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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA: SENSIBILIZACION SOBRE MEDIDAS PARA PREVENIR


EL ESTRÉS POR EL AISLAMIENTO SOCIAL (COVID19)
CURSO:

PROFESOR:

ALUMNO: JULIO CESAR INUMA CALDAS

CODIGO: 0106072048

CHIMBOTE – PERÚ

2020
SENSIBILIZACION SOBRE MEDIDAS PARA PREVENIR
EL ESTRÉS POR EL AISLAMIENTO SOCIAL (COVID19)

El estrés es una reacción psicológica y física normal a las


exigencias de la vida. Todos reaccionamos de manera
diferente ante situaciones difíciles, y es normal sentirse
estresado y preocupado durante una crisis. Pero los
desafíos diarios múltiples, como los efectos de la
pandemia de COVID-19, pueden afectarte más allá de tu
capacidad de afrontamiento.
Muchas personas pueden presentar trastornos de salud
mental, como síntomas de ansiedad y depresión, durante
este momento. Los sentimientos pueden cambiar con el
tiempo.
A pesar de tus mejores esfuerzos, quizás te encuentres sintiéndote desamparado, triste,
enojado, irritable, desesperanzado, ansioso, o atemorizado. Tal vez tengas problemas
para concentrarte en tareas rutinarias, cambios en el apetito, dolores en el cuerpo o
dificultad para dormir, o te sea difícil enfrentar tareas de todos los días.
Cuando estos signos y síntomas duran por varios días seguidos, haciendo que te sientas
desgraciado y causándote problemas en tu vida diaria de modo que encuentras difícil
llevar a cabo tus responsabilidades normales, es el momento de pedir ayuda.

Los brotes pueden ser estresantes


El brote de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) puede resultarnos
estresante a algunas personas. El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad
pueden ser agobiantes y generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños. 
El estrés durante el brote de una enfermedad infecciosa puede incluir reacciones como:
 Temor y preocupación por su salud y la salud de sus seres queridos
 Cambios en los patrones de sueño o alimentación
 Dificultades para dormir o concentrarse
 Agravamiento de problemas de salud crónicos
 Agravamiento de problemas de salud mental
 Mayor consumo de alcohol, tabaco u otras drogas

Cada uno reacciona de manera distinta a las situaciones de estrés


La forma en que responde al brote puede depender de nuestros antecedentes, de los
aspectos que nos diferencian de otras personas y de la comunidad en donde vivimos.
Las personas que pueden tener una reacción más fuerte al estrés de una crisis son:
 Adultos mayores y personas con enfermedades crónicas que corren mayor riesgo
de enfermarse gravemente  a causa del COVID-19
 Niños y adolescentes
 Personas que están colaborando con la respuesta al COVID-19, como médicos,
otros proveedores de atención médica y personal de respuesta a emergencias
 Personas con enfermedades mentales, incluidas las personas con trastornos por
abuso de sustancias

Cuidarnos y cuidar de nuestra comunidad


Cuidarnos y cuidar de nuestros amigos y familia pueden ayudarnos a lidiar con el estrés.
Ayudar a otras personas a lidiar con el estrés también puede contribuir a fortalecer la
comunidad.

FORMAS DE LIDIAR CON EL ESTRÉS


Tomar descansos y dejar de mirar, leer o escuchar las noticias. Esto incluye
redes sociales. Escuchar hablar de la pandemia reiteradamente puede afectarnos.
Duerme lo suficiente. Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días.
Practica tu horario normal, aun si estás quedándote en casa.
Cuidar el cuerpo. Hacer respiraciones profundas, ejercicios de estiramiento o
meditación pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo,
tratar de comer alimentos saludables y comidas bien balanceadas evitar comer
comida basura y azúcar refinada, limitar la cafeína ya que puede agravar el
estrés y la ansiedad. Sobre todo, evitar consumir alcohol porque puede empeorar
las cosas y reducir tu capacidad de afrontamiento, así como las drogas ya que
afecta directamente a los pulmones.
Relájate y recarga las pilas. Reserva tiempo para ti mismo. Aun unos pocos
minutos de tranquilidad pueden refrescarte y ayudarte a calmar tu mente y
reducir la ansiedad.
Hacerse un tiempo para relajarse. Tratar de hacer otras actividades que
disfrutemos. Muchas personas se benefician con prácticas como respiración
profunda, tai chi, yoga, o meditación. Date un baño de espuma, escucha música,
o lee o escucha un libro narrado — haz lo que sea que te ayude a relajarte. Elige
una técnica que funcione para ti, y practícala con regularidad.
Limita el tiempo frente a las pantallas. Apaga los dispositivos electrónicos por
algún tiempo todos los días, y hazlo también 30 minutos antes de dormir. Haz un
esfuerzo para pasar menos tiempo frente a una pantalla — ya sea televisión,
tableta, computadora o teléfono.
Comunicarse con otras personas. Hablar con otras personas en quienes
confiamos acerca de nuestras preocupaciones y cómo nos estamos sintiendo.

