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Dependencia ......................................................................................................... 10
2. Resumen .................................................................................................................. 26
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UD 1. Introducción a las habilidades de autonomía personal y
social
En la actualidad muchas personas conviven con alguna discapacidad, ya sea física, sensorial,
mental o social. Estas personas, además de enfrentarse a retos propios de su discapacidad,
aprenden a convivir con barreras que obstaculizan su desarrollo pleno y autónomo. ¿Cómo facilitar
que estas barreras físicas, psíquicas y sociales desaparezcan? Y, sobre todo, ¿cómo potenciar la
autonomía y la calidad de vida de las personas que viven con alguna discapacidad?
Afortunadamente tanto a estas preguntas como a otras similares podemos darles respuestas
desde la psicología y justo sobre ellas reflexionaremos a lo largo de esta asignatura.
Para comenzar, en esta primera unidad, definiremos algunos términos como capacidad, habilidad
o autonomía, además de otros conceptos asociados a las habilidades de autonomía personal y
social, como discapacidad y dependencia.
Para categorizar estas habilidades usaremos la sistematización que hizo de ellas la Asociación
Americana de Retraso Mental (desde 2007 denominada Asociación Americana de la Discapacidad
Intelectual y del Desarrollo), en la que aparecen diez categorías diferentes: habilidades
académicas y funcionales, comunicación, habilidades sociales, utilización de la comunidad,
cuidado personal, vida en el hogar, salud y seguridad, ocio y tiempo libre, trabajo y autodirección.
Las intervenciones que plantearemos con personas que presenten algún tipo de discapacidad
siempre irán en la dirección de consolidar las que se poseen y potenciar la adquisición de las que
se carezca.
Recuerda
Finalizaremos la unidad resumiendo las habilidades que se espera que estén presentes en una
población normativa en diferentes momentos del ciclo vital, agrupándolas en cuatro bloques de
edad (de 0 a 6 años, de 6 a 12, de 12 a 16 y más de 16).
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1. Desarrollo del contenido
Refieren Arteaga y sus colaboradores que, para que una persona actúe con autonomía, es
necesario potenciarle y facilitarle desde el momento de nacer el desarrollo óptimo de sus
capacidades mediante la adquisición de hábitos y rutinas. Estos hábitos y rutinas se podrán
convertir en competencias o habilidades que, a su vez, facilitarán el crecimiento de una persona
con independencia (Arteaga, Nus, Muñoz y Palomar, 2004).
Capacidad
La capacidad es entendida entonces como el atributo físico, mental o social que tiene una
persona y que potencialmente le permite llevar a cabo determinadas actividades y conductas
para funcionar en su medio social. Es una cualidad compleja que irá desarrollándose a lo largo
de la vida del sujeto, dentro de un contexto sociocultural determinado.
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Figura 1. La movilidad es una capacidad, pero también lo serían atributos psicológicos como la afectividad o el
razonamiento.
Competencia o habilidad
Nota
Este concepto también está mediado culturalmente, de tal manera que, por ejemplo, la
competencia o habilidad que se le presupone a una persona con una discapacidad física podría
ser muy diferente dependiendo de la cultura o país al que pertenezca.
Figura 2. En una sociedad occidental se atribuyen competencias o habilidades a una persona con discapacidad física
que podrían no aparecer en otros escenarios socioculturales.
Hábito
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En cuanto a los hábitos, son definidos como los aprendizajes funcionales que favorecen la
adquisición de autonomía (Comellas, 2007). Un hábito se considera adquirido cuando se hace
de manera prácticamente automática sin apenas necesidad de un control externo o interno.
Podría entenderse como un modo de actuar aprendido.
Por lo tanto, su propia definición lleva implícita la noción de que la conducta se repita un número
importante de veces para que se instaure. Cuanto más definido esté el momento, el lugar y los
recursos necesarios, más fácilmente se adquirirá.
A pesar de ello, los hábitos son flexibles, se pueden ajustar a las circunstancias concretas del
entorno y pueden llegar a ser un importante referente de la identidad personal, ya que reflejan
cómo una persona se ha ido adaptando y aprendiendo a lo largo de su vida.
Figura 3. Una vez instaurados, los hábitos son muy resistentes a su extinción.
Rutina
La rutina, aunque también supone la automatización de una conducta, a diferencia del hábito
es más contexto-dependiente, por lo que se lleva a cabo de la misma manera y ante situaciones
similares. La rutina es, por tanto, una conducta mecanizada y aprendida que se realiza en un
entorno concreto, pero que no es modificable ni adaptable cuando este entorno cambia. Solo
sirve en la situación en la que se creó.
Figura 4. La distinción fundamental entre rutina y hábito es su dependencia contextual. Colgar la chaqueta justo
detrás de la puerta cuando llegas a casa es una rutina, mientras que abrochártela cuando hace frío,
independientemente del contexto, es un hábito.
Autonomía e independencia
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Nota
Autodeterminación
Viaja
http://educespecialjujuy.xara.hosting/index_htm_files/PRINCIPIO%20DE%20NORMALIZA
CION,%20INTEGRACION%20E%20INCLUSION.pdf
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Se defiende que todas las personas tienen potencial para desarrollar un comportamiento
autodeterminado. El término autodeterminación implica también la realización de elecciones,
la asertividad, la toma de decisiones, la autogestión, el autoconocimiento, la autodefensa, la
autoeficacia, la autorregulación, la autonomía o la independencia (Rojas, 2004).
Es una realidad el hecho de que muchas personas en la actualidad presentan una serie de
limitaciones físicas, sensoriales, mentales o sociales. Estas dificultades actúan a modo de barrera
y pueden obstaculizar o condicionar sus capacidades, influyendo de manera directa en la
autonomía e independencia. Al respecto, podemos definir una serie de conceptos.
Viaja
Deficiencia
Pérdida o anormalidad de una estructura (miembro, órgano, tejido, etc.) o función psicológica,
fisiológica o anatómica.
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Esta definición, desde la perspectiva de la salud, incide en el estado patológico o de perturbación
de un órgano determinado. Esta deficiencia puede ser permanente o transitoria.
Discapacidad
Toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad
del modo (o dentro del margen) que se considera normal para un ser humano (Arteaga et al.,
2004).
Puede ser también temporal o permanente, y supone la incapacidad para realizar conductas
rutinarias o cotidianas.
Sabías que:
La OMS publicó en 2011 una CIF adaptada a la infancia y la adolescencia que se conoce
como CIF-IA. Esta nueva clasificación conserva en su esencia el marco conceptual y la
estructura de la CIF de adultos, por lo que es compatible con ella. Aquí puedes consultar el
documento oficial de la OMS en su traducción al español.
Como ejemplos para diferenciar los términos deficiencia, discapacidad y minusvalía, podríamos
decir que una persona invidente es una persona con una deficiencia visual, con una discapacidad
para leer y que presenta una minusvalía para conducir. En una persona con sordera, existe una
deficiencia orgánica (la pérdida orgánica del sentido del oído) que lleva a una discapacidad
(incapacidad de escuchar) y, a su vez, puede llevar a una minusvalía (consecuencias en el rol
social al comunicarse).
Minusvalía
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Dependencia
La Ley 39/2006, en su art. 2.2, define la dependencia como un «estado de carácter permanente
en el que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la
discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial,
precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades
básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad
mental, de otros apoyos para su autonomía personal».
Por su parte, el Consejo de Europa define la dependencia como «la necesidad de ayuda o
asistencia importante para las actividades de la vida cotidiana» o, más concretamente, «un estado
en el que se encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de autonomía
física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de
realizar los actos corrientes de la vida diaria y, de modo particular, los referentes al cuidado
personal».
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La Ley 39/2006, en su art. 26, distingue tres grados de dependencia:
Dependencia física
Supone la falta de control de las funciones corporales y el deterioro de las funciones motrices
para la interacción con los elementos físicos del ambiente. Por ejemplo, en la esclerosis múltiple,
o tras sufrir un traumatismo craneoencefálico, la persona queda en silla de ruedas.
Dependencia social
Se asocia a las personas que necesitan de la ayuda de terceros para subsistir y que han sufrido
la pérdida de familiares o relaciones significativas que dificultan su proceso de adaptación al
entorno. Por ejemplo, mayores que necesitan colaboración para desplazarse o alimentarse.
Está relacionada con la pérdida de la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas
cotidianos. Por ejemplo, en casos de enfermedad de Alzheimer o discapacidad intelectual.
Dependencia económica
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Viaja
Sabías que:
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Nota
Este cambio de nominación marca con claridad la tendencia al desuso de la expresión retraso
mental en favor de discapacidad intelectual.
Aunque, como veremos a continuación, la AAIDD (antigua AAMR) ha hecho dos revisiones
importantes sobre la terminología y categorización de las habilidades adaptativas, comenzaremos
analizando la revisión de 1992, pues es la más usada a nivel práctico en el terreno de las
habilidades de autonomía personal y social.
Nota
El hecho de que la discapacidad es una interacción de la persona con su contexto, que facilita
o dificulta la expresión de determinadas capacidades, se vio con más detalle en la asignatura
Contexto y Manifestaciones de la Diversidad.
Siguiendo a Arteaga et al. (2004), el desarrollo de una persona pasa por el aprendizaje de una
serie de conductas que le ayudarán a potenciar al máximo sus capacidades y le facultarán para
desenvolverse con autonomía en las diferentes esferas de su vida. Estos aprendizajes supondrán
la adquisición de un conjunto de hábitos y habilidades de autonomía personal y social que le
permitirán adaptarse a su medio o, dicho de otra manera, mostrar una conducta adaptativa.
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En la revisión de 1992, la AAMR decía lo siguiente:
Para esta definición, la AAMR sistematizó las dificultades que se presentan en la discapacidad
intelectual. Esta conceptualización buscaba comprender las demandas a las que se enfrentan
estas personas, pero, sobre todo, planificar las intervenciones más adecuadas para afrontar
dichas dificultades.
Esta área, que ya era importante cuando se definió, cada vez está tomando más relevancia
debido al desarrollo exponencial en la última década del uso de Internet. Ello implica la
posibilidad, por poner solo un ejemplo, de acceder con Google a una información y
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conocimientos prácticamente ilimitados y del uso masivo de los dispositivos táctiles como
smartphones y tabletas.
2. Comunicación
3. Habilidades sociales
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controlar los impulsos; adecuar la conducta a las leyes: violar normas y leyes; mostrar
un comportamiento sociosexual adecuado. (AAMR, 1992).
4. Utilización de la comunidad
5. Cuidado personal
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Estas habilidades están relacionadas con el autocuidado, el control sobre el aspecto físico y la
influencia que todo esto tiene en la relación de la persona con el ambiente social en el que vive.
6. Vida en el hogar
Play
Comprende habilidades relacionadas con el funcionamiento dentro del hogar, que incluye
el cuidado de la ropa, tareas del hogar, mantenimiento adecuado, preparación y
cocinado de comidas, planificación y presupuesto de la compra, seguridad en el hogar y
planificación diaria. Podemos considerar habilidades asociadas la orientación y conducta
en el hogar y en el vecindario, la comunicación de preferencias y necesidades, la
interacción social y la aplicación de habilidades académicas funcionales en el hogar.
(AAMR, 1992).
Al igual que el cuidado personal, las habilidades catalogadas dentro de la vida en el hogar son
fundamentales para el desarrollo de la autonomía personal.
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7. Salud y seguridad
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adecuadamente en lugares de ocio y tiempo libre, comunicar preferencias y necesidades,
participar de la interacción social y mostrar habilidades de movilidad. (AAMR, 1992).
9. Trabajo
10. Autodirección
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problemas en situaciones familiares y novedosas, y demostrar asertividad adecuada y
habilidades de autodefensa. (AAMR, 1992).
En esta revisión, las diez áreas propuestas con anterioridad pasan a ser tres bloques, que las
agrupan de la siguiente manera:
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Conducta adaptativa y habilidades adaptativas en la definición de discapacidad
intelectual de 2010 de la AAIDD
Recuerda
La nueva AAIDD, en la última revisión hasta la fecha (11.ª edición de 2010), propone la siguiente
definición «la discapacidad intelectual se caracteriza por limitaciones significativas tanto en
funcionamiento intelectual como en conducta adaptativa, tal y como se ha manifestado en
habilidades adaptativas, conceptuales y prácticas. Esta discapacidad se origina antes de los 18
años».
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1.2. Desarrollo de las habilidades adaptativas
Las habilidades adaptativas se adquieren a lo largo de todo el ciclo vital, por lo que suponen un
aprendizaje y perfeccionamiento continuo. Esto es muy importante tenerlo en cuenta, en especial
en los tradicionalmente denominados periodos críticos por la psicología evolutiva. La adquisición
de estas habilidades adaptativas tendrá una repercusión directa en el grado de autonomía y de
adaptación de la persona a su medio social y cultural.
Nota
Siguiendo la división de edades que usualmente se utiliza tanto en educación como en, por citar
algún ejemplo, los centros de atención a menores o intervenciones en discapacidad,
estableceremos cuatro bloques para analizar el desarrollo de estas habilidades. Usaremos la
siguiente tabla a modo de recordatorio, pues ya hemos visto estos aspectos en otras asignaturas
del grado como «Evolución a través del Ciclo Vital».
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características
personales.
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Comer sin alimentos y ropa poco
ayuda. bebidas. convencional.
Conocimientos
dieta sana.
