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Moral y Luces

‍24/02/2007 - 6 Adar II 5767 Andrés Cordoves Deja un comentario

“Moral y Luces son los polos de una república, Moral y Luces son nuestras primeras
necesidades”

Estas fueron palabras pronunciadas por el Libertador Simón Bolívar ante el Congreso de
Angostura en 1819. En dicho congreso el prócer veía el nacimiento de la nueva república
de Colombia. Colombia era el nombre que los americanistas de aquella época, desde
Washington hasta Miranda asignaban a nuestro continente, tratando de reparar así la
injusticia cometida en desfavor del Almirante Colón. Bolívar, como aprendiz de Don
Francisco de Miranda, continuó la gesta por armar la nación colombiana, que en la mente
del veterano Miranda era la América Hispana en su totalidad, pero que con el correr del
tiempo y el surgir de sentimientos nacionalistas en el cono sur y en la América Central, se
quedó en los países del norte de Suramérica.

Bolívar, observando el futuro de esa incipiente república, mirando a través de ella en el


tiempo, con sus ojos siempre visionarios, dijo a los Legisladores en el Congreso celebrado
en las riberas del Orinoco estas palabras; palabras que han caído recientemente en las
manos inescrupulosas de quienes, usurpando todo lo bueno, hacen desmedro de nuestra
cultura sin importarles más que su poder y gloria propias y no la evolución de la sociedad.
Malditos son aquellos que usan la ignorancia de los pueblos para gloriarse en su propia
vanidad.

Ahora bien, luego de este breve prolegómeno, profundizaremos en la frase bolivariana, que
aún casi doscientos años después tiene mucho que enseñarnos.

La moral es el motor de la equidad y la justicia, la verdadera moral, la que no es una


apariencia de mojigatería, es el alma de la paz y la armonía internas, la base fundamental de
una sociedad entonces es la moral; carcome desde siempre a nuestros gobiernos la
corrupción y la ambición desmedida de placeres vanos, si tuviéramos un ápice de moral
nuestro comportamiento en el servicio público sería ético y responsable, lleno de valores,
rico en virtudes. La moral es uno de los polos, una de las metas a la que debe aspirar todo
ciudadano, a la que debe aspirar una república.

Cuando el Libertador Bolívar dice Luces, se refiere al quiebre personal y voluntario de la


oscuridad en que estaba sumida la población, no habla Bolívar de una Luz que emana de
los poderes públicos, ni habla de una Luz venida de un Líder carismático lleno de ínfulas y
de resentimientos, habla de “Luces”, refiriendo a cada uno de los ciudadanos encendiendo
una luz, rompiendo las barreras de la oscuridad propia y propiciando la claridad social, la
transparencia pública.

Cuando Bolívar, en su magistral discurso, dice que cada ciudadano de la incipiente


república de Colombia debe ser luz, está llamando a la participación de todos en la
formación, en el mantenimiento de la Verdad, de la Transparencia, esto hace implícito
entonces el mantenimiento de la Moral, pues la Luz permite ver todo lo que se hace, y la
Moral entonces sería obligada por el Conocimiento, por el Deber consciente de hacer bien,
de hacer por la sociedad.

El dicho de Bolívar ya no cobra sentido en la formación de un Estado Americano, pero si


cobra mucho sentido en la formación de una identidad hispanoamericana, cobra el mayor
sentido en la evolución de nosotros como individuos y como contribuidores al
mejoramiento progresivo de nuestras sociedades.

Esperemos que sepamos oír la historia que sepamos aprovechar los buenos valores que
nuestros padres nos han legado, pues el pasado reciente nos grita ahora, clama a nosotros
por hacer valer tanta visión en estos tiempos idóneos.   

Introducción

La educación es un proceso de socialización y enculturación de las personas a través del


cual se desarrollan capacidades físicas e intelectuales, habilidades, destrezas, técnicas de
estudio y formas de comportamiento ordenadas con un fin social (valores, moderación del
diálogo-debate, jerarquía, trabajo en equipo, regulación fisiológica, cuidado de la imagen,
etc.).

