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Importancia de la Planificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

Al no prepararse,
se está preparando para fracasar
Benjamín Franklin

Introducción

En la mayor parte de los casos, cuando los docentes escuchamos la palabra


“planificación”, vienen a nuestra mente un ingente de imágenes que nos hablan de
trabajo extra, de tiempo perdido, de horas sin descanso… de suerte que esta exigencia
sólo se realiza en función de la obligatoriedad que nos impone la institución educativa
para la que laboramos o los distintos estamentos de supervisión educativa, sean estos de
tipo distrital, regional o nacional.

Por esta razón, es frecuente ver que surge una dicotomía entre la planificación que
se hace mecánicamente para salir del paso y el desarrollo de las clases en el aula.

Pese a este prejuicio patente, la experiencia ha demostrado que la planificación es


un recurso de suma importancia en la práctica docente pues permite, por un lado, aplicar
de manera práctica una determinada corriente pedagógica, y por otro, programar de
manera coherente y lógica la secuencia de aprendizaje que se quiere lograr con los
estudiantes. Queda evidenciado que aquellas clases o procesos educativos en los que no
se piensa, articula y establece previamente una estructura a seguir, tienden a suscitar en
los estudiantes experiencias aisladas y no integrales que no les ofrecen conocimientos
holísticos y significativos, a la vez que se aboca más a la acumulación
de “contenido-aprendizaje” que a la consecución de conocimientos y
su proceso.

Es por esto que muchos pedagogos y maestros concuerdan en


que la planificación es una tarea fundamental en la práctica docente y
que de ella depende el éxito o no de su labor.

En este trabajo seguiremos la secuencia lógica del proceso pedagógico,


respondiendo qué es la planificación, por qué es importante y cómo se realiza.
Cerraremos el trabajo haciendo una conclusión que estará precedida con una
puntualización enumerada de la importancia de la planificación.

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Importancia de la Planificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

¿Qué es la planificación?

En un sentido general se puede definir la


planificación como todo esfuerzo que se realiza a fin de
cumplir objetivos y hacer realidad diversos propósitos
siguiendo un proceso que respeta una serie de pasos
preestablecidos y empleando diferentes herramientas y
expresiones. La especificidad, por tanto, de toda planificación
es la aplicación de un método que permita ejecutar planes
de forma directa los cuales serán realizados y supervisados
en función del planeamiento. (Planificación, 2008)

La planificación es, entonces, el proceso de emprender acciones concretas después de establecer


metas y escoger la mejor manera de alcanzarlas.

En la rama que nos concierne, que es la educativa, la planificación puede ser


definida como el proceso que se realiza con el fin de establecer los modelos, fines,
objetivos y metas del proceso educativo, definiendo el qué hacer, cómo hacerlo y con qué
recursos y estrategias, y cuál es el fin al que se orienta todo el proceso. Es decir, la
planificación educativa es aquel esquema o modelo previamente establecido y elaborado
que permite pensar, programar y posteriormente analizar el proceso enseñanza-
aprendizaje para mejorarlo por las experiencias adquiridas en aplicaciones previas con el
fin de potenciar el proceso y superar los escollos.

¿Por qué planificar?

La planificación ofrece al docente la oportunidad de organizar de manera lógica,


cronológica, ordenada y coherente aquel contenido educativo que se quiere transmitir y
los objetivos que se quieren lograr con los estudiantes, tanto en el aula como fuera de
ella, con el fin de ofrecer un corpus articulado que asista la comprensión y asimilación

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Importancia de la Planificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

procesual de los conocimientos transmitidos. Una clase desordenada y deficiente, donde


los objetivos no estén claramente definidos, acaba confundiendo a los estudiantes y no les
permite asimilar lo esencial del tema que están tratando de aprender.

Desde esta perspectiva, el valor fundamental de la planificación es el poder


discernir y elegir de antemano el futuro que se desea alcanzar, con el deseo de
implementar una enseñanza equilibrada y organizada que potencie el conocimiento
holístico, integral y significativo del estudiante.

Tanto la selección previa de los contenidos procedimentales y actitudinales que se


abordarán, como el establecer la cantidad del tiempo y la profundidad con que se tratará
tal o cual tema, las actividades para realizar en el aula y en la casa son de suma
importancia para que el estudiante pueda profundizar en los conocimientos que se le
transmiten y percibir el cuerpo de la lección en su conjunto.

Es evidente que el resultado inmediato de una buena planificación es la


comprensión los contenidos de manera lógica, participativa y didáctica, y de manera
mediata el desarrollo integral y eficaz de aquellos aprendizajes que serán funcionales para
que cada educando pueda enfrentarse a los retos que se le presentarán en el futuro.

