Sei sulla pagina 1di 23

FACULTAD DE HUMANIDADES

“Literatura de Europa Septentrional”

Die Romantische Schule: La superación del


Romanticismo alemán
(Interpretación de La escuela romántica 1835 de Heinrich Heine)

Profesoras: Angelina Cazorla; María Laura Peón


Alumno: Sosa Ramón Horacio
Actividad: Informe de adscripción
Fecha: lunes 26 de mayo
Periodo de adscripción: 2013-2014
Cuatrimestre: Segundo
Ciudad: Resistencia, Chaco, Argentina
INDICE

Introducción: ……………………………………………………Página 1

Primera Parte

1) Biografía y obras: ……………………………………………Página 2

Segunda Parte

2) Aproximaciones al contexto burgués

en Alemania y Francia del siglo XIX: ……………………….Página 4

3) Romanticismo vs. Clasicismo: ……………………………Página 6

4) Das junge Deutschland: ……………………………….......Página 8

Tercera Parte

5) Die Romantische Schule: ………………………………...Página 10

6) La misión de Heine como poeta y como revolucionario: Página 14

7) La herida Heine: ………………………………………….Página 19

Conclusión: ………………………………………………….Página 21

Bibliografía: …………………………………………………Página 22
“El rey del reino milenario del Romanticismo

llega a su fin, y yo mismo he sido

su último y abdicado rey de la fábula.”1

Introducción
El presente informe sobre el ensayo de Heinrich Heine (1797-1856), La escuela
romántica, publicada en Alemania en 1835 (La primera vez fue publicada en 1833 en
Francia, Sobre la historia de la literatura alemana moderna en la revista Europe
littéraire) es una exposición y un análisis del pensamiento del autor en el contexto del
post-romanticismo alemán, ya que a Heine se lo ubica dentro del romanticismo tardío.
Con este ensayo critico-histórico-literario Heine presentó un balance y una revisión
axiológica de las manifestaciones literarias a lo largo de la historia alemana desde la
edad media hasta la muerte de Goethe. La importancia de este documento radica en que
el autor razonó y pensó in situ, él toma una postura determinada con respecto a las letras
alemanas de su época y con su crítica analiza los elementos negativos y positivos que
hasta el momento se venían produciendo con el Romanticismo y el Clasicismo Alemán.
En La escuela romántica podemos comprender la complejidad de la época y de cómo
esto afectó al pensamiento del autor. Por momentos nos parece que Heine se contradice
o se desdice; también su ironía irrumpe como demoledora y conciliadora, son
manifestaciones propia de un lugar y un tiempo críticos, en donde la humanidad se
sentía fragmentada y desgarrada interiormente.

Puntualmente en este trabajo se intenta reconstruir el planteo crítico de Heine


con respecto al movimiento romántico, continuando con la línea expositiva de Román
Setton en Introducción a la edición de Biblos 2007: Aquí se percibe con claridad no
sólo un distanciamiento respecto del Romanticismo alemán… sino también una
prosecución de la tradición clásica alemana y un ataque demoledor contra la escuela a
la que perteneció en su juventud.2 Cabe reconocer que esta actitud estética, intelectual y
política opuesta al movimiento romántico, fue también una buena excusa para exponer y

1
SAFRANSKI, Rüdiger (2012) Romanticismo: una odisea del espíritu alemán, trad: Raúl Gabás Pallás,
Bs. As, Fábula, pág. 229: “El 3 de enero de 1846 escribe a Varnhagen von Ense…”
2
HEINE, Heinrich (2007) La escuela romántica, trad., introd., notas: Román Setton, Biblos, Bs. As,
pág. 13
aclarar sobre sus aspectos positivos: la recuperación de la tradición popular alemana y
la reacción contra el árido estilo ilustrado y la copia de los modelos antiguos3.

En la primera parte del desarrollo se presenta a modo de síntesis la biografía del


autor, en la segunda se aborda el contexto histórico-social y estético de la época en la
cual escribió Heine, en la tercera se brinda algunos puntos para la interpretación de su
ensayo: Die Romantische Schule (La escuela romántica) en relación con su experiencia
de vida, tanto como poeta y como revolucionario, en donde se desarrolla la siguiente
hipótesis: Heine con su ensayo propone una superación del romanticismo alemán,
porque en él se logra la síntesis entre teoría y praxis.

Palabras claves: Kunstperiode, revolución, romanticismo-clasicismo=idealismo


alemán, Vormärz, literatura-social, política, crisis-desgarramiento, praxis-superación,
Francia-Alemania, progreso-social.

Primera Parte

1) Biografía y obras
Heine nació el 13 de diciembre de 1797, fue el hijo de una familia judía de
Düsseldorf, su pasión por la escritura lo movió a estudiar abogacía en la universidad y
4
posteriormente a los veinticinco años decidió autoexiliarse en Francia , porque ese país
tenía un contexto apropiado para empaparse de ideas sociales y políticas, además del
auge de la prensa escrita. Un hombre disconforme y un viajero, en este sentido un
verdadero romántico, en él se constataba la fuerza del espíritu de la nueva Alemania que
se manifestó mucho después con la Revolución de 1848. Hasta su muerte en 1856 tuvo
el privilegio de ser testigo y de expresarlo por escrito en sus obras, la experiencia de las
dos grandes revoluciones, la de 1789 y la de 1848.5 Su periodo más pleno, tal como lo
afirmó Velasco abarca entre las revoluciones de 1830 y 1848. Fue de gran importancia y
trascendencia la recepción que tuvo Heine, ya que contribuyó con el pensamiento
político-estético alemán, por este motivo se lo consideró como un punto de transición

3
Ibíd. Pág. 19
4
VELASCO, Juan Carlos (2008) Estudio preliminar: Heine y los años salvajes de la filosofía, en:
Heinrich Heine, Sobre la historia de la religión y la filosofía en Alemania, Alianza Editorial, Madrid: A
partir de 1819 estudió derecho en Bonn, Gotinga y Berlín, aunque puso mucho más entusiasmo en
adiestrarse en el oficio de escribir. En la Universidad de Bonn aprendió las doctrinas del romanticismo
de August Wilhelm von Schlegel, quien distinguió al joven estudiante con una amistad personal. Se
trasladó a la Universidad de Berlín, donde conoció a Hegel, Schleiermacher y Chamisso, y donde
frecuentó el salón de Rahel Varnahagen von Ense, experiencia decisiva para el afianzamiento de su
vocación literaria.
5
Ibíd. Pág. 8
del Kunstperiode6 con la muerte de Goethe: In Heirich Heine´s view the Kunstperiode
was the period up to about, denominated above all by the towering figure of Goethe and
his Works. If one acepts Heine´s view of the special importance of Goethe, the end of
the Kunstperiode…7
El hecho de haber viajado por los países más emblemáticos de Europa y haber
pertenecido a una nación anglosajona y a otra latina, ha producido en este autor una
actitud y una conciencia revolucionaria que supera a cualquier joven entusiasta de la
época. A continuación se presenta una cita de Velasco en donde se registran sus
primeras obras y su posterior recepción en la cultura europea:
La fama le llegó con la publicación de los cuatro volúmenes de Cuadros de
viaje (1826-1830), una colección de impresiones anotadas durante sus viajes a
las montañas del Harz en 1824, a Inglaterra en 1827 (a partir de esta visita
comenzó a mostrar un interés especial por la política) y a Italia en 1828.
Además de exaltar apasionadamente la naturaleza, en los volúmenes de esta
obra el autor realizó un viaje interior por la memoria de su infancia y contó sus
desengaños amorosos y sus indagaciones literarias y políticas. Con todo, su
mayor éxito literario fue, sin duda, su Libro de los Cantares (1827), que puede
considerarse como el gran best-seller poético del siglo XIX, hasta el punto de
que entre 1837 y 1856 se publicaron doce ediciones en Alemania. En este libro
se basa también su vasta fama internacional. Su lirismo, en gran parte fruto y
expresión de la atracción amorosa que experimentó consecutivamente hacia sus
dos primas (hijas de su tío Salomon), convirtió a Heine en el mayor
representante poético de la crisis postromántica que vivió Alemania después de
los logros de Goethe y Schiller. A muchos de sus poemas le pusieron música
compositores de la altura de Franz Schubert, Robert Schumann, Franz Liszt o
Johannes Brahms. Lírico, mas también publicista situado entre el romanticismo
y el realismo, adquirió renombre como preconizador de una filosofía crítico-
social de corte materialista.8