Ocio y tiempo Juego social Decidir qué hacer Dominio del grupo Supeditados a las
libre (respetar el con su tiempo libre, sobre el individuo. demás
turno, renunciar a sus Más interesados por responsabilidades.
compartir deseos para los iguales que por Varía mucho según
juguetes, participar en actos los adultos. Posible los años. Con la
terminar). familiares. abandono del jubilación aumenta
interés que ya considerablemente.
tenían por
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actividades o
deportes.
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2. Resumen
De ahí que sea necesario tener clara la definición de conceptos como los que siguen:
• Rutina.
• Capacidad.
• Autonomía e independencia.
• Habilidad.
• Autodeterminación.
• Hábito.
También es importante diferenciar los términos deficiencia, discapacidad y minusvalía, así como
estudiar la dependencia en sus diversos grados (moderada, severa y gran dependencia) y tipos
(física, social, mental y económica).
Para definir las habilidades de autonomía personal y social, en esta unidad, nos hemos basado
en la 9.ª revisión sobre el retraso mental de la AAMR. Aunque posteriormente (2002 y 2010)
estos manuales han sido revisados y ha dejado de usarse la expresión retraso mental (ahora
deficiencia intelectual), sigue usándose este término preferentemente en el campo de la
intervención. Las diez habilidades que hemos abordado en esta unidad didáctica son las
siguientes:
• Vida en el hogar.
• Habilidades académicas y funcionales.
• Salud y seguridad.
• Comunicación.
• Ocio y tiempo libre.
• Habilidades sociales.
• Trabajo.
• Utilización de la comunidad.
• Autodirección.
• Cuidado personal.
Finalmente, se ha sintetizado en una tabla cómo van adquiriéndose estas habilidades a través del
ciclo vital con una división en cuatro bloques (de 0 a 6 años, de 6 a 12, de 12 a 16 y de más de
16).
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3. Mapa conceptual
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4. Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Arteaga, L., Nus, P., Muñoz, L y Palomar, M. (2004). Habilidades de autonomía personal y
social. Barcelona: Altamar. (Manual de referencia de la unidad y la asignatura).
Bibliografía complementaria
Otros recursos
Asociación Americana de la Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (AAIDD). (s. f.). [Web].
Recuperado de https://aaidd.org/
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Grado en Psicología
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UD 2. Habilidades de orientación y movilidad
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1. Desarrollo del contenido
Orientación:
Movilidad:
Es la capacidad para moverse o ser transportado, por lo que la persona no se mantiene fija o
estática.
Nota
Orientación alopsíquica temporal: noción del tiempo. La persona sabe la fecha, día, mes,
año o estación.
Orientación autopsíquica: percepción de uno mismo. La persona sabe quién es y qué es.
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Saber el lugar y el momento en que se encuentra una persona no solo es importante por sí mismo.
Es el punto de referencia para saber a dónde se quiere ir, siendo por ello la base de su capacidad
de tomar decisiones y, por ende, de su autonomía e independencia. Por lo tanto, en el caso de
que aparezcan disfunciones en la orientación y la movilidad, será necesaria una intervención
concreta que, en la medida de lo posible, asegure la adquisición de estas capacidades.
• Orientación espacial.
• Orientación temporal.
Sabías que:
Esto implica que no solo las personas con alguna discapacidad necesitan aprender a orientarse
en el espacio. Todos lo hacemos en nuestra infancia. La diferencia se encuentra en el grado
de apoyo necesario. En esta unidad nos centraremos en cómo entrenar la orientación en
personas con alguna discapacidad (ya sea esta motora, sensorial, cognitiva…).
La orientación espacial «es la capacidad de evaluar con precisión la realidad física entre el cuerpo
y el medioambiente y de tratar las modificaciones de esta realidad en el curso de los
desplazamientos» (Fougeyrollas, Noreau, Bergeron, Cloutier, Dion y St-Michel, 1998). Supone,
por tanto, la conciencia del lugar en que se encuentra y el conocimiento acerca de hacia dónde
quiere dirigirse la persona.
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Aspectos que se deben trabajar respecto a la orientación espacial
Nota
La orientación espacial se podría trabajar con un videojuego de mundo abierto (p. ej.,
Minecraft), pero posiblemente no a todos los sujetos les resultaría motivante, por parecer no
estar relacionado con la capacidad que se pretende mejorar.
La orientación espacial puede trabajarse con tareas sencillas y relacionadas con las situaciones
del día a día. Es recomendable que en estas tareas se vea una clara conexión entre lo que se
hace y el déficit que se presenta. Trabajar las habilidades de orientación con las situaciones
cotidianas las llenará de significado y serán más motivantes para la persona que las realiza.
El proceso se considerará consolidado cuando el sujeto sea capaz sea capaz de identificar los
puntos de referencia de manera autónoma.
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Figura 1. La tarea de identificación debe hacerse primero reconociendo los puntos de referencia en el contexto real,
posteriormente mediante imágenes y esquemas, y finalmente de manera verbal (ya sea oral o escrita).
Las distancias preceden al aprendizaje de recorridos. Las personas que tienen dificultad para
orientarse deben ser capaces de reconocer tamaños y distancias.
Figura 2. Ejemplos del trabajo de distancia serían: ¿cuántos palmos mide la puerta?, ¿cuántos pasos hay entre el
dormitorio y el salón?, ¿cuántos metros tiene la fachada de la casa?
Nota
A veces, el profesional está presente en la tercera situación (recorrer solo) sin que la
persona lo sepa. En caso de que aparezcan dificultades se valorará si la persona es capaz
de pedir ayuda, y, en caso contrario, se pedirá la colaboración de algún transeúnte para no
ser descubierto.
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El aprendizaje de direcciones también sigue un proceso secuencial en el que se pasará a la
siguiente fase cuando la anterior se haga de manera autónoma:
Sabías que:
Al igual que ocurre con la orientación espacial, todos nosotros debemos aprender orientación
temporal en nuestra infancia, lo que influye mucho en la adquisición de distintos tipos de
aprendizajes.
Debido a su importancia, la educación reglada de los niños suele incluir diversas actividades
que pretenden trabajar su orientación (por ejemplo, mostrar al niño partes de una acción
mediante dibujos y pedirle que las ordene temporalmente como muestra este recurso, enseñar
las estaciones del año, etc.).
Todo lo anterior implica que no solo las personas con alguna discapacidad necesitan aprender
a orientarse temporalmente. Todos lo hacemos en nuestra infancia. La diferencia se encuentra
en el grado de apoyo necesario. En esta unidad nos centraremos en cómo entrenar la
orientación temporal en personas con alguna discapacidad (ya sea esta motora, sensorial,
cognitiva…).
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Figura 3. Orientación espacial.
Nota
Es muy frecuente que en los centros de mayores los propios usuarios decidan cómo se reparte
el tiempo y que lo plasmen en un mural, ya sea semanal, mensual o anual. Además de la
motivación y el compromiso, se está trabajando la orientación temporal.
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Los eventos cotidianos (desayuno, comida o actividades) pueden usarse como puntos de
referencia para trabajar la orientación temporal. Además, esto aportará seguridad en la relación
con los demás y permitirá organizar las tareas no sujetas a rutinas.
Las fechas especiales (cumpleaños, onomásticas, etc.) también se marcarán en las agendas de
los usuarios. En caso de que la persona tenga problemas para recordarlas, el uso de material
audiovisual puede ser de ayuda.
De manera transversal, cualquier actividad que estimule la memoria servirá como requisito básico
cuando trabajemos con la orientación espacial o la temporal.
Sabías que:
El bastón blanco que más se usa fue diseñado por el Dr. Richard Hoover para ayudar a
veteranos de la II Guerra Mundial. Siempre son blancos para diferenciarlos. El 15 de octubre
se celebra el Día Internacional del Bastón Blanco en pos de la integración de las personas con
discapacidades visuales.
La orientación espacial suele trabajarse con personas que presentan un déficit sensorial o
cognitivo, ya sea:
• Congénito: niños con discapacidad cognitiva, personas invidentes o con deficiencia visual,
auditiva, etc.
• Adquirido: como consecuencia de un accidente, enfermedad o trauma.
• Deterioro cognitivo: debido al envejecimiento, como las demencias seniles.
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Viaja
Uno de los instrumentos más conocidos para favorecer la orientación espacial y la movilidad
autónoma en personas con deficiencia visual es el bastón blanco. El bastón tiene tres
características básicas: distintivo, protección e información. Los bastones suelen tener una
empuñadura de goma y en la parte inferior una punta metálica rodante, lo que facilita explorar
el terreno. Pueden ser plegables o rígidos. El siguiente cuadro muestra algunas técnicas
específicas relacionadas con el uso del bastón para ayudar a las personas invidentes o con
deficiencia visual.
Técnica de rastreo o training: reconocimiento de Técnica de Hoover o técnica rítmica: bastón cerca
espacios caminando junto a la pared con el brazo del ombligo. Movimientos semicirculares del tamaño
extendido. de los hombros. El bastón toca el suelo en cada
extremo y se adelanta la pierna contraria.
Técnica del brazo cruzando el cuerpo: protección Técnica para subir y bajar escaleras (sin ayuda):
de la parte inferior del cuerpo ante un objeto a la derecha de la escalera con el bastón a modo de
inesperado cruzando el brazo en diagonal con la pinza para medir la altura y la anchura del escalón.
palma hacia abajo.
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Técnica de guía vidente: se usa para facilitar el
desplazamiento seguro sin bastón. Consiste en
agarrar al guía a la altura del codo, un paso por
detrás y con los hombros alineados.
Psicoestimulación
Para estimular sensorialmente, ya sea táctil, auditivo, visual, movimiento, etc., se llevan a cabo
tareas como diversos talleres (p. ej., pintura o música) o actividades (p. ej., salidas de ocio o
culturales).
Orientación en la realidad
Reminiscencia
Viaja
El proyecto Música para despertar tiene como objetivo mejorar el estado de salud física y
psicológica de las personas con Alzheimer y otras demencias a través de la música.
Este video muestra sus efectos en un grupo de personas institucionalizadas.
Esta técnica consiste en interacciones y diálogos con el profesional en los que se recuerdan y
evocan hechos pasados a través del uso de estímulos como canciones, películas u objetos
antiguos significativos para la persona. Además de la orientación temporal, se ven beneficiados
el autoconcepto y la autoestima.
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Técnicas de orientación temporal (II)
Entrenamiento de la memoria
Son técnicas estructuradas que trabajan la memoria, las capacidades cognitivas y los factores
afectivos relacionados.
Otras terapias
Con el objetivo de mejorar también las estrategias de comunicación, se usan otras técnicas como:
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1.3.1. ¿Qué son las habilidades de movilidad?
Recuerda
En la Unidad didáctica 1 trabajamos el caso de Paula, una niña de 5 años con cáncer que
había perdido la movilidad en sus cuatro extremidades. Este es un ejemplo de movilidad
controlada, ya que Paula podía mover el cuello y la cabeza, aunque no podía mover ninguna
otra parte de su cuerpo.
La movilidad es la capacidad de una persona de moverse o ser transportada. Esta capacidad tiene
claros beneficios físicos, ya que favorece la circulación sanguínea y el tono muscular, e innegables
beneficios psicológicos, ya que está íntimamente relacionada con la autoestima, el autoconcepto
y la autonomía.
Figura 4. La movilidad puede estar influenciada por el estado de salud general de la persona, por el estado nutricional
(falta de nutrientes que afectan a huesos y músculos) y algunos hábitos o estilos de vida incorrectos.
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• Transferencia o traslado. Debe intervenir una tercera persona para que se produzca el
movimiento. Se distinguen tres tipos:
o Movilidad pasiva: el sujeto está totalmente incapacitado para el movimiento.
o Movilidad controlada: la persona puede mover el cuello y la cabeza y puede
participar de alguna manera en el movimiento.
o Movilidad asistida: el usuario puede ayudar en su transferencia de manera activa,
pero no puede hacerlo solo.
Viaja
Hay una serie de conceptos relacionados con la movilidad que deben conocerse:
Sujetos que de manera permanente o temporal tienen una capacidad limitada de relacionarse con
el entorno.
Sujetos que presentan una supresión permanente o temporal de todo tipo de movimiento en una
parte o la totalidad de su cuerpo. Las causas pueden ser:
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• Yatrogénicas: debido a errores médicos o de la medicación.
Accesibilidad
Sabías que:
Uno de los medios que existen para facilitar la movilidad a las personas con discapacidad es
la presencia de plazas de parking para personas con discapacidad en la vía pública, centros
comerciales, etc. A pesar de las sanciones existentes por aparcar en estas plazas, no es
infrecuente que ocurra lo que muestra este artículo periodístico.
Características de los espacios urbanos, medios de transporte, edificaciones, etc., que les confiere
la capacidad de ser utilizados por cualquier persona.
Viaja
Esta iniciativa de la ONCE en Ibiza ha tenido como objetivo concienciar sobre la necesidad de
reducir las barreras arquitectónicas, facilitando la accesibilidad de las personas con
discapacidad en la isla.
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• Barreras arquitectónicas en la edificación (BAE): se encuentran en el interior o en el
acceso de los edificios, ya sean públicos o privados. P. ej., puertas estrechas, falta de
ascensor, ausencia de rampa, etc.
• Barreras arquitectónicas en el transporte (BAT): se encuentran en los medios de
transporte. P. ej., rampa de accesibilidad o falta de espacio para colocar y asegurar la silla
de ruedas.
• Barreras arquitectónicas en la comunicación (BAC): afectan a la expresión y
recepción de mensajes. P. ej., semáforos sin señal acústica o información en una estación,
tanto visual como auditiva.