La función de la educación es ayudar y orientar al educando para conservar y utilizar los


valores de la cultura que se le imparte, por ejemplo la occidental, democrática y cristiana,
fortaleciendo la identidad nacional. La educación abarca muchos ámbitos; como la
educación formal, informal y no formal.

Pero el término educación se refiere sobre todo a la influencia ordenada ejercida sobre una
persona para formarla y desarrollarla a varios niveles complementarios; en la mayoría de
las culturas es la acción ejercida por la generación adulta sobre la joven para transmitir y
conservar su existencia colectiva. Es un ingrediente fundamental en la vida del ser humano
y la sociedad y se remonta a los orígenes mismos del ser humano. La educación es lo que
transmite la cultura, permitiendo su evolución.

CONTENIDO

La educación

El concepto de educación está relacionado con el de cultura y en un sentido más preciso,


con el concepto de enculturación: es un proceso, es decir, que no se hace de golpe,
mediante el cual el ser humano recibe influencias positivas o negativas de la sociedad en la
cual se desarrolla.

El objetivo de la educación debe ser hacer aflorar las influencias o aspectos positivos y
anular o atenuar los aspectos negativos de la cultura. El proceso educativo o enculturación
inicialmente lo ha llevado a cabo la familia y/o los grupos primarios. Desde que el niño
nace, la gente que está cercano a él, le transmitirán normas, hábitos, costumbres, valores y
también técnicas de trabajo. Antiguamente no había centros dedicados a la educación, sin
embargo, se puede decir que la inmensa mayoría de pueblos, llegado al mínimo grado de
desarrollo han creado instituciones dedicadas a la educación, a la enseñanza, no sólo para
transmitir conocimientos sino también una formación en valores, ideas, creencias, etc.

Pensamiento de Bolívar y discurso de Angostura

Para Bolívar la construcción de una gran sociedad, debe reposar en el pilar moral, visto
como el poder que permita deslastrarse de las malas costumbres, de los vicios y
dependencias del hombre hispanoamericano. Para el logro de tal visión, se inspira en el
antiguo cuerpo de leyes de las culturas clásicas: Grecia y Roma, y de manera consciente
propone ante el Congreso Constituyente reunido en Angostura un nuevo poder, el Poder
Moral, que ejercería una autoridad plena e independiente sobre las costumbres públicas y
sobre la primera educación, bajo la figura compuesta por dos cámaras: Moral y Educación.
Esto representaría la figura del Areópago, tomado de la sociedad Griega Ateniense y de los
guardianes de las costumbres Romana tomaría sus Censores y Tribunales Domésticos y de
Esparta sus austeros establecimientos o instituciones, con lo que se formaría una fuente de
virtud para dar a la República de la Gran Colombia una "…cuarta potestad cuyo dominio
sea la infancia y el corazón de los hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la
moral Republicana".

Pero esta propuesta fue rechazada por los constituyentes, quienes después de acalorados
debates decidieron que para su aplicación era necesario "…consultar la opinión de los
sabios de todos los países por medio de la imprenta. Hacer algunos ensayos parciales y
reunir hechos que comprobasen las ventajas o los perjuicios de esta nueva institución…"
por lo que se decretó que la propuesta del Poder Moral se publicase como Apéndice de la
Constitución con la intención de que los ciudadanos del mundo pudiesen considerarla y
comunicasen sus opiniones.

Hoy día el Poder Moral, tan solo en Venezuela, tras una espera de 180 años, es una
realidad, -¡es letra constitucional!- desde la Constituyente de 1999. En ella se analizó y se
tomó la propuesta de Bolívar, por la gran necesidad de crear instituciones que se ocupasen
de velar por superar la deteriorada salud moral de nuestro pueblo. Donde la realidad
sociopolítica de la Venezuela contemporánea nos ha evidenciado "…que los vicios
subsisten cuando la sociedad no está alerta, y que la corrupción (…) el tráfico de influencia,
el peculado, florecen lo mismo en las dictaduras que en las democracias".

