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Catastrofes y colectividad

1. CATASTROFES: GRUPOS Y MOVIMIENTOS SOCIALES


1.1 Comunidad terapéutica
1.2 Dinámica de grupos y tratamiento en grupo
1.3 Catástrofes y movimientos sociales
1.4 Conductas y manifestaciones colectivas
1.5 Conmoción- Inhibición- Estupor
1.6 Miedo Colectivo
1.7 Pánico
1.8 Huida Colectiva y Éxodo
1.9 Las fases sociales del afrontamiento de catástrofes colectivas
A- Fase previa y de alerta
B- Fases de choque y de reacción
C- Fase de emergencia y resolución contemporánea
D- Fase de adaptación y post catástrofe

2. INFORMACION Y AGENTES SOCIALES:


AUTORIDADES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
2.1 Instituciones e información a la población: aspectos operativos de la
información con relevancia psicológica para la población.
2.2 Medios de comunicación en catástrofes
2.3 Rumores e información.

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1.Catástrofes: grupos y movimientos sociales

1.1. Comunidad terapéutica misma experiencia, y que realmente saben de lo


ocurrido, es más aceptable y más real. A este
Cuando la gente ha vivido una catástrofe, tiende a
respecto, muchas personas que han padecido
asociarse creando un grupo psicológico. Fritz
un trauma se sienten incomprendidas o recha-
acuñó el término "comunidad terapéutica" para
zan las afirmaciones de la gente que no lo han
representar una respuesta sociocultural positiva a
vivido, porque estas desconocen lo que eso
los desastres. En los países más industrializados,
significa en sus vidas (Pennebaker, 1994).
el desarrollo de la "comunidad terapéutica" se
entiende como la agrupación espontánea de indi- 4. El grupo permite un pensamiento emocional
viduos que aún desconociéndose o teniendo poco en un contexto de apoyo y de comprensión.
conocimiento de los demás, tienen el propósito de
5. El grupo también admite expresar las emo-
compartir y aliviar el peso de los efectos del des-
ciones de forma más regulada.
astre. En la acción de compartir, los afectados par-
ticipan en su propia recuperación y, al mismo 6. El grupo da modelos de enfrentamiento adap-
tiempo, restablecen el sentimiento de cierto tativo.
control. A pesar de estos beneficios, la relación 7. Y el grupo puede ayudar a los participantes a
suele ser muy breve, ya que los sujetos que la llevar adelante cambios o buscar soluciones a
integran vuelven a separarse una vez que el orden problemas comunes.
y la normalidad se restituyen.
Sin embargo, en países menos desarrollados,
donde la población puede vivir en zonas margina- Sin embargo, las evaluaciones de programas de
les y la necesidad de supervivencia cotidiana lleve tratamiento en grupo para personas con estrés
a compartir los recursos elementales, la "comuni- postraumático, muestran en general, que aunque
dad terapéutica" es importante para la recupera- las personas los han evaluado positivamente, el
ción psicosocial, pero se entiende como una impacto real en los síntomas no ha sido positivo
extensión de ese compartir recursos y apoyo (Hodgkinson y Stewart, 1991).
mutuo que ya existe para satisfacer las necesida-
des diarias, no como una creación espontánea;
por tanto, en estos países se cuenta con la ventaja 1.3. Catástrofes y movimientos sociales
del hábito de cooperación que tienen entre ellos. Fritz describe cómo en algunas condiciones, los
desastres pueden tener efectos constructivos
sobre el sistema social. La comunalidad del peli-
1.2. Dinámica de grupos y tratamiento en gro, la claridad sobre la necesidad de acciones
grupo reparadoras comunes y las interrupciones del sta-
La pertenencia de las víctimas de catástrofes a un tus quo, pueden combinarse para eliminar las
grupo psicológico presenta una serie de ventajas diferencias de status y promover el cambio y la
(Martín Beristain y Riera, 1993): solidaridad en la comunidad. Incluso las institu-
ciones internacionales reconocen que durante los
1. Al estar en grupo, la persona se encuentra momentos de crisis se da una activación de las
menos aislada y disminuye el sentido de unici- redes de ayuda mutua que debe ser tenida en
dad (de ser "especial") que afecta frecuente- cuenta en los procesos de reconstrucción (UNDP,
mente a las víctimas, lo que se asocia también 1994).
con la provisión de un sentido de comunidad y
de apoyo social. Desde el punto de vista psicológico, los procesos
de ayuda mutua incluyen: la objetivación y el aná-
2. Se reducen los sentimientos de estigma y se lisis de la realidad; el sostén mutuo; el reconoci-
restaura la autoestima. miento de sentimientos y vivencias escondidas; la
3. La confrontación con otros que han sufrido la generalización de las experiencias; la búsqueda e

