VIDA MANGLAR

PROYECTO DE CARBONO AZUL

GOLFO DE MORROSQUILLO
Enero 2020

© INVEMAR-FUNDACIÓN NATURA

Contactos:

• María Claudia Diazgranados – Conservación Internacional – mdiazgranados@conservation.org

• Paula Cristina Sierra – Instituto de Investigaciones marinas y costeras – INVEMAR paula.sierra@invemar.org.co
• Jhoanata Bolivar – South Pole – j.bolivar@southpole.com
• Rafael Espinoza – CVS Rafael.espinoza@cvs.gov.co
• Dalila Caicedo – Fundación Omacha dalila@omacha.org

Objetivo del proyecto
El Proyecto de Carbono Azul - Golfo de Morrosquillo
“Vida Manglar”, es una iniciativa local institucional
y comunitaria regional, que busca la certificación
de acciones relativas a la reducción de emisiones
de carbono debido a la deforestación no planeada
(AUDD) y a la conservación de humedales costeros
(CIW) en cerca 7.645,7 ha hectáreas de bosques de
manglar. Vida Manglar está liderado por un grupo
de Instituciones dentro de las cuales están la CVS,
CarSucre, El INVEMAR, la Fundación Omacha,
Conservación Internacional y South Pole.
La iniciativa es un proyecto agrupado cuya región de
expansión comprende todos los bosques de manglar
presentes en el Golfo de Morrosquillo, en el Caribe
colombiano, y cuya primera instancia corresponde con
los manglares del Distrito de Manejo Integrado (DMI)
de la Bahía de Cispatá, La Balsa-Tinajones y sectores
aledaños del delta estuarino del río Sinú (en adelante,
DMI Cispatá); un área protegida regional declarada
por la Corporación Autónoma Regional de los Valles
del Sinú y del San Jorge (CVS), que establece las
directrices de manejo que condicionan y regulan las
actividades a desarrollar en el área. En un segundo
momento serán agrupados los manglares de la
Caimanera y Guacamayas, áreas regionales declaradas
por Carsucre.
El objetivo general del proyecto es lograr la reducción
de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI)
por medio de la identificación, la priorización y la
ejecución de acciones para el manejo adecuado de
los manglares, la promoción del desarrollo sostenible,
el fortalecimiento de la gobernanza local y la gestión
de actividades alternativas productivas, mientras se
contribuye a la protección de los altos valores de
conservación comunitarios y de biodiversidad.
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Tipo de mitigación de cambio climático.
El proyecto Carbono Azul ¨Vida Manglar¨ es un proyecto
REDD+ que inició con acciones de restauración de
la dinámica hidrológica del ecosistema de manglar
a través de la apertura de caños realizada por las
asociaciones de mangleros, que tienen acuerdos de
uso firmados con la CVS.
Considerando que es una iniciativa de mitigación
clasificada según el Art. 10 de la resolución como
Proyecto REDD+, vamos a registrar esta iniciativa en
el Registro Nacional de Reducción de las Emisiones
de GEI (RENARE). Sin embargo, dado que a la fecha la
plataforma oficial del RENARE no ha sido habilitada, nos
encontramos adelantando el proceso de formulación
del proyecto.
Hasta la fecha contamos con la siguiente información
para suministrar al RENARE:
» Establecimiento de la línea base
» Establecimiento de las metas de mitigación de GEI
» Co beneficios esperados
» Definición de indicadores de monitoreo y reporte
de la implementación de la iniciativa (
» Mecanismos de validación de la línea base
» Diseño de las actividades REDD+
» Salvaguardas ambientales y sociales
Volúmenes - Niveles de reducción o captura
de emisiones de GEI.
El proyecto inició el 15 de mayo de 2015 y contempla
una duración de 30 años. Para la primera fase se
espera la reducción de 1.362.641 tCO2e por medio de
la implementación de actividades relacionadas con
cuatro líneas estratégicas enmarcadas en el Plan de
Acción del Plan Integral de Manejo (PIM) del DMI Cispata:
a) fortalecimiento de la gobernanza; b) proyectos

