Sei sulla pagina 1di 13

El lenguaje como instrumento de comunicación

La comunicación es una experiencia (ya sea como emisor o como receptor) en la que
todos los saberes, experiencias y pensamientos de cada uno de los interlocutores
entran en interacción con el proceso discursivo, en la construcción del significado. Por
lo mismo, este hecho supone un punto importante para el autocontrol del
conocimiento de la lengua y para la evaluación del grado de dominio.
En un momento evolutivo, caracterizado por cambios profundos, en la competencia
intelectual, en la estabilidad emocional y afectiva, en las relaciones interpersonales,
en la sensibilidad a las cuestiones y problemas sociales, la mejora de la capacidad y
destrezas lingüísticas es esencial para que el alumno pueda satisfacer adecuadamente
sus necesidades comunicativas.” En el transcurso de la educación secundaria
obligatoria, la acción pedagógica está orientada a afianzar las competencias adquirida
en el nivel primario (hablar, escuchar, leer y escribir) y desplegarla en profundidad,
haciendo especial hincapié en la escritura” (Antonio Nudza).
Las diversas esferas de la actividad humana están todas relacionadas en el uso de la
lengua. Este uso se lleva a cabo en forma de textos (orales y escritos), que reflejan
las condiciones específicas y el objeto de cada una de ellas, por su composición y
estructuración.
Además de su propio valor intrínseco, la lengua es fundamental para la funcionalidad
de las restantes áreas. Es decir, es para los demás: herramienta, auxiliar, sostén,
mediadora y facilitadora de la comunicación.
La lengua es un vehículo para el aprendizaje, y por lo tanto, debe ser aprendida como
tal, este es un aspecto que la escuela no puede negociar y los alumnos deben tener
claro y entender que la lengua es la que utilizan cada día para comunicarse, jugar
hablar, estudiar, aprende, etc. También deben saber que con la lengua pueden leer
historias, inventar personajes y explicar chistes y que esta es un elemento vivo de y
útil para la comunicación.
Toda lengua es un preciado instrumento que nos sirve para atesorar cada vez más el
acrecentado acervo cultural, pues esta sirve como medio de comunicación entre los
seres humanos, esta es el mayor signo de nuestra condición humana, es nuestra
morada.
Dicha lengua acorta la distancia que nos separa y atenúa las diferencias que nos
oponen, nos junta, pero no nos aísla, sus muros son transparentes (Octavio Paz,
palabras pronunciadas en el acto de inauguración del primer Congreso Internacional
de la Lengua Española, Zacateca, 1997). No usamos la lengua para la guerra, menos
para las guerras de las lenguas, de todas las lenguas sale su fortaleza, y en su cultivo
literario se fundamenta su auge y su elástica y elegante vigencia. Todas las lenguas
son para todos y no hay una superior a otra (Palabras pronunciadas en el III
Congreso de Lengua Española, Valladolid, 2001. Gracias a su carácter diverso la
lengua puede, servir de base cognitiva, medio de reflexión comunicación a la
sociedad, si la lengua no cambiara la sociedad tendría que sustituirla, por otro
mecanismo que le permita pensar y comunicarse acorde con los grados de desarrollo
alcanzados (Malmbeerg). Esta sirve para que los seres humanos le den forma a su
pensamiento, para que lo organicen y moldeen, por eso a medida que la sociedad
evoluciona, esta también evoluciona, pues el desarrollo evolutivo de esta es
indetenible, cambia o desaparece y es en ese constante cambiar que la lengua se
hace idónea para expresar todas las abstracciones referentes a la sociedad que la
usa.
La lengua rodea por toda parte a la sociedad y la contiene en su aparato conceptual,
pero al mismo tiempo, en virtud de un poder distinto, configura la sociedad (Emil
Benveniste), esta nace y se desarrolla en seno de la comunidad humana, se elabora
para el mismo proceso por el esfuerzo de producir los medios de subsistencia, de
transformar la naturaleza y de multiplicar los instrumento. La lengua representa una
permanencia en el seno de la sociedad que cambia. Esta a su vez, que es inherente al
individuo es trascendente a la sociedad.
El lenguaje periodístico. Características principales
LOS TEXTOS PERIODÍSTICOS  son aquellos que se escriben con la finalidad de
informar o de opinar sobre un hecho de actualidad y de interés general. Estos textos
llegan a los ciudadanos a través de los medios de comunicación de masas (los
llamados "mass media"), es decir, a través de la radio, de la televisión, de la prensa
escrita (periódicos, revistas, etc., en papel) o de Internet (ediciones digitales). La
prensa escrita ofrece al lector una mayor capacidad de análisis y reflexión sobre los
textos que la radio o la televisión. Por contra, la transmisión es más rápida en estos
últimos por lo que, junto a Internet, ofrecen una información más actualizada que la
de la prensa tradicional.
Los textos periodísticos se caracterizan por la intervención de los siguientes
elementos comunicativos:
-Un emisor (periodista o articulista) que suele representar los intereses de un
determinado grupo editorial.
-Un receptor anónimo, múltiple, diverso en su formación, que no tiene posibilidad de
responder ni de comprobar muchas veces la veracidad de la información.
-Un mensaje condicionado por la actualidad y que no siempre se presenta de manera
objetiva, bien porque el redactor dé una información parcial o sesgada, bien porque
aparezca en página y lugar más o menos visible, según los intereses ideológicos del
grupo empresarial.
-Un código mixto, pues al código lingüístico (la lengua española en nuestro caso) se le