Sobre la base de este señalamiento, ofrecido por el Dr. Ramón J Velásquez, el cual
compartimos, se considera necesario observar que estos flagelos, han estado presentes en la
Venezuela de ayer al igual que están en la Venezuela de hoy. Estos fueron uno de los tantos
males que enfrentó, enjuició y denunció el Libertador. Contra los cuales tomó medidas
considerables, quizás algunas coherentes y otras pocas coherentes, pero todas tras la
búsqueda de subsanar tal situación, es por ello su insistencia ante el Congreso
Constituyente de Angostura de la conjugación del Poder Moral con el Educativo,
indispensables para el buen ejercicio del gobierno. Por ello señaló "la educación popular
debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los
polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades". Esta es una de
las ideas que hoy tienen mayor vigencia en nuestra contemporaneidad y, a la cual se le ha
dado vital importancia para la refundación del país.

Más cuando se está plenamente convencido, que el Libertador tenía absoluta razón al
pensar y hacer la autocrítica sociológica referente a la forma de dominio o esclavitud, a la
cual el "Pueblo Americano". "uncido (…) al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del
vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud".

Por ello, nuestro Libertador, entiende que para construir una nueva Sociedad, con nuevos
fundamentos, exigía la aplicación de una nueva filosofía educativa. "Él quería forjar una
sociedad más humana, en la cual el hombre no fuese un simple instrumento de dominación
política, y esto no es posible sin la educación". Pero no era una educación concebida de
modo parcial, como mera formación técnica, sino coma actividad integral, de formación del
ciudadano, donde participen como entes directrices el Estado y la familia, pues el hombre
es o será lo que se haga de él en el sistema de instrucción.

Por tal razón, el Libertador, entendió el papel fundamental del binomio social moral y
luces, para la preparación del ciudadano. Por ello Barboza de la Torre, al analizar el ideario
educativo de Bolívar, concluye que él, siempre colocó:

…la moral exactamente al lado de la Educación, al momento de hablarle a un Congreso


revolucionario constituyente, (…) y que lo dijese el hombre fuerte y poderoso que tenía
pendiente (sic) de la cintura una espada, constituye un acontecimiento extraordinario,
donde el protagonista rutilaba ante ojos y oídos colmados de asombro.

De cada uno de los asistentes a tal importante acto constituyente. Quienes oyeron de boca
del Libertador afirmar que:

Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado
más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un Pueblo
ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción…

Ambos conceptos: Moral y Educación, expuestos ante el Congreso de Angostura no han


perdido vigencia. Y ellos van a ser, en lo sucesivo una constante propuesta de Bolívar, en
sus escritos y discursos para el desarrollo del proyecto legislativo.

Nuestro Libertador tuvo un concepto muy elevado de los principios educativos y morales,
para él, eran grandes y significativos, de allí que en sus documentos sean estos, eslabón
principal de sus ideas.

Sus juicios en aspectos fundamentales del vivir latinoamericano, mantienen actualidad y


muchos de los problemas que el Libertador tenía planteado como gobernante en 1819 o en
1827, siguen vigente. Por ello, se hace necesario recordar que el Libertador Simón Bolívar
con unja gran claridad y proyección en el tiempo señaló: "un pueblo pervertido si alcanza
su Libertad muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la
felicidad consiste en la práctica de la virtud…

El discurso muestra de forma diáfana el pensamiento político del Libertador y el modo en


que se llevarían a la práctica gran parte de sus ideas. En segundo término, el escrito permite
despojar a Bolívar de su halo de hombre de guerra, rampante a caballo y espada, y lo
convierte en un ideólogo, un pensador; cualidad ésta que en cierto modo es la que tiene más
valor para la posteridad. Las gestas heroicas vienen y van, pero las ideas son imperecederas
y se tornan en los móviles de las generaciones futuras.

