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JULIETH VERBEL HERNANDEZ

Análisis del Decreto 420 del 2020

El 18 de marzo del presente año se impartieron ciertas instrucciones para expedir normas
en materia de orden público en virtud de la emergencia sanitaria generada por la pandemia
de COVID-19, el presidente de la republica colombiana ejerciendo sus facultades
constitucionales y legales , expide el Decreto 420 de 2020, el cual resalta la labor como
Jefe de Estado, Jefe de Gobierno, suprema autoridad administrativa , para proteger a toda
costa los residentes de dicho país , con el fin de tomar medidas sanitarias basándose
claramente en artículos de la carta magna.
Pese a que los artículos 49 y 95 de la Constitución Política, estipulan que toda persona
tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y de su comunidad, y obrar
conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante
situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas. El presidente
determina que este cuidado debe ser respaldado con medidas generales en cabeza del estado
colombiano, con el fin de conservar el orden público en todo el territorio nacional. Pues se
debe recalcar que son todos aquellos Conjunto de condiciones de seguridad, tranquilidad y
salubridad que permiten la prosperidad general y el goce de los derechos humanos, debe
completarse con el medio ambiente sano, como soporte del adecuado desenvolvimiento de
la vida en sociedad.
En concordancia con El Ministerio de Salud y Protección Social, mediante la Resolución
385 de 12 de marzo de 2020, con fundamento en una disposición de la Ley 1753 de 2015,
Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, declaró la emergencia sanitaria en todo el territorio
nacional hasta el 30 de mayo de este año y adoptó medidas sanitarias . 1Es que la crisis
global del covid-19 se ha manejado en tres niveles jurídicos diferentes: Primero, mediante
la declaración de la emergencia sanitaria, por parte del Ministerio de Salud y Protección
Social, en los términos de la Ley 1753 de 2015. Segundo, mediante la función de policía
del Presidente de la República, para conservar y restaurar el orden público, en los términos
de los artículos 189-4 y 296 de la Constitución y los códigos de régimen municipal y de
policía y convivencia. Tercero, mediante la declaratoria del Estado de Emergencia
Económica, Social y Ecológica, por parte del Gobierno Nacional, en virtud del artículo 215
de la Constitución, que le permite dictar decretos con fuerza de ley. Todos los anteriores en
la órbita del Gobierno Nacional, bien como jefe de la administración, como jefe de
gobierno o como jefe de Estado.
1
JUAN MANUEL CHARRY | 2020/04/23 02:52Crisis de covid-19, Gobierno nacional y autoridades locales.
JULIETH VERBEL HERNANDEZ

Constantemente en los anuncios presidenciales, el jefe de estado habla de la importancia del