suma el tipográfico (diferente tamaño y color de las letras impresas) y el icónico
(imágenes, fotografías, mapas, gráficos, etc.), además de los recursos sonoros
propios de la radio y de la televisión.
-Un canal tecnológicamente complejo, que salva distancias espaciales en poquísimo
tiempo. A los canales tradicionales (papel y ondas sonoras) hay que añadir Internet,
que se ha convertido en el principal canal de información de la sociedad actual.
-Y un contexto situacional formado por todas las circunstancias relacionadas con el
mensaje: fama de los protagonistas, cercanía al lector, impacto social, etc.
[HÁGANSE LAS REFERENCIAS OPORTUNAS AL TEXTO DEL EXAMEN].
Tres son las funciones principales del periodismo: informar, opinar y entretener. Para
informar se emplea un lenguaje común y expositivo. Para opinar se utiliza un
lenguaje más culto y la exposición se combina con la argumentación. Para entretener
se usa un lenguaje más coloquial. El entretenimiento es un objetivo claramente
secundario de la prensa escrita, pero no tan secundario de la televisión o la radio
actuales, a juzgar por el número de programas que se emiten con esta finalidad.
Como afirma Lázaro Carreter(2), "parece evidente que el lenguaje empleado debe
corresponderse con el género o subgénero: la libertad idiomática que concede una
noticia es mucho menor que la disponible al comentar una corrida o un partido, por
ejemplo. En cualquier caso, ese lenguaje resulta de la persona que escribe o habla
para el público, a la cual condicionan su cultura idiomática y su idea acerca del modo
más eficaz de establecer comunicación con los lectores u oyentes". Esa cultura
idiomática del periodista debe ser lo suficientemente extensa como para usar la
lengua con propiedad y corrección.
Pero en los textos periodísticos es frecuente el uso de un léxico plagado de
extranjerismos innecesarios (light, parking, look), de neologismos (judicializar,
medicamentazo, botellódromo), de siglas y acrónimos sin explicar (IPC, Inem, OCDE,
ERE), de eufemismos (agentes sociales por sindicatos, conflicto laboral por huelga,
residencia para personas gravemente afectadas por discapacitadas) y de calcos
semánticos (situación de emergencia por urgencia, violencia de género por violencia
machista o maltrato). Y en el plano morfosintáctico se observa la tendencia de
muchos periodistas a alargar innecesariamente las oraciones
p.e. estar+siendo+participio: El juez Garzón está siendo investigado por la Justicia,
cuando se puede decir sencillamente La Justicia investiga al juez Garzón) y las
palabras: empleo de locuciones verbales (hacer público, dar inicio, tener lugar) en
sustitución de las formas simples correspondientes (publicar, comenzar, celebrarse) y
uso de palabras derivadas, cuanto más largas, mejor (los llamados
"archisílabos": problemática por problema, climatología por clima, ejemplarizante por
ejemplar, culpabilidad por culpa, temática por tema, finalización por final, etc.).
También hay periodistas que utilizan el gerundio de modo incorrecto, como en estos
ejemplos: La Guardia Civil inmovilizó un camión [*conteniendo] varios kilos de
droga (lo correcto es escribir 'que contenía'); El presidente italiano ha llegado esta
mañana a Madrid, [*existiendo] la posibilidad de que se entreviste por la tarde con el
Rey ('y existe') (3).
En definitiva, si los mass media son los transmisores de la información y
responsables, en gran medida, de la formación de los ciudadanos, y para ello
emplean como herramienta fundamental la lengua, los periodistas no pueden
contentarse con usar la lengua de la misma manera que un ciudadano normal. "Yo no
concibo -dice Manuel Seco(4)- un transportista que se limite a saber conducir su
camión, sin preocuparse para nada del motor, de los frenos, de la dirección y de las
ruedas".
Requisitos esenciales para el lenguaje periodístico
6.1. Características esenciales del lenguaje periodístico
 Claridad. La claridad del mensaje se consigue únicamente empleando un
lenguaje que sea comprensible para todos, sin distinción de niveles de formación y
culturales. Debe estar  construido mediante estructuras gramaticales simples
(“sujeto, verbo, complemento”). El lenguaje periodístico en los medios audiovisuales
puede ser imaginativo pero nunca complejo por lo que salvo excepciones, deben
evitar las figuras retóricas y las estructuras gramaticales propias de la escritura
literaria.
 Precisión. El lenguaje en los medios audiovisuales debe ser preciso a fin de
expresar sólo lo que se pretende decir y no dar margen para interpretaciones
erróneas. Los profesionales de la información de RTVE deben evitar, siempre que sea
posible, expresiones vagas en materia de cantidad, tales como varios, algunos, etc.
 Brevedad. Las frases cortas y construidas de modo directo son las más
eficaces para transmitir una idea. La construcción ocasional de oraciones
subordinadas tiene como fin evitar la monotonía de un lenguaje demasiado lacónico.
 Verbos de acción. Los verbos que expresan acción atraen más la atención y,
si están bien  escogidos, expresan con más precisión lo que se quiere comunicar. Es
conveniente evitar los verbos estáticos (ser, estar) si se puede expresar la misma
idea con un verbo de movimiento.
 Informar en positivo. El mensaje resulta más claro si se construye en
positivo. Siempre que sea posible, deben evitarse las frases negativas. Por idéntico
motivo, se prefieren verbos en positivo como, por ejemplo, “rechazar” en lugar de
“no admitir” o “prohibir” en lugar de “no autorizar”.
6.3.1. Puntuación

