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PIES PLANOS.

7 CLAVES
PARA ENTENDER QUÉ
SIGNIFICA ESTA PATOLOGÍA
03/04/2018
El pie plano es un pie que presenta una bóveda plantar con menos
altura de lo normal. Normalmente se acompaña de un aumento de la
anchura de la zona del mediopie, debido a la caída del arco a la zona
interna.
 
Tenemos que comentar que aunque provocan dolor, bien tratados
permiten hacer una vida normal. Eso sí, es necesario acudir a un
especialista para saber de qué tipo de pie plano se trata y cuál es el mejor
tratamiento.
 
¿Tienes pies planos o crees que puedes tenerlos?
 
 

A continuación, repasamos qué son, causas y consecuencias, síntomas,


repercusiones, tratamientos y otras cuestiones que deberías saber
sobre esta afección de los pies, de la mano del podólogo Javier
Alfaro, director técnico de Podoactiva y podólogo de la Selección
Absoluta de Fútbol.
¿QUÉ SON LOS PIES PLANOS?
 
Un pie plano es un descenso de la bóveda plantar y se da cuando se
tiene menos arco del habitual,es decir, el eje del pie se cae hacia
dentro, hacia el dedo gordo. Estas características lo convierten en
un pie ‘diésel’, como a veces lo llamamos, porque aguantan más
kilómetros pero no son excesivamente rápidos.

SÍNTOMAS
 
Además del aspecto que posee un pie plano, en el que se puede
apreciar que hay menos arco de lo normal, existen otros síntomas
que pueden estar indicándonos que sufrimos esta afección:
 
-Dolor en la musculatura de la zona interna de la pierna: al estar
trabajando muy forzado, debido a que el pie cae hacia dentro, se
produce tendinitis y aparece el dolor.
 
-Dolor en el dorso al hundirse el pie: los huesos en la zona dorsal arriba
se pellizcan y se producen picos artrósicos.
 

CAUSAS
 
Como curiosidad se debe comentar que nacemos con los pies planos,
pero lo normal es que sea un pie plano flexible y que, con el tiempo y
el crecimiento del niño, se corrija.
 
No obstante, también puede darse el caso de que un adulto, con un
pie normal, desarrolle un pie plano a causa de una disfunción tibial
posterior. Esto significa que el músculo que sujeta el arco deja de
trabajar provocando que el pie cada vez se caiga más hacia dentro.
 
DIAGNÓSTICO
 
Para diagnosticar esta patología correctamente, existen sistemas
de análisis de la huella con plataforma de presiones, de esta manera
vemos en el ordenador cómo es la huella y con eso podemos determinar
el diagnóstico.
 

 
Pero lo más importante en un pie plano es su apellido. Puede
ser flexible, semi flexible o rígido. Para saber de cuál se trata, se
realizan difererntes test biomecánicos:
 
1. Test de Jack: consiste en subir el dedo gordo del paciente. Se tiene
que formar el arco y si no es así, es positivo.
 
2. Heel Rise Test: al ponerse de puntillas, se tiene que formar arco y
el talón irse hacia fuera. Si no se forma, es positivo.
 
En el caso de que ambos test sean negativos, se trata de un pie plano
flexible, lo que quiere decir que tiene un buen pronóstico y que, en
principio, este niño con pie plano en edad adulta no lo tendrá. Existe
una probabilidad alta de que se solucione el problema. 
 
Si ambos test son positivos se trata de un pie rígido, un pie plano
estructural en el que los huesos están planos, siendo necesario operar.
 
El pie plano rígido puede deberse a dos causas: la primera de ellas es
que el astrágalo, en vez de ser horizontal, esté verticalizado; y la
segunda opción es que encontramos una coalición tarsal, es decir,
"de fábrica", dos huesos del pie han salido unidos y no cogen la forma
del puente.
 
Por último, si sale un test positivo y uno negativo es que se trata de
un pie semiflexible que con un buen tratamiento se puede llegar a
corregir sin necesidad de operar.
 
En el diagnóstico, existen otros test como el de pronación máxima o
resistencia a supinación, aunque en principio con estos se podría
clasificar.
 

TRATAMIENTOS
 
En niños, lo más importante es hacer un buen diagnóstico porque
puede ser un pie que se pueda corregir con ejercicios de
potenciación. Pero a partir de los 4 años, quizá haya que
hacer plantillas personalizadas para cambiar los ejes de alineación del
pie y que esos músculos empiecen a trabajar de forma diferente. En
otros casos, también habrá que valorar la operación.
 
En adultos, lo más importante es hacer una buena plantilla
personalizada que minimizará las consecuencias de un pie plano.
 