Si el maestro quiere impactar de manera determinante a sus estudiantes durante


las clases, es necesario que dedique tiempo previo a conocer y tratar de comprender sus
alumnos, conocer sus cualidades, sus deficiencias, su modo de
acercarse a la educación en general y a su materia en
específico, cuáles actividades les resultan más divertidas y
atractivas, etcétera, todo esto con el fin de que el docente
pueda implementar aquellas actividades que podrían
favorecer un desempeño eficaz del proceso enseñanza-
aprendizaje.

Si previamente se establece la finalidad de lo que se


realiza, es mucho más fácil suscitar en los estudiantes la
motivación y el estímulo que la pedagogía moderna reconoce
como fundamental para interesarlos por el nuevo aprendizaje,
es decir, la planificación es un potenciador de la posibilidad de motivar a los estudiantes
con el nuevo contenido a ser enseñado pues se facilita la posibilidad de aplicar aquello

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Importancia de la Planificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

que ha venido a llamarse “aprendizaje significativo”, que es la forma más adecuada para
preparar actividades que conviertan el conocimiento en algo cercano y de interés para el
estudiante y para el grupo social en el cual se desenvuelve.

Unido a esto, los parámetros pedagógicos contemporáneos han puesto de


manifiesto que un elemento determinante para elevar la calidad de la educación y su
impacto en la sociedad es la elaboración e implementación de prácticas de enseñanza que
de manera ordenada y articulada permita a los estudiantes conocer y entender más
profundamente la realidad que le rodea desarrollando aquellos conocimientos que le
permitan impactarla positivamente. Este proceso de conocimiento e impacto mutuo
estudiante-entorno social se dificulta si no existe un proceso de planificación que articule y
oriente los diversos contenidos que los programas de clase contienen en cada nivel
académico.

La planificación también da al docente la posibilidad de visualizar y previamente


procurar solucionar problemas que pudiera enfrentar desde las posibilidades reales y el
contexto en el que va a desarrollar las clases tomando en cuenta la demanda de los
estudiantes y sus capacidades, el acceso a materiales y recursos disponibles, la cantidad
de conocimientos previos que tengan los estudiantes, las posibles reacciones sociales y
familiares, etcétera.

¿Como planificar?

A nivel general, la planificación correctamente


desarrollada implica la interacción deliberada de
diversas dimensiones que van desde lo más general a
lo particular. El primer elemento general a tener en
cuenta es el entorno y el contexto social en el que se
inserta la escuela, pues los elementos constitutivos y
sus cambios acabaran influenciando de manera directa o
indirecta a los estudiantes y su proceso de aprendizaje.
En esta misma línea, el maestro debe tener pendiente los

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Importancia de la Planificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

marcos normativos existentes a nivel político en aquella zona o región en la que


desempeña su labor y poseer un conocimiento, al menos general, de aquellos paradigmas
educativos y practicas pedagógicas que se fomentan en su sistema educativo y en su
institución.

Previo a la planificación en sí, el maestro también debe realizar un diagnóstico


donde se traten de vincular las necesidades educativas tanto del estudiante como de su
entorno, las condiciones de aprendizaje y los factores externos que afectan el proceso
enseñanza-aprendizaje. Seguidamente, se inicia un análisis de la naturaleza del problema
con una mirada de tendencia global que intenta comprender de manera integral la
realidad.

“La planeación continúa con el diseño y la evaluación de las opciones de acción. Lo


que hace la planificación es tratar de anticipar el resultado de las posibilidades
consideradas, a fin de seleccionar la más acorde para el cumplimiento de los objetivos.
Una vez elegida la acción o las acciones a seguir, llega el momento de implantación, que
es la puesta en marcha del planeamiento educativo. Finalmente, es el turno de la
evaluación, donde se establecen balances para analizar el éxito del proceso y sus
resultados.” (Planeacion educativa , 2008)

Aunque existen varios tipos de planificación, e incluso estas acaban


circunscribiéndose de manera aplicada a varias ramas del saber o del
desarrollo humano-profesional, todas las estructuras de planificación deben
responder a las mismas cláusulas que tienden a idear y aplicar formas,
métodos, y acciones que se idean y aplican con el fin de alcanzar metas
establecidas de forma ordenada y eficiente.

De aquí que si bien es cierto que no existe único modelo de


planificación y que estos variarán de acuerdo a las directrices institucionales,
a los principios teórico-prácticos y axiológicos y a las modalidades de los distintos modelos didácticos, toda
planificación educativa que cumpla los parámetros que fomenta la educación contemporánea poseen
objetivos, contenidos, estrategias, recursos y métodos evaluativos.

Los objetivos son los que permiten establecer los fines a los que se dirige el proceso de enseñanza
aprendizaje, los contenidos refieren la selección concienzuda de los temas a tratar y su relevancia para los

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estudiantes, las estrategias son todos aquellos métodos que se utilizarán para transmitir dichos
conocimientos, los recursos son las distintas herramientas funcionales que permiten la correcta ejecución
de las actividades y que potencias la participación e integración del alumno, y la evaluación es lo que
permite la verificación del buen desenvolvimiento del proceso y la consecución o no de los logros
esperados.