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integración de soluciones; el desarrollo de accio- res, y la organización racional de los recursos. Sin
nes comunes para enfrentar los problemas; el des- embargo, en otras circunstancias se observan
arrollo de actividades sociales gratificantes (Heap, conductas inadecuadas como es el considerar que
1985). Estos grupos también constituyen espacios la situación es irreal o el éxodo desorganizado de
sociales de encuentro y crecimiento personal que un grupo o una comunidad. Estas conductas no
no siempre se focalizan en las experiencias trau- constituyen una respuesta adecuada y, como
máticas, sino en los problemas de adaptación a la consecuencia, aumentan la desorganización social
nueva realidad o los cambios en su rol social, del grupo.
como los grupos de mujeres creados por la red de
Marie Stopes International en Bosnia después de
la guerra (Jones, 1995). 1.5. Conmoción- Inhibición- Estupor
En otros casos, especialmente en las situaciones El comportamiento colectivo, inmediato, más fre-
de catástrofe sociopolítica, los movimientos de las cuente ante una catástrofe es la reacción de
víctimas se orientan hacia las demandas de justi- Conmoción - Inhibición - Estupor, en el curso de
cia, el apoyo mutuo entre los supervivientes y la la cual se ve a los supervivientes emerger de los
defensa de los derechos humanos, constituyendo escombros, alterados por el choque emocional, sin
formas de afrontamiento colectivas, aunque tam- iniciativas y cuya única movilidad es un lento
poco están exentas de los problemas habituales éxodo centrífugo que los aleja de los lugares de la
de organizaciones sociales como las dificultades catástrofe para ganar espacios amplios hacia la
de liderazgo, el riesgo de estigma, el miedo a par- periferia o lugares alejados de la catástrofe.
ticipar o los conflictos internos. Ejemplos de ello son la destrucción de Pompeya,
los terremotos de Lisboa y Méjico y los bombar-
Algunas de estas experiencias combinan la ges-
deos de Hamburgo, Tokio, Hiroshima y Nagasaki
tión de ayudas a los familiares con la reconstruc-
en la 2ª Guerra Mundial (Guillain,1979; Osada,1982;
ción de la memoria colectiva, como en el caso de
Lima,1990). Los testigos de estos sucesos descri-
la masacre de Trujillo (AFAVIT, en Colombia, Justicia y
bieron esas lentas filas silenciosas de supervivien-
Paz, 1997). Otras están más orientadas al apoyo
tes siguiéndose los unos a los otros por los cami-
mutuo y la reivindicación política, como en el
nos improvisados de las ruinas. Estas reacciones
caso de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo
duran, la mayor parte de las veces, unas horas
(Kordon, Edelman et al, 1986) y las Asociaciones de
según Crocq, Doutheau y Sailhan (1987).
Familiares de Desaparecidos en muchos países de
América Latina y Asia. Algunas asociaciones de
veteranos de la guerra del Vietnam han combi- 1.6.. Miedo Colectivo
nado el apoyo a los supervivientes con la lucha
contra la guerra. Estas experiencias constituyen El sentir intensamente miedo es una reacción fre-
formas colectivas de enfrentar las consecuencias cuente en situaciones de catástrofe o de amenaza,
de los hechos traumáticos, de reconstruir los teji- pero no es una condición suficiente para que apa-
dos sociales y muchas veces de luchar contra las rezcan conductas de pánico. Incluso las investiga-
causas del sufrimiento. ciones con personas entrenadas para la guerra
(aviadores e infantería norteamericana, volunta-
rios del Ejercito Republicano español, etc.) confir-
1.4.Conductas y manifestaciones colectivas man que la mayoría aplastante de los soldados
sienten miedo en el combate (Delumeau, 1993).
En muchas catástrofes y situaciones de riesgo se
observan conductas colectivas adecuadas (como Pese a sentir y compartir un miedo intenso,
por ejemplo, el orden en la evacuación de una muchas veces las personas llevan a cabo acciones
población en riesgo), lo cual va a permitir luchar heroicas y coordinadas (hecho mostrado no sólo
contra la propagación del peligro, o de los rumo- entre víctimas de guerra, sino también entre per-
sonal de ocupaciones peligrosas como bomberos).

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Más aún, las investigaciones llevadas a cabo b) contagio emocional, es un miedo compartido,
sobre personas aterrorizadas por desastres sugie-
c) componente conductual, asociado a huidas
ren que el pánico es de corta duración y que, aún
masivas,
las personas que sienten miedo intenso y están
más alteradas, pueden ser rápidamente inducidas d) efectos negativos para la persona y la colecti-
a seguir las reglas de las autoridades y los líderes vidad, se trata de reacciones no adaptativas,
locales (Turner y Killian, 1972). egoístas o individualistas ("sálvese quien
pueda"), que producen más víctimas que la
El valor adaptativo del miedo ha sido reconocido
catástrofe misma que lo provoca (Schultz, 1964;
en diferentes contextos de manejo de situaciones
Quarantelli, 1976).
amenazantes. Por ejemplo, entre los refugiados
indígenas de Guatemala, sometidos a represiones Smelser (1962) argumentó que el comportamiento
masivas, se decía que los que se creían valientes colectivo que desemboca en conductas de pánico
ya no quedaban entre ellos: estos se habían que- se desarrolla a través de una cadena de pasos
dado a afrontar o intentar esquivar la represión acumulativos y necesarios:
militar y habían muerto (Martín Beristain et al, a) en primer lugar aparece una sensación de
1996). Los aviadores norteamericanos, en la estar atrapado;
segunda guerra mundial, tenían un dicho que
también representa la idea del valor adaptativo del b) además se da un malestar general provocado
miedo y la prudencia: "Hay pilotos con experien- por esa sensación y se produce la imposibilidad
cia y pilotos corajudos o valientes, lo que no hay de escapar de la situación por las diferentes
son pilotos corajudos con experiencia" (Turner y rutas;
Killian, 1972). c) el tercer paso que desencadena el pánico es
la dificultad de comunicarse para solicitar
ayuda;
1.7. Pánico
d) en cuarto lugar, según Smelser, estaría la per-
El pánico es una reacción colectiva muy temida, a cepción de peligro para la vida. El pánico apa-
pesar de no ser la más frecuente, que se puede rece cuando existen trabas para movilizarse
definir como el miedo colectivo intenso, sentido hacia la huida, y cuando se percibe que no
por todos los individuos de una población y que se existe una coordinación, información y actua-
traduce por las reacciones primitivas de "fuga ción eficaces.
loca", de fuga sin objetivo- desordenada, de vio-
lencia o de suicidio colectivo (Crocq et al.,1987). A este respecto, en el cuadro I se muestran los
resultados de una entrevista, en la cual se pre-
El pánico se define a partir de los siguientes ele- guntó a las personas sobre las experiencias que
mentos: habían experimentado tras un accidente y/o
a) componente subjetivo, un intenso miedo, catástrofe.