Significado del "término moral y luces son nuestras primeras necesidades"

Decía que en definitiva todos los jóvenes de éste país estamos llamados y obligados a
prestar esta lucha a favor de los de esta generación y los de las futuras. Porque es el tiempo
propicio, porque tenemos que velar por nuestra seguridad como estudiantes y por la
seguridad de los que vendrán. La Universidad y las instituciones de educación, son por
esencia libres. Son los espacios donde se forman los profesionales del país y es el campo
laboral quien decide de qué manera quiere que sus trabajadores sean formados de acuerdo a
las aptitudes necesarias para el mercado, en definitiva lo que hoy se demanda es la calidad.
No puede nadie implantar un sistema rígido a las universidades, pues sus miembros no
encontrarían el cauce para innovar y buscar otros modos de llegar al conocimiento de la
ciencia, de la verdad, y como alguien me dijo alguna una vez: lo rígido se parte.

ALCANCES DE LOS PRINCIPIOS Y PROPUESTAS MORAL Y LUCES Y LOS


AMBITOS DONDE SE MANIFIESTAN.

La educación es el valor invaluable que recibimos de nuestros profesores y nuestros


familiares, el cual tenemos la responsabilidad de transmitir a los demás; de allí el punto de
partida para lograr el cambio justo y lograr una sociedad capaz de enfrentar todos sus
miedos sociales y poder obtener todos los beneficios del trabajo plural en un contexto de
armonía y paz.

Es por ello hacemos una reflexión de uno de los rasgos salientes de nuestra época es la falta
de responsabilidad que se ve en nuestros días. La impresión general que produce la joven
generación contemporánea es la de no tomar nada en serio, la de no cuidarse de guardar la
palabra empeñada, ni de proseguir las obras comenzadas.

No se valoriza cada cosa por su aspecto intrínseco y, por lo tanto, no se le da el sitio que le
corresponde en una jerarquía de valores bien ordenada. Se encarga a un joven la
preparación de un círculo de estudios, y no lo prepara o lo hace superficialmente para salir
del paso. ¿Cuántos se dan cuenta que este tema tal vez no lo oirán más sus compañeros; que
quizás se alejarán de esa actividad al sentirse defraudados en sus esperanzas de formación.
La falta de síntesis ideológica de la juventud moderna hace que aborde la vida sin una
orientación definida.
Hay, pues, que crear el culto de la responsabilidad. Hacer consciente a cada joven y aún a
cada niño, que es una persona, que en sus manos hay latente un inmenso poder, para el bien
como para el mal, que así como los átomos microscópicos son capaces de esa tremenda
energía cuando se la logra desencadenar, así ellos también son potenciales de felicidad
ajena,

Es por ello que lo educadores sea en casa o en la escuela no deben dirigir si no enseñan a
dirigir, si no van entregando gradualmente la responsabilidad de sus acciones a aquellos
que la han de tener toda la vida. Es una horrenda tragedia para un joven encontrarse de
repente con su destino en sus manos, sin haber hecho nunca antes la experiencia de su
propio gobierno; encontrarse en un momento frente a responsabilidades sin haber tenido
nunca ocasión de actuar frente a los demás.

Es por ello que consideramos de suma importancia que cada individuo sea capaz de
conocer sus raíces culturales e históricas y pueda asumirlas de la manera más responsable
para así poder dar ejemplos de iconografía social. Con el verdadero valor que esta merece,
además abrir las puertas del saber, ya que permitirá a la juventud aprender, convivir en una
sociedad plural y globalizada en la que la ciudadanía, además de los aspectos civiles,
políticos y sociales que ha ido incorporando en etapas históricas anteriores, incluya como
referente la universalidad de los derechos humanos que, reconociendo las diferencias,
procuran la cohesión social.

