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ESCALA DE CAMBELL
ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR
Para localizar y palpar la articulación, coloque la punta de los dedos índice justo
delante del trago de cada oreja y pida al paciente que abra o cierre la boca. Las
puntas de los dedos deben alojarse dentro de los espacios articulares cuando la
boca se abre. Verifique el arco liso de movimiento y registre cualquier tumefacción
o dolorimiento. Es fácil percibir o escuchar un clic articular en las personas sanas.
EL HOMBRO
Palpación. Comience palpando las estructuras óseas del hombro y luego cualquier
región dolorosa. Comience por la cara medial, en la articulación esternoclavicular, y
siga el perfil de la clavícula lateralmente con los dedos.
Sitúese por detrás y recorra la espina de la escápula hacia fuera y hacia arriba hasta
llegar al acromion (A), la punta del hombro. La superficie superior es rugosa y
ligeramente convexa. Identifique la punta anterior del acromion.
Con el dedo índice situado en la punta del acromion, justo detrás, presione
medialmente con el pulgar hasta localizar la cresta ligeramente elevada que marca
el extremo distal de la clavícula en la articulación acromioclavicular (indicada con la
flecha). Baje medialmente un poquito con el pulgar hasta la siguiente prominencia
ósea, la apófisis coracoides de la escápula (B).
Con el pulgar en la apófisis coracoides, descienda los dedos y agarre la cara lateral
del húmero para palpar el troquíter o tuberosidad mayor (C), donde se insertan los
músculos supraespinoso, infraespinoso y redondo menor.
Colóquese delante del paciente, explore el movimiento fluido y suave del paciente
a medida que realiza los ejercicios enumerados en la tabla siguiente. Observe los
músculos concretos responsables de cada movimiento. Aprenda cómo dar
instrucciones precisas para que el paciente responda del modo deseado. Observe
la fuerza del músculo.
CODO
Inspección. Sujete el antebrazo del paciente con la mano contraria, para mantener
el codo flexionado unos 70°. Identifique la epitróclea y el epicóndilo, así como el
olécranon del cúbito. Inspeccione el contorno del codo, incluida la cara extensora
del cúbito y el olécranon. Anote la presencia de cualquier nódulo o tumefacción.
Palpación. Palpe el olécranon y presione la epitróclea y el epicóndilo en busca de
dolor o derrame.
El dolor distal al epicóndilo es habitual en la epicondilitis (codo de tenista) y menos
frecuente en la epitrocleítis (codo del lanzador de béisbol o del golfista).
Observe cualquier desplazamiento del olécranon.
El olécranon se desplaza hacia atrás en la luxación posterior del codo y en las
fracturas supracondíleas.
Palpe los surcos entre los epicóndilos y el olécranon, donde la membrana sinovial
es más accesible a la exploración. Normalmente no pueden palparse ni la bolsa ni
la membrana sinovial. El nervio cubital sensible se puede palpar por detrás, entre el
olécranon y la epitróclea.
Amplitud de movimiento y maniobras. La amplitud de movimiento comprende la
flexión y extensión del codo y la pronación y supinación del antebrazo. En la tabla
siguiente observe los músculos concretos responsables de cada movimiento y las
instrucciones precisas para que el paciente ofrezca la respuesta deseada.
LAS MUÑECAS Y LAS MANOS
Inspección. Observe la posición de las manos en movimiento para comprobar si los
movimientos son suaves y naturales. Cuando los dedos están relajados deberían
flexionarse ligeramente; los extremos de las uñas deberían ser paralelos.
Inspeccione las caras palmar y dorsal de la muñeca y de la mano en busca de
tumefacción sobre las articulaciones.
Palpación. Palpe en la muñeca la extremidad distal del radio y del cúbito en las
caras externa e interna. Palpe el surco de cada articulación de la muñeca colocando
los pulgares sobre el dorso de la muñeca y los demás dedos por debajo. Anote
cualquier tumefacción, abultamiento o dolor.
Palpe la apófisis estiloides radial y la tabaquera anatómica, una depresión hueca
situada inmediatamente distal a la apófisis estiloides del radio y formada por los
músculos abductor y extensor del pulgar. La «tabaquera» se torna más visible con
la extensión lateral del pulgar apartado de la mano (abducción).