productivos alternativos; c) recuperación y rehabilitación
de áreas de manglar; y d) monitoreo. Los datos y cálculos
detallados se encuentran en el documento en evaluación.
Alineación con políticas públicas.
El Proyecto de Carbono Azul se desarrolla en el marco de la
Estrategia Nacional REDD+ (EICDGB) y del Plan Nacional de
Desarrollo Forestal y sus actividades son compatibles con
los objetivos de los programas forestales nacionales y de
las Convenciones y los acuerdos internacionales suscritos
por Colombia en términos de bosques, biodiversidad
y cambio climático, así como las políticas nacionales
correspondientes a estos acuerdos.
Las metas de mitigación del Proyecto de Carbono Azul
están articuladas con las metas de la Estrategia Integral
de Control de la Deforestación y Gestión de Bosques y las
demás metas nacionales en cambios climático presentadas
por el país ante la CMNUCC, con respecto a:
» Deforestación bruta cero (5.381 ha de pérdida de
bosque reducidas en el área del proyecto, medido en
relación con el escenario sin proyecto)
» Aumento de la calidad de vida de la población local
(beneficios comunitarios positivos por empoderamiento
económico de grupos comunitarios e incremento de las
oportunidades laborales – ver Sección 4.2).
» Fortalecimiento de la gobernanza territorial de los grupos
étnicos, comunidades campesinas y rurales que viven
y dependen de los bosques (beneficios comunitarios
positivos por fortalecimiento de la gobernanza local y
del manejo de áreas marino-costeras protegidas a nivel
regional – Ver Sección 4.2)
» Reducción de 32,4 Mton de emisiones de CO2e por
deforestación evitada (1.330.514 tCO2e reducción
neta de emisiones en el área del proyecto, medida en
relación con el escenario sin proyecto.)
» Objetivos de Desarrollo Sostenible
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Específicamente el proyecto cumple con la siguiente
normatividad colombiana:
Constitución Política de Colombia de 1991:
Artículo 79: declara el derecho de todas las personas
a gozar de un ambiente sano y garantiza que las
comunidades participen en todas las decisiones por las
que se verán afectadas. También dicta que el Estado
tiene el deber de proteger la diversidad e integridad
biológica del ambiente y conservar áreas biológicamente
importantes
Artículo 80: decreta que el Estado debe planificar el
manejo y aprovechamiento de los recursos naturales con
el objetivo de conservarlos, restaurarlos o sustituirlos con
el objetivo de lograr un desarrollo sostenible
Artículo 95: dentro de los deberes del ciudadano están
incluidos la protección de los recursos naturales del país
y velar por un ambiente sano
Artículo 339: el Estado debe presentar un plan nacional
de desarrollo, que debe incluir políticas ambientales
Decreto Ley
Decreto Ley 2811 de 1974. Dicta el Código Nacional de
Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio
Ambiente, que incluye en el artículo 310 la creación de la
figura de los Distritos de Manejo Integrado de Recursos
Naturales Renovables para incentivar y legislar el
aprovechamiento racional.
Leyes
» Ley 99 de 1993
• Artículo 4: establece el Sistema Nacional
Ambiental (SINA), compuesto por el Ministerio de
Medio Ambiente, las Corporaciones Autónomas
Regionales, departamentos, distritos, municipios,
institutos de investigación y la sociedad civil.