Cuadro I : Conductas colectivas tras un accidente y/o catástrofe (Páez, Arroyo y Fernández, 1995).
En una entrevista se preguntó sobre la experiencia tras un accidente y/o catástrofe. Se seleccionó a las personas que
habían vivido catástrofes colectivas, definidos operacionalmente como accidentes en los que estaban involucrados
más de 10 sujetos. Las personas indicaban si habían tenido la sensación de estar atrapadas, si había maneras de esca-
par de la situación, si existían posibilidades de comunicarse para solicitar ayuda y si habían experimentado peligro
en el momento del suceso. Se les preguntó además si habían huido y si habían vivenciado miedo - como operaciona-
lización del pánico.
Un análisis multivariado para variables categoriales, la regresión logística, nos permitió contrastar las predicciones de
Smelser. La sensación de miedo se veía asociada al hecho de estar atrapado (phi=,11; p<.07) y por la sensación de peli-
gro (phi=,12;p<.05). La huida también era predecida por encontrarse atrapado (r=,10;p<.07) y por la sensación de peli-
gro (r=,26;p<.01). Finalmente, el miedo también se asociaba a la huida (phi=,32;p<.01), con la excepción de la oportu-
nidad de comunicarse. El conjunto de las variables, que Smelser sugirió que se asociaban a una conducta de huida,
se vieron confirmadas. Digamos, eso sí, que el pánico y la posibilidad de comunicarse se asociaban de forma negativa
(phi=-,22; p<.01).

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Sin embargo es un mito muy frecuente considerar 1945 y los éxodos de los habitantes de Somalia y
al pánico como experiencia típica de catástrofes. Ruanda en la década de los 90 a causa de la
Aún en los incidentes denominados de pánico, en guerra, son acontecimientos que reflejan esta
los que las personas se están enfrentando con la conducta.
percepción de amenaza inminente, las conductas
Las condiciones de precariedad o amenaza aso-
desadaptativas no son dominantes, y son frecuen-
ciadas al éxodo suponen, frecuentemente, nue-
tes las conductas cooperativas y coordinadas
vos peligros para la vida. Así, en el accidente
(Johnson, 1987).
químico de Bopal (India) el éxodo fue una causa
Coherentemente con los resultados antes comen- de la mortalidad: una proporción notable de los
tados, el Comité de Estudios de Desastres del 2500 cadáveres que se recogieron sobre la ruta,
Consejo Nacional de Investigaciones de EE.UU., no sólo habían sido intoxicados, sino que habían
resumiendo la investigación realizada en los años sido aplastados por los coches de gente que huía
1940 y 1950, concluyó que el pánico de masas era de la región. Sin embargo, en otras crisis socio-
muy poco frecuente. En general, éste se producía políticas, la población, incluso en medio de situa-
cuando convergían cuatro elementos: ciones de emergencia, realiza movimientos tácti-
cos de huida, con evaluación del riesgo y de las
a) Estar atrapados parcialmente, se percibe que
posibilidades de permanecer en el lugar, aunque,
hay una o pocas vías de escape;
en ocasiones, se generalicen éxodos masivos
b) Amenaza percibida o real inminente que como en el caso de Guatemala (1980/82) o
torna al escape en la única conducta posible; Rwanda (1993-96) como consecuencia de las
c) El bloqueo total o parcial de la supuesta ruta masacres masivas.
de escape y
d) El fracaso de comunicar a las zonas de atrás 1.9.. Las fases sociales del afrontamiento de
de la masa, o a las personas alejadas de la vía de catástrofes colectivas
escape, que ésta está bloqueada, por lo que
La información referente a la dinámica colectiva
siguen presionando para intentar huir por una
frente a las catástrofes, y después de ellas, es limi-
vía inexistente (Turner y Killian, 1972).
tada. La mayoría de la investigación sobre res-
El pánico depende del grado de coordinación per- puestas individuales y colectivas ante catástrofes
cibido, del nivel de información, de la experiencia es transversal y retrospectiva.
previa y del grado de tranquilidad con que se
Quarantelli apoya su visión del miedo colectivo y
afronta el hecho; en un primer momento, después
la conducta de huida en cerca de mil entrevistas
de un gran desastre, la gente herida y confusa
no estructuradas retrospectivas llevadas a cabo
intenta escapar del área de peligro, entonces el
entre el periodo comprendido [uno y siete días]
mayor problema es establecer de antemano un
después de la catástrofe (Quarantelli,1954).
número alternativo de rutas de escape que sean
posibles, tener en cuenta las diversas maneras Un 70% de los 73 estudios norteamericanos publi-
que hay de abandonar esa situación y planificar cados entre 1959 y 1989, revisados por
adecuadamente los modos de actuación, transmi- Pennebaker, indican que se había entrevistado a
tiendo tranquilidad y seguridad (Quarantelli et al., las personas sólo una vez (Pennebaker, 1994).
1977; Quarantelli, 1978).
Investigaciones longitudinales en personas occi-
dentales sobre las respuestas a catástrofes puntua-
les (erupción de un volcán, terremotos, etc.) han
1.8. Huida Colectiva y Éxodo
encontrado diferentes fases de afrontamiento
Los éxodos constituyen la variante menos colectivo del periodo posterior a la catástrofe. De
extrema de las conductas colectivas. Los éxodos estos estudios longitudinales podemos plantear las
de la población del norte y este de Francia por el siguientes fases sociales del afrontamiento de
avance alemán (1914, 1940), el éxodo de la pobla- catástrofes colectivas: negación previa de la catás-
ción alemana huyendo del ataque soviético en trofe, la inhibición, una fase de compartir social,

