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Los principales costos de las epidemias son para el sistema de salud, público y privado, con el
tratamiento médico de los infectados, los costos por hospitalización y control clínico-terapéutico
de los pacientes, la lucha contra el coronavirus y la vigilancia de laboratorio, costos que colapsa el
sistema de salud y del control de los brotes.
Para los trabajos, la epidemia causa ausentismo laboral de los enfermos y sus cuidadores o
disminuyen su eficacia en el trabajo, lo cual merma y altera la productividad. A eso se une el temor
a la infección, que puede originar cierre de escuelas, empresas, comercios, transporte y servicios
públicos lo que perturba las actividades económicas y otras socialmente valiosas.
Para las farmacéuticas se beneficiarán con sus productos necesarios para la respuesta al brote. Las
aseguradoras de salud probablemente asuman costos, al menos en el corto plazo. Los más
afectados son los pobres que sufrirán los costos desproporcionadamente, podrían tener menos
acceso a servicios médicos y menos ahorros para protegerse de catástrofes financieras (poder
pagar hipotecas, la renta, los préstamos, comprar los necesario, etc.), como ha ocurrido con los
huracanes y los temblores.
Surgen preguntas, quiénes pueden afrontar los costos en salud que representa el virus, a quién el
Gobierno le dará prioridad en los tratamientos, a quién los hospitales privados le darán prioridad
en los tratamientos, cómo las farmacéuticas pondrán a disposición los medicamento, entre otras
preguntas. Otras preguntas están relacionadas con los empleos. Las compañías seguirán pagando
facturas médicas, incluido el pago de los salarios a los empleados enfermos en especial en esta
época de desprotección laboral que ha causado la Reforma Laboral.
IMPACTO ECONOMICO
Una reacción pública severa en la que las autoridades locales o la propia población
decidan medidas extremadamente estrictas en una zona determinada podría crear costos
económicos importantes, en particular en las regiones y para las industrias que se
especializan en la producción que no se puede hacer virtualmente (como la fabricación). Si
muchos países optan por este tipo de respuesta, el impacto en la economía mundial
podría ser bastante grande.
IMPACTO ECONÓMICO
IMPACTO DIRECTO EN LA PRODUCCIÓN.
La producción china ya se ha visto sustancialmente afectada por el cierre de la provincia
de Hubei y otras zonas. Algunos otros países también están empezando a sentir un
impacto directo a medida que sus autoridades ponen en práctica medidas similares. La
desaceleración de China tiene efectos en los exportadores a ese país. Según el Banco
Mundial, las mayores fuentes de importaciones de China son Corea, el Japón y otros
países asiáticos.
INTERRUPCIÓN DE LA CADENA DE SUMINISTRO Y DEL MERCADO.
Muchas empresas manufactureras dependen de los insumos intermedios importados de
China y otros países afectados por la enfermedad. Muchas empresas también dependen
de las ventas en China para alcanzar sus objetivos financieros. La desaceleración de la
actividad económica -y las restricciones de transporte- en los países afectados
probablemente repercutirá en la producción y la rentabilidad de determinadas empresas
mundiales, en particular en el sector manufacturero y en las materias primas utilizadas en
la fabricación. En el caso de las empresas que dependen de los bienes intermedios de las
regiones afectadas y que no pueden cambiar fácilmente de fuente de abastecimiento, la
magnitud del impacto puede depender de la rapidez con que se desvanezca el brote. Las
empresas pequeñas y medianas pueden tener mayores dificultades para sobrevivir a la
perturbación. Las empresas vinculadas a los viajes y el turismo se enfrentan a pérdidas
que probablemente no sean recuperables.
REPERCUSIONES FINANCIERAS EN LAS EMPRESAS Y LOS MERCADOS FINANCIEROS.
Las perturbaciones temporales de los insumos y/o la producción podrían poner en tensión
a algunas empresas, en particular las que tienen una liquidez insuficiente. Los
comerciantes de los mercados financieros pueden o no prever o comprender
correctamente qué empresas pueden ser vulnerables. El consiguiente aumento del riesgo
podría revelar que uno o más agentes clave del mercado financiero han adoptado
posiciones de inversión que no son rentables en las condiciones actuales, lo que debilita
aún más la confianza en los instrumentos y mercados financieros. Un posible
acontecimiento (probablemente de baja probabilidad) sería una importante perturbación
de los mercados financieros a medida que los participantes se preocupan por el riesgo de
contraparte. Una posibilidad algo más probable es una disminución significativa de los
mercados de valores y de bonos corporativos, ya que los inversores prefieren mantener
los valores gubernamentales (en particular los del tesoro de los Estados Unidos) debido a
la incertidumbre creada por la pandemia.