Su fama le abrió las puertas para ingresar a los salones franceses y tener contacto
por ejemplo con Victor Hugo, Alexandre Dumas, George Sand y Honoré de Balzac. Por
el momento sostendremos junto con Velasco la idea de que Heine fue identificado con
el movimiento político-literario9 “Das junge Deutschland” (La joven Alemania), más
adelante daremos más precisión sobre este concepto. Por otra parte la censura era un
mecanismo recurrente del poder, muy común en toda Europa, pero en Alemania se
manifestaba hasta el extremo, ya que también lo padeció el filósofo Karl Marx:
En 1835 los escritos de Heine fueron totalmente censurados en territorio
alemán. De todo este período proceden, entre otras muchas publicaciones,
cuatro volúmenes reunidos bajo el título genérico de El Salón (1834-1840), que
contienen fragmentos de novelas (Memoria del señor de Schnabelewopski o El

6
BEUTIN, Wolfgang (2005) A History of German Literature. From the beginnings to the present day,
Taylor & Francis e-Library, e-Book:
http://www.ebookstore.tandf.co.uk/ Pág. 167
7
Ibíd.
8
Ibíd. Pág. 17-18
9
VELASCO, Juan Carlos (2008) Op. cit. Pág. 19
rabino de Bacharach), multitud de poemas, textos de prosa poética (Noches
florentinas), así como infinidad de ensayos que enlazan con la tradición de la
crítica literaria. Al final de 1843 entabló amistad con su compatriota Karl Marx,
judío y renano como él. Sus escritos de esos años, como Nuevas poesías (1844)
y, sobre todo, su sátira en verso Alemania, cuento de invierno (1844), redactada
tras una breve escapada a su país, reflejan la influencia de su comprometido
compatriota. De esta época procede también su largo poema Atta Troll, en el
que criticó la pomposidad y torpeza de los versos políticos de la época. 10

Segunda Parte

2) Aproximaciones al contexto burgués en Alemania y Francia del


siglo XIX
En consonancia con el planteo Guy Palmade11, en el siglo XIX se reafirmó la
burguesía en Inglaterra, Francia y Alemania. A esta clase social el historiador la
distinguió en dos, a la primera la asocia con el desarrollo capitalista y a la segunda la
sociedad tradicional que subsistió en las pequeñas ciudades de las provincias, viviendo
de las rentas en permanente contacto con el mundo rural. Según Palmade la burguesía
alemana fue incipiente y esto privilegió económicamente a la “burguesía imperial”.
También se reconoce que en Alemania se conformó como en ningún otro lugar la
presencia de varias burguesías: la liberal heredera de la vieja sociedad urbana, fue un
grupo social unido e identificado por las costumbres, las tradiciones y la cultura. En
Hamburgo, Frankfort, Colonia, Düsseldorf logró fusionarse con la burguesía comercial.
Se manifestó culturalmente con mucha vitalidad, ya que cada ciudad poseía su
academia, su teatro, su sala de conciertos, sus Gymnasium. Los máximos exponentes de
esa burguesía eran los médicos, abogados y profesores. En cambio la “burguesía
capitalista” era el motor de la revolución económica. Como se puede constatar había un
contexto bastante cómodo para estas medianas burguesías, porque estuvieron obligadas
a administrar y disfrutar de los beneficios que les ofrecían sus ganancias. Por este
motivo esta clase social se distancia del interés político tal como lo afirmó Palmade:

La mediana burguesía y con mayor razón la pequeña burguesía están bastantes


alejadas en Alemania de las esferas del poder. Se interesan pocos por las
cuestiones públicas… La pequeña burguesía no es más que una categoría
pasiva, que se limita a llevar una vida virtuosa y desprecia a los obreros que
trabajan con sus manos…12

10
Ibíd. Págs. 20-21
11
PALMADE, Guy (1978) La época de la burguesía, Bs. As. Siglo XX, pág. 148-155
12
Ibíd. Pág. 152
Por el contrario, la burguesía francesa se distinguió radicalmente de la inglesa y
de la alemana, porque estuvo presente en todas las asambleas y Palmade explicó sobre
el papel más activo-político del lado francés: Por su preeminencia política, influye en la
sociedad mucho más que la burguesía de otros países.13

El nuevo orden que se estableció con la revolución de 1789; resultó en desorden.


Con Bonaparte en 1799 se llevó adelante una restauración “republicana-monárquica”.
La Restauración de 1815 fue monárquica, aunque respetó algunos logros
revolucionarios. Por el contrario en 1830 la Restauración es republicana, pero instauró
“una restauración de oligarquía burguesa que no tiene ni la fuerza de las grandes
aristocracias tradicionales ni el empuje de las grandes democracias”. 14 Y con la
revolución de 1848 se restauró y se celebró místicamente lo republicano. Quizá el
concepto “signo de esperanza” empleado por Thuleen Nancy, es más preciso y profundo
para comprender el impacto y la trascendencia de estos hechos:

In Germany, as throughout Europe, the effect of this revolution was strong and
immediate. The German states, while still not truly united, were in effect led by
the two kingdoms surrounding them, Austria and Prussia. Austria in particular
possessed an exceptionally reactionary government which was still responding
with fierce absolutism and repression to the threat caused by Napoleon; Prussia,
too, although seen as reformist, enforced strict measures of censorship and
control over its inhabitants. The people, however, or at least the bourgeois and
the lower classes, welcomed the July Revolution as a hopeful sign. In addition
to a positive social reaction, there were literary and political consequences as
well: as elsewhere in Europe, a republican movement arose, consisting mainly
of younger writers born after 1800, who advocated using the French system as a
model for the rebuilding of their own, and who were in favor of destroying the
ancien régime of German feudalism. 15

