopamina, que se relaciona, por lo tanto, como para LeDoux el miedo es una de las
en primer lugar con los sistemas de placer emociones más antiguas y generalizada en
del cerebro, predispone proactivamente a el mundo animal. Parece claro que se ha ido
realizar determinadas acciones como, por desarrollando y sofisticando a lo largo del
ejemplo, desear seguir aprendiendo nuevas proceso evolutivo para ayudar a resolver
cosas. Los desórdenes de dopamina en los situaciones adversas que comportaban gra-
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ves peligros. Conocer nuestras respuestas cuencias patológicas, interfi riendo con las
corporales frente a las situaciones que nos funciones cognitivas e incluso causando le-
producen algún tipo de miedo puede orien- siones en el cerebro» (LeDoux, 1996 : 133).
tar nuestro entrenamiento y ayudarnos a Según LeDoux, la ansiedad y el miedo están
superar mejor sus efectos negativos. estrechamente relacionados. Podemos, de
Para Joseph LeDoux, los mecanismos hecho, entender la ansiedad como un miedo
biológicos del miedo son, en último térmi- no resuelto relacionado, por ejemplo, con
no, los responsables de buena parte de los un episodio traumático vivido anteriormen-
desórdenes mentales. Surgen cuando hay te. El estrés que esto puede provocar afecta,
que afrontar situaciones de peligro que pro- entre otros, a las neuronas del hipocampo
vienen de estímulos interiores y éstas se y, consiguientemente, a las funciones de la
vuelven excesivas. Pese a que el miedo for- memoria. La conexión entre estrés y pérdi-
ma parte de la vida cotidiana, un exceso de da de memoria parece, desde un punto de
miedo o un miedo inadecuado explican mu- vista neurológico, bastante demostrada.
chos de los problemas psiquiátricos habi- LeDoux concluye el capítulo que dedica a
tuales (LeDoux, 1996 : 130). Aun así, este la relación entre el miedo y los desórdenes
fenómeno no se da en el resto del mundo mentales en The Emotional Brain, diciendo
animal de una manera tan acentuada. Pa- que «tenemos más miedos de que los que
rece como si la emoción que más útil ha necesitamos, y parece que nuestro eficiente
sido a lo largo de la historia evolutiva aho- sistema condicionado del miedo, combi-
ra fuera la que más nos puede perjudicar nado con una poderosa habilidad para pen-
cuando, prolongada excesivamente en el sar sobre nuestros miedos y una carencia
tiempo, se transforma en estrés, ansiedad o de habilidad para controlarlos, es proba-
angustia. blemente insuficiente. [...] Hay esperanzas
Un estudio en profundidad de los meca- de que la evolución futura del cerebro hu-
nismos neurobiológicos del miedo nos po- mano tenga en cuenta este desequilibrio»
dría ayudar a entender mejor algunos de los (LeDoux, 1996 : 266). Sea como fuere, el
fenómenos habituales con relación a, por trabajo para ir avanzando hacia un nuevo
ejemplo, el pánico escénico. Los intérpretes equilibrio pasa por la conciencia corporal
de las artes del espectáculo deben ser capa- (poder detectar y reconocer los propios me-
ces de reconocer y saber gestionar adecua- canismos emocionales) y el entrenamiento
damente sus miedos, su ansiedad y su es- en técnicas de relajación. Un entrenamiento
trés. Y este no es un problema menor. Mu- que debería permitir que el córtex fuera re-
chas de sus habilidades artísticas e interpre- gulando de una manera cada vez más efi-
tativas se ven a menudo alteradas negativa- ciente los procesos emocionales automáti-
mente debido a las tensiones corporales que cos de la amígdala (LeDoux, 1996 : 265).
suele comportar el miedo escénico. Un en-
trenamiento adecuado en este sentido les
podría ahorrar muchos quebraderos de ca- Aportaciones de la neurociencia
beza. Actualmente sabemos, por ejemplo, a la paradoja del actor
que los «estímulos amenazantes causan que
la glándula pituitaria suelte la hormona El artista escénico es, tal y como dijo Ar-
adrenocorticotrópica (ACTH), lo cual pro- taud, un atleta de las emociones (o, en sus
voca la liberación de una hormona esteroi- palabras, de los afectos). Debe saber gestio-
de desde la glándula suprarrenal, que retor- nar sus propias emociones, no sólo desper-
na más tarde al cerebro. De entrada, estas tarlas. Debe saber jugar, en defi nitiva, con
hormonas ayudan al cuerpo a soportar el sus emociones y, sobre todo, comunicarlas
estrés, pero si el estrés se prolonga, la hor- eficazmente al espectador. Ahora bien, ¿se-
mona puede empezar a provocar conse- guro que para provocar cambios emocio-
Cuaderno de danza 433