Los tratamientos siempre deben ir asociados a ejercicios tanto
de estiramientos como de potenciación. La posible operación sería otro
tratamiento, siempre partiendo de un buen estudio biomecánico de la
pisada y valorando todas las posibilidades.
 

La incorporación de la tecnología a la podología también


ayuda. Gracias al 3D Scan Podoactiva, nuestras plantillas
personalizadas permiten que el pie se recoloque y sea
lo más funcional posible gracias a su elasticidad y
personalización.
 AFECTACIÓN
 
En niños, es decir, cuando es ‘de fábrica’, está bastante igualada su
aparición en ambos sexos.
 
En edad adulta, hay más mujeres a las que se les aplanan los pies,
sobre todo, tras un embarazo o la menopausia, ya que se relajan más
los ligamentos y hay más probabilidad de que se convierta en un pie
plano.
 
REPERCUSIONES EN LA SALUD
 
Los pies son los cimientos y toda la estructura va a estar afectada.
Una repercusión clara es el cansancio, porque lleva una carga de
desgaste energético mucho más alta que un pie normal,
costando mucho esfuerzo caminar, y más cuando uno ya está cansado
puesto que la sensación es de que camina arrastrando los pies.
 
También puede darse pesadez de piernas, tanto por problemas de
retorno de circulación como por tensión muscular en el gemelo,
pantorrilla, zona interna de la pierna.
 
Otro aspecto muy importante es que, al caer el pie hacia dentro, saca
la rodilla de su eje de trabajo. Un pie tiene 26 huesos y aunque sea
plano tiene más o menos capacidad de adaptación, una rodilla es una
bisagra, y si no va recta va a rozar, y si roza se gasta. Lo que sucede
es que la rodilla se gira hacia dentro y es muy fácil asociar un pie plano
con un genu (rodilla) valgo, las rodillas en x que van hacia dentro.
 
Por último, en la espalda también podemos notar las consecuencias
de un pie plano, pues la actitud siempre es mucho más cifótica
porque se tiende a ir más echado hacia delante.
 
Introducción:
Descripción general

Pie plano
Una persona tiene pie plano cuando el arco de la parte interna
del pie está aplanado, lo que hace que la planta del pie entera
toque el suelo cuando la persona está de pie.

El pie plano es una afección frecuente que en general no causa


dolor, y puede ocurrir cuando los arcos no se desarrollan
durante la infancia. En otros casos, el pie plano se presenta
después de una lesión o por el simple desgaste de la edad.
A veces, el pie plano contribuye a problemas en los tobillos y
las rodillas porque la enfermedad puede alterar la alineación de
las piernas. Si no sientes dolor, generalmente no es necesario
que recibas tratamiento para el pie plano.

Síntomas

La mayoría de las personas no presentan signos o síntomas


asociados con el pie plano. Sin embargo, algunas experimentan
dolor de pie, en especial, en el talón o en la zona del arco. El
dolor puede empeorar con la actividad. También puede
producirse hinchazón a lo largo de la parte interna del tobillo.

Cuándo consultar al médico

Habla con tu médico si tú o tu hijo tienen dolor de pie.

Causas

El pie plano es normal en los bebés y niños pequeños, ya que el


arco del pie todavía no ha desarrollado. En la mayoría de las
personas, el arco se desarrolla durante la infancia, pero en
algunas personas el arco nunca se forma. Se trata de una
variación normal en el tipo de pie, y las personas que no tienen
arco pueden tener problemas o no.
Algunos niños tienen un pie plano flexible, en el cual el arco es
visible cuando el niño está sentado o en puntas de pie, pero
desaparece cuando el niño está de pie. La mayoría de los niños
superan el pie plano flexible sin problemas.

El arco también puede aplanarse con el paso del tiempo. Los


años de desgaste pueden debilitar el tendón que se extiende a
lo largo de la parte interna del tobillo y que ayuda a sostener el
arco.

Factores de riesgo
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el
riesgo de sufrir pie plano:

 Obesidad

 Lesión en el pie o el tobillo

 Artritis reumatoide

 Envejecimiento

 Diabetes

Pie plano: ¿hasta qué edad es más fácil corregirlo?


Los adultos que padecen este mal sufren cansancio o molestias lumbares. Lo cierto es que más
fácil es corregir el pie plano entre los dos y diez años, según traumatólogo Gino Molfino.

14 de junio del 2012 - 10:57 AM Redacción

El pie es la parte del cuerpo cuyo desarrollo culmina antes de la adolescencia. En las mujeres,
crece hasta los doce años y en los hombres hasta los trece. Después, el pie no crece más. Por
esta razón, entre los dos y diez años no solo es posible, sino más fácil corregir un pie plano. Así
lo señaló el traumatólogo Gino Molifno.