3) Romanticismo vs. Clasicismo


El término romántico define a un movimiento estético literario, que se oponía a
las manifestaciones del clasicismo, quien venía desarrollándose muy sólidamente en
Alemania. El movimiento romántico se expresó en contra de la racionalidad que de
algún modo determinaba los parámetros de la realidad, y se reconocían ellos mismos

13
Ibíd. Pág. 152-153
14
Ibíd. Pág. 228
15
THULEEN, Nancy. Ensayo. Disponible online en: http://www.nthuleen.com/papers/AH350frpaint.html
Última visita lunes 5 de mayo, 16 horas.
como “los modernos”, por este motivo, su propuesta fue la de la evasión a través de la
fantasía, lo exótico, las aventuras, lo sensual, lo inquietante, su principal objetivo fue
mostrarse como la antítesis de la sociedad tradicional, a quien la consideraba como
obsoleta:
The term “romantic” contains as many layers as the term “classicism”, and is
equally open to a broader or a narrower interpretation. As a caetegory spanning
several epochs, the term Romantic is used to distinguish trends of aesthetic
opposition to “classical” and “realistic” literary positions. Definite thematic
priorities are associatted with the term. Derived from the genre designation
roman or “romance”, it denotes the woderful, exotic, adventurous, sensual, and
the weird, a shift away from modern civilization and turning towards the inner
and outer natures of man, obsolete social forms and past times, especially the
Middle Ages. In the narrower, historical sense, the term Romantic denotes a
literary tendency that evolved during the Kunstepoche side by with classicism
and Jacobinism, as a counter-trend to them.16

A modo de profundizar, el romanticismo tal como lo sostuvo Arnold Hauser, fue


una tendencia que determinó el desarrollo del arte en toda Europa. Además este autor
afirmó que: Toda exuberancia, la anarquía, y la violencia del arte moderno, su lirismo
ebrio y balbuciente, su exhibicionismo desenfrenado y desconsiderado proceden del
romanticismo.17 Junto con esto también se reconoce que gracias a la Revolución y el
romanticismo la naturaleza del hombre y de la sociedad comenzó a ser considerada
como esencialmente evolucionista y dinámica 18:

La idea de que nosotros y nuestra cultura estamos en un eterno fluir y en una


lucha interminable, la idea de que nuestra vida espiritual es un proceso y tienen
un carácter vital transitorio, es un descubrimiento del romanticismo y representa
su contribución más importante a la filosofía del presente. 19

La historia se convirtió en refugio de los intelectuales alemanes y europeos,


porque huyeron hacia el pasado, al no concretarse en el presente los ideales
revolucionarios. Hauser afirmó que el pueblo alemán era el más desgraciado, pero que
después de la revolución ningún otro pueblo se sintió cómodo y seguro con su propio
país. Esta generación comenzaba a sentir la carencia de patria y soledad. De algún modo
se puede entender esta situación con las palabras de Heine:

Tal vez fue la insatisfacción por la actual fe en el dinero, la reluctancia frente al


egoísmo, que veían gesticular por todas partes, lo que al comienzo llevó en
16
BEUTIN, Wolfgang (2005) Op. cit: Pág. 185
17
HAUSER, Arnold (1962) Historia social de la literatura y el arte, Madrid, Debate, pág. 181
18
Ibíd. Pág. 183
19
Ibíd.
Alemania a algunos poetas sinceros de la escuela romántica huir del presente y
perseguir el pasado y promover la restauración de la Edad Media.20

El clasicismo se mostraba como dominador de la realidad y por esto era una


garantía de seguridad espiritual e intelectual en esos tiempos turbulentos,
contrariamente el romanticismo que se sentía frágil y por eso huía hacia el pasado:
Nostalgia y dolor por lo lejano son los sentimientos por los que los románticos son
desgarrados en todas direcciones.21

La relación del romanticismo con la Revolución era ambigua afirmó Hauser,


esto dejaba abierta la posibilidad del cambio de postura al movimiento, aunque el
romanticismo alemán le brindó a esta una mayor profundidad. Por el contrario el
clasicismo siempre simpatizó con las ideas de libertad, igualdad y fraternidad. Aunque
de manera superficial, el entusiasmo de los poetas alemanes por la Revolución era una
actitud abstracta, deformadora de la realidad, para ellos era una gran discusión
filosófica.

El romanticismo fue un movimiento católico, Friedrich Werner lo ubicó entre


los años 1790-183022, cuya figura más sobresaliente fue el joven Friedrich Shiller 1759-
1805 (tuvo su periodo clásico entre 1787-1805). Safranski también interpretó desde el
texto de Heine el origen católico del romanticismo: Escribe que el Romanticismo era
“una flor de la pasión, brotada de la sangre de Cristo.23

Durante estos años el movimiento se distanció de la impetuosidad del Sturm und


Drang para colocarse en contra del Clasicismo alemán, al que F. Werner lo periodizó
entre 1785-1805 y su máximo exponente fue Goethe. Este autor tomó partido por el
clasicismo como consecuencia de su estudio de la literatura griega y latina, entonces
tenemos el funcionamiento volcánico de dos concepciones antagónicas sobre el arte y la
vida: El clasicismo puede compararse con una estatua griega plástica, concreta,
lúcida; en el caso del romanticismo, es más eficaz la comparación con la música, la
melodía, un ente infinito, intangible y sonoro.24

20
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: pág. 163
21
HAUSER, Arnold (1962) Op. cit.: Pág. 190
22
FRIEDRICH, Werner P. (1973) Historia de la literatura alemana, trad: Anibal Leal. Bs. As.
Sudamericana. Págs. 128 ss.
23
SAFRANSKI, Rüdiger (2012) Op. cit.: pág. 228
24
Ibíd.
La fragmentación entre Clasicismo y Romanticismo fue más pronunciada en
Alemania que en Francia. Aunque F. Werner sostuvo que a ambos movimientos se los
unificó en Alemania con la denominación “idealismo alemán”25. Hauser aclaró que en
ambos países estos dos movimientos estuvieron caracterizados por una fuerte
concepción de comunidad y una fuerte tendencia al colectivismo. Luego se fue
percibiendo el alejamiento de la vida práctica del romanticismo alemán:

El alejamiento de la vida práctica, arraigada fuertemente en lo social y ligada


políticamente de manera inequívoca, alejamiento desde el primer momento fue
característico del romanticismo y se hizo más perceptible en Alemania del siglo
XVIII… se abre el abismo insalvable entre artista y público, entre arte y
realidad social. 26

4) Das junge Deutschland


A los jóvenes que se habían dedicado a escribir literatura con características
sociales, se los reconoció como: Jeune-France y Das junge Deutschland o Vormärz;
quienes reaccionaron en contra de la burguesía de sus respectivos países, Francia y
Alemania. Estos jóvenes protestaron en contra de aquella concepción del arte que se
desprendía o se despreocupaba por la realidad presente, tal como lo afirma Christine
Beirnaert:

Gemeint sind der Protest des "Jungen Deutschland" gegen die Autorität der
klassischen Ästhetik, die Abkehr von der romantischen Kunstkonzeption,
welche das Verhältnis zur Realität nicht über die Gegenwart sucht, sowie der
historische Befund der Hegelschen Kunstphilosophie, wonach die Mittel der
Kunst nicht mehr in der Lage sind, den bürgerlich und gesellschaftlich
geprägten Weltzustand darzustellen. 27

Esta cita tiene una relación con el pensamiento de Marx planteado por Safranski:
Hay que despertar al Romanticismo soñador no para desencantarlo, sino para
convertir la rosa soñada en otra real. Los sueños se verán superados por la posesión
real; ésa es la gran promesa de la filosofía.28

25
Ibíd.
26
HAUSER, Arnold (1962) Op. cit.: pág. 210
27
BEIRNAERT, Christine Modernität bei Heine und Baudelaire Disponible online en:
http://heinrich-heine.com/baud1.htm Última visita 5 de mayo de 2014, 23 horas.
28
SAFRANSKI, Rüdiger (2012) Op. cit.: pág. 224.
Isabel Henández y Dolors Sabaté29aclararon que estas denominaciones
provenían originalmente de “la giovine Italia” (1831), y explicaron con respecto a los
alemanes que el nombre Das junge Deutschland designaba a este período de carácter
liberal. … “liberal” significa durante toda la primera mitad del siglo XIX justamente
eso: la defensa de una actitud beligerante frente a las fuerzas políticas dominantes, es
decir, prácticamente lo mismo que “revolucionario”.30 La trascendencia que tuvo esta
manifestación artística consiguió por un lado que en Alemania se prohibieran sus
escritos, ya que Metternich logró que el 10 de diciembre de 1835 se censuren las
publicaciones de H. Laube, K. Gutzkow, L. Wimbarg, Th. Mund, H. Heine, L. Börne,
los dos últimos considerados por el gobierno alemán como los inspiradores de la “Joven
Alemania”, Heine no se consideró como parte de Das junge Deutschland, esto lo
comprobamos por ejemplo, cuando presentó a Jean Paul Friedrich Richter en La escuela
romántica, tal vez él tomo distancia, porque se sentía contaminado por el Goethezeit, ya
que la independencia y distancia artística con “idealismo alemán” había sido una
garantía para lograr un arte superador para la nueva era:

Es casi contemporáneo a la escuela romántica, si haber participado de


ella en lo más mínimo, y tampoco tuvo luego la más mínima afinidad con
la escuela goetheana del arte. Él se encuentra totalmente aislado en su
época, precisamente porque, en oposición a ambas escuelas, se entregó a
su tiempo por completo y su corazón estaba completamente henchido de
la época. Su corazón y sus escritos fueron una y la misma cosa. Esta
peculiaridad la encontramos en los escritores de la actual Joven
Alemania, que tampoco quieren realizar ninguna distinción entre la
escritura y la vida, que nunca separan la política y la ciencia, el arte o la
religión y, que simultáneamente, son artistas, tribunos y apóstoles. 31

A raíz de esto surgió una nueva categoría: la idea de juventud como fuerza más
creadora y superior intrínsecamente a la vejez.32 Y como parte de este despertar del
arte-revolución, también se reconoció a la literatura por primera vez como “arte”.
Entonces desde 1830 el romanticismo se dedicó a la política y el teatro literario francés
se volcó a lo popular. Esto se relaciona con la propagación de las ideas sociales que
partieron de Francia hacia el resto del continente, según la afirmación de Hobsbawm:

29
HERNÁNDEZ, Isabel; SABATÉ, Dolors (2005) Narrativa alemana de los siglos XIX y XX,
Madrid, Síntesis, pág. 94: “… grupo conformado por Giuseppe Mazzini”
30
Ibíd. : Pág. 92
31
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: pág. 158
32
HAUSER, Arnold (1962) Op. cit.: Pág. 212
En la propia Francia, la ideología y el lenguaje de la Revolución se extendieron
a partir de 1830 hasta regiones y estratos que habían permanecido intactos
durante el primer período revolucionario, incluidas grandes extensiones del
campo… Fuera de Francia los campesinos seguían siendo hostiles ante las
ideologías que les traían los hombres de las ciudades… 33

Tercera Parte

5) Die Romantische Schule


Como se puede leer en el texto citado de Velasco, La escuela romántica de
Heine está dedicada fundamentalmente al Romanticismo. El texto está dividido en tres
libros, desde el primer párrafo Heine se propuso dar a conocer la verdadera génesis de la
literatura alemana, porque intentó aclarar el malentendido que produjo en Francia la
obra De l´Allemagne de Madame de Staël. En la primera página definió al nuevo
periodo literario de Alemania con un concepto estrictamente político, ya que lo
consideró democrático: …que la época aristocrática de la literatura ha terminado y que
empieza la democrática.34 Enfatizando la característica social y colectiva del arte
moderno.
El poeta alemán entendió claramente que la escuela romántica era propia de la
cultura alemana y lo que se propagaba en Europa, específicamente en Francia era muy
diferente de lo que se manifestó en su patria. En el Libro Primero, respondió a la
siguiente pregunta: ¿qué fue la escuela romántica en Alemania?35 Entonces respondió
que fue un nuevo despertar de la poesía de la Edad Media.36 Explicó que existe una
conexión entre el movimiento romántico con el cristianismo o la iglesia católica, algo
que en Francia ya era obsoleto. Su crítica a la religión acá y en el Segundo Libro se
dirige fundamentalmente al estancamiento improductivo de esta, en cuanto a la
capacidad de reflexión y de actuar en pos de los cambios necesarios del tiempo
presente, tal como lo afirmó Marx con la idea del mismo Heine, cuando planteó que la
religión era el opio de los pueblos.37 No destruyó el valor histórico del cristianismo y
sus consecuencias positivas, sino que con su análisis agudo supo reconocer en qué
punto estaba el talón de Aquiles: Fue necesaria como una reacción saludable frente al

33
HOBSBAWM E. J. (1992) Los ecos de la Marsellesa, Trad: Borja Folch, Crítica, Barcelona. 2ª ed. Pág.
58-59
34
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: pág. 39
35
Ibíd. Pág. 41
36
Ibíd.
37
Ibíd. Pág. 10. Notas: También la célebre metáfora de Marx de la religión como el opio de los pueblos
fue tomada de Heine.
materialismo espantosamente colosal que se había desarrollado en el Imperio Romano
y amenazaba aniquilar todo el esplendor espiritual del ser humano…38 También
reconoció que la civilización europea se inició con la espiritualización de los bárbaros:
fueron cristianamente espiritualizados; fue el comienzo de la civilización europea.39
Con respecto a la poesía examinó que hay dos, una cristiana y otra pagana, por
lo tanto una romántica y la otra clásica.40 Heine ensayó que aquí surgió la primera
distinción de lo clásico y lo romántico: El arte clásico sólo debía representar lo finito, y
sus figuras podían ser idénticas a las ideas del artista. El arte romántico debía
representar o, más precisamente, aludir a lo infinito y las relaciones puramente
espirituales...41 La genialidad de Heine se constata no solo porque reconoció la crítica
fuera de la iglesia católica, sino que entendió que la necesidad y el proceso de cambio
era una demanda en su mismo seno: … en Roma se protestaba en piedra, color y octava
rima… Los pintores de Italia polemizaron contra la clerecía acaso con más eficacia
que los teólogos sajones.42
Estos fueron los presupuestos que pusieron en marcha la escuela romántica en
Alemania, pero que sus máximos representantes luego lo desvirtuaron y dejaron estéril a
este movimiento estético-literario, a modo de resumen se presenta una cita de la
profesora Mariela Ferrari, en donde se muestra lo que Heine desarrolló en el Libro
Primero:
Si el primer libro sienta las bases para esta batalla, mediante la exposición de
los rasgos característicos del romanticismo, y sus vínculos con la historia en
general, y la historia literaria alemana, en particular, teniendo sobre todo a
Goethe como figura de influencia fundamental para el perfil de la nueva
literatura alemana…43

