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CR Í T I C A
Publicación de crítica y pensamiento
Número 04
Año 2019
Periodismo cultural
otra vez al debate
Página 3
DOSSIER SOBRE
TEATRO EN CUBA
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Muke’19
·2· Nº 04 · 2018
ZONA NUDFA
CRÍTICA
Publicación de crítica y pensamiento
Teatro hoy
José Brito
Hablar de teatro hoy es hablar de tra- dencia en alguna u otra provincia, últimos elementos resultan lógicos si obras estrenadas en un año; ese pu-
bajo, de mucho trabajo y dedicación; ostentan valores desviados de las tenemos en cuenta que el ICRT y el diera ser un criterio, pero seamos más
de empeño profundo en un arte que nociones más elementales de arte; ICAIC se encuentran allá). sagaces: miremos cualidades éticas y
no deja nada material, y pocas veces, entiéndase respeto al espectador y a Es cierto que cuesta trabajo mirar estéticas para con el oficio, miremos
con suerte, puede cambiar algo o a sí mismo, rigor teórico, diálogo pro- hacia adentro, pero se hace necesario la trascendencia y el valor artístico de
alguien. Los mecanismos para crear fundo, complejidad estructural, etc. para estimular de alguna manera a los su obra, analicemos la profundidad y
obras de teatro y solventar las necesi- Dejemos claro que se pueden poseer colectivos que, alejados de los centros el profesionalismo con que se entre-
dades económicas de los grupos, cada todos estos valores aunque se haga mediáticos, continúan creando un tea- gan al oficio. No es embarazoso si se
vez se tornan más complejos. Palabras teatro para niños, que podría parecer, tro lúcido y constante en ideales es- quiere.
como «rentabilidad» comienzan a ante los ojos del desconocedor, una téticos. Las políticas del Ministerio de Existen eventos como Al centro en
aparecer en el panorama burocrático de las formas más sencillas del teatro. Cultura y específicamente del Consejo nuestra provincia, el Taller Internacio-
que rige la producción teatral. Este fe- Básicamente se acude a este tipo de Nacional de las Artes Escénicas como nal de Payasos en Las Tunas, el festival
nómeno contribuye a la alienación del espectáculos para eludir una carencia organismo directo que rige, organiza, Títeres al centro en Ciego de Ávila y el
arte de las tablas y a la de cualquier de tipo intelectual y ganar fama y re- controla y jerarquiza la actividad tea- Titereando en Guantánamo que pro-
manifestación artística propiamente. conocimiento inmediatos. tral, deben dedicar tiempo y espacio mueven el diálogo y la cercanía con
El teatro, el verdadero, no puede Lo cierto es que el vodevil, el ba- a los grupos de provincia. Resulta grupos que no poseen una aceptación
y nunca será rentable. El arte esquiva rato teatro musical, el show de varie- extraño que a dichos colectivos, aun tácita en su producción, y que con fre-
el pensamiento económico para posi- dades y otras formas del cabaret que cuando tienen premios u ostentan cuencia, se alejan de las zonas de pre-
cionarse en un espacio de la concien- habíamos dejado atrás en la seudo- aniversarios cerrados, se les progra- ferencia colectiva asumiendo vías de
cia individual y colectiva camino a la república, emergen en esta hora de men giras sustanciales para mostrar creación alternativas o tocando temá-
emancipación. Es extremadamente complejidad contemporánea. Resul- su obra, o se les dé la oportunidad de ticas menos complacientes.
complicado en teatro (no pensemos tan un fenómeno de público en La participar en eventos de la magnitud Lo cierto es que ha de mirarse el
en la música, que tiene otra manera Habana y representan una fuente de que, por ejemplo, posee el Festival teatro y la creación escénica como
de recepción, objetiva y conceptual- enriquecimiento para el actor joven Internacional de Teatro de La Haba- un escenario complejo donde actúan
mente), mientras se crea una obra que se deja deslumbrar por los fue- na. A menudo ocurre que estos cupos varios factores; convicción absoluta
matizada en lenguajes, a menudo gos de la aceptación fugaz. Además, son cubiertos por compañías de la ca- por parte de los creadores hacia el
complicados y lleno de subjetivida- estas maneras de hacer, responden a pital. arte que desean perpetuar, mayor
des, lograr un producto masivo en la necesidad de volver rentable una Lejos de ser mis palabras una perre- atención de las entidades rectoras,
cuanto a la aprobación y el disfrute. práctica que debiendo ser artística, ta antihabanera, manifiestan un senti- descentralización de las decisiones
Más bien ha de aspirarse a crear pe- se trastoca en comercio, mercado y/o do de inconformidad y un llamado a artísticas, técnicas o económicas y un
queñas zonas de recepción donde los banalidad. la pluralidad de lenguajes en el teatro diálogo más cercano de la crítica con
espectadores se identifiquen con es- Por esta coyuntura que encierra de una isla diversa. Son un llamado a los procesos creativos. Sería funda-
téticas diversas. en sí misma motivos de índole «ar- cuidar y estimular las zonas de resis- mental que miremos en esa dirección
Esta «intencionalidad económica», tístico» y económico, es que se sufre tencia que se erigen en las provincias para dinamizar y estimular el universo
llamémosle así, por parte de las insti- un constante desplazamiento de los con pocos recursos en el mayor de los teatral. Además, resulta vital el res-
tuciones del Estado, está torciendo el actores hacia la capital, quedando así casos. Son una alerta hacia los que guardo de nuestros valores más pre-
camino hacia la proliferación de es- los grupos de provincia, bombardea- dictaminan, para atender el trabajo ciados con el objetivo de no promover
pectáculos desganados artísticamen- dos la mayoría de las veces. No deja mantenido por décadas de algunos la vulgaridad y el irrespeto hacia nues-
te, sin rigor escénico y poca calidad de ser cierto, además, que radican en grupos, y destacarlo, si fuera digno de tros reservorios espirituales. Es deber
actoral. Las obras de teatro devienen la capital la inmensa cantidad de posi- elogio. No es difícil saber los méritos también del arte proteger nuestro
en shows de cabaret con el objetivo de bilidades de que un grupo o un actor de nuestros teatros si tenemos que en pasado, nuestros símbolos y nuestra
captar la atención de una mayoría de- en específico, alcance la «suerte»; y es cada provincia hay Consejos de Artes historia. Siempre es útil recordar a
seosa de consumo superfluo. El aveni- necesario usar esta palabra en medio Escénicas que deberían ser capaces de Martí: «Hay dos teatros: el social, que
miento por un producto escénico de de este agitado y manipulado contex- dar criterios certeros, sobre la serie- requiere de un arte menor, local y rela-
fría inmediatez conquista a públicos y to, de realizar giras nacionales o in- dad y el rigor en el trabajo de los co- tivo: y el de arte mayor, el teatro de ar-
creadores. ternacionales, participar de eventos lectivos de su plantilla. Noten que no quetipos. Como hay dos vidas, la que
Estos espectáculos que prolife-
ran en la capital y con menos inci-
dentro o fuera de Cuba y posicionar-
se en la televisión o el cine (estos dos
hablo de «productividad», no mida-
mos nuestros grupos por cantidad de
se arrastra, y la que se desea». ZC
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Decamerón cubano
Emanuel Gil Milán
El Mejunje es uno de los proyectos culturales más una escena y otra, donde quedamos inconformes alguna manera nos viene bien a todos y a toda crea-
importantes del país. Desde su fundación en 1990 con la arquitectura que a medias sustenta el Deca- ción artística. Tal vez, en términos lingüísticos y de
por el incansable Ramón Silverio González, siempre merón cubano. imágenes, a la puesta en escena de El Mejunje, falte
ha estado abierto al desarrollo de diferentes artis- Tanto la comedia clásica griega (fundamental- un poco de este exquisito concepto griego. Después
tas, de acciones a favor de la diversidad sexual y la mente Aristófanes) como la posterior (la obra de de todo «si malo es no llegar, también lo es pasar-
defensa de la tradición nacional. En ese perímetro, Molière es un caso indiscutible) se destacaba por un se». Ello es válido para el teatro.