• Barreras sociales y culturales: impedimentos o dificultades como consecuencia de los
valores, creencias y prejuicios de determinados grupos sociales que dificultan la
participación e integración de un individuo en su entorno.
• Barreras psicológicas: impedimentos o dificultades causados por las inseguridades,
miedos o valores personales, y que dificultan la participación autónoma del individuo en
su entorno.
Sabías que:
Las ayudas técnicas se refieren a «todos aquellos aparatos, dispositivos o utensilios, resultado
de los avances tecnológicos, previamente diseñados y creados para suplir o complementar
aquellas limitaciones funcionales, psicológicas o intelectuales que condicionan la autonomía de
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las personas» (Arteaga, Nus, Muñoz y Palomar, 2004). La finalidad de estas ayudas técnicas para
la orientación y la movilidad es aumentar la autonomía y la independencia de las personas, así
como su nivel general de calidad de vida. Las ayudas técnicas se clasifican según la Norma UNE-
EN-ISO 9999, elaborada por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y adaptada a
España por AENOR .
Existen varios grupos de normas ISO que podrían afectar a la movilidad y a la orientación, pero
hay un grupo concreto (ISO 12), denominado «Ayudas para la movilidad personal», que hace
referencia a todos los dispositivos que facilitan la deambulación, desplazamiento y transferencias.
Otras normas relacionadas son las «Ayudas para la terapia y el entrenamiento» (ISO 03),
«Ayudas para la protección y el cuidado personal» (ISO 09), «Muebles y adaptaciones para
vivienda y otros edificios» (ISO 18) o las «Ayudas para la comunicación, información y
señalización» (ISO 21).
Respecto a las «Ayudas para la movilidad personal» (ISO 12), las más relevantes las veremos a
continuación.
Nota
El código ISO hace referencia a unos grupos y subgrupos determinados. Por ejemplo, en el
caso de los bastones (ISO 12 39 03) son los siguientes:
Son recursos que permiten a las personas con deficiencia visual orientarse en su entorno. Además
de informar sobre el espacio, proporcionan protección e informan a las demás personas de su
presencia.
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Figura 6. Bastón largo plegado.
Muletas (ISO 12 03 06-09-12). Recursos auxiliares para personas con algún miembro inferior
amputado u otro tipo de discapacidad. Facilitan el traslado y la estabilidad.
Bastones (ISO 12 03 039). Para personas con marcha inestable o ligeros trastornos de
equilibrio. Tienen que ser de madera y con un final que se agarre bien al terreno.
Andadores (ISO 12 06 12). Recomendados para personas que tienen tendencia a caerse o que
no se sienten seguras andando.
• Sillas con tracción manual: se mueven por la fuerza del usuario o del acompañante.
Son más ligeras y se pliegan con facilidad.
• Sillas con tracción eléctrica y dirección asistida: tienen un motor y pueden moverse
con un mando. Hay tres tipos (las de interior, las de exterior y las mixtas). Son pesadas y
difíciles de plegar.
Son ayudas técnicas que permiten trasladar a las personas que tienen dificultades para el
movimiento. Además de proporcionar más seguridad y confort, reducen el riesgo de lesiones del
profesional o cuidador. Normalmente se usan para transferir a un sujeto desde la silla de ruedas
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o la cama a la ducha o al inodoro, cuando el usuario tiene que levantarse desde el suelo, o cuando
hay que trasladar a la persona de una dependencia a otra.
• Grúas móviles: tienen una base con ruedas y frenos, por lo que pueden trasladarse de
una estancia a otra. A veces son demasiado grandes, por lo que son difíciles de mover y
guardar.
• Grúas fijas: están fijadas a la pared o al suelo. Son ligeras, ocupan poco espacio y
permiten al usuario manejarlas. Su principal inconveniente es que no pueden usarse en
otras estancias, por lo que no son factibles para realizar traslados.
• Grúas de techo: están fijadas en el techo o suspendidas en una estructura móvil. No
interfieren con el mobiliario y requieren poco esfuerzo para utilizarlas. Como
inconvenientes, no permiten la transferencia fuera de la estancia, generan inseguridad en
el usuario al balancearse y tienen un precio elevado.
1.5. La evaluación
Nota
1.5.1. La observación
Además de la entrevista, la observación es una es una de las técnicas más utilizadas para evaluar
la orientación y la movilidad. En cuanto a los aspectos que se deben observar:
Área de 1- Acciones y movimientos que el usuario puede hacer solo o con ayuda de
movilidad un recurso o cuidador.
2- Tiempo que necesita para llevar a cabo las acciones. Ritmo de ejecución.
20
4- Coordinación de los movimientos.
Orientación 9- Dominio de conceptos temporales: ¿qué hora es?, ¿a qué hora se hace…?,
temporal ¿es de día o de noche?, ¿qué día de la semana, mes o año es hoy?
SÍ NO
Se levanta solo
Se sienta solo
21
No puede desplazarse por sí solo
En caso de que fuese necesario tener un nivel más aproximado de las destrezas, se podría utilizar
una escala de observación:
Nota
http://www.neuropsicol.org/Protocol/mmse30.pdf
22
Escalas estandarizadas
Las escalas más comúnmente utilizadas para evaluar la movilidad, y que veremos más
detalladamente en la Unidad didáctica 3, son:
Para evaluar la orientación, generalmente se utilizan escalas usadas para valorar procesos
mentales asociados a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. La escala MMSE
(Mini Mental State Examination) es posiblemente la más utilizada.
Viaja
La escala MMSE evalúa el deterioro cognitivo en diferentes áreas como la orientación temporal y
espacial, la memoria inmediata, la atención, el cálculo, el recuerdo diferido y el lenguaje. La
puntuación máxima es de 30 puntos y se establece la presencia de demencia con una puntación
inferior a 24.
23
2. Resumen
La orientación temporal, por su parte, se define como «la capacidad de evaluar con precisión la
sucesión cronológica de los eventos y la relación que se da entre ellos, y de situarlos en el tiempo»
(Fougeyrollas et al., 1998). Cuando se interviene para mejorarla, también debe hacerse en orden
creciente de dificultad, trabajando conceptos básicos de las situaciones de la vida cotidiana,
eventos cotidianos, fechas especiales, y estimulando la memoria visual, táctil, auditiva, gustativa
y la psicomotricidad.
La movilidad es la capacidad de una persona de moverse o ser transportada. Esta capacidad tiene
claros beneficios físicos, ya que favorece la circulación sanguínea y el tono muscular, e innegables
beneficios psicológicos, ya que está íntimamente relacionada con la autoestima, el autoconcepto
y la autonomía.
Muy relacionado con este concepto se encuentran otros como las personas con movilidad
reducida, las personas con limitaciones o semidependientes, las personas con inmovilidad o
dependientes, la accesibilidad y las barreras.
Las ayudas técnicas, siguiendo la definición de Arteaga y otros autores, se refieren a todos
aquellos aparatos, dispositivos o utensilios, resultado de los avances tecnológicos, previamente
diseñados y creados para suplir o complementar aquellas limitaciones funcionales, psicológicas o
intelectuales que condicionan la autonomía de las personas (Arteaga et al., 2004).
Con sus códigos ISO determinados, hemos revisado bastones largos o de movilidad, muletas,
bastones, andadores, silla de ruedas y grúas de transferencia.
24
3. Mapa conceptual
25
4. Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Arteaga, L., Nus, P., Muñoz, L., y Palomar, M. (2004). Habilidades de autonomía personal y
social. Barcelona: Altamar.
Bibliografía complementaria
Fougeyrollas, P., Noreau, L., Bergeron, H., Cloutier, R., Dion, S. A., y St-Michel, G. (1998).
Social consequences of long term impairments and disabilities: conceptual approach and
assessment of handicap. International Journal of Rehabilitation Research, 21, 127-141.
MMSE: http://www.neuropsicol.org/Protocol/mmse30.pdf
Otros recursos
Playlist de YouTube sobre la orientación y movilidad con niños con deficiencia visual, en la que
se describen las principales áreas de intervención en el desarrollo de las habilidades de
desplazamiento de niños deficientes visuales:
https://www.youtube.com/playlist?list=PL7F841ED1889FF7A6
26
Inicio_Act_Autoeval
VERDADERO_FALSO
5. La técnica de Hoover requiere el uso V Técnica de Hoover: bastón cerca del ombligo.
del bastón. Movimientos semicirculares del tamaño de los
hombros. El bastón toca el suelo en cada
(Sugerencia: se hacen movimientos
extremo y se adelanta la pierna contraria.
semicirculares del tamaño de los
hombros).
ELECCION_MULTIPLE
27
(Sugerencia: la movilidad es la capacidad de una persona de moverse o ser
transportada).
Físicos. NO
Psicológicos. NO
ELECCION_MULTIPLE
ELECCION_MULTIPLE
28
3. Las barreras que se encuentran en la vía pública y espacios de libre acceso
(p. ej., aceras, escaleras, etc.) se denominan:
VERDADERO_FALSO
2. La única función de los bastones largos F Los bastones, además de informar sobre el
es informar a la persona sobre el espacio. espacio, proporcionan protección e informan
a las demás personas de su presencia.
(Sugerencia: proporcionan protección e
informan a las demás personas de su
presencia).
3. Las sillas con tracción manual tienen un F Las sillas con tracción manual se mueven por
motor y pueden moverse con un mando. la fuerza del usuario o del acompañante.
29
Sistemas de registro (III)
ELECCION_MULTIPLE
(Sugerencia: también forman parte los elementos del espacio que identifica y
recuerda).
Movilidad. NO
Espacial. SI
Temporal. NO
ELECCION_MULTIPLE
Movilidad. NO
Espacial. NO
Temporal. SI
30
En una situación de observación, las actividades que se identifican, recuerdan y
ordenan con mayor facilidad (comidas, médico, actividades, etc.) forman parte del
área de orientación temporal junto al dominio de conceptos temporales (p. ej., la
hora).
ELECCION_MULTIPLE
Fin_Act_Autoeval
31
Grado en Psicología
1.5. Técnicas psicológicas para el fomento de la autonomía en las actividades de la vida diaria
.............................................................................................................................. 27
2. Resumen ................................................................................................................ 31
2
UD 3. Actividades de la vida diaria
• ¿Qué diferencia las actividades de la vida diaria básicas (AVDB) de las instrumentales
(AVDI)?
Figura 1. Las habilidades relacionadas con la vida diaria permiten a una persona ser autónoma e independiente.
3
1. Desarrollo del contenido
Nota
Dada su labor profesional, una de las sistematizaciones más usuales de las actividades de la vida
diaria proviene de la American Occupational Therapy Association (AOTA). Esta asociación define
la terapia ocupacional como «la utilización terapéutica de las actividades de autocuidado, trabajo
y lúdicas para incrementar la función independiente, mejorar el desarrollo y prevenir la
discapacidad. Puede incluir la adaptación de las tareas o el ambiente para lograr la máxima
independencia y mejorar la calidad de vida».
4
La AOTA, en su tercera revisión (2014), sistematiza las áreas de ocupación de las personas de la
siguiente manera (tablas 1 y 2).
5
Trabajo 1. Búsqueda y adquisición de empleo.
2. Rendimiento en el trabajo/empleo.
3. Preparación y ajuste para la jubilación.
4. Exploración para el voluntariado.
5. Participación como voluntario.
No obstante, para delimitar las actividades de la vida diaria, al igual que en las anteriores unidades
didácticas, utilizaremos la clasificación de la AAMR (1992). Siguiendo esta clasificación, tres áreas
(cuidado personal, vida en el hogar y salud y seguridad) conforman las actividades de la
vida diaria que se sintetizan en dos grandes bloques:
• Actividades de la vida diaria básicas (AVDB): conductas que realiza una persona a lo
largo del día de manera habitual. Son AVDB actividades como vestirse, bañarse,
alimentarse, trasladarse, etcétera.
6
• Salud y seguridad: comprende habilidades como el reconocimiento de enfermedad, así
como su tratamiento y prevención, primeros auxilios, sexualidad, revisiones médicas y
consideraciones básicas de seguridad como seguir las reglas y las leyes sociales.
Figura 2. La administración autónoma de medicación es una importante actividad de la vida diaria instrumental (AVDI),
ya que favorece la independencia.
Tabla 3. Grado de discapacidad y efecto en las actividades de la vida diaria. Fuente: Arteaga et al., 2004.
7
1.2.1. Cuidado e higiene personal
Sabías que:
En la Edad Media se consideraba que una capa de suciedad protegía contra las enfermedades.
Además, se creía que el agua, sobre todo caliente, debilitaba los órganos y que podía
penetrar a través de los poros y, así, transmitir todo tipo de males.
Figura 3. Ya que los hábitos relacionados con la higiene y el cuidado personal están determinados culturalmente, y
además influyen en la salud física y psicológica, es recomendable fomentarlos desde edades tempranas.
8
1.2.2. Técnicas para el cuidado e higiene personal
Nota
Recuerda
A la hora de fomentar las habilidades de la vida diaria, es fundamental recordar esta máxima:
«Debemos ayudar a la persona, pero nunca hacer nada que ella pueda hacer por sí misma.
Si hacemos por la persona algo que ella puede hacer para “evitar que se frustre” o “ir más
rápido” se incrementará su dependencia».
Las técnicas para el cuidado e higiene personal deben hacerse de manera rutinaria, es decir, a la
misma hora y de la misma manera.
Con el objetivo de dotar a la persona de la mayor autonomía posible, será necesario valorar sus
habilidades y adaptarlas a sus características. También es importante considerar los recursos con
los que se cuenta, así como la estructura de los espacios disponibles.
