PETER J. MAY
7. Claves para diseriar
opciones de politicas*
N LA LITERATURA del anilisis de polfticas se menciona con
frecuencia que el disefio de soluciones de los problemas es »
uno de los momentos mis creativos del oficio de analista. Segin
Aaron Wildavsky, la elaboracion de las opciones de una politica
es un arte que se hace cargo de la tarea de resolver el acertijo
que son los problemas ptblicos y cuya soluci6n significa establecer
una relacién satisfactoria entre “los medios manipulables y los ob-
jetivos alcanzables”.' E. S. Quade nos dice también que construir
una “buena” alternativa es un acto creativo que hace posible vin-
cular lo que queremos con lo que podemos ser.’ Tal vez no es
equivocado considerar que la elaboracién de las polfticas es un
arte que practican inmejorablemente los individuos realmente
creativos, pero también es cierto que la literatura existente’no
ofrece la minima guia de acci6n para aquellos analistas que no
creen tener tan genial capacidad.
Un consuelo para los inexpertos que aspiran a practicar el and-
lisis de politicas es que los analistas no tienen necesariamente que
confeccionar opciones de politicas novedosas. Muchos anilisis son
en realidad evaluaciones de politicas anteriormente formuladas. Por
ejemplo, los analistas de la Oficina de Presupuesto del Congreso y
* Publicado originalmente con el titulo “Hints for Crafting Alternatives”, en Policy
Analysis, vol. 7, 00. 2, 1981. Traducci6n al espafiol de Graciela Bellon Pérez.
1 Aaron Wildavsky, Speaking Truth to Power, the Art and Craft of Policy Analysis
_(Boston: Little, Brown, 1979), pp.15-16.
2S. Quade, Analysis for Public Decisions (New York: Elsevier, 1975), p.117.
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Sus contrapartes en los niveles local y estatal pasan la mayor parte
de su tiempo analizando politicas elaboradas por otros. Como se-
hala Eugene Bardach, “s6lo en contadas ocasiones el investigador
de politicas tiene que generar su propia informacién o asumir la
responsabilidad de inventar una politica nueva y brillante”?
La ocasién para formular politicas realmente nuevas se pre-
senta con creces cuando la politica existente se derrumba, provo-
cando algin tipo de crisis. En afos recientes, los colapsos
financieros de las instituciones gubernamentales, las revueltas ur-
banas y otras graves situaciones politicas han puesto de manifiesto
la alarmante realidad de que las politicas en curso son ineficaces,
En consecuencia, para atacar los problemas se exige encontrar
soluciones distintas y nuevas. Pero més que las grandes crisis son
los esfuerzos cotidianos de las organizaciones, en su afan por ex-
pandir sus Ambitos de influencia y por ajustarse a las condiciones
cambiantes de su entorno, los que propician una biisqueda doble:
nuevos problemas a resolver y nuevas soluciones a los problemas.
Un buen analista emplea, sin lugar a dudas, una buena dosis
de creatividad y algunas otras habilidades para concebir y elaborar
opciones de soluci6n a los problemas. Pero etiquetar simplemente
esta tarea como un arte apreciado por muchos pero practicado
Por pocos no resulta muy constructivo.’ Aqui ofrezco algunas su-
gerencias con el fin de ayudar a los analistas en sus tareas de crear
y presentar opciones de politica. Obviamente, ninguna receta fun-
ciona completamente si no hay talento; sin embargo, los métodos
que aqui expongo pueden proporcionar una base para adquirir las
habilidades que los buenos analistas parecen aplicar con comodi-
3 Eugene Bardach, “Gathering Data for Policy Research”, en Urban Analysis 2
(1974): 120.
‘Es ilustrativo el consejo de un libro financiado por el gobierno: “El equipo inte-
grante del proyecto debe dedicarse a generar alternativas. Se pueden incorporar més
miembros al equipo cuando se les reconozca Por su capacidad 0 por su reputacién de
personas creativas”. Vedse U.S., Departament of Housing and Urban Development, Of-
fice of Policy Development and Research, Program Evaluation and Analysis, A Technical
Guide for Local Governments, HUD-PDR-279- (Washington, D.C., 1978), p32”CLAVES PARA DISENAR OPCIONES DE POLITICAS 237
dad en sus estudios y recomendaciones. Para saber qué camino
tomar en la elaboracién de opciones de politicas es necesario,
por un lado, analizar las concepciones erréneas acerca de las
opciones de soluci6n a los problemas de las politicas y, por el
otro, revisar los modos incorrectos de elaborar las propuestas
alternativas.
1, ALGUNOS ERRORES EN LA MANERA DE CONCEBIR
LAS OPCIONES DE POLITICA
Concepciones erréneas acerca del proceso de solucién de pro-
blemas han generado el mito de creer que siempre existe Ja solu-
cién para un problema dado y que la labor del analista consiste
en descubrir tal soluci6n. En realidad, las opciones de politica no
son més que hipétesis tentativas acerca de cudles cursos de acci6n
pueden conducir a resolver los diferentes aspectos de los proble-
mas existentes, de modo que en el resultado final las condiciones
experimenten un avance sustancial respecto de las condiciones ini-
ciales. Y aunque es factible concebir una multiplicidad de respues-
tas posibles para cualquier cantidad de aspectos que contenga un
problema, en realidad slo unas cuantas pasan la dificil prueba de
incluir en su propuesta de solucién las dimensiones politicas, le-
gales, administrativas y econémicas de toda politica. La tarea del
analista consiste en elaborar varios cursos de accién conforme a
criterios relevantes, para luego dilucidar cual de éstos es el mas
adecuado, Consideremos ahora dos errores frecuentes de concep-
cién que derrotan la labor de los analistas, a saber, la idea de que
“los problemas definen las soluciones” y “de que existe una mejor
opcién”.
