Como personas, en muchas ocasiones se suelen presentar inconvenientes,
circunstancias, problemas, e incluso dilemas que activan nuestra capacidad racional de analizar lo que está pasando por una o muchas razones, llevando a considerar el asunto con detenimiento, comprenderlo bien, formarse una opinión y en consecuencia accionar tomando decisiones. Son innumerables las veces que colocamos en práctica la reflexión de lo sucedido, por lo general como consecuencia de nuestros actos, analógicamente es como un rollo cinematográfico que va reproduciéndose mentalmente desde un principio de lo ocurrido hasta terminar en un estado de completa atención, en miras de encontrar un mejor porvenir a lo estudiado. Igualmente como reflexionamos en distintos momentos de nuestra existencia, la práctica de hacerlo también se ve reflejada en el ámbito de la ciencia pero de una manera más amplia y trascendental, nos referimos a la epistemología o también conocida como teoría del conocimiento, considerada a través de la historia como la filosofía de las ciencias, la cual intenta poner en conocimiento el origen, la naturaleza, las modificaciones, los objetos y los límites del campo científico; una forma reflexiva que ha impactado de gran manera en el desarrollo de muchas disciplinas que conocemos hoy en día, considerando como principal ejemplo la disciplina contable, junto con los conceptos y fundamentos que funcionan como pilares para mantener la esencia de la misma y contribuir a su constancia investigativa por una mejora absoluta. Con el transcurso de la historia, la epistemología se ha ido estableciendo hasta el punto de apoyarse en normatividades que incentivaron la veracidad de las investigaciones científicas concretadas, un impulso que le ayudó a los científicos a empaparse de las metodologías más idóneas para desempeñar sus funciones de carácter teóricas, soportándose en fundamentos e ideologías sólidas, sin embargo, la otra cara de la moneda apareció para mostrar los principales desafíos que poco a poco se derivaron a medida que se indagaba en el campo de la ciencia, como lo ha sido el confirmar si realmente se trata de ciencia al momento de hacer descubrimientos o si solo es una pieza del rompecabezas a nivel científico. Relacionado con lo anterior, la epistemología moderna, enfrenta problemas aún mayores que son notables en la realidad si atinamos a analizarlos de forma objetiva, de manera general, expresamos que esta nueva era de la cual hacemos parte nos ha traído consigo una obsesión por la velocidad, al tratar de actuar como una sociedad desesperada por ser exageradamente competitiva y codiciosa al tratarse de recursos vitales, así mismo, llama mucho la atención como hemos restado importancia a la curiosidad que acompaña el ámbito epistemológico, en donde parece que el proceso del conocimiento con respecto a una disciplina se sigue aminorando, y con ello la precariedad de la producción técnica y científica desencadena una gran porción de los problemas que acostumbra a tener por ejemplo, países en vías de desarrollo. Siendo más específicos, la epistemología y su aplicación en las distintas disciplinas, influyen mucho en la implicación de la sociedad, en otras palabras, la practica epistemológica se perfila como un medio efectivo para luchar y vencer los retos asociados a problemáticas sociales que nos aquejan, aunque parezca difícil de entender, todo se basa en un efecto dominó, donde si implementamos la epistemología tanto general como regional, dependiendo del contexto, obtendremos resultados positivos si actuamos con asertividad. La problemática mayor que emana de las disciplinas hoy en día, radica en el hecho de considerar una zona de confort como una cápsula de la que no queremos escapar para modificar y explorar nuevos horizontes de la investigación que aguardan por nosotros, vivimos en un mundo donde se siguen creando jefes y no lideres, donde se continua preparando a quienes se forman para ser empleados y no emprendedores, una sociedad plagada de cientos de cosas equivocadas que en su frenético ajetreo parece no permitirnos reflexionar sobre lo que hemos venido haciendo y de lo que podemos lograr. Las diversas disciplinas, entre ellas la contable, se sitúa como una de las áreas de conocimiento más complejas y llenas de desafíos para responder al porvenir, una disciplina que se enfrenta a un abismo inminente por falta de reacción ante la hegemonía tecnologica que ronda en la actualidad; empleos, tareas, actividades y demás acciones realizadas por humanos siguen siendo reemplazadas por la imposición de la vida artificial, quien no sólo nos coloca como estudiantes en formación y profesionales, en situaciones de incertidumbre sobre el futuro, sino también nos abofetea para despertar y poner en acción los incentivos del conocimiento y las herramientas que yacen en nuestro interior para adapatarnos a los cambios que enfrentamos y seguiremos enfrentando en el mañana; son circunstancias que a nivel académico, especialmente en el ámbito universitario junto con el profesional, nos sacude por las exigencias de lo indispensable que se convierte el empezar a construir un pensamiento más critico, prospectivo, capacitado y soportado en el instrumento epistemológico, en miras de asumir racionalmente los retos de toda indole, y así mismo provisionarnos de elementos como la ética, opinión critica - argumentativa, habilidad participativa, inteligencia emocional, disposición cognitiva y sobre todo la postura de una actitud científica que merece ser implementada desde temprana edad en las personas en los sistemas educativos; son aspectos que sin duda nos proporcionan alternativas esperanzadoras para afrontar los retos si las efectuamos de manera correcta, destacando el reto laboral y su consecuente influencia para la economia y el desarrollo de una sociedad. Finalmente, ¿nos estancaremos al quedarnos de brazos cruzados, permitiendo que nuestra disciplina contable se desvanezca por la falta de progreso? O ¿Accionaremos a tiempo para moldearnos a los cambios y crisis, y así impactar de forma positiva en la sociedad con la gama del saber contable?... Sin duda, son preguntas que conforman una balanza de dos contrapesos, la cual espera por ser inclinada hacia uno de los dos lados, pero esta vez no será la gravedad la responsable de hacerlo, sino el actuar de quienes la conforman, resaltando la labor universitaria, académica, investigativa y participativa en la practica social de la misma; una respuesta que depende de nosotros como sociedad y al mismo tiempo del saber y quehacer científico que tengamos en nuestras manos, dispuesto a utilizar con determinación a la lucha por ir más allá de lo que nuestras propias competencias nos delimitan.