Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Romanos 6:13b
3. PORQUE _____________________________________________________
Hebreos 6:10
Marcos 10:29,30
MI RESPUESTA
Romanos 12:1
Filipenses 2:17
• Dar Sacrificadamente
Salmos 50:14
Jesús es quien murió por mí, y bajo de su trono para por mí con el mayor
de los sacrificios. Entonces le debo a El mi vida entera y toda mi lealtad.
Eso es así. De lo que estamos hablando es de una vida de sacrificio.
¿Pero por qué alguien en este mundo debería hacer esto? ¿Por qué
debería sacrificar mis propios planes, mis ambiciones, mis sueños, mis
deseos y mis metas en función de los propósitos de Dios para mi vida?
¿Por qué debería hacer esto? Hay tres respuestas directas y objetivas:
El ya hizo esto. Dios nunca te pedirá hacer alguna cosa que El no haya
hecho primero por ti. El mayor ejemplo de sacrificio fue cuando Dios
envió a su propio Hijo Jesucristo, viniendo a la tierra, atravesando todas
las pruebas, para morir desnudo en una cruz como un criminal por ti.
Nadie en la vida sacrificará algo más grande que el sacrificio que
Jesucristo ya hizo por ti. ¿Entregarías a tu propio hijo por otra persona,
por alguien que no conoces, alguien que te odia o rechaza y que dice:
“No me importa el hecho de que hayas enviado tu propio hijo para morir
por mi?
Y Dios ya ha hecho mucho por ti. Hebreos 9:26 “...de una vez por
todas él apareció ahora, cuando los tiempos estaban llegando al
final, para acabar con los pecados por medio del sacrificio de sí
mismo.” Por causa de esto necesitamos aprender a sacrificar. Efesios
5:2 “Lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se
entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para
Dios”. Si quieres aprender a ser como Jesucristo, tendrás que aprender
a sacrificar. Si hasta este momento no has sacrificado nada, eso significa
que no existe amor en tu vida. Una vida sin sacrificios es una vida sin
amor, porque esto es la esencia del amor. Dar todo para el beneficio de
otro es amor. Amor no es recibir. Amor es dar. Aprendemos a
sacrificarnos por los propósitos de Dios porque El se sacrificó primero
por nosotros.
Fuiste hecho para vivir para los propósitos de Dios y no los suyos.
Cuanto mejor comprendas esto, más rápido disminuirá el estrés y la
frustración en tu vida. Cuando se te olvida que está aquí para realizar
los planes de Dios – que El planeó para Tu vida – vivirás una vida
frustrada. Estás aquí para servir a los planes de Dios y no a sus propios
planes. Mientras sigas diciendo: “Tengo mis planes, mis metas, mis
ambiciones y mis sueños”, serás una persona frustrada. Efesios 2:10
“Fue el propio Dios que nos hizo lo que somos y nos dio una nueva vida
de parte de Cristo Jesús; y muchos siglos atrás, El planeó que usaramos
esa vida en ayudar a los demás” Observe que Dios tiene un plan y un
propósito para su vida y que este plan involucra el ministerio, ayudar a
otros. El lo puso a usted aquí para beneficiar a otros, no para que se
beneficie a usted mismo. Hay beneficios en ayudar a otros.
¿Alguna vez ha intentado usar alguna cosa con un propósito para el cual
no fue fabricado? Como por ejemplo, ¿usar un cuchillo como si fuese una
llave de tuercas? Sabe que esto no funcionará. ¿Qué acontece cuando
trata de usar alguna cosa para un propósito para lo cual no fue
fabricado? ¡Se frustrará! No funciona tan bien como debería. Esto es
verdad en cuanto a su vida también. Cuando intenta vivir su vida para
un propósito para el cual no fue creado, hay frustración. ¡Es inevitable!
Siempre sucederá. Cuando intenta vivir su vida de una manara en que
Dios no planeó que usted viviese, eso trae enormes problemas de
estrés, dificultades, fracasos y todo tipo de cosas. Es como intentar
apretar una tuerca con un cuchillo. Esto no fue hecho con este propósito.
O va a la casa y trabaja muy duro allí, y dice: “Mi marido y mis hijos no
se dan cuenta de lo que hago. No ven el gran esfuerzo que tengo que
hacer en esta casa para hacerla un lugar seguro, limpio, un lugar
cómodo donde podamos vivir como una familia, ¿Por qué debería hacer
este esfuerzo? Trabajo todo el día y ellos piensan que sólo cumplo con
mi obligación. Ninguno lo aprecia.”
Hb. 6:10 (NVI) “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las
obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a
los santos, como lo siguen haciendo” Dios dice que cuando usted se
sacrifica para ayudar a otras personas, eso demuestra amor a Dios.