Palpe los ocho huesos del carpo que se sitúan distalmente a la muñeca y luego
cada uno de los cinco metacarpianos, así como las falanges proximal, media y
distal.
Comprima las articulaciones metacarpofalángicas, apretando cada una de ellas
entre el pulgar y los dedos. Otra posibilidad es utilizar el pulgar para palpar cada
articulación metacarpofalángica inmediatamente distal y a cada lado del nudillo,
mientras con el dedo índice identifica la cabeza del metacarpiano situada en la
palma. Anote cualquier tumefacción, abultamiento o dolorimiento.
Examine ahora los dedos y el pulgar. Palpe las caras medial y lateral de cada
articulación interfalángica proximal entre el pulgar y el índice, verificando de nuevo
si hay tumefacción, abultamiento, ensanchamiento óseo o dolorimiento.
Maniobras. En la página siguiente se enumeran diversas maniobras para evaluar
algunos síntomas de la muñeca frecuentes en la consulta. Si un paciente explica
que se le caen los objetos, que no puede abrir los botes, que le duele la muñeca e
incluso el antebrazo, o que se le duermen los tres primeros dedos, apréndase las
pruebas siguientes para examinar el síndrome del túnel carpiano. Tome nota de que
la distribución de los nervios mediano, radial y cubital en la muñeca y en la mano se
ilustra más adelante. Recuerde evaluar las causas más proximales del dolor
experimentado en la mano y la muñeca que tengan su origen en la columna cervical
y las raíces nerviosas.
Túnel carpiano: abducción del pulgar, prueba de Tinel y prueba de Phalen. Explore
la abducción del pulgar pidiendo al paciente que eleve el pulgar enderezado
mientras usted opone resistencia hacia abajo
Abducción y aducción. Pida al paciente que separe los dedos (abducción del
interóseo dorsal) y que los junte (aducción del interóseo palmar). Observe si el
movimiento es suave y coordinado.
Pulgares.
Pida al paciente que mueva el pulgar por la palma de la mano y que toque la base
del dedo meñique para evaluar la flexión, y a continuación que vuelva a desplazar
el pulgar por la palma y lo aleje de los dedos para examinar la extensión.
A continuación, pida al paciente que coloque los dedos y el pulgar en la posición
neutral, con la palma hacia arriba, e indíquele que mueva el pulgar hacia delante
alejándolo de la palma para explorar la abducción y que lo acerque para comprobar
la aducción. Para explorar la oposición, o movimientos del pulgar a lo largo de la
palma, pida al paciente que toque con el pulgar la yema de cada uno de los dedos.
LA COLUMNA VERTEBRAL
Cubra al paciente o póngale una bata dejando el dorso expuesto a fin de realizar
una inspección completa. Si es posible, el paciente debe permanecer erguido en
una posición natural, con los pies juntos y los brazos colgando a los lados. La
cabeza debe quedar en la línea media, en el mismo plano que el sacro, y los
hombros y la pelvis han de situarse nivelados.
Palpación
Coloque los pulgares en las espinas anterior y superior y desplace los dedos hacia
abajo y lateralmente desde las tuberosidades ilíacas hasta el trocánter mayor del
fémur.
LA RODILLA
Amplitud de movimiento y maniobras
Amplitud de movimiento. A continuación, evalúe la amplitud de movimiento de la
rodilla, consultando la siguiente tabla para los músculos específicos responsables
de cada movimiento y para las instrucciones que hay que dar al paciente.
EL TOBILLO Y EL PIE
Inspección. Observe todas las caras de los tobillos y de los pies, anotando cualquier
deformidad, nódulo o tumefacción o cualquier callo o callosidad.
Palpación. Palpe con los pulgares la cara anterior de cada tobillo, observando si
hay abultamientos, tumefacción o dolor.
Palpe si hay nódulos o dolor a lo largo del tendón de Aquiles.
Palpe el talón, sobre todo la parte posterior e inferior del calcáneo y la fascia
plantar por si existiera dolor.
Amplitud de movimiento y maniobras
Amplitud de movimiento. Evalúe la flexión y la extensión en la articulación
tibioastragalina (tobillo). En el pie, evalúe la inversión y la eversión por las
articulaciones subastragalina y transversa del tarso.
Maniobras
Articulación del tobillo (tibioastragalina). Flexión dorsal y plantar del pie por el
tobillo.