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Marly Estefanía Suárez Collazos

ÉTICA DE LA PERSONALIDAD Y LOS VALORES

La personalidad es esa identidad emocional con la que cada ser humano se manifiesta hacia
el exterior ya sea directa o indirectamente. Es decir, dependiendo de si lo hace
comunicándose con otro ser vivo o simplemente por acciones que realiza sin pensar, pero
que ya traen en sí ese sello personal. Cada persona es diferente en cuanto a esta cuestión,
pues para cada uno de nosotros hubo situaciones en nuestra vida o acciones que nos
pulieron, convirtiéndonos en lo que somos, ya sea que nos transformó en un ser con
carácter fuerte, o no. No quiere decir que los que no lo tengan, sea del todo malo, ya que
para todo debe haber equilibrio y si tal vez ese no es su fuerte, puede ser que otra cualidad
lo haga resaltar mucho más. Entre esos factores que afectan en la modelación de nuestra
personalidad en general, están los orgánicos que prácticamente se podría decir, son aquellos
que vienen en nuestro código genético, como por ejemplo es el caso de saber que hay
olores a cualquier humano le daría placer gastronómico; también están los ambientales que
se refieren a aquellos que se adquieren por cultura, costumbres, entre otros y se puede
relacionar con aquellos que aprendemos en casa o en el núcleo familiar; por otro lado,
encontramos los más relevantes que son los psicológicos que son más las decisiones de
cada persona y podrían ser expuestos en situaciones como al momento de elegir hacer algo
o no, ya que si requiere de valentía y conlleva un fin bueno, estaría reforzando mi confianza
en mí misma.

En la vida encontramos personas que pueden ser, o extrovertidos o introvertidos. Los


primeros son esas personas que son más abiertos a lo que ofrece el mundo y los segundos
se referencian por ser más reservados, creo que en mi caso me siento más identificada
según la mayoría de características con los extrovertidos que son los que me asemejan a mi
parecer, ya que siempre me ha gustado ser objetiva con mis pensamientos y no permitir ni
ser demasiado rígida ni tampoco muy flexible, un punto de equilibrio que hace mas
llevadera las relaciones con el mundo exterior, además de ser desordenada hasta en como
escribo, aunque es cierto que tengo algunas del otro. Entonces no somos del todo de un solo
marco de referencia, sino que cada una de esas cualidades que nos representan y hemos
obtenido nos han llevado a estructurar esas personalidades que cada uno posee y que unas
más que otras llaman la atención, claro que eso también depende mucho de lo que uno
persona busca de otra. En el caso de la reflexión, tengo de los dos pues sé que tengo mis
objetivos bien claros, pero la mayoría de las veces no sé relacionarme con las personas y
creo que hasta llego a ser un poco o muy repelente; en cuanto al sentimental mi
comportamiento se inclina más por lo introvertido, por mis pocas ganas de relacionarme
con otros individuos y no soy tan empática a no ser que sea un ser muy querido o un
espécimen animal; en el perceptivo, no soy material a menos que sea para conservar un
recuerdo, ya que soy mas de momentos y acciones, en realidad, no sé si soy creativa, pero
me gusta demasiado los sonidos que obligan a imaginarme universos muy singulares, lo
mismo ocurre con los libros. En el intuitivo, la balanza da más peso al extrovertido, pues
me gustan las cosas imposibles, precisamente porque conllevan tiempo y mucho esfuerzo y
cuando realizo algo fácil me siento un tanto desanimada porque no consigo otra cosa que
hacer rápidamente.
La personalidad de los seres humanos consta de unos atributos interiores y exteriores que la
ayudan a definirse igualmente. En el primer caso,  entre ellos se encuentra el locus control
que nos expresa el control sobre nuestro destino por ejemplo, conocer y hacer efectivo que
lo que hacemos tiene consecuencias en el futuro; el automonitoreo, este por ejemplo es más
como cuando controlamos nuestros reacciones a situaciones que pueden sacar de equilibrio
nuestra paz individual; el maquiavelismo, un claro ejemplo de este es cuando manipulamos
una situación a costa de buscar algo bueno o malo según sea lo que se quiera llegar al final;
la autoestima es muy importante, pues por ejemplo aceptarte como eres y amar cada
cualidad o defecto físico o emocional hace parte de ella; la toma de riesgos, nos habla de
encaminarnos en momentos que pongan a prueba nuestra valentía o el grado de riesgo que
somo capaces de enfrentar. .En el segundo caso, se encontraría la identidad, pues para
poder diferenciarse de otro ser humano es muy importante tenerla como mi nombre por
ejemplo; el domicilio, éste es una referenciación geoposicionaria de mí en cualesquier parte
del mundo; la nacionalidad, muestra mi vinculo con una nación y me define como parte de
ella y su cultura general; la identidad de género, contribuye a destacarme en un grupo de
personas que puedan tener mis mismos, tanto intereses como características; el patrimonio,
representa lo que adquiero en forma económica o de bienes que me pueden confiar
situaciones emocionales; la capacidad y actitud, es aquella que me permite interactuar con
otros seres humanos que disfruten de esas características y por último, el estado civil, para
diferenciarme en la sociedad jurídica de mi situación sentimental con mi compañero de
vida o no. Los valores rigen los comportamientos humanos y pueden dividirse en
instrumentales que se basan en los modos de comportamiento personal y los terminales que
resultan de la practica en situaciones de los instrumentales para obtener metas u objetivos
personales, por ejemplo, en mi caso utilizo la disciplina personal para poder alcanzar el
reconocimiento en mi vida académica y profesional.

Finalmente, todos esos conjuntos de sentimientos, acciones y factores determinan al final la


conducta personal de cada ser humano y puede ser que se conviertan a través del tiempo a
favor de uno mismo o en contra, pues muchas veces la falta de fortaleza en los valores que
son el pilar del amor hacia uno mismo, se transforma para mal, llevando a que sin querer
nos destruyamos hasta el punto de no querer pertenecer a este universo. Pero cuando se
transforman para bien pueden ayudarnos a hacer de las situaciones malas solo un paso más
para las metas que se tienen y es así como se consigue el placer del amor por uno mismo.

REFERENCIAS

Muñoz M, Dayana. La ética de la personalidad y sus valores.

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