Cuando ayuda a otros eso se llama ministerio. Cuando ministra a otros,
cuando sirve a otros, Dios dice: “Usted está expresando amor por Mí.”
Usted tendrá laguna recompensa en el cielo o Dios simplemente le dirá:
“Usted me aceptó, pero vivió una vida muy egoísta. Estaba muy
ocupado con su propios proyectos como para tener tiempo para el
ministerio. Estaba muy ocupado para ayudar a alguien.” Sepa que Dios
le recompensará por sus sacrificios.
En Mc. 10:29,30 (BV) Jesús dice: “Yo quiero garantizarles que todo el
que haya abandonado alguna cosa – hogar, hermanos, hermanas,
madre, hijos o propiedades – por amor a Mí, para hablar a otros la Buena
Noticia, que recibirán de vuelta cien veces más, hogares, hermanos,
hermanas, madres, padres, hijos y tierras – ¡aunque con persecuciones!
Todo esto será aquí en la tierra, y en el mundo futuro, tendrá la vida
eterna.” El dice que lo que sea que haya tenido que entregar por servir
– tiempo, energía, dinero – Dios dice: “Le daré 100 veces más.” ¡Eso
significa 1000% interés! ¿Conoce algún banco que pague este tipo de
rendimiento?
Usted puede decir: “Yo aun estoy esperando por mi bendición” Usted
asumió un compromiso, pero ¿ya lo cumplió? Esta es la diferencia. Dios
bendice el compromiso que es honrado. No puede darle a Dios más de lo
que El le da a usted.
El mayor ejemplo de esto es la cruz. Hoy estaremos recordando esto a
través de la Cena del Señor.
Hebreos 10 resume muy bien: “La ley es sólo una sombra de los bienes
venideros, y no la presencia misma de estas realidades. Por eso
nunca puede, mediante los mismos sacrificios que se ofrecen sin
cesar año tras año, hacer perfectos a los que adoran. De otra
manera, ¿no habrían dejado ya de hacerse sacrificios? Pues los que
rinden culto, purificados de una vez por todas, ya no se habrían
sentido culpables de pecado... Por eso, al entrar en el mundo, Cristo
dijo: ‘Aquí me tienes...’ Así quitó lo primero para establecer lo
segundo. Y en virtud de esa voluntad somos sacrificados mediante
el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para
siempre”. Hb. 10:1-3, 5,9-10 (NVI)
¿No está agradecido con Dios por este nuevo plan? Aquí están las
Buenas Nuevas: Cualquier persona puede participar en el nuevo plan de
Dios. No importa lo que usted haya hecho, o que tan pecador piensa que
haya sido, o cuánta culpa esté cargando, o cuantos remordimientos
tiene dentro de sí, o cuántas cosas erradas haya hecho, o cuántas
personas haya herido. Dios dice que cualquier persona puede participar
de Su nuevo plan para el perdón.
Hoy celebramos la Cena del Señor que simboliza lo que Jesús hizo por
nosotros. Voy a pedir a los que sirven que vengan aquí al frente. No
empezaremos hasta que todos hayan sido servidos para tomar la Cena
del Señor. La Biblia dice que por causa de lo que Jesús hizo, todos los
errores que usted haya hecho, si usted acepto este regalo, esas cosas
han sido quitadas, han sido lavadas y purificadas. Es como si salieran las
manchas de su vida, y tuviera una conciencia limpia, comenzado de
nuevo. Somos hechos más blancos que la nieve.
¿Cuál debería ser mi respuesta a lo que Jesucristo hizo por mi? ¿Cómo es
que respondo al hecho de que El entregó su vida por mi cuando no lo
conocía, aun cuando no me importaba El?
MI RESPUESTA
La Biblia dice que la noche en que Jesús fue traicionado, tomó el pan, lo
bendijo y dijo: “esto es Mi cuerpo que es entregado por ustedes. Todas
las veces que coman de este pan quiero que recuerden el sacrificio que
yo he hecho por ustedes.” Ciertamente podríamos devolverle nuestras
vidas a El.
“... el sacrificio que ustedes, por medio de su fe, ofrecen a Dios.” Flp.
2:17 (NTLH) Una fe que no cuesta nada, no tiene ningún valor. ¿Cuánto
cuesta su fe? La historia está repleta, llena de ejemplos de personas que
dijeron: “Dios, yo sacrifico mis deseos y sueños de aquello que pensaba
que me haría feliz a fin de cumplir Tus propósitos en mi vida en mi
iglesia y en este mundo.” Y cuando hicieron esto, recibieron más de lo
que jamás pudieron haber imaginado en términos de felicidad y
significado, porque usted no puede dar a Dios más de lo que El le ha
dado.