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República Bolivariana de Venezuela


Ministerio del Poder popular Para la Educación Superior
Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Área: Ciencias Políticas y Jurídicas
Programa Municipalizado de Formación en Derecho

Profesora: ALUMNOS:
 Cordero Suhey CI: 13.574.169
 Greta Sánchez  Coronel Wilmary CI: 17.790.493
 MartínezValeriaC.I. 26.919.424
 Machuca Yeilin CI:26.973.691
 Machado Joel CI: 12.842.823
 Quirpa Fernando CI:27.238.507
 Rodríguez Liwuidis CI: 25.775.727
 Tiapa Anderson CI: 26.495.634

 4to Año Sección “4”

San Juan de los Morros, Marzo, 2020


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ÍNDICE:

Definición de Partes……………………………………………………..pág. 4
Las Partes en Sentido Procesal…………………………………….pág. 4
La Legitimación de las Partes………………………………………..pág. 5
La Capacidad de ser Parte…………………………………………..pág. 6
El Litisconsorcio……………………………………………………….pág. 7
Intervención de Terceros en el Proceso…………………………..pág. 8
Intervención Voluntaria……………………………………………pág. 9
Intervención de Terceros Forzosa o Coactiva……………………pág. 11
El deber de Probidad y Lealtad…………………………………pág. 12
Representación de las Partes…………………………………pág. 13
El Mandato Judicial…………………………………………….pag13
Otorgamiento y Clases de Poderes……………………………..pág. 14
Obligaciones y Deberes del Mandante y el Mandatario……..pág. 15.
Cesación del Mandato………………………………………….pág. 17
Sustitución del Mandato……………………………………..pág. 17
Conclusión………………………………………………………pag19
Bibliografía………………………………………………………pág. 20
Sentencia………………………………………………………..pág. 21

INTRODUCCIÓN:
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El estudio del Derecho en Venezuela contempla la materia civil una enriquecedora


experiencia que facilita a los ciudadanos y ciudadanas para poder dirimir sus
controversias utilizando los tribunales competentes en esa área, tenemos que el Código
de Procedimiento Civil el cual contiene paso a paso el Procedimiento Ordinario, un
proceso que trata de diligenciar todas las formalidades que la ley contempla para lograr
que se llegue a un acuerdo y así evitar problemas más graves que atenten contra la
seguridad de las personas. Parte es aquel que en nombre propio o en cuyo nombre se
demanda una actuación de la ley, y aquel contra quien se formula la pretensión. Las
partes son el sujeto activo del proceso ya que sobre ellos recae el derecho de iniciarlo y
determinar su objeto, mientras que el juez es simplemente pasivo pues sólo dirige el
debate y decide la controversia. Ahora bien, por la existencia de diversos campos del
derecho, donde se utiliza la concepción de parte, se ha originado una gran dificultad
para conceptualizarla en el ámbito del derecho procesal, creando gran controversia
para su especificación; sin embargo de acuerdo a sus componentes se puede decir que
las partes son el sujeto activo y el sujeto pasivo de la pretensión que se hace valer en la
demanda judicial, siendo dichos sujetos libres para el ejercicio de sus derechos y
debiendo contar con capacidad de obrar para la gestión de los mismos, tal como lo
establece el artículo 136 del Código de Procedimiento Civil. Por otra parte, de igual
manera se toma como parte, los terceros intervinientes en el proceso a través de
quienes igualmente se busca la actuación de la ley. La determinación del concepto de
parte no sólo tiene importancia teórica, sino que es indispensable para la solución de
primordiales problemas prácticos que se plantean en el proceso. Para que una persona
sea parte o tercero en un pleito, debe poseer ciertas cualidades o requerimientos
exigidos por la Ley y además, debe estar identificado con una relación jurídico material
que le vincule con la pretensión propuesta, ya sea porque se afirme titular del derecho
reclamado o porque sea llamado a restituir la situación jurídica infringida. Conforme a lo
antes expresado, es imposible imaginar un proceso civil sin partes; algunos autores
como Kehler, distingue entre un proceso civil de partes y un proceso inquisitivo, un
ejemplo de este proceso inquisitivo seria el procedimiento de interdicción civil; pero no
obstante, también un procedimiento inquisitivo requiere de, al menos, dos personas
distintas al juez, sólo que mientras que en el proceso de partes se funda en la
contradicción de las partes, en el proceso inquisitivo prevalece la mera iniciativa
procesal.

DEFINICIÓN DE PARTE:
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La doctrina distingue las relaciones extraprocesales de las procesales para separar


la noción de parte aplicada a cada campo.
En la relación sustantiva se habla de partes para mencionar a las personas que
participen en un contrato como sujetos de derecho u obligaciones. cuando se trata de
relaciones procesales, el concepto de parte está relacionado con las personas que
intervienen en el proceso sin importar la situación en que se encuentren respeto la
relación sustantiva por eso pueden ser parte en el proceso quienes no son parte en la
relación sustantiva o quienes no tengan derecho, o no tengan legitimación en la causa,
ya que según chiovenda, estas son cualidades que miran la relación sustancial y que
influyen en la suerte de las pretensiones y en contenido de la sentencia. Pero no
presupuestos de la acción ni de la calidad de partes.

El concepto de Parte procesal se adquiere por el solo hecho de proponer una demanda
ante el órgano jurisdiccional, aunque esta demanda sea infundada o por el hecho de ser
llamada la persona a juicio.

LAS PARTES EN SENTIDO PROCESAL:


La capacidad de ser parte se refiere a la capacidad jurídica, o sea ser titular de
derechos y obligaciones. La capacidad procesal se refiere al libre ejercicio de esos
derechos en un litigio; se refiere a la posibilidad de actuar en un juicio. Es la medida de
aptitud para comparecer en un juicio para realizar actos procesales válidos. Y son
capaces para obrar en un juicio las personas que tengan el libre ejercicio de sus
derechos los cuales pueden gestionar asistidos directamente por un abogado según lo
previsto en el artículo 4 de la ley de abogados o a través de apoderados. Parte es aquel
que en nombre propio o en cuyo nombre se demanda una actuación de la ley, y aquel
contra quien se formula la pretensión. Las partes son el sujeto activo del proceso ya
que sobre ellos recae el derecho de iniciarlo y determinar su objeto, mientras que el
juez es simplemente pasivo pues sólo dirige el debate y decide la controversia. Ahora
bien, por la existencia de diversos campos del derecho, donde se utiliza la concepción
de parte, se ha originado una gran dificultad para conceptualizarla en el ámbito del
derecho procesal, creando gran controversia para su especificación; sin embargo de
acuerdo a sus componentes se puede decir que las partes son el sujeto activo y el
sujeto pasivo de la pretensión que se hace valer en la demanda judicial, siendo dichos
sujetos libres para el ejercicio de sus derechos y debiendo contar con capacidad de
obrar para la gestión de los mismos, tal como lo establece el artículo 136 del Código de
Procedimiento Civil. Artículo 136 establece que son capaces para obrar en juicio, las
personas que tengan el libre ejercicio de sus derechos, las cuales puedan gestionar por
sí mismas o por medio de apoderados, salvo las limitaciones establecidas en la ley.