En el Libro Segundo acusó de romántico a A W. Schlegel, advirtió también que


solo se conocía un aspecto de este autor y que se ignoraba lo más importante, ya que
Heine lo consideró como a un poeta que miraba el pasado: Odiaba el presente, temía el
futuro, y sólo en el pasado, al que amaba, penetraba su reveladora mirada de profeta.44
También lo consideró como a un refugiado en la iglesia católica: … no vio en los
dolores de nuestro tiempo los dolores del nuevo nacimiento, sino la agonía de la
muerte, y por temor a la muerte se refugió en las temblorosas ruinas de la Iglesia

38
Ibíd. Pág. 42
39
Ibíd. Pág. 44
40
Ibíd. Pág. 47, ver segundo párrafo.
41
Ibíd. Pág. 48
42
Ibíd. Pág. 51-52
43
FERRARI, Mariela (2012) HEINE, Heinrich: La escuela romántica. Traducción. de Manuel Sacristán
y Juan Carlos Velasco. Madrid: Alianza 2010. En: Revista de Filología Alemana, vol. 20 págs. 239-
350.
44
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: pág. 94
Católica.45 Con sarcasmo planteó que Schlegel vio la literatura desde lo alto: …pero
este elevado punto de vista es precisamente el campanario de una iglesia católica. 46 En
contraposición a la pluralidad que reflexionó y practicó Herder que: percibía a cada
pueblo como una cuerda especialmente afinada de esta arpa gigante y comprendió la
armonía universal en sus diversos tonos.47

No hay dudas de que el arte moderno para Heine surgió en París, su ejemplo más
contundente es Racine en contraste con Schlegel: Todo aquello que fuera vida moderna
tenía que parecerle prosaico, e inabordable fue para él la poesía de Francia, el suelo
nutricio de la sociedad moderna… Racine fue el primer poeta moderno.48

Con respecto a Tieck Heine afirmó que: El señor Ludwig Tieck fue, después de
los Schlegel, uno de los escritores más activos de la escuela romántica. 49 La ironía que
empleó este autor fue reconocida por Heine como un recurso por la falta de libertad
política: Pero es solo un signo de nuestra falta de libertad política… Los escritores que
sufren censura y las restricciones espirituales de todo tipo y que, sin embargo, no
pueden negar la opinión de su corazón, se inclinan especialmente hacia formas irónicas
y humorísticas.50

Del mismo modo que la literatura alemana estaba siendo mal comprendida en
Francia, lo fue también la filosofía y por eso afirmó que: la auténtica filosofía alemana
es la que surgió inmediatamente de la Crítica de la razón pura de Kant… cuanto más se
ocupó de las causas últimas de todo conocimiento.51 Heine aclaró que Hoffmann no
perteneció a la escuela romántica: mientras que Hoffmann, con todas sus estrambóticas
caricaturas, se aferraba constantemente a la realidad terrena.52 De manera sintética se
presenta la cita de Rita Gnutzmann, en donde se observa la crítica a la escuela romántica
en el Libro Segundo:

Ataca a su exprofesor A. W. Schlegel y a aquellos a los que considera los


verdaderos culpables: los románticos. Los acusa de ser meros epígonos y de
haberse convertido en “apoyo del despotismo”. Opone el sensualismo de
Goethe al espiritualismo de los románticos… une la crítica literaria y política
cuando denuncia el “escapismo” del romanticismo y su desinterés por la
actualidad, identificándola con la enfermedad. Heine destruye la imagen que los

45
Ibíd. Pág. 94
46
Ibíd. Pág. 97
47
Ibíd.
48
Ibíd. Pág. 102
49
Ibíd. Pág. 109
50
Ibíd. Pág. 117-118
51
Ibíd. Pág. 125-126
52
Ibíd. Pág. 129
románticos tenían de sí mismos como “modernos” y lo califica de retrógrados
para volver la vista al pasado (Edad Media) y aliarse con los intereses
aristocráticos. “Moderno” significa ahora contradicción entre las ideas y la
realidad, lo “patético” y lo “cómico”, complementarios que forman juntos la
totalidad. Con su rechazo de la idealización, la mezcla y la ruptura del estilo se
aproxima mucho al liberal y anticlasicista. 53

En el Libro Tercero Heine nos introduce en su experiencia como lector de la


literatura alemana, ya que realizó un recorrido sobre los autores y obras que leyó, junto
con esto nos reveló lo que le produjo placer y lo que reconoció como revisado y
superado. En este libro además se planteó la necesidad concreta de unir las culturas
alemana y francesa, para enriquecerse mutuamente, reconoció que la diferencia radical
con Francia estaba en la juventud y la alegría de este país, en contraposición con
Alemania que era: un país próspero para las viejas brujas, los holgazanes muertos…54

Celebró que en la Joven Alemania se encontraba el germen literario-social que


se necesitaba para la nueva democracia en su país y el continente, ya que la fe estaba
puesta en el progreso. Por este motivo volvió a reafirmar la idea del compromiso con el
presente. Advirtió a los franceses del romanticismo superficial. Heine entendió que el
terreno para una nueva literatura y una auténtica revolución política, estaba preparado.
A continuación retomamos otra cita de Gnutzmann, en donde se resume el Libro
Tercero:

….intenta cumplir la promesa de ofrecer un programa positivo: da a conocer a


Jean Paul como precursor de la Joven Alemania y también a algunos
representantes de esta como su amigo Laube, Gutzkow, Schlesier y Wiembarg,
“hombres que nunca separan la política de la ciencia, del arte y la religión; son a
la vez artistas, tribunos y apóstoles”. 55

6) La misión de Heine como poeta y como revolucionario


Heine fue indiscutiblemente un poeta y un estudioso apasionado de las
manifestaciones filosóficas e históricas-sociales-políticas del continente europeo. Su
formación como revolucionario desde la conciencia hasta los huesos, no se produjo a
partir la ingenuidad y superficialidad del discurso engreído, combativo y reaccionario,
sino que lo construyó con la profundidad reflexiva, que tuvo de los hechos en su tiempo
presente. Su madurez intelectual le permitió armonizar la tensión que existía entre los
ideales del pasado y las utopías del futuro. Su misión poética se consolidó con la
creación de un estilo fluido y que estuvo al alcance de los sectores sociales marginados

53
GNUTZMANN, Rita (1994) La teoría literaria alemana, Síntesis, Madrid. Pág. 143
54
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: pág. 155
55
Ibíd.
por los intelectuales de la época anterior. Y en este sentido su mérito fue haber logrado
que multitudes iletradas accedan a las verdades universales que la civilización
occidental venía desarrollando desde la Grecia clásica.