El texto de los informativos de radio y televisión se escribe para ser leído en voz alta,
bien por el autor o por otra voz. Los profesionales de RTVE deben evitar expresiones
confusas, mala dicción, entonaciones forzadas, esdrujulear, cortes en la secuencia
fónica, acentos en preposiciones, etc. Todo eso conduce a ritmos y formas de lectura
que, aunque puedan estar aceptados en el medio, nada tienen que ver con el idioma
español.

La frase debe ser escrita de forma clara, sencilla y pronunciarse correctamente, con
las pausas oportunas después de los puntos y comas. Tan importante es puntuar
adecuadamente como que la lectura se ajuste a esa puntuación. Las pausas en la
lectura deben coincidir con las necesidades de respiración. Es habitual que
presentadores e informadores en general puntúen o adapten los textos a su estilo de
lectura, estableciendo pausas innecesarias que incluso pueden llegar a alterar o
dificultar la comprensión del texto.

Ejemplo de error de puntuación: Una sacudida en Oriente, genera la duda mundial


ya que podría tratarse de una segunda prueba nuclear.

Comentario: Existe una coma donde no debe haberla. La ubicación de una pausa


entre el sujeto y el verbo no es correcta gramaticalmente.

Ejemplo de error de puntuación: El ex ministro de defensa, José Bono, ni


confirma, ni desmiente su interés por la alcaldía de Madrid.

Comentario: Existe una coma de más, detrás de “confirma”. Si es interpretada


correctamente por quien la lee, resultará una lectura entrecortada, carente del ritmo
adecuado.

Ejemplo de error de puntuación: Esta vez no ocurrió lo mismo que contra


Eslovaquia, la selección de España sub-21 no fue capaz de remontar los dos goles a
Italia.
Comentario: Una lectura literal daría lugar a un error, ya que, en lugar de coma,
debe figurar un punto.

Ejemplo de error de puntuación: Lo dicho por Rivera y, por extensión de


Ciutadans, es que su candidatura ha salido más que airosa de los comicios.

Comentario: La lectura literal de lo que está escrito nos llevaría a cometer un error.
La coma situada tras “Ciutadans” debería ubicarse tras la palabra “extensión”.

6.4.5. Abreviaturas, siglas y acrónimos

El género de las abreviaturas concuerda generalmente con el de la palabra que se


abrevia (el licenciado/ el lcdo; la licenciada/ la Lcda..). En el caso de las siglas y los
acrónimos, adoptan normalmente el género de la palabra principal de la
denominación completa: el PSOE / el Partido Socialista Obrero Español; el teleñeco,
de televisión y muñeco.