Ducha y baño
Deben llevarse a cabo al menos tres veces por semana y es importante que el espacio sea
adecuado (por ejemplo, temperatura y ausencia de cables eléctricos) y que se disponga de
materiales y utensilios apropiados para la persona.
• Ducha: recomendada para personas que puedan acceder, salir y mantenerse de pie en la
ducha de manera autónoma. Con las adaptaciones y recursos oportunos, puede adaptarse
para personas en silla de ruedas.
9
• Baño en cama: recomendado cuando la persona no puede asearse ni por sí misma ni con
la ayuda de otras. Se necesitan al menos dos personas para llevarlo a cabo. Es necesario
revisar las zonas de apoyo (por ejemplo, talones o espalda) por la propensión a ulcerarse.
Figura 4. En el baño, la temperatura debe mantenerse entre 38-39 ºC. No es aconsejable que la inmersión supere los
quince minutos y es recomendable aclararse con agua algo más fría para favorecer la circulación.
Afeitado y depilación
• Afeitado: se realizará con la frecuencia a la que esté acostumbrado el usuario. Según sus
posibilidades y capacidades, se optará por una máquina eléctrica o manual.
Al igual que en los anteriores casos, debe respetarse la intimidad del usuario y sus costumbres.
10
Entran dentro de esta categoría la higiene bucal, el cuidado de manos y uñas, el cuidado de los
pies, la higiene bucal, el cuidado de manos y uñas, el cuidado de los pies, la higiene de los ojos
y la higiene de los oídos.
Cuidado de la piel
Nota
La piel protege el cuerpo de las agresiones externas, por lo que debe estar cuidada y nutrida. Los
cuidados son especialmente relevantes para las personas con la movilidad reducida, ya que la
inmovilización favorece la aparición de lesiones.
Figura 5. En relación con el cuidado de la piel, aunque es válido para cualquier tipo de población, en el caso de la
movilidad reducida es especialmente necesario seguir una dieta rica en proteínas, ingerir la cantidad necesaria de
líquidos y realizar ejercicios, masajes y cambios posturales.
11
Técnicas para el cuidado e higiene personal (III)
Eliminación e higiene
Es especialmente importante en personas con movilidad reducida cuidar la higiene en los procesos
relacionados con la evacuación.
• Eliminación asistida: personas que por inmovilización están impedidas para realizar la
eliminación de manera autónoma. En estos casos se usan cuñas y botellas especiales.
Vestido
Al igual que la higiene, el vestido mejora la autoestima, ya que está relacionado con la imagen
personal y la relación con los demás. Pueden darse tres situaciones y la intervención variará
según la que se produzca:
12
1.2.3. Técnicas para la alimentación
Play
Este vídeo, dirigido a familiares de personas con limitaciones en su autonomía, muestra cómo
se puede favorecer que sean autónomos en su alimentación.
Aunque, en general, no existen técnicas concretas, las principales dificultades de las personas se
pueden abordar siguiendo una serie de recomendaciones sencillas:
• Seguir una dieta equilibrada teniendo en cuenta las necesidades específicas de la persona.
• Seguir las pautas de alimentación específicas para cada edad y necesidad (por ejemplo,
evitar comidas demasiado frías, calientes o condimentadas en personas mayores).
• A las personas con menú adaptado se les explicará qué contiene su menú.
Figura 7. Ya que la alimentación supone la ingesta de alimentos en función de unos patrones culturales determinados, al
igual que los hábitos relacionados con la higiene y el cuidado personal, debe fomentarse desde edades tempranas.
13
1.3. Los recursos en las actividades de la vida diaria
Los recursos técnicos favorecen la independencia, las relaciones sociales y, por tanto, la calidad
de vida. Podemos diferenciar dos tipos:
Adaptaciones terapéuticas
Las prótesis sustituyen una parte del cuerpo, mientras que las órtesis las modifican o
complementan.
1. Órtesis: según la ISO, es el apoyo u otro dispositivo externo aplicado al cuerpo para
modificar los aspectos funcionales o estructurales del sistema neuromusculoesquelético
(por ejemplo, plantillas u ortodoncia).
2. Prótesis: reemplazan la falta de un órgano o parte de él por uno artificial. Pueden ser:
• Prótesis internas: requieren de implantación fija mediante cirugía (por ejemplo,
prótesis de rodilla).
• Prótesis externas: también suplen un órgano o parte de él, pero no requieren
implantación quirúrgica (por ejemplo, prótesis de pierna).
14
3. Equipamientos de asistencia: objetos que proporcionan apoyo en las AVDB (por
ejemplo, un bastón).
4. Equipamientos adaptados: bjetos o instrumentos adaptados para ser utilizados de
manera autónoma (por ejemplo, un cepillo de dientes con el mango adaptado).
Ayudas técnicas
Nota
En las AVDB, siguiendo las normas ISO, las ayudas técnicas más utilizadas corresponden a:
Facilitan las actividades básicas con la mayor autonomía posible, por lo que favorecen la seguridad
personal y minimizan las lesiones, infecciones y problemas de salud. Podemos hablar de varios
tipos de recursos:
Recursos Ejemplos
Recursos para ducha, baño y baño en cama Barreras, agarraderas, bañeras de cama,
(ISO 09, ISO 12). lavabos con accesibilidad inferior para sillas de
ruedas, etcétera.
Recursos para la alimentación (ISO 15, ISO Platos y vasos pesados (para que no se
18). vuelquen), mesas graduables, mangos
adaptados de cubiertos, etcétera.
Tabla 4. Tipos de recursos en las AVDB y ejemplos según las normas ISO.
15
1.3.2. Recursos institucionales y de atención domiciliaria
Los servicios de atención domiciliaria están formados por dos tipos de servicios:
• Centros residenciales: prestan atención integral durante las 24 horas del día. Procuran
una calidad de vida digna.
Figura 8. Los servicios de atención domiciliaria permiten a las personas con cierto nivel de independencia vivir en su
domicilio.
16
1.4. La evaluación de las actividades de la vida diaria
Son descripciones detalladas sobre los fenómenos o conductas que se están observando. Ejemplo:
11:35 de la mañana.
Se acerca al espejo y con dificultad coge el cepillo adaptado y comienza a peinarse. Tiene
un ligero balanceo en la cabeza, pero consigue arreglarse satisfactoriamente apoyando
una de sus manos en el andador.
Sistemas categoriales
Son escalas de observación o listas de control en las que se hace un registro estructurado de la
presencia, ausencia o grado de una conducta o habilidad. Pueden adaptarse a la persona concreta
que estamos evaluando.
17
Ejemplo:
Sistemas mixtos
Figura 9. Los sistemas de registro específicos son especialmente útiles cuando se pretende analizar conductas
concretas.
18
Área Actividad Observaciones Valoración
Se peina.
Se sienta solo en el
inodoro.
Se puede vestir.
Se baña y se ducha
solo.
Sabías que:
Hasta finales de los años 80 del siglo XX, la escala de la Cruz Roja era la más utilizada en los
servicios de geriatría españoles hasta que aparecieron las traducciones al castellano de
escalas americanas. Aunque aún es frecuente su uso, en la actualidad es más usual utilizar
el índice de Katz o el de Barthel.
Las escalas estandarizadas más usadas para la evaluación de las capacidades y la autonomía de
las personas con relación a las actividades de la vida diaria son las tres siguientes:
3. Índice de Barthel.
19
Escala de la Cruz Roja de valoración de incapacidad física
Viaja
Breve artículo sobre la historia, normas, utilidad, validez y limitaciones de la escala de la Cruz
Roja.
Sirve para valorar el grado de dependencia. Es una escala simple y fácil de utilizar, sin normas
detalladas de aplicación.
2 Tiene alguna dificultad en las actividades diarias, por lo que Dependencia leve.
en ocasiones necesita ayuda. Deambula con ayuda de bastón
o similar. Continencia total o rara incontinencia.
4 Necesita ayuda para casi todos los actos. Deambula ayudado Dependencia
por dos personas con extrema dificultad. Incontinencia grave.
habitual.
20
Uso de escalas estandarizadas (II)
Viaja
Breve artículo sobre la historia, normas y puntuación, validez, limitaciones y utilidad del
índice de Katz.
Es la escala más utilizada a nivel geriátrico y paliativo. Valora seis ítems ordenados
jerárquicamente (aseo, vestido, etc.) y mide el grado de dependencia de una persona
categorizándolo en ocho niveles (desde la A hasta la H).
Aseo Independencia. Se baña sola o precisa ayuda para lavar alguna zona, como la
espalda, o una extremidad con minusvalía.
Dependencia. Precisa ayuda para lavar más de una zona, para salir o entrar en
la bañera, o no puede bañarse sola.
21
Alimentación Independencia. Lleva el alimento a la boca desde el plato (se excluye cortar la
carne y preparar la comida).
Nota
22
• Grados C y D: incapacidad moderada.
Figura 10. El índice de Katz está validado en varios idiomas, países, entornos culturales y niveles socioeconómicos, y
presenta una buena consistencia interna y validez.
Índice de Barthel
El índice de Barthel también mide la dependencia y permite una evaluación más específica que el
índice de Katz. Incluye diez áreas y cada una de ellas presenta diferentes grados y una puntuación
asociada.
Aseo 5 Independiente. Realiza todas las actividades personales sin ninguna ayuda.
personal Incluye lavarse la cara y las manos, peinarse, maquillarse,
afeitarse y lavarse los dientes. Los complementos
necesarios para ello pueden ser provistos por otra persona.
23
Uso del 10 Independiente. Entra y sale sola. Capaz de quitarse y ponerse la ropa,
retrete limpiarse, prevenir el manchado de la ropa y tirar de la
cadena. Capaz de sentarse y levantarse de la taza sin ayuda
(puede utilizar barras para soportarse). Si usa bacinilla
(orinal, botella, etc.) es capaz de utilizarla y vaciarla
completamente sin ayuda y sin manchar.
24
Alimentación 10 Independiente. Capaz de utilizar cualquier instrumento necesario.
Capaz de desmenuzar la comida, extender la
mantequilla, usar condimentos, etc., por sí sola. Come
en un tiempo razonable. La comida puede ser cocinada
y servida por otra persona.
Traslado 15 Independiente. Sin ayuda en todas las fases. Si utiliza silla de ruedas
sillón/cama se aproxima a la cama, frena, se desplaza se mete y
tumba, y puede volver a la silla sin ayuda.
25
0 Dependiente. Si utiliza silla de ruedas, precisa ser empujada por
otro.
La puntuación global del índice de Barthel puede variar entre 0 (completamente dependiente) y
100 puntos (completamente independiente).
Figura 11. En el índice de Barthel, a menor puntuación más dependencia, y a la inversa, a mayor puntuación más
independencia.
26
1.5. Técnicas psicológicas para el fomento de la autonomía en las
actividades de la vida diaria
Recuerda
A la hora de fomentar las habilidades de la vida diaria, es fundamental recordar esta máxima:
«Debemos ayudar a la persona, pero nunca hacer nada que ella pueda hacer por sí misma.
Si hacemos por la persona algo que ella puede hacer para “evitar que se frustre” o “ir más
rápido” se incrementará su dependencia».
Existen múltiples técnicas que, desde la modificación de conducta, son aplicables para fomentar
la autonomía y la independencia en la realización de las AVDB. En esta unidad, por su amplia
aplicabilidad al ámbito de la discapacidad y la dependencia, mencionaremos dos: el
moldeamiento y el encadenamiento, ambas basadas en el condicionamiento operante.
27
Tal y como viste en la asignatura Psicología del aprendizaje, el condicionamiento operante,
iniciado por autores como Skinner o Thorndike, es un tipo de aprendizaje asociativo que tiene
que ver con el desarrollo de nuevas conductas en función de sus consecuentes. Distinguimos
cuatro tipos de consecuentes:
Refuerzo positivo
Es la consecuencia que sigue a una respuesta o conducta de forma contingente a ella y que
hace que aumente la conducta a la que va referida (por ejemplo, una mujer dependiente se
viste sola y su cuidadora le felicita).
Refuerzo negativo
Castigo positivo
1.5.1. Moldeamiento
Sabías que:
El moldeamiento está presente continuamente en nuestra vida. Solo hace falta detenernos a
pensar cómo aprendimos a hablar, escribir, montar en bicicleta o nadar.
28
El moldeamiento consiste en reforzar conductas que se vayan aproximando a la respuesta final
que se pretenda conseguir (respuesta meta), y dejar de reforzarlas (extinguir) cuando obtenemos
respuestas más parecidas a la meta. Implica reforzar consistentemente conductas semejantes a
la conducta que pretendemos que se aprenda y dejar de reforzar (extinguir) aquellas que se
alejan de la conducta deseada.
Pasos necesarios para favorecer la aparición de una conducta por moldeamiento (Martin y Pear,
1999):
• Especificar la conducta final deseada o conducta meta (por ejemplo, que María coma sola
con tenedor).
• Elegir los pasos del moldeamiento (dividir la secuencia total en pasos y empezar a reforzar
la conducta que más se parezca a la meta de las que la persona presenta en el momento
actual).
• Progresar al ritmo adecuado (cuando María haya dominado uno de los pasos en los que
habíamos dividido la secuencia, pasar a dejar de reforzar ese paso, y empezar a reforzar
el siguiente).
o Si perdemos una conducta por haber ido demasiado deprisa, retroceder hasta la
aproximación anterior.
