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Daniela Fernanda Arroyo Samperio

Pamela Pérez Ayala


Sigmund Freud

El malestar de la cultura

Este malestar ante lo externo viene de la necesidad de fundir el ‘Yo’ con el ‘Todo’, la necesidad
de pertenencia a la totalidad del mundo exterior. Esta necesidad nace desde la infancia, desde
nuestro estado más primitivo. Cuando descubrimos que podemos controlar lo que nos atiene a
nosotros mismos pero no a lo que viene de afuera tomamos la decisión de someter ciertas
conductas para evitar situaciones desagradables.

Freud se cuestiona el por qué es tan difícil conseguir la dicha, y responde que hay tres fuentes
de eso: la hiperpotencia de la naturaleza, la fragilidad de nuestro cuerpo y la insuficiencia del
Estado y la sociedad. Uno de los principales principios que guía a la mente del ser humano es
ser felíz y esto sólo lo consigue evitando el dolor y consiguiendo placer, aunque el hombre se ha
considerado feliz por el simple hecho de escapar de la desgracia, una desgracia que viene del
exterior.

Es de gran importancia el mencionar el sentimiento de “culpa” del cual se habla en el texto,


porque de ahí partimos para otros sentimientos con los cuales podemos analizar nuestras
experiencias. Freud menciona que el problema más importante del desarrollo cultural es esa
misma culpa, y sobre ella se forma la pulsión de destrucción en el ser humano.

En relación con el tema de cultura, Freud señala que la inclinación agresiva es una disposición
pulsional autónoma ÚNICA del ser humano. Él también considera que el sentido del desarrollo
cultural es la lucha entre el ‘Eros’ y ‘Muerte’; esta lucha podría ser el fin de la vida en general y
el desarrollo cultural puede entonces señalarse cómo la parte esencial que combate por la vida
humana y su existencia.

Casi al culminar, se señalan los orígenes del sentimiento de culpa, los cuales son:la angustia
frente a la autoridad externa y la angustia frente al superyó. La culpa, es entonces, una variedad
de la angustia y explica cómo en las religiones no se ha ignorado el papel del sentimiento de
culpa en la cultura y por eso sigue esa forma de predicar y sustentar su creencia, atribuyéndole
a la humanidad la culpa de un mundo de pecadores, en los cuales ellos los cometen y tiene que
pagar por esos mismos actos que definen como malos.

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