LA LEGITIMACIÓN DE LAS PARTES:


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¿Quién puede ser parte en un proceso civil?


La legitimación la va a ostentar el titular de la relación jurídica sustantiva controvertida
en el proceso, es decir, aquel que se afirme titular de un derecho, en cuyo caso
estamos frente al sujeto activo de esa relación procesal. Esa titularidad nos permite
identificar quién puede ejercer la acción y en contra de quien es posible intentarla. La
producción del proceso debe nacer desde la existencia de un hecho controvertido que
es necesario para que la Litis se genere y transcurra con buena salud, por ello es
necesario que se legitime la cualidad de del Código de Procedimiento Civil. Aquellos
que van a formar parte en el proceso, tales personas deben tener un interés real, actual
y jurídico.
Como dice Loreto en su estudio sobre la excepción de inadmisibilidad por falta de
causalidad contemplada en el código de procedimiento civil de 1916. "La persona que
se afirma titular de un interés jurídico propio, tiene legitimación activa, y la persona
contra quien se afirma la existencia la existencia de ese interés en nombre propio tiene
a su vez legitimación para sostener el juicio, vale decir legitimación pasiva". La
legitimación de las partes en nuestro ordenamiento jurídico, está establecida en el
artículo 140 del código de procedimiento civil al expresar que no se puede hacer valer
en juicio en nombre propio un derecho ajeno; salvo las excepciones contempladas en la
ley, como el supuesto de la acción oblicua prevista en el artículo 1278 del código civil
venezolano, cuya premisa es que los acreedores puedan ejercer para el cobro de lo
que se les deba derechos y acciones de su deudor y consiste en la acción que un
acreedor, en nombre propio ejerce por cuenta de su deudor un derecho ajeno en contra
de un tercero.
Esta cualidad necesaria de las partes se puede formular como: a) la persona que se
afirma titular de un interés jurídico propio, tiene legitimación para hacer valer en juicio
sus derechos (legitimación activa) y b) la persona contra quien se afirma la existencia
de ese interés en nombre propio, esta tiene a su vez legitimación para sostener el juicio
(legitimación pasiva). La falta de legitimación se puede oponer como una defensa de
fondo, conforme a lo dispuesto en el Artículo 361 del Código de Procedimiento Civil
junto con la contestación de la demanda, alegando en este caso, falta de cualidad e
interés, tanto en el actor, como en el demandado, a cuyos efectos, la doctrina ha
distinguido entre falta de legitimación activa y falta de legitimación pasiva.
Es importante resaltar que no se debe confundir la legitimación, la cual es inherente a la
titularidad del derecho, o sea a la cualidad o interés en demandar y ser demandado, la
cual, se podrá determinar a través del pronunciamiento judicial o sentencia; con la
legitimidad, la cual se refiere a la capacidad de las partes para intervenir en el proceso.
La ilegitimidad de la persona del actor o de su representante legal o de su apoderado,
según sea el caso, deberá oponerse conforme a lo dispuesto en el ordinal 2º, 3º y 4º del
Artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, como cuestión previa. En este orden de
ideas se habla también de Legitimario ad causan y legitimario ad processum,
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refiriéndose la primera, a la falta de cualidad e interés y la segunda, a la falta de


capacidad procesal.

LA CAPACIDAD DE SER PARTE:

Del mismo modo que se puede ser sujeto de derecho y no tener el ejercicio de los
derechos o tenerlos limitados, puede tenerse la capacidad para ser parte en juicio y no
tenerse el ejercicio de los derechos procesales. Por otra parte, la capacidad procesal es
la capacidad para comparecer en juicio, para realizar actos procesales con efectos
jurídicos en nombre propio o por cuenta de otro, así lo afirma Giuseppe Chiovenda en
su obra “Instituciones de Derecho Procesal Civil” Vol. 3. También es posible decir que
en materia de capacidad, las personas que no tengan el libre ejercicio de sus derechos
deberán estar representadas, asistidas o autorizadas en el proceso, según lo
establecido por las leyes que regulen su estado y capacidad. En Venezuela las normas
que regulan la capacidad se encuentran en los Artículos 16, 18 y 19 del Código Civil
Venezolano, en concordancia con los Artículos 136 y siguientes, del Código de
Procedimiento Civil. El artículo 136 del Código de Procedimiento Civil nos habla de la
capacidad para estar en juicio, como anteriormente lo señalamos; las personas que
tengan el libre ejercicio de sus derechos pueden plenamente obrar en juicio por sí
mismas o por medio de apoderados, salvo las limitaciones establecidas en la ley, estas
limitaciones pueden ser de varios tipos: en razón de la edad, el entredicho y el
inhabilitado. En Venezuela se tiene total capacidad procesal y capacidad de obrar al
cumplir los 18 años de edad, a excepción del menor emancipado, y a no ser que por
algún defecto intelectual amerite interdicción o inhabilitación o exista alguna otra causa
que limite su capacidad, en todo caso el legislador presume una plena capacidad con el
cumplimiento de la mayoría de edad, según lo dispuesto en el artículo 18 del Código
Civil de Venezuela. Con respecto a las personas jurídicas, éstas pueden intervenir en
el proceso, ya sea como accionantes o como demandados, por medio de su
representante legal según la ley, sus estatutos o sus contratos, tal como lo establece el
artículo 138 del Código de Procedimiento Civil.

EL LITISCONSORCIO:

El litisconsorcio supone la presencia de varias personas como parte actora contra un


demandado, o un actor contra varias personas como parte demandada o de varios
actores contra varios demandados que se presentan en la relación procesal, reunidas
voluntariamente en una posición aunque concurra con sus pretensiones autónomas.
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PLURALIDAD DE LAS PARTES O LITISCONSORCIO Y SUS CLASES:


Como lo hemos estudiado antes, ya sabemos que el proceso debe estar compuesto
por dos partes, la parte actora o demandante y la parte pasiva o demandada, también
hemos dicho que se trata de una sola persona, pero puede presentarse el caso de que
existan varias personas como parte actora así también como parte pasiva, es lo que
llamamos litisconsorcio.
En sentido técnico el litisconsorcio puede definirse como la situación jurídica en que se
hallan diversas personas vinculadas por una relación sustancial común o por varias
relaciones sustanciales conexas, que actúan conjuntamente en un proceso, voluntaria o
forzosamente, como actores o como demandados o como actores de un lado y
demandados del otro.
De ésta explicación se desprende las diversas clases:

Litisconsorcio activo:
Pluralidad de partes como demandantes y un solo demandado.

