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CLASE N° 07 DEL 2020 AÑO DE EXPECTATIVA

Clase de Célula
EMOCIÓN VERSUS CONVICCIÓN I

TEXTO: “  Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a
doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,   y que tuviesen autoridad para
sanar enfermedades y para echar fuera demonios: a Simón, a quien puso por sobrenombre
Pedro” Marcos 3:13-16

INTRODUCCIÓN:

Hoy más que nunca el mundo está dirigido por la idea de obrar de acuerdo con las
emociones. Se escucha decir: “haz lo que sientas, lo que tu corazón te dice”.
¿Te imaginás lo que podría llegar a suceder si le damos rienda suelta a este pensamiento,
si nos dejamos conducir exclusivamente por los sentimientos? Es muy probable que nos
equivoquemos.

DESARROLLO:

Este pasaje nos relata el momento en que Jesús llamó a sus Discípulos. Si bien hace
referencia a todos ellos, menciona un hecho particular en relación con Simón, a él le fue
cambiado su nombre por el de Pedro.
Simón significa “junco”, algo que se mueve de un lado hacia otro según el soplar del
viento. Los nombres nos identifican y revelan parte de nuestra personalidad.
Simón era así, una persona dominada por las emociones, sin embargo, el Espíritu Santo
realizaría en él un cambio maravilloso hasta que finalmente se convertirían Pedro cuyo
significado no es de un débil junco, sino que sería cambiado a una “roca sólida” .

De la misma manera la obra de Dios es llevada a cabo en cada uno de nosotros, llegamos
ante Él llenos de defectos y él realiza, como buen alfarero, una inmensa transformación en
nuestras vidas.

Una característica que sobresale en el temperamento de Pedro es que era un hombre


sumamente emocional, dominado por sus sentimientos, y esto lo hizo cometer muchos errores
que se evidenciaron en su conducta inapropiada. Veamos algunos:

 en el monte de la transfiguración le sugerire a Jesús construir algunas enramadas para


quedarse allí y disfrutar de la presencia de Dios olvidando el motivo principal de su
llamado a predicar el Evangelio.

 lo arrojó precipitadamente de la embarcación para caminar sobre las aguas; pero a la vez
esto lo hizo experimentar otra emoción: el temor. La emoción hizo saltar a Pedro de la
barca pero también por poco lo mata.

 en otra ocasión por permitir que sus emociones lo controlen le cortó una oreja el siervo del
sumo sacerdote. Pedro que había sido llamado para predicar vida termina progando
muerte.
Si continuamos la lista de sus errores puede seguir engrosándose debido a que se dejaba
gobernar por las emociones.

¿Era Pedro siervo de Dios? seguro que SI, pero debía suceder en él una transformación
para que sus emociones no tuvieran la responsabilidad de comandar su ministerio y para que
Dios pudiera usarlo como luego lo hizo.

El primer indicio de eso comienza con el cambio del nombre.

Ahora bien, las emociones no son negativas en sí mismas, y es un hecho que Dios las
creó con un propósito. Ellas nos permiten experimentar y expresar lo que sentimos y disfrutar de
los momentos hermosos de la vida que nos producen una intensa alegría, felicidad y paz y a la
vez nos permiten desahogarnos en aquellos momentos que nos invade la tristeza y el pesar.
El problema se genera cuando las emociones comienzan a condicionarnos y llegan a
tomar la delantera convirtiéndose en la locomotora de nuestras vidas.
Es imposible crecer si dependemos de las emociones. Cuando dependemos de los
sentimientos, el temor se instalará en nuestras vidas y nos paralizará, la tristeza nos detendrá y
no podremos ver que la solución está tan solo en seguir caminando.
La persona que depende exclusivamente de las emociones nunca llegará a obtener nada
importante, porque su vida estará supeditada a lo que siente o deja de sentir.

Es tiempo de poner nuestros sentimientos en el lugar que les corresponde, no se trata de


anularlos.

Tal vez Dios deba hacer en nosotros la misma obra que hizo en la vida de Pedro y
transformar el junco en una roca firme, dispuesta hacer su voluntad todos los días de nuestra
vida.

Los sentimientos deben secundar a las acciones, y no éstas ser auxiliares de las
emociones.

Ejemplos donde las emociones son las que manejan las acciones.
 personas que expresan sus ganas de servir a Dios pero a medida que pasan los días ese
fuego se debilita y abandona el llamado. Esto es una vida manejada por emociones.

 matrimonios que discuten y expresan las ganas de divorciarse pero cuando las aguas se
aquietan, se reconcilian y a los días inciden en el mismo error. Esta estabilidad emocional
termina gastando todo proyecto a largo plazo y socaba los cimientos de la familia.

 personas que dicen lo que sienten sin medirse y se meten en problemas y luego tardan
meses en reparar el daño.

 en lo laboral acumulamos presiones no aguantamos y decidimos renunciar, luego lo


pensamos fríamente y nos damos cuenta que fue un error pero ya se perdió el trabajo.
Una vez más el manejo malo de las emociones retrasa la prosperidad económica que
Dios prometió entregar.
¿viviste algo de esto?

CONCLUSIÓN

La clave para alcanzar el éxito en lo que emprendemos, es priorizar la decisión


de lo que debo hacer por encima de lo que siento.

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