Conocer los datos exactos para ayudar a reducir el estrés


Difundir datos acerca del COVID-19 entender el riesgo para usted y sus seres queridos
puede lograr que un brote resulte menos estresante.
Al compartir información precisa sobre el COVID-19, puede ayudar a que otras
personas se sientan menos estresadas y al mismo tiempo conectarse con ellas.

Cuidar nuestra salud mental


Cuidar nuestra mente reduce los desencadenantes de estrés:
 Mantén tu rutina normal. Mantener un horario regular es importante para tu
salud mental. Además de mantener una rutina regular para el momento de irte a
la cama, ten horarios consistentes para las comidas, bañarte y vestirte, horarios
de trabajo o de estudio, y ejercicio. También toma algún tiempo para actividades
que disfrutes. Este procedimiento puede hacerte sentir que tienes más control.
 Limita tu exposición a los medios de comunicación. Las noticias constantes
sobre la COVID-19 en todos los tipos de medios de comunicación quizás
contribuyan al miedo sobre esta enfermedad. También limita el uso de medios
sociales que puedan exponerte a rumores e información falsa. Limita leer,
escuchar, o mirar otras noticias, pero infórmate frecuentemente sobre las
recomendaciones nacionales y locales. Busca fuentes de información fiables,
como (CDC) y (OMS).
 Mantente ocupado. Una distracción puede alejarte del ciclo de pensamientos
negativos que alimentan la ansiedad y la depresión. Disfruta de pasatiempos que
puedas hacer en casa, identifica un nuevo proyecto u organiza ese armario como
te prometiste hacer algún día. Hacer algo positivo para controlar la ansiedad es
una estrategia sana de afrontamiento.
 Concéntrate en los pensamientos positivos. Elige enfocarte en las cosas
positivas en tu vida en lugar de hacerlo en qué mal te sientes. Considera
comenzar cada día haciendo una lista de las cosas por las que estás agradecido.
Mantén un sentido de esperanza, esfuérzate en aceptar los cambios cuando se
presentan, y trata de considerar los problemas en perspectiva.
 Usa tus valores morales o tu vida espiritual como apoyo. Si tus creencias te
dan fuerza, pueden brindarte consuelo en momentos difíciles.
 Establece prioridades. No te abrumes creando una lista de cosas que te
cambiarán la vida y que quieres lograr mientras estás quedándote en casa. Fija
metas razonables todos los días, y haz un esquema de los pasos para lograrlas.
Reconoce tus logros por cada paso en la dirección correcta, sin importar qué
pequeños sean. Y acepta que algunos días serán mejores que otros.
Las personas con problemas de salud mental prexistentes deben continuar con el
tratamiento y estar atentas a la aparición de síntomas nuevos o al agravamiento de sus
síntomas. Puede encontrar más información en la página de  Preparación ante desastres
de la Administración de Servicios de Salud Mental y Trastornos por Abuso de
Sustancias (SAMHSA).

Conéctate con otras personas, Organiza el apoyo y haz tus relaciones más sólidas:
 Forma conexiones.  Encuentra un tiempo cada día para hacer conexiones
virtuales por email, textos, teléfono o FaceTime o aplicaciones similares. Si
estás trabajando a distancia desde tu casa, pregúntales a tus colegas cómo están,
y comparte consejos para afrontamiento. Disfruta haciendo sociabilidad virtual y
hablando con los que viven en tu casa.
 Haz algo para los demás. Encuentra un propósito ayudando a la gente que te
rodea. Por ejemplo, envía email o textos o llama para ver cómo están tus amigos,
familiares, y vecinos — especialmente los que son adultos mayores. Si sabes de
alguien que no puede salir, pregunta si necesita algo, como por ejemplo cosas de
la tienda o que le traigan un medicamento de la farmacia. Asegúrate de seguir
las recomendaciones de (CDC), (OMS) y tu gobierno sobre distanciamiento
social y reuniones de grupo.
 Presta apoyo a un familiar o a un amigo. Si un familiar o un amigo necesita
aislarse por razones de seguridad o se enferma y necesita hacer cuarentena en su
casa o en el hospital, piensa en maneras de permanecer en contacto. Por ejemplo,
puedes hacer esto con dispositivos electrónicos o el teléfono, y enviarle una nota
para alegrarle el día.