29
1.5.2. Encadenamiento
Play
Imaginemos, por ejemplo, a una persona con discapacidad intelectual que no sabe lavarse las
manos, pero si sabe realizar partes de esta secuencia (por ejemplo, coge la pastilla de jabón,
abre el grifo, frota las manos…), pero no en el orden correcto. En ese caso lo que reforzaremos
será la conducta cuando se produzca en el orden adecuado.
30
2. Resumen
Las actividades de la vida diaria son aquellas habilidades elementales que permiten a una persona
desenvolverse autónomamente en su día a día sin depender de otros.
• Actividades de la vida diaria básicas (AVDB): conductas que hace una persona a lo
largo del día de manera cotidiana.
Con el cuidado y la higiene se controlan las condiciones y factores personales o ambientales que
influyen en la salud física y mental de la persona. Las dos grandes categorías que hay son la
higiene personal y la higiene ambiental; existen diversas técnicas y recomendaciones para
trabajar con ellas.
Los recursos en las AVDB se agrupan en dos categorías: recursos técnicos (adaptaciones
terapéuticas y ayudas técnicas) y recursos institucionales (servicios de ayuda domiciliaria,
servicios de teleasistencia y otros recursos como residencias o centros de día).
Para la evaluación de las actividades de la vida diaria pueden elaborarse sistemas de registro
específicos entre los que se diferencian sistemas narrativos, sistemas categoriales y sistemas
mixtos.
También existen una serie de escalas estandarizadas. Las más usuales son:
• Índice de Barthel.
31
3. Mapa conceptual
32
4. Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Arteaga, L., Nus, P., Muñoz, L y Palomar, M. (2004). Habilidades de autonomía personal y
social. Barcelona: Altamar. [Manual de referencia de la unidad y de la asignatura].
Bibliografía complementaria
Otros recursos
33
Grado en Psicología
2. Resumen .................................................................................................................. 29
2
UD4. Habilidades sociales (I): definición y componentes
Las habilidades sociales se definen como las capacidades o aptitudes empleadas por un individuo
cuando interactúa con otras personas. Dado que las personas vivimos en sociedad, y
constantemente conectados con otros, saber desenvolverse socialmente es fundamental para
prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida. Por eso, en esta asignatura es un tema que no
podemos dejar de trabajar en detalle.
Durante las dos próximas unidades didácticas abordaremos estas habilidades desde un punto de
vista conceptual (en esta UD4 que comienza) y desde una perspectiva más aplicada (en la
próxima UD5).
3
1. Desarrollo del contenido
Las habilidades sociales (HH. SS.) pueden definirse de manera general como las capacidades o
aptitudes empleadas por un individuo cuando interactúa con otras personas en un nivel
interpersonal (Furnham, 1992).
Viaja
Las HH. SS. han sido conceptualizadas de diversas maneras según los autores y sus
orientaciones teóricas. Te recomendamos consultar sus múltiples definiciones por orden
cronológico.
4
Figura 1. HH. SS. y los factores que las determinan. Fuente: Arteaga, Nus, Muñoz y Palomar, 2004 (adaptación).
De manera resumida, las principales características de las HH. SS. son las siguientes:
Contexto
Figura 2. Aunque existen múltiples definiciones de HH. SS., la mayoría de las personas pueden reconocerlas de manera
correcta.
5
1.1.2. Tipos de habilidades sociales
Diversos autores han clasificado las HH. SS. atendiendo a diferentes criterios. A continuación,
aparecen algunas de estas propuestas:
Propuesta por Kelly (1992), siguiendo un planteamiento utilitarista, clasifica las HH. SS. a partir
de tres funciones básicas:
Viaja
Existen cursos para aprender a ligar. Mira esta noticia del diario 20 minutos sobre este tema.
¡Ojo con este tipo de cursos! Muchos de ellos fomentan estereotipos machistas y no están
impartidos por profesionales.
6
Tipos de habilidades sociales (II)
Propuesta por Paula (2000), categoriza las HH. SS. en diferentes niveles de precisión:
1.1- 2.1- Iniciar la 3.1- Favores 4.1- Expresar 5.1- Defender los
Expresión interacción (por (pedirlos o emociones y derechos propios y
facial (mirada iniciativa propia o hacerlos). sentimientos las opiniones.
o sonrisa). ajena). 3.2- Seguir (agradables o 5.2- Respetar los
1.2- Postura 2.2- Mantener la reglas desagradables). derechos y las
corporal. interacción una vez establecidas. 4.2- Recibir opiniones de los
1.3- Habla. iniciada. 3.3- Mostrar sentimientos y demás.
1.4- Escucha. 2.3- Terminar la compañerismo. emociones 5.3- Reforzar a
1.5- Actitud interacción (por 3.4- Ser cortés (agradables o otras personas.
amistosa y iniciativa propia o y amable. desagradables). 5.4-
cordial. ajena). Autorreforzarse.
Grupo I. Grupo II. Grupo III. Grupo IV. Grupo V. Grupo VI.
Primeras Habilidades Habilidades Habilidades Habilidades Habilidades
habilidades sociales relacionadas con alternativa para hacer de
sociales avanzadas los sentimientos s a la frente al planificació
agresión estrés n
1- Escuchar. 9- Pedir 15- Conocer los 22- Pedir 31- Formular 43- Tomar
2- Iniciar una ayuda. propios permiso. una queja. decisiones.
conversación 10- sentimientos. 23- 32- Responder 44- Discernir
. Participar. 16- Expresar los Compartir una queja. la causa de
3- Mantener 11- Dar sentimientos. algo. 33- Demostrar un problema.
una instrucciones 17- Comprender los 24- Ayudar a deportividad 45-
conversación . sentimientos de los los demás. después de un Establecer un
. 12- Seguir demás. 25- juego. objetivo.
7
4- Formular instrucciones 18- Enfrentarse con Negociar. 34- Resolver la 46-
una . el enfado del otro. 26- Empezar vergüenza. Determinar
pregunta. 13- 19- Expresar afecto. el 35- las propias
5- Dar las Disculparse. 20- Resolver el autocontrol. Arreglárselas habilidades.
gracias. 14- miedo. 27- Defender cuando le 47- Recoger
6- Convencer a 21- los propios dejan a uno de información.
Presentarse. los demás. Autorrecompensarse derechos. lado. 48- Resolver
7- Presentar . 28- 36- Defender a los problemas
a otras Responder a un amigo. según su
personas. las bromas. 37- Responder importancia.
8- Hacer un 29- Evitar los a la 49- Tomar
cumplido. problemas persuasión. una decisión.
de los 38- Responder 50-
demás. al fracaso. Concentrarse
30- No 39- en una tarea.
entrar en Enfrentarse a
peleas. los mensajes
contradictorios
.
40- Responder
a una
acusación.
41- Prepararse
para una
conversación
difícil.
42- Hacer
frente a las
presiones del
grupo.
Una conducta considerada socialmente habilidosa está formada por diversos componentes
conductuales y cognitivos.
8
1.2.1. Componentes conductuales o motores
Sabías que:
El lenguaje no verbal transmite mucha más información que el lenguaje verbal. Es decir, el
cómo decimos algo determina el contenido de lo que decimos. Mira este artículo «El 93% de
la comunicación es no verbal… ¿Mito o realidad? Club Lenguaje No Verbal». Cuando hay
discordancia, quien gana es el lenguaje no verbal.
Componentes verbales
Figura 3. Las palabras empleadas tendrán un sentido u otro dependiendo de la situación en la que se encuentre la
persona, su papel en dicha situación y los objetivos que intente conseguir.
El habla
Sabías que:
El proceso por el que Vygotsky explica el desarrollo del lenguaje se conoce como ley de la
doble formación. El lenguaje pasa a estar primero en el plano interpsicológico (en la relación
con los otros) para pasar después al plano intrapsicológico (cuando se interioriza).
9
En función del contenido, existen diferentes tipos de expresiones verbales:
Habla egocéntrica: dirigida a uno mismo. La presencia de habla egocéntrica o habla privada es
típica en niños, y un aspecto fundamental en el desarrollo del lenguaje. De hecho, según
Vygotsky, el hecho de hablar en voz alta es un fundamental para, posteriormente, interiorizar
el lenguaje. Por eso, cuando vemos niños jugando (aunque lo hagan solos), es frecuente que
expresen lo que están haciendo en voz alta. Este habla privada o egocéntrica posteriormente
(a partir de los 5 años de edad normalmente) pasa a interiorizarse. No obstante, en algunas
ocasiones los adultos también lo empleamos, sobre todo cuando necesitamos autorregularnos,
o nos enfrentamos a una tarea muy compleja (por ejemplo, no es infrecuente ver a los alumnos
moviendo los labios, como hablando en voz baja, durante la realización de un examen).
Instrucciones: tienen como objetivo influir en la conducta de los demás. Pueden ir desde ligeras
sugerencias a exigencias directas.
Preguntas: denotan interés por la otra persona. Provocan respuestas apropiadas e inician
interacciones.
Expresiones ejecutivas: expresiones con consecuencias sociales inmediatas (p. ej., hacer una
promesa).
Nota
Expresiones de estados emocionales: comunicación de sentimientos (p. ej.: «Me siento feliz»).
La conversación
10
Llega más lejos
Te retamos a que en tus conversaciones, durante un día completo, pruebes a escuchar más
y hablar menos de lo que lo haces. Una vez lo hayas hecho, reflexiona sobre los siguientes:
¿Qué efecto ha tenido este cambio? ¿Te ha resultado fácil o difícil? ¡Coméntalo en el «foro
cafetería»!
Un aspecto fundamental para que pueda darse una conversación es la escucha. A menudo
hablamos antes de escuchar, interrumpimos al interlocutor, o suponemos lo que este va a decir
en vez de escuchar. Esta es una de las principales barreras en la comunicación que podemos
encontrarnos en las conversaciones cotidianas, como veremos posteriormente en esta unidad.
La retroalimentación
Nota
Pueden considerarse tres tipos de retroalimentación desde el punto de vista del receptor:
11
Las preguntas
Implicar a la otra persona en la conversación («¿Qué opinas sobre…?»). Sin preguntas, una
conversación se puede transformar en un monólogo.
Confrontar. Una forma muy útil de expresar desacuerdos es mediante preguntas («¿Te ayuda
realmente estar todo el día enfadado…?»).
Componentes no verbales
La mirada
Sabías que:
Mirar directamente a los ojos es síntoma de escucha atenta en Norteamérica (en el mundo
árabe la mirada es, si cabe, más directa), mientras que en las culturas asiáticas dicho
comportamiento se considera insultante.
Casi todas las interacciones de los seres humanos dependen de las miradas recíprocas. En la
comunicación, la mirada regula los turnos de palabra, ayuda a sincronizar y muestra que se está
escuchando.
12
Nota
Figura 4. La mirada ofrece mucha información sobre los deseos e intenciones de una persona.
13
I like it
En toda situación, las personas comunicamos, queramos o no. Aunque no digamos nada, nuestra
posición, mirada, postura corporal… está comunicando. Es, por tanto, esencial hacernos
conscientes de qué comunicamos y ser capaces de comunicar aquello que queremos. Esto es
especialmente importante para los psicólogos, dado que la comunicación es nuestra principal
herramienta de trabajo.
La sonrisa
Por otra parte, las sonrisas pueden sistematizarse en función de su capacidad o intencionalidad.
Las más importantes son (Arteaga et al., 2004):
14
Componentes conductuales o motores (IV)
La expresión facial
Sabías que:
Tradicionalmente se considera que las emociones básicas son seis: alegría, sorpresa, tristeza,
miedo, ira y aversión. Todas estas emociones (salvo la sorpresa) se muestran en la película
Inside Out (Walt Disney y Pixar, 2015). Esta película puede ser un buen recurso para
identificar y trabajar las emociones con niños.
La cara o expresión facial es uno de los principales sistemas de señales para mostrar las
emociones. El control de la expresión de la cara se aprende durante la socialización cultural y los
padres son los principales transmisores.
A pesar de que es complicado controlar las expresiones faciales, existen diferentes estilos:
Figura 5. La expresión facial tiende a corresponderse con el mensaje que se transmite, por lo que es especialmente
complicado controlar los mecanismos de engaño.
Nota
Nuestra postura corporal dice mucho de nuestro estado emocional. Así pues, aunque no
queramos transmitir a nuestro interlocutor que nos sentimos nerviosos, es muy posible que
este lo detecte. Es también cierto que existen diferencias individuales en el grado en que
nuestro lenguaje corporal revela nuestro estado emocional.
16
La orientación: la orientación corporal hace referencia al grado en que los hombros y las piernas
de una persona se dirigen a su interlocutor o se desvían de él. Señala el estatus o la atracción
hacia la otra persona. Cuando orientamos brazos y piernas hacia la dirección de nuestro
interlocutor, estamos mostrando interés, mientras que, si lo orientamos hacia otro lado, puede
señalar incomodidad, rechazo, etc.
Los gestos: un gesto es cualquier acción que envía un estímulo visual a un observador. Cargados
de simbolismo cultural, son útiles para sincronizar, retroalimentar y para referir objetos y acciones
difíciles de verbalizar.
Aunque pueden localizarse en otras partes del cuerpo, los más usuales son los relacionados con
las manos. Así pues, es habitual acompañar nuestras conversaciones con gestos realizados con
nuestras manos.
Sabías que:
Para que una acción determinada pueda considerarse como un gesto, ha de ser visto por otra
persona y le tiene que comunicar algún tipo de información.
• Zona íntima: de 0 a 45 cm. Propio de las relaciones íntimas, solo está permitida a las
personas muy cercanas emocionalmente (pareja, hijos, padres, etc.).