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una de inhibición posterior y una de asimilación. cularmente a ellos (Kapferer,1987/1995). Las
encuestas muestran que a mayor cercanía de
A continuación, integraremos la información
una central nuclear más cree la gente que está
retrospectiva fenomenológica disponible sobre las
segura. En el mismo sentido, los trabajadores de
conductas colectivas en catástrofes con las fases
industrias de alto riesgo profesional se niegan a
sociales de afrontamiento.
reconocer la peligrosidad de sus trabajos, hasta
el punto que resulta difícil hacerles aplicar las
A. FASES PREVIAS Y DE ALERTA indispensables medidas de seguridad (Zonabend,
1993).
Las investigaciones descriptivas han postulado
la existencia de una fase previa y otra de alerta. La fase de alert a está delimitada entre el anun-
La fase de est ado p revio se caracteriza por el cio del peligro y la aparición de la catástrofe.
grado de preparación de las autoridades y de la Está jalonada de señales de alerta y da lugar a
población ante la catástrofe (Gleser y Green,1981). un estado de ansiedad útil, con vigilancia en
cuanto al período de preparación y medidas de
En la fase previa al impacto del hecho negativo protección. Sin embargo, si es gestionada sin
ya sea una catástrofe o un accidente tecnoló- instrucción y sin informaciones precisas, puede
gico es muy frecuente que las autoridades y la dar lugar a la propagación de rumores y de
colectividad nieguen o minimicen la amenaza. pánico. A la inversa, entre las poblaciones habi-
Así, cuando apareció la amenaza de la Peste, los tuadas a la catástrofe, por ejemplo gente que
médicos y las autoridades buscaron tranquilizar vive cerca de ríos que se desbordan o gente que
a la población negando la posibilidad de que está acostumbrada a hacer frente a tifones o tor-
ocurriera o minimizando su alcance. Se decía nados, puede dar lugar a un comportamiento de
que no era la peste, que eran otras enfermeda- indiferencia aparente, que corresponde ya sea a
des más benignas, se atribuían los aumentos de la resignación o a la negación del peligro, cen-
mortalidad a causas menos amenazantes (los trándose, por tanto sin cambios, en actividades
problemas de alimentación, etc.); se decía que cotidianas (Gleser & Green,1981). Además de esta
la enfermedad era una invención de las autori- actitud de negación, frecuentemente se plantea
dades. Actitudes colectivas similares emergían que una parte de la colectividad tiene un com-
ante el caso del cólera en el siglo XIX. En el caso portamiento de aprensión o exageración de la
del SIDA ha ocurrido algo similar: por ejemplo, amenaza. Aunque hay datos que apoyan esta
en Francia se minimizó el riesgo de transmisión hipótesis, en relación con la actitud de la pobla-
por transfusión, con un resultado fatal para ción lega ante catástrofes que están emergiendo
muchos hemofílicos (Delumeau, 1993; Paillard, (Stroebe et al, 1993), con respecto a las respues-
1993). tas de las instituciones y élites lo que predo-
Al igual que con respecto a otras conductas de mina es el silenciamiento de las voces críticas y
riesgo, se pensó que las personas se exponían a la reafirmación de hipótesis optimistas, que lle-
circunstancias peligrosas por falta de conoci- van a una visión de ilusión de invulnerabilidad
miento. Sin embargo, se ha encontrado que el grupal (Janis,1982).
conocimiento de lo peligroso de un lugar, o su Entre los factores que influyen en la falta de res-
exposición a posibles catástrofes, no es un fac- puesta ante la inminencia del peligro, en caso
tor suficiente para evitar que la gente se de desastres naturales y guerras, están: la difi-
exponga a él. También se ha encontrado que la cultad de abandonar las pertenencias, tierra,
gente que vive con situaciones amenazantes etc.; la dificultad de creer en lo que está suce-
inhibe la comunicación sobre el peligro y lo diendo ("eso no puede pasar aquí"); la creencia
minimiza. En este sentido, personas que viven de que la protección vendrá de un ente sobrena-
en áreas en que existen ciertas enfermedades tural (Dios); la falta de información clara y
endémicas transmisibles, o que viven cerca de concreta; el tiempo que pasa la población en
centrales nucleares, evitan hablar del tema o alerta; la experiencia previa que tenga de situa-
evalúan que el problema no les amenaza parti- ciones similares; la organización de la alerta