Componentes del comportamiento humano dentro de la sociedad

La estructura social es el patrón de relaciones, posiciones y número de personas que


conforman la organización social de una población, ya sea un grupo pequeño o toda una
sociedad. Las relaciones se dan siempre que las personas se implican en patrones de
interacción continuada relativamente estable. Las posiciones (estatus social) consisten en
lugares reconocidos en la red de relaciones sociales que llevan aparejadas expectativas de
comportamiento, llamadas roles. Normas y reglas son impuestas para garantizar que se viva
a la altura de las expectativas del rol social, y se imponen sanciones positivas y negativas
para asegurar que se cumplan. Las normas y reglas son la expresión observable de los
valores de un sistema social particular. Los roles, normas y valores deben integrarse en un
sistema para que éste sea completamente funcional.

Una conducta humana se considera formal cuando en el comportamiento se cumplen una


serie de reglas reconocidas como valiosas en una comunidad o sociedad. En las sociedades
occidentales, por ejemplo, se considera formal ser explícito, determinado, preciso, serio,
puntual. Esta palabra tiene su base en la aplicación principalmente en la conducta que
tienen las personas con respecto a sus valores.

La conducta humana es afectada por la herencia genética y por la experiencia. Las formas
en que las personas se desarrollan se moldean por la experiencia y las circunstancias
sociales dentro del contexto de su potencial genético heredado. La pregunta científica es
justamente de qué manera la experiencia y el potencial hereditario interactúan para producir
el comportamiento humano.
Cada persona nace dentro de un ambiente social y cultural familia, comunidad, clase social,
idioma, religión y a la larga desarrolla muchas relaciones sociales. Las características del
medio social de un niño afectan la manera en que aprende a pensar y a comportarse, por
medio de la enseñanza, premios y castigos, por ejemplo. Este ambiente incluye el hogar, la
escuela, el vecindario y quizá también las iglesias locales y las dependencias encargadas de
hacer cumplir la ley. Asimismo, existen las interacciones más informales del niño con
amigos, otros compañeros, parientes, y medios de comunicación y entretenimiento. No
suele ser predecible la manera en que los individuos responderán a todas estas influencias,
o cuál de ellas será más fuerte. No obstante, hay cierta similitud sustancial en la forma en
que los individuos responden al mismo patrón de influencias, o sea haber crecido en la
misma cultura. Además, las pautas de conducta inducidas por la cultura, como los modelos
de habla, el lenguaje corporal y las formas de humor, llegan a arraigarse tan profundamente
en la mente humana que con frecuencia operan sin que los mismos individuos estén muy
conscientes de ellas.

Cada cultura tiene una red de patrones y significados algo diferente: formas de ganarse la
vida, sistemas de comercio y gobierno, funciones sociales, religiones, tradiciones en
vestido, alimentos y artes, expectativas de conducta, actitudes hacia otras culturas y
creencias y valores sobre todas estas actividades. Dentro de una gran sociedad puede haber
muchos grupos con subculturas muy distintas que se asocian con la región, el origen étnico
o la clase social. Si una sola cultura domina en una vasta región, sus valores pueden
considerarse correctos y pueden promoverse, no sólo por las familias y los grupos
religiosos, sino también por las escuelas y los gobiernos. Algunas subculturas pueden
emerger de entre categorías sociales especiales (como los hombres de negocios y los
criminales), algunas de las cuales pueden pasar las fronteras nacionales (como las de los
músicos y científicos).

Justas o injustas, deseables o indeseables, las distinciones sociales son una parte
sobresaliente de casi toda cultura. La forma de éstas varia con el lugar y tiempo, incluyendo
en ocasiones castas rígidas, jerarquías tribales o de clan y a veces una clase social más
flexible. Las distinciones de clase se hacen sobre todo con base en la riqueza, educación y
ocupación; pero también es probable que se asocien con otras diferencias subcultura les,
como vestido, dialecto y actitudes hacia la escuela y el trabajo. Estas distinciones
económicas, políticas y culturales se reconocen por casi todos los miembros de una
sociedad y algunos de ellos las resienten.