el teatro ha sido la principal trinchera desde la que fuerte acento crítico, por sacar a la luz ciertas cos- Igualmente se lamenta que en una puesta que
ha desplegado una acuciosa obra social. tumbres y tipos evitados. Sin embargo, estas obras se pronuncia por el realismo haya tantos personajes
La compañía teatral El Mejunje (que debe su escritas o representadas trascendieron, tuvieron estereotipados, que no varían o tienen contradiccio-
nombre al proyecto que fundara Silverio) tiene en su un efecto social porque estaban erigidas sobre po- nes. Un proyecto como El Mejunje, que aboga por
haber más de veintisiete espectáculos,1 los que en tentes pilares: un minucioso tejido de la trama y el la diversidad sexual, en este minuto le sucede como
su mayoría están edificados sobre textos teatrales o dibujo de los caracteres que permitía se generara a muchas de las telenovelas más superficiales que
narrativos que se acercan, a partir de la desacraliza- comicidad por el discurso y las acciones de los per- muestran la figura caricaturizada del homosexual, a
ción y el humor a la Cuba actual. Sobre esos mismos sonajes. Todo estaba perfectamente equilibrado. la luz de lo visto en el Decamerón Cubano, con ello
presupuestos creativos reposa el más reciente mon- Son esos aciertos, contemporáneos para aquellas —estamos seguros de que sin ese interés— con-
taje de esta compañía: Decamerón cubano, un texto épocas, los que todavía nos sorprenden. De ese le- tribuye a que en el imaginario social permanezcan
de René Batista, quien se inspiró en el legendario gado debemos beber. conceptos, concepciones erradas sobre el ser homo-
Decamerón, de Giovanni Boccaccio. Lo digo porque constituye una prioridad que sexual. Una fisura, un retroceso que no nos pode-
Bajo los embates de un huracán un grupo de desde diferentes perímetros sea repasada la fábula mos permitir a estas alturas en que se han logrado
personas se refugia en un albergue donde relatan escénica que nos presenta El Mejunje. Recuérdese pasos significativos en materia de lucha social por la
historias personales y colectivas que fundamental- que un producto artístico cobra valor en la medida igualdad de género y la diversidad sexual.
mente están relacionadas con prácticas sexuales o en que se muestra más acabado. En fin, solo nos basta referir que El Mejunje, de-
la sexualidad. En el plano lingüístico igualmente encontramos fensor de una rica tradición teatral y de la vocación
Como se puede notar, el Decamerón…, a la ma- tropiezos que resienten al Decamerón cubano. Des- por la lucha social en nuestro país, deberá valorar
nera del estorineano Morir del cuento, está erigido de que comienza el espectáculo el discurso de los aquello que sea útil para sus proyectos escénicos.
en una estructura de teatro dentro del teatro: personajes suele estar plagado de malas palabras Tener en cuenta qué, cómo y para qué mostrar en
los personajes representan a los protagonistas y alusiones a fenómenos como el acto o el tamaño escena será fundamental para la salud de su pro-
de las historias que cuentan. Así todo el estrato de los órganos de reproducción sexual. Alusiones ducción artística y el diálogo con el público. De ahí
creativo, dígase los niveles de realidad que conflu- —fundamentalmente las malas palabras— que si que sea imprescindible que el colectivo teatral villa-
yen en el espectáculo (la ficción que da paso a lo bien en algunos casos pueden ser vitales para la ac- clareño pueda discernir la línea fina que separa lo
ficcional), el persistir en una estética donde el des- ción escénica, en la mayoría no lo son. Más bien sue- artístico de la realidad. Ello posibilitará una mayor
enfado, la búsqueda de lo tradicional y la libertad len tener un fin efectista —¿la risa por la risa?— que resonancia de sus propuestas.
discursiva retratan la piscología del cubano de a pie, funcional. Lo cual, en el peor de los casos se percibe Por otra parte, creemos acertado que la dirección
son aquellos guiños que nos seducen de la última como una falta de tacto, una reiteración de un re- haya utilizado solo como sistema de iluminación los
entrega escénica de El Mejunje. curso que se agota en los primeros momentos de la faroles con que cuentan los albergados, pues apor-
No obstante, en honor a la verdad, debemos se- representación. tan una atmósfera, un grado de intimidad y realismo
ñalar algunas zonas no resueltas en el Decamerón Quede claro que nada tenemos en contra de las al montaje. Así también estimamos muy acertada la
cubano. En ese sentido, podríamos mencionar que malas palabras o las imágenes procaces. No se olvi- utilización de una litera —que no se sabe de qué ma-
se patentizan serios escollos en la concepción de la de lo necesarias que han sido para caracterizar un nera misteriosa aparece— que se transforma, funge
dramaturgia espectacular del Decamerón... Habitan personaje o una situación. Piénsese en la Ilíada, de como elemento para crear diferentes espacios don-
esta fábula escénica una gran cantidad de sucesos Homero, donde a Elena se le nombra «perra»; en La de suelen acontecer los relatos de los personajes.
que no se profundizan y se extinguen rápidamente celestina, de Fernando de Rojas, donde abundan las Tenemos que señalar que en las escenas grupa-
sin la menor repercusión. Lo cual es una dificultad imágenes y referencias a hechos y palabras soeces. les prevalece un caos que no es sano a la puesta en
en vista de que no se consigue disfrutar a plenitud O sencillamente en textos más contemporáneos e escena. En muchos momentos los actores dialogan
o establecer una reflexión aguda de lo que se mues- imprescindibles como la dramaturgia de Copi y las a la misma vez y es ininteligible lo que expresan. En
tra. Súmese a esto que las escenas no están cohesio- obras narrativas de Charles Bukowski. La mala pa- otras, la dicción de algunos se atropella y también
nadas.2 Carecen de los nexos dramatúrgicos que las labra ha estado siempre presente, pero con una limita la comprensión de lo que se dice. Esas misce-
conecten unas con otras. Algo esencialmente orgá- finalidad, una causalidad potente y no por mera láneas requieren una mirada más atenta.
nico en prácticas escriturales y escénicas que apues- espontaneidad. En el caso del Decamerón… la mala Sabemos que El Mejunje es una célula teatral
tan por la fragmentación, lo inconexo como forma palabra pierde eficacia, no aporta nada a la acción de trabajo. Por eso, en este caso, tenemos la cer-
de teatralidad, pero que representa una falla en la escénica por su banal cita. teza de que el Decamerón cubano, crecerá, se pu-
concepción de la fábula del Decamerón…; ya que Semejantes avatares (refiriéndome a lo extre- lirá en la medida que interactúe con el público, con
este espectáculo claramente se pronuncia por una madamente soez) lamentablemente llevaron al tea- otros espectadores fuera de la tierra natal villaclare-
resolución aristotélica donde los sucesos deben es- tro bufo cubano a su crisis y posterior declive en el ña. Por eso, esa rara rusticidad, ese carácter un poco
tar conectados unos con otros, mas no lo están. Se teatro Alhambra. Sirva esto de alerta para todos. safio, cierta falta de mesura, ese necesario punto en
ha descuidado la necesaria relación de causa-efecto La aplicación del concepto de sophrosine, que que se logre la diferenciación entre la vida real y el
que caracteriza a la dramaturgia aristotélica. En ese era una palabra que utilizaban los griegos para con- arte, tendrán su lógico tratamiento. Y disfrutaremos
punto es donde se experimentan los vacíos entre vocar a la medida, a una conducta moderada, de a plenitud del Decamerón cubano. C Z
¹ Dato que se ofrece en las notas técnicas del programa general del XVll Festival Nacional de Teatro de Camagüey.
² Pues tienden a contar lógica y progresivamente una historia.
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de pensar la tierra. La madre soltera ción. Tierra de nadie es ante todo un corta vida como espectador, son estos plantea. En cuanto al montaje, habría
ha logrado cultivar el hermoso para- texto sólido, dramatúrgicamente bien dos textos los que bien valdría la pena que cuestionar el empleo de platafor-
digma de una muchacha lista para vo- articulado y ejecutado por dos actores volver a tener en cartelera. En otro or- mas y pantallas, lo primero buscaba
lar, también ha preparado el espíritu que merecieron todo el aplauso. Esta den se encuentra la presentación de mayor altura dentro de la escenogra-
de ambas para provocar el salto hacia fue una obra que al utilizar el pretexto La República Light, texto que levantó fía, lo segundo sencillamente reprodu-
lo desconocido, hacia el crecimiento de la insania, puso a sus dos actores el debate en la edición número XXVII cía emoticones. De ambos elementos
personal. Aclaro, como un elemento en el patio de un manicomio para re- de Mejunje Teatral, el pasado ene- se pudo prescindir y la obra no hubie-
importante de la obra, que cuan- presentar el dilema de dos actores, el ro. Se trata de una obra osada, con se perdido calidad, por otro lado, se
do esta ha comenzado ya ha tenido desvelo por la representación teatral. un montón de fallas dramatúrgicas y hubiesen evitado los tropiezos en los
lugar la peripecia, acción que ha cam- La puesta en escena apostó por la eco- de montaje. Primero hablaré de los cambios de montaje durante el desa-
biado la ruta o suerte de los sucesos, y se nomía de los recursos y defendió muy elementos que me parecen atracti- rrollo de la pieza. Por último, no quie-
da por mala cosecha a un hecho consu- bien las circunstancias de trabajo de vos. Por ejemplo, el prólogo de su au- ro cerrar mi comentario sin mencionar
mado, que ha tenido lugar y con el cual este grupo, la sala de una casa bastó tor, que si no aclara, al menos logra que me parece tendencioso repartir,
contrasta el espíritu de un retoño nue- para ensayar y llevar a escena una dra- focalizar la atención en un grupo de previo a la presentación, un plegable
vo, marcado por los sueños y el dere- maturgia cuyo lenguaje apostó por la contenidos importantes. Me parece que condiciona la lectura de esta obra
cho al viaje. No es la mala cosecha lo profundidad. Recuerdo que Tierra de igualmente importante el asunto de a partir del criterio de algunos críti-
que habría que focalizar en esta obra, nadie brilló dentro del panorama de la esta obra que propone reflexionar en cos; considero que es libre formarse
sobre todo pensando en qué parte edición número XXVI del Festival, don- torno a la desaparecida tradición cu- una opinión sobre el suceso artístico.