Los problemas definen las soluciones
No hay duda de que la definicién del problema de la politica es
parte muy importante del anélisis. Como lo sefiala Mark H. Moo-
re, en su comentario acerca de la definicién de los problemas:238 PETER J. MAY
Si los propésitos de una politica son pobremente descritos, es
muy posible ignorar o subvalorar ciertos efectos importan-
tes de las propuestas de politica. Si se pasan por alto las va-
tiables importantes que afectan el comportamiento de un
sistema, es posible perder de vista cudles son las oportunidades
o las restricciones significativas de la elecci6n de las politicas.
En cualquiera de los casos, la recomendaci6n de la polftica a
seguir ser4 inadecuada.s
En resumen, entender el alcance y la complejidad de un pro-
blema es esencial para diagnosticar cudles son los puntos de apoyo
de las diferentes opciones de accién.
Desafortunadamente, la sutileza de usar conceptualizaciones
alternativas para sugerir distintas aproximaciones a los problemas
suelen caer en el error de considerar que una vez definido el pro-
blema se tiene siempre a la mano una soluci6n disponible. La
advertencia de Quade que lo decisivo y crucial es escoger el pro-
blema correcto mds que escoger la “mejor” opcién de accién, es
un ejemplo de esta nocién equivocada de que los problemas de-
finen de antemano las soluciones.* Aquellos analistas que se re-
servan para sf la fase de la definici6n del problema y luego
contratan a otros para hacerse cargo de los siguientes pasos del
anilisis piensan evidentemente que se termina lo sustancial del tra-
bajo una vez que se ha definido problema.’
Un estilo rigido de andlisis que insista en definir primero el
problema antes de buscar sus posibles soluciones llegara a pro-
blemas sin solucién factible. Para evitar esta trampa, lo més sen-
cillo es encontrar un método de anélisis menos rigido que no lo
5 Mark H. Moore, “Anatomy of the Heroin Problem: An Exercise in Problem Defi-
nition”, en Policy Analysis 2 (Fall 1976): 639. [vedse en este mismo volumen]
§ Quade, Analysis for Public Decisions, p. 84.
7 Arnold Meltsner menciona este tipo de prdcticas entre otras observaciones sobre
Jos habitos de los analistas al solucionar problemas. (Policy Analysts in the Bureaucracy
[Berkeley and Los Angeles, Calif: University of California Press, 1976}, ch. 4).CLAVES PARA DISENAR OPCIONES DE POLITICAS 239
encierre prematuramente a uno en una definicién muy particular
del programa. Cuando se procede a visualizar y conceptualizar las
alternativas de solucién desde el principio, se descubren aspectos
més o menos relevantes del problema y, por ende, el analista pue-
de formular hip6tesis razonables acerca de las medidas de politica
més apropiadas y simult4neamente adquirir una mejor visién del
problema. El método de andlisis menos rigido incorpora un pro-
ceso permanente de reformulacién de la estrategia y de redefini-
cién del problema, que permite llegar a lo que Wildavsky llama
“an problema susceptible de resolverse con los recursos que se
tienen a la mano”.®
La confianza excesiva en la necesidad de tener el problema
definido antes de pensar en las posibles medidas a tomar tiene otra
consecuencia: forzar al analista a tomar varios “atajos” para poder
seguir adelante con el anilisis.
Clasificar mal los problemas. Uno de estos atajos faciles con-
siste en reformular el conjunto de condiciones que se califican
como problema de tal modo que éste aparezca como un caso co-
“nocido y general. Por ejemplo, si se etiqueta un problema de pres-
taci6n de servicios como un problema de “distribucién”, el analista
trataré de descubrir los diversos medios que cambiarfan el modo
en que se distribuyen los servicios, por lo que se dedicar4 a revisar
las formulas de financiamiento, por ejemplo. Si el mismo proble-
ma se reetiqueta como “eficiencia en la asignaci6n” formularé otra
clase de soluciones. Por ejemplo, el analista que cree que el pro-
blema de fondo en la escasez de vivienda de las zonas urbanas
tiene que ver con la ineficiencia en la asignacién de recursos, se
preocupar4 por incrementar la oferta de vivienda a través de sub-
sidios y exenciones de impuestos. Otro analista que crea que el
problema es basicamente de distribucién, lo atacara cambiando
otros elementos como la ubicacién de las viviendas y las restric-
8 Wildavsky, Speaking Truth to Power, p. 388.
La Política de Profesionalización Docente Dentro Del Marco de La Alianza Por La Calidad Educativa Un Análisis Basado en Coaliciones, Pedro Flores-Crespo, Dulce Carolina Mendoza PDF