Sei sulla pagina 1di 3

CLASE N° 08 DEL 2020 AÑO DE EXPECTATIVA

Clase de Célula
EMOCIÓN VERSUS CONVICCIÓN II

TEXTO: Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura,
porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. Neh.4:6

INTRODUCCIÓN

(Aprovechando los días de cuarentena, leer antes de la clase todo el libro de Nehemías,
para entender el mensaje.)

Las convicciones deben ocupar el primer lugar.


El pasaje muestra que mientras hubo ánimo el pueblo edificó.
Aquí vemos la importancia del buen ánimo a la hora de tener que enfrentar desafíos.
Luego de haber comenzado con entusiasmo a edificar, se levantaron los enemigos
Sanbalat y Tobías que los desalentaron a que dejaran de trabajar.

La historia nos menciona que a pesar de eso el pueblo no se dejó dominar por el temor,
sino que tomaron las precauciones necesarias para poder continuar la obra que habían
comenzado.

Mientras hubo decisión los muros fueron construidos.

DESARROLLO

Cada vez que nos levantemos a edificar la obra de Dios no podemos ignorar que en
nuestras vidas querrá aparecer el desánimo y hacernos desistir de lo que estábamos haciendo,
pero mientras haya decisión, siempre lograrás el éxito.

El diablo va a intentar desanimarnos por medio de las emociones trayéndonos duda,


temor, inseguridad y tristeza para confundirnos y que dejemos de edificar.

Estamos frente a un tiempo de crisis mundial, dado al avance del contagio y proliferación
del coronavirus, esto ocasiona un fuerte temor debido a las constantes noticias al respecto,
causando en nosotros sensación de inseguridad, temor e incertidumbre del porvenir.

Las emociones nos engañen cuando el trabajo que habíamos planeado no alcanza los
resultados previstos, cuando sentimos que las personas nos defraudan o cuando los problemas
se levantan como gigantes a los que parece imposible derribar. Esos serán los momentos en los
que aparecerá el enojo, el miedo, la angustia, la impotencia, etc. pero Dios peleará por nosotros
cada vez que le entreguemos el control de lo que nos sucede.

Cuando los días comienzan a pasar y no tenemos los resultados conforme al esfuerzo
invertido, cuando todo no sale de manera completamente distinta de la deseada, entonces nos
sentimos como un volcán a punto de estallar y esto nos lleva a tomar decisiones basadas en la
emoción del momento, que serán desacertadas por no ser objetivas y por estar empañadas con
los peores sentimientos.
Pensemos, ¿qué hubiera sido de nosotros si el Señor hubiera dependido de lo que sentía
cuando tuvo que cumplir su misión de salvar a este mundo? ¿Qué hubiese sucedido si
predominaba en él el enojo por tanto menosprecio, o si hubiese sido dominado por el temor en
Getsemaní; o si hubiese prevalecido la duda cuando era clavado en la cruz.?

Cuando una persona es puramente emocional va a ser inconstante en todos sus caminos,
más aquel que tenga sus convicciones por delante, terminará lo que el Señor le ha
encomendado hacer.

Si no dominamos nuestras emociones, seremos personas variables pues la inestabilidad


emocional es símbolo de la inestabilidad en todos los demás ámbitos, como la familia, el trabajo,
el ministerio y la vida espiritual.

Cuando le entrego un lugar equivocado a los sentimientos, estos querrán manejar mi vida,
trayendo como consecuencia falta de frutos en lo que hago.

Existe una característica que no puede faltar a la hora de edificar y es la perseverancia.

La perseverancia es fruto de la convicción y no de la emoción.

La persona que comienza a trabajar ministerialmente pero a mitad de camino al


enfrentarse con un obstáculo abandona, es un ejemplo de inconstancia.

Santiago 1:8 dice: “el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”.

CONCLUSIÓN

Si construimos sobre la base de las convicciones no tengamos dudas de que ya no habrá


vientos y dificultades que destruyan lo que logramos edificar.

No nos dejemos intimidar por las noticias en la TV, los diarios, la radio o cualquier otro
medio sobre el coronavirus, o de la situación económica, o del desabasteciemiento de productos
alimenticios, o lo que fuera, tomemos precauciones y seamos prudentes en lavarnos las manos
y hacer lo que debemos hacer, pero no abandonemos nuestra posición y lo que debemos
construir en y para la obra de Dios. No permitamos que nada nos intimide. No seremos
insensatos, pero tampoco ociosos. No seremos necios pero tampoco cobardes. Haremos lo que
debemos hacer sin temor.

ILUSTRACIÓN: MARTIN LUTERO Y LA PESTE *** Palabras de dirección.

Cuando Martin Lutero estaba lidiando con la horrible peste negra, escribió estas sabias palabras que
pueden ayudar a informarnos sobre cómo abordamos las cosas que suceden en nuestro mundo en este
momento ...

“Le pediré a Dios misericordiosamente que nos proteja. Luego fumigaré, ayudaré a purificar el aire,
administraré la medicina y la tomaré. Evitaré lugares y personas donde mi presencia no sea necesaria
para no contaminarme y, por lo tanto, infligir y contaminar a otros y así causar su muerte como
resultado de mi negligencia. Si Dios quisiera llevarme, seguramente me encontrará y he hecho lo que
esperaba de mí, por lo que no soy responsable ni de mi propia muerte ni de la muerte de los demás. Sin
embargo, si mi vecino me necesita, no evitaré el lugar o la persona, sino que iré libremente como se
indicó anteriormente. Mira, esta es una fe tan temerosa de Dios porque no es descarada ni imprudente y
no tienta a Dios ".

Obras de Lutero Volumen 43 pág. 132 la carta "Si uno puede huir de una plaga mortal" escrita al
reverendo Dr. John Hess

Cuando priorizamos nuestras convicciones, el Señor irá por delante de manera que todo
lo que emprendamos llegue a dar el fruto que tanto esperamos ver. Y así será.

Potrebbero piacerti anche