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Las miasmas,1,2,3
El concepto de miasmas procede de la homeopatía, consisten en factores
externos al físico que predisponen a una enfermedad. Es un tipo de patrón
de respuesta que posteriormente se manifestará como enfermedad. Se
puede interpretar como una tendencia en la estructura del campo
morfogenético (en la teoría de Rupert Sheldrake), una predisposición
genética, una tendencia karmica o simplemente como una perturbación en
el campo energético externo que posteriormente se manifestará como
enfermedad. En el análisis del estado de bienestar por medios radiestésicos
o radiónicos debe contemplar la medición de estas tendencias, para una
posterior disolución por algún tipo de terapia vibracional o energética.

No deben verse estos factores como enfermedades latentes, sino más bien
como patrones de virus, enfermedades o conflictos que no se solucionaron
desde su raíz, y que con el envejecimiento, la falta de equilibrio emocional
o factores medioambientales, darán como resultado una enfermedad
crónica.

El redescubridor de la homeopatía, el doctor Hahnemann, consignó tres


factores de tendencia o miasmas: Psora, sicosis y Sífilis. Posteriormente se
añadieron dos más: Tuberculinico y Canceroso. No hay que ver estas
influencias con la visión actual, por ejemplo, sifilis, no se refiere a la
enfermedad tal cual, sino a la tendencia energética. Las miasmas pueden
estar latentes o manifiestas. Las características de las cinco miasmas son:
Psora: Es la causa general de la debilidad energética, se trata de una
hipersensibilidad general y cuyo origen es el miedo. Es la miasma primordial
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y se trasmite de generación en generación. Se manifiesta como minusvalía,


ansiedad, angustia y todo tipo de temores. Latente hace que reduzca o
modifique la energía vital, con trastornos esporádicos. Manifiesta se muestra
como incapacidad para aliviar las tensiones psíquicas, con desequilibrios
psicosomáticos que estimulan y aumentan los trastornos existentes. Sus
síntomas son: temor, depresión, humor cambiante, cefaleas nerviosas,
vomito, constipación, fiebres repentinas, sequedad y poca segregación de
los fluidos corporales.
Sicosis: Es el desequilibrio por exceso, cuando el yo individual es anulado
por factores externos. No corresponde con la denominación psiquiátrica de
psicosis. Es causado por medicamentos, por las emociones intensas y por
los momentos de cambios intensos. Se asocia con la producción de
tumores, las verrugas, las varices, la obsesión, hemorroides, las actitudes
tiránicas, egoísmo, tendencia a fantasear, los dolores suelen ser pulsantes
e intensos.
Sífilis: Se le denomina “miasma destructivo”, es una tendencia patológica
con degeneración psíquica y somática. En tanto a nivel psicológico se
reduce la capacidad intelectual y se entra en un ciclo auto destructivo. A
nivel físico se manifiesta con ulceras y necrosis. Los síntomas son: dolor en
el cráneo, neuralgia, supuración en los oídos, costras sangrantes en la nariz,
cefaleas abundantes y periódicas, así como diarreas sin cólicos.
Tuberculinico: Es la unión de los síntomas emocionales de la psora con los
destructivos de la sífilis. Es una debilidad general del organismo que
evoluciona a la degeneración y posteriormente a la autodestrucción. Sus
síntomas son la delgadez extrema con infecciones respiratorias, sudoración,
diabetes, diarreas y algunos tipos de alergias. La intolerancia, la irritabilidad
e inadaptabilidad son síntomas de esta miasma que también pueden
aparecer.
Canceroso: Es la unión del aspecto emocional de psora con los destructivo
de la sífilis, más la hipertrofia de la miasma sicosis. Por causa de la debilidad
y de una defensa excesiva el cuerpo llega un proceso de degeneración y
autodestrucción. Es la complicación más severa de las miasmas con un
bloqueo total del flujo de energía. Se manifiesta como reumatismo crónico,
enfermedades cardiacas, cáncer como manifestación final, adelgazamiento
rápido e injustificado. A nivel mental surgen las obsesiones en aspectos
insignificantes, las ideas fijas y una preocupación obsesiva por la salud.

En los manuales de homeopatía se puede encontrar una descripción más


detallada de las miasmas y de sus síntomas, pero este no es el objetivo de
la presente explanación, solo se pretende dar una introducción. Un
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homeópata cualificado puede dar el remedio y tratamiento adecuado. A nivel


energético el balance de las miasmas se puede determinar por medios
radiestésicos cuales son las que afectan, y de este modo actuar con tasas
o con frecuencias. A continuación, se aporta lista de las mismas:

Frecuencias, el ciclo de trabajo (duty) debe ajustarse a un 75%, durante 40


minutos:
• Miasma general: 4686.6 Hz.
• Luesinum: 4686.6 Hz.
• Psora: 7011.8 Hz.
• Sicosis: 6152.8 Hz.
• Sífilis adquirida: 7909.5 Hz.
• Sífilis congénita: 8650 Hz.
• Tuberculinico: 402 Hz.
• Tuberculinico Klebs: 4598.6 Hz.
• Canceroso: 5293.7Hz.
• Carcinoma: 309 Hz.

Tasas radiónicas base 10:


• Miasma general: 599883 y 50908.
• Luesinum: 560290.
• Psora: 448756.
• Sicosis: 787558.
• Sífilis adquirida: 8099373.
• Sífilis congénita: 553599.
• Tuberculinico: 402.
• Tuberculinico Klebs: 294311.
• Canceroso: 677593 y 70091.
• Carcinoma: 309.

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