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La institucionalización del Estado en América Latina.

Justicia y violencia política en


la primera mitad del siglo XIX

La institucionalización del estado fue un proceso complejo a lo largo del siglo XlX pues
pasó por un gran cambio de conceptos y paradigmas para lograr lo que actualmente se
conforma como un estado de derecho. En la primera mitad del siglo XlX América Latina se
consideraba como un espacio arcaico, autoritario y corporativo a causa de la herencia
colonial y se han construido consensos historiográficos respecto a una ciudadanía definida
desde presupuestos fuertemente inclusivos, una sociedad civil altamente politizada y un
exceso de experimentación democrática a partir del debate sobre el modelo de Estado y las
competencias institucionales de los sujetos políticos.

Por aquella época los países recién emancipados no satisfacían los requisitos de lo que se
consideraba en ese momento como modernidad principalmente por la falta de uniformidad
étnica, normativa e institucional. Generado por que aun persistía y se arraigaban las
creencias del cuerpo social y político del período anterior a la emancipación, ya que
predomina una visión monolítica, teleológica y particular sobre las nociones de individuo,
sociedad y gobierno y acerca de las relaciones establecidas entre ellos.

El Estado es una institución dinámica con capacidad de adaptación y reconstitución y para


conocer la interacción permanente entre la sociedad y el Estado es necesario aclarar qué
entendemos por institución y así comprender el significado tiene la acción de
institucionalizar el Estado. Aclarando primero que Institución remite a la acción de instituir,
es decir de fundar y crear un orden nuevo sobre uno antiguo. Por lo tanto, la institución
hace referencia a una norma, una forma social o una representación permitiendo que toda
institución esté conformada por fenómenos de poder, sistemas de acción, de decisión, de
control y de negociación. Es por ello que el Estado desde su complejidad socio-
institucional, que una vez instituidos por la sociedad instituyente conforman los límites
estructurales de ésta, pudiendo éstos volver a transformarse gracias a su accionar público.
Definiendo al Estado como un conjunto de entramados institucionales y organizativos
formales e informales que se construyen en continuos procesos de negociación, disputa y
acuerdos entre grupos específicos de las partes interesada.[ CITATION Mar11 \l 2058 ] Si nos
enfocamos en los procesos anteriormente mencionados podemos inferir que dentro de la
institucionalización del estado se presentan alteraciones en la justicia y da cabida a la
violencia política.

Estos resultados son formados por los procesos políticos de construcción de la ley y la
interacción social, que abordaban temáticas relacionadas con la restauración de la cultura
jurisdiccional hispana y con la reorganización de la administración de justicia que parte de
la crisis de 1808 y que vincula los procesos emancipadores y la creación de las nuevas
repúblicas. Donde el tema de la justicia ha sido uno de los más invisibles en la historia
latinoamericana y, por el contrario, la violencia se volvería en uno recurrente. A principios
de XlX la violencia estaba asociada a la nueva historia política e historia social, su
vinculación a una sociedad corrupta o imperfecta y su reducción a un mero instrumento
estatal. Considerado como un proceso cuyo destino es frenar, acelerar o precipitar el
cambio social o político.

Un ejemplo de esto es la represión militar de 1810 entre los virreyes e intendentes frente a
otros cuerpos como la audiencia y el cabildo; y entre los virreinatos del Río de La Plata y
del Perú. De esa acción violenta refrendada en un proceso judicial en donde el Estado hacía
papel de mediador por excelencia para la resolución de los conflictos. Todo ello fomentaba
la implicación de la sociedad en la construcción del Estado, contribuyendo a la legitimación
social del mismo. hay patrones actualmente dentro de los componentes sociales y políticos
que también estaban presentes en el siglo XlX como lo es la corrupción y los favores entre
individuos de altos rasgos, además que desde la emancipación de los países
latinoamericanos la violencia no ha cesado ni un solo momento.

Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria,


descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las
personas que la integran y en la prevalencia del interés general”
La Constitución establece dentro de los fines esenciales del Estado servir a la comunidad,
promover la prosperidad, garantizar los derechos y deberes de los ciudadanos, facilitar la
participación del pueblo en los asuntos de la Nación, defender la independencia y la
integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica así como un orden justo, entre otros.
Para que el Estado Colombiano pueda conseguir estos fines y logre cumplir con las
funciones que le corresponden se han creado tres ramas del poder público: la legislativa, la
ejecutiva y la judicia. Estas ramas están integradas por diversos órganos con funciones
diferentes, pero que siempre deben coordinarse y colaborarse para poder trabajar mejor y
lograr dichos fines.

Desde contexto y según Jairo Parada, docente de la Universidad del Norte, la


institucionalidad de un país es más profunda. Se refiere a la matriz de instituciones
formales e informales que permean y concretan la sustancia de una sociedad. Colombia
tiene instituciones formales muy progresivas en la letra, pero cuando se examina la
estructura de poder de nuestro país, las instituciones de la captura de rentas del Estado
(concesiones y privilegios), el clientelismo y los afanes pecuniarios, se entiende que estas
son las reglas de juego que priman. Lo bueno de lo formal queda en el papel, lo real es la
devastación a todos los niveles, desde las humildes calles de nuestros barrios hasta las
prominentes esferas del poder. Al ciudadano común le queda claro que esa institucionalidad
no se puede defender. Más bien nos tenemos que defender de ella, con todas nuestras
fuerzas.

La pobre legitimidad de las instituciones políticas ha creado un desorden y las funciones de


cada una de ellas han sido poco a poco filtradas por otras. La justicia no funciona, el
congreso no es representativo, sobra decir que su confiabilidad y credulidad está en cero y
el ejecutivo no ejecuta.  Más grave aún, la política está en un grado de desprestigio tal, que
atenta contra la misma democracia.

Lo anteriormente expuesto no son las únicas causas de la parálisis institucional que


atraviesa el país en varios sectores. En la actualidad nos vemos enfrentamos a una cantidad
de normas, requisitos o recursos que se convierte en barreras para que los procesos avancen
a pesar de que existe una política anti tramites. A esto se le suma el mal uso de los
mecanismos de participación de la Constitución de 1991, como la tutela, las acciones
populares, los cabildos abiertos, las consultas previas, que, a pesar de su espíritu
democrático, muchas veces se utilizan con otros fines y en ese camino el interés particular
termina pasando por encima del interés general.
A esto se suma el hecho, que el poder a lo largo de todo el territorio nacional está
fragmentado en micropoderes y es explotado por los políticos y sus contratistas de turno;
los contratos por lo tanto en los municipios y en la propia nación tienen nombre propio, los
puestos públicos no se entregan por méritos sino amarrados a intereses particulares y más si
se trata de los entes de control que ejercen una supuesta vigilancia a quienes los llevan a
ocupar esos cargos.
Este panorama nos lleva a reflexionar a los colombianos sobre todo a los jóvenes, que se
consideran ciudadanos críticos y muy activos opinando desde la comodidad de sus redes
sociales.

Referencias
Victoriano, M. I. (2011). La institucionalización del Estado en América Latina. Justicia y
violencia política en la primera mitad del siglo XIX. Revista Complutense de
Historia de América , 15-25.

Urrego, 2016, Institucionalidad y control territorial en Colombia. una aproximación al


Urabá antioqueño desde la teoría de la cooptación del estado (1997-2007), (Monografía de
pregrado) Universidad Colegio Mayor del Rosario

https://www.semana.com/nacion/articulo/donde-esta-la-autoridad-en-colombia
https://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere7/DEFINITIVA/TESIS%2054.pdf
https://www.semana.com/opinion/expertos/articulo/la-crisis-de-la-institucionalidad-
colombiana/324556

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