“A partir de los dos años se puede diagnosticar el pie plano”, explicó Molfino, quien dijo que
un buen método para detectar este problema es observar la huella de un niño a partir del año
y medio, y si esta es más gordita que la de un pie normal es probable que tenga pie plano.

Para el especialista, el tratamiento más común, siempre dependiendo de la gravedad de cada


caso, es el uso de plantillas a diferentes niveles o zapatos ortopédicos si fuera un pie más
complicado. Esto por un periodo promedio de tres a cuatro años.
“Un pie bueno que evoluciona rápidamente puede dejar el tratamiento en tres o cuatro años.
No es como antes que se usaba el zapato ortopédico hasta los 15 años”, explicó tras señalar
que la cirugía en estos casos es una alternativa cada vez menos usada.

Según Molfino, el pie plano es un problema bastante común, ya que alcanza a casi el 10% de la
población. Pero explicó que la gran mayoría de personas que padecen de este mal, sobre todo
si son adolescentes o adultos jóvenes, no tienen mayores síntomas.

No obstante, comentó que una complicación común de quien tiene pie plano es el cansancio
por el mayor esfuerzo y desgaste que implica el caminar, así como los dolores en la zona baja
lumbar por la falta de amortiguación que proporciona el arco en un pie normal.

“El hombre con pie plano no sufre tanto como las mujeres. Actualmente, los zapatos de las
mujeres tienden a ser más elevados y delgados porque estéticamente el pie se ve más bonito.
Pero los tacos no ayudan al apoyo total del pie y les va a producir molestias”, finalizó.

Por último, explicó que el uso de las plantillas y el calzado ortopédico es sencillo, pues en el
primer caso consiste en sacar la plantilla regular que viene con el zapato y colocarle la plantilla
ortopédica. En cuanto al zapato ortopédico señaló que “actualmente los hacen muy bonitos y
son iguales a los zapatos normales”.

Los pies planos en niños: cómo


detectarlos y tratarlos
El pie plano es una afección frecuente entre los más pequeños. Se calcula
que el 40 % de los niños la padecen. ¿Cómo podemos tratar los pies planos
de nuestro hijo?
El pie plano hace referencia a una deformación del pie, cuando este no
forma un arco normal y el empeine está en contacto con el suelo. La causa
principal de dicha afección es una debilitación de los tejidos que aguantan
los tendones en el pie y, en la mayoría de casos, no se puede prevenir.
Cuando dicha dolencia afecta a niños recibe el nombre de ‘pie plano
pediátrico’ . Lo más habitual es que los tejidos se tensen a medida que el
niño crece y así se forme el arco del pie, normalmente sobre los 2 o 3 años
de edad. Pero, en ocasiones, esto no ocurre y el pie plano también se sufre
en la edad adulta.

El pie plano pediátrico puede clasificarse en dos vertientes: asintomático,


cuando no presenta ningún síntoma, algo que es bastante habitual, o
sintomático, cuando el niño padece uno o varios de los siguientes síntomas:

 Dolor en el pie, en el tobillo, en la pierna o en la rodilla.


 Torpeza o cambios en la forma de caminar.
 Limitación para realizar actividades físicas.
 Inclinación del talón hacia fuera.
En la mayoría de casos, los pies planos no provocan ningún dolor y,
a menudo, no necesitan ningún tratamiento , pero si el niño presenta
algún síntoma, debe acudir al médico para proceder al diagnóstico y
conocer la gravedad de la dolencia. El especialista examinará el pie, la
rodilla y la cadera, y observará el rango de movimiento del pie y la forma de
caminar. Si existe dolor, y para determinar la gravedad de la afección, se
pueden realizar pruebas como una radiografía del pie, una tomografía
computarizada (para examinar los huesos del pie) y una resonancia
magnética (para examinar los tendones del pie).
Si el pequeño presenta síntomas benignos, se deberá proceder al
tratamiento que indique el especialista; en este caso, la medida más común
es utilizar dispositivos ortopédicos, es decir, colocar un soporte de arco o
plantillas en un zapato corriente o utilizar zapatos especiales. También, la
kinesiterapia y en ocasiones la medicación pueden ayudar a reducir el dolor
y la inflamación.

Cuando se trata de un caso grave y muy doloroso, y siempre que el niño sea
mayor de 10 años, puede procederse a la cirugía. Esta suele reparar el arco
del pie, mejorar su funcionalidad y aliviar el dolor.

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