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inmediata, cuando el peligro se acerca de forma Los tipos de víctimas y movimientos que pode-
inminente; la credibilidad de la fuente que mos encontrar van a ser distintos. En una inves-
transmite la información sobre la amenaza y la tigación sobre los efectos por un terremoto en
difusión de rumores contradictorios que quitan Perú se encontraron los siguientes tipos de víc-
fuerza a la indicación de huir o refugiarse timas o afectados, que creemos se pueden
(ODHAG, 1998). generalizar a todo tipo de catástrofe: a) las vícti-
mas físicas directas; b) las víctimas contextua-
les (traumatizadas por las condiciones físicas y
B. FASES DE CHOQUE Y DE REACCIÓN socioculturales después del impacto), c) las víc-
Las investigaciones fenomenológicas han timas periféricas (no residentes que han sufrido
incluido en esta fase los momentos de choque y pérdidas) y d) las víctimas de "ingreso" (volunta-
de reacción. Según estimaciones de Centro de rios y agentes de ayuda, que sufren del estrés y
Crisis ante Catástrofes de Inglaterra, en estas de las condiciones físicas post-catástrofe)
fases un 15% de los individuos presentan una (Oliver-Smith, 1996; Martín Beristain et al, 1999).
reacción patológica, otro 15% mantienen su
estabilidad y el 70% restante manifiestan un La fase de sh ock, breve y brutal, corresponde a
comportamiento de calma en apariencia, pero un estado de estrés colectivo; una alteración
que recubre una especie de anestesia emocio- afectiva, sensación de irrealidad, suspensión de
nal o una sensación de realidad aparente la actividad y también desconcentración de la
(Hodgkinson & Stewart, 1991). atención. Respecto al plano comportamental, es
la fase de la conmoción-inhibición-estupor.
IMPA CTO
Con relación a la experiencia vivida se da el
DE STR UCCIÓN fenómeno de ilusión de unicidad (cada uno se
ZONA MA RG INA L cree el centro de la catástrofe) y una impresión
de invulnerabilidad.
ZONA EXT ER IOR

La fase de reacción, inmediatamente posterior a


Zon as de imp acto en los d esas tres la fase de shock, se puede caracterizar por la
continuidad de conmoción-inhibición-estupor
Zona del impacto central: masiva distribución de víc-
en éxodo centrífugo, sin inhibición motriz, y por
timas y desorganización social. Al principio la gente se
encuentra conmocionada y después domina la huida. la agitación psicomotora o el pánico. La fase de
reacción es muy breve y no sobrepasa, general-
Zona de destrucción: hay sobre todo destrucción mente, unas horas (Gleser & Green,1981).
material, con menos muertos y heridos, aunque hay
personas que fueron afectadas por el siniestro y una
destrucción social notable. Se observa que hay inquie- Investigaciones recientes confirman que en el
tud sobre el qué hacer, huida del lugar y a veces la pro- momento de la catástrofe, o cuando ésta ame-
pagación del pánico.
naza de forma persistente, aunque los rumores
Zona marginal: sin víctimas ni destrucción, pero es sobre el fenómeno circulen, las personas prefie-
donde frecuentemente ha sido perturbado el sistema ren no hablar ni reflexionar sobre el tema. Este
de comunicación. Puede darse inquietud, rumores y
sobre todo un movimiento de huida de las zonas cen-
mecanismo de evitación cognitiva y comunica-
trales y movimientos hacia el exterior. cional se puede explicar como una forma adap-
tativa de enfrentar momentos de gran tensión.
Pennebaker (1990), comparando dos comunidades
Zona exterior: intacta desde todos los puntos de que afrontaron una catástrofe colectiva (erup-
vista, salvo en el plano "moral"; se dan frecuen- ción de un volcán), encontró que en la comuni-
temente movimientos de ayuda de los familiares dad en que el volcán había afectado poco y aún
y de personas que se acercan a la zona sinies- podía afectar, la gente rechazaba más ser entre-
trada para colaborar. vistada sobre el hecho y declaraba no sentirse
alterada afectivamente en comparación con la