• Artículo 5: determina las funciones que le
corresponden al Ministerio de Ambiente.
• Artículo 18: designa al INVEMAR como “encargo
principal la investigación ambiental básica y aplicada
de los recursos naturales renovables y el medio
ambiente y los ecosistemas costeros y oceánicos”
• Artículo 31: determina que le corresponde a las
Corporaciones Autónomas Regionales cumplir
con las políticas y lineamientos establecidos por
el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
• Artículo 50: establece que las autoridades
ambientales (incluyendo CAR) pueden otorgar
Licencias Ambientales para la ejecución de
proyectos y obras.
» Ley 1819 de 2016: adopta la reforma tributaria, que
fortalece los mecanismos para la lucha contra la evasión
y la elusión fiscal
» Ley 1931 de 2018: establece las directrices para la
gestión del Cambio Climático, le da a la CAR la función
de desarrollar e implementar los Planes de Gestión de
Cambio Climático Territoriales, incluyendo medidas de
adaptación y mitigación.
• Artículo 27: establece el sistema de monitoreo de
bosques y carbono para que éste sea usado en la
implementación de REDD+.
Decreto
» Decreto 127 de 1976: adscribe la Corporación
Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge
al Departamento Nacional de Planeación.
» Decreto 1681 de 1978: declara dignos de protección
los manglares, estuarios, meandros, ciénagas u otros
hábitats similares de recursos hidrobiológicos
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» Decreto 2324 de 1984 del Ministerio de Defensa
Nacional: dicta que la DIMAR tiene autoridad en el Río
Sinú desde 1 kilómetro antes de la iniciación de sus
deltas, incluyendo su desembocadura al mar, donde
tiene la responsabilidad de conocer las ocupaciones
ilegales de los bienes de uso público.
» Decreto-ley 216 de 2003, relacionados con el SINAP:
• Artículo 4: la conservación y el manejo de las áreas
protegidas es responsabilidad conjunta del Gobierno
nacional, las Corporaciones Autónomas Regionales,
las entidades territoriales y los demás actores
involucrados en la gestión de las áreas protegidas.
• Artículo 14: dentro de las categorías de áreas
protegidas están incluidos los Distritos de Manejo
Integrado, que están a cargo de las Corporaciones
Autónomas Regionales
• Artículos 34 y 35: especifica las diferentes categorías
de manejo que se les puede asignar a las zonas y
determina las actividades permitidas en cada una
de ellas.
» Decreto 2372 de 2010 del Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo territorial: reglamenta el Decreto
Ley 2811 de 1974, la Ley 99 de 1993 y la Ley 165 de 1994.
» Decreto 4181 de 2011: crea la Autoridad Nacional de
Acuicultura y Pesca.
» Decreto 280 de 2015: crea una comisión para la
efectiva implementación de la Agenda de Desarrollo
Post 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
incluyendo las metas descritas en la Sección 2.1.12.
» Decreto 1076 de 2015:
• Artículo 1.2.1.1: especifica los objetivos del IDEAM,
que incluye el suministro de información al SINA.
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• Artículo 1.2.2.1: declara que el objetivo de INVEMAR

es el de dar apoyo científico y técnico al Ministerio
del Medio Ambiente.

• Artículo 2.2.2.2.1.2: define las medidas de

compensación como “acciones dirigidas a resarcir y
retribuí a las comunidades, las regiones, localidades y
al entorno natural por los impactos o efectos negativos
generados por un proyecto, obra o actividad”.

» Decreto 298 de 2016: establece la organización

y funcionamiento del Sistema Nacional de Cambio
Climático, el Consejo Nacional de Cambio Climático,
el Sistema Nacional de Información sobre el Cambio
Climático, y los Inventarios Nacionales de GEI.

» Decreto 926 de 2017.

• Artículo 2.2.11.1: determina que los organismos de © CONSERVATION INTERNATIONAL

verificación de las reducciones de emisiones y

remociones de GEI provenientes de iniciativas de
mitigación deben ser terceros independientes

• Artículo 2.2.11.1: declara que para la verificación

bajo esquemas de acreditación internacionales
se debe demostrar que las reducciones
o remociones de GEI se generaron de
acuerdo con la norma ISO 14064-2:2006

Resoluciones
• Resolución 1447 de 2018

• Resolución 256 de 2018: actualiza el Manual de

Compensaciones Ambientales del Componente Biótico

• Resolución 1263 de 2018: establece medidas para

garantizar la sostenibilidad y la gestión integral del
manglar, que estarán a cargo de las Corporaciones
Autónomas Regionales que tienen autoridad sobre las
áreas. © CONSERVATION INTERNATIONAL