del resultado tenemos un buen fruto; de más de una obra apostó por ha- bana del cabaret, esta se ha ido con- No obstante, si hablo de esta obra, y
más bien habría que pensar por qué, blar de la dificultad del teatro, de virtiendo en luchita cotidiana y ha ido digo lo bueno y lo malo, es porque me
a causa de qué, cómo se agrió el resto la problemática de los creadores, en perdiendo el sustrato artístico. La obra pareció agua fresca el hecho de ha-
de la cosecha. resumidas cuentas del nuevo y hostil pone el debate sobre la mesa y luego berla traído al público de Santa Clara
Quiero también destacar el tra- escenario al que se enfrenta este arte se devanea en determinados elemen- y aplaudo el esfuerzo. Otros tendrían
bajo de un grupo de Matanzas, Tea- en un mundo marcado por el merca- tos que hacen de la representación que trabajar un poquitico para ganar-
tro del Sur, que en la edición número do, la insensibilidad, las redes sociales un hecho gratuito, hablo del sexy «re- se un aplauso, que aunque modesto,
XXVI de Mejunje Teatral trajo una y la apatía. meneteo», del espectáculo de trans- premia ante todo la constancia en un
obra hermosa que habla sobre la vida Pudiera también destacar algunas formismo que ciertamente llenan el criterio de trabajo. C Z
del teatro, resistente ante el peligro de otras obras teatrales que me han pare- escenario de cabaret cubano y abu-
desaparecer en la era de la globaliza- cido agradables, pero creo que en mi rren por el bajo perfil cultural que
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La última función
(Tentativas para la conducta escénica)
Juan Edilberto Sosa
¡Volveos duros! variante artística) que no somos el centro del mun-
Por lo antes expuesto, es muy probable que si
He aquí la nueva tabla, hermanos, do, y si el mundo llega a creer que lo somos, enton-
usted, querido lector, es una persona que ha par-
que coloco por encima de vosotros. ces el mundo se equivoca. Solo somos una partícula
ticipado en el movimiento teatral profesional san-
«Cómo se filosofa a martillazos» dentro de esa maquinaria imparable a la que nom-
tiaguero de manera constante (de la forma que
Friedrich Nietzsche bramos sociedad, y precisamente ahí yace nuestra
sea) durante un periodo de tiempo superior a los
razón de ser como lo que somos: «una herramienta
tres años, y en este momento no siente la peste, y
Pensémonos en la primera fila de nuestro principal di-na-mi-za-do-ra» en función de nuestro medio (in-
no está en disposición de sentirla para luego des-
teatro. Pensemos que al abrirse el telón, estare- cluso en función de nosotros mismos).
hacerse de ella, mejor no continúe la lectura; pue-
mos asistiendo a la última representación teatral Cuando Witold Gombrowicz en su ensayo «Con-
de hacerle daño.
de todas. Un impulso inconsciente nos induce a su- tra los Poetas» dice: «Hemos sostenido que el
birnos al despoblado escenario. A partir de enton- No puedo participar como un ente pasivo ante artista tiene que expresarse a sí mismo. Pero, expre-
ces, la última representación teatral de todas las este fenómeno. Debe ser porque tengo un olfato sándose a sí mismo, debe cuidar que su modo de
representaciones teatrales, tendrá el límite que educado (o mal educado) en otra atmósfera, o por- hablar sea adecuado a su verdadera situación en el
queramos, o mejor, el límite que siempre hemos que mi participación en nuestra escena acaba de mundo, debe tomar en cuenta no solo la relación de sí
deseado, el límite que nos llevó a hacernos pre- empezar. mismo con el mundo, sino también la relación del
sentes en ese instante. ¿Cuál sería la motivación Hoy no es fácil definir a un hombre de teatro mundo con él», estaba dibujando con sus palabras
más transcendental de toda la noche? El final de en esta ciudad. Siempre he pensado que la esencia la función de esa «herramienta» construida para la-
la obra. Exactamente cuando la luz se apague y teatral se sustenta en dos principios: 1-pensamien- bores expresivas dentro de las conductas reguladas
todos aplaudamos por nuestro intachable rol, en to, 2-sentir (con absoluta verdad). Ahora es muy por la existencia.
el mismo momento en el que el teatro muere. difícil encontrar esos principios en un hombre de ¿Pero qué pasa con «las herramientas» que
Una vez fuera del edificio, una fría felicidad teatro; parece utópico encontrar esa esencia en los no conocen su condición de herramienta? ¿Cómo
hará que nos excitemos sin explicación lógica. espectáculos de nuestra irregular cartelera. Lo más entender y dinamizar fenómenos macrosociales si
No todos los días se puede matar de manera tan normal, es ver un teatro carente de «un ejercicio no podemos ejercer ninguna influencia sobre fe-
contundente y exitosa a algo con la transcenden- del pensamiento» y de «verdad». Muchos dirán nómenos de menor alcance? ¿Cómo lograr que un
cia del «hecho teatral». Nos empezamos a sentir que también es normal ver a un individuo que nada hombre de teatro pueda convertir su peste en algo
como ese hijo que mató a su padre y se niega al tiene que ver con el teatro, sumergido en la apa- estéticamente agradable y de mucho valor? ¿Qué
resentimiento de sufrir por ello, tal vez porque rente ausencia de «verdad» y de «un ejercicio del se necesita en un medio expresivo de la conducta
hemos planificado y dosificado su muerte desde pensamiento», que esa es la vida y que el teatro es humana como el teatro, en una ciudad como Santia-
hace varios años, y tal tarea nos construyó una la representación de la vida. Y bajo ese criterio mu- go de Cuba para renovar(se) o destilar(se) o (por lo
coraza de hormigón puro, un mecanismo de nega- chos no entenderán que aun para representar en menos) mudar la piel?
ción absoluta al hecho de sentirnos culpables por escena a ese individuo hace falta absoluta verdad Siguiendo la idea de Gombrowicz «aquel que
tan cuestionado «asesinato», palabra que se em- y un ejercicio profundo del pensamiento. Esa es la huye de la realidad no encuentra apoyo en nada […]
plea en esferas ajenas al ámbito teatral de nues- diferencia entre un hombre de teatro y un hombre se vuelve juguete de los elementos». Y sí, nuestro
tra ciudad de Santiago de Cuba, para denominar que nada tiene que ver con nuestro arte. movimiento teatral profesional y sus acólitos huyen
la acción acometida por nosotros durante más de El auténtico teatro no va en detrimento de la descaradamente de la realidad. Razón por la que ja-
una década en contra del teatro, y que por fin ha vida de los hombres (en cualquiera de sus roles); más ningún colectivo creativo aceptaría que «tal» o
concluido con la última función. el teatro está para poner al hombre frente al hom- «más cual» trabajo es irremediablemente mediocre.
Ahora pensemos, ¿cuál fue nuestro papel en bre, para que uno pueda darle la forma precisa a la Que eso a lo que se ha dedicado toda su vida es un
este «asesinato»? ¿Qué tan lejos estamos (real- imagen del otro que tiene al frente, mientras se va oficio con igual relevancia (o menor) que cualquier
mente) de una última función? autotransformando. Un artista es una «herramienta otro, y que su desempeño lo hace disminuir en im-
Hablar de la escena actual santiaguera, es qui- dinamizadora» de los procesos sociales de cualquier portancia a la vista de todos. Ahora, ¿qué pasa si al-
zás uno de los temas más difíciles e incoloros de comunidad, pero no una indispensable; ni siquiera guien intenta decirle a ese colectivo creativo, que su
todos los temas relacionados con el arte y la cul- el arte lo es. trabajo tiene peste, una insoportable peste, y que
tura de la ciudad. No se puede meter las manos Durante siglos nuestros sistemas educaciona- una de las vías pudiera ser utilizar «agua» o «azuce-
en la mierda y al sacarlas pretender que no nos les han impuesto en nuestro cerebro que el arte nas» en una esquina del escenario? ¿Cómo meter
invada su peste. Tal vez por eso todos decidieron es vital y que absolutamente es imposible prescin- las manos en el estiércol y no embarrarme?