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comunidad en que la erupción ya había ocurrido sarse o compartir social sobre lo ocurrido. Las
y que sentía que la catástrofe ya había pasado. personas buscan hablar sobre sus propias difi-
La gente que está en medio de una tarea inaca- cultades, pero están "quemadas" para escuchar
bada, como afrontar una catástrofe, puede tratar hablar a otros. En esta fase aumenta la ansie-
de enfrentarla inhibiendo los pensamientos y dad, los síntomas psicosomáticos y los peque-
sentimientos. Pennebaker apoyándose en estu- ños problemas de salud, las pesadillas, las dis-
dios de laboratorio que comparan personas que cusiones y las conductas colectivas disruptivas
han hecho tareas equivalentes, pero que tienen (Pennebaker & Harber, 1993).
expectativas diferentes, apoya esta idea. El
grupo de personas al que se le ha hecho creer
que aún tiene que trabajar más, declara estar D. FASE DE ADAPTACIÓN Y
menos cansado que el grupo al que se le dijo POST CATÁSTROFE
que ha terminado de trabajar (Pennebaker,1990). Las investigaciones longitudinales han encon-
Que la inhibición de pensamientos, sentimien- trado una fase de adaptación, alrededor de dos
tos y comunicación sobre hechos negativos sea meses después del hecho. Las personas dejan
adaptativa, no niega que tenga un coste. Un de pensar y de hablar sobre el hecho estresante,
grupo de supervivientes de Chernobil describió disminuyen la ansiedad, los síntomas y los otros
que la gente de la ciudad cercana de Belaris indicadores. Esto sugiere que preferentemente
había buscado mecanismos de negación del la intervención de grupos de escucha y de
peligro para disminuir su ansiedad ("no quere- autoayuda debe realizarse después de dos
mos tener información") manteniendo actitudes semanas, y especialmente con grupo que des-
de pasividad, impotencia y uso de alcohol (Teter, pués de dos meses sigue con ansiedad, rumia-
1996). Los datos epidemiológicos sugieren que ción y síntomas psicosomáticos (Pennebaker &
esta parálisis comunicativa e inhibición se aso- Harber, 1993).
cian a tasas de mortalidad y morbilidad comuni-
tarias más elevadas, en función del tiempo Según las investigaciones fenomenológicas la
(Pennebaker & Harber, 1993). fase de post-catástrofe, se caracteriza por activi-
dades de organización social, en el seno de las
cuales hay que subrayar la estructuración del
C. FASE DE EMERGENCIA Y RESOLUCIÓN duelo colectivo. El efecto a largo plazo del estrés
CONTEMPORÁNEA colectivo se puede manifestar bajo la forma de
Las investigaciones fenomenológicas postulan miedos "irracionales", no fundados en la catás-
que existe una fase de resolución, contemporá- trofe, miedos de epidemias, o problemas como
nea al retorno del período de lucidez y a la secuelas psicosomáticas, síndrome de estrés
estructuración social, que se asocia a la dismi- post-traumático etc. A más largo plazo, se ins-
nución de la agitación, del pánico y los éxodos, tala frecuentemente una mentalidad de post
así como a la aparición de las conductas adap- catástrofe, con resignación, aceptación de lo
tadas de ayuda, de socorro y de salvamento sucedido - del destino -, culpabilidad y actitud
(Gleser & Green,1981). de dependencia en relación con los poderes
Según las investigaciones longitudinales sobre públicos. En esta fase también se producen
las respuestas a catástrofes puntuales (erupción esfuerzos por el retorno a la autonomía y a la
de un volcán, terremotos, etc.), inmediatamente actividad social (Gleser y Green, 1981). Los estu-
después del impacto se produce una fase de dios sobre efectos psicológicos de catástrofes
emergencia, que dura entre 2-3 semanas tras naturales muestran que, a los 4 meses, los pro-
del hecho. En ella se observa alta ansiedad, blemas disminuyen substancialmente, pero per-
intenso contacto social y pensamientos repetiti- manecen respuestas al estrés con reacciones
vos sobre lo ocurrido. Luego emerge una que incluyen componentes de PTSD, particular-
segunda fase de inhibición, que dura entre 3 a 8 mente problemas para dormir, anestesia afec-
semanas. Esta fase se caracteriza por una tiva, pensamientos recurrentes y evitación.
importante disminución en el modo de expre-

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2. Informacion y agentes sociales: autoridades y medios de comunicación social.

2.1.Instituciones e información a la pobla- pueden nombrar dos Directivas Europeas


ción: aspectos operativos de la información (SEVESO y EURATOM) que regulan la informa-
con relevancia psicológica para la población. ción al público sobre los riesgos que entrañan las
operaciones de determinadas industrias y de los
La ley 2/85 de Protección Civil establece que en
planes de emergencia que se han establecido
los aspectos relacionados con la autoprotección
para minimizar en lo posible las consecuencias de
ciudadana, la Administración (autoridad compe-
cualquier accidente relacionado con estas opera-
tente en cada caso) deberá establecer un com-
ciones. Estas normativas están destinadas a refor-
plejo sistema de acciones preventivas e informati-
zar y controlar la seguridad, asegurar la eficacia
vas (...) con objeto de que la población adquiera
de ayuda en caso de accidente e informar a la
conciencia sobre los riesgos que puede sufrir y se
población sobre la seguridad y los planes de emer-
familiarice con las medidas de protección que en
gencia externos. Se establece que: "la información
su caso debe utilizar. Asimismo, la Norma Básica
a la población deberá ser comunicada o difundida
de Protección Civil señala la importancia de la
por las autoridades competentes a las personas
determinación de los mecanismos adecuados para
que puedan ser afectadas por accidentes graves,
la información a la población afectada (...), para
sin necesidad de que éstas lo soliciten, debiendo
que ésta pueda adaptar su conducta a la prevista
repetirse la comunicación o difusión y además,
en un plan de emergencia. También los planes
una vez actualizada, siempre que sea necesario
territoriales hacen referencia a este aspecto: " el
incorporar datos nuevos o que sean modificados
programa de información está dirigido a asegurar
los anteriores". Llegados a este punto se hace
una adecuada reacción por parte de la población
necesario establecer una diferenciación entre
afectada mediante el conocimiento suficiente de
inform ación pr event iva e inform ación en caso d e
los riesgos que suponen la emergencia y las medi-
emer gen cia real .
das adoptadas para minimizarlos". En concreto se

MOMENTO CONTENIDO FORMA

Información Preventiva Se puede elegir el Medidas más adecuadas, Indicativa,


(sujeta a las variables momento, así como el hábitos preventivos, en Educativa
cotidianas) lugar y el grupo receptor qué consiste un plan de
emergencia

Información En el que se produce la Pautas concretas a seguir Imperativa


en emergencias emergencia y lugares donde dirigirse
(sujeta a las variables que
introduce la situación de
emergencia)

Los objetivos de un plan de in for mación p reven - adaptativos dirigidos a la autoprotección y el


tiva son los siguientes: INFORMAR sobre la pre- autocontrol
sencia de un determinado riesgo y sus conse-
FOMENTAR la responsabilidad de colaborar y
cuencias.
participar en actividades en materia de seguri-
DAR A CONOCER la existencia de planes de dad y autoprotección.
emergencia y funcionamiento de las institucio-
MOTIVAR para la adquisición de conciencia
nes en tales casos.
cívica y altruista.
AYUDAR a comprender y canalizar el miedo
ante la posibilidad de vivir una catástrofe.
ENSEÑAR Y POTENCIAR comportamientos