orden público, lo cual es comprensible pues engloba las nociones de seguridad, orden en
sentido estricto, tranquilidad y sanidad pública. 2Si bien, la trascendencia del Orden Público
es notable en cualquier sociedad democrática moderna, independientemente del significado
que cada una de estas le atribuya, Sin duda llegar a una ruptura de este o puesta en peligro
del mismo puede dar lugar a la imposición de una sanción administrativa.
3
El concepto de orden público ejerce, además, una función importante como límite
del ejercicio de los derechos, bien como límite normal (p. ej., del derecho de reunión y
manifestación), bien como límite excepcional (suspensión de ciertos derechos en estados
de excepción y sitio).Desde otra perspectiva diría que es especialmente complicado para
todo jurista determinar de forma objetiva la relación entre la eficacia práctica de los
derechos fundamentales y libertades públicas y los límites de la coacción directa atribuida a
los Cuerpos y Fuerzas de seguridad.
La problemática se plantea en cómo justificar el uso de la fuerza por los agentes de policía
para limitar la práctica de un derecho fundamental en favor de la imprecisa cláusula de
Orden Público. 4La coacción directa ha de estar siempre precedida de un acto
administrativo, pese a que no tenga carácter formal, lo que posibilita el hipotético control
jurisdiccional, presidido por la regla del acto previo, El normal funcionamiento de la
comunidad debe tener su representación en el derecho positivo, siendo función de los
Cuerpos y Fuerzas de seguridad el velar por la sujeción de la realidad al ordenamiento y por
los derechos y garantías que hallan su hueco en este sistema.
Debemos entender entonces que el Orden Público debe ser considerado como un
mecanismo jurídico al servicio de la garantía de los derechos y libertades, suministrándoles
tutela y protección. Relacionamos Orden Público con aquel 5“estado general de la sociedad
en la que el conjunto de ella, en el desarrollo de sus fuerzas reconocidas y protegidas legal
y formalmente, están garantizados frente a todo perjuicio que le ley consiente de sancionar
como delito o como contravención”. Se trata de un elemento instrumental para el pleno
ejercicio de los derechos y libertades.
En primera medida es precisamente aquí en donde el Orden Público obtiene su verdadera
justificación, por lo que fuera del derecho positivo atentaría contra su propia esencia. Si
esta coacción directa administrativa adquiere su justificación en el mantenimiento del
Orden Público, no es concebible la inexistencia de un procedimiento mínimamente reglado
2
CONCEPTO DE ORDEN PÚBLICO EN LAS DEMOCRACIAS CONTEMPORÁNEAS JUAN
CARLOS MONTALVO ABIOL
3
Enciclopedia-juridica.com/d/orden-publico/orden-publico.htm.
4
GARCÍA ENTERRÍA, E y FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, T.R.: Curso de Derecho administrativo, 2ª
edición, Ed. Cívitas, Madrid, 1996, pp. 746 y ss.
5
CARRO FERNÁNDEZ – VALMAYOR, J.L.: “Sobre los conceptos de orden público, seguridad
ciudadana y seguridad pública”. Rev. Vasca de admón. pública, 1.990, nº 27, p. 20.
JULIETH VERBEL HERNANDEZ
y controlado por los Tribunales para llevarlo a cabo formalmente. No hay cabida a la
arbitrariedad en la aplicación de la misma en todo sistema democrático.
Si bien cualquier persona, independientemente de su capacidad intelectual, posición social
o situación económica, deduce lo que representa el Orden Público en términos generales, la
defensa de los derechos fundamentales y libertades públicas exigiría la positivización de
esta fi gura, lo que por otro lado parece tarea especialmente compleja. Buena parte de la
doctrina demanda que el Orden Público debería establecerse a modo de concepto
normativo, por lo que cualquier restricción de los derechos y libertades debería tener un
fundamento jurídico que lo justificara de forma objetiva. O dicho de otra manera: si el
Orden Público puede ser concebido como limitador de derechos y garantías, lo razonable es
que exista una correspondencia concreta en el ordenamiento que legitime este tipo de
situaciones.
Como segundo medida a tratar diría que la seguridad o el Orden Público constituyen
elementos instrumentales para el real disfrute de los derechos y libertades públicas en los
que se fundamenta la sociedad democrática, manteniendo un carácter relacional y
necesario, y constituyendo en verdad el origen del primer pacto democrático. De ahí, la
importancia de la seguridad pública, como elemento básico para el normal desarrollo del
resto de derechos, en numerosas declaraciones o convenios internacionales desde el
comienzo de la misma democracia. Concretamente, la seguridad pública se ha convertido
en los últimos tiempos en una creciente demanda social y, por ello, en una de las
prioridades de la agenda política actual.
6
Los últimos estudios de opinión revelan que la situación general de inseguridad constituye
uno de los problemas que más preocupan a los ciudadanos, siendo el plato fuerte de las
propuestas electorales en nuestra país, algo en consonancia con la mayoría de las naciones
occidentales. La seguridad ciudadana es un valor político esencial ya que afecta, no sólo a
la calidad de vida de los ciudadanos, sino a la propia estabilidad de la democracia. El
razonamiento básicamente es muy sencillo, es decir, cuando el Estado no puede hacer
frente a la obligación básica de proveer de seguridad y tranquilidad a la población como
mínimo necesario y primera obligación social, se produce una deslegitimación del Poder
Público en general.

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CONCEPTO DE ORDEN PÚBLICO EN LAS DEMOCRACIAS CONTEMPORÁNEAS JUAN
CARLOS MONTALVO ABIOL
JULIETH VERBEL HERNANDEZ
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La existencia histórica del mismo Estado radica precisamente en la demanda social de
obtener la seguridad necesaria para la convivencia. Demanda, que por otro lado deviene de
una sensación subjetiva en mayor medida que de una situación objetiva.
En este orden de ideas, el presidente hace énfasis en recordarle a la población que el orden
público solo puede lograrse en esta situación con el apoyo de todos, y es que el público
debe definirse como las condiciones de seguridad, tranquilidad y de sanidad
medioambiental, necesarias para la convivencia y la vigencia de los derechos
constitucionales, que van muy de la mano con él amparo del principio de dignidad humana,
dicho principio personalmente diría que es cimiento de un estado como el nuestro , sin
olvidar que es también mandato constitucional, un deber positivo, o un principio de acción,
según el cual todas las autoridades del Estado sin excepción, deben, en la medida de sus
posibilidades jurídicas y materiales, realizar todas las conductas relacionadas con sus
funciones.
Para finalizar, puedo decir que adoptar medidas como Artículo #2. De Prohibición de
consumo de bebidas embriagantes y reuniones y aglomeraciones. Es muy certera ayuda a
disminuir la propagación del virus.
Las medidas que se han adoptado hasta el momento se pueden clasificar en tres fuentes
primordiales, a saber, medidas sanitarias y de emergencia sanitaria, medidas de
emergencia social, económica y ecológica y medidas de orden público y otras de carácter
ordinario. Lo anterior sin perjuicio de reconocer que existen relaciones estrechas entre cada
uno de estos grupos de normas.
Así lo afirmo el presidente “Las conductas irresponsables o desafiantes frente a las
recomendaciones, lo único que traen es un daño para toda una sociedad”, advirtió el
Mandatario en el programa televisivo ‘Prevención y Acción’.Bogotá, 18 de mayo de 2020.
Personalmente solo espero que estas medidas junto con la deliberada conciencia del pueblo
colombiana vayan mancomunadas a un mismo ritmo. Para nadie es un secreto que un país
como Colombia adoptar medidas igualitarias a naciones vanguardistas o potencias
mundiales es un reto que el presidente debe afrontar, pero con sentido común se pueden
lograr mitigar la propagación de esta pandemia.

7
MARTÍNEZ ROLDÁN, L. / FERNÁNDEZ SUÁREZ. J.A., Curso de teoría del Derecho, Ed. Ariel
Derecho, Barcelona, 1997, p. 199.

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