Metodología utilizada.
El Proyecto de Carbono Azul utiliza una metodología que
cumple con los lineamientos de la CMNUCC relativos
a REDD+. La metodología es la REDD+ Methodology
Framework (REDD+ MF) v1.6. – Approved VCS Methodology
VM0007, provee un conjunto de módulos metodológicos
para REDD y WRC. Esta metodología provee un conjunto
de módulos metodológicos para REDD y WRC. Los
módulos, cuando son usados en conjunto, cuantifican las
reducciones y remociones debidas a evitar la deforestación
y degradación de bosques. Esta metodología es
aplicable a tierras forestales, humedales con cobertura
boscosa y turberas con cobertura boscosa susceptibles
de deforestación o degradación en ausencia de las
actividades de proyecto. La metodología incluye un módulo
para actividades que reducen emisiones por degradación
de bosques causada por la extracción de leña. Así mismo,
la metodología incluye un módulo para actividades que
incluyen regeneración de bosques
Adicionalmente, el proyecto cuenta con un mecanismo
para cuantificar el riesgo de fugas de reducción de
emisiones de GEI, manejar el riesgo de no permanencia de
las reducciones emisiones de GEI y un mecanismo para el
manejo de la incertidumbre en la cuantificación de la línea
base y resultados de mitigación.
Innovación
EL proyecto es innovador no solo en Colombia sino
en el mundo. Es la primera vez que se está utilizando la
metodología de Humedales desarrollada por VCS que
permite cuantificar de una manera más adecuada el carbono
almacenado en el ecosistema de manglar, incluyendo la
biomasa aérea, las raíces y el sedimento. Esta metodología
exige un nivel de información y detalle que pocas áreas
tienen en el país y quizás en muchas áreas priorizadas
a nivel global. Adicionalmente, dado el largo trabajo de
d
© INVEMAR-FUNDACIÓN NATURA
fortalecimiento institucional y comunitario logrado en el
área, gracias a la constante labor de la autoridad ambiental
(CVS), el INVEMAR y la alianza Fundación Omacha-CI,
la participación de la comunidad en todos los procesos
de manejo ha sido decidida, razón por la cual estamos
aplicando a una certificación oro tanto en Clima, como en
Biodiversidad y en Comunidad (CCB).
La principal razón que ha dificultado el cumplimiento de lo
establecido en el DMI a lo largo de los años ha sido el bajo
presupuesto disponible para las Autoridades Ambientales
Regionales para el mantenimiento de los funcionarios que
realizan tareas técnicas y administrativas, expedición de
salvoconductos, visitas de seguimiento, control y vigilancia
forestal del DMI, entre otras.
Considerando las líneas estratégicas y los instrumentos
requeridos para la implementación de las actividades del
proyecto considerado en el PIM, se había diseñado un
Plan de Inversiones, el cual resume los costos estimados
de implementación de cada una de las actividades durante
los 10 años que duraría la primera fase de implementación.
La inversión de los proyectos iniciaba desde el primer año
y los costos se distribuían de manera uniforme durante el
período de ejecución de cada proyecto. El costo total del
PIM era de aproximadamente USD 10,2 millones para los
10 primeros años de implementación. Anualmente el costo
oscila entre USD 0,6 y 1,6 millones, con un mayor esfuerzo
en los primeros cuatro años.
Sin embargo, debido a las restricciones presupuestales
de las entidades responsables, nunca se ha contado
con el dinero suficiente para abordar los proyectos de
las líneas estrategias planteadas y los pocos recursos
invertidos por la CVS entre 2006 y 2018 han tenido que
ser destinados a mantener como mínimo las labores
relacionadas con la delimitación del DMI, la formulación del
PIM, y la implementación y seguimiento de las actividades
de aprovechamiento en la zona de uso sostenible del área
de manglar, considerando que, (i) el PIM nace de cómo un
acuerdo de cooperación con estas entidades, (ii) existe un