La madurez que alcanzó Heine con La escuela romántica, se debe a varios


factores, fundamentalmente, porque el poeta respondió al llamado que su época le
realizaba, seguramente desde la sensibilidad poética pudo amar más a la humanidad y
cuestionarse la carencia que esta tenía con respecto a su progreso social: … peleamos
por los mismos intereses, por los intereses de la humanidad. Coincidimos en el amor a
esta… aquellos creen que la humanidad necesita sólo el consuelo espiritual; nosotros,
por el contrario, somos de la opinión de que necesita, más bien la felicidad material. 56

Desde la distancia y desde el exilio en París pudo hacer un ejercicio de revisión


personal y de revisión de la cultura alemana, sobre todo de aquellos aspectos
trascendentes para la vida social:

Some of these statements may have been true for Heine, and it is undoubtedly
fair to say that he loved France and the ideas he encountered there. He did not,
however, forsake Germany. Perhaps due to the very necessity of writing his
columns for Cotta's newspaper, but also because of his extreme interest in
German politics, Heine remained attuned to German culture. Obviously he did
not have first-hand access to events, nor could he freely travel into Germany
after the decree of the Bundestag in 1835. His writings, however, clearly show
how concerned he was with his homeland. In essence, Heine believed that he
could be a mediator in the communication between Germany and France. He
therefore wrote not solely for one group or the other; he addressed his works to
both Germans and French, and he attempted to promote understanding between
the two peoples by enriching the availability of knowledge about the two
cultures.57

Esta experiencia lo llevo madurar en su pensamiento para poder reconocer los


alcances y los límites de su influencia: Hace veinte años era un muchacho; en ese
entonces, ¡con qué desbordante entusiasmo hubiera podido celebrar al excelente
Uhland!... ¡Pero ha sucedido tanto desde entonces!... Ahora tengo el mismo libro entre
mis manos, pero, entretanto, han paso veinte años, y he oído y visto muchas cosas,
¡tantas juntas!58 Así pues, estamos ante la confirmación de la hipótesis planteada en la
introducción, porque entendemos a nuestro poeta dentro de la amplia cultura alemana y
europea, por ese motivo Hay un Romanticismo al que se mantiene fiel y otro al que

56
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: pág. 188
57
THULEEN, Nancy Op. cit.
58
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: 175-177
critica59. También estuvo en contra de la reacción del Romanticismo histórico: la santa
alianza con medios estéticos.60 Heine logró superar al movimiento romántico y a la
Joven Alemania, porque comprendió que en ese movimiento estaba el germen de la
renovación.

La época exigía un despliegue intelectual y práctico necesario para contribuir


con la concientización republicana. Él entendía que en Francia estaban dadas las
condiciones de la praxis social y que en Alemania las circunstancias intelectuales eran
propicias para la superación del tiempo romántico:

… Alemania se está poniendo en marcha… ¡la piadosa, pacífica Alemania!


Arroja una melancólica mirada hacia el pasado que deja tras de sí, se inclina
una vez más embargada por el sentimiento ante aquel tiempo antiguo que nos
mira desde la poesía de Uhland con palidez mortuoria, y se despide con un
beso. ¡E incluso otro beso: si fuera por mí incluso una lágrima! Pero no nos
demoremos demasiado en ociosa conmoción…61

A modo de profundización sobre su configuración como poeta, se reconoce que


Heine fue un flaneur; porque fue un caminante que observaba desde la multitud a la que
se adhirió, fue quien estuvo fuera de su casa pero que sin embargo estaba en todas
partes, asimismo se consagró con el acto de escribir, lo que indiscutiblemente le
apasionaba al poeta alemán: …toda la corriente de la vida fluye por las calles de París,
en la Ópera se escucha en ese preciso momento el más estrepitoso final, de los varietes
y de los teatros salen los grupos más animados, y todos van a la soirée.62 En esta
impresión en donde pintó la vida moderna de París y de lo que significaba para el
espíritu de los ciudadanos; reconocemos su pasión, sutileza, desvelo, inquietud y esto se
puede corresponder con las reflexiones de Charles Baudelaire:

“¡No! pocos hombres están dotados de la facultad de ver; todavía hay menos
que posean el poder de expresar. Ahora, a la hora en que los otros duermen, éste
está inclinado sobre su mesa, asestando sobre una hoja de papel la misma
mirada que dedicaba anteriormente a las cosas, esforzándose con su lápiz, su
pluma, su pincel, haciendo saltar el agua del vaso al techo, secando su pluma en
su camisa, apresurado, violento, activo, como si temiera que se le escaparan las
imágenes, pendenciero aunque solo, y atropellándose a sí mismo y las cosas
renacen sobre el papel, naturales y más que naturales, bellas y más que bellas,
singulares y dotadas de una vida entusiasta como el alma del autor.”63

59
SAFRANSKI, Rüdiger (2012) Op. cit.: pág. 228
60
Ibíd. Pág. 228
61
Ibíd.: pág. 185
62
Ibíd.: pág. 154
63
BAUDELAURE, Charles (1854) El pintor de la vida moderna, en: El arte romántico, trad: F. J. Solero,
Bs. As. Schapire.
En este contexto inestable y por demás crítico en cuanto a lo político y social, el
arte se eleva como un bálsamo que alivia las frustraciones, como consecuencia de las
revoluciones fallidas, por este motivo Heine fue partidario de la autonomía del arte en
contraposición del “Kunstperiode”, porque la literatura tenía que comunicar los
principios de la Revolución:

Diese Überlegungen bestätigen die schon zur selben Zeit geäußerte Kritik an
der "Kunstperiode". Mit der Einsicht, die goethesche Periode sei auch für
Deutschland historisch überholt, weil die Kunstidee, d.h. die Autonomie der
Kunst, sich angesichts der Veränderungen innerhalb der gesellschaftlichen
Wirklichkeit als unwiederbringlich verloren erweist, greift Heine eine
Kunstkonzeption auf, die an Hegels These anknüpft, daß die Interessen der Zeit
in den Mittelpunkt der Literatur gerückt werden sollen. Für Heine muß darum
die Literatur engagiert sein und die Prinzipien der französischen Revolution
verbreiten.64

Por eso Heine fue consciente de su responsabilidad literaria, porque supo que
debía escribir para deleitar, pero que esencialmente, su arte tenía que ser un medio para
movilizar las voluntades hacia los ideales republicanos. Muchos intelectuales y artistas
evadieron la realidad que se les presentaba huyendo a América o volcándose hacía lo
gótico o lo clásico, añorando y esperando quizá la venida de algún mesías que les
salvara de sus impotencias. Pero el caso de Heine fue distinto, él se cargó la realidad al
hombro y puso nuevas tintas en su pluma para expresar que era obligación del pueblo y
de las naciones concretar los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, porque esas
palabras seguían vivas, razón por la cual urgía un compromiso con la política local, para
que se hiciese realidad, tal como lo expresó Hobsbawm: Tanto el liberalismo burgués
como las revoluciones sociales del siglo XIX-XX reivindican la herencia de la
Revolución Francesa.65