Por supuesto, este modelo de planificación se fundamenta en el paradigma pedagógico


constructivista donde los elementos antes mencionados
interactúan de manera articulada para que el papel
preponderante del proceso de enseñanza-aprendizaje sea
ejecutado por el estudiante que es el que debe razonar,
participar y desarrollar plenamente sus potencialidades e
inteligencias primarias, mientras el maestro funge el papel
de facilitador y guía del proceso, potenciando la libertad
de pensamiento y la asimilación de las estructuras
personales de cada educando.

A esto habría que agregar que si bien es cierto que no aparece un acápite que se
llame “valores”, es de suma importancia que los estudiantes desarrollen la aquellas
“virtudes humanas” que hagan del aprendizaje y de las prácticas educativas un proceso
que tienda la trascendencia y al cultivo humanístico del educando.

Cabe se señalar que la planificación es un esquema en función de potenciar el proceso enseñanza


aprendizaje y que no es una camisa de fuerza que ate o restrinja al maestro, teniendo como una de sus
características la posibilidad de ser lo suficientemente flexible como para ir rehaciéndose y modificándose
aún en medio del desarrollo de la clase, manteniendo, eso sí, sus líneas generales. Y esto porque es
evidente que el mayor peligro que enfrenta una planificación es el surgimiento de hechos inesperados que
procedan de entidades o fenómenos ajenos al planificador y que quede fuera de sus posibilidades
alcanzas su solución además de que la falta de información y la manera inapropiada en que se planificó la
clase puede que también se convierta en una contrariedad. Es por esto que aunque la planificación sea lo
que se quiere realizar en teoría, aunque no siempre resulte en la práctica, la no obtención de los resultados
esperados no implica la disfuncionalidad o ineficacia de la planificación, sino que al contrario, ofrece la
posibilidad de avaluar aquellos aspectos o acciones que fueron inadecuadas con el fin de modificar

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Importancia de la Planificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

aquellos aspectos que resultaron ineficaces. Es obvio que sin la existencia de un programa previamente
redactado este proceso no puede llevarse a cabo.
Por otro lado, también se recomienda a los educadores la revisión y modificación periódica de las
planificaciones con el fin de adecuarlas a los grupos con los que se trabaja, a las nuevas realidades que
surgen, y a los nuevos recursos
Por último, hay que señalar que para que una planificación sea del
todo eficiente y modernamente funcional, debe ser acompañada
de la didáctica, que no es más que aquel conjunto de técnicas que
se emplean en la enseñanza, basándose en una serie de principios
y procedimientos establecidos. Esta rama de la pedagogía no sólo
se encarga de analizar lo que a ser enseñado, sino que más bien
se preocupa por el cómo va a ser enseñado, por su proceso. Y es
que en el proceso educativo es tan importante el contenido que
va a ser impartido, como el modo y medio por el cual lo será.

Concusión

A manera de resumen podemos decir que la planificación educativa y su importancia


radica en:

Da al docente un tiempo previo a las clases para pensar la práctica


educativa a ejecutar utilizando un esquema que le permita pensar los
contenidos, organizar y secuenciar las distintas actividades tanto entra
como extra escolares.

Favorece la elaboración y transmisión de los contenidos dentro de un


proceso formativo progresivo.

Permite seleccionar la información y hacer suposiciones con respecto al


futuro para poder establecer los objetivos de la organización y las
maneras en las que serán buscados dichas metas.

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Importancia de la Planificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

Estos los elementos enumerados nos dejan bien claro que el proceso de planificación es
determinante para el éxito de una clase y para favorecer la asimilación y puesta en
práctica de las enseñanzas por parte de los estudiantes.

Para los supervisores y el personal directivo de los centros educativos, la


planificación también significa un medio eficaz de evaluación del proceso de
enseñanza que el maestro ejecuta y el modo en el que lo hace. También dota a los
directivos de una herramienta para verificar el proceso pedagógico de las clases, la
continuidad de los temas y la aplicación de la misión, visón y valores de la escuela.

Por último, la planificación también permite al maestro sincero y atento evaluar sus
clases para fomentar lo que le dio resultado y aplicar los debidos correctivos allí
donde hagan falta.

Cerramos este trabajo con la frase del célebre escritor Miguel de Cervantes que a
este propósito escribió: “El hombre que se prepara, tiene media batalla ganada”.

Bibliografía

(2008). Retrieved abril 4, 2015, from Definicion.de: Definición de planeación educativa -


Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/planeacion-educativa/#ixzz3WlroCcve

Definicion.de. (2008). Retrieved abril 4, 2015, from http://definicion.de/planificacion/

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