no hablar, o simular que se habla desde la ausen- dir de él, lo que ha llevado a los artistas a creerse Todos sabemos que es imposible un acer-
cia del lenguaje correcto. ¿Y cuál es el lenguaje seres superiores y a valorar la existencia como un camiento pasivo al fenómeno de estanca-
correcto? Ese que asume la peste aunque se con- estado regulado por su labor. Y aunque llevamos miento y decadencia de nuestra escena
vierta en parte de ella. siglos regulando nuestros modos de vida a partir desde el lenguaje correcto. Si analizáramos
¿Cómo deconstruir las absurdas parafernalias del arte, es bueno aclarar que la existencia es un (por ejemplo) los escritos o comentarios crí-
que rigen las reacciones y opiniones conceptua- fenómeno superior a la conducta, que la vida es ticos hechos a trabajos que no tienen otro
les sobre el quehacer teatral santiaguero? ¿Cómo un fenómeno superior al arte, por lo tanto, (por calificativo que «mediocres» en los últimos diez
instaurar un debate sobre estéticas donde la cualquier ángulo que mires) la vida regula al arte años, y la postura de estos escritos o comentarios
no-estética representa a la estética misma? ¿Has- y a nuestras conductas dentro de este, y luego hacia esas puestas, veríamos, en primer lugar,
ta qué punto se puede valorar un hecho artístico estas conductas puede que regulen ciertas con- que todo es parte del mismo circo, y segundo, to-
donde lo artístico sea lo menos visible del «he- ductas que yacen en una zona fuera de la expre- dos se sienten bien en el mismo circo. Unos por
cho»? Efectivamente, es imposible deshacerse sión artística. permitir halagos y otros por hacerlos. Si usted se
de la peste en este tema, y no por la decadencia Este es un proceso imposible de sostener a la in- leyera esos artículos y tuviera la posibilidad de ver
desde donde emana, sino también por quienes se versa. El hombre ya existió sin arte pero el arte no las obras a las que se refieren, pudiera reaccionar
han acostumbrado tanto a ella que han perdido la existirá jamás sin el hombre. Es indispensable que de dos formas: 1- una satisfacción inexplicable,
capacidad de sentirla. entendamos (todos los que nos dedicamos a alguna
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2- recordar que cuando usted estuvo en «la últi- Las nuevas generaciones están «influenciadas» por «falsa herramienta dinamizadora», o como vulgar-
ma función», esas personas estaban a su lado. el no-pensar, hecho que pulveriza mis esperanzas de mente se dice: otro más del montón. Un montón
renovación, de diálogo generacional o de conflictos auto-diseñado para agrandarse por la falta de defini-
Amigo lector, si su reacción después de desarrollar
de «influencias». ¿Pero a qué árbol me arrimo cuan- dores.
la actividad anterior es la número 1, es muy pro-
do solo hay uno y sin sombras? Tal vez la gran pregunta sería: ¿cómo comenzó la
bable de que usted muera más tarde o más tem-
El mismo Aristóteles en su libro La Poética, cuan- crisis?, o ¿a qué se debe la ausencia de definidores
prano de su propia peste, pero si su reacción fue la
do habla del «objeto de la reproducción imitativa», en nuestro teatro? Esas son preguntas para respon-
número 2, entonces ha empezado a mudar la piel, establece una comparación exhaustiva entre los der con muchas otras preguntas. ¿Cómo nace un
suerte con eso. creadores y su apropiación a «un algo existente» colectivo teatral? ¿Son «los responsables» de soste-
Una vez leyendo a Alberto Villareal en su li- para establecer sus ideas. Claro que Aristóteles ha- ner nuestros propósitos escénicos quienes deberían
bro Anfibioteatro, publicado por la editorial Tablas blaba de un fenómeno literario, pero teniendo en ser, quienes deberían definir? ¿Quién determina si
Alarcos, encontré algunas sentencias que pudieran cuenta que el teatro es un hecho primeramente lite- «tal» o «más cual» proyecto es necesario? ¿Por qué
provocar puntos de análisis en nuestro contexto. La rario y que cualquier hecho literario tiene un vínculo mantener de manera vitalicia a proyectos que han
primera, que aún se repite en mi cabeza cada vez que inevitable entre la realidad y la distorsión de esta, su perdido sus propósitos?
pienso en el teatro como inversión de la conducta teoría sobre «la reproducción imitativa», traspasa el Mayormente un grupo de teatro se funda alre-
humana o almacén de las conductas humanas, dice: hecho de la literatura y podemos apreciarla incluso dedor de una persona con una ideología y estética
«toda influencia nace ya influida de influencia, y he- en la vida misma. definida, o que por lo menos esté en busca de ellas.
reda sucesiones de debilidades que la llevan a caer Los seres humanos somos imitadores a un 101 Al desmembrarse el Conjunto Dramático de Oriente
en su propio desgaste». Somos el resultado de otros porciento. Nuestro modelo de vida se sustenta en (ojo: no quiero hacer la historia del fin del mundo),
resultados, y a la vez, deberíamos proveer a nuestro la reproducción imitativa (muchas veces mal enri- los líderes con los que contaba nuestra escena fue-
entorno de nuevos resultados. quecida) de «algo»; de igual modo «un arte se di- ron creando sus propios proyectos a través de los
Esas «influencias» no son más que ideas, cons- ferenciará de otro por reproducir imitativamente años y alrededor de estos se agruparon hombres y
truidas para crear una contraposición entre sí cosas diversas». Pero, ¿qué pasa cuando solo hay un mujeres que compartían la misma visión estético-fi-
(conflicto), que genere desarrollo. Un desarrollo modelo para imitar? ¿Cómo deshacer mi interpreta- losófica y teatral.
influenciado (siempre) por nuestra percepción, que ción y mi reproducción imitativa sobre «algo» si es Así, de forma orgánica, se estableció un sistema
al parecer es la percepción enriquecida que hemos lo único que conozco? En este punto vuelvo a citar diverso de «influencias» que fue muriendo (tanto
adquirido a partir del conocimiento de quienes nos a Villareal: «transcribir no es crear; y el artista no es en el plano físico como mental) junto con esos lí-
antecedieron en la defensa de las ideas de las cuales más que un transcriptor con un fino sentido de lo deres, que eran los dramaturgos, coreógrafos, esce-
hoy nos apropiamos. impalpable». nógrafos, actores y directores de sus propias obras,
¿Pero qué pasa si esas «influencias» (o ideas) es- La creación artística al igual que la vida huma- un «todo en uno» como popularmente se dice. Al
tán en mí de forma estéril? ¿Cómo despertar de la na en sociedad, es un fenómeno irregular; tampoco morir estos o abandonar la ciudad, también desapa-
ceguera que produce conocer solo una idea? ¿Cómo podemos exigir que todo sea perfecto. El mundo de recieron los dramaturgos, coreógrafos, escenógra-
no permitir que esas «influencias» por las cuales me los artistas está conformado por escalas: hay me- fos, actores y directores con mayor talento y peso
rijo, vengan desde una sola dirección privándome diocres, hay creadores dignos y hay genios. Digamos de nuestra escena. Hablo de hombres y mujeres
del conocimiento de otras variantes? ¿Cómo salir- que lo normal es aspirar a la dignidad artística, pues incomparables que sumados a unos pocos que aún
me del desgaste si soy parte de él? Para un hombre los genios parecen estar determinados a aparecer nos acompañan (aunque desde el desgaste), confor-
de teatro en estas circunstancias, parece imposible según alguna condición metafísica que desconoce- maban la sólida columna vertebral de nuestro movi-
luego de años de una unilateral «influencia», salirse mos. Entonces pongamos a esa «dignidad» como el miento profesional.
del ritmo al que esta lo ha condenado. Un hombre camino correcto a conquistar, o sea, la meta. A todos ellos también le cae parte de la respon-
de teatro que ha gastado su capacidad de pensar Pensemos en una «herramienta dinamizadora» sabilidad por no prepararnos para la renovación, y
no-pensando, es un hombre de teatro penado a la que es incapaz de asumir esa «dignidad» porque no con esa ausencia, las «influencias» perdieron va-
mediocridad. ¿Qué pasaría si este hombre de teatro conoce cómo definir su postura ante el arte, ni siquie- riedad, vino el cansancio y el estado decadente en
se convierte en la «influencia» de las próximas ge- ra puede definir la postura de sus colegas, y teniendo nuestra conducta teatral. Quizás alguien pudiera ha-
neraciones de hombres de teatro? en cuenta que «definir es poner fin en ambos senti- cer una lista infinita de causas sobre esta depresión
En gran medida esto es lo que ha condenado a dos, en el de dar finalidad y en el de poner límites» creativa; yo solo voy a incrementar una: el público.
nuestro movimiento teatral en Santiago de Cuba. esa «herramienta dinamizadora» es en esencia una No solo perdimos nuestro pensamiento escénico,
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sino nuestro pensamiento en el público. En la misma ¿Qué tipo de teatro necesitamos hoy? sar y asumir consecuencias. Es preferible generar
medida que dejamos de crear pensando en quienes Todavía hay quienes aseguran que una puesta consecuencias y luego pensar. Lo que no debería ser
iban a acoger nuestro arte, fuimos perdiendo nues- en escena donde no se puede definir un argumen- preferible es lo estático, lo complaciente, la mortan-
tro lugar en el pensamiento de las personas. Hemos to con facilidad, donde la progresión dramática no dad.