Fue tan claro y evidente el razonamiento de Heine, ya que había comprendido la


necesidad de lograr una comunión entre Francia y Alemania, pues la primera nación
sobresalía en cuanto a sus ideas y prácticas políticas; y la segunda contaba con un
acervo importante de ideas filosóficas, él pensaba que la unión entre estos países podría
contribuir a la anhelada vida democrática. El ensayo La escuela romántica surgió como
parte de ese programa, ya que explicó las vías y los puntos que tenían en común ambos
países y en qué cosas se beneficiarían mutuamente, por este motivo no tenía escrúpulos
de pensar que la bandera tricolor de Francia flameara en Alemania:

64
BEIRNAERT, Christine. Op. cit.
65
HOBSBAWM E. J. (1992) Op. cit. Pág. 56
Pues la vista de la bandera tricolor espanta a los fantasmas de todo tipo. ¡Oh, me
gustaría pararme sobre la catedral de Estrasburgo con una bandera tricolor en
las manos que se extienda hasta Fráncfort! Creo que si la bendita bandera
flameara sobre mi querida patria y yo dijera las palabras necesarias para
producir el exorcismo, las viejas brujas se irían volando en sus palos de escoba,
los holgazanes muertos de frío se arrastrarían nuevamente hasta sus tumbas, los
goles se desplomarían nuevamente como mero barro, el mariscal de campo
Cornelio Nepote regresaría al lugar de donde ha venido, y se acabaría toda
fantasmagoría.66

También se vio obligado a corregir la imagen desvirtuada de Alemania que


publicó con su libro De l’Allemagne (1810) la autora francesa Madame de Stäel (1766-
1817); en donde se trasmitía que la nación de Heine estaba estancada en la filosofía
metafísica y en el romanticismo idealista, además afirmó that the Germans were a
“nation of poets and trinkers” 67, por este motivo se vio obligado a subsanar esta visión
que se tenía de Alemania:

Tanta relevancia le otorgaba a este objetivo de enmendar la imagen de su patria,


que, en realidad, Heine redacta dos grandes ensayos, consagrado uno a la
literatura y el otro a la filosofía alemana. Ambos conformarían, como se ha
indicado, las piezas principales de un único libro titulado De l’Allemagne (Über
Deutschland). El primer ensayo, titula do État actuel de la littérature en
Allemagne (París, 1833; la primera versión alemana aparecería el mismo año
con el título Zur Geschichte der neueren schönen Literatur in Deutschland
[Sobre la historia de la nueva literatura alemana]), está dedicado
fundamentalmente a la literatura romántica, tal como indica el rótulo de la
edición definitiva, reelaborada y ampliada: Die Romantische Schule
(Hamburgo, 1836). El segundo ensayo, titulado inicialmente De l’Allemagne
depuis Luther (París, 1834), reduce la historia de las ideas religiosas y
filosóficas en Alemania a un relato de la progresiva liberación de la hegemonía
del cristianismo. Igual que el primer ensayo, cambiaría también de título al
publicarse en 1835 en alemán: Zur Geschichte der Religion und der Philosphie
in Deutschland [Sobre la Historia de la Religión y la Filosofía en Alemania].
Este segundo ensayo fue concebido, tal como señala el propio autor en el
prólogo del primero (La escuela romántica), como una introducción general a la
literatura alemana. Se trataba, pues, de un escrito complementario, pero
necesario, ya que en opinión de Heine no cabía entender la literatura alemana
que estaba emergiendo en ese momento sin conocimiento previo de sus
presupuestos filosóficos. Ambos ensayos guardan, pues, una íntima relación y
responden a un común esfuerzo por abarcar en una visión global la singularidad
histórica de Alemania.68

Hasta aquí entendemos que la literatura pasó a ser reconocida como arte, ahora
cabe que traslademos la pregunta de Beutin: What was the especific role and function of
literature in this replacement of old by the new?69 A lo que responde que la habilidad

66
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: pág. 155
67
BEUTIN, Wolfgang (2005) Op. cit: Pág. 213
68
VELASCO, Juan Carlos (2008) Op. cit. Pág. 24
69
BEUTIN, Wolfgang (2005) Op. cit: pág. 223
del Vormärz dio expresión al proceso político con sus trabajos, y con esto se implicaron
ellos mismos en una senda práctica, fue indudablemente la marca de entrada de la era.
De este modo se comprende que el rol del artista y del escritor se perfilaba hacia lo
revolucionario, porque su actividad era política. Los Vormärz trabajaban y se
desvelaban por construir la parte más ardua de la empresa política, la formación de la
conciencia crítica de las masas y del mismo modo lo afirmó Heine cuando iba a explicar
con sus reflexiones la nueva literatura en Alemania:

De hecho no se puede tratar nuestra reciente literatura sin incursionar en el


terreno más profundo de la política… Pero del otro lado del Rin, los escritores
literarios se arrojan ahora con tremendo celo hacia el movimiento diario del que
tanto tiempo se han mantenido apartados. Vosotros, los franceses, habéis estado
activos constantemente durante cincuenta años, y ahora os encontráis cansados;
los alemanes, en cambio, estuvimos sentados hasta ahora ante el escritorio y
hemos comentado a los antiguos clásicos y ahora queremos mover las piernas.70

La motivación de la Joven Alemania fue la fe en el progreso71 porque estos


artistas habían entendido que la vida moderna industrializada demandaba nuevos
parámetros para la convivencia social, se requería una mejor distribución de la riqueza,
también se alentó para que hubiese una mayor participación ciudadana en los asuntos
públicos. Ellos se dedicaron con ahínco para que los pueblos asumieran
conscientemente el desafío de ser constructores de la nueva vida democrática. Y por eso
habían comprendido que su misión era la de educar a las masas, a lo que Heine puso en
evidencia los riesgos que producía la literatura superficial:

Este estilo superficial y el modo ligero prevalecen hoy en Alemania tanto como
en Inglaterra y Francia. Incluso cuando las representaciones ya no entronizan
sólo los tiempos caballerescos, sino que también tratan nuestras circunstancias
modernas, sigue siendo la misma manera: En lugar de brindarnos el
conocimiento del hombre, nuestros modernos novelistas nos ofrecen sólo el
conocimiento del atuendo, y tal vez se basan en el proverbio; “El hábito hace al
monje”.72

7) La herida Heine
El siglo XIX confirmó en el espíritu de Heine que el hombre era un ser
desgarrado, extraño y ajeno a toda patria, ni siquiera la lengua sería un signo de
pertenencia a una nación, y pese a esto, para él sí fue posible aferrarse a la idea de una

70
HEINE, Heinrich (2007) Op. cit.: págs. 157-158
71
Ibíd.: pág. 158
72
Ibíd.: pág. 169
sociedad más justa. Adorno en su breve escrito La herida Heine73 reconoció que la
actitud crítica que movilizó a Heine había nacido dentro de la era capitalista: Tan
enorme era la fuerza de la desarrollada sociedad capitalista, ya entonces conseguida,
que la lírica no podía seguir ignorándolo si no quería hundirse en el provincialismo de
la patria chica.74 También afirmó que, lo que no se le perdonó a Heine es haberle
arrancado la máscara a lo romántico poniendo en primer plano su carácter de mercancía.
Por eso reconoció que la herida de Heine es su lírica, porque en su poesía se expresa
que:

…todos están dañados en su ser y en su lenguaje como lo estuvo el “excluido”


Su palabra es pues representativa de la palabra de todos: no hay más patria que
un mundo en el cual no hubiera ya excluidos: el mundo de la humanidad
realmente liberada. La herida de Heine no se cerrará sino en una sociedad que
consumara la reconciliación.