Litisconsorcio pasivo:
Pluralidad de partes como demandadas y un solo demandante.

Litisconsorcio mixto:
Pluralidad de partes tanto demandantes como demandadas.

Litisconsorcio voluntario:
Éste se debe por tres razones:
1) por la voluntad de las diversas partes;
2) por la relación de conexión que existen entre ellas;
3) por la conveniencia de evitar sentencias contrarias o contradictorias si las diferentes
relaciones son decididas separadamente en juicios distintos. Como ejemplo de éste
litisconsorcio podemos señalar la demanda intentada por el acreedor contra varios
deudores solidarios o la intentada por varios acreedores solidarios contra el deudor
común, entre otros ejemplos.
El Legislador en el Artículo 147 del Código de Procedimiento Civil, al referirse a la
relación litisconsorcial facultativa, es elocuente cuando establece que: “Los
litisconsortes se considerarán en sus relaciones con la parte contraria, y mientras no
resulte otra cosa de disposiciones de la ley, como litigantes distintos, de manera que los
actos de cada litisconsorte no aprovechan ni perjudican a los demás.”

Litisconsorcio forzoso o necesario:


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nos hallamos frente a un caso de litis consorcio necesario o forzoso cuando existe una
relación sustancial o estado jurídico único para varios sujetos, a tales efectos el Código
de Procedimiento Civil expresa en su Artículo 148 “Cuando la relación jurídica litigiosa
haya de ser resuelta de modo uniforme para todos los litisconsortes, o cuando el
litisconsorcio sea necesario por cualquier otra causa, se extenderán los efectos de los
actos realizados por los comparecientes a los litisconsortes contumaces en algún
término o que hayan dejado transcurrir algún plazo.. Como ejemplo de este tenemos la
demanda de disolución de la comunidad de bienes intentada por uno o varios de los
partícipes contra todos los demás, entre otros.”

Litisconsorcio voluntario como necesario:


Lo encontramos establecido en el artículo 146 del C.P.C. el cual nos señala que:
Podrán varias personas demandar o ser demandadas conjuntamente como
litisconsortes:
1. Siempre que se hallen en estado de comunidad jurídica con respecto al objeto de la
causa;
2. Cuando tengan un derecho o se encuentren sujetas a una obligación que derive del
mismo título;
3. En los casos 1°, 2° y 3° del artículo 52.
Artículo 52. Se entenderá también que existe conexión entre varias causas a los efectos
de la primera parte del artículo precedente:
1. Cuando haya identidad de personas y objeto, aunque el título sea diferente.
2. Cuando haya identidad de personas y título, aunque el objeto sea distinto.
3. Cuando haya identidad de título y de objeto, aunque las personas sean diferentes.

INTERVENCIÓN DE LOS TERCEROS EN EL PROCESO:


Definición de Tercero:
Es una persona natural o jurídica que no interviene o participa en la realización de
un acto jurídico, y por permanecer extraña no puede ser favorecida ni afectada por el
acto. Desde el punto de vista de la relación procesal; puede intervenir en la contienda
voluntariamente o por llamado del Juez o de las partes.

Finalidad de la Intervención de un Tercero:


 Razones de técnica y de política procesal aconsejan admitir la intervención de
terceros en un proceso en curso, para evitar que tenga que hacer uso de otro proceso
para la defensa de su interés, porque de esa forma no se favorecería la economía
procesal y se correría el riesgo de sentencia contradictoria. El C.P.C. se refiere en
forma general a la “intervención de terceros”, y se prevén varios supuestos en los
cuales se permite a un tercero intervenir en un proceso pendiente. Por eso no debe
confundirse con la tercería que es una demanda autónoma e independiente del tercero,
pero es apenas un solo modo de intervención del tercero.
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Aspectos procedimentales de la intervención de terceros en el proceso


Clasificación de los Terceros

Rangel- Romberg señala que los modos de intervención del tercero pueden ser:
1. La Intervención voluntaria del tercero puede ser:
a) Principal: Tercería (ad. infringendum (Ord. 1º art.370 CPC).
Los terceros podrar intervenir, o ser llamados a la causa pendiente entre otras
personas, en los casos siguientes:
1º cuando el tercero pretenda tener un derecho preferente al demandante, o concurrir
con este en el derecho alegado, fundándose en el mismo titulo; o que son suyos los
bienes demandados o embargados o sometidos a secuestro o a una prohibición de
enajenar y gravar o que tienen derechos a ellos.

b) Oposición al Embargo: (Ord. 2º art. 370 CPC y art. 546 CPC).


2º cuando practicando el embargo sobre bienes que sean propiedad de un tercero, este
se opusiere al mismo de acuerdo a lo previsto en el artículo 546.

Si al practicar el embargo, o después de practicado y hasta el día siguiente a la


publicación del último cartel de remate, se presentare algún tercero alegando ser el
tenedor legítimo de la cosa, el Juez, aunque actúe por comisión, en el mismo acto,
suspenderá el embargo si aquella se encontrare verdaderamente en su poder y
presentare el opositor prueba fehaciente de la propiedad de la cosa por un acto jurídico
válido. Pero si el ejecutante o el ejecutado se opusieren a su vez a la pretensión del
tercero, con otra prueba fehaciente, el Juez no suspenderá el embargo, y abrirá una
articulación probatoria de ocho días sobre a quién debe ser atribuida la tenencia,
decidiendo al noveno, sin conceder término de distancia. El Juez en su sentencia
revocará el embargo si el tercero prueba su propiedad sobre la cosa. En caso contrario,
confirmará el embargo, pero si resultare probado que el opositor sólo es un poseedor
precario a nombre del ejecutado, o que sólo tiene un derecho exigible sobre la cosa
embargada, se ratificará el embargo pero respetando el derecho del tercero. Si la cosa
objeto del embargo produce frutos se declararán embargados éstos y su producto se
destinará a la satisfacción de la ejecución. En este último caso la cosa podrá ser objeto
de remate, pero aquel a quien se le adjudique estará obligado a respetar el derecho del
tercero, y para la fijación del justiprecio de la cosa embargada se tomará en cuenta esta
circunstancia. De la decisión se oirá apelación en un solo efecto, y en los casos en que
conforme al artículo 312 de este Código sea admisible, el recurso de casación. Si se
agotaren todos los recursos la sentencia producirá cosa juzgada, pero la parte
perdidosa en vez de apelar de la sentencia de primera instancia podrá proponer el
correspondiente juicio de tercería, si hubiere lugar a él.
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c) Adhesiva o ad Adiuvandum: (Ord. 3º art. 370 CPC, Art. 379 -381 CPC).


3º Cuando el tercero tenga un interés jurídico actual en sostener las razones de alguna
de las partes y pretenda ayudarla a vencer en el proceso.

