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Rondas y

Cadenas

La Historia de la
Evolución de la Vida
a través de Reinos y
Planetas

Recopilación y armado a
cargo de
Integrantes del
Grupo de Jóvenes de
Rosario
Mayo de 2001
2
I. ESQUEMA GENERAL DE LA EVOLUCIÓN EN EL SISTEMA SOLAR

Todas las cosas, tanto en el Universo metafísico como en el físico, son


septenarias. De aquí que a cada cuerpo sideral, a cada planeta, ya visible o
invisible, se le atribuyan seis Globos compañeros. La evolución de la vida
procede en estos siete Globos o cuerpos, desde el Primero al Séptimo, en
Siete Rondas o Siete Ciclos. H. P. Blavatsky

En nuestro planeta vemos a la vida en plena manifestación en el globo


terrestre. Pero así como el ser humano tiene otros principios además de su
cuerpo físico, el planeta también tiene otros globos de materia más sutil que
vendrían a ser sus siete principios (Ver Figura 1). Siguiendo con la
comparación entre el planeta y el ser humano, vemos que durante su vida,
un hombre tiene su conciencia básicamente sobre el plano físico. Pero al
morir, el cuerpo se destruye y la conciencia sufre ciertos procesos y tiene su
“vida”en planos internos. Del mismo modo la Tierra, nuestro globo físico, en
algún momento morirá y la vida que hoy se desarrolla en él comenzará a
desarrollarse en los otros “globos”, invisibles para nuestra percepción física.
Mientras tanto, el planeta quedará en un estado de statu quo, de muerte, en
un estado similar al de la mayoría de los planetas de nuestro sistema solar
en la actualidad. H.P.B. dice lo siguiente con respecto a esta analogía:

Así se ve cuan perfecta es la analogía entre las evoluciones de la


Naturaleza en el cosmos y en el hombre individual. Este último vive durante
su ciclo de vida, y muere. Sus principios superiores, que corresponden en el
desarrollo de una Cadena Planetaria a las Mónadas que circulan en ella,
pasan al Devachán, que corresponde al Nirvana y a los estados de reposo
entre dos Cadenas. Los principios inferiores del Hombre se desintegran con
el tiempo, y son empleados de nuevo por la Naturaleza para la formación de
nuevos principios humanos, teniendo lugar el mismo proceso en la
desintegración y formación de Mundos. La Analogía es, por lo tanto, el guía
más seguro para la comprensión de las enseñanzas ocultas.

Dentro de nuestro sistema solar, en cada planeta, está teniendo lugar la


evolución de la vida, sólo que en estos momentos en ningún otro más que en
la Tierra se está desenvolviendo la vida física. Se dice que no todos los
planetas son “generadores de hombres”, pero que la Tierra no es el único en
nuestro sistema solar.
Ahora bien ¿Cómo visualizamos a la Tierra con sus otros “seis planetas
sutiles” que no son sino los siete principios de nuestro planeta?
En las Cartas de los Mahatmas, el Mahatma KH le escribe al Señor
Sinnett:

Imaginemos que nuestra tierra pertenece a un grupo de siete planetas o


mundos generadores de hombres, dispuestos, más o menos, en forma
elíptica. Ocupando nuestra tierra exactamente el punto central inferior de la
órbita en evolución (...) llamaremos A al primer globo y Z al último.

El esquema sería el que se ve en la Figura 2. A estos siete globos, donde


la Tierra representa la manifestación física del planeta, se le llama Cadena.
Así, tenemos que a la nuestra se la denomina “Cadena Terrestre”. Como

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veremos más adelante, la vida va evolucionando sucesivamente “saltando
desde un globo al otro”, desde A hasta Z (luego llamado también Globo G), es
decir, hasta que completa una vuelta. Y este recorrido debe hacerlo siete
veces. Al recorrido que va desde A hasta Z se lo denominó “Ronda”; y se dice
que para completar su evolución en cada cadena planetaria, la vida debe
recorrer siete vueltas o “Rondas” a través de dicha cadena. H. P. Blavatsky
dice:

Nuestra Tierra, como representante visible de sus globos compañeros


invisibles y superiores, sus "Señores" o "Principios", tiene que vivir, lo
mismo que los demás, durante siete Rondas. Durante las tres primeras, se
forma y se consolida; durante la cuarta se asienta y se endurece; durante las
tres últimas, vuelve gradualmente a su primera forma etérea: se
espiritualiza por decirlo así.