Este desgarramiento o Weltschmerz75 que recuperó del romanticismo para


expresar en su lírica, no ya como un sueño metafísico, sino que fue la motivación para
pisar la realidad del presente, ya que el sueño para este poeta no significaba el repliegue
o el ocultarse de los males del mundo, sino por contrario el sueño debía ser la fuente
para cambiar la realidad en vistas a un provenir más justo y así lo reconoció Béguin
Albert:
Heine cree todavía en la fuerza creadora de las tinieblas interiores, en la
inspiración que surge, imperiosa, de fuentes ocultas; pero al mismo tiempo es
un artista es un artista demasiado clarividente para no dejar un lugar muy
grande a la razón lúcida en la elaboración de la obra de arte.76

Por eso con Heine se reorientó la literatura y la condición humana desgarrada,


fragmentada, ya que el romanticismo dejaba al sujeto anhelando una esperanza de
salvación metafísica con sus fantasías. En cambio desde la concepción social del arte
propuso una nueva visión, porque la vida justa y democrática era lo que realmente
esperaba la humanidad, pero que era una construcción real en el tiempo presente:
La obra de Heine ya no tiene la trascendencia ejemplar de las grandes tentativas
románticas. Es el grito del sufrimiento, a menudo magnífico, de un hombre
atormentado, minado por una fatalidad interior… Pero también es una de las
primeras lamentaciones que muestran, en la literatura europea, esa mezcla de

73
ADORNO, Theodor (1984) Crítica cultural y sociedad, Madrid, Sarpe. Pág. 195 ss.
74
Ibíd.
75
ARGULLOL, Rafael (2006) La Atracción del abismo: un itinerario por el pasaje
romántico, Barcelona, Acantilado, pág. 17
76
BÉGUIN, Albert (1954) El alma romántica y el sueño: Ensayo sobre el romanticismo alemán y la
poesía francesa, trad: Mario Monteforte Toledo, Bs. As. FCE, pág. 396
poesía y de cruel mistificación que tantas veces cultivarán los poetas del siglo
XX.77

Conclusión
El siglo XIX ha sido un tiempo con un contexto social feroz para los
intelectuales que reconocieron la necesidad de un cambio de rumbo del arte. Heinrich
Heine se ubicó con su crítica como la superación del romanticismo histórico, quien veía
pasar los acontecimientos sociales sin ocuparse, entonces él planteó que esa concepción
era peligrosa, ya que era improductiva a nivel social. Por este motivo el consideró junto
con la Joven Alemania, que el arte debía estar al servicio de los ideales de la
Revolución, porque lo que anhelaba la humanidad era una salvación terrenal y no
metafísica.

En Die Romantische Schule Heine reconoció que el Romanticismo conservaba


una fuerza única para expresar la experiencia subjetiva del hombre moderno, pero que si
el movimiento dependía del poder de turno era totalmente improductivo, ya que evadía
deliberadamente las demandas de la nueva época. Reconoció la importancia del
clasicismo de Goethe a quien lo consideró como una fuente estética fundamental.
También abogó por la autonomía del arte, ya que debía ser una crítica social para
reflexionar sobre los cambios necesarios que se necesitaban a nivel político y social. En
Heine se concentró la teoría y la praxis, ya que él pasó del pensamiento a la acción. Su
gran misión era logran unir las culturas francesa y alemana, ya que por cuestiones
políticas se encontraban enfrentadas.

La herida Heine es su poesía, en ella se devela el dolor y el desgarramiento que


le producía la era capitalista. Su experiencia como judío y de exiliado en Francia,
seguramente lo llevó a reconsiderar la necesidad de una sociedad más justa, en donde la
democracia sería la nueva garantía para una vida social plena.

77
Ibíd.: págs. 398-399
Bibliografía

ADORNO, Theodor w (1984) Crítica cultural y sociedad, Madrid, Sarpe.

ARGULLOL, Rafael (2006) La Atracción del abismo: un itinerario por el pasaje


romántico, Barcelona, Acantilado.

BAUDELAURE, Charles (1854) El pintor de la vida moderna, en: El arte romántico,


trad: F. J. Solero, Bs. As. Schapire.

BEIRNAERT, Christine Modernität bei Heine und Baudelaire Disponible online en:
http://heinrich-heine.com/baud1.htm

BÉGUIN, Albert (1954) El alma romántica y el sueño: Ensayo sobre el romanticismo


alemán y la poesía francesa, trad: Mario Monteforte Toledo, Bs. As. FCE.

BEUTIN, Wolfgang (2005) A History of German Literature. From the beginnings to the
present day, Taylor & Francis e-Library, e-Book:
http://www.ebookstore.tandf.co.uk/

FERRARI, Mariela (2012) Reseña en: Revista de Filología Alemana vol. 20 239-350.

FRIEDICH, Werner Paul (1973) Historia de la literatura alemana. Trad: Aníbal Leal.
Bs. As. Sudamericana.

GNUTZMANN, Rita (1994) La teoría literaria alemana, Síntesis, Madrid.

HAUSER, Arnold (1962) Historia social de la literatura y el arte, Madrid.

HEINE, Heinrich (2007) La escuela romántica, trad., introd., notas: Román Setton,
Biblos, Bs. As.

HERNÁNDEZ, Isabel; SABATÉ, Dolors (2005) Narrativa alemana de los siglos XIX y
XX, Madrid, Síntesis.

HOBSBAWM E. J. (1992) Los ecos de la Marsellesa, Trad: Borja Folch, Crítica,


Barcelona.

PALMADE, Guy (1978) La época de la burguesía, Bs. As. Siglo XX

SAFRANSKI, Rüdiger (2012) Romanticismo: una odisea del espíritu alemán, trad:
Raúl Gabás Pallás, Bs. As, Fábula.

THULEEN, Nancy. Ensayo. Disponible online en:


http://www.nthuleen.com/papers/AH350frpaint.html

VELASCO, Juan Carlos (2008) Estudio preliminar: Heine y los años salvajes de la
filosofía, en: Heinrich Heine, Sobre la historia de la religión y la filosofía en
Alemania, Alianza Editorial, Madrid.

Potrebbero piacerti anche