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ONCOLOGIA

TEMA: UTILIDAD DE LOS ESTUDIOS DE


INMUNOHISTOQUÍMICA EN EL DIAGNÓSTICO
DEL CÁNCER

FECHA: JUEVES 6 DE SEPTIEMBRE DEL 2018


UTILIDAD DE LOS ESTUDIOS DE
INMUNOHISTOQUÍMICA EN EL DIAGNÓSTICO
DEL CÁNCER
La inmunohistoquímica es una rama de la técnica histológica. Tiene como fin la
detección de antígenos en cortes de tejidos procesados con las técnicas de rutina, y es de
enorme utilidad como método diagnóstico en la patología humana. Su necesidad actual
se pone de manifiesto no solo en preparados histológico, sino también en la necesidad
de colorear especímenes citológicos, tales como líquidos de punción, citología
exfoliativa, muestras hematológicas, punciones con aguja fina, etc. los cuales son
recuperables.

La técnica inmunohistoquímica aparece por primera vez en escena en el diagnóstico


histopatológico allá por los años 70, Luego sufrió una enorme expansión a partir del
descubrimiento y aplicación de los anticuerpos monoclonales, los cuales le agregaron
precisión y especificidad, desde entonces se fueron sintetizando cientos de anticuerpos,
muchos de los cuales tienen gran utilidad en el diagnóstico de las enfermedades
humanas y poco a poco la inmunohistoquímica se ha ido incorporando a los métodos
indispensables en Patología.

Corresponde a un grupo de técnicas de inmunotinción que permiten demostrar una


variedad de antígenos presentes en las células o tejidos utilizando anticuerpos marcados.
Estas técnicas se basan en la capacidad de los anticuerpos de unirse específicamente a
los correspondientes antígenos. Esta reacción es visible sólo si el anticuerpo está
marcado con una sustancia que absorbe o emite luz o produce coloración. El objetivo de
la técnica es detectar, amplificar y hacer visible un antígeno determinado (generalmente
una proteína).

La técnica se basa en aplicar al tejido o muestra en estudio, el anticuerpo contra el


antígeno que se desea detectar, Posteriormente este anticuerpo especifico es a su vez
usado como antígeno y marcado con un segundo anticuerpo inespecífico, que se halla
unido a un sistema molecular que puede ser detectado mediante una técnica de
coloración o con una sustancia que absorbe y emite luz.

En las técnicas de inmunoperoxidasa se utilizan como marcadores enzimas capaces de


hacer cambiar de color un sustrato incoloro. Por ejemplo, las enzimas más
frecuentemente utilizadas son peroxidasa y fosfatasa alcalina y los sustratos
diaminobenzidina (color pardo), aminoetilcarbazol (color rojo) y nitroazul de tetrazolio
(color azul). Estos marcadores pueden unirse (conjugarse) directamente al anticuerpo
primario o bien indirectamente mediante otros anticuerpos (secundarios) o sustancias
como biotina o proteína A.

En las técnicas de inmunofluorescencia se utilizan como marcadores compuestos de


fluoresceína que bajo luz ultravioleta emiten luz de longitud de onda visible, que
depende de la naturaleza del compuesto. El isotiocianato de fluoresceína emite luz verde
amarillenta intensa. Estas técnicas necesitan muestras en fresco y congeladas, sin
fijación convencional, pues los antígenos están presentes en superficies celulares o son
muy lábiles a la fijación en formalina. La inmunofluorescencia directa, es decir con
anticuerpos conjugados con fluoresceína, se aplica corrientemente en el diagnóstico de
las enfermedades cutáneas en donde tiene indicación y utilidad muy precisas como en
enfermedades ampollares, vasculitis y mesenquimopatías. Esta técnica pese a ser muy
sensible, presenta inconvenientes como la falta de permanencia de la fluorescencia,
requiere de microscopía especializada y el detalle morfológico es pobre. Para
documentar cada caso, es necesario fotografiar la reacción.

Las técnicas inmunohistoquímicas enzimáticas permiten una localización más precisa


de las reacciones, ya que la tinción es permanente, estable, puede contrastarse y puede
ser evaluada con microscopio de luz. El material así estudiado puede archivarse por
años sin pérdida de la intensidad de la reacción. Los anticuerpos monoclonales han
permitido aumentar la especificidad, sensibilidad y gama de esta técnica. Desventajas
existen: presencia de reacción inespecífica, especialmente cuando se utilizan
anticuerpos policlonales, algunos reactivos son potencialmente carcinógenos y su
manipulación debe ser cuidadosa, requieren estandarización precisa y estricto control de
calidad. Existen diversos tipos de técnicas, cuya indicación dependerá del anticuerpo a
utilizar (monoclonal o policlonal), material disponible (fresco, congelado o fijado en
formalina) y antígenos a estudiar (de superficie o membrana, citoplasmáticos o
nucleares.

