UNIVERSIDAD EL BOSQUE

NEUROTÓXICOS AMBIENTALES

En el organismo del cuerpo humano se extienden distintas mezclas de compuestos

químicos orgánicos que desempeñan distintas acciones para el funcionamiento efectivo en
el cuerpo del hombre. Sin embargo, se encuentran distintos compuestos químicos que
entran al cuerpo, generando efectos adversos en el desarrollo del Sistema Nervioso Central
(SNC). Se toman en cuentan como compuestos químicos dañinos para nuestros
organismos el alcohol, pesticidas, marihuana, cocaína, metales como Mercurio, Plomo,
Manganeso y Cadmio entre muchos otros.
Antes de iniciar explicando algunos neurotóxicos, es importante saber que son, según Base
de datos de sustancias tóxicas y peligrosas RISCTOX estos son: “son aquellas capaces de
provocar efectos adversos en el sistema nervioso central, el sistema nervioso periférico y
los órganos de los sentidos. Entre estos efectos se encuentran narcosis, náuseas, mareos,
vértigos, irritabilidad, euforia, descoordinación de movimientos, alteraciones de la memoria y
del comportamiento y alteraciones de los nervios periféricos.” (Fundacion estatal para la
prevencion de riesgos laborales, 2015)

Estos metales pueden generar la interferencia en el desarrollo normal dentro de un feto, en

la infancia y la adolescencia de un ser humano ya que el Pb tiene la facilidad de mantenerse
en constante movimiento durante el embarazo por la aceleración del metabolismo. En el
caso de los fetos el Pb entra en la placenta y se posiciona en el cerebro fetal. En estudios
realizados por La Escala Wechsler de Inteligencia para Niños con el fin de medir las
aptitudes intelectuales y la inteligencia de los niños en un medio clínico y psicológico;
muestra que el nivel de consumo puede generar un bajo rendimiento en el índice de
desarrollo mental. También se evidencia su afectación en las estructuras celulares y efectos
neuroquímicos como la alteración en los neurotransmisores.

Como resultado de lo anterior, los altos niveles de Plomo en sangre, afectan directamente
en el índice de desarrollo en fetos y en niños, creando así condiciones mentales alteradas,
niños con mayores niveles de distracción, con dificultad en recibir órdenes, agresivos, entre
otras afectaciones. Debido a esto, lo mejor es evitar el plomo en la formación del feto y a
medida que crece el niño, algunas medidas pueden ser; no preparar ni guardar alimentos o
bebidas en recipientes de cerámica o de cristal a menos que esté seguro de que no tienen
plomo. Y una alimentación equilibrada y saludable que incluya suficiente hierro puede
ayudar a reducir la cantidad de plomo que absorbe el organismo.

Así mismo, hablaremos de otro tóxico ambiental, el Mercurio, un elemento bastante

contaminante que puede afectar nuestra salud y bienestar. Se conoce que las empresas lo
producen para diferentes elementos industriales, pero también para uso doméstico, como
en sanitarios, termómetros o incluso amalgamas. Este último altamente peligroso, según lo
dice IAQMT: “ha demostrado que el mercurio de las amalgamas se evapora de forma
alarmante. El riesgo aumenta con las comidas calientes, los cítricos, los productos ácidos,
los flúor de las pastas dentífricas, el bruxismo, el tabaco, las drogas, el crear corrientes
eléctricas con otros metales” (Intoxicación por amalgama. consejos alba clínica dental | reus
y tarragona. )
Lo que puede ser contraproducente para la salud ya que estos, al desecharse en el mar,
contamina a los peces que posteriormente son consumidos por la comunidad, lo que puede
causar alteraciones neurológicas. Por este motivo, los consumidores que exigen demanda
de estos productos, deberían acudir a materiales alternativos, como amalgamas de
composites. aquellos pocos que existen sin bisfenol A. Tampoco los adhesivos utilizados
que lo contienen. Finalmente, fomentar las energías limpias, dejar de utilizar mercurio en las
minas auríferas, acabar con la minería del mercurio o eliminar progresivamente productos
no esenciales que contienen mercurio. De este riesgo que se corre nos habla la autora
María Consuelo Díaz:
“Mucho de estos productos son peligrosos, por lo que es necesario evaluar los riesgos para
la salud que directa o indirectamente generan por su uso, almacenamiento o evaluación. La
descarga de compuestos peligrosos al medio ambiente, intencional o no, podrá causar
consecuencias serias, las cuales serán mayores cuando se generan y manejan grandes
cantidades de químicos que no existían anteriormente en la naturaleza y para los cuales no
existen procesos físicos o biológicos que permitan su degradación a formas inocuas.”(DÍAZ
BÁEZ, 2004)

En relación con esto, el metilmercurio es una sustancia que atraviesa fácilmente las
membranas biológicas, cuando una persona ingiere pescado casi el 95% se absorbe en el
tracto intestinal, la piel y los pulmones, en las personas casi el 90% del MeHg es excretado
a través de las heces, los efectos más preocupantes de la exposición crónica al MeHg se
asocian a la mayor vulnerabilidad del cerebro fetal e infantil ya que puede producir
alteraciones en su desarrollo estructural y funcional en un 47-50%. Recientemente, se han
realizado dos estudios en las Islas Faroe y Seychelles para evaluar los efectos en el cerebro
fetal tras exposiciones maternas moderadas al MeHg, en los que se comparan y analizan
los biomarcadores materno fetales con el desarrollo neuropsicológico al final de la época
preescolar. Según la OMS el mercurio es uno de los diez productos químicos que plantean
especiales problemas de salud pública. (Organización mundial de la salud, 2017)
Los niños de las Islas Faroe presentaban a los 7 años de edad déficits neuropsicológicos,
con una mayor afectación de la capacidad de atención, memoria y lenguaje, y una menor
alteración de las funciones motoras y de la capacidad visual, por otra parte encontramos el
manganeso que constituye, aproximadamente, el 0,1% de la corteza terrestre, los
compuestos orgánicos del manganeso son utilizados como aditivos de la gasolina y
combustible y como fungicidas. Sin embargo, muchos estudios revelan que existe una
relación entre los niveles excesivos de exposición al Mn en la infancia y trastornos de
hiperactividad y aprendizaje en ambientes no laborales la mayor parte de la exposición al
Mn proviene de alimentos como vegetales, cereales, legumbres y aguacates, en los adultos
se absorbe cerca del 3-5% del Mn ingerido.

Para poder explicar de una forma didáctica y fácil este tema, se hará uso de un video en
que se evidencia cómo estos elementos, afectan el cerebro y organismo de las personas en
especial de los niños y de los fetos. Al final se realizará una actividad lúdica con el fin de
reforzar el tema explicado. Este video habla acerca de como influyen estos neurotóxicos en
nuestro cerebro ( Exploradores - UNAB: ¿Cómo influyen los factores ambientales en
nuestro cerebro? )
 References

DÍAZ BÁEZ, M. C. (2004).  pruebas de toxicidad acuática:

Fundamentos y métodos (1st ed.). Colombia: Universidad Nacional de Colombia.

Exploradores - UNAB: ¿Cómo influyen los factores ambientales en nuestro cerebro? . ().

[Video/DVD] Retrieved from https://www.youtube.com/watch?v=RECa6OeRRXc

Fundación estatal para la prevención de riesgos laborales. (2015). Base de datos de

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https://risctox.istas.net/index.asp?idpagina=611

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