Cuando el ciclo evolutivo de la cadena terrestre complete sus siete


Rondas, la Tierra junto a sus globos compañeros comenzarán a desintegrarse
lentamente y para siempre, y la vida que estaba evolucionando en la cadena,
lo seguirá haciendo en una nueva cadena planetaria. Esta nueva cadena
tendrá también su planeta físico, pero no será ninguno de los que hoy
existen, sino que será necesaria la formación de un nuevo planeta para ello.
Ese planeta será una “nueva encarnación” de la Tierra.
La cadena anterior desde la cual viene la evolución, es decir, la
“encarnación anterior” de nuestra Tierra, es la Luna. La Luna fue en su
momento (antes que la Tierra esté formada) un planeta septenario (lo que se
denominó Cadena Lunar) donde la vida evolucionó a través de Siete Rondas.
Completadas éstas, la luna comienza a morir como se explica más adelante, y
la vida empieza a evolucionar en la nueva cadena, la Terrestre, en donde
pasará sus siete Rondas. Cuando éstas culminen la Tierra comenzará a morir
y la vida pasará al nuevo planeta en formación, quedando la Tierra en
proceso de descomposición como un satélite del nuevo planeta (como sucede
con la Luna actualmente).
Esto será explicado más adelante, pero lo importante a notar ahora es
que el esquema completo de evolución de las mónadas que están vinculadas
hoy con la Tierra involucra la formación de siete Cadenas, es decir, la
formación sucesiva de siete planetas septenarios, debiendo recorrer en cada
planeta siete Rondas para terminar su ciclo allí y pasar al otro planeta
recientemente formado. La luna fue la Tercera Cadena del Esquema de
evolución (siendo precedida por dos Cadenas anteriores) y la Tierra, por lo
tanto, es la Cuarta Cadena de nuestro Esquema de Evolución. Por lo dicho,
se deduce que para que el esquema se complete es necesario que terminen
esta cadena (sus siete rondas) y la próximas tres Cadenas a formarse. Esto
puede verse en la Figura 3.

Pero esto es lo que atañe a uno solo de los planetas del sistema solar, la
Tierra. Sin embargo, cada planeta actual del sistema está pasando su propio
esquema de evolución que comprende siete cadenas sucesivas. En la Figura
4 vemos los distintos esquemas de evolución dentro del sistema solar.

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II. FORMACIÓN DE UNA NUEVA CADENA

Cuando una Cadena en particular culmina, sus globos empiezan a morir,


tal como explica el Mahatma M.:

A medida que el impulso de vida (en la séptima y última ronda) sigue


avanzando [a través de los Globos] deja tras de sí planetas moribundos que –
muy pronto– se convertirán en “planetas muertos”.

Entonces, la evolución de la vida debe continuar en una nueva cadena


de globos que se tienen que formar. H.P.B. dice:

Estos Globos se forman por un proceso que los ocultistas llaman el


"renacimiento de las Cadenas Planetarias". Cuando una de tales Cadenas ha
pasado a su Séptima y última Ronda, el Globo primero o más elevado, A;
seguido por todos los otros hasta el último, en lugar de pasar por cierto
periodo de reposo o de "Obscuración", como en sus Rondas precedentes,
comienza a marchitarse. La Disolución Planetaria (Pralaya) se halla próxima:
su hora ha sonado; cada Globo tiene que transferir su vida y su energía a
otro planeta.

¿Cómo ocurre este proceso? Blavatsky lo explicaba de la siguiente


manera en La Doctrina Secreta: (Ver Figura 5)