6.4.4. Nombres de países y ciudades

El género de países y ciudades depende sobre todo de la terminación. En general, los


nombres de países que terminan en –a átona concuerdan en femenino (“La vieja
España), mientras que los terminados en –a tónica o en otra vocal y en consonante,
suelen concordar en masculino (“El México de hoy”).

De igual forma, las ciudades que terminan en –a suelen concordar en femenino (“La
Córdoba romana”), mientras que las que terminan en otra vocal o en consonante
suelen concordar en masculino, aunque casi siempre es posible la concordancia en
femenino. También admiten los dos géneros cuando se anteponen todo y toda
(“Todo/toda Madrid salió a la calle para celebrar la victoria”).

6.4.3. Profesiones, cargos y títulos

Atendiendo a criterios morfológicos, se pueden establecer las siguientes formas:

a) Aquellos cuya forma masculina acaba en –o forman el femenino sustituyendo esta


vocal por una –a (bombera, médica, ministra), aunque hay excepciones, como testigo
o los sustantivos que proceden de acortamientos como otorrino, que funcionan como
comunes. En algunos casos el femenino presenta la terminación culta –isa (diaconisa)
y excepcionalmente hay voces (vampiro/vampiresa).

b) Los que acaban en –a suelen ser comunes (astronauta, cineasta), así como   los
formados con el sufijo –ista (pianista, taxista). Excepcionalmente, de modista se ha
generado modisto.

c) Los que acaban en –e tienden a funcionar como comunes (conserje). Algunos


tienen formas femeninas específicas con los sufijos –esa, -isa o –ina (/alcaldesa,    
sacerdotisa, heroína). En algunos casos se han generado femeninos en –a  
(dependienta).

d) Los que terminan en –i o en –u funcionan también como comunes (maniquí, gurú).


e) En cuanto a los terminados en – y, el femenino de rey es reina, mientras que los
que toman modernamente esta terminación funcionan como comunes: el/la yoquey.

f) Los que acaban en –or forman el femenino añadiendo una –a   (escritor/escritora),


y en algunos casos la terminación –triz (actor/actriz).

g) Los que acaban en –ar (militar), -er (chofer), -ir, (faquir) o –ur (augur), funcionan
hoy normalmente como comunes, aunque existen formas femeninas acabadas en –
esa o en –a, de un uso poco común (choferesa, bachillera).

h) Los agudos acabados en –n y en –s forman normalmente el femenino añadiendo


una –a (bailarín/bailarina, dios/diosa), excepto barón (baronesa) e histrión
(histrionisa). Otras excepciones son rehén y edecán, que son comunes. Las palabras
llanas acabadas en –n y en –s también funcionan como comunes (el/la barman).

i) los que acaban en –l o –z tienen a funcionar como comunes (corresponsal,


portavoz), aunque algunos han desarrollado un femenino en –a (concejala, jueza).

j) Independientemente de su terminación, son comunes los nombres de grados


militares (cabo, teniente, etc), los que designan al músico por el instrumento que    
toca (batería, contrabajo), y los sustantivos compuestos que designan personas
(mandamás, cazatalentos).

k) Cuando el nombre de una profesión o cargo está formado por un sustantivo y un


adjetivo, ambos elementos deben ir en masculino o femenino dependiendo del sexo
del referente (la primera ministra).

Siguiendo las indicaciones de la Fundéu, se recomienda que los nombres comunes en


cuanto al género, como juez o piloto, se utilicen tanto para hombre como para mujer.
De esta forma se preferirá el juez/la juez, aunque esté reconocido el término jueza.
En el resto de profesiones se usará el femenino aceptado por la RAE: médico/médica,
abogado/abogada, ingeniero/ingeniera, arquitecto/arquitecta, etc.

.4.2. El masculino para ambos sexos

 El masculino gramatical de los sustantivos que designan seres animados se


emplea para referirse a los de sexo masculino, pero también a la especie, sin
distinción de sexos: El hombre es el único animal racional; el gato es un buen animal
de compañía. Lo mismo ocurre cuando se emplean en plural: Los hombres
prehistóricos se vestían con pieles de animales; en mi barrio hay muchos gatos. Solo
es necesario explicitar los dos géneros cuando la oposición de sexos es relevante: La
proporción de alumnos y alumnas en las aulas se ha ido invirtiendo progresivamente.
 Para referirse a colectivos mixtos, se ha extendido entre los políticos y algunos
periodistas la costumbre de mencionar ambos sexos (los alumnos y las alumnas), la
de recurrir a soluciones artificiosas (los y las alumnas) e incluso las de utilizar en
publicaciones el símbolo de la arroba (alumn@s), que no es un signo lingüístico.
Aunque parezca “políticamente correcto”, es una incorrección gramatical que, en
casos extremos, llevaría a redacciones absurdas: Algunos y algunas alumnos y
alumnas son extranjeros y extranjeras, principalmente rumanos y rumanas y chinos
y chinas.
6.4.1. Comunes, epicenos y ambiguos