nales en el espectador debe emocionarse ciones es común a todos los miembros de


previamente él mismo? Recordemos: Dide- una determinada especie e inconsciente, o
rot considera que no (que el actor no debe sea automatizada, y, en cuanto a algunos
interpretar con el corazón ni ser «excesiva- músculos, imposible de reproducir volun-
mente sensible»), Stanislavski considera que tariamente? Entonces, ¿hasta qué punto
sí (que el actor debe vivir vivencias análogas puede un intérprete ejercer algún tipo de
a las del personaje, alejándose de cualquier control sobre sus estados emocionales? ¿La
interpretación mecánica). Y durante mu- autoregulación emocional es sólo «la punta
chos años esta dicotomía ha centrado parte del iceberg» (o sea que el amplio volumen
importante del debate sobre la técnica ac- inconsciente sigue actuando, pese a nues-
toral. ¿Tiene razón Diderot? ¿Tiene razón tros esfuerzos, por su cuenta) o podemos
Stanislavski? O quizás –como tantas veces– acceder a capas más profundas de nosotros
¿el debate se resuelve cuando empezamos a mismos y mover conscientemente aspectos
entrar en matices? Está claro que ciertos cada vez más amplios de nuestra vida emo-
estados emocionales extremos pueden no cional? Y, también, ¿la sensibilidad perju-
tener el efecto escénico deseado (y resultar dica al actor, como afi rma Diderot? ¿Por
patéticos) y, sin embargo, que el fi ngimien- qué? ¿No pide la gestión de las emociones
to extremo puede resultar inverosímil, fal- justamente una gran ductilidad, una gran
so, externo, postizo y artificial. Pero quizás sensibilidad, una gran capacidad para per-
ni es necesario que vayamos a los extremos cibir los estímulos externos e internos y
ni que pidamos una sola actitud o destreza poder reaccionar, fluir, jugar con ellos? ¿No
interpretativa a los actores. Raúl Serrano consiste la fuerza emocional justamente en
sostiene, por ejemplo, que la paradoja del ser sensible, flexible y empático? ¿No es a
actor se supera adoptando una perspectiva partir de aquí de donde nace la fuerza que
dialéctica que admita la posibilidad de mo- hace posible el verdadero autocontrol? Sea
mentos para el control y momentos para la como fuere, si es cierto que la expresión
vivencia, sucesivamente, durante el acto in- auténtica de estados emocionales siempre
terpretativo o en los procesos de ensayo será diferente de la fi ngida –dado que no
(Serrano, 1981 : 36). Y entonces es el mo- podemos mover voluntariamente determi-
mento de preguntarse: ¿qué dice la neuro- nados músculos que sólo mueven las autén-
ciencia sobre esto? ¿Qué aporta –o puede ticas reacciones emocionales–, entonces
aportar– a la vieja y, quizás, falsa, contro- habrá que dar la razón a Stanislavski, al
versia sobre la necesaria implicación y el menos allí donde necesitemos niveles altos
necesario distanciamiento del intérprete en de verosimilitud.
los estados y atmósferas emocionales que él
mismo provoca? ¿Es verdad que en la esce-
na todo es ficción menos las emociones, que João Pires y el autocontrol emocional
deben ser reales? ¿Se puede fingir un rubor?
¿Cómo hacía Eleonora Duse para rubori- El neurofisiólogo Antonio Damasio explica
zarse en cada función, al llegar a una de- en el libro The Feeling of what Happens
terminada escena en la cual representaba a (Damasio, 2000 : 50) un experimento rea-
una mujer que, después de muchos años, se lizado con la pianista Maria João Pires so-
reencontraba inesperadamente con un an- bre su capacidad para controlar voluntaria-
tiguo amante? 7 ¿Se puede mover volunta- mente el flujo emocional a través de su
riamente determinada musculatura facial, cuerpo. Idea que, de entrada, contradice la
implicada en la expresión de las emociones manera de entender las emociones de Da-
o bien, tal y como ya señaló Darwin 8 y ha masio; es decir la idea de que las emocio-
corroborado posteriormente Paul Ekman nes son, básicamente, mecanismos bioló-
(Ekman, 2003), la expresión de las emo- gicos de supervivencia que se han automa-
434 Estudis Escènics, 38