Artículo 379° La intervención del tercero a que se refiere el ordinal 3º del artículo 370,
se realizará mediante diligencia o escrito, en cualquier estado y grado del proceso, aun
con ocasión de la interposición de algún recurso. Junto con la diligencia o el escrito, el
tercero deberá acompañar prueba fehaciente que demuestre el interés que tenga en el
asunto, sin lo cual no será admitida su intervención.

Artículo 381° Cuando según las disposiciones del Código Civil, la sentencia firme del
proceso principal haya de producir efectos en la relación jurídica del interviniente
adhesivo con la parte contraria, el interviniente adhesivo será considerado litisconsorte
de la parte principal, a tenor de lo dispuesto en el artículo 147.

d) Apelación del tercero de una Sentencia (Ord. 6º art. 370 CPC, art. 297 CPC).
6º Para apelar de una sentencia definitiva, en los casos permitidos en el artículo 297.

Artículo 297° No podrá apelar de ninguna providencia o sentencia la parte a quien en


ella se hubiere concedido todo cuanto hubiere pedido; pero, fuera de este caso, tendrán
derecho de apelar de la sentencia definitiva, no sólo las partes, sino todo aquel que, por
tener interés inmediato en lo que sea objeto o materia del juicio, resulte perjudicado por
la decisión, bien porque pueda hacerse ejecutoría contra él mismo haga negatorio su
derecho, lo menoscabe o desmejore. 

2.  La Intervención de terceros forzada o coactiva pueden ser:


a) Adcitatio: (Ord., 4to art. 370 CPC).
4º Cuando alguna de las partes pida la intervención del tercero por ser común a éste la
causa pendiente.

b) Cita de saneamiento y de garantía: (Ord., 5º art. 370 CPC). 


5º Cuando alguna de las partes pretenda un derecho de saneamiento o de garantía
respecto del tercero y pida su intervención en la causa.

Aspectos Procedimentales de la Intervención de Terceros en el Proceso de la


Tercería (ORD. 1º)
Forma: Art. 371 CPC: Se realizara mediante DEMANDA de tercería contra las partes del
proceso. La cual debe llenar todos los requisitos del art. 340 CPC. Y 339 CPC. Esto es
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ante secretario o ante el juez cumpliendo todos los requisitos del art. 340 CPC. Tiene
que proponerse contra ambas partes del proceso (demandante y demandado).

 Juez Competente: Art. 371 CPC: Ante el Juez que conoce de la causa principal en
primera instancia, aunque se haya desprendido de su conocimiento. Pero en caso de
incompetencia del juez por razón de cuantía o valor por ser de orden público, sería juez
competente el que le corresponda por el valor o cuantía de la acción de tercería.

 Admisión: Art. 341 CPC: Es aplicable el art. 341 CPC, el tribunal la debe admitir dentro
de los tres días siguientes si no es contraria al orden público, a las buenas costumbres
o a algunas disposiciones expresas de ley.

 Inadmisión: Art. 341 CPC: En caso contrario, debe negar su admisión expresando sus
motivos de la negativa mediante auto y contra el auto que niegue la admisión se oirá
apelación inmediatamente, en ambos efectos.

INTERVENCIÓN DE TERCEROS FORZADA O COACTIVA


a) Intervención Adhesiva. Ord. 3ero art. 370 CPC: Consiste en que una persona que
pretenda AYUDAR a una de las partes del proceso (actor o demandado), porque tiene
un interés jurídico actual en que resulte vencedora.

 Características
1. Supone la existencia en el tercero un interés jurídico actual. No se trata de un interés
meramente material o económico, ni tampoco una intervención fundada en razones de
parentesco, honestidad o en general de humanidad; sino como dice WACH: un interés
específico de intervención. Ejemplo: El fiador tiene un interés de intervención en el
proceso promovido por “A” contra “B”, puesto que la decisión puede producir efectos
jurídicos contra el fiador también.

2. El interviniente adhesivo simple pretende sostener las razones de una de las partes y
ayudarla a vencer en la litis, porque tiene los efectos reflejos de la Cosa Juzgada, por
eso no reclama un derecho propio ni solicita para sí la tutela jurídica del Estado. No
plantea una nueva pretensión en el proceso.

3. El tercero no es autónomo en el proceso, sino dependiente de la parte a la que está


auxiliando y tiene unas limitaciones:
a) Art. 380 CPC. Tiene que aceptar la causa en el estado en que se encuentre en el
momento de intervenir, por ello no puede modificar el objeto del litigio o el
procedimiento, no puede modificar la demanda, ni desistir de ella, ni reconvenir.

b) Puede realizar actos procesales pero no negocios jurídicos civiles, en consecuencia: 


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 No puede transigir.


No puede alegar compensación con un crédito de la parte principal.
 Ni impugnar un contrato. En general las limitaciones de la parte principal valen para el
interviniente adhesivo. 

c) La intervención de terceros, termina por la terminación del proceso principal; sea por:
Desistimiento.
Transacción.
 Sentencia.
EL DEBER DE PROBIDAD Y LEALTAD:

LA ÉTICA DEL ABOGADO


La Ética y Derecho no son lo mismo, de hecho, son dos ciencias distintas, sin
embargo, no se puede negar la estrecha relación que existe entre ambas así como la
importancia capital que la primera ejerce sobre la segunda, de allí, la necesidad de
definir los aspectos básicos y las características de esta primera ciencia.
Leal es sinónimo de fiel  y también implica garantía legal actuar "con legalidad” Un
documento que es fiel a su original garantiza su legalidad. Un representante leal es que
actúa legalmente, dando garantías de la palabra dada  a su representado, de lo que
informa al juez y de lo que hace en el proceso 
Decía Cicerón que "la buena fe es el fundamento de la justicia, y la conciencia y
la religión del juez 
La lealtad es incita al mandato, e implica que el representante o mandatario actúe
"como lo haría el mandante", con fidelidad a su manda y extremos cuidado de sus
intereses, lo que implica asumir frente a las otras partes y al juez del proceso una
conducta inalterablemente proba.
La lealtad refiere a la honestidad que le debemos a otro. La probidad, en cambio, es la
virtud de ser fieles a la nosotros mismos, a nuestros principios morales. Estos son los
requisitos conductuales que el artículo exige a litigantes y abogados en su actuación en
el proceso.

REPRESENTACIÓN DE LAS PARTES:

REPRESENTACIÓN Y GESTIÓN DE LAS PARTES EN EL PROCESO.