PARA PADRES Y MADRES


Los niños y adolescentes reaccionan, en parte, a lo que observan en los adultos que los
rodean. Cuando los padres y los cuidadores manejan el tema del COVID-19 con calma
y seguridad, pueden dar el mejor apoyo a sus hijos. Los padres pueden llevar más
tranquilidad a quienes los rodean, especialmente a los niños, si están mejor preparados.
Esté atento a cambios de comportamiento en su hijo
No todos los niños y adolescentes responden al estrés de la misma forma. Estos son
algunos cambios de conducta a los que debería estar atento:
 Llanto o irritabilidad excesiva en niños más pequeños
 Volver a comportamientos que ya habían superado (como no llegar al baño a
tiempo o mojar la cama)
 Preocupación o tristeza excesiva
 Hábitos de alimentación o sueño poco saludables
 Irritabilidad y "berrinches" en adolescentes
 Bajo rendimiento académico o faltar a la escuela 
 Problemas de atención y concentración
 Abandono de actividades que antes disfrutaba
 Dolores de cabeza o dolor corporal sin motivo
 Consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias

Formas de brindar apoyo a su hijo


 Hable con su hijo pequeño o adolescente acerca del brote de COVID-19.
 Responda sus preguntas y ofrézcales información cobre el COVID-19 que sea
comprensible para su hijo pequeño o adolescente.
 Transmita a su hijo o adolescente la seguridad de que está protegido. Dígale
que está bien si se siente disgustado. Cuéntele cómo controla su estrés de modo
que pueda aprender a manejar la situación a partir de su ejemplo.
 Limite la exposición de su familia a la cobertura de noticias sobre el tema,
incluidas las redes sociales. Los niños pueden malinterpretar lo que escuchan y
pueden asustarse por algo que no entienden.
 Intente mantener las rutinas. Si cierran las escuelas, elabore un cronograma
para actividades de estudio y para actividades de descanso o entretenimiento.
 Sea el modelo a seguir. Tómese descansos, duerma bien, ejercítese y coma
bien. Mantenga una conexión con sus amigos y familiares.

Para personas que corren mayor riesgo de enfermedad grave


Las personas con mayor riesgo de enfermarse gravemente, como los adultos mayores y
las personas con afecciones subyacentes, también corren mayor riesgo de sufrir estrés
por la situación del COVID-19. Las siguientes son algunas consideraciones especiales:
 Los adultos mayores y las personas con discapacidades tienen mayor riesgo de
sufrir problemas de salud mental, como depresión.
 Los problemas se salud mental pueden presentarse con alguna molestia física
(como dolores de cabeza o de estómago) o con problemas cognitivos (como
dificultad para concentrarse).
 Es más probable que los médicos no detecten problemas de salud mental en:
a. Personas con discapacidad, porque se concentran en atender y tratar sus
afecciones subyacentes, a diferencia de las personas sin discapacidades.
b. Adultos mayores, porque se puede confundir la depresión como una
parte normal del proceso de envejecimiento.
Reacciones frecuentes al COVID-19

 Preocupación acerca de cómo protegerse del virus porque corren mayor


riesgo de enfermarse gravemente.

 Preocupación por la posible interrupción de los servicios comunitarios y de


atención médica a causa del cierre de establecimientos o la reducción de
servicios y el cierre del transporte público.

 Sentirse socialmente aislados, especialmente si viven solos o en un entorno


comunitario que no admite visitas a causa del brote.

 Culpa si sus seres queridos los ayudan con sus actividades de la vida cotidiana.
 Mayores niveles de angustia si:
a. Tienen problemas de salud mental anteriores al brote, como depresión.
b. Viven en hogares de bajos recursos o tienen barreras idiomáticas.
c. Sufren estigma a causa de su edad, raza o grupo étnico, discapacidad, o
porque se los percibe como posibles agentes de propagación del COVID-
19.
Ayude a sus seres queridos a mantenerse protegidos.
 Sepa qué medicamentos toma su ser querido. Intente ayudarlo a contar con un
suministro para 4 semanas de sus medicamentos recetados y de venta libre, y vea
si puede ayudarlo a tener un extra a mano.
 Monitoree otros suministros médicos (oxígeno, artículos para la incontinencia,
diálisis, suministros para curar heridas) necesarios para crear un plan de
respaldo.
 Mantenga una reserva de alimentos no perecederos (comidas enlatadas,
legumbres secas, pasta) para tener a mano en casa y no tener que salir de
compras tan seguido.
 Si cuida a un ser querido en un establecimiento de vida asistida, monitoree la
situación y hable con los administradores del establecimiento o su personal por
teléfono. Consulte con frecuencia acerca de la salud de los demás residentes y
conozca el protocolo en caso de un brote.
Cuide su propia salud emocional. Cuidar a un ser querido tiene consecuencias
emocionales, especialmente durante un brote como el del COVID-19. Existen formas de
encontrar apoyo para usted.
Quédese en casa si se enferma. No visite a familiares o amigos que corren mayor
riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19. Use medios de comunicación
virtual para mantenerse en contacto y brindar apoyo a sus seres queridos y protegerlos.

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