El espectro de anticuerpos disponibles comercialmente crece día a día y actualmente es


posible encontrar marcadores para una amplia gama de antígenos:

Utilidad.

La principal aplicación de las técnicas de IHQ radica en la identificación y


diferenciación de tipos celulares, especialmente en el caso de neoplasias de fenotipo
dudoso o indeterminable mediante la valoración habitual con tinción de hematoxilina y
eosina. Existen otras aplicaciones, como la valoración pronóstica de ciertos tumores
(marcadores de progresión) o la identificación de agentes infecciosos.
Como ya se mencionó, la inmunohistoquímica tiene utilidad diagnóstica en
identificación de diferenciación y de marcadores pronósticos de neoplasias (marcadores
tumorales). Por ejemplo, es posible la identificación de los productos de oncogenes y de
genes supresores de tumores con anticuerpos monoclonales, especialmente contra c-
erbB-2, bcl-2, p21, Rb1 y p53; la identificación de marcadores de diferenciación como
HMB-45 para melanocitos (melanoma), AE1 para carcinomas, vimentina para sarcomas
y CD45 para leuocitos (linfomas).

Un elemento importante a considerar es la óptima preservación del tejido y por ende de


los antígenos. La mayoría de los antígenos se conservan adecuadamente después de la
fijación en formalina e inclusión en parafina. Algunos son más lábiles y sólo se detectan
en cortes de congelación.

Diagnóstico diferencial de las neoplasias.

Un tumor se define por la estirpe celular que le da origen, y las distintas células del
organismo (tanto las normales como las tumorales) expresan los antígenos propios de su
estirpe: filamentos intermedios, productos de secreción, etc.. El problema es que, a
veces, tumores de distinta estirpe, distinto pronóstico y distinto tratamiento, tienen una
apariencia histológica prácticamente indistinguible, No pocas veces el diagnóstico
diferencial entre un linfoma y un carcinoma indiferenciado (dos enfermedades que no
pueden ser más distintas en todos los aspectos) sólo puede hacerse con certeza
aplicando una sencilla técnica de inmunomarcación que no representa ningún
procedimiento adicional para el paciente y cuyo costo es ínfimo s}i se lo compara con el
resultado de un diagnóstico erróneo.

Metástasis de origen desconocido. Este es un problema clásico de la ontología clínica,


Un paciente se presenta con una adenopatía, cuya biopsia arroja como resultado una
metástasis de una neoplasia poco diferenciada, La búsqueda de algunos pocos antígenos
(antígeno prostático específico, anfígenos de melanoma, distintos tipos de cito
queratinas) suelen ser la rápida solución del problema.
Tipificación de los linfomas. En la actualidad la mera morfología no es suficiente para
el diagnóstico de los linfomas, En la clasificación moderna de las lesiones
linfoproliferativas el inmunofenotipo es una característica más, esencial para un
correcto diagnóstico y, consecuentemente, para el tratamiento y el pronóstico.

Cáncer de mama. La detección inmunohistoquímica de receptores hormonales de


estrógeno y progesterona para determinar la hormonodependencia, así como el estudio
del oncogén Her 2 Neu, son actualmente parte de la rutina en el estudio de todos los
carcinomas mamarios.

En resumen, se trata de una técnica de diagnóstico asociada a la histopatología


convencional, de uso cada vez más frecuente o habitual, cuyos beneficios están más que
probados con costos poco significativos, pero uno de los problemas actuales con estas
técnicas no es la técnica en sí, manual o automatizada, o la posibilidad de acceder a los
numerosos anticuerpos existentes, sino la interpretación de los resultados. Los errores
de interpretación disminuyen a nivel aceptable cuando el patólogo y sus colaboradores
tienen experiencia en estas técnicas y los resultados se analizan a la luz de los demás
hallazgos clínico-patológicos.

REFERENCIAS

 http://www.grupoclinica.com.ar/inmunohistoquimica.html
 http://escuela.med.puc.cl/publ/patologiageneral/Patol_125.html
 https://www.redclinica.cl/plantilla/examenes/anatomia-
patologica/exam_anat/estudio-inmunohistoquimico.aspx
 http://www.cancerquest.org/es/pathology-immunohistochemistry.html
 http://www.breastcancer.org/es/sintomas/analisis/tipos/ihq

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