En el diagrama que sigue, la Fig. lª representa la Cadena Lunar de siete


Globos en el comienzo de su séptima y última Ronda; mientras que la Fig. 2ª
representa la Cadena Terrestre que será, pero que todavía no existe. Los
siete Globos de cada Cadena se distinguen en su orden cíclico por las letras
A a G, estando además marcados los Globos de la Cadena de la Tierra con
una cruz (+), símbolo de la Tierra.
En la Séptima Ronda de la Cadena Lunar, cuando las últimas mónadas
abandonan al Globo A, éste, en lugar de sumirse en sueño, como ha hecho en
las Rondas previas, comienza a morir (a entrar en su Pralaya Planetario); y
al morir, transfiere sucesivamente, como se ha dicho ya, sus principios o
elementos de vida y energía, etc., uno tras otro, a un nuevo centro laya, en el
cual comienza la formación del Globo A de la Cadena Terrestre. Un proceso
semejante tiene lugar para cada Globo de la “cadena lunar”, uno después de
otro, cada uno formando un nuevo Globo de la “cadena terrestre”.
Nuestra Luna era el cuarto Globo de la serie, y estaba en el mismo
plano de percepción que nuestra Tierra. Pero el Globo A de la Cadena Lunar
no "muere" por completo hasta que las primeras Mónadas hayan pasado del
Globo G o Z, el último de la Cadena Lunar, al Nirvana que las aguarda entre
las dos Cadenas; y lo mismo pasa con respecto a los demás Globos, según se
ha dicho ya, dando cada uno de ellos nacimiento al Globo correspondiente de
la Cadena Terrestre.

III. EVOLUCIÓN DE LOS REINOS EN LA CADENA

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Como la evolución de los Globos y la de las Mónadas están tan
íntimamente entrelazadas, haremos una de las dos enseñanzas. H. P.
Blavatsky

¿Cómo es la evolución de las distintas formas de vida? ¿Qué sucede en


cada globo? ¿Cuánto se detiene la vida en cada uno de estos planetas?
Para comprender esto debemos hacer ciertas aclaraciones. El Ocultismo
divide las formas de vida que están evolucionando en nuestro planeta, en
siete grandes reinos: en primer lugar se mencionan los reinos mineral,
vegetal, animal y humano, y posteriormente, otros tres reinos que mas
adelante se explican. Se toma al reino humano como separado del animal
porque, si bien su estructura física deriva de éste, el ser humano tiene activo
el principio manásico y, con esto, la posibilidad de despertar sus siete
principios. Esto no sucede en los animales y es suficientemente trascendente
como para poner al ser humano en un reino separado. Pero además de estos
cuatro reinos, el Ocultismo habla de otros tres reinos “elementales”. Estos
reinos son inferiores al mineral en lo que hace al despertar de la conciencia,
y son invisibles al ojo humano. Son “las fuerzas elementales que se ocultan
bajo los fenómenos de la Naturaleza”, tal como las denomina el Sr. Sinnett, y
en su proceso de evolución deberán convertirse en minerales para luego
remontar todos los reinos visibles.
Entonces, luego de que una Cadena entra en su pralaya por haber
culminado su evolución, comienza la formación de la nueva cadena, como
hemos visto anteriormente. El Mahatma K.H. le explicaba el proceso de
evolución al Sr. Sinnett del modo siguiente:

El impulso vital llega a "A", o mejor dicho, a aquello que está destinado
a convertirse en "A" y que, hasta entonces, no es más que polvo cósmico. En
la materia nebulosa formada por la condensación del polvo solar diseminado
por el espacio se forma un núcleo y se originan en cadena una serie de tres
evoluciones, invisibles para el ojo físico; es decir: han evolucionado tres
reinos elementales o fuerzas de la naturaleza, o en otras palabras, se forma
el alma animal del globo futuro; o tal como lo expresaría un cabalista, se han
creado los gnomos, las salamandras y las ondinas. (...) Completadas las tres
evoluciones empieza a formarse el globo tangible. El reino mineral, cuarto
en el conjunto de la serie, pero primero en esta etapa, guía el proceso. Al
principio sus sedimentos son gaseosos, blandos y moldeables y sólo llegarán
a alcanzar dureza y solidez en el séptimo anillo1. Cuando este anillo se ha
completado proyecta su esencia al Globo B —que ya está pasando por las
etapas preliminares de formación— y la evolución mineral empieza en ese
globo. En este momento, empieza en el Globo A la evolución del reino
vegetal. Cuando este último ha realizado su séptimo anillo, su esencia pasa
al Globo B. Entonces la esencia mineral avanza hacia el Globo C, mientras
los gérmenes del reino animal entran en A. Cuando el animal ha recorrido
siete anillos allí, su principio vital va al Globo B, y las esencias de vegetales y
minerales siguen avanzando. Entonces aparece el hombre en A; una
configuración etérea anticipada del ser compacto que está destinado a ser
en nuestra Tierra. Evolucionando en siete Razas-Raíces con las muchas
1
Cada reino, en un planeta particular, debe cumplir un ciclo evolutivo de siete deferentes etapas. A cada una de estas
etapas se las ha denominado Anillo. Particularmente, el mismo ciclo perteneciente al reino humano se denomina Raza
Raíz.