Las partes según el Art. 136 del CPC, tienen el derecho de gestionar personalmente
sus intereses en juicio o por medio de apoderados.
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La Ley habla de gestión por medio de apoderados, entendiéndose como tales las
personas que gestionan por los litigantes en juicio, conforme a las facultades que les
han sido conferidas en forma auténtica. El apoderado o representante de la parte
litigante debe comparecer al proceso provisto de un instrumento auténtico otorgado por
esa parte, el cual debe contener las facultades que les han sido conferidas, a objeto de
desempeñar la representación a cabalidad y en conformidad al mandato que le ha sido
conferido.
EL MANDATO JUDICIAL:
El mandato aparece como una simple oferta que hace el mandante al apoderado.
Muchas veces, un cliente en forma inconsulta con el abogado, acude a una Notaría y le
otorga un poder judicial; lo cual no significa que se haya perfeccionado el contrato del
mandato procesal, puesto que para ello es necesario la aceptación, expresa o tácita del
apoderado allí señalado. En la práctica la aceptación tácita es la más usual,
exteriorizándose mediante el simple ejercicio de las facultades que le han sido
conferidas en el poder.
Articulo 1684 código civil venezolano El mandato es un contrato por el cual una persona
se obliga gratuitamente, o mediante salario, a ejecutar uno o más negocios por cuenta
de otra, que la ha encargado de ello.
El contrato de mandato es aquel mediante el cual una persona mandante encarga a
otra (mandatario) el desempeñó o realización de terminados negocios o actos jurídicos,
en su representación. De acuerdo con esta definición, es esencial al mandato:
1. Que sea un contrato
2. Que exista encargo de una las partes a la otra.
3. Que el encargo tenga por objeto la ejecución de uno o más actos jurídicos
4. Que los actos de cuestión vayan a ser ejecutados por cuenta del mandante sin que
sea esencial que lo sean en nombre de este.
5. Que la otra parte se obligue ejecutar el encargo para evitar con funciones debe
aclararse que a veces también se emplea la palabra mandato para aludir al sentimiento
del mandante y no al contrato en su conjunto.

OTORGAMIENTO Y CLASES DE PODERES


El poder para actos judiciales debe otorgarse en forma pública o auténtica, y se
presume otorgado para todas las instancias y recursos del proceso que no estén
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reservados expresamente por la ley a la parte misma (Artículos 151 y 153 CPC). El
mandato puede ser otorgado Apud Acta (Al pie del Acta), es decir, en las propias actas
del proceso de que se trate y donde va a surtir sus efectos. Este poder puede ser
otorgado para cualquier clase de procesos civiles, puesto que todos los Tribunales
tienen facultades para el otorgamiento de este tipo de poderes (Art. 152 CPC)
Artículo 151° El poder para actos judiciales debe otorgarse en forma pública o
auténtica. Si el otorgante no supiere o no pudiere firmar, lo hará por él un tercero,
expresándose esta circunstancia en el poder. No será válido el poder simplemente
reconocido, aunque sea registrado con posterioridad.
Artículo 152° El poder puede otorgarse también apud acta, para el juicio contenido en el
expediente correspondiente, ante el Secretario del Tribunal, quien firmara el acta junto
con el otorgante y certificará su identidad.
Artículo 153° El poder se presume otorgado para todas las instancias y recursos
ordinarios o extraordinarios.

PODER OTORGADO A NOMBRE DE OTRO:


El Art. 155 del CPC exige que al otorgarse un poder a nombre de otro, se presentará
el instrumento, esto es, la escritura del mandato que legitime la representación con la
cual se obra, a fin de que el Juez o Notario ante el cual se otorgue el poder lo
autentique, copiándolo y certificándolo a continuación. Este tipo de mandatos suele ser
otorgado por las personas que representan a compañías o sociedades mercantiles o
cuando se trate de representantes (padres o titores de menores) que actúan en
representación legal de éstos, es decir, cuando existe una representación legal, la cual
debe demostrarse la facultad para otorgar poder, por ante funcionario, a “efectum
videndi” (a efectos de verlo) la documentación que le acredita dichas facultades.

PODER OTORGADO EN EL EXTRANJERO:


Según lo dispuesto en Art. 157 CPC “Si el poder se hubiere otorgado en país
extranjero que haya suscrito el Protocolo sobre uniformidad del Régimen Legal de los
Poderes y la Convención Interamericana sobre Régimen Legal de Poderes para ser
utilizados en el extranjero, deberá llenar las formalidades establecidas en dichos
instrumentos, en caso contrario, deberá tener las formalidades establecidas en las leyes
del país de su otorgamiento. En ambos casos, el poder deberá estar legalizado por un
magistrado del lugar o por otro funcionario público competente, y por el funcionario
consular de Venezuela, o en defecto de éste, por el de una nación amiga. Caso de
haberse otorgado en idioma extranjero, se lo traducirá al castellano por Intérprete
Público en Venezuela.
15

Podrá también otorgarse el poder ante un agente del servicio exterior de la República
en el país del otorgamiento, sujetándose a las formalidades establecidas en el presente
Código”.

REPRESENTANTE DE PERSONAS INHÁBILES:


Se refiere al modo como deben comparecer en juicio las personas que no tienen el
libre ejercicio de sus derechos civiles. Esta situación se contrae a la persona de los
litigantes que carecen de la personería jurídica necesaria para poder actuar por sí
mismos en sus relaciones con personas naturales o entidades jurídicas y morales. Se
requiere que estas personas estén asistidas o autorizadas según las leyes que rigen su
estado o capacidad.
REPRESENTACIÓN SIN PODER:
El Art. 168 CPC permite, en razón del parentesco o de comunidad de intereses, que
una persona pueda presentarse en juicio como actor, sin poder, por otra. Asimismo,
cualquier abogado en ejercicio puede presentarse en juicio por el demandado, sin
poder, aduciendo o invocando el Art 168 CPC.
La razón del precepto de la representación sin poder para actuar como actor, no es otra
que actuar en interés y beneficio del representado por los vínculos de la sangre o
relaciones de negocio.

REPRESENTACIÓN DEL ESTADO, IGLESIA Y COMUNIDADES O


CORPORACIONES.
Estas figuras jurídicas están consagradas en el contenido de los Arts. 138 y 139 CPC.
OBLIGACIONES Y DEBERES DEL MANDANTE Y DEL MANDATARIO:
OBLIGACIONES DEL MANDATARIO:
Articulo 1692 código civil venezolano, establece que el mandatario esta obligado a
ejecutar el mandato con la diligencia de un buen padre de familia.
Articulo 1693. El mandatario responde no solo del dolo, sino también de la culpa en la
ejecución del mandato. La responsabilidad en caso de culpa es menor cundo el
mandato es gratuito que es en caso contrario.
Artículo 1694. Todo mandatario está obligado a dar cuenta de sus operaciones, y a
abonar al mandante cuanto haya recibido en virtud del mandato, aun cuando no lo
recibió no se debiera al mandante.
Artículo 1695. El mandatario responde de aquel en quien ha sustituido su gestión:
16

1. Cuando no se le dio poder para sustituir.


2. Cundo el poder para sustituir ha sido conferido sin designación de persona, responde
solamente de la culpa cometida en la elección y en las instrucciones que
necesariamente debió comunicar al sustituto. En estos casos el mandante puede obrar
directamente contra la persona que haya sustituido al mandatario.
Artículo 1696. El mandatario debe intereses de las cantidades que aplico a usos
propios, desde el día en que lo hizo y de las que aparezca deber, desde que se ha
cometido en mora.
Artículo 1697. El mandatario que contratando como tal, ha dado a la parte con quien
contrata conocimiento suficiente de las facultades que se le hayan conferido, no es
responsable para con ella de lo que haya hecho fuera de los límites del mandato, a
menos que se haya obligado personalmente.