 Comunes. Tienen la misma forma para los dos géneros gramaticales. Son los
artículos y los adjetivos los que determinan el género: el/la pianista; ese/esa
psiquiatra; un buen/una buena profesional.
 Epicenos. Su forma es única y pueden ser masculinos (personaje, vástago,
tiburón, lince) o femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz). En este caso, la
concordancia depende del género gramatical del sustantivo, no del sexo del
referente; así, debe decirse La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital
más cercano.
 Ambiguos. Admiten su uso en uno u otro género, sin que ello implique cambios
de significado: el/la armazón, el/la dracma, el/la mar, el/la vodka. De los sustantivos
ambiguos, solo ánade y cobaya designan seres animados.
3.2 Lenguaje periodístico

Si quieres ser periodista debes saber que las noticias se escriben utilizando un
lenguaje que presenta unas características propias. Un lenguaje que se conoce como
lenguaje periodístico o lenguaje informativo.

No es lo mismo escribir una noticia que un relato literario, una poesía, una canción, o
el diálogo de un cómic. Cada género presenta sus diferencias y una de ellas es el tipo
de lenguaje utilizado.

El poeta pretende deleitar a su lector con la belleza de las palabras, las evocaciones
que provocan sus versos, la capacidad para sugerir significados diferentes. El
periodista utiliza el lenguaje para explicar el acontecimiento de la forma más precisa y
clara posible. Debe servir para que la noticia sea perfectamente comprensible para
cualquiera en una primera lectura.

El lector de una poesía disfruta cerrando el libro y tratando de encontrar significado a


los versos que acaba de leer. Pero, ¿qué sucedería si para comprender una noticia del
periódico necesitase releerla varias veces y pensar durante varios minutos en lo que
quería decir el periodista? Pues directamente tiraría ese periódico a la basura y
dejaría de comprarlo posiblemente por mucho tiempo.

El lenguaje periodístico es por tanto funcional, pretende ante todo informar. Debe ser
claro, conciso, preciso, fluido, sencillo, ágil y fácilmente comprensible para el lector.
Además tiene que ser económico: ser lo más fiel posible a la realidad con el número
de palabras justas, ni más ni menos. Y todo ello lo tiene que hacer en poco tiempo, el
periodista necesita escribir rápido.

Busca captar, interesar y retener al lector mientras lee la noticia. Toda utilización del
lenguaje que dificulte esto resultará un fracaso.

Pero atención: no es nada fácil que el lenguaje periodístico reúna todas esas
características. El periodista no necesita inventar fantásticas metáforas sino dominar
su escritura hasta el punto de ser sencillo, entretenido y preciso (recuerda que
necesita contar la realidad con la mayor veracidad posible) a la vez requiere muchos
años de trabajo, muchas noticias tiradas a la papelera.

El estilo periodístico se pule con mucho trabajo y con un conocimiento profundo del
lenguaje: de la gramática, de la ortografía, de la sintaxis, del léxico.

Puedes comenzar a practicar teniendo en cuenta algunas reglas de oro que se utilizan
en las redacciones de los medios de comunicación. Es cierto que algunas de estas
reglas se pueden flexibilizar en función del género periodístico del que se trate, pero
resulta conveniente que las apliques con el máximo rigor en un principio.

El periodista debe evitar expresarse de una forma excesivamente literaria o


excesivamente coloquial. Procura utilizar un léxico variado pero comprensible para el
lector.
En la redacción periodística es aconsejable seguir el siguiente orden lógico de la
oración: sujeto – verbo – complementos (complemento directo - complemento
indirecto - complementos circunstanciales). Se debe escribir con frases y párrafos
cortos, evitando demasiadas oraciones subordinadas. Una buena medida es que las
frases no sobrepasen las 20 palabras. En el caso de introducir oraciones compuestas,
la proposición principal debe preceder siempre a la subordinada. Elimina de tus textos
todas las palabras que no sean imprescindibles, prescinde de las muletillas, las
expresiones hechas como: conviene recordar, es obvio, entonces, etc.

Evita toda expresión imprecisa y sustitúyela por datos concretos. No sirve: unas
cuantas personas abuchearon al director; está mucho mejor: cerca de 50 personas
abuchearon al director.