La clase dentro de la cual nacen las personas afecta el lenguaje, la dieta, los gustos e
intereses que tendrán cuando niños y, por consiguiente, influye en la manera en que
percibirán el mundo social. Además, la clase determina qué presiones y oportunidades
experimentarán las personas y, por tanto, afectará el rumbo que posiblemente tomen sus
vidas, incluyendo escolaridad, ocupación, matrimonio y modelo de vida. No obstante,
muchas personas viven vidas muy diferentes de las normas de su clase.

La facilidad con la que alguien puede cambiar de clase social varía enormemente con el
tiempo y lugar. Durante la mayor parte de la historia humana, los individuos han estado
casi seguros de vivir y morir en la clase donde nacieron. Los momentos de gran movilidad
ascendente han ocurrido cuando una sociedad se ha encargado de nuevas empresas (por
ejemplo, en el territorio o la tecnología), por lo que ha necesitado más personas en
ocupaciones de clase más alta. En algunas partes del mundo actual, un número cada vez
más grande de seres humanos están saliendo de la pobreza por medio de la oportunidad
educacional o económica, mientras que en otras, altas cifras se están empobreciendo.

Lo que se considera aceptable de la conducta humana varía de una cultura a otra y de un


tiempo a otro. Cada grupo social ha aceptado, en general, gamas de comportamiento para
sus integrantes, quizá con algunas reglas específicas para subgrupos como adultos y niños,
hombres y mujeres, artistas y atletas. La conducta inusual puede considerarse como algo
divertido, desagradable o delito castigable. Alguna conducta normal en una cultura puede
juzgarse inaceptable en otra. Por ejemplo, el comportamiento agresivamente competitivo se
considera rudo en culturas altamente cooperativas. Por el contrario, en algunas subculturas
de una sociedad muy competitiva, como la de los Estados Unidos, la falta de interés en la
competencia puede verse como algo discordante. Aunque el mundo tiene una amplia
diversidad de tradiciones culturales, hay algunos tipos de conducta (como incesto, violencia
contra la familia, robo y violación) que se consideran inaceptables en casi todas ellas.

Las consecuencias sociales que se consideran apropiadas para la conducta inaceptable


también varían ampliamente entre las distintas sociedades y aun dentro de ellas. El castigo
a los criminales va desde multas o humillaciones hasta encarcelamiento o exilio, desde
palizas o mutilación hasta la ejecución. La forma de castigo apropiado depende de las
teorías acerca de su propósito, ya sea para evitar que el individuo repita el delito o para
disuadir a otros de cometerlo, o simplemente para causar sufrimiento por su propia falta. El
éxito del castigo para detener el crimen es difícil de analizar, debido en parte a las
limitaciones éticas de experimentos que asignan diferentes castigos a criminales similares,
y en parte a causa de la dificultad de mantener otros factores constantes.

Durante mucho tiempo, la tecnología ha desempeñado un papel importante en la conducta


humana. El gran valor asignado a la nueva invención tecnológica en muchas partes del
mundo ha conducido a la comunicación y los viajes cada vez más rápidos y baratos, lo cual
a su vez ha dado lugar a la difusión pronta de modas e ideas en vestido, comida, música y
formas de recreación. Los libros, las revistas, la radio y la televisión describen las maneras
para vestir, criar niños, ganar dinero, encontrar la felicidad, casarse, cocinar y hacer el
amor. De manera implícita también promueven valores, aspiraciones y prioridades
mediante la descripción del comportamiento de la gente, como niños, padres, maestros,
políticos y atletas, y las actitudes que muestran hacia la violencia, el sexo, las minorías, las
funciones de hombres y mujeres, y la legalidad.

Fundamentación legal constitucional y su vinculación con moral y luces

Frases como: "moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras
primeras necesidades, sin moral republicana no puede haber gobierno libre, se han
convertido en banderas del ideario Bolivariano"…De allí el formidable reto de formar
ciudadanos...Fundamento esencial de las Constituciones Venezolanas desde 1811 y que
recoge últimamente la Constitución de 1999, que establece la educación no solo como u n
derecho, sino también como u n deber y un proceso fundamental para alcanzar los fines
esenciales del Estado ( artículos 3 y 102 Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela), donde la educación ciudadana adquiere estatus constitucional. Dentro de ella la
enseñanza de los principios del ideario Bolivariano (art 108) conforma un mandato
Constitucional.