OBLIGACIONES DEL MANDANTE:


Artículo 1698. El mandate debe cumplir con todas las obligaciones contraídas por el
mandatario dentro de los límites del mandato. En lo que el mandatario se haya
excedido, no queda obligado el mandante sino cuando lo ratifica expresa o tácitamente.
Artículo 1699. El mandante debe reembolsar al mandatario los avances y los gastos
que este haya hecho para la ejecución del mandato, y pagarle sus salarios si lo ha
prometido.
Artículo 1700. El mandante debe igualmente indemnizar al mandatario de las pérdidas
que este haya sufrido a causa de su gestión, si no se puede imputar culpa alguna.
Artículo 1701. El mandante debe al mandatario los intereses de las cantidades que este
avanzado, a contar del día en que se hayan hecho los avances.
Artículo 1702. El mandatario podrá retener en garantía las cosas que son objeto del
mandato, hasta que el mandante cumpla con las obligaciones de que tratan los tres
artículos anteriores.
Artículo 1703. Si el mandato se ha conferido por dos o más personas para un negocio
común, cada una de ellas es responsable solidariamente al mandatario de todos los
efectos del mandato.
17

CESACIÓN DEL MANDATO JUDICIAL:


La cesación del mandato se produce cuando su término se origina por una causa
involuntaria, al contrario de la revocatoria, donde influye un acto volitivo.
a) Cesión a terceros litigiosos: Art. 1.557 CC, preceptúa que la cesión produce efectos
contra la contraparte, cuando se produce antes de la contestación al fondo de la
demanda. Sea antes o después de la contestación de la demanda, con aceptación de la
otra parte, todo acto de cesión hace cesar la representación del mandatario y también
del sustituto, sin que ello interrumpa la continuidad del proceso. La cesión debe constar
en forma auténtica en los autos del proceso.
b) La muerte del litigante y del apoderado hace cesar la representación judicial, pero la
del sustituyente no termina el poder del sustituto.
c) La caducidad de la personalidad con que obraba el representante de un incapaz
hace cesar el mandato que haya conferido en nombre del incapaz.

SUSTITUCIÓN DEL MANDATO:


Es la facultad que tiene un apoderado para delegar en otro abogado las facultades
que le fueron conferidas por el poderdante, ya sea en forma total o parcial,
reservándose o no su ejercicio.
El apoderado puede sustituir el mandato que le confirió su poderdante, a otro
profesional del derecho suficientemente capaz y solvente, o sea, trasladar sus
facultades de representación a otros abogados. Esta es la figura de la sustitución.
El Art 49 del CPC establece que el apoderado que hubiere aceptado el mandato podrá
sustituirlo. Esta disposición legal contempla cuatro situaciones (Todo lo relativo a la
sustitución del mandato se encuentra contenido en los Articulo 159 al 165 del CPC).
Artículo 159° El apoderado que hubiere aceptado el mandato, podrá sustituirlo en la
persona que el poderdante designado o lo designare, y a falta de designación, en
abogado capaz y solvente, si en el poder se le hubiere facultado para sustituir. Si en el
poder nada se le hubiere dicho de sustitución, el apoderado podrá sustituirlo también en
abogado de reconocida aptitud y solvencia, cuando por cualquier causa no quisiere o
no pudiere seguir ejerciéndolo. Si en el poder se hubiere prohibido sustituir, no podrá
18

hacerlo; pero en caso de enfermedad, alejamiento forzado, envío de la causa a Tribunal


de otra localidad, o por cualquier otro motivo grave que le impidiere seguir ejerciéndolo,
deberá avisarlo al poderdante inmediatamente, por el medio más rápido, para que
provea lo conducente. Si la prohibición se hubiere hecho por instrucción o instrumento
privado, el sustituyente será responsable del perjuicio que la sustitución causare a su
representado.
Artículo 160° El sustituto podrá sustituir, siguiendo lo que a este respecto determinaren
el poder y las reglas establecidas en el artículo precedente.
Artículo 161° Las sustituciones pueden ser especiales, aun cuando el poder sea
general. Artículo 162°
Las sustituciones de poderes y las sustituciones de sustituciones, deben hacerse con
las mismas formalidades que el otorgamiento de los poderes
Artículo 163° Respecto de la sustitución, los apoderados y los sustitutos quedarán
sujetos a las responsabilidades que establece el Código Civil para los mandatarios.
Artículo 164° Tanto el apoderado como el sustituto quedan sometidos, en cuanto a sus
facultades, a las disposiciones del Código Civil sobre mandato.
Artículo 165° La representación de los apoderados y sustitutos cesa:
1º. Por la revocación del poder, desde que ésta se introduzca en cualquier estado del
juicio, aun cuando no se presente la parte ni otro apoderado por ella. No se entenderá
revocado el sustituto si así no se expresare en la revocación.
2º. Por la renuncia del apoderado o la del sustituto; pero la renuncia no producirá
efecto respecto de las demás partes, sino desde que se haga constar en el expediente
la notificación de ella al poderdante.
3º. Por la muerte, interdicción, quiebra o cesión de bienes del mandante o del
apoderado o sustituto.
4º. Por la cesión o transmisión a otra persona de los derechos deducidos por el litigante,
o por la caducidad de la personalidad con que obraba. 5º. Por la presentación de otro
apoderado para el mismo juicio, a menos que se haga constar lo contrario. La sola
presentación personal de la parte en el juicio no causará la revocatoria del poder ni de
la sustitución, a menos que se haga constar lo contrario.
19

CONCLUSIÓN:
Podemos concluir que el concepto que se puede dar de las partes que intervienen en
el proceso civil se encuentra en relación con el ejercicio del derecho a la tutela judicial
efectiva, en virtud del cual dichas partes actúan en el marco de un proceso de carácter
civil, pidiendo algo a un determinado órgano jurisdiccional y frente a alguien. Por ello, la
parte del proceso civil no se identifica con la parte de la relación material discutida, sino
por el aspecto formal que es la actuación en el proceso; en otras palabras: para que
una persona alcance el estatus de parte del proceso, deberá intervenir en el mismo de
algún modo, penetrando en el proceso por medio de la demanda (como demandante o
demandado) o acudiendo al mismo en un momento posterior como intervinientes.
Desde la fase inicial del proceso, con la interposición de la demanda, las partes han de
estar correctamente determinadas. La determinación del concepto de parte no sólo
tiene importancia teórica, sino que es indispensable para la solución de primordiales
problemas prácticos que se plantean en el proceso. Para que una persona sea parte o
tercero en un pleito, debe poseer ciertas cualidades o requerimientos exigidos por la
Ley y además, debe estar identificado con una relación jurídico material que le vincule
con la pretensión propuesta, ya sea porque se afirme titular del derecho reclamado o
porque sea llamado a restituir la situación jurídica infringida.