terminado haciendo espectáculos para nosotros está en la situación del personaje, donde el conflicto Hablo de un entorno que le da tres opciones a
mismos o banalizando nuestros espacios para poder no se resuelve, y no se le da soluciones al público, quienes se adentran en él:
llenarlos. Ahora nos enfrentamos a un mundo mul- es cualquier cosa menos teatro. A estas alturas del 1. Adaptarse a la peste.
ticultural («fofo» diría yo) para el que no nos prepa- siglo XXI, cuando las fronteras disciplinarias han des- 2. Sacarle provecho a la peste.
raron, ni se prepararon a las personas que llenaban aparecido, y podemos encontrar desde elementos 3. Luchar contra la peste y olvidarse de algún be-
nuestros espacios teatrales, y ese mundo no se pue- del performance hasta del videoarte en un espectá- neficio.
de conquistar con las dinámicas desgastadas a las culo cualquiera, sin temor al anacronismo, todavía Prefiero pensar que al menos tengo la posibili-
que algunos se aferran sin resultados satisfactorios. hay quienes aseguran que el teatro es solo lo que dad de elegir. Piense usted a cuál de estas opciones
Los atractivos de antaño no funcionan para esta sucede entre el espectador y el actor. Dicho esto, vive aferrado. Volviendo a Villarreal: «a los artistas
generación. Trabajar para el turismo y salvaguardar lo más coherente sería preguntarnos: ¿qué tipo de se les da un lugar donde pueden obtenerse fama y
algo que creemos que tiene algún valor patrimonial creadores necesitamos hoy? poder, así se les corrompe y se les esteriliza». Ahora
es una cosa y hacer teatro es otra. Para el pueblo No es nada nuevo en el arte «el fenómeno de vayamos a nuestro acontecer escénico y tratemos
santiaguero, esos códigos (que se han convertido la interpretación», ese que en esta provincia pare- de encontrar a cuántos se les ha dado ese lugar,
en predecibles y de poquitísima factura estética) ce estar condenado a la no-libertad de su ejercicio, pensemos en cuántos quieren ese lugar, luego pre-
no son de interés. Entonces, ¿cómo pensar el tea- o sea: al encuadre prediseñado del criterio. Susan guntémonos si ese lugar tiene algo que ver con el
tro para el público santiaguero? Esa es una pregunta Sontag en su ensayo Contra la interpretación nos arte, con el teatro. Si ya tienen la respuesta, piense
que genera respuestas anti-crisis, respuestas que no dice: «la interpretación, naturalmente, no siempre en ella como «influencia» para nuestro arte y para
pueden surgir desde la no-definición. prevalece. De hecho, es posible que buena parte del quienes buscan en el teatro todo lo contrario. Pien-
arte actual deba entenderse como producto de una se que «la última función» no es un sueño ni una
Si ha logrado llegar hasta aquí y ha entendido «qué huida de la interpretación». metáfora, sino la pura realidad, que ahora mismo
es la peste», entonces usted tiene grandes posi- Necesitamos un teatro sin esquemas rígidos, mientras terminas de leer este escrito, también es-
Z
bilidades de autocondicionarse a la búsqueda de que someta al espectador a una autobúsqueda tan- tás asistiendo a ella. C
nuevas «influencias». Recuerde que si se cansa de to en el plano vivencial como sensitivo. Necesitamos
buscar volverá al mismo punto desde donde par- actualizarnos y romper con aquellos prejuicios que
tió: el desgaste. tanto avejentan a nuestro medio. Es preferible pen-
Extensión cultural:
¿ Es buena la comercialización en el teatro?1
Wilfredo Rodríguez Álvarez
Hace solo unos días, el grupo que dirijo presentaba pertenecientes al Consejo Provincial de las Artes Es- setenta, un actor solía ganar unos 138 pesos, lo que
uno de sus últimos estrenos de teatro para niños en cénicas y que, a grandes rasgos, consistía en un pago era equiparable a la mayoría de los salarios en una
una escuela primaria de un municipio. La actriz con-extra que se les hacía a los grupos teatrales una vez sociedad igualitaria. Algunos aumentos subsiguien-
vertía su función en un esfuerzo sobrehumano para que estos «vendieran» sus espectáculos a los muni- tes llevaron a los actores a ganar hasta 163 pesos a
controlar un público de más de 400 infantes unifor- cipios. Para mí era como pisar un terreno enlodado fines de la segunda década postrevolución. Mejores
mados en el amplio salón del centro escolar, en una y espinoso a la vez, pues la vida me ha demostrado condiciones económicas en el país posibilitaron que
batalla por tratar de enamorarlos de la historia quecon sobrados ejemplos hacia dónde van las ideas a inicios de los ochenta, los elencos artísticos disfru-
contaba acompañada de sus títeres. Entonces noté nobles cuando se enfrentan al dinero. taran de muy buenos ingresos. En ese momento los
un desconocimiento total de nuestra propuesta por Haciendo un breve recuento del camino que actores y actrices se agruparon en categorías artísti-
parte de autoridades de Cultura del lugar al progra-pisábamos entonces, los grupos teatrales, desde la cas, llamadas entonces A, B y C mediante la cual jura-
mar esta obra en tal espacio. Al concluir la aciaga creación del Consejo Nacional de Cultura (CNC) en dos de evaluación asignaban una de ellas al histrión
presentación, la directora de la escuela acudió a no-
los años iniciales de la Revolución, han sido subven- y de acuerdo a esta era el salario devengado. Para
sotros para excusarse por el comportamiento del pú- cionados por el Estado. En realidad, todas las ma- que se tenga una idea, un artista evaluado como A,
blico y para pedirnos que acudiéramos allí con más nifestaciones culturales lo eran hasta que, a fines podía llegar a percibir 315 pesos aproximadamente,
frecuencia a fin de que los niños pudieran interac- de los años noventa del pasado siglo, comenzó un lo que significaba un jugoso ingreso que colocaba a
tuar más con el teatro, pues «la Dirección Municipalproceso de perfeccionamiento empresarial en el dicho actor a la par de médicos e ingenieros.
de Cultura siempre les enviaba a un señor vestido país y varios estudios arrojaron que algunas mani- Llegan los noventa y ocurren diversos cambios
de payaso que incluso decía groserías y hacía gestosfestaciones artísticas como las Artes Plásticas o la en la estructura del teatro y en la sociedad; prime-
obscenos». Este hecho me provocó compartir algu- Música (en su gran mayoría) podrían autogestionar- ro se había aprobado la política de proyectos y la
nas viejas preocupaciones sobre la comercialización se salarios y a la vez ingresar al presupuesto estatal. creación de los Consejos Provinciales de las Artes
de espectáculos teatrales y cómo fue que llegamos Por supuesto que el teatro siguió siendo protegido Escénicas; luego, debido a la situación económica,
a este punto.1 como sector presupuestado ya que, al ser un arte los salarios de los elencos artísticos se aumentaron
destinado a un público minoritario, no podría garan- de manera progresiva, regidos ahora por categorías
Quien inventó la ley, inventó la trampa tizar su subsistencia de ser aplicadas las fórmulas de llamadas Primero, Segundo y Tercer nivel artísti-
¿Cuándo comenzó la comercialización en las «ventas» de sus espectáculos. co. Esto asignaba al primer actor un salario de 600
artes escénicas? No estoy seguro, pero me parece Las escalas salariales del sector artístico en el pesos y una diferencia de 150 entre cada uno de los
que hacia el año 2013 escuché por vez primera el teatro siempre estuvieron acorde a la realidad que niveles, lo que siguió ubicando al artista escénico
término «Extensión cultural» como una nueva for- vivía el país. En los sesenta y hasta mediados de los dentro de las escalas salariales más altas del país;
ma de pago a la cual nos asociaríamos los proyectos
¹ En estos párrafos comento solo acerca del tipo de comercialización teatral que se conoce como Extensión cultural, aunque esta no es la única forma, existen otras que fun-
cionan de maneras semejantes, unas en CUP y otras en CUC, pero he preferido enfocarme en la más común, al menos para los grupos pertenecientes al Consejo Provincial de
las Artes Escénicas de Villa Clara.