En interpretación Constitucional una de las mayores prioridades del Estado es la formación


ciudadana, a través del fortalecimiento de conocimientos, habilidades, actitudes y valores
referidos a una ciudadanía responsable y a la formación moral de las personas, fundada en
la educación en derechos humanos.

Por otra parte la Ley Orgánica de Educación señala que la educación fomentará el
desarrollo de una conciencia ciudadana para la conservación, defensa y mejoramiento del
ambiente, calidad de vida…, contribuirá a la formación y capacitación de los equipos
humanos necesarios para el desarrollo del país y la promoción de los esfuerzos creadores
del pueblo venezolano hacia el logro de su desarrollo integrar, autónomo e independiente.

El artículo 104 establece que la educación estará a cargo de personas de reconocida


moralidad y de comprobada idoneidad académica. El estado estimulara su actualización
permanente y les garantizará la estabilidad en el ejercicio de la carrera docente, bien sea
pública o privada… en un régimen de trabajo y nivel acorde con su elevada misión.

Moral y luces como tercer motor en la educación universitaria

Se considera que el pluralismo político, como valor superior del ordenamiento jurídico de
un Estado de Derecho, basado en justicia social, se constituye en uno de los obstáculos que
el gobierno pretendió eliminar para dar paso a un sistema político sustentado en la
hegemonía de una ideología que consagra el pensamiento único.

Sobre este asunto es necesario considerar factores derivados del denominado "Tercer Motor
de la Revolución, Moral y Luces". Se aprecia el objetivo oficial para constituir una inmensa
escuela de cuadros para la promoción del Socialismo del Siglo XXI, con los mismos
procedimientos utilizados en otras instituciones del Poder Público.

Para el caso de la autonomía universitaria, se propuso en el Proyecto de Reforma


Constitucional cambiar el contenido del Art. 109 de la vigente Constitución Nacional para
modificar la composición del claustro, sin fundamento académico alguno, solo por el
interés oficial de intentar forzar una correlación de fuerza que le resultare favorable.

Las funciones y los índices mediante los cuales las universidades exhiben su excelencia no
pueden estar divorciados de las prioridades definidas por el gobierno, desdeña la
productividad académica que sólo se mide por publicaciones o patentes sin ponderar cuan
pertinentes son éstas al desarrollo del país. Para que la universidad se vincule con la
realidad descubierta por los funcionarios de los ministerios respectivos, debe legislarse para
que en el marco de la autonomía que las caracteriza las instituciones de educación superior
redefinan sus prioridades en materia de investigación, extensión y docencia. Es fácil colegir
los nuevos indicadores que valoraran a las universidades nacionales.
Por otra parte, para erradicar la exclusión social debe substraerse de las universidades la
discrecionalidad para seleccionar sus estudiantes porque algunas instituciones de educación
superior le dificultan al Estado cumplirles a los ciudadanos el disfrute de su derecho
constitucional al estudio.

Este motor es con el objetivo de transformar la educación en una herramienta de desarrollo


que fomente la integración social en Venezuela, que nos aliente la expectativa de construir
una nueva educación, en donde se formen nuevos hombres y mujeres, que formulen y
acuerden propuestas para que la sociedad venezolana se reúna en torno a proyectos
transformadores y ofrezcan alternativas que apunten al fortalecimiento de sueños colectivos
que cada día se acerca más a lo palpable y en su definitiva a la inclusión de los gritos pocos
escuchados. A veces se habla de transformar y lo que tomamos en cuenta para tal fin son
los procesos administrativos, pero vienen emergiendo nueva propuesta que van a la
necesidad del cambio, hacia impulsar una tarea transformadora.

