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El Hades tenía en un tiempo dos compartimientos: uno para las almas de los salvos,

el otro para las almas de los inconversos.

Esto se enseña claramente en Lucas 16: 19:31. El hombre rico murió, su cuerpo fue
sepultado y él fue al Hades, vs. 22-23; en el Hades era atormentado (torturado) por
una llama, vs.23, 24, 25, 28, es un “lugar” literal, v.28. Este es el lugar al que van,
después de la muerte, las almas de los que no son salvos, pero en el Hades también
hay otro compartimiento ocupado por Abraham y Lázaro, v.23, ese era el lugar al
que iban los justos que habían muerto, este compartimiento era un lugar de
consuelo, v.25, es llamado el “seno de Abraham”, Lucas 16:23. El “seno de
Abraham” es el lugar donde los muertos justos tienen comunión unos con otros y
con Abraham, quien es el padre de los creyentes. El Hades también es llamado
“paraíso”, donde fueron el ladrón en la cruz y Cristo, Lucas 23:43.

Era posible comunicarse entre estos dos compartimientos, vs.24-31, sin embargo,
era imposible pasar de un compartimiento a otro, v.26. El destino de las personas
en los compartimientos ya estaba fijado y determinado y no podía ser cambiado. La
manera de evitar ir al compartimiento en el que hay llama y tormento y la manera
de entrar al compartimiento en que se es bendecido con Abraham, es oír y
escuchar la Palabra de Dios mientras uno aún está con vida, vs. 27-31.

El siguiente diagrama representa el Hades antes de la resurrección de Cristo, que


muestra los dos compartimientos:
 

Lucas 16:19-31 no es una parábola.

La gente ha tratado de negar las sencillas verdades que se enseñan en Lucas 16: 19-
31, insistiendo que esto es solo una parábola y que, por lo tanto, no tiene nada que
enseñarnos sobre el lugar al que va el alma después de la muerte.

Muchos grupos que niegan el castigo eterno, dicen que este pasaje es una
parábola, porque no creen lo que enseña sobre el Hades. Este pasaje enseña
claramente que el Hades es un lugar de tormento y sufrimiento consciente para los
malos. Esos grupos piensan que si este pasaje es solo una parábola, entonces no
tienen que aceptar lo que enseña sobre la condición del hombre después de la
muerte. La Biblia no dice que esto sea una parábola, y aunque fuera una parábola,
sería una parábola muy especial, por las siguientes razones:
1. Sería la única parábola en la Biblia que describe ciertas cosas que están fuera de la
esfera de la experiencia humana. Todas las demás parábolas hablan de cosas que nos
son familiares, como aves, semilla, campos, perlas, trigo, granero, levadura, peces,
etc. Mateo 13. Este pasaje es diferente, porque habla de lo que sucede a dos
hombres después de la muerte, y este es un campo en el cual ninguno de nosotros ha
tenido experiencia personal alguna. Una parábola es una historia terrenal con un
significado celestial o espiritual, pero Lucas 16 trasciende la esfera de lo terrenal.

2. Sería la única parábola de la Biblia que usa un nombre propio (Lázaro).

3. Sería la única parábola de la Biblia que menciona repetidas veces a una persona
histórica como Abraham. Además, esta persona histórica sostiene efectivamente un
diálogo con el hombre rico. En esta parábola también se menciona a Moisés, otro
personaje histórico, ¿Qué otra parábola habla de personajes históricos reales?.

4. Sería la única parábola de la Biblia que describe los lugares a los cuales van los
muertos (Hades, el seno de Abraham, un lugar de tormento).

5. Sería la única parábola de la Biblia que menciona ángeles. Comparar Mateo 13 vs. 24-
30, 36-43, 47-49 donde se mencionan ángeles en la explicación de la parábola, pero
no en la parábola misma.

1. Si el Hades no es realmente un lugar de tormento, entonces esta sería la única


parábola de la Biblia donde el Señor Jesús enseña error en vez de verdad. Eso
no es posible.

Después de la muerte de Cristo hubo un gran cambio en cuanto a la ubicación del


paraíso, la morada de las almas de los salvos. De acuerdo con Lucas 23: 43, el Señor
Jesús y el ladrón en la cruz fueron al paraíso, que como hemos visto, equivale al
Hades (el compartimiento de los salvos, el seno de Abraham).