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pero, lamentablemente, los tiempos habían cambia- crucijada, ya que en la mayoría de los municipios y favorecidos con la programación. Este ha sido, sin
do y con ellos el nivel adquisitivo del sector presu- consejos populares no existen ni las mínimas condi- duda, un secreto a voces, en tiempos donde la co-
puestado, debido a una inflación en aumento que ciones técnicas para presentar varias de las obras, sin rrupción ha llegado a un arte que hasta hace poco
hacían a estos ingresos en realidad bastante modes- contar que muchas veces podíamos pagar solo trans- tiempo emanaba castidad.
tos. La política asumida entonces, por varios directo- portes más pequeños y económicos en los que no He sido testigo de programadores de municipios
res y consejos artísticos en los grupos, fue la de ele- cabían grandes producciones. Los unos, apostamos que han criticado ciertas propuestas por su elevado
var al Primer nivel a todos los miembros del elenco por clasificar el repertorio en obras comercializables nivel de poesía, aludiendo a que el público no quie-
independientemente de su calidad real, lo que equi- y no comercializables; otros, en cambio, comenza- re esto sino algo más ligero, mientras han elogiado
paraba salarialmente a excelentes artistas con otros ron a montar un repertorio para «vender» apelan- otras de paupérrima factura. En más de una ocasión,
no tan talentosos. Pero, como reza el refrán quien do al facilismo y a maneras probadas de aglutinar la realidad me ha demostrado que el receptor ha dis-
inventó la ley, inventó la trampa, garantizar el salario público, aunque su valor estético estuviese ausente. frutado la función y ha entendido la propuesta más
máximo era la única vía en la que muchos líderes de Comenzaron a proliferar las payasadas y variedades, elaborada, pues en la mayoría de los casos los des-
grupos veían la posibilidad de mantener a sus colec- en su gran mayoría sin un conocimiento ni experien- tinatarios son más sensibles y agradecidos que mu-
tivos funcionales. cia previos de cómo acudir a estos o cómo hacerlo chos de los que ostentan ciertos cargos en nombre
Por supuesto que no se necesita explicar lo que de una manera bella y coherente. Muchos de estos de la cultura.
todo ello trajo como resultado en detrimento de la pseudoespectáculos se conocen en el medio artísti- Si bien es verdad que no podemos absolutizar
calidad artística. co como «sopa», imagino que por sus características y existen sitios donde nos sentimos queridos y res-
de hacerse muy rápido y con muy poco, además del petados por las autoridades de nuestro sector y las
Quien paga manda engaño intrínseco. En esos días comencé a escuchar funciones se realizan con un máximo de calidad, la
Reconozco que a la llegada de la llamada Exten- una frase recurrente que confieso que todavía me generalidad es que los problemas de comunicación
sión cultural, fui uno de sus detractores, aunque produce un asco inmenso: Quien paga manda. Esta abundan, los programadores municipales descono-
nunca lo manifesté públicamente. No hacía falta máxima permitió a ciertos personajes encargados cen los espectáculos, no se preocupan por las fichas
ser profeta para conocer con antelación todo lo que de organizar las representaciones en municipios, técnicas de estos, pero muchos productores, direc-
esto acarrearía. Bajo una diabólica ley de oferta y de- el derecho de programar las obras en espacios sin tores o funcionarios de las artes escénicas tampoco
manda directores y/o productores de un lado y pro- ningún tipo de condiciones, dígase parques, aceras, realizan una llamada oportuna a las personas que
gramadores municipales de otro jugaban al mejor potreros al sol, humillando a elencos y puestas en los han programado. Otras veces los miembros
postor valorando cuantitativamente, por primera escena, sin contar que las atenciones al talento artís- de los grupos son engañados y al llegar al lugar de la
vez, a nuestras propuestas teatrales. Los del lado tico disminuyeron al punto de perderse el gesto de representación chocan con la realidad que en nada
de acá nos enfrentábamos a un mundo desconoci- ofrecer un poco de agua fría al concluir una función. se parece a lo prometido. Sin dejar de mencionar ca-
do hasta entonces, donde debíamos poner precio a Oferta y demanda y Quien paga manda, se han sos en los que ni el propio programador conoce las
nuestras obras, gestionar y pagar transportes para convertido, además, en fórmulas que sirven para en- condiciones reales del lugar de la función o no se ha
ir a hacer una función, luego de acarrear facturas cubrir los peores vicios en los que se ve envuelto el comunicado con el promotor del consejo popular y,
y esperar meses por firmas y cobros, más allá de teatro hoy. Sospechosamente comenzamos a notar al llegar el grupo, las personas desconocían la pre-
descuentos de la entidad rectora, gastos, ganancias que los mismos grupos o las mismas obras, aunque sencia de los artistas ese día y, por ende, no ha ha-
reales, retenciones y pagos de tributos. Por supues- no tuviesen calidad, eran programadas una y otra bido promoción previa ni preparación de un espacio
to, algunos apostamos por comercializar los mismos vez por algunos funcionarios, a bien de obtener con para la representación escénica.
espectáculos que presentábamos en sedes teatrales ello ganancias del dinero que se les pagaba a los ar- El que paga manda debería ser además una fra-
de la ciudad, pero la realidad nos ponía en una en- tistas y del cual estos abonaban una parte para ser se a refutar por parte de funcionarios de nuestros
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consejos, demostrando que su papel está en pos de larios que perciben, provoca que se creen fórmulas a la vez que estos fuesen favorecidos por mejores
la defensa de las jerarquías artísticas y de los espec- para estimular el trabajo y la comercialización, bien salarios e incluso categorías que jerarquizaran sus
táculos valederos contra la desidia, la corrupción o la empleada, podría ser una de ellas. Para nadie es un conocimientos artísticos. Considero además que se
ignorancia de quien dice pagar. secreto el éxodo de artistas escénicos hacia sectores deberían eliminar proyectos teatrales improductivos
mejor remunerados o hacia formas pseudoartísticas o que en un tiempo reiterado no presenten resulta-
Comercialización y salud teatral que tienen más poder económico y, por ende, pagan dos artísticos de calidad, eso garantizaría que en los
Basado en irregularidades en el proceso de la mejor; por ello se impone pensar en la manera en la hombros de los verdaderos creadores recaerían
comercialización artística, en el Consejo Provincial que podamos contar con grupos funcionales, elen- las programaciones culturales y, por ende, las pro-
de Artes Escénicas de Villa Clara se han implemen- cos estables y buenas propuestas escénicas sin que puestas con valores estéticos. Por otro lado, se debe-
tado algunas medidas que regulan la participación ello sea un pensamiento utópico. ría crear un mecanismo mediante el cual se evaluara,
de los grupos en la llamada Extensión cultural: se les Creo que se imponen nuevas reformas salaria- por parte de consejos técnicos artísticos, la calidad
ha exigido a los colectivos cumplir con un plan de les y alguna vía de regular el comercio para que los de los espectáculos a comercializar.
funciones subvencionadas antes de comercializarse. artistas y personal de apoyo, puedan una vez más Hoy defiendo que el teatro se comercialice, los
También se ha decidido la intervención del Departa- vivir acorde con los estándares de la labor social tan grupos y sus integrantes lo necesitan para comer
mento de Programación como ente regulador para importante que realizan, aunque esta constituiría y vestir sin que ello interfiera en su vuelo artístico:
balancear la cantidad de funciones comercializadas una medida a ser tomada por órganos de dirección es simple dialéctica. Estoy convencido de que en
por cada colectivo a favor de que todos tengan igua- a nivel estatal y para todos los trabajadores del sec- manos de directores y actores creativos se puede,
les oportunidades y algunas otras fórmulas que, si tor presupuestado. No obstante, pienso que algunas con pocos recursos materiales, apelar a soluciones
bien es verdad que no son del todo efectivas, han medidas podrían tomarse dentro del movimiento escénicas que gesten puestas dignas, incluso bellas,
cambiado un tanto la realidad del proceso de comer- teatral y entidades de la cultura, quizás podrían pen- las que, con la imprescindible participación de pro-
cialización del teatro que se vivía hace unos años. sarse en otras fórmulas para brindar buenos produc- gramadores y promotores de municipios y consejos
Si me preguntaran si la comercialización es bue- tos artísticos y eliminar la banalidad y facilismo que populares bien entrenados en la gestión cultural, se
na para la salud del teatro, sin duda respondería hoy pululan disfrazados de espectáculos escénicos. presenten en lugares con un mínimo de condiciones,
que sí. La realidad de un país con graves problemas Se podrían capacitar a las personas que se encargan lo que devendría en ganancia verdadera para artis-
Z
económicos, donde cada vez es menor el nivel ad- de programar en municipios y consejos populares, tas y públicos. C
quisitivo de la clase trabajadora respecto a los sa-
¹ Fragmento del libro de la autora Lina de Feria: identidad femenina y poesía, de próxima aparición por Ediciones Sed de Belleza.
² Juan María Calles Moreno: «La modalización en el discurso poético». Tesis de Doctorado, Universidad de Valencia, 1997.
³ Cfr. Janusz Slawinski: «Sobre la categoría del sujeto lírico», en Desiderio Navarro (comp.): Textos y contextos, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1989, p. 346.
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las diferentes determinaciones que se historia se contrapone dialécticamente De modo que los portadores de signifi- nes, de forma tal que las circunstancias
manifiestan como texto. con la biografía personal. Es el mismo cado del sujeto lírico manifiestan su ca- van cambiando lo que fue inmutable.