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ramificaciones de sub-razas, él, al igual que los reinos precedentes, completa
sus siete anillos y es transferido luego, sucesivamente, a cada uno de los
globos hasta llegar a Z. Desde el principio, el hombre tiene los 7 principios
en germen contenidos en él, pero ninguno está desarrollado. (...) En cada
una de las rondas, el hombre desarrolla totalmente uno de los principios. En
la Primera Ronda, su conciencia en nuestra Tierra está embotada, es
endeble e inconsistente, parecida a la de un niño pequeño. Al llegar a
nuestra Tierra en la segunda ronda, se ha hecho responsable, hasta cierto
grado, y en la tercera lo es totalmente. En cada etapa y en cada ronda su
desarrollo va a la par con el del globo en el cual se encuentra. Al arco
descendente, desde A hasta nuestra tierra, se le llama el oscuro; al
ascendente, hasta Z, el "luminoso".
El hombre llega al globo "A." después que los otros reinos han
continuado avanzando. (...) Cuando todos los reinos hayan alcanzado el
globo Z, no seguirán adelante para volver a entrar en A precediendo al
hombre, sino que, de acuerdo con la ley de aminoración que opera desde el
punto central —o sea, desde la Tierra— hasta Z, (y que equilibra un principio
de aceleración en el arco descendente) estos reinos habrán terminado
precisamente su respectiva evolución de géneros y especies cuando el
hombre alcance su máximo desarrollo en el Globo Z; en ésta o en cualquier
Ronda. La razón de ello se encuentra en el período de tiempo
extremadamente más largo que ellos necesitan para desarrollar sus infinitas
variedades cuando se compara con el que necesita el hombre; por lo tanto,
la relativa rapidez de desarrollo en los anillos aumenta, naturalmente, a
medida que ascendemos en la escala desde el mineral. Pero estas distintas
velocidades, de hecho, están tan bien ajustadas que el hombre se detiene
más tiempo en las esferas interplanetarias de descanso, para la prosperidad
o para la adversidad, y todos los reinos terminan su trabajo simultáneamente
en el planeta Z.

IV. EVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD EN LA CADENA TERRESTRE

Luego de tener en mente el esquema general de la evolución de todos


los reinos intentaremos comprender lo que se ha expresado sobre la
evolución humana.

Su humanidad se desenvuelve por completo tan sólo durante la Cuarta


Ronda, la nuestra presente. Hasta su cuarto Ciclo de Vida, se hace
referencia a ella como "Humanidad", tan sólo a falta de un término más
apropiado. A manera de la oruga que se convierte en crisálida y en
mariposa, el Hombre, o más bien lo que se convierte en hombre, pasa a
través de todas formas y reinos durante la Primera Ronda, y a través de
todas las formas humanas durante las dos Rondas siguientes. Una vez
llegado a nuestra Tierra, al principio de la Cuarta, en la serie presente de
Ciclos de Vida y de Razas, el Hombre es la primera forma que aparece en
ella, siendo precedido únicamente por los reinos mineral y vegetal; teniendo
aún el último que desarrollarse y que continuar su evolución ulterior por
medio del hombre. Durante las tres Rondas que han de venir, la Humanidad,
lo mismo que el Globo en que vive, tenderá siempre a reasumir su forma

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primitiva: la de una Hueste Dhyan Chohánica. El hombre tiende a
convertirse en un Dios, y después en Dios lo mismo que todos los demás
Átomos en el Universo. H. P. Blavatsky.