En 2° Corintios 12: 2,4 leemos que después de la resurrección y ascensión de Cristo,


en los días del Apóstol Pablo, el paraíso equivale al tercer cielo, y siempre ha sido la
morada de los justos, pero su ubicación ha cambiado. Murieron el ladrón en la cruz
y Jesús y ellos fueron al paraíso, que estaba ubicado en el Hades. Pablo fue
arrebatado al paraíso que estaba ubicado en el tercer cielo. Parece que en el
momento de la resurrección y ascensión de Cristo tuvo lugar este cambio de
ubicación, cuando los santos que estaban en el Hades fueron reubicados en el
tercer cielo.

Varios eruditos de la Biblia creen que Efesios 4: 8 describe el momento en que los
justos fueron llevados al paraíso celestial: “Subiendo (Cristo) a lo alto, llevó cautiva
la cautividad.” Los santos del paraíso en el Hades estaban esperando que sus
pecados fuesen pagados por medio de la obra acabada de Cristo en la cruz del
Calvario; una vez que sucedió este gran evento, ellos fueron llevados al paraíso
celestial.  

Hoy día cuando un creyente muere, él no va al Hades y tampoco al centro de la


tierra, sino va inmediatamente al cielo a estar con Cristo. Leer con atención 2°
Corintios 5:8 y Filipenses 1: 21, 23.

Después de la muerte y resurrección de Cristo, los muertos injustos permanecen en


el Hades donde esperan la segunda resurrección, en el cual comparecerán ante el
Juicio del Gran Trono Blanco antes de ser lanzados al lago de fuego, Apocalipsis 20:
11-15.

Hoy cuando muere una persona que no es salva, va al Hades, el mismo lugar al que
siempre han ido los que no son salvos, el mismo lugar al que fue el hombre rico de
Lucas 16: 19-31. Es un lugar de tormento y sufrimiento, Lucas 16: 23-25. El hombre
rico no quería que sus hermanos vinieran a un lugar de tanto tormento, Lucas 16:
28. Los inconversos que mueren y van a este lugar de tormento son los que no
quisieron oír y guardar la Palabra de Dios, Lucas 16: 28-31. El Hades no es la
morada final de los malos, es una prisión temporal. El lago de fuego será la morada
eterna de todos los que han despreciado la Palabra de Dios y han rechazado a su
Hijo Jesucristo, Apocalipsis 20: 11-15; Mateo 25: 41,46.

Las almas que están en cada compartimiento del Hades esperan un gran evento. Su
ubicación no puede cambiar hasta que tenga lugar el gran evento.

Los creyentes que murieron antes de la muerte de Cristo estaban en el


compartimiento del Hades que es llamado “el seno de Abraham”, Lucas 16: 22 y
“paraíso”, Lucas 23: 43. Estos incluyen a Abraham, Isaac, Jacob, David, Isaías,
Daniel, el ladrón en la cruz, etc. Ellos estaban esperando un gran evento, es decir,
el pago total de sus pecados que tendría lugar en la cruz del Calvario. Una vez que
esto sucedió, Cristo los liberó y los sacó del Hades y los llevó al cielo.

Los que están en el compartimiento de los no salvos del Hades, quedarán allí hasta
que tenga lugar un gran evento: el futuro y final juicio de todos los malos; este
juicio también es llamado el Juicio del Gran Trono Blanco, y cuando suceda este
gran evento, sus almas serán sacadas del Hades, sus cuerpos serán resucitados (la
segunda resurrección—Juan 5:29), y ellos comparecerán ante Dios. Sus obras serán
inspeccionadas mostrando claramente que les faltó la justicia que Dios requiere,
Apocalipsis 20: 12-13. Ellos verán que sus nombres no están escritos en el libro de
la vida del Cordero, Apocalipsis 20: 15, porque ellos nunca recibieron al Señor
Jesucristo como a Su Salvador, Juan 1: 12. Todos los que rechazan a Cristo
perecerán eternamente, Juan 3: 16-19.

Esto está ilustrado de la siguiente manera:

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