Es preferible utilizar los verbos en activa y en tiempo presente. El pasado simple y el


pretérito perfecto son también empleados con frecuencia. Sin embargo, los
subjuntivos son utilizados en muy pocas ocasiones. Debemos cuidar las concordancias
de género y número entre el sujeto y el verbo. Siempre que citemos una declaración
de forma textual ésta debe ir entrecomillada: El presidente dijo "No bajaremos los
impuestos..."
Debes evitar toda ambigüedad que pueda provocar distintas interpretaciones en los
lectores. Busca un estilo objetivo y neutro evitando toda interpretación personal. En
este sentido es muy importante prescindir de los adjetivos calificativos: (cruel,
desalmado, patético). Cuando utilicemos adjetivos estos serán siempre descriptivos.
También hay que tener especial cautela con el uso de los superlativos (por ejemplo
grandísimo).
Por último, no es recomendable que uses tecnicismos que dificultan siempre la
comprensión de la noticia. Tampoco utilices palabras de idiomas extranjeros salvo
que sea absolutamente necesario por no existir una con idéntico significado en tu
idioma y ha de ir en cursiva.

3.7 Los titulares


Una parte diferenciada de la noticia son sus titulares. Titular correctamente las
noticias es una tarea difícil que el periodista debe conseguir dominar. Se trata de
condensar la esencia de nuestra información en un número de palabras limitado. No
podemos utilizar ni más ni menos palabras de las previstas por el espacio del que
disponemos en la maquetación de la página.
Los titulares informativos cumplen varias funciones:

 Despiertan el interés del lector por la noticia, deben incitar a la lectura de la


información. Si al lector no le interesa el titular, no procederá a la lectura del
resto de la noticia. Si esto sucede, el esfuerzo periodístico habrá sido en vano.
Por eso es imprescindible que el titular se gane la atención del lector y esto sólo
se consigue si atrapamos su interés.

 Anuncian y resumen la información incluida en la noticia.

 Poseen sentido propio, pueden ser leídos de forma independiente porque


ofrecen en sí mismos los aspectos esenciales de la noticia.

En el periodismo, el titular no se limita simplemente a rotular la noticia ("Rueda de


prensa del presidente"), construye una narración en sí mismo aportando información:
("El presidente del Gobierno anuncia su dimisión").

La manera en que el medio titula sus noticias es siempre una manera de interpretar
el acontecimiento. Un mismo acontecimiento se puede titular desde puntos de vista
opuestos, un periódico titula su noticia sobre una huelga general: ("El Gobierno y los
empresarios consideran inaceptable la huelga de mañana"); sin embargo, otro
periódico titula: ("Los sindicatos convocan a todos los trabajadores a la huelga
general").

La titulación también señala el grado de importancia que el medio otorga a la noticia.


Los titulares guardan una jerarquía de mayor a menor tamaño que indica la mayor o
menor importancia que se presta a las noticias. Hay dos formas de diferenciar unos
titulares de otros en función de su importancia: a través del cuerpo (tamaño de las
letras) y el tipo (familia y carácter de las letras).

No todos los medios titulan de la misma forma, incluso en un mismo periódico


podemos encontrar distintas formas de titular las noticias entre unas secciones y
otras. Debes conocer que existen cuatro tipos de titulares y que debes elegir aquel
que resulte más apropiado al medio donde escribas y a la noticia que trates:

 Títulos expresivos: no aportan información sobre el acontecimiento porque se


presume que ya es conocido por el lector. Tratan exclusivamente de llamar la
atención del lector utilizando palabras sueltas, generalmente acompañadas con
signos ortográficos de admiración o interrogación. Se utilizan mucho en la
prensa deportiva. Para informar acerca de la victoria del Real Madrid en la final
de la Copa de Europa un periódico podría titular: "¡ Y van nueve...!".

 Títulos apelativos: pretenden sorprender al lector, hacen referencia a lo más


llamativo o sorprendente de la noticia. Se utilizan mucho en la prensa
sensacionalista (en España algunas revistas del corazón) o de sucesos.
("Espectacular fuga en Burgos", "El duque cornudo").

 Títulos temáticos o simplificadores: simplemente enuncian el tema de la


información pero no aportan ninguna información. Se suelen utilizar o para
pequeñas noticias sin demasiada importancia o para titular otros géneros
periodísticos no informativos como los editoriales, artículos, etc. ("La educación
secundaria").

 Títulos informativos. Son los que ahora más nos interesan. Cumplen las tres
funciones que hemos mencionado, explican el sujeto de la acción, la acción y
sus circunstancias. Siempre se utiliza el tiempo verbal presente para dar una
sensación de mayor inmediatez de la noticia.