• Zona personal: entre los 45 cm y 1,20 m. Suele establecerse con las relaciones cercanas
(compañeros del trabajo, conocidos, etc.).
• Zona social: entre 1,20 y 3,65 m. Propio de las relaciones impersonales.
• Zona pública: desde los 3,65 m hasta el límite de poder ser visto o escuchado. Se da en
actos públicos y entre personas desconocidas.
17
Existen diferencias individuales en el tamaño de nuestra burbuja personal. Es decir, algunas
personas se sienten cómodas situándose cerca de los otros, mientras que otras necesitan más
distancia interpersonal para sentirse cómodas.
El contacto físico
Al igual que ocurría con la proximidad, también existen diferencias individuales en el grado en
que nos sentimos cómodos con el contacto físico. Por ejemplo, algunas personas suelen tocar a
su interlocutor cuando hablan, mientras que a otras este contacto les puede resultar incómodo.
La apariencia
La apariencia personal transmite aspectos relacionados con la persona como son el estatus, la
inteligencia, la personalidad, la clase social, el estilo y gusto estético, la sexualidad, la edad, etc.
• El vestido.
• El aseo.
• El atractivo físico.
La latencia de respuesta
La latencia de respuesta es el intervalo temporal entre la terminación de una oración por parte
de un hablante y la iniciación de otra por parte de su interlocutor.
18
La latencia de respuesta está relacionada con determinadas actitudes. Por ejemplo, una excesiva
demora puede indicar pasividad mientras que una respuesta rápida e impulsiva puede denotar
agresividad.
Este impactante experimento de UNICEF muestra cómo nos afecta la vestimenta y aseo de una
persona en nuestro modo de percibirla e interactuar con ella, incluso cuando se trata de niños. Si
te encontrases con una niña de 6 años sola en la calle, ¿qué harías? Este vídeo te hará reflexionar.
Figura 7. Diversas investigaciones (p. ej., Feingold [1990], Pierce [1992] o Moya [1999]) muestran que, sobre todo en
las primeras impresiones, las personas con atractivo físico son valoradas más positivamente.
19
Componentes paralingüísticos
Los componentes paralingüísticos son los componentes verbales más allá del contenido verbal.
Los más importantes son:
La voz
Nota
1. El volumen
El lenguaje hablado debe ser oído, por lo que es un elemento fundamental. De manera general:
2. El tono y el timbre
Sabías que:
Tendemos a escuchar nuestra voz grabada como extraña porque los micrófonos solo
registran las ondas sonoras, mientras que nosotros percibimos esas mismas ondas, pero,
además, acompañadas por las vibraciones de nuestra estructura ósea que le confieren un
tono más grave.
Son cualidades vocálicas relacionadas con la resonancia de la voz y son específicas de cada
persona. De manera general:
20
• Robustas: se describen como seguras, sanas y extrovertidas.
3. La inflexión
Incluso antes de aprender a hablar, hay aspectos del lenguaje que los niños van adquiriendo
desde su nacimiento, como el volumen de voz, la entonación, los gestos o la alternancia en los
turnos de palabra. Mira este entrañable vídeo en el que dos hermanos gemelos de un año
«mantienen una conversación». No hay palabras, pero ¿qué elementos de la comunicación
detectas en su «conversación»?
La claridad
La velocidad
La velocidad normal se sitúa entre 125 y 190 palabras por minuto. Un discurso por debajo
genera impaciencia y aburrimiento y por encima de 275 podría no entenderse.
Figura 8. Un discurso muy lento genera impaciencia y aburrimiento, lo que posiblemente provocará que acabemos
dejando de prestar atención.
El acento
21
La fluidez y las perturbaciones
Tiempo de habla
Componentes mixtos
El mensaje afectivo
Nota
Para ser un buen terapeuta es imprescindible desenvolverse con soltura en la escucha activa.
Si te interesa la terapia, es recomendable que al principio puedas observar detenidamente
cómo se desenvuelve un terapeuta experimentado. Las prácticas externas son una
oportunidad ideal para hacerlo.
22
En paralelo a la emisión del mensaje lingüístico, incluso previamente, emisor y receptor emiten
señales, normalmente involuntarias y no conscientes, que repercuten bilateralmente en ambos.
La escucha activa
Escuchar de manera activa no es solamente entender lo que se expresa, sino también intentar
descifrar los sentimientos, ideas y pensamientos. La escucha activa hace que el hablante se sienta
comprendido y le alienta a que emita nuevos mensajes.
• Formular preguntas: para confirmar o aclarar que lo que se está entendiendo es lo que la
persona está transmitiendo.
• Parafrasear: verificar las cuestiones más importantes utilizando las mismas palabras que
el emisor.
• Reformular: para sacar conclusiones de aspectos parciales.
Recuerda
Más arriba en esta unidad te proponíamos que probases a hablar menos y escuchar más
durante un día. ¿Te atreves a hacerlo?
2. Conductas no verbales: tienen los mismos objetivos que las conductas verbales.
23
Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos, no has hecho lo que te he
pedido. Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué no tendría que sentirme
así, no respetas mis sentimientos. Cuando te pido que me escuches y tú sientes el deber de hacer
algo para resolver mi problema, no respondes a mis necesidades. ¡Escúchame! Todo lo que te
pido es que me escuches, no que hables ni que hagas. Solo que me escuches. Aconsejar es fácil.
Pero yo no soy un incapaz. Quizás esté desanimado o en dificultad, pero no soy un inútil. Cuando
tú haces por mí lo que yo mismo podría hacer y no necesito, no haces más que contribuir a mi
inseguridad. Pero cuando aceptas, simplemente, que lo que siento me pertenece, aunque sea
irracional, entonces no tengo que intentar hacértelo entender, sino empezar a descubrir lo que
hay dentro de mí.
Nota
La disciplina, dentro de la psicología, que se encarga de estudiar la interacción del ser humano
y el medio en que se desenvuelve es la psicología ambiental. Puedes acceder aquí a una de
las revistas principales de esta disciplina, la Journal of Environmental Psychology, para
descubrir qué temas se están investigando en la actualidad.
La conducta social se ve influida por el ambiente físico en el que se lleva a cabo. Podemos hablar
de una serie de factores (Caballo, 2005):
• Variables físicas: pueden ser naturales (p. ej., temperatura) o producidas por las personas
(p. ej., polución), e incluyen también las construcciones humanas (p. ej., un objeto o un
edificio). Existen dimensiones con impacto emocional sobre las personas como el color, la
humedad, la temperatura, el ruido, la luz, la música, el olor, etc.
• Variables sociodemográficas: hay múltiples variables que influyen en la interacción social
como el sexo, la edad, el estado civil, la familia, la ocupación, la educación, el lugar de
nacimiento, la lengua, la etnia, la religión, la ideología, etc.
• Variables organizativas: variables que ordenan y normativizan el comportamiento de un
grupo determinado de personas (p. ej., una fiesta, un estadio deportivo o una empresa).
• Variables interpersonales: categorías implicadas en las relaciones interpersonales, así
como las características del clima social existente (p. ej., los roles, el liderazgo, los
estereotipos, etc.).
La temperatura tiene un efecto importante sobre las conductas de agresividad, tal y como los
psicólogos ambientales y los psicólogos sociales han mostrado en múltiples ocasiones. En climas
o estaciones del año más calurosas, hay más conductas violentas, como homicidios, peleas, etc.
En esta web puedes encontrar más información al respecto.
24
Figura 9. Las variables organizativas muestran las normas de comportamiento. Una conducta concreta idéntica (p. ej., ir
desnudo) será percibida de manera muy diferente en una playa nudista o en la vía pública.
Viaja
Variables cognitivas
Competencias cognitivas
Aluden a la capacidad de una persona para transformar y utilizar la información de forma activa
para crear pensamientos y acciones. Compuesta por:
25
Componentes cognitivos (II)
Viaja
Existe una serie de errores comunes a la hora de formarse impresiones sobre uno mismo y los
demás:
Estructuras cognitivas que regulan la experiencia y aquello que se aprende de ella. Sirven para
guiar y dar sentido a las percepciones e interpretaciones.
Expectativas personales
Nota
26
Se refieren al pronóstico que hacen las personas sobre las consecuencias que se derivan de su
comportamiento. Las expectativas pueden ser:
Respecto a las expectativas de resultado, las personas poco habilidosas presentan la variable de
temor a la evaluación negativa.
Recuerda
Nota
27
Hacen referencia al papel activo del sujeto para seleccionar, modificar y dar significado a la
situación en la que se encuentra. Las estrategias más comunes son:
Locus de control
28
2. Resumen
Las habilidades sociales se definen como las capacidades o aptitudes empleadas por un individuo
cuando interactúa con otras personas en un nivel interpersonal, y dependen de múltiples factores
(edad, sexo, educación, etc.).
Las HH. SS. pueden clasificarse atendiendo a diferentes criterios, como son el objetivo del sujeto,
el nivel de análisis de las habilidades o la agrupación temática.
Una conducta considerada socialmente habilidosa está formada por diferentes elementos o
componentes:
Componentes cognitivos:
• Percepción de formalidad de la
• Competencias cognitivas.
situación.
• Estrategias de codificación y constructos
• Percepción de un ambiente cálido.
personales.
• Percepción de ambiente privado.
• Expectativas personales.
• Percepción de familiaridad.
• Preferencias y valores subjetivos de los
estímulos.
• Sistemas y planes de autorregulación.
29
3. Mapa conceptual
30
4. Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Arteaga, L., Nus, P., Muñoz, L. y Palomar, M. (2004). Habilidades de autonomía personal y social.
Barcelona: Altamar.
Furnham, A. (1992). Personality and Learning Style: A Study of Three Instruments. Personality and
Individual Differences, 13, 429-438.
Algunos trucos para mejorar las habilidades sociales. Recurso del Colegio Oficial de Psicólogos (COP):
http://www.cop.es/colegiados/A-00512/habil.html.
31
Grado en Psicología
2. Resumen .................................................................................................................. 27
2
UD5. Habilidades sociales (II). Evaluación, técnicas y recursos
• ¿Qué hay que tener en cuenta para la evaluación de las HH. SS.?
• ¿Qué debemos valorar cuando se evalúan?
• ¿Cuáles son las estrategias y los procedimientos más usuales para su evaluación?
• ¿Qué puede aportarnos una entrevista?
• ¿En qué debe centrarse una entrevista?
• ¿De qué medios disponemos para la autoobservación de las HH. SS.?
• ¿Cuáles son los cuestionarios más utilizados para evaluarlas?
• ¿Cómo es un autorregistro?
• ¿En qué consiste la observación por terceras personas?
• ¿Qué son las medidas conductuales?
• ¿Cuándo y cómo se usa un role-playing?
• ¿Qué son las interacciones semiestructuradas?
• ¿Cuáles son las técnicas más usadas en el entrenamiento de las HH. SS.?
• ¿Cómo son estas técnicas?
• ¿Cómo podemos reducir la ansiedad?
• ¿En qué consiste la reestructuración cognitiva?
• ¿Qué es el entrenamiento en solución de problemas?
3
1. Desarrollo del contenido
Para la evaluación de las HH. SS. es necesario tener en cuenta las características personales del
sujeto y el nivel de desarrollo que presenta en cada una de ellas. Para ello, es necesario:
• Formular las hipótesis. Es importante tener en cuenta que estas hipótesis iniciales serán
verificadas o falsadas posteriormente.
• Seleccionar las variables que se deben evaluar.
• Determinar el método, las técnicas, los instrumentos y los procedimientos más adecuados.
• Delimitar el objeto de intervención (el propio sujeto, familiares, personas allegadas, etc.).
4
Otro elemento fundamental en la evaluación es determinar qué comportamientos son adecuados
para conseguir los objetivos propuestos. Para esto, hay que valorar lo siguiente:
Figura 1. Tras la evaluación, nuestra intervención tendrá como objetivo mejorar las habilidades sociales de la persona.
Recuerda
Finalmente, es necesario hacer un análisis funcional de la conducta, que tiene de manera general
las siguientes fases (Arteaga et al., 2004):
5
Objeto de estudio de la evaluación (II)
Nota
Dada la dificultad inherente de evaluar las HH. SS. por su carácter interpersonal, la evaluación
debe ser multidimensional, individualizada, exhaustiva, y debe tener en cuenta el contexto,
las situaciones y las personas implicadas.
La evaluación de las HH. SS. será siempre flexible y habrá que adecuarla a la persona y a la
situación; además, será muy usual que utilicemos más de un instrumento o técnica. Los más
útiles son los siguientes:
1. La entrevista.
2. Autoobservación: cuestionarios y autorregistros.
3. Observación por parte de terceras personas.
4. Medidas conductuales.
1. La entrevista
Nota
7
2. Cómo lo cuenta: podemos valorar la capacidad de relacionarse con otras personas, la
fluidez, el contenido del habla, la postura, la mirada, los gestos, etc.
3. Cómo se comporta: es interesante observar el comportamiento de la persona antes y
durante la entrevista.
Cuando se están evaluando las HH. SS., de manera general, la entrevista debe centrarse en los
siguientes aspectos:
Figura 3. La entrevista supone una interacción social directa con la persona, por lo que es especialmente relevante en la
evaluación de las HH. SS.
P. ej.: «¿Qué es lo que te preocupa?, ¿cómo afecta a tu día a día?, ¿es muy importante para
ti?».
P. ej.: «¿Cómo es tu relación con tus personas más cercanas?, ¿en qué situaciones y con qué
personas te resulta más difícil relacionarte?».