El Ocultismo expone que las mónadas que ingresaron a evolucionar a la


Cadena Terrestre no estaban todas en el mismo estadio de desenvolvimiento
de modo que podrían ser divididas en tres grandes clases. Al respecto,
H.P.B. dice:

La Hueste Monádica puede ser dividida, en términos generales, en tres


grandes clases:
lª Las Mónadas más desarrolladas –los Dioses Lunares o "Espíritus",
llamados en la India los Pitris–, cuya función es pasar en la primera Ronda al
través del triple y completo ciclo de los reinos mineral, vegetal y animal en
sus formas más etéreas, nebulosas y rudimentarias, con objeto de revestirse
con ellas, y asimilarse la naturaleza de la Cadena recientemente formada.
Ellos son los que alcanzan primero la forma humana –si es que puede existir
alguna forma en el reino de lo casi subjetivo– sobre el Globo A, en la Ronda
primera. Son ellos, por lo tanto, quienes se hallan a la cabeza del elemento
humano y lo representan durante las Rondas Segunda y Tercera, y los que
finalmente preparan sus sombras, al principio de la Cuarta Ronda, para la
segunda Clase, o sea la de los que vienen detrás de ellos2.
2ª Aquellas Mónadas que son las primeras en alcanzar el grado humano
durante las tres Rondas y media, para convertirse en "hombres".
3ª Los rezagados, las Mónadas retrasadas, y que a causa de
impedimentos Kármicos no alcanzarán el estado humano durante este Ciclo.
Claro está que estos "hombres" no se parecían a los hombres de hoy día,
ni en forma ni en naturaleza. ¿Por qué, pues, llamarles "hombres"? —puede
preguntarse—. Porque no existe ningún otro término en ninguna lengua
occidental, que aproximadamente exprese la idea que se pretende. La
palabra "hombres" indica por lo menos que estos seres eran "Manus",
entidades pensantes, por mucho que se diferenciasen de nosotros en forma y
en inteligencia.

Cabe hacer algunas aclaraciones al respecto de lo que se dice arriba. La


primera clase de mónadas, está compuesta por aquellas que ya han
culminado su evolución como humanos en la cadena lunar y en esta cadena
serán Pitris Barishad, es decir, aquella Jerarquía que proveerá a la
humanidad de esta cadena de los principios inferiores. Pero para esto, debe
en las primeras rondas “asimilarse la naturaleza de la Cadena”. Por esta
razón durante la Primera Ronda pasan por todos los reinos en cada Globo.
Pero esto no sucede en la Segunda Ronda:

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Las más desarrolladas, las Mónadas lunares, alcanzan el estado humano germinal en la Primera Ronda; se convierten en seres
humanos terrestres, aunque muy etéreos, hacia el final de la Tercera Ronda, permaneciendo en el Globo, durante el periodo de
"obscuración", como gérmenes para la humanidad futura de la Cuarta Ronda, convirtiéndose así en los precursores de la
humanidad al principiar ésta, la presente Cuarta Ronda. Otras alcanzan el estado humano tan sólo durante las siguientes Rondas, o
sea en la segunda, en la tercera o en la primera mitad de la Cuarta Ronda. Y, finalmente, las más atrasadas de todas, o sean las que
ocupan todavía formas animales después de pasado el punto medio de vuelta de la Cuarta Ronda, no llegarán a ser hombres
durante todo este Manvántara. Llegarán a la frontera de la humanidad tan sólo a la conclusión de la Séptima Ronda, para ser, a su
vez, introducidas en una nueva Cadena, después del Pralaya, por los viajeros más antiguos, los progenitores de la Humanidad o
Germen Humano (Shishta), esto es, los hombres que se hallarán a la cabeza de todos al final de estas Rondas.

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Comenzando tan remotamente como en la Segunda Ronda, la Evolución
procede ya bajo un plan por completo diferente. Tan sólo durante la primera
Ronda, es cuando el Hombre (Celestial) se convierte en un ser humano en el
Globo A; (se convierte de nuevo en) un mineral, una planta, un animal, en el
Globo B y C, etc. El proceso cambia por completo desde la Segunda Ronda..
H. P. Blavatsky

En las Segunda y Tercera Rondas esta clase de mónadas recorre cada


Globo como Ser Humano y en la Cuarta Ronda (la nuestra) ya cumplen su
función particular en la “formación del hombre” de esta Ronda de inflexión.
Con respecto a la Segunda Clase de mónadas, está integrada por
aquellas que en la Cadena Lunar no terminaron de completar su evolución
humana y por las mónadas que “habitaban” las formas animales en la luna.
Estas mónadas irán alcanzando la humanidad en las Segunda, Tercera y
mitad de la Cuarta Ronda.
La Tercera Clase de Mónadas son aquellas que no podrán alcanzar la
humanidad en esta Cadena por estar demasiado atrasadas, pero que sí lo
harán en las próximas Cadenas. H.P.B. dice al respecto:

Luego, cuando el Globo A de la nueva Cadena está dispuesto, la primera


Clase o Jerarquía de Mónadas de la Cadena Lunar se encarnan en él en el
reino inferior, y así sucesivamente. El resultado de esto es que la primera
Clase de Mónadas es únicamente la que alcanza el estado de desarrollo
humano durante la primera Ronda, puesto que la segunda Clase en cada
Globo, llegando después, no tiene tiempo de alcanzar aquel estado. Así, las
Mónadas de la Clase 2ª logran el plano humano incipiente tan sólo durante
la Segunda Ronda, y así sucesivamente hasta la mitad de la Cuarta Ronda.
Pero en este punto y en esta Cuarta Ronda, en la que el estado humano
quedará desarrollado por completo, se cierra la "puerta" que da entrada al
reino humano; y desde entonces el número de Mónadas "humanas", o sean
Mónadas en el grado de desarrollo humano está completo. Pues las Mónadas
que no hayan alcanzado el estado humano en este punto, se encontrarán tan
atrás a causa de la evolución misma de la humanidad, que tan sólo
alcanzarán el estado humano a la conclusión de la Ronda Séptima y última.
No serán, por lo tanto, hombres en esta cadena, sino que formarán la
humanidad de un Manvántara futuro, y serán recompensadas convirtiéndose
en "hombres" en una Cadena superior en todo, recibiendo así su
compensación Kármica. Esto explica las diferencias existentes entre las
Razas.

V. LAS SIETE RAZAS-RAÍCES DEL REINO HUMANO.

Para terminar, queremos mencionar brevemente algo con respecto a la


evolución de la Humanidad en este, el Globo D. H.P.B. dice:

Cada Ciclo de Vida en el Globo D (nuestra Tierra), se compone de siete


Razas Raíces, que comienzan con la etérea y terminan con la espiritual en
una doble línea de evolución física y moral, desde el principio de la Ronda

9
terrestre3 hasta que concluye. Una cosa es una "Ronda Planetaria" desde el
Globo A al Globo G, el séptimo; otra, la "Ronda del Globo", o sea la terrestre.
H. P. Blavatsky

Como dijimos, este no es lugar para tratar la Antropogénesis en


particular. Para eso ver el trabajo realizado realizado anteriormente:
“Tentativas para crear al Hombre”. Sin embargo, podemos recordar que la
humanidad como tal se forma a la mitad de la Tercera Raza-Raíz. La Razas
anteriores eran el comienzo de la Formación del Hombre, por medio de los
Pitris. Por esto, H.P.B. dice:

La primera Raza-Raíz, esto es, los primeros "Hombres" en la tierra


(prescindiendo de la forma), fueron la descendencia de los "Hombres
Celestiales", llamados correctamente en la filosofía inda los "Antecesores
Lunares" o los Pitris, de los cuales existen siete Clases o Jerarquías.

Pero la pregunta que surge es: ¿En qué etapa se halla la Humanidad?
¿Cuáles son sus futuras perspectivas?

Nosotros, los hombres de la cuarta ronda, estamos alcanzando ya la


segunda mitad de la quinta raza de nuestra cuarta ronda humana, mientras
que los hombres de la quinta ronda (los pocos que han llegado
anticipadamente), no obstante y pertenecer a su primera raza (o más bien
clase) son, sin embargo, inconmensurablemente superiores a nosotros –
espiritualmente, si no intelectualmente– ya que, habiendo completado el
desarrollo de este quinto principio (el alma intelectual), han llegado más
cerca que nosotros y están en más estrecha relación con su sexto principio,
Buddhi. Desde luego, son muchos los individuos que ya están diferenciados
en la Cuarta Ronda, ya que los gérmenes de los principios no se desarrollan
en todos por igual, pero ésa es la regla. Mahatma K.H.