Esta nueva gestión en manos de los ministros del poder popular para la educación, deben
seguir su rumbo hacia la participación protagónica de los autores educativos-comunitarios,
en lo político, administrativo, credencial, pedagógico, formativo, brindándoles espacios
para su formación y organización dentro de una estructura flexible y democrática como
miembros activo de la sociedad venezolana. Para el logro de estos fines es necesario el
desarrollo de una gestión educativa en donde prevalezcan los principios:

Solidaridad: basado en el compartir de ideas, intereses y necesidades de una manera


colectiva superando las conductas egoístas e individualistas en cuanto al educativo,
pedagógico, gerencial y comunitario.

Cooperación: generando la colaboración en el trabajo para su realización en equipo,


delegando funciones, asumiendo compromisos de acuerdo a las necesidades y realidad
circundante.

Participación: mediante el ejercicio de la ciudadanía, interviniendo activamente en la


planificación, ejecución, evaluación y control de las políticas de educación en las escuelas,
liceos, universidades y en las comunidades.

Protagonismo: ejercido mediante el liderazgo individual y colectivo como autores activos


en los debates, discusiones, intercambios de experiencias y construcción de conocimientos
relacionados con la organización, comunicación, investigación y formación, donde todos y
todas son responsables y aprenden ejerciendo la soberanía cognitiva.

Corresponsabilidad: basada en la relación familia-instituciones-comunidad, para el


funcionamiento educativo y de gobernabilidad autónoma, humanista y sostenible reflejada
en el compartir de responsabilidad en cuanto al funcionamiento estudiantil popular, en los
aspectos relacionados con la administración, organización, currículo, cuido y
mantenimiento de la planta física y la gerencia compartida, horizontal, de participación y
con sentido de pertenencia.
Autogestión: sustentada en la capacidad de decidir qué queremos, y cómo hacerlo de
manera colectiva y organizada, que traerían beneficios a todos y todas de una manera justa,
equitativa y productiva con la participación articulada estado-familia-sociedad-comunidad,
para el bien común.

Autonomía: basada en la tarea de decisiones individuales y colectivas de manera


consensuada surgida del diálogo, del debate, la reflexión, el intercambio y la puesta en
común de lo que mejor nos conviene a todos y todas.

De tal análisis se desprende fácilmente cuál es la tarea fundamental de los ministros de


educación, que deben orientar su acción y que la misma se debe concretar en el objetivo
fundamental de contribuir a conformar en el proceso educativo una concepción
transformadora, que conduzca a una resolución de la misma naturaleza, que se exprese de
manera general en toda la sociedad venezolana.

Conclusiones

El reto de los venezolanos, es construir otra cultura. Si no lo hacemos estamos


irremediablemente condenados a seguir repitiendo modelos que nos consumen, distintos a
la realidad venezolana. Este reto es el de construir el otro mundo posible, que está al voltear
la esquina, en donde todos los venezolanos tengamos iguales oportunidades, y el paso a
seguir para lograr tal fin, es el de lograr establecer una comunidad en donde todos los
venezolanos puedan sentirse pares, iguales.

El tercer Moral y Luces se desarrolla con el objetivo de transformar la educación en una


herramienta de desarrollo que fomente la integración social en Venezuela, que aliente la
expectativa de construir una nueva educación, en donde se formen nuevos hombres y
mujeres, que formulen y acuerden propuestas para que la sociedad venezolana se reúna en
torno a proyectos transformadores y ofrezcan alternativas que apunten al fortalecimiento de
sueños colectivos que cada día se acerca más a lo palpable y en su definitiva a la inclusión
de los gritos pocos escuchados.

Se habla de transformar y se toman en cuenta para tal fin los procesos administrativos, pero
vienen emergiendo nuevas propuestas que van a la necesidad del cambio, hacia impulsar
una tarea transformadora. Esta nueva gestión en manos de los ministros del poder popular
para la educación, deben seguir su rumbo hacia la participación protagónica de los autores
educativos-comunitarios, en lo político, administrativo, credencial, pedagógico, formativo,
brindándoles espacios para su formación y organización dentro de una estructura flexible y
democrática como miembros activo de la sociedad