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Muchos niños experimentan celos hacia sus hermanos, normalmente hacia el más
pequeño, es algo que está dentro de la normalidad, no podemos evitar que
aparezcan con seguridad, pero podemos preparar al niño para la llegada del nuevo
hermano e incluso podemos hacer que éste periodo de celos no sea tan duro para él.
Tenemos que tener en cuenta que durante esta fase son frecuentes reacciones de
miedo e inseguridad, conductas llamativas e incluso reacciones emocionales como la
falta de apetito, de sueño, vuelta a orinarse, retención de heces, etc.
Si la mamá está embarazada es un buen momento para comenzar a hablar del nuevo
hermanito. Cuando un niño nota cambios en la familia pero no le son explicados
puede sentirse inseguro y tener reacciones inexplicables como alteraciones en la
conducta o en las emociones.
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¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A NUESTRO HIJO ?
Fomentar la independencia.
- Ofrecerle mucho cariño antes de la separación. Jugar sólo con él. Abrazarle y besarle,
pero solo cuando no se aferre demasiado ni lo pida con demasiada insistencia, y nunca
cuando tenga una rabieta.
- No estar todo el día pendiente del niño. Dejarle que funcione solo hasta que pida ayuda.
Le ofreceremos nuestra ayuda cuando nos la pida y solo cuando sepamos que no sabe
hacerlo, si sabemos que es capaz de hacerlo, le animaremos y apoyaremos. Le
elogiaremos por hacerlo o por los intentos. Reforzaremos especialmente la conducta que
deseamos.
Puede ser éste un momento especial para intensificar las relaciones del papá con el
hijo, ya que la madre, sobre todo en los primeros meses del recién nacido, estará más
ocupada con él, y por tanto prestará menos atención al hermano mayor. Con esto
conseguiremos que el niño no se sienta tan abandonado y falto de atención, y que por
tanto no la reclame.