Contrapuesto a este criterio, He- sujeto personal pero dos modos: su- rácter lingüístico y literario, necesarios Entonces, el género resulta un cons-
lena Beristáin define al sujeto enun- jeto historizado (impersonalizado) y para su configuración y su descripción. tructo psicosocial concebido como
ciador del discurso como un conducto sujeto biográfico (personalizado). Por Se refiere además a los roles, acti- el conjunto de cualidades biológicas,
que comunica lo intratextual con lo lo tanto, la dimensión histórica de un tudes que describen su proyección: 1) físicas, económicas, sociales, psicoló-
extratextual, al expresar que a su tra- ser humano (poeta en nuestro caso) hacia las circunstancias sicológicas y gicas, eróticas, políticas y culturales
vés pasan, del contexto, las determina- incluye la historia social, la historia bio- objetuales del enunciado; 2) hacia la asignadas a los individuos según su
ciones biológicas, sociales, artísticas y, gráfica y la biografía personal. Pero se «segunda persona», hacia el partenai- sexo7 y se adquiere por el aprendizaje
en general, histórico-culturales, que se establece una contradicción dialécti- re (o partenaires) —evocado o solo po- cultural, como lo señala Sonia Monte-
manifiestan como texto.4 ca entre biografía personal e historia tencial— de la situación lírica; 3) hacia cino y Rebolledo Loreto en Conceptos
En el medio de ambos criterios — (biográfica y social) como dos modos el sujeto de los actos creadores y hacia de género y desarrollo.8
los de Slawinski con la separación radi- contrapuestos e interrelacionados de la situación socioliteraria en que ese A partir de las características ge-
cal entre sujeto lírico y Autor real, y los lo impersonal y lo personal. Es erróneo sujeto se halla; y 4) hacia determinados notípicas y fenotípicas de los sistemas,
de Beristáin, con la identificación plena inferir desde ese cronotopos y desde elementos de la biografía del escritor. funciones y procesos de los cuerpos
entre ambos sujetos, ambos de 1989—, ese sujeto personal la historia biográ- Entendemos al sujeto lírico como humanos, es asignado un género, sin
encontramos —en fecha posterior, fica del autor-poeta. En el caso de un una categoría ficcional que remite a la que ello conlleve a creer que ese gé-
2010— las apreciaciones de Cristián poeta, predomina la biografía personal personalidad supuesta en cada poe- nero asignado es el asumido. La mas-
Gallegos, quien, basándose en D. Com- por sobre la historia biográfica imper- ma, creada por la poeta como proyec- culinidad y la feminidad son modos de
be y Paul Ricoeur, alude que el poema sonal, siendo diferente dicha asimetría ción o representación interpretada de construcción subjetiva y estrategias
es un discurso de lo real transformado, entre los poetas. sí misma, de lo cual se deduce que el de manipulación crítica de los códi-
en donde la tematización, y con ello se En tal sentido, Slawinski reconoce carácter ficcional no impide las trans- gos de identificación, como lo afirma
refiere al acto de significación del suje- como portadores de significados: las ferencias del sujeto empírico al sujeto Nelly Richard en el artículo «Globali-
to lírico como resultado de lo dialógico unidades lexicales, las agrupaciones lírico y se configura a través de todos zación académica, estudios culturales
de la interacción social poeta-mundo sintácticas, los elementos del género los elementos cargados de sentido y las y crítica latinoamericana».9 De modo
social, se realiza mediante una mani- de los versos (y hasta las partículas de actitudes asumidas. que, al asumir un género los sujetos ma-
pulación de códigos estéticos, cultura- estos), los conjuntos de versos, los gru- Sobre lo femenino y su identidad asu- nifiestan su identidad genérica, dentro
les y literarios.5 Dice que se establece pos entonacionales, «en general todos mida de la que se identifican la identidad fe-
en algunos textos poéticos una trans- los segmentos del enunciado que son El concepto de lo femenino se ha menina y la masculina. Pero ambas no
ferencia de sentidos por contigüidad distinguibles y que por eso están carga- ido conformando desde una perspectiva pueden ser entendidas como la suma
(transferencia semántico-metonímica) dos de sentido». Pero los pronombres multidisciplinaria que incluye la ciencia de rasgos definitorios de la mujer o
entre poeta y sujeto lírico y, en otros constituyen las huellas donde más se histórica, la sociología, la antropología, el hombre respectivamente, como su-
textos poéticos, una transferencia por evidencia su presencia, y en las formas la psicología, los estudios de género, la cede con el género (asignado según
inclusión (transferencia semántico-si- verbales subordinadas a ellos; aunque creación artística y la literatura. Numero- el sexo). Como bien lo señala Yanetsy
necdóquica) de significados del sujeto no solo los pronombres que señalan sas investigaciones parten de estos mar- Pino en El secreto de la libertad…10 si la
empírico al sujeto lírico o viceversa. En a la primera persona. Así, las marcas cos para indagar e intentar definir este identidad femenina se asume como la
la mayoría de los textos, apunta Ga- más comunes del sujeto lírico en esta concepto. Podría citar disímiles autoras serie de rasgos definitorios de la mujer,
llegos, se dan ambos tipos de transfe- producción poética son el pronombre (y autores) extranjeras y cubanas que ya se estarían repitiendo los patrones he-
rencias. Para argumentarlo, Gallegos personal de primera persona del sin- han abordado las configuraciones de lo gemónicos del discurso patriarcal y se
distingue la historia biográfica y la bio- gular y sus variantes tónicas (mí) y áto- femenino en varias zonas, entre las que legitimarían sus comportamientos.
grafía. Señala que habitualmente se nas (me), en correspondencia con las se incluye por supuesto la literatura, pero Olga Lucía Molano en «La identi-
entiende por biografía el argumento desinencias verbales y los pronombres no reescribiré la historicidad de las con- dad cultural, uno de los detonantes
de cada vida personal como posesión posesivos, con un evidente afán de au- ceptualizaciones que sobre lo femenino de la actividad territorial, territorios
absoluta de sí mismo (las opiniones, torreconocimiento. se han ofrecido, mi intención es abordar con identidad cultural, desarrollo lo-
los actos, el decurso de la vida indivi- Los portadores de significado inte- los aspectos esenciales del concepto con cal» señala que «de acuerdo con estu-
dual), lo que se denomina en verdad gran y conforman el discurso, entendi- el objetivo de conformar una definición dios antropológicos y sociológicos, la
historia biográfica, y así lo diferencia do el discurso como una estructura de de sujeto lírico femenino. identidad surge por oposición y como
de la biografía en tanto vida personal. enunciados que transgreden los límites A pesar de lo disímil de estos ám- reafirmación frente al otro».11 Ello no
La historia biográfica de un poeta es lingüísticos en cuanto a la producción bitos epistemológicos, se halla gran obsta para que se conciba como un
acción social, histórica, de la persona-in- significante, y se relaciona con realida- consenso acerca de que lo femenino proceso donde inciden los paradigmas
dividuo-poeta, «ser de la persona», no des individuales y colectivas —dígase se forja, se reproduce, se refuerza y se sociales, pues «el ser hombre y mu-
del «ser personal», persona-poeta. Lo historia, sociedad, cultura— y, como subvierte mediante modelos de com- jer viene prescrito socialmente por la
histórico-individual (impersonal) se resultado, forma parte de la lengua y portamiento y esquemas ideológicos.6 combinación de rol y estatus, atribui-
constituye básicamente con la histo- conforma un sistema lingüístico inter- Se concibe, entonces, como una cos- dos en función de su sexo e internaliza-
ria social y lo histórico-biográfico. Esta cambiable, dado desde lo que enuncia. movisión susceptible de transformacio- dos por uno mismo»;12 de ahí que sea
⁴ Cfr. Helena Beristáin: Análisis e interpretación del poema lírico, Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM, México, 1989, pp. 48-49.
⁵ Cfr. Cristián Gallegos Díaz: «Aportes a la teoría del sujeto poético», en Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid, 2010, p. 9, http://pendien-
tedemigracion.ucm.es/info/especulo /numero32/sujepoet.htmlý (consultado el 20 de enero de 2013).
⁶ Mercedes Arriaga Flórez: «Lo femenino en la sociedad», http://www.fmujeresprogresistas.org/visibili9.htm (consultado el 30 de mayo de 2013).
⁷ Cfr. Marcela Lagarde: «La sexualidad», en Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas, UNAM, México, 1990, pp. 177-211.
⁸ Cfr. Sonia Montecino & Rebolledo Loreto: Conceptos de género y desarrollo, serie Apuntes Docentes, Programa Interdisciplinario de Estudios de Género, Facultad de Ciencias
Sociales, Universidad de Chile, Santiago de Chile, 1996.
⁹ Nelly Richard: «Globalización académica, estudios culturales y crítica latinoamericana» (2007), www.globalcult.org.ve/pub/Clacso1/richard.pdf (consultado el 4 de enero del
2012).
10
Yanetsy Pino Reina: El secreto de la libertad. Deseo, poder y resistencia en poetisas cubanas de la región central, Ediciones Sed de Belleza, Santa Clara, p. 17.
11
Olga Lucía Molano: «La identidad cultural, uno de los detonantes de la actividad territorial, territorios con identidad cultural, desarrollo local», Revista de Estudios Regionales,
Universidad de los Andes, Colombia, p. 7, http:// www.cab.int.co (consultado el 8 de enero de 2013).
