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La Resistencia

Varios autores clasifican la resistencia en dos tipos: Aeróbica y Anaeróbica, Barrios y


Ranzola (1998), Forteza y Ranzola (1988). El objetivo es realizar un trabajo prolongado a
una intensidad moderada o baja, sin que disminuya la posibilidad de trabajo con la fatiga.
La resistencia aérobica es definida por Léger 1996 citado por Silva (2003), como la
capacidad del organismo para mantener determinado desempeño, con una gran dependencia
del metabolismo aérobico. La resistencia anaeróbica está relacionada con la capacidad del
organismo de realizar un ejercicio con una intensidad alta durante un mayor tiempo posible.
Esta cualidad está ligada con las capacidades especiales de resistencia a la fuerza y
velocidad.

El organismo del niño en comparación con el del adulto se encuentra mejor adaptado a las
condiciones aeróbicas, a consecuencia de la gran cantidad de ejercicios realizados
habitualmente, pues su gasto energético cuenta con una mayor participación del
metabolismo oxidativo, ciclo de Krebs en comparación con los mayores Drinkwatter;
Bruemmer y Cresnut (1990), Fernández et al (2003) , Tejada (2005).

De Carvalho et al (2009), plantean que los niños durante una actividad física de resistencia
pueden presentar los mismos fenómenos de adaptación que los adultos. Durante este
proceso de entrenamiento de resistencia es importante intensificar y variar la carga; de esa
manera, serán obtenidos nuevos fenómenos de adaptaciones y consecuentes mejoras en el
acondicionamiento.

A pesar de la dificultad para el entrenamiento de la resistencia aeróbica en niños y


adolescentes, éste cuando se realiza con intensidad, frecuencia y duración adecuada, es
fundamental dentro de un programa de actividad física, principalmente al considerar la
preocupación de prevención primaria y la promoción de la salud en jóvenes, Tourinho e
Tourinho (1998).
En otro orden de hechos, ha sido verificado en los laboratorios de investigación que
el entrenamiento de la resistencia aeróbica aplicada correctamente no aumenta el
número, el tamaño y por tanto la funcionalidad de las mitocondrias antes de la
pubertad, Bar-Or (1989).

Los ejercicios en el plano de la glicólisis anaerobia son limitados dada la escasez de


la proporción de la enzima phosphofructokinasa (PFK) y por el aumento en el
consumo de O2 en la etapa prepuberal, Fernández et al (2003), Tejada
(2005). Por ésta razón, se recomienda programar el entrenamiento de la
resistencia anaerobia con volúmenes de trabajo más significativo finalizada esta
etapa.

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