Conforme a lo antes expresado, es imposible imaginar un proceso civil sin partes;.


Algunos autores como Kehler, distingue entre un proceso civil de partes y un proceso
inquisitivo, un ejemplo de este proceso inquisitivo seria el procedimiento de interdicción
civil; pero no obstante, también un procedimiento inquisitivo requiere de, al menos, dos
personas distintas al juez, sólo que mientras que en el proceso de partes se funda en la
contradicción de las partes, en el proceso inquisitivo prevalece la mera iniciativa
procesal.
20

BIBLIOGRAFÍA:

Código civil venezolano vigente.

Código de procedimiento civil.

Ley de derecho internacional privado

Revista de Derecho Procesal. N° 1 año 1990 edición conjunta del instituto de estudios
de derecho procesal José Rodríguez urraca y paredes editores, caracas, 1990.

Revista de Derecho Procesal civil XIV Jornadas J.M Domínguez Escobar homenaje a la
memoria del Dr. Luis Loreto, Barquisimeto, 1989.

Libro homenaje a Humberto Cuenca, estudios de Derecho Procesal civil.


Fernando parra Aranguren, Caracas, Venezuela 2002.

Manual de Derecho Procesal civil III Módulo I Dr. en Derecho. Magistrado emérito TSJ,
ex rector y profesor titular de la universidad de Carabobo. Aníbal J. Rueda, 2010.

Libro Rangel Romberg módulo I derecho procesal civil tratado de derecho procesal civil
venezolano.

Normas APA Metodología Usada


21

Sentencia nº RC.000302 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala de Casación Civil


de 11 de Junio de 2013. Fecha de resolución 11 de junio del 2013, sala de
casación civil número de expediente 12-762 ponente Isbelia Josefina Pérez
Velásquez, procedimiento Recurso de Casación

SALA DE CASACIÓN CIVIL


Exp. Nro. 2012-000762
Ponencia de la Magistrada ISBELIA P.
En el juicio por tercería seguido por el MUNICIPIO J.G.R.D.E.G., representado
judicialmente por el Síndico Procurador Municipal, abogado O.R.C.S., contra los
ciudadanos WHITMAN Á.Q. y P.A.Q., el primero asistido por el abogado F.O.Á. y, el
segundo, representado sin poder, conforme a lo previsto en el artículo 168 del Código
de Procedimiento Civil; el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Bancario y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Guárico, dictó sentencia en fecha 25
de octubre de 2012, mediante la cual declaró con lugar la apelación intentada por el
Síndico Procurador Municipal, revocó el auto dictado el 10 de julio de 2012, por el
Juzgado Primero de los Municipios J.G.R. y Ortiz de la Circunscripción Judicial del
estado Guárico, con sede en San Juan de los Morros, “…únicamente en lo relativo a la
solicitud de caución al tercero interviniente para la suspensión de la ejecución…” y de
esta manera, ordenó la suspensión de la ejecución del fallo de fecha 13 de junio de
2012, dictado en el juicio principal por desalojo el cual fue incoado por el ciudadano
Whitman Á.Q. contra el ciudadano G.J.S., “…hasta tanto quede definitivamente firme el
fallo de tercería de dominio intentada por el tercero interviniente…”.
Contra la referida sentencia de la alzada, los codemandados anunciaron recurso de
casación, el cual fue admitido mediante auto del 15 de noviembre de 2012. No hubo
formalización.
En fecha 15 de enero de 2013, según Acta de Recomposición de la Sala y según
Gaceta Oficial Extraordinaria Nro. 6 de fecha 17 de enero de 2013, se reconstituyó la
Sala de Casación Civil, dada la incorporación de las Magistradas Suplentes Aurides
M.M. e Yraima Zapata Lara.
22

Concluida la sustanciación del recurso, la Sala procede a dictar sentencia bajo la


ponencia de la Magistrada que con tal carácter la suscribe, en los términos siguientes:
PUNTO PREVIO
De la revisión de las actas que conforman el presente expediente, la Sala estima
oportuno puntualizar si el presente asunto corresponde a la jurisdicción ordinaria, en
virtud de la intervención como tercero del Municipio J.G.R.d.e.G., en fecha 29 de junio
de 2012 -posterior a la sentencia dictada en fecha 13 de junio de 2012- ante el Juzgado
Primero de los Municipios J.G.R. y Ortiz de la Circunscripción Judicial del estado
Guárico, con sede en San Juan de los Morros.
Al respecto, el artículo 371 del Código de Procedimiento Civil establece que: “La
intervención voluntaria de terceros a que se refiere el ordinal 1° del artículo 370, se
realizará mediante demanda de tercería dirigida contra las partes contendientes, que se
propondrá ante el juez de la causa en primera instancia. De la demanda se pasará
copia a las partes y la controversia se sustanciará y sentenciará según su naturaleza y
cuantía”.
Por su parte, el artículo 372 eiusdem, dispone que “La tercería se instruirá y sustanciará
en cuaderno separado”.
Las normas precedentemente transcritas, ponen de manifiesto que la intención del
legislador fue atribuir al juzgado donde cursa el juicio principal la competencia exclusiva
de las demandas de tercería, cuya admisibilidad dependerá necesariamente de la
pendencia de una causa preexistente ocasionada por un mismo interés, la cual se
propondrá ante el juez de la causa en primera instancia.
Las referidas disposiciones dejan claro que en el proceso de tercería el régimen
especial de competencia es exclusivo y excluyente a favor del “…juez de la causa en
primera instancia…”, pero su tramitación, sustanciación y pronunciamiento según su
naturaleza y cuantía -por ser una acción accesoria de la principal- se efectuará
conforme a las reglas establecidas por el código adjetivo, pues de lo contrario resultaría
insostenible la acumulación de pretensiones.
Al respecto, la Sala de Casación Civil en sentencia N° 1° de fecha 17 de enero de 1996,
caso: H.M. D’ Paola contra el Banco Nacional de Descuento, estableció el único
supuesto de intervención de la Procuraduría General de la República en procesos de
naturaleza civil, cuyo criterio ha sido reiterado por esta Sala en sentencia N° 100 de
fecha 8 de febrero de 2002, además, asumido por la Sala Constitucional en sentencia
N° 1114 de fecha 12 de mayo de 2003, caso: Instituto Nacional de Canalizaciones;
sentencia N° 2040 del 29 de julio de 2005, caso: Universidad Pedagógica Experimental
Libertador; y, sentencia N° 1.009 de fecha 27 de junio de 2008, caso: C.L. del estado
Sucre y a tal efecto señaló:
23

…Cuando el proceso es de naturaleza civil, el Código de Procedimiento Civil señala las


formas para hacerse parte en él, y de ello no puede escapar ninguna persona que
decida intervenir en una causa salvo que la ley expresamente le establezca una forma
específica para su actuación. La intervención de la Procuraduría General de la
República en el juicio civil, que es distinta a la del Ministerio Público en el proceso civil,
sólo puede hacerse según las normas para la intervención de los terceros que contrae
el Código de Procedimiento Civil en sus artículos 370 al 387.

