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Ciclo hidrológico
El ciclo hidrológico o ciclo del agua es el proceso de circulación del agua entre los distintos
compartimentos que forman la hidrósfera. Se trata de un ciclo biogeoquímico en el que hay
una intervención mínima de reacciones químicas, porque el agua solo se traslada de unos
lugares a otros, o cambia de estado físico.1
El agua de la hidrósfera procede de la desgasificación del manto, donde tiene una presencia
significativa, por los procesos del vulcanismo. Una parte del agua puede reincorporarse al
manto con los sedimentos oceánicos de los que forma parte cuando estos acompañan a la
litósfera en subducción.
El ciclo comienza con la evaporación del agua desde la superficie del océano u otros cuerpos
de agua superficiales, como lagos y ríos. A medida que se eleva, el vapor se enfría y se
transforma en agua líquida, (en este proceso, puede haber recorrido distancias que alcanzan
los 1000 km). A este fenómeno se le llama condensación. El agua condensada da lugar a la
formación de nieblas y nubes. Cuando las gotas de agua caen por su propio peso se presenta el
fenómeno denominado precipitación. Si en la atmósfera hace mucho frío, el agua precipita en
estado sólido, es decir, como nieve o granizo (con estructura cristalina en el caso de la nieve y
granular en el caso del granizo). En cambio, cuando la temperatura de la atmósfera es más
bien cálida, el agua precipita en su estado líquido, o sea, en forma de lluvia.
2.
Los seres humanos pueden estar alterando el ciclo del agua incluso más de lo pensado, si se
cuentan los efectos en la evapotranspiración y la escorrentía de las estrategias locales de
gestión.
En el pasado, se ha centrado mucha investigación en cómo la gestión del agua afecta a factores
como la fragmentación y el desvío de los ríos, pero sólo recientemente se ha hecho evidente la
importancia de factores más discretos, como la evapotranspiración.
3. Riego y Drenaje
El riego consiste en aportar agua a los cultivos por medio del suelo para satisfacer sus
necesidades hídricas que no fueron cubiertos mediante la precipitación, o bien para
incrementar la producción agrícola al transformar zonas de agricultura de secano en zonas de
regadío. Se utiliza en la agricultura y en jardinería.
Tipos de riego
- Por goteo
- Riego Automático
- Riego Hidropónico
- Riego por Aspersión
- Riego por Micro aspersión
- Riego por Nebulización
- Sistemas de recirculados
Drenaje
Principalmente, el sistema de drenaje está compuesto por una red de canales que recogen y
conducen las aguas a otra parte, fuera del área a ser drenada, impidiendo al mismo tiempo, la
entrada de las aguas externas. Típicamente estos sistemas se hacen necesarios en los amplios
estuarios de los grandes ríos y en los valles donde el drenaje natural es deficiente.
La red de canales o azarbes debe ser periódicamente limpiada, eliminando el fango que se
deposita en ellos y las malezas que crecen en el fondo y en los taludes, caso contrario muy
fácilmente el flujo del agua se modificaría y se perdería la eficiencia del sistema.
Cuándo los terrenos que deben ser drenados están todos a una cota superior a la obra o
recipiente donde se quiere llevar el agua drenada, se puede aprovechar la declividad natural
del terreno y el sistema funciona perfectamente con la fuerza de la gravedad. Caso contrario
deberá implementarse una estación de bombeo.
Cuando la zona a ser saneada se encuentra a una cota inferior a las circundantes, y está
disponible un río con un considerable transporte sólido, se puede provocar el llenado de los
terrenos bajos, para permitir el depósito de los sedimentos y así elevar su nivel.
Esta operación se ha hecho mucho en el pasado, eliminando de esa forma extensas áreas de
tierras bajas. La concepción actual ya no considera conveniente este tipo de intervención.
En algunos casos se debe recurrir al bombeo de las aguas meteóricas, pues no existe la
posibilidad de que estas salgan naturalmente. Las primeras instalaciones de este tipo se dieron
en el siglo XIX, en Europa, con bombas movidas a vapor.
4.
5.
Las aguas superficiales son las que se encuentran sobre la superficie de la corteza de la
tierra, como los océanos, los mares, arroyos, ríos o lagos. También pueden ser las placas de
hielo que hay en los picos de las montañas o las placas polares.
Por otro lado, las aguas subterráneas son aquellas que se almacenan bajo la superficie
terrestre.
La relación entre las dos aguas, en la actualidad, se debe a que forman ambas parte del
mismo Ciclo Hidrológico, formando parte al ciclo general del agua. Este se inicia con la
evaporación del agua en mares y océanos por la energía solar y finalizando con la lluvia, hasta
que la precipitación penetra en la superficie de la corteza terrestre llenando poros y fisuras del
suelo.
En definitiva, la relación entre ambas aguas es que las agua subterráneas van a parar
directa o indirectamente a un curso superficial. En el caso de las subterráneas, pueden
proceder de agua superficial. La diferencia es vital para un sistema de tratamiento de agua o
para realizar diversos estudios hidrogeológicos.