En la Cuarta Ronda el intelecto tiene un enorme desarrollo (...) A partir


de la cuarta Raza el lenguaje se perfecciona y aumenta el conocimiento de
las cosas físicas. En este punto, a mitad de camino de la Cuarta Ronda (...) el
mundo rebosa con los resultados de la actividad intelectual y con la
decadencia de la espiritualidad. En la primera mitad de la cuarta raza,
nacieron las ciencias, las artes, la literatura y la filosofía (...) mientras que no
es hasta la última mitad que el Ego Espiritual empieza su verdadera lucha
con el cuerpo y la mente para manifestar sus poderes trascendentes. ¿Quién
ayudará en la gigantesca batalla que se avecina? ¿Quien? Dichoso el hombre
que tienda una mano generosa. Mahatma K.H.

Y para terminar, queda la cuestión sobre cuáles son las perspectivas futuras en la evolución
del Hombre; pero los Mahatmas siempre fueron reticentes a hablar sobre el futuro de la
Humanidad. Tal vez la razón sea la que en su momento el Mahatma K.H. mismo le expuso al Sr.
Hume:

3
Llamada a veces Período Mundial.

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Tendré que guardar silencio respecto a los Dhyan Chohans, y tampoco
puedo comunicarle los secretos relativos a los hombres de la Séptima Ronda.
La comprensión de las fases más elevadas de la existencia en este planeta no
se va a lograr con la simple adquisición de conocimientos. Volúmenes
enteros de la información más perfectamente elaborada no pueden revelar al
hombre la vida en las regiones superiores

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Figuras

Figura 1. Comparación entre los


Principios del Hombre y del Planeta

Figura 2. Esquema de los siete globos que


componen la Cadena Terrestre

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Figura 3. Esquema de las siete cadenas que
componen el Esquema de Evolución al que
pertenecen la Tierra y la Luna

Figura 4. Se debe aclarar que en cada “pétalo” del


dibujo está evolucionando sólo una cadena por vez.

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Figura 5. Muerte y renacimiento de
las Cadenas

Esquema de los ciclos de Evolución

7 Razas Ramales o Secundarias 1 Sub-Raza


7 Sub-Razas 1 Raza-Raíz (o Anillo)
7 Razas-Raíces (o Anillos) 1 Período Mundial (un Globo)
7 Globos 1 Ronda
7 Rondas 1 Cadena
7 Cadenas 1 Esquema de Evolución
10 Esquemas de Evolución 1 Sistema Solar

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Glosario:

- Anillos: Cada una de las siete etapas que cumple cada reino en un globo.
- Raza-Raíz: Cada una de las siete etapas que cumple la humanidad en cada
globo.
- Período Mundial: El período de evolución que se lleva a cabo en un Globo
y que comprende siete razas-Raíces o Anillos.
- Ronda: Cada una de las vueltas que da la oleada de vida a través de los
siete globos de la cadena, desde A hasta G o Z.
- Cadena: Conjunto de siete globos. Para que la evolución de una cadena
culmine, deben completarse Siete rondas en derredor de la misma.
- Centro Laya: Es el punto de la materia donde ha cesado toda
diferenciación, el punto cero desde donde comienza a contarse la escala de
diferenciación. Es, probablemente, el punto germinal de una nueva cadena.
- Obscuración: Período de reposo en que desaparece la vida activa de un
globo de la cadena planetaria. Es una especie de Pralaya durante el cual la
naturaleza permanece en una condición estacionaria.
- Pralaya: Es el período de disolución, sueño o reposo relativo o total del
universo. Hay muchas clases de Pralaya: está aquel que destruye a todas las
criaturas pero permaneciendo la sustancia, hasta el redespertar de la vida, o
aquél en donde todo lo existente se resuelve en el Elemento Primordial.
- Manvántara: Es el período de generación o formación de un universo,
cadena o globo, que tiene lugar entre dos Pralayas. También se lo denomina
Período de Manifestación, donde la Sustancia Una homogénea comienza a
diferenciarse dentro del espacio absoluto.

Bibliografía:

- “La Doctrina Secreta”. Tomo 1. (p. 192-204)


- “Las Cartas de los Mahatmas a A. P. Sinnett”. Cartas Nº 11, 14, y 15
- “El Buddhismo Esotérico”. A. P. Sinnett. Cap. III y IV.
- “Introducción al Estudio de La Doctrina Secreta de H.P. Blavatsky”.
Apéndice.

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