tizado a lo largo de la evolución y que se Conclusiones


manifiestan a través de sus reacciones cor-
porales. Justo es decir que, si bien los neu- Las emociones son respuestas automatiza-
rofisiólogos siempre dejan una puerta abier- das que han permitido a los seres vivos re-
ta a la posibilidad del autocontrol conscien- accionar eficazmente a los retos evolutivos.
te, ésta es más bien reducida (Damasio, Funcionan como patrones fijos de acción
2000 : 50): 9 (Llinàs, 2002) o sistemas que regulan los
intercambios en el comportamiento entre
Maria João Pires nos explicó la siguiente los animales y los objetos en circunstancias
historia: Cuando toca, bajo el control per- determinantes para la supervivencia a nivel
fecto de su voluntad puede reducir o bien inconsciente (Panksepp, 1998 : 48), y las
permitir el flujo de la emoción en su cuerpo. sentimos en la medida en que producen
Mi mujer, Hanna, y yo pensamos que todo cambios en nuestro cuerpo (alteraciones de
ello sólo era una bonita idea romántica, la respiración, el tono muscular, las pulsa-
pero Maria João insistió en que lo podía ciones del corazón, los flujos hormonales,
hacer y nosotros seguimos pensando que etc.). La posibilidad del autocontrol emo-
no podía ser. Finalmente el momento em- cional en las emociones primarias (miedo,
pírico de la verdad fue establecido en nues- rabia, alegría, tristeza y asco) se deriva,10
tro laboratorio. Conectamos a Maria João
precisamente, de este hecho; es decir de la
a los múltiples cables de un complejo equi-
posibilidad de regular sus efectos en el cuer-
po psicofisiológico mientras escuchaba una
po, más que de procurar evitar su desenca-
breve selección de piezas musicales bajo dos
condiciones: emoción permitida o emoción denamiento en el cerebro, pese a que esta
voluntariamente inhibida. Sus Nocturnos segunda posibilidad también se puede pro-
de Chopin acababan de salir al mercado. ducir. La comprensión de los mecanismos
Usamos algunos de los suyos y algunos de que regulan su funcionamiento debe permi-
Daniel Barenboim como estímulo. En la tirnos fundamentar mejor las enseñanzas
condición de “emoción permitida”, la gra- en las que su gestión es un contenido fun-
bación de la conductancia de su piel estaba damental. Probablemente las aportaciones
repleta de picos y valles, ligados a determi- de la neurociencia irán condicionando cada
nados pasajes de las piezas. A continua- vez más las técnicas de formación de acto-
ción, en la condición de “emoción reduci- res, músicos y bailarines; y el discurso sobre
da” lo increíble, de hecho, pasó. Pudo alla- neurotransmisores, áreas del cerebro y cir-
nar el gráfico de la conductancia de su piel cuitos neuronales se irá introduciendo pro-
a voluntad y, además, cambió la frecuencia gresivamente en las aulas de las escuelas de
de su corazón. También cambió su compor- arte. Es posible que nuevos contenidos co-
tamiento. El perfil de las emociones de fon- mo por ejemplo: la neurociencia de la emo-
dos se reorganizó, y algunas emociones
ción, la psicoterapia, la inteligencia emocio-
específicas fueron eliminadas, y en conse-
nal, etc., aparezcan en los planes de estudio
cuencia se produjeron menos movimientos
de las futuras escuelas de arte, y creadores,
en la musculatura de la cabeza y la cara.
Cuando nuestro colega Antoine Bechara, intérpretes y público se beneficien de un
que no se lo podía creer, repitió el experi- conocimiento más profundo, consciente y
mento, pensando que se podía tratar de un lúcido sobre las emociones, así como sobre
artificio causado por el hábito, ella consi- los sentimientos y pensamientos que se aso-
guió hacer lo mismo. Hay, por lo tanto, cian a ellas.
algunas excepciones después de todo, qui-
zás centradas en aquellas personas cuya
vida consiste en crear magia a través de las
emociones.
Cuaderno de danza 435