IMPACTO EMOCIONAL
El impacto del coronavirus en nuestra sociedad está suponiendo una crisis en nuestra
salud, en la economía y en nuestro estado psicológico y costumbres sociales. Como es
normal cuando la prioridad es la salud, nuestra vida, el primer paquete de información
lanzado por las autoridades sanitarias, ha tenido como objetivo concienciar a la sociedad
sobre la importancia de prevenir el contagio indicando las pautas de autocuidado. Al
mismo tiempo, hemos sido informados de los síntomas del COVID-19 para poder
detectarlo cuanto antes y de qué hacer en caso de padecerlo. Sin embargo, el incremento
en el número de contagios y de fallecimientos por el virus, unido al confinamiento
obligatorio y a la necesidad del cambio de costumbres que esta situación lleva aparejada
en un país en el que nos encanta juntarnos, hacer vida en la calle, acudir a actos
colectivos, etcétera, está haciendo que además de una crisis sanitaria, el SARS-CoV-2 esté
siendo causante de una crisis económica y psicológica.
Respecto a la última, están siendo frecuentes los cuadros de confusión, ansiedad y estrés
ante las circunstancias cambiantes que estamos viviendo estos días. Comprenderlos,
normalizarnos y regularlos, te ayudará a gestionar esta crisis psicológica causada por el
coronavirus que conlleva desde sentimientos de angustia –vinculados en muchos casos al
confinamiento en las casas o incluso al hecho de tener que ir a trabajar con el riesgo de
contagio presente– a un intenso malestar emocional o alteraciones del comportamiento.
Para ayudar en esta tarea, y siempre velando por nuestro bienestar emocional, el Colegio
Oficial de Psicólogos de Madrid, ya ha publicado unas indicaciones para el manejo del
impacto psicológico del COVID-19.
¿Qué emociones puedes sentir ante la crisis del coronavirus?
Es normal que ante una circunstancia anormal como la que estamos viviendo, sientas una
serie de emociones que, si no las comprendes, puedes vivir como más desagradables de lo
que son. Sin embargo, las emociones son nuestras aliadas, no nuestras enemigas, y por
ello, lo único que pretenden es informarte de que algo está cambiando en tu mundo y
que, por lo tanto, se exige una estrategia de actuación por tu parte en una u otra
dirección.
Lo raro e inconveniente sería no sentir ningún cambio emocional o en nuestro
comportamiento dada la situación que estamos viviendo en la actualidad, caracterizada
por la ausencia de buenas noticias (cada vez peores de hecho), circunstancias cambiantes
de un día para otro, e impacto negativo en nuestra sociedad; trabajo, familia, colegios,
costumbres… todos ellos se ven afectados. Aunque te cueste creerlo, las emociones que
“te hacen sentir mal” (por ejemplo, la ansiedad o la dificultad para tomar decisiones)
realmente están al servicio de tu supervivencia.
Es importante no asustarse por padecer estas emociones ya que ellas nos motivan para
llevar a cabo sentimientos de protección (por ejemplo, cierta dosis de ansiedad y
preocupación nos hace que adoptemos medidas de protección adecuadas). Sin embargo,
es posible que algunas personas se sientan sobrepasadas por la situación y estas
emociones se desajusten en intensidad (la precaución les conduce a la angustia, a comprar
compulsivamente) o bien aparecen emociones que lejos de ayudarles a adaptar la
realidad, les desajusten de la misma.
Entre ellas encontramos:
Jalisco 120
Michoacán 29
Morelos 14
Nayarit 9
Nuevo León 88
Oaxaca 22
Puebla 125
Querétaro 36
Quintana Roo 75
San Luis Potosí 35
Sinaloa 74
Sonora 27
Tabasco 83
Tamaulipas 20
Tlaxcala 9
Veracruz 37
Yucatán 62
Zacatecas 10