Los titulares pueden constar de tres elementos: antetítulo, título o cabeza y subtítulo.
La parte principal e imprescindible es el título, o cabeza, que cuenta lo esencial de la
noticia. Los otros dos pueden utilizarse o prescindir de ellos según acostumbre la
publicación. Cuando una publicación incluye un antetítulo o un subtítulo lo hace para
ofrecer datos complementarios a los aportados en el título que también resultan
esenciales o explican mejor la noticia.

El párrafo de entrada

El párrafo de entrada de la noticia también se conoce como lead o entradilla. Puede o


no diferenciarse con un cuerpo mayor o un tipo de letra distinto del cuerpo de la
noticia (por ejemplo en negrita), de esta forma se identifica con claridad.
La entradilla o lead es el primer párrafo de la noticia y además el núcleo fundamental
de toda la información. En él se concentran los datos esenciales.

Cumple dos funciones:

 Explica la esencia del acontecimiento

 Capta la atención del lector para que se interese por el resto de la información.

Como ves son dos funciones similares en un principio a las de los titulares. La
entradilla trata de complementar la información aparecida en el titular y mantener la
atención conseguida.

Toda noticia incluye un conjunto de datos importantes, muchos elementos que el


periodista debe lograr hilvanar para informar al lector pero en la entradilla solo
pueden incluirse aquellos más relevantes. Para seleccionarlos con acierto, cuando
escribas una entradilla piensa: si el lector sólo leyese de mi noticia el párrafo de
entrada qué es lo más importante del conjunto de la información que el lector no
puede dejar de conocer.
Lo más importante de la noticia son las respuestas a las seis W, a los seis
interrogantes clásicos: quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo. Por tanto, la
entradilla intentará introducir estas respuestas. El handicap para el periodista vuelve
a ser el espacio, tiene un número de líneas y de palabras limitado (en torno a 60), y
en ocasiones puede resultar un error intentar abarcar todas estas respuestas en la
entradilla porque tal vez el resultado sean unas frases abigarradas de difícil
comprensión para el lector. Por eso, a veces algunos de los interrogantes
(generalmente el cómo) se responden posteriormente en el cuerpo de la información.

Si una misma noticia incluye distintos acontecimientos o acciones relacionados,


tampoco podrán incorporarse todos en la entradilla; se tendrá que seleccionar el más
transcendente para anticiparlo en la entradilla y el resto se abordarán a lo largo del
cuerpo de la información.

Una vez más, resulta muy importante la capacidad del periodista para diferenciar y
graduar la importancia que merecen todos los datos informativos de los que dispone,
y su eficacia y concisión en el uso del lenguaje.

El cuerpo de la noticia
El cuerpo de la noticia desarrolla, a partir de lo anticipado en el lead, el resto de datos
informativos que ha generado el acontecimiento.
En la redacción del cuerpo es habitual seguir la estructura de la pirámide invertida. El
periodista va desgranando los datos informativos con un orden de mayor a menor
importancia. Es un aspecto que diferencia el relato informativo de otro tipo de relatos
como pueden ser los literarios. En estos textos el clímax de la acción suele aparecer
en el desenlace; lo más importante e impactante cierra la narración. En el caso de la
información, lo que reúne el máximo interés aparece al inicio de la noticia: en el lead
y en los primeros párrafos del cuerpo.
El periodista debe conseguir que la lectura de su noticia reúna interés desde el
principio hasta el final.
El cuerpo de la noticia contiene estos elementos:

 Los datos que completan lo enunciado en el lead.

 Aporta datos complementarios, cuando resulta necesario, que ayudan a


comprender la noticia en su contexto (antecedentes, consecuencias, etc.).

 Incorpora otros elementos que tienen un interés secundario respecto a los


primeros párrafos de la noticia.

Cada noticia se escribe como unidad independiente. El lector tiene que comprender
los hechos sin necesidad de leer ningún otro texto. No se puede dar por sabido
ningún elemento aunque haya podido aparecer en otras informaciones recientes o,
incluso, aunque aparezca en otra noticia ubicada en la misma página.

Cuando el periodista comienza a redactar el desarrollo de su noticia debe tener


perfectamente jerarquizados, en función de su importancia, los elementos y datos
sobre el acontecimiento que relata. No debe pretender contarlo todo de una forma
acelerada, de una sola vez. Lo único que consigue con esto es generar confusión al
lector y dar sensación de barullo. Es muy importante mantener un ritmo armónico en
todo el transcurso del relato.