proceso largo de fortalecimiento de la asociatividad con
ellas, y (iii) todas las asociaciones han sido consultadas,
están capacitadas para el desarrollo de la actividad y
reconocen y respetan el régimen sectorizado de usos y
actividades en el DMI a diferencia de otros grupos focales
como ganaderos y agricultores.
Las barreras financieras para la implementación de las
actividades de proyecto también tienen una fuerte relación
con la sostenibilidad financiera del área protegida; la cual
presenta en la actualidad un déficit del 76 % en los recursos
necesarios para su funcionamiento. De acuerdo con la
información de sostenibilidad financiera del Sistema de
Áreas Marinas Protegidas (SAMP) recopilada en el marco
del proyecto GEF-SAMP por el INVEMAR, en la actualidad,
existe una brecha financiera considerable en el presupuesto
necesario para la correcta operación del DMI Cispatá. Entre
2016 y 2020, los recursos financieros necesarios para la
operación del área protegida ascienden en promedio a
USD 113.559 bajo un escenario básico, en el que solo se
consideran necesidades de personal e inversión anual,
y USD 233.530 bajo un escenario óptimo; donde se
consideran además de las necesidades del escenario
base, necesidades de inversión en infraestructura.
Con este proyecto, esperamos crear un modelo financiero
sostenible que integre diferentes fuentes de financiación
y permita cubrir parte de la brecha financiera identificada,
logrando mejorar la implementación de las actividades
estratégicas identificadas y mantener en el largo plazo
la gestión comunitaria para el adecuado manejo del
ecosistema. Los recursos financieros proyectados
disponibles para abordar estas necesidades permitirían
abordar el 40 % de los costos bajo el escenario óptimo y
el 23 % de los costos bajo el escenario básico, razón por
la cual se hace necesario el desarrollo de un fondo mixto,
que integre aportes de cooperación internacional, recursos
del gobierno nacional y otras fuentes de ingreso como el
ecoturismo.
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Alineación a los ODS de Naciones Unidas.
En los últimos años se ha evidenciado que Colombia
presentó un crecimiento económico moderado que se
reflejó en la disminución de las brechas en los ingresos
de la población gracias a una estructura productiva más
diversificada y a una economía más competitiva. Sin
embargo, sigue latentes una serie de obstáculos que han
retrasado el crecimiento del país tales como, la informalidad
laboral, la debilidad institucional, y los costos tributarios
que desestimulan la actividad empresarial. Lo anterior, es
producto de la inequidad y la corrupción, y por ello, con el
objetivo de remover estos obstáculos, el Plan Nacional de
Desarrollo 2018-2022 para Colombia plantea un conjunto
de acciones que permiten dinamizar la economía del país
por medio del desarrollo sostenible.
Según la Agenda 2030 Transformando Colombia, la base
fundamental para garantizar el desarrollo sostenible radica
en la conservación y uso sustentable de los recursos
naturales; por lo que la sostenibilidad del ambiente se basa
no solo en la reducción de los daños a este, sino también
en una gestión eficiente de los servicios ecosistémicos
que favorecen el desarrollo humano al incrementar las
oportunidades económicas y la resiliencia social y ecológica.
En este sentido, la gestión de los bienes y servicios
ecosistémicos se ve representada en los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) asociados al agua, el clima, la
biodiversidad y los océanos; y a partir de estos, se generan
una serie de interacciones que hacen posible atender otras
grandes metas globales como la erradicación del hambre,
la disminución de la pobreza y la calidad de los servicios
sanitarios, entre otros.
Colombia a través del CONPES 3918 de 2018, priorizó cerca
de 147 Metas y 156 Indicadores con lo que medirá su avance
en la consecución de sus ODS. Dentro los indicadores más
relevantes se encuentran:
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» Aumentar el porcentaje de estaciones que cumplen la
norma aire de la Organización Mundial de la Salud de
14,5 % en el 2015 a 70 % en el 2030;
» Aumentar el porcentaje de puntos de monitoreo de
calidad de agua con categoría buena o aceptable de
36 % en el 2015 a 43 % en el 2030;
» Pasar de tres Planes de Ordenación y Manejo de
Cuencas -POMCA implementados en el 2015 a 135 en
el 2030;
Considerando las metas e indicadores nacionales de
desarrollo sostenible, el Proyecto de Carbono Azul – Vida
Manglar - ha alineado sus actividades de manera que, a nivel
local se avance en el cumplimiento de las metas trazadoras
para cada ODS a 2030, en lo que respecta a trabajo
decente y crecimiento económico, ciudades y comunidades
sostenibles, producción y consumo responsable, acción
climática, vida submarina y vida de ecosistemas terrestres

» Aumentar el porcentaje de residuos sólidos

efectivamente aprovechados de 17 % en el 2015 a 30
% en el 2030;

» Pasar de cinco departamentos con Planes Integrales de

Cambio Climático en el 2015 a 32 en el 2030;

» Pasar de 276.669 hectáreas (2015) de pérdida

anualizada de bosque natural en territorio colombiano
a 0 hectáreas en el 2030, y
» Aumentar las áreas en proceso de restauración de
cerca de 408.000 hectáreas en el 2015 a 1.000.000 de
hectáreas en el 2030.

Por su parte, ONU Ambiente identificó que 86 de las 169

metas de los ODS, están asociadas con la gestión de
los recursos naturales y su vinculación con la pobreza,
el hambre, la salud, la educación, el género, el agua,
el saneamiento, la energía, el crecimiento económico,
los asentamientos humanos, el consumo, la producción
sostenible, el cambio climático, los océanos y los ecosistemas
terrestres; evidenciando que estas interconexiones son
una oportunidad para promover un enfoque más amplio
de desarrollo sostenible en el mundo.1 Esto refleja que la
interrelación de los temas ambientales con el crecimiento
económico sostenido e inclusivo para el desarrollo humano,
según la Agenda 2030, representan para Colombia una
oportunidad para transformar y promover la sostenibilidad
ambiental del país.
 Objetivos e indicadores de desarrollo sostenible considerados por el proyecto.
OBJETIVOS DE
OBJETIVOS INDICADORES
DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS)

• Determinar si existen o no marcos jurídicos para

Poner fin a todas las formas de discriminación contra
promover, hacer cumplir y supervisar la igualdad y la
todas las mujeres y las niñas en todo el mundo
no discriminación por razón de sexo

Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres

y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los • Proporción de mujeres en cargos directivos
niveles decisorios en la vida política, económica y pública

De aquí a 2030, elaborar y poner en práctica políticas

• Proporción de empleos en el sector del turismo
encaminadas a promover un turismo sostenible que cree
sostenible respecto al total de empleos generados
puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos
por el proyecto
locales.