8
Motivación en interés de la persona por iniciar y seguir el tratamiento
Es importante tener en cuenta que la entrevista puede presentar una serie de problemas de
validez (Arteaga et al., 2004):
• La limitada fiabilidad que tiene la propia percepción y el recuerdo del sujeto sobre el propio
comportamiento social.
• Las limitaciones del entrevistador como evaluador.
• La influencia que puede ejercer el entrevistador sobre el comportamiento de la persona
entrevistada.
• El hecho de que la entrevista pueda no ser representativa del rango de situaciones en las
que el sujeto presente problemas de HH. SS.
Cuestionarios
Nota
Con un cuestionario se obtiene una puntuación global que nos informa acerca del nivel general
de habilidad social de una persona y, además, nos permite situarla respecto a su población
de referencia.
En los cuestionarios la persona registra lo que piensa sobre sí misma en relación con su
comportamiento social. Son muy utilizados porque, por una parte, permiten evaluar un amplio
espectro de conductas de muchos sujetos a la vez, y, por otra, permiten describir de manera
objetiva algo subjetivo como las HH. SS., y pueden, además, usarse como medida de efectividad
tras el tratamiento.
Los cuestionarios1 para evaluar las HH. SS. llevan décadas usándose en la práctica profesional de
la psicología. Algunos de los que aún se siguen utilizando son los siguientes.
1
Si pinchas sobre el nombre del cuestionario, podrás verlo en profundidad.
9
• Escala multidimensional de expresión social-parte motora (EMES-M): propuesta y
modificada por Caballo (1987, 1989, 1997). Formado por 64 ítems en formato Likert 0-
4.
• Escala de evitación y ansiedad social (SADS): propuesta por Watson y Friend (1969).
Formada por 28 ítems en formato verdadero/falso, siendo 0 el valor mínimo de ansiedad
y evitación, y 28, el valor máximo.
• Inventario de depresión de Beck: propuesto por Beck (1979). Consta de 21 ítems con
cuatro opciones de respuesta ordenadas de menor a mayor gravedad.
• Escala de ansiedad y depresión de Goldberg: propuesta por Goldberg (1988). Consta de
dos escalas (ansiedad y depresión) de 9 ítems cada una con respuesta dicotómica
(sí/no).
• Escala de ansiedad a la interacción (IAS): propuesta por Leary (1983). Formada por 15
ítems en formato Likert 1-5.
• Autoinforme sobre la seguridad de hablar en público (PRCS): propuesto por Paul (1966).
Formado por 30 ítems en formato verdadero/falso.
• Escala de miedo a la evaluación negativa (FNE): propuesta por Watson y Friend (1969)
y con versión abreviada (B-FNE) de Leary (1983). Formada por 30 ítems en formato
verdadero/falso, y la abreviada, por 12.
• Escala multidimensional de expresión social-parte cognitiva (EMES-C): propuesta y
modificada por Caballo (1987, 1989 y 1997). Formado por 44 ítems en formato Likert
0-4.
10
Aunque los cuestionarios para evaluar las HH. SS. son ampliamente utilizados, estos presentan
una serie de limitaciones de validez y fiabilidad que deben tenerse en cuenta (Arteaga et al.,
2004):
• La deseabilidad social podría generar diferencias entre lo que la persona dice que hace y
lo que realmente hace. Tendemos a comportarnos del modo que se considera socialmente
aceptable, de modo que podemos responder tratando de dar una buena impresión incluso
sin ser conscientes de ello. Por esto muchas escalas incluyen ítems para detectar si la
persona está tratando de dar una imagen positiva de sí misma. Normalmente son ítems
que preguntan aspectos que la mayoría de las personas hacen o no hacen, pero no estarían
dispuestas a reconocer si tratasen de dar una imagen positiva de sí mismas. Un ejemplo
de este tipo de ítem es: «¿Te lavas las manos siempre antes de comer?».
• Dado que las HH. SS. son muy específicas de las personas y las situaciones, una
puntuación concreta no siempre permite predecir la conducta con otras personas y
situaciones. Es necesario, por tanto, tener en cuenta la especificidad situacional de las
habilidades sociales.
• Es difícil concretar en un ítem la complejidad del comportamiento humano.
• Podrían aparecer sesgos de memoria al recordar acontecimientos pasados.
• Ante la pregunta de cómo se comportaría una persona ante una hipotética situación que
nunca ha ocurrido, hay sujetos que pueden presentar dificultades.
• La conducta social es muy compleja, por lo que es muy difícil que un cuestionario pueda
recoger todos los elementos y las interacciones que la conforman.
Autorregistros
Nota
La información será más válida cuanto antes se registre. Aunque usualmente se proporciona
una hoja de autorregistro, usar la grabadora de voz del móvil puede ser de gran ayuda.
11
• Grado de satisfacción con la actuación.
Tabla 1. Hoja de autorregistro (con tantas filas como sea necesario). Fuente: Arteaga et al. (2004).
A pesar de que la inmediatez en el registro tiene una serie de ventajas, también tiene
inconvenientes que se deben tener en cuenta:
Viaja
Una de las escalas de observación por terceras personas más utilizadas es la escala de
depresión de Hamilton.
Consiste en la observación del comportamiento de un sujeto por parte de personas que forman
parte de su contexto social y con las que tiene relación. Responde a varias razones:
12
Figura 4. A veces la observación por parte de terceras personas ayuda a los sujetos especialmente reactivos a la propia
evaluación.
Según quién realice la observación y qué instrumentos se utilicen, podemos hablar de los
siguientes tipos:
Aunque solo tendrá acceso a una parte limitada de la conducta del sujeto, y es posible que
haya un sesgo para tratar de dar una buena imagen, la información aportada por terceras
personas puede ser muy útil como primera exploración de una situación social dentro de un
contexto de relación.
4. Medidas conductuales
Las medidas conductuales hacen referencia a los procedimientos de evaluación que consisten en
la observación de la conducta de interacción social de una persona en tiempo real.
Aunque lo ideal sería realizar las observaciones en la vida real, ante la dificultad que esto supone,
es frecuente el uso de observaciones en interacciones simuladas, en las que se le pide a la persona
que se identifique con un papel determinado y que lo represente. Por ejemplo, se le podría pedir
que se comporte como lo hace habitualmente, cómo le gustaría o cómo cree que debería hacerlo.
13
El entorno donde se lleve a cabo debe ser lo más realista posible, por lo que siempre
necesitaremos algún colaborador o colaboradores. Con frecuencia se graban las sesiones en vídeo
para poder analizar más en profundidad las conductas verbales y no verbales.
Aunque pueden ser muy útiles, presentan también una serie de inconvenientes que se deben
tener en cuenta:
En función de la duración y del grado de estructuración, podemos distinguir entre dos tipos de
situaciones simuladas:
Dependiendo de la situación y el objetivo, a veces solo es necesario responder una vez, y otras
se prolonga la situación de interacción con reiteradas réplicas del paciente.
Ya que se está representado una situación que es problemática para el sujeto, las primeras veces
podrían presentarse dificultades importantes. En estos casos, es aconsejable realizar diversas
pruebas para que el paciente vaya acostumbrándose a la situación.
Figura 5. Las situaciones planteadas en un role-playing deben ser lo más verosímiles y parecidas posible a las
situaciones reales problemáticas.
14
Estrategias y procedimientos de la evaluación de las habilidades sociales (VI)
Interacciones semiestructuradas
Viaja
Dentro de los procedimientos de asignación de tareas, uno de los más utilizados es el test de
interacción social (SIT).
Hay situaciones que no pueden descomponerse fácilmente en una única intervención y respuesta,
como, por ejemplo, una entrevista de trabajo o una cita. En estos casos, es más recomendable
utilizar una prueba de interacción semiestructurada extensa.
Estas pruebas oscilan entre 1 y 15 minutos, siendo lo más usual que duren entre 4 y 5. Hay tres
tipos fundamentales:
Procedimientos de engaño
Se prepara una interacción sin que la persona sepa que está siendo observada. La más
frecuente es la estrategia de la sala de espera, donde el sujeto es grabado u observado mientras
interacciona con una persona colaboradora.
Se instruye a la persona para que realice una interacción social estructurada y estandarizada y
se le informa de que será observada.
Consiste en informar a la persona sobre las características de la prueba y pedirle que interactúe
como si se tratase de una situación real.
Sabías que:
Los sujetos más utilizados en la investigación psicológica son los estudiantes de Psicología
(especialmente los de primero).
15
Siguiendo a Ballester y Gil (2014), sobre la elección de los métodos conductuales:
Las técnicas y recursos en las HH. SS. tienen como objetivo incrementar la capacidad de una
persona para implicarse en las relaciones interpersonales de una manera socialmente apropiada.
• entrenamiento en habilidades,
• reducción de la ansiedad,
• reestructuración cognitiva, y
• entrenamiento en solución de problemas.
Ya que las HH. SS. son aprendidas, los mismos procesos de aprendizaje que las conformaron
pueden utilizarse para aprender nuevas conductas que reemplacen a otras menos adaptativas, o
que no formaban parte de su repertorio. La intervención que tendremos que llevar a cabo
dependerá del análisis funcional de la conducta que hayamos realizado. También, pueden
perfeccionarse o incrementar otras habilidades que ya estaban adquiridas.
Figura 6. El entrenamiento en HH. SS. pretende incrementar la capacidad de las personas para que puedan implicarse
en las relaciones interpersonales de una manera socialmente adecuada.
16
En el entrenamiento de HH. SS. se usan diversas técnicas. Analizaremos las más comunes.
Instrucciones
Nota
Es frecuente que en las primeras sesiones se hable sobre las diferencias entre conductas
asertivas, agresivas…, o sobre los «derechos humanos básicos». La información es
importante, pero no es suficiente para modificar la conducta, por lo que los programas de
entrenamiento en habilidades sociales no deberán limitarse a proporcionar información.
Las instrucciones sirven para informar a la persona tanto del programa de entrenamiento que se
va a llevar a cabo como de la propia conducta y de la respuesta adecuada.
Información conceptual
Consiste en analizar los pasos conductuales que conforman cada una de las habilidades que se
esté trabajando, para guiar y facilitar una ejecución adecuada.
Retroalimentación
Nota
17
Hay dos modalidades de retroalimentación:
Retroalimentación verbal
Comentarios realizados por el terapeuta, los iguales del grupo o incluso la propia persona.
Cuando se usa es importante:
Retroalimentación videográfica
1. Una vez que el ensayo haya finalizado, se le pide al sujeto que valore su actuación.
2. Se pide a otros miembros del grupo que aporten lo que consideren oportuno.
3. Se visiona la grabación.
4. El terapeuta hace su aportación sobre el vídeo.
5. Se le vuelve a solicitar al sujeto que comente su actuación.
Refuerzo
Recuerda
Nota
18
Los refuerzos positivos pueden ser administrados por el terapeuta, por los compañeros (lo que
ayudará a cohesionar el grupo) o por el propio sujeto, y deben ser contingentes con la conducta
que se pretende reforzar. Cuanto menos tiempo pase desde la emisión de la conducta hasta la
consecución del refuerzo, más potencia tendrá este.
Modelado
El modelado consiste en exponer al sujeto a un modelo (que puede ser en vivo o no) que realiza
la conducta objetivo que se pretende instaurar. Todos nosotros, en nuestro contexto natural,
aprendemos por observación. En el contexto de la enseñanza de las habilidades sociales (y en
muchos otros) podemos utilizar esta capacidad de aprender de lo que los demás realizan con
fines terapéuticos.
Puede ser representada por el terapeuta o el grupo (en caso de terapia grupal) y es una técnica
apropiada cuando es más fácil mostrar la conducta que explicarla, o bien cuando el sujeto no
sabe cómo proceder.
Modelado manifiesto
Modelado encubierto
Modelo de maestría
19
Modelado de afrontamiento
El modelo presenta ansiedad o miedo, comete errores, pero va superándose y acaba ejecutando
la conducta de manera competente.
El modelo no solo muestra el comportamiento, sino que también hace explícitas las cogniciones
de afrontamiento, reevaluaciones y maneras de enfrentarse a los sentimientos de ansiedad,
frustración y duda.
La elección de uno u otro depende de factores como los recursos disponibles, el tipo de
comportamiento o las características del sujeto. En todo caso, hay una serie de pautas
recomendables para aumentar su efectividad:
Es muy importante no confundir modelado con moldeamiento, ya que son procesos de aprendizaje
distintos.
Moldeamiento
Nota
• Especificar la conducta final deseada o «conducta meta» (por ejemplo, que María coma
sola con tenedor).
• Elegir el comportamiento de punto de partida: algún comportamiento que se aproxime a
la conducta final (en el momento actual María come sola, pero con las manos).
• Seleccionar el reforzador adecuado (por ejemplo, la música, si a María le gusta).
20
• Elegir los pasos del moldeamiento (dividir la secuencia total en pasos, y empezar a reforzar
la conducta que más se parezca a la meta de las que la persona presenta en el momento
actual)
• Progresar al ritmo adecuado (cuando María haya dominado uno de los pasos en que
habíamos dividido la secuencia, pasar a dejar de reforzar ese paso, y empezar a reforzar
el siguiente).
• No cambiar demasiado pronto de una aproximación a otra.
• Dar pasos suficientemente pequeños.
• Si perdemos una conducta por haber ido demasiado deprisa, retroceder hasta la
aproximación anterior.
• Evitar ir demasiado lento.
Nota
Como hemos visto con anterioridad, consiste en una representación de distintos papeles en una
recreación. Son muy importantes porque permiten a la persona entrenarse en distintas
habilidades sociales sin experimentar las consecuencias negativas que conlleva no dominar su
ejecución.