Los distintos datos se van sucediendo con el orden previamente establecido, con
coherencia. Se va conduciendo al lector de unos elementos a otros con suavidad,
tratando de unir las ideas afines o los datos relacionados directamente.

Tanto el lead como el cuerpo de la noticia se estructura en párrafos. El periodista


redacta la noticia párrafo a párrafo. Cada párrafo debe constituir una unidad que
desarrolla un elemento, una idea o una acción de la noticia, y se debe escribir cada
uno de ellos como si fuera el que cierra la noticia. De esta forma se podrán suprimir
los últimos párrafos del cuerpo, en caso de que se reduzca el tamaño de la noticia, sin
que el conjunto sufra alteraciones esenciales. Un párrafo no debe superar las cien
palabras.

Toda noticia suele incluir distintos elementos relacionados. Una vez se ha desarrollado
el tema principal en los primeros párrafos, se prosigue el relato de los siguientes
hechos por orden de importancia hasta terminar la noticia.

La prensa escrita es consciente de que los ciudadanos se informan primero de las


noticias más relevantes a través de la radio y la televisión. Por ello, en las últimas
décadas los periódicos se esfuerzan en ofrecer más datos, más matices que ayuden a
interpretar los acontecimientos con una mayor profundidad que la que proporcionan
los medios audiovisuales. El cuerpo es la parte de la noticia donde se trata de incluir
esa información.

Cuando escribas tus noticias recuerda las normas vistas del lenguaje periodístico. La
extensión del cuerpo de la información es variable según sea el interés de la noticia,
el espacio asignado, etc. Una extensión bastante frecuente puede oscilar entre las
700 y las 850 palabras así que ponte en marcha y prueba a escribir tu primera
noticia.

Tipos de noticias

Resulta complicado establecer una relación de todos los tipos posibles de noticias, en
especial porque en una misma noticia podemos encontrar distintos elementos que
hacen difícil su incorporación a uno u otro tipo. Pese a todo, es conveniente conocer
la siguiente clasificación aceptada por distintos autores:

Noticias de sumario: Son noticias que agrupan diferentes informaciones con varios


sujetos y acciones diversas que han sido proporcionadas por una fuente informativa.

El lector recibe de esta manera diversas informaciones en una sola noticia. Podemos
citar como ejemplo las noticias que resumen el conjunto de decisiones adoptadas en
un Consejo de Ministros o en un pleno municipal.
Algunos medios prefieren evitar este tipo de noticias y utilizan noticias cortas que
tratan cada uno de los temas de forma independiente.

Noticias cronológicas: Debes tener claro que las noticias generalmente nunca se


escriben siguiendo el orden cronológico en que han tenido lugar los hechos o acciones
que componen el acontecimiento. El orden temporal no suele tener interés
periodístico, pero en ocasiones sí se utiliza esta estructura en algunos tipos de
noticias, las cronológicas.

Por ejemplo, cuando fallece una personalidad importante se acompaña la noticia de


su muerte con noticias complementarias que tratan de resumir su biografía
recurriendo a la narración cronológica. O cuando se produce un conflicto bélico entre
dos Estados se proporciona una información cronológica que recuerda al lector otras
guerras sufridas en la zona.

Noticias de situación: Son noticias que no poseen una estricta actualidad pero


tratan algún hecho que conserva un interés constante en la sociedad. Noticias que
tratan la situación de desempleo en España, las consecuencias de la droga, etc.

Se construyen a modo de informe, incluso de reportaje breve y se trata de resumir


los aspectos más importantes que permitan al lector un análisis de la situación.

Noticias complementarias: Este tipo de noticias acompañan a otras que podemos


considerar principales o centrales y que suelen aparecer en la misma página.

Incluyen información complementaria o secundaria respecto a la información principal


aportando otra visión al lector sobre el acontecimiento. Ofrecen anécdotas,
declaraciones de personajes, consecuencias indirectas, antecedentes, etc.

Noticias espaciales: Informan sobre acontecimientos que se han producido en


distintos lugares simultáneamente. Por ejemplo, una noticia que informa sobre lo más
importante de una jornada del mundial de fútbol que se ha desarrollado en distintas
sedes.

Noticias de interés humano: Son noticias que pretenden apelar directamente a la


emotividad del lector. En algunas noticias podemos encontrar elementos de interés
humano como datos complementarios a la información esencial sobre un
acontecimiento, pero también pueden constituir por sí solos lo esencial de la
información. Una noticia que informa sobre la vida de un niño refugiado de guerra
sería una clara noticia de este tipo.

Potrebbero piacerti anche