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Hipócrates a distancia
¿Notaste la dificultad para dar sentido a las palabras escritas? ¿Pudiste percatarte de
que esto se debe a la falta de signos de puntuación? Y es que, ¿has escuchado los
latidos de tu corazón? ¿Te has percatado de cómo mantiene un ritmo pausado, regular
o apresurado de acuerdo con el estado físico o emocional en el que te encuentres?
Todo ello porque reproducen, de algún modo, los silencios, la carga emotiva y el énfasis
que todos imprimimos a nuestros mensajes orales. Por esa razón,
las reglas de puntuación son menos rígidas que otras, ya que nos
orientan para no cometer errores ni distorsionar el sentido de
nuestros comunicados, pero las utilizamos según el tipo de texto
que deseamos construir, nuestra intención comunicativa y nuestro
propio estilo.
Los signos de puntuación señalan las pausas necesarias para
que un texto adquiera orden y claridad; separan y organizan las
ideas de manera que dicha organización corresponda a lo que
necesitemos comunicar y el mensaje sea comprensible para el
lector.
Se usa la coma ( , )
Para separar elementos semejantes que formen una serie de palabras, frases u
oraciones breves. Antes del último elemento de la serie se debe sustituir la coma
por y, e, ni o u.
Para diferenciar y separar los elementos incidentales de los elementos
imprescindibles.
En vocativos, es decir, palabras o frases que sirven para llamar la atención.
Para separar la ciudad del estado y de la fecha.
En sustitución de un verbo para evitar su repetición.
Antes de “y”, siempre y cuando no se trate del final de una enumeración.
Se usa punto ( . )
Punto y seguido
Punto final
Puntos suspensivos