12 Ruth Falcó Martí: La arqueología del género: espacios de mujeres, mujeres con espacio, Centro de Estudios sobre la Mujer, Cuadernos de trabajos de investigación 6, edición
electrónica, p. 85.
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reconocida la importancia de la asun- El enfoque de «cultura femenina» trariar las normas prescriptivas, una cos y el propio método de las marcas
ción de roles como un proceso en aportado por la estadounidense Elaine sociedad que todavía no entiende ni de género a través de la presencia de
la formación y confirmación de esta Showalter en «La crítica feminista en está preparada para la multiplicidad isotopías, esas recurrencias semánti-
identidad de género. Se configura una el desierto» se expone como modelo de identidades, que van más allá de cas y formales que posibilitan agrupar
identidad femenina en constante in- para el establecimiento de una teoría las distinciones genéricas más estu- los rasgos para caracterizar la configu-
teracción del sujeto con la sociedad y sobre la escritura femenina.14 La asun- diadas, lo femenino y lo masculino. En ración del sujeto lírico femenino.
con otros sujetos sociales. Es median- ción de la existencia de una cultura este sentido, la sociedad, la cultura, la El sujeto lírico se refiere a una
te la participación que la mujer tras- de la mujer implica el abordaje de los historia ejercen una violencia explícita proyección o representación inter-
ciende esa condición de otredad y se ambientes culturales donde se gesta e implícita sobre cada sujeto. pretada del poeta, sujeto empírico y
convierte en un sujeto protagonista de su lenguaje, su psique, las maneras en La resistencia de cada identidad creador, este sujeto lírico asume y es
su mundo. que ellas conceptualizan sus cuerpos, femenina no debe limitarse exclusiva- determinado por su identidad perso-
La adopción de una identidad per- sus funciones sexuales y reproducti- mente al enfrentamiento con el Otro nal, genérica y cultural. Por eso, en
sonal es el resultado de un largo pro- vas. Implica también, por demás, el masculino. La identidad genérica es el sujeto lírico se representarán estas
ceso, de una construcción en la que reconocimiento de otras diferencias agredida, violentada, y la emancipa- identidades interrelacionadas, y en
se va urdiendo, organizando la iden- importantes entre las mujeres: raza, ción debe estar por encima del enfren- el sujeto lírico femenino se precisa
tidad sexual a partir de una serie de clase social, nacionalidad e historia. tamiento. Desde disímiles ejemplos por supuesto una identidad femeni-
predisposiciones que se configuran en Respecto a la inserción de la cultu- culturales se puede comprobar que na, pero no tiene que coincidir con la
interacción con el medio familiar y ra femenina en la cultura general Elai- el Otro masculino en tanto individuo identidad femenina del sujeto empíri-
social. A partir de estas relaciones, ne Showalter se apoya en el criterio es también violentado por el ordena- co-poeta, en ese sentido cada poeta
y aunque las definiciones de género no de que no constituye una subcultura, miento patriarcal: al partir de un em- está liberado de proyectar en mayor
poseen idénticas normas prescriptivas sino más bien un grupo silenciado poderamiento evidente está obligado o menor medida su yo y de transferír-
en todas las culturas y sociedades, a la por la cultura dominante. Por lo tan- a mantener ese estatus y por tanto re- selo al sujeto lírico. Debe quedar claro
mujer y al hombre le han correspon- to, las mujeres viven una dualidad: producirlo. que cuando se habla de sujeto lírico,
dido, respectivamente, papeles de como miembros de la cultura general Escuché en algún lugar a una mu- aunque hallan transferencias de sen-
sujeto pasivo destinado a la procreación, y como participantes de la cultura jer palestina expresándose sobre la tido del sujeto empírico-poeta al suje-
y sujeto activo identificado con el po- femenina. Más adelante Showalter solución del conflicto con Israel: la re- to lírico y viceversa, el sujeto lírico es
der. Desde esta posición privilegiada precisa que «la escritura femenina no dención no es completa si en la lucha ficcional y no tiene que proyectar una
para el hombre se han desarrollado está, entonces, dentro ni fuera de la no redimes también a tu enemigo. Por identidad idéntica a la del sujeto empí-
las relaciones intergenéricas priman- tradición masculina; está, de manera extensión, aplicado al objeto de este rico-poeta. No obstante, generalmen-
do una jerarquía que le atribuye total simultánea, dentro de dos tradicio- estudio, concluyo: la redención de la te, se pueden identificar las marcas
libertad como sujeto y confina a la mu- nes»; y la definición de su diferencia identidad femenina no es completa si identitarias del sujeto empírico-poeta
jer a una subordinación en todos los «solo podrá entenderse en términos no se redime al Otro, en pos de la re- en el sujeto lírico y femenino, porque
ámbitos. de esta relación cultural, compleja y dención humana. el texto es el espacio donde el sujeto
Las asignaciones que posee la enraizada en la historia», donde exis- Sujeto lírico femenino empírico-poeta se desdobla e incluso,
sexualidad han ocupado un lugar ten otros grupos silenciados que a su Entonces, la calificación de feme- en este sentido, el sujeto proyectado
privilegiado en la clasificación. La an- vez reclaman la revisión de conceptos nino se produce desde que este go- puede ser más auténtico, puede ser
tropóloga mexicana Marcela Lagarde asentados en la escritura masculina, lem poemático o sujeto lírico asume la una proyección del yo (más oculto) del
destaca en «La sexualidad» en el libro como los de periodización literaria, in- identidad femenina y desde esta asun- sujeto empírico-poeta y por ello más
Los cautiverios de las mujeres: madres- fluencia y tradición. ción se expresa, se proyecta, ya sea fiel.
posas, monjas, putas, presas y locas Yanetsy Pino en Aproximaciones a explícita o implícitamente, de manera Al caracterizar la configuración del
como espacio privilegiado la experien- los estudios de género en la crítica lite- consciente o no. J. Slawinski reconoce sujeto lírico femenino en la obra poé-
cia erótica, capaz de poner en entredi- raria percibe que el enfrentamiento a marcas para determinar al sujeto lírico, tica de una mujer se corre el riesgo de
cho «la definición genérica global del esa otredad ha resultado en una escri- destaca los pronombres, sus variantes, identificar a sus sujetos líricos feme-
sujeto, aun cuando este cumpla con tura donde los tópicos de lo femenino y refiere que no son solo aquellos que ninos con la sujeto-mujer-autora, lo
todos los otros atributos»13; de igual universal se matizan y condensan en señalan a la primera persona, en co- cual, como dije, sería un error. Lo pre-
forma, la antropología asume, como el manejo de estrategias escriturales rrespondencia con las desinencias ver- ciso es afirmar que la autora desde su
Marcela Lagarde, que «la historicidad para desmontar y desmitificar los pa- bales y los pronombres posesivos. Se obra ficcional va a proyectar la repre-
de las mujeres radica en su sexualidad radigmas y estereotipos creados por la debe aportar que para identificar esta sentación interpretada de su identidad
y, en ese sentido, en su cuerpo vivi- cultura patriarcal, ejemplificando con asunción de género las marcas más femenina desde sus sujetos líricos fe-
do». Esto sucede a tal punto, que dos las estrategias reescritura y revalora- evidentes resultan los pronombres y meninos. Las isotopías permitirán ca-
espacios vitales de la sexualidad feme- ción de experiencias femeninas como sus variantes que indican el género fe- racterizar la configuración del sujeto
nina, la procreación y el erotismo, son la sexualidad y la maternidad, el resca- menino: «ella» o «ellas» (por ejemplo, lírico femenino desde sus identidades
la base de la especialización sociocul- te de la llamada subcultura ―tanto en en casos en que habla de sí misma en femeninas en relación con otros ele-
tural de las mujeres. Queda ubicada lo que respecta a la mujer como en la tercera persona del singular o del plu- mentos asociados como el cuerpo fe-
la procreación en el lado positivo de llamada subliteratura o cultura de ma- ral) y sus variantes «la» y «las». Otras menino, el espacio físico y el entorno
su feminidad, y el erotismo, en el lado sas―, y la utilización del lenguaje para identificaciones evidentes se dan a social, mediante el vínculo con otros
opuesto, respuesta de la construcción dominar y transgredir.15 través de los morfemas de género fe- sujetos femeninos y masculinos. C Z
de la mujer elaborada por el poder pa- No se puede dudar que con la asig- menino, las marcas del género (por
triarcal, confinándola a un espacio pri- nación cultural del género los sujetos ejemplo en un sentido biológico se
vado en el cual lo femenino absorbió están subyugados por la opresión-im- halla el cuerpo femenino asumido
imágenes del encierro, la abstinencia, posición de la sociedad al tener que como tal). Las identificaciones veladas
incluso disfuncionalidades públicas: identificarse con el género asignado, cobran visibilidad mediante el proce-
intelectuales, jurídicas o morales. para no ser marginados por ella al con- dimiento de los imaginarios simbóli-
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