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titute of Technology Press. lizadas en los movimientos de la mano y de la
Matsumoto, Masayuki; Hikosaka, Oki- boca. Los aparatos de los que disponía le per-
hide (2009): «Two types of dopamine neu- mitían grabar la respuesta de las neuronas a
ron distinctly convey positive and negative determinados movimientos, especialmente cuan-
motivational signals», Nature, núm. 459, do cogía comida. El equipo de investigadores
junio 2009. descubrió que algunas de las neuronas que se
Mc Pherson, F. (2004): «The role of emo- activaban cuando hacía el movimiento también
436 Estudis Escènics, 38

se activaban cuando lo veía hacer a otro. Más Las emociones estéticas


recientemente, Christian Keysers ha demostrado
que tanto en los humanos como en los monos en los espectáculos de danza
los sistemas espejo responden igualmente a los
sonidos correspondientes a las acciones. Dra. Susana Pérez Testor
4. F. Mc Pherson, The role of emotion in y María Martín Laguna
memory, http://www.memory-key.com/Natu- Universitat Ramon Llull. Facultat
reofMemory/emotion.htm, 2004. de Psicologia, Ciències de l’Educació
5. Según el artículo de Matsumoto e Hiko- i de l’Esport Blanquerna. Salut, Activitat
saka: «Two types of dopamine neuron distinctly Física i Esport. Barcelona
convey positive and negative motivational sig-
nals» aparecido en el número 459 de la revista
Nature, de junio de 2009, algunas neuronas do- En diversas ocasiones después de haber asis-
pamínicas responden igualmente a los refuerzos
tido a una actuación de danza hemos per-
positivos y negativos. Si esto fuera cierto, el pa-
pel de la dopamina sería el de facilitar la predis- cibido distintas reacciones entre el público.
posición a determinadas conductas que tienen Por una parte tenemos el público más espe-
recompensa, independientemente de sí son po- cializado formado por profesionales o per-
sitivas o negativas. Esta posición no es todavía, sonas muy aficionadas a la danza que pue-
sin embargo, la predominante y los propios Mat- de reaccionar llorando; por la otra está el
sumoto e Hikosaka añaden que se trata de sis- público que reacciona pasivamente o que
temas neuronales diferentes los que responden incluso puede sentirse molesto. Las distin-
a los refuerzos positivos y los que lo hacen a los tas reacciones han sido provocadas por el
negativos (Matsumoto e Hikosaka, 2009).
impacto artístico que han recibido de la ac-
6. Aunque con esta defi nición es con la que
probablemente más se aproxima a los plantea- tuación a la que han asistido.
mientos científicos, tal y como defiende Damasio Durante mucho tiempo nos hemos pre-
en A la recerca de Spinoza (Damasio, 2005). guntado ¿Cómo se producen las emociones
7. Tal y como explican Sanford Meisner en en el público? ¿Por qué unos se emocionan
On Acting (Meisner, 1987 : 13) y Uta Hagen mientras otros se indignan con el mismo
en Un reto para el actor (Hagen, 2002 : 82). espectáculo?
8. Charles Darwin, The Expresión of Emo- Estas preguntas nos llevan a indagar en
tion in Man and Animals.
los diversos estudios de algunos autores e
9. Todo esto nos hace pensar en el polígrafo
–más conocido como máquina de la verdad– y
investigadores, sobre el funcionamiento de
la posibilidad comprobada empíricamente de las emociones e intentar hallar respuestas
mentir sin delatarse físicamente, o lo que es lo científicas sobre el efecto de los estímulos
mismo, sin emocionarse nada, sin alterarse ni artísticos a las reacciones cerebrales de los
permitir que las reacciones corporales delaten seres humanos.
al mentiroso. Y por mucho que los expertos en Históricamente uno de los primeros au-
la lectura facial aseguren actualmente que era tores en compartir sus estudios fue Charles
bastante evidente que Bill Clinton mentía en el Darwin en 1872 quien publicó The Expres-
caso Lewinsky, atendiendo al rictus de su boca
sion of Emotions in Man and Animals con
justo después de afi rmar categóricamente que
no había tenido relaciones sexuales con su be- la descripción de las principales acciones
caria, todavía queda mucho terreno por recorrer expresivas del hombre y otros animales.
antes de poder establecer una correspondencia Aunque en la época de Darwin no se sabía
infalible entre los movimientos físicos incons- gran cosa acerca del cerebro, sí que era po-
cientes y las emociones que generan determina- sible observar y estudiar la expresión de las
dos pensamientos. emociones. Afi rmaba que la expresión, o el
10. Según parece existen casi tantos listados lenguaje de las emociones, como a veces se
de emociones básicas o primarias como autores. ha denominado utiliza el cuerpo como ve-
Este proviene de Damasio: El error de Descar-
hículo de expresión con gran rapidez de
tes, p. 179.
comunicación. Incluso decía que el lengua-

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