Así, la República escoge si se hará parte o no en los procesos que le son notificados
(donde intervendrá voluntariamente y no forzosamente, caso en que no se le notifica
sino se le demanda), intervención que deberá asumir uno de los supuestos del art.
370 del Código de Procedimiento Civil que regula la intervención voluntaria. De acuerdo
a esta última norma, la República podrá actuar como tercero excluyente (caso de los
ordinales 1° y 2° del art. 370 aludido), o como tercero coadyuvante (ordinales 3° y 6° del
mismo artículo). Según los derechos que vaya a ventilar y que se concretan en la
tercería voluntaria excluyente o en la coadyuvante, la República presentará demanda
de tercería en el caso del ord. 1° del art. 370 del Código de Procedimiento Civil, o
diligencia o escrito en el caso de los ordinales 2, 3 y 6 del mismo artículo. En todos
esos supuestos el interviniente tiene que alegar el por qué está interviniendo, cuál de
los supuestos del artículo 370 del Código de Procedimiento Civil asume, y al hacerlo se
hace parte como tercerista en el proceso. Convertido y admitido como parte, como
producto de la tercería, él podrá actuar como tal y pedir dentro del proceso. De esta
situación no escapa la Procuraduría General de la República como interviniente en el
proceso civil, no sólo porque ninguna ley lo autoriza a obrar en forma distinta a la
expuesta, sino porque para actuar en el proceso haya que convertirse en parte, y esta
condición se adquiere mediante alegatos que funden peticiones con relación al fondo de
lo discutido…

Por último, la Sala Plena de este M.T. en sentencia N° 221 de fecha 31 de octubre de
2007, caso: R.G.N. y otros contra La Casa del Tequeño C.A., estableció respecto a un
conflicto de competencia surgido entre la materia civil y la materia laboral, en el cual
hubo una demanda de tercería incoada por trabajadores en el juicio principal de
desalojo preexistente, lo siguiente:
...Establecido lo anterior y, tratándose el presente caso de una demanda de tercería,
conviene señalar que la doctrina ha definido esta figura procesal, como una forma de
intervención voluntaria y principal de un tercero contra ambas partes en un proceso
pendiente, ya para excluir la pretensión del demandante, invocando un derecho
preferente, o el dominio sobre los bienes objeto del proceso, o bien para concurrir con
él en el derecho alegado, fundándose en el mismo título. (Vid. Rengel Romberg
Arístides, “Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano. Tomo III. Ex Libris. Caracas
24

1991. P 146).Como puede observarse de la norma transcrita, la intervención de


terceros es una figura procesal que posibilita el ingreso al proceso de aquellas personas
que no son demandantes ni demandados originarios, a los fines de que, teniendo
interés legítimo, hagan valer sus derechos frente a las partes. Conforme a lo
precedentemente expuesto y en aplicación a los postulados jurisprudenciales antes
explanados, esta Sala de Casación Civil determina que la competencia material en la
tercería corresponde a la jurisdicción civil ordinaria, en consecuencia, resulta forzoso
concluir que la Sala es funcionalmente competente para conocer y decidir el recurso.
Así se decide.

ÚNICA
Ahora bien el artículo 317 del Código de Procedimiento Civil dispone:
…Admitido el recurso de casación, o declarado con lugar el de hecho, comenzarán a
correr, desde el día siguiente al vencimiento de los diez (10) días que se dan para
efectuar el anuncio en el primer caso, y del día siguiente a la declaratoria con lugar del
recurso de hecho en el segundo caso, un lapso de cuarenta (40) días, más el término
de la distancia que se haya fijado entre la sede del tribunal que dictó la sentencia
recurrida y la capital de la República, computado en la misma forma, dentro del cual la
parte o partes recurrentes deberán consignar un escrito razonado, bien en el tribunal
que admitió el recurso, si la consignación se efectúa antes del envío del expediente, o
bien directamente en la Corte Suprema de Justicia, o por órgano de cualquier juez que
lo autentique, que contenga en el mismo orden que se expresan los siguientes
requisitos. Por su parte, el artículo 325 eiusdem, establece:

Se declarará perecido el recurso, sin entrar a decidirlo, cuando la formalización no se


presente en el lapso señalado en el artículo 317, o no llene los requisitos exigidos en el
mismo artículo. Las normas transcritas establecen la obligación del formalizarte de
presentar su escrito de formalización -debidamente razonado y conforme a las
exigencias del artículo 317 del Código de Procedimiento Civil- dentro de los cuarenta
(40) días continuos contados a partir del día siguiente al vencimiento del lapso para el
anuncio, más el término de distancia fijado según el acuerdo dictado por la Sala de
25

Casación Civil de este M.T., si fuere el caso, o dentro de los 40 días continuos contados
a partir de la notificación de la declaratoria con lugar del recurso de hecho.

Cabe destacar que este término resulta susceptible de preclusión para el anunciante
cuya inobservancia acarreará indefectiblemente la ineficacia de dicho acto procesal y
las consecuencias jurídicas del artículo 325 eiusdem.
Para decidir, la Sala observa:
De la revisión de las actas que cursan en el presente expediente la Sala constata que el
Juzgado Superior Civil Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial
del estado Guárico, en fecha 15 de noviembre de 2012, admitió el recurso anunciado
por los codemandados Whitman Á.Q. y

DECISIÓN
En fuerza de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, declara: PERECIDO los recursos
de casación de los codemandados, contra la sentencia de fecha 25 de octubre de 2012,
dictada por el Juzgado Superior Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico.
Se condena a la parte recurrente al pago de las costas, de conformidad con lo
establecido en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente al Tribunal de la causa, Juzgado
Primero de los Municipios J.G.R. y Ortiz de la Circunscripción Judicial del estado
Guárico, con sede en San Juan de los Morros. Particípese esta remisión al Juzgado
Superior de origen ya mencionado, de conformidad con lo establecido en el artículo 326
eiusdem.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los once (11) días del mes de junio de dos
mil trece. Años: 203º de la Independencia y 154º de la Federación.
26

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