9
Los objetivos de la infor mación en emer gen cia A QUIEN (receptor- recibe el mensaje)
son los siguientes: INFORMAR sobre la presencia
CON QUÉ EFECTO (eficacia -persuasión)
del peligro
OFRECER pautas inmediatas de autoprotección
Con referencia al em is or en diferentes estudios se
TRANSMITIR el comportamiento más adecuado
encuentra una relación positiva entre el atractivo
a seguir
de la fuente y el nivel de impacto (Cooper y Croyle,
MANTENER informado sobre el proceso de la 1984), aunque esta vinculación no es tan evidente,
emergencia ya que los cambios que se producen por el atrac-
tivo son poco duraderos y superficiales. En cuanto
TRANSMITIR serenidad y confianza.
a la mayor o menor credibilidad del emisor éste
debe inspirar confianza y ser competente, es decir
La normativa sobre la comunicación (Mileti y que tenga pericia sobre el tema del que está
O'Brien, 1992) señala que hay varias razones para hablando, porque a mayor pericia percibida,
dar la información al público ante una posible mayor es el nivel de persuasión (Van Zanden, 1986).
catástrofe, ya que la población que es avisada También el estilo lingüístico influye en la credibili-
suele seguir la siguiente secuencia: Escuchar - dad de la fuente: un lenguaje directo, claro, cer-
Confirmar - Creer y Responder. Existen muchos cano, personal...
mitos sobre la conveniencia o no de alertar con Con referencia al m ens aje hay que tener en
tiempo, por ejemplo el mito de que el público cuenta varios aspectos:
caerá en "pánico colectivo", pero éste no se
- debe brindar una orientación acerca del riesgo
espanta a no ser que exista una clara evidencia de
o peligro, es decir, describir el hecho que podría
no existirr vías de salida o causa clara de muerte
ocurrir
inminente. Otro mito se refiere a que la gente "no
quiere saber", y no es cierto pues el público está - debe explicar porqué puede representar peli-
ávido de información con respecto a la posibilidad gro para la población, ya que el contenido expli-
de una emergencia, además desea información de cativo permite al público entender el porqué de
distintas fuentes, puesto que habrá mayor credibi- la conducta que deberá adoptar.
lidad si la información proviene de un grupo
- debe caracterizarse por especificidad,
mixto; esta necesidad hace que los distintos por-
congruencia, exactitud, certeza y claridad. Debe
tavoces institucionales tengan que estar coordina-
contener datos precisos y completos.
dos para transmitir el mismo mensaje y en repeti-
das ocasiones. Otro mito más se refiere a las "fal- - Si el mensaje utiliza el miedo como elemento
sas alarmas", pensándose que si la alarma resul- de persuasión, existe una relación de cuantía de
tara finalmente falsa, la fuente perdería credibili- miedo inducido y la cantidad de persuasión,
dad, pero la evidencia demuestra que el público pero sólo hasta un nivel crítico, a partir del cual
prefiere estar a salvo (tolerando la falsa alarma) el nivel de angustia provocado por el miedo
antes de tener que lamentarse después. invierte esa relación, dándose un bloqueo en le
procesamiento de la información.
Según la TEORIA DE COMUNICACIÓN DE RIES-
GOS Y EMERGENCIAS los elementos a tener en - Los argumentos se pueden ordenar de dos for-
cuenta en un plan de información (ya sea preven- mas: clímax comenzando por los argumentos
tiva o en emergencia real), son los siguientes: más débiles y de forma escalonada avanzar a los
más importantes y anticlímax, empezando con
QUIEN (emisor- lanza el mensaje)
razonamientos consistentes y acabar con argu-
DICE QUÉ (mensaje) mentos débiles. Generalmente es más útil la pri-
mera ordenación.
POR QUE CANAL (distribución del mensaje)

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En cuanto a los canal es de emisión se pueden 2.2.Medios de comunicación en catástrofes
enumerar múltiples y diversos:
Según la ley 2/85 de Protección Civil los medios
actividades colectivas interpersonales: charlas,
de comunicación vendrán obligados a colaborar
conferencias, grupos de encuentro; medios escri-
con las autoridades competentes respecto a la
tos: folletos, carteles, poster...; medios audiovisua-
divulgación de informaciones dirigidas a la pobla-
les: vídeos, megafonía, CD Rom; y los medios de
ción y relacionadas con situaciones de emergen-
comunicación social a los que haremos mención
cia que contempla dicha ley. Sin embargo, los
en un apartado posterior.
medios de comunicación tienen un impacto ambi-
valente, ya que por una parte pueden dan a cono-
cer lo que ocurre, ofrecer información sobre cómo
En cuanto al recept or y el efect o q ue en él p ued e
enfrentar el desastre o dónde solicitar ayuda. Pero,
p rodu cir el men saje podemos hablar del
por otro lado, pueden complicar la recuperación
MODELO DE PROBABILIDAD DE ELABORA-
posterior al desastre, al generar informaciones
CION que se refiere a que cuando se recibe un
contradictorias y a magnificar o ignorar determi-
mensaje se puede analizar racionalmente o proce-
nados problemas. Así, en primer lugar, los mass
der de forma casi automática. Son las dos princi-
media tienden a trivializar y simplificar complejos
pales estrategias de que dispone el perceptor para
problemas emocionales (p.e. mostrando a perso-
decidir si acepta o no el mensaje:
nas muy fuera de control). En segundo término,
- La primera, denominada "procesamiento cen- tienden a personalizar los problemas, creando por
tral" se da cuando el receptor realiza una eva- tanto problemas de confidencialidad sobre las per-
luación crítica del mensaje, analiza detenida- sonas implicadas, incluso a veces son filmados
mente los argumentos presentados, evalúa las con cámaras aunque aquellas rechacen explícita-
consecuencias y lo pone en relación con los mente salir en pantalla llorando o en situación de
conocimientos previos sobre el tema. Es decir, mucha aflicción. Además, actúan frecuentemente
se trata de elaborar sistemáticamente una serie de forma invasiva y obstaculizando la actividad de
de pensamientos en torno al mensaje. los equipos de rescate o a los supervivientes que
- La segunda, denominada "procesamiento peri- están ayudando. En muchas ocasiones los medios
férico" ocurre cuando la gente no tiene una de comunicación tienden a crear mitos con res-
motivación o capacidad de realizar un proceso pecto a las personas implicadas en el desastre o
detenido de evaluación del mensaje. En este rescate, haciendo que la persona elegida sea una
caso, las actitudes se ven más afectadas por ele- "estrella" y se destaque del resto de las víctimas,
mentos externos al propio mensaje como el generando envidias o criticas y, a menudo, ade-
atractivo de la fuente o las recompensas asocia- más se le vea "congelada" en su imagen de héroe
das a una determinada postura. o víctima ejemplar. Finalmente, los mass media
cambian rápidamente de interés abandonando a
Este modelo predice que los argumentos sólidos las víctimas y a los equipos de trabajo, que des-
(que invitan a un procesamiento central) afecta- pués de haber permanecido unos minutos bajo los
rán más a los sujetos que estén más implicados focos se van a sentir, nuevamente, aislados e
con el tema, pero la credibilidad o experiencia ignorados (Stewart y Hodgkinson, 1989).
de una fuente, sólo por sí misma (procesamiento
periférico) producirá más impacto en quien se
sienta poco implicado.