Algunas recomendaciones para aumentar la eficacia de los ensayos de conducta son las siguientes
(Gil y León, 2014):
21
o Variar contextos e interlocutores para incrementar la generalización de los
comportamientos trabajados.
Nota
Las tareas para casa (o «deberes») consisten en favorecer y estimular al sujeto para que ponga
en práctica las habilidades recientemente adquiridas en las sesiones de entrenamiento en su
entorno social y natural.
Hay algunos aspectos que se deben tener en cuenta para aumentar su eficacia (Arteaga et al.,
2004):
• Las tareas deben ser precisas: se debe aclarar con quién, cómo y cuándo se va a practicar
la habilidad social.
• Las tareas deben ser personalizadas, adaptadas al sujeto y a su contexto, intentando, en
la medida de lo posible, que sea el propio sujeto quien planifique y proponga las tareas.
• Las tareas deben ajustarse al repertorio de habilidades del sujeto, para que pueda sentir
el éxito después de su ejecución y así lograr refuerzo natural y aumentar la autoconfianza.
• Deben referirse a comportamientos relevantes para el sujeto y las personas de su
contexto, dado que así la conducta será reforzada de forma natural y espontánea.
• Las tareas deben ser revisadas rigurosamente en la siguiente sesión. El sujeto debe
realizar un informe sobre cómo las realizó, con quién, qué dificultades surgieron, cómo se
sintió, el grado de ansiedad, etc.
• Es conveniente utilizar protocolos de registro y autorregistro, en los que se puedan
determinar todos los datos que se deben tener en cuenta.
22
1.2.2. Reducción de la ansiedad
Nota
Las técnicas más usuales para reducir la ansiedad son las siguientes:
Aunque existen diferentes técnicas, una de las más usadas es la técnica de relajación muscular
progresiva, que se basa en ejercicios de tensión y relajación en ciclos de entre 5 y 10 segundos,
de una serie de músculos agrupados en 17 categorías.
El sujeto debe elaborar una lista con las situaciones interpersonales o de relación que le generan
miedo y ordenarlas jerárquicamente según la ansiedad que le provoquen.
23
Una sesión estándar se estructura de la siguiente manera (Arteaga et al., 2004):
Recuerda
Las técnicas más comunes en la reestructuración cognitiva son la terapia cognitiva de Beck,
la terapia racional-emotiva de Ellis y el entrenamiento autoinstruccional de Meichenbaum.
La reestructuración cognitiva consiste en detectar las creencias erróneas del sujeto, tanto
referidas a él mismo como a los otros (estereotipos, prejuicios, etc.), y sustituirlas por otros
pensamientos racionales más adaptados, útiles y funcionales.
24
Las ideas irracionales más comunes son las siguientes:
Nota
25
Un proceso de entrenamiento de resolución de problemas suele constar de cinco fases:
26
2. Resumen
Para la evaluación de las HH. SS. es necesario tener en cuenta las características personales del
sujeto y el nivel de desarrollo que presenta en cada una de ellas, así como determinar qué
comportamientos son adecuados para conseguir los objetivos propuestos. Posteriormente, será
necesario hacer un análisis funcional de la conducta.
Los procedimientos y estrategias más comunes para la evaluación de las HH. SS. Son los
siguientes:
Las técnicas y recursos en las HH. SS. tienen como objetivo incrementar la capacidad de una
persona para implicarse en las relaciones interpersonales de una manera socialmente apropiada.
Las más comunes son las siguientes:
27
Moldeamiento. Descomposición de la conducta objetivo en una
cadena sucesiva de conductas que se van reforzando
secuencialmente.
28
3. Mapa conceptual
29
4. Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Arteaga, L., Nus, P., Muñoz, L. y Palomar, M. (2004). Habilidades de autonomía personal y
social. Barcelona: Altamar.
Bibliografía complementaria
Otros recursos
30
Grado en Psicología
Contenidos ........................................................................................................... 10
2. Resumen .................................................................................................................. 23
2
UD 6. Proyectos de intervención en HAPS
3
1. Desarrollo del contenido
Recuerda
Personalización
Participación
Articulación social
4
Nota
Nota
Son las actividades que se dan fuera del ámbito familiar (centro de mayores, centro tutelado,
comunidad terapéutica, etc.).
Programa individualizado para atender las necesidades de una persona en concreto. Estas
actuaciones suelen aparecer en tres contextos:
1. Centros sociales y sociosanitarios: muestran las actividades que hará cada persona del
centro con las adaptaciones necesarias según sus posibilidades. P. ej., taller de memoria
con adaptaciones para una persona con movilidad reducida.
5
2. En el entorno familiar: las actividades se planifican para poder ser ejecutadas en el
entorno familiar, ya sea por profesionales o familiares. P. ej., higiene en una lesión
medular.
3. En centros educativos: adaptaciones del currículo para niños y jóvenes con necesidades
educativas especiales. P. ej., adaptación del material para una persona invidente.
1. Fase de diagnóstico.
2. Fase de planificación.
3. Fase de ejecución.
4. Fase de evaluación.
6
1.2. Fase de diagnóstico
Recuerda
Para detectar las carencias será necesario recoger información de manera sistemática utilizando
los diversos instrumentos que hemos analizado en las unidades anteriores. De manera general,
la recogida de información se realiza mediante:
Entrevistas
Observación
Se usan con frecuencia para obtener información sobre las habilidades sociales. Las
observaciones pueden hacerse en situaciones reales o simuladas (role-playing).
Autoobservación
Escalas estandarizadas
Permiten obtener información sobre la persona comparándola con una población de referencia
de características similares. Una de sus principales ventajas es su eficiencia, ya que permite
evaluar a distintas personas a la vez, y en un periodo de tiempo relativamente breve.
7
1.3. Fase de planificación
1.3.1. Objetivos
Esta fase puede concretarse en la pregunta: ¿qué se quiere conseguir?, es decir, ¿cuáles son las
metas o finalidades que se pretenden con el proyecto de intervención?
Tipos de objetivos
Los objetivos pueden clasificarse en tres niveles diferentes atendiendo a su nivel de concreción.
8
Es una formulación general sobre lo que pretendemos conseguir.
Son formulaciones precisas del objetivo general, mostrándose como una concreción en
diferentes actividades. Con frecuencia, cada objetivo general presentará varios objetivos
específicos.
9
Formulación de objetivos
Nota
Los objetivos aparecen como capacidades o competencias que la persona debería haber adquirido
una vez finalizado el proyecto de intervención.
Un proyecto de intervención puede presentar diversos tipos de objetivos según las capacidades
que se pretendan trabajar, por ejemplo:
Como vimos antes, los objetivos deben hacerse de manera personalizada, de tal manera que se
adapten a una persona en concreto en una situación determinada. Esta adaptación puede
hacerse:
Contenidos
Los contenidos hacen referencia a los procedimientos, hechos, conceptos, actitudes, valores y
normas mediante los cuales se pretende desarrollar determinadas capacidades de la persona.
Pueden distinguirse tres tipos diferentes:
Procedimientos
10
Están compuestos por las habilidades, estrategias y técnicas. Suponen un conjunto de acciones
organizadas para la consecución de un fin determinado. P. ej., aplicación, clasificación,
definición, elaboración, identificación, manipulación, etc.
Conceptos
1.3.2. Metodología
Una vez determinado qué queremos conseguir, es necesario plantear: ¿cómo se quiere
conseguir? En la fase de metodología se proponen las acciones y su secuenciación para alcanzar
los objetivos planteados.
Metodología (II)
Diseño de actividades
Las actividades de intervención se diseñan para cumplir los objetivos específicos planteados en
la fase anterior.
11
En el caso de que una persona no pueda seguir las actividades grupales, es necesario adaptarlas
dentro de su plan de intervención personalizado.
Metodología (III)
Técnicas y estrategias
Además de las actividades, en el apartado de metodología, deben aparecer las técnicas que se
emplearán durante el proceso de adquisición de las habilidades de autonomía personal y social,
así como la manera en que se organizarán para conseguir los objetivos propuestos.
Recuerda
Todas estas técnicas, aplicadas al ámbito del entrenamiento en habilidades sociales, las
hemos visto en la UD5.
2. Técnicas de autocontrol
3. Técnicas cognitivas
12
Metodología (IV)
Ficha de actividad
En la ficha de actividad aparece toda la información necesaria para llevar a cabo una actividad.
Puede variar según el profesional, la institución y la personalización, pero generalmente tiene los
siguientes apartados:
• Nombre de la actividad.
• Número que corresponde en la programación.
• Duración de la actividad.
• Objetivos operativos.
• Contenidos (procedimientos, conceptos, actitudes, valores y normas).
• Desarrollo.
• Recursos.
• Evaluación.
1.3.3. Temporalización
Nota
La fase de temporalización supone plantear los plazos en los que pretendemos llevar a cabo
nuestra intervención, por lo tanto, responde a la cuestión: ¿cuándo se quiere conseguir?
Secuencia
13
Actividades que por su naturaleza o finalidad deben realizarse en un orden determinado (nunca
a la vez o a la inversa). Normalmente lo aprendido en una actividad es necesario para la otra.
Otras veces, la secuenciación se debe simplemente a una limitación de recursos disponibles en
el centro (salas, recursos materiales, etc.).
Sincronía
1.3.4. Recursos
Sabías que:
El material fungible es todo material que se consume al ser usado (cartuchos de impresora,
bolígrafos, pegamento, gasas, material de limpieza, etc.).
1. Recursos humanos
Personal necesario para llevar a cabo la intervención, ya sean personal profesional remunerado
o voluntarios.
2. Recursos materiales
Son muy diversos y pueden representar desde el alquiler de las instalaciones hasta la compra
de material fungible
14
En esencia, la planificación comprende cuatro fases:
Nota
15
1.4.2. Fases en la ejecución de un proyecto de intervención
Recuerda
1. Fase de preparación
La información sobre la eficacia del procedimiento debe ser realista. Se informará sobre los
objetivos planteados, los pasos que se seguirán, las técnicas que se pretenden usar y los
principios que guiarán la intervención.
3. Fase de automatización
En esta fase la persona continúa su aprendizaje, y se pretende que sea capaz de ejecutar las
conductas aprendidas de la manera más autónoma posible.
4. Fase de consolidación
Nota
16
Para valorar la evolución de la intervención, es frecuente elaborar un registro de
seguimiento de la intervención.
Registro de seguimiento
Usuario:
Actividad
Progresa No progresa
17
Condiciones de aplicación
Nota
1. Preparación.
2. Adquisición.
3. Generalización.
18
Estas fases aparecen resumidas en el siguiente cuadro:
Figura 1. Fases en la aplicación de un programa de HH. SS. Fuente: Gil y León, 2014 (adaptación).
Gil y León (2014) proponen una serie de estrategias para trabajar las HH. SS. en contextos reales:
1.5. La evaluación
19
1.5.1. Fases del proceso de evaluación
Recuerda
En ese caso nuestra intervención empezará por motivarle. Una herramienta adecuada para
favorecer la motivación es la entrevista motivacional. Puedes saber más sobre esta técnica
entrando en este enlace.
• readaptar los objetivos, ya sea por defecto o exceso de las posibilidades reales de la
persona (puede que hayamos subestimado o sobreestimado a dónde puede llegar la
persona), y
• readaptar las actividades, cuando resulten inadecuadas para los objetivos.
Consiste en comprobar si los resultados se corresponden con los objetivos planteados. Se evalúan
tanto los objetivos como los medios y procedimientos utilizados.
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Evaluación del seguimiento
La evaluación más allá del fin de la intervención permite conocer sus efectos a largo plazo.
Es muy importante dado que como psicólogos lo que nos interesa es generar cambios duraderos,
que tengan un impacto real en la vida de la persona. Para ello habrá que seguir longitudinalmente
a la persona, y asegurarnos de que los efectos de la intervención son mantenidos en el tiempo.
Recuerda
En las unidades anteriores hemos estudiado las escalas estandarizadas que se usan con más
frecuencia en la evaluación de las HAPS.
Los instrumentos más utilizados para la evaluación son la entrevista, la observación y las escalas
estandarizadas, y se adaptarán a la fase concreta de la evaluación.
Como aparece en la siguiente tabla, las escalas estandarizadas permiten comparar con facilidad
la progresión de la persona.
Usuario:
Valoración inicial
Primer trimestre
Segundo trimestre
Tercer trimestre
Tabla 2. Ejemplo de valoración de un usuario a partir de una escala de AVD. Fuente: Arteaga et al., 2004.
21
Usuario:
Sí No
Tabla 3. Ejemplo de valoración de una habilidad social a partir de una pauta de observación. Fuente: Arteaga et al.,
2004.
Viaja
Existen diversas entidades que facilitan herramientas para evaluar el trabajo de una manera más
objetiva. Aunque comparten muchos criterios, suelen ser diferentes según la comunidad
autónoma donde se proponga la evaluación externa.
Un ejemplo de ello es la propuesta de evaluación externa de calidad para centros de día para
personas mayores del Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS).
22
2. Resumen
2. Fase de planificación: tiene como objetivo responder a las necesidades detectadas en la fase
de diagnóstico. Se compone a su vez de cuatro fases:
1. Fase de preparación.
2. Fase de adquisición o aprendizaje.
3. Fase de automatización.
4. Fase de consolidación.
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3. Mapa conceptual
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4. Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Arteaga, L., Nus, P., Muñoz, L. y Palomar, M. (2004). Habilidades de autonomía personal y
social. Barcelona: Altamar.
Bibliografía complementaria
Otros recursos
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