• Total de gasto (públicos y privados) destinados a la

Redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el
preservación, protección y conservación de todo el
patrimonio cultural y natural del mundo.
patrimonio cultural y natural

Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad hu- • Creación de capacidad institucional, sistémica e indi-
mana e institucional respecto de la mitigación del cambio vidual para implementar actividades de adaptación,
climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y mitigación y transferencia de tecnología, y medidas
la alerta temprana. de desarrollo.

De aquí a 2020, gestionar y proteger sosteniblemente

• Área de deforestación de manglares (hectáreas y
los ecosistemas marinos y costeros para evitar efectos
cómo % del área total de manglares
adversos importantes, incluso fortaleciendo su resiliencia,
y adoptar medidas para restaurarlos a fin de restablecer la
salud y la productividad de los océanos.

De aquí a 2020, conservar al menos el 10% de las zonas • Cobertura de áreas protegidas en relación con áreas
costeras y marinas, de conformidad con las leyes naciona- marinas.
les y el derecho internacional y sobre la base de la mejor
información científica disponible.

Para 2020, promover la gestión sostenible de todos los • Área de bosque bajo manejo forestal sostenible
tipos de bosques, poner fin a la deforestación, recuperar como porcentaje del área de bosque.
los bosques degradados e incrementar la forestación y la • Progreso en el proceso de gestión sostenible de
reforestación a nivel mundial. bosques.

Para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las

tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afec-
• Proporción de tierras degradadas en comparación con
tadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones,
la superficie total.
y procurar lograr un mundo con una degradación neutra
del suelo.

Movilizar un volumen apreciable de recursos procedentes

de todas las fuentes y a todos los niveles para financiar la
• Asistencia oficial para el desarrollo y gasto público en
gestión forestal sostenible y proporcionar incentivos ade-
conservación y uso sostenible de la biodiversidad y los
cuados a los países en desarrollo para que promuevan
ecosistemas
dicha gestión, en particular con miras a la conservación y
la reforestación.

Fuente: elaborado por South Pole con base en CONPES 3918 de 2018 1.
1
Estrategia para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Colombia – CONPES 3918 de 2018. Disponible en: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Conpes/Econ%C3%B3micos/3918.pdf

Impactos ambientales.
El proyecto consiste en evitar la deforestación y
degradación de los manglares e implementar herramientas
de manejo sostenible del paisaje, lo que contribuirá con el
mantenimiento de la estructura y composición ecológica del
ecosistema. Esto garantizará la disponibilidad de servicios
ecosistémicos la conservación de especies de la flora y
fauna que se encuentran bajo algún grado de amenaza.
El bosque de manglar permite además que las comunidades
se adapten mejor al incremento en el nivel del mar y
sean menos vulnerables a eventos atmosféricos de alta
energía. Como en toda cadena trófica, si contamos con una
buena cobertura vegetal, se espera contar con un hábitat
adecuado para las especies de fauna, ya que Los bosques
de manglar son el hábitat de gran variedad de aves; locales
y migratorias, mamíferos, anfibios y reptiles de donde
obtienen alimento y lugares de resguardo y anidación.
Las especies marinas y estuarinas pueden encontrar las
condiciones necesarias para su reproducción, crecimiento
o permanencia.
El escenario de línea base, continuará comprometiendo
de manera negativa la integridad de los ecosistemas
costeros, con graves consecuencias para la biodiversidad y
funcionamiento de estos. En el escenario del proyecto, las
medidas de conservación, restauración y manejo sostenible
mantendrán la cobertura forestal y el flujo hidrobiológico
del paisaje. El proyecto tendrá una ganancia neta positiva
para la biodiversidad en la zona del proyecto, incluyendo:
» Diagnóstico el estado actual del ecosistema y generar
acciones que permitan de hacer una gestión ordenada
y planeada del manglar
» Generación acciones que ayuden a resolver conflictos
socio-ambientales y a promover la protección,
recuperación y rehabilitación de los manglares con
base en la información levantada en los monitoreos
participativos
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» Promoción y fortalecimiento de las actividades de
rehabilitación y restauración de áreas de manglar
degradadas
» Fortalecimiento de las actividades de aprovechamiento
sostenible de los recursos del manglar
» Restablecimiento de la dinámica hídrica del ecosistema
y recuperación de áreas de manglar
» Aportar en el proceso de creación, restauración y
mantenimiento de hábitats para especies vulnerables
y amenazadas
» Manejo sostenible del recurso pesquero
Impactos socio económicos
A través de la generación de alternativas económicas
se espera que el proyecto genere empleos para los
beneficiarios directos del proyecto. Apicultura, extracción
sostenible de productos no maderables del bosque,
huertas caseras y generación de actividades de turismo
comunitario organizadas y sostenibles, son algunas de las
opciones identificadas en el Proyecto Vida Manglar y que
se han venido piloteando en el área.
Otros impactos.
» Consideración a los enfoques de género y población
vulnerable.
El Golfo de Morrosquillo está compuesto en términos
administrativos por los municipios de San Antero, San
Bernardo del Viento y Santa Cruz de Lorica (veredas Pueblo
chiquito y La Doctrina) en el departamento de Córdoba, y
los municipios de Coveñas, Santiago de Tolú y San Onofre
(veredas Sabanas del Rincón, Rincón, Berrugas, Sincelejito,
Aguas Negras, Las Huertas, Berlín, La Pelona.
Desde la época prehispánica, el departamento de Córdoba
ha tenido una población importante de indígenas Zenú. Sin
embargo, no existen registros que indiquen que esta tribu
estaba localizada en el área de proyecto. Actualmente
hay aproximadamente 21.988 indígenas Zenú en el