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2.3. Rumores e información tas colectivas generando división, pérdida de
apoyo de las víctimas o conflictos, y no sólo influir
Los rumores abundan después de cualquier catás-
en conductas de pánico. En catástrofes naturales,
trofe o tragedia, y pueden minar el funciona-
como la erupción del volcán de Armero -Colombia
miento del grupo. Una buena forma de afrontarlos
(Saavedra, 1996) los rumores se asociaron a la
es facilitar información adecuada y fiable tan
ayuda humanitaria (miembros de las organizacio-
pronto como sea posible. La información no debe
nes de rescate que quieren despojar a las vícti-
incluir sólo lo que ha sucedido, sino lo que puede
mas), los hechos (supuestamente muchos habían
ocurrir y cómo enfrentarlo. A este respecto, los
sido atropellados en la huida) o su significado ("las
miembros del equipo de rescate y apoyo necesi-
prostitutas se salvaron porque Dios tuvo miseri-
tan conocer qué es lo que se espera que ellos
cordia de ellas").
digan o hagan, a quién, cuándo y porqué
(Hodgkinson y Stewart, 1991). Además, otra cuestión interesante es la referida al
miedo en relación con la circulación de los rumo-
Por otro lado, hay que destacar que los rumores
res: la respuesta de miedo es una respuesta adap-
negativos circulan mucho más rápido e impactan-
tativa ante una situación de amenaza real. Ese
temente que los desmentidos positivos, por lo que
miedo puede verse reforzado por la informaciones
resulta necesario insistir más en la información
(en muchos casos sin evidencia técnica, científica
positiva, ya que ésta circula con menor rapidez.
u oficial y más cercanas al sensacionalismo) que
También se ha encontrado que tentativas autori-
los medios de comunicación ofrece cuando ocurre
tarias de controlar la información van a provocar
un desastre. En un terremoto, por ejemplo, el
molestias, y aumentan la tasa de rumores y las
"vendrá otro peor" es bastante frecuente y es pro-
críticas a lo que se está realizando (Oliver-Smith,
bable que el rumor surja y se mantenga como una
1996¸ Páez y Marques, 1998).
necesidad de justificar los propios sentimientos
Los rumores críticos también provocan fenómenos de miedo que siente la población, por ello, es
negativos como la inseguridad en el grupo. imprescindible que la información sea fiable y
Muchos rumores pueden distorsionar las conduc- adecuada.

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Referencias bibliográficas recomendadas sobre este tema:

Fernández, I.; Martín Beristain, C. y Páez, D. (1999).


Emociones y conductas colectivas en catástrofes: ansiedad y rumor y conductas de pánico.
En J. Apalategui (Ed.). La anti ci pac ió n de la So ci eda d. Psi co logí a Soc ia l de lo s m ov im ie ntos soc iale s.
Valencia: Promolibro.(pág. 281-342).

Martín Beristain, C.; Giorgia, D.; Páez, D.; Pérez, P. y Fernández, I. (1999).
Reconstruir el tejido social. Un enfoque crítico de la ayuda humanitaria.
Barcelona: Icaria

Ovejero, A. (1997).
El individuo en la masa: psicología del comportamiento colectivo.
Oviedo: Nobel.

Páez, D., Arroyo, E. y Fernández, I. (1995).


Catástrofes, situaciones de riesgo y factores psicosociales.
Mapfre Seguridad, 57, 43-55.

Páez, D. y Marques, J. (1999).


Conductas colectivas: rumores, catástrofes, pánicos y movimientos de masas.
E n J. F. Mo rale s e t a l. ( Eds. ). Psic olo gía So ci al.
Madrid: McGraw-Hill. (pág. 337-353).

CEISE, Dirección General de Protección Civil (1992-1997)


Investigaciones psicosociales sobre técnicas de información a la población sobre riesgos y emergencias y Aplicación
del Programa de Información a la Población sobre Planes de Emergencia Nuclear en España"

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