departamento de Córdoba, concentrados especialmente
en el Resguardo de San Andrés de Sotavento, ubicado al
sudeste del DMI, aproximadamente 60 km. Sin embargo,
hay características demográficas y culturales de los
habitantes del DMI Cispatá que se son producto, o fueron
influenciados, por la historia de los Zenú.
Durante la invasión española a finales del siglo XV los
indígenas tuvieron el primer contacto con los españoles
y otras poblaciones. Durante los cuatro siglos que le
siguieron, durante el periodo conocido como la Época
Hispánica, las poblaciones se vieron afectadas por muchos
factores y experimentaron cambios que determinaron las
características demográficas de la época y las presentes.
La vida espiritual de los Zenúes que habitaban en la zona
giraba alrededor de mitos y leyendas que representaban
su sistema de creencias religiosas y ancestrales. Sin
embargo, la llegada de los españoles trajo consigo la fe
católica y las órdenes religiosas, quienes impusieron sus
creencias a los indígenas. Como resultado, hoy en día la
religión predominante en el DMI (y en el resto de Colombia)
es la católica. De igual manera, la comunidad del área
de proyecto comparte el mismo lenguaje, el español,
que fue introducido y propagado por los españoles. Vale
la pena resaltar que, aunque la religión católica es la fe
predominante en el DMI, no hay ninguna iglesia o centro
religioso en el área de proyecto.
Durante el último siglo, los cambios en la ocupación del
territorio han estado relacionadas con el cauce del río Sinú,
cuya desembocadura fue reubicada de la bahía de Cispatá
a Tinajones, donde se encuentra actualmente. Esto llevó a
la inundación de terrenos y a la propagación del manglar
hacia zonas que previamente habían sido usadas para
actividades agrícolas y a la migración de los habitantes de
las zonas inundadas hacia San Antero y hacia el delta de
Tinajones (CVS e INVEMAR, 2010).
Como producto de la historia del área, la mezcla étnica de
las comunidades incluye rasgos indígenas, afrocolombianos
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y europeos (español, francés y sirio-libanes). Actualmente
hay un flujo muy bajo de migración, y 90 % de la población
del DMI se considera nativa de los municipios de Santa Cruz
de Lorica, San Bernardo del Viento y San Antero debido a
que llevan al menos 50 años en el área. El otro 10 % de
la población proviene de los departamentos de Antioquia,
Bolívar, Chocó y Boyacá, que se han asentado en el área
en los últimos años (CVS e INVEMAR, 2010).Todos los
pobladores comparten en gran medida las características
culturales, religiosas, y lingüísticas.
La comunidad del DMI está organizada de acuerdo con los
diferentes gremios productores. Los integrantes de cada
uno de éstos están organizados en asociaciones legalmente
constituidas. Existen tres asociaciones de prestadores de
turismo, cuatro de ganaderos, 14 de mangleros y 32 de
pescadores. Éstas actúan como intermediarias entre las
comunidades y entes de gobernanza en varios niveles,
como el Ministerio de Medio Ambiente, las gobernaciones
del departamento, las alcaldías municipales, la CVS y las
organizaciones internacionales. Adicionalmente, este
esquema de organización permite la cooperación entre
diferentes gremios productores. Por ejemplo, los mangleros
y pescadores tienen acuerdos informales sobre a las
cuotas de explotación y las restricciones territoriales para
las diferentes actividades, lo que permite su convivencia y
el uso compartido de recursos.
Es importante resaltar que no existe una estructura
jerárquica clara entre las asociaciones de cada gremio,
ni entre los diferentes sectores productores. El único en
el que existe una persona que es reconocida como la
representante es el de los mangleros. En el caso de los
pescadores, ganaderos y prestadores de turismo, cada
asociación tiene su propio líder y no ven a los de las otras
organizaciones como sus portavoces o delegados. Muchos
de estos líderes son mujeres que han tenido un papel
importante en la gobernanza del área.
El número, tamaño o antigüedad de las asociaciones no
está relacionado con el número de personas que se

dedican a las diferentes actividades. De acuerdo con la
información recolectada en campo en el 2007, 50 % de
las personas se dedican principalmente a la producción
agrícola y suplementan sus ingresos con actividades
complementarias como la pesca. La segunda ocupación
en orden de importancia es la pesca y actividades mixtas
con un 18 %, seguido por los oficios varios con el 12 % y
la actividad forestal (incluyendo el aprovechamiento de
manglares) con el 10 % (CVS e INVEMAR, 2010). La gran
mayoría de los habitantes del sector están empleados por
el sector primario, representado por los diferentes gremios,
pero en los últimos 15 años se ha venido desarrollando
el sector terciario, basado en el turismo en el DMI y en
sectores aledaños, especialmente en los municipios de
Tolú y Coveñas.
La importancia que tienen las diferentes prácticas
extractivas y los recursos asociados a cada una de ellas
para la comunidad no es sólo producto de sus beneficios
socioeconómicos. Para los usuarios de los recursos, su
ocupación tiene además un alto valor cultural, porque está
íntimamente ligada a su sentido de identidad. Los términos
“manglero”, “pescador”, “ganadero” y “agricultor” no sólo
denotan una actividad económica, sino también la afiliación
de la persona con otros miembros de la comunidad, su
relación con otras entidades, su estatus económico (los
ganaderos tienen ingresos mayores a los de los mangleros)
y su derecho a utilizar ciertos recursos.
Este vínculo se ve fortalecido por la antigüedad que
estas actividades tienen en la zona. Los mangleros han
ejercido su profesión desde la creación de extensas áreas
de manglar como producto de la desviación del rio Sinú,
cuando los agricultores que vivían y trabajaban en esa zona
© INVEMAR-FUNDACIÓN NATURA
se vieron forzados a abandonar su actividad económica
y en muchos casos migrar a los centros urbanos. La
alternativa económica que estas personas tuvieron a su
disposición fue la explotación del bosque de mangle,
que con el tiempo les dio su identidad como “mangleros”.
Similarmente, la agricultura es una de las actividades con
más tradición en el área, y se estima que cerca del 73 %
de los agricultores llevan más de 10 años realizando esta
práctica (CVS e INVEMAR, 2010).
Dado que las actividades con las que las personas tienen
una conexión sólida consisten en el aprovechamiento y la
producción primaria, el vínculo también abarca los recursos
naturales de los que dependen diferentes gremios. Esto
se ve manifestado en el deseo de los usuarios de adoptar
prácticas sostenibles y de velar por la conservación de
los recursos naturales como producto del deterioro de los
ecosistemas que ellos mismos han identificado.
La tendencia a desarrollar el sentido de identidad a partir de
las actividades extractivas es una práctica que comparten
los diferentes gremios, independiente del nivel de ingresos.
Sin embargo, las personas que se denominan a sí mismos
como mangleros, agricultores o pescadores tienden a
presentar las mismas características demográficas de
género (hombre) y edad (entre 35 y 67 años). Este segmento
de la población representa solo un 27 % de la población.
Del 73 % restante, 35 % está entre 0 y 14 años, 34 % está
entre 15 y 24 años, y 4 % son mayores de 65 años.
Este proyecto se encuentra en la fase de DISEÑO DE
PROYECTO (PD) sin Validación. Esperamos que en
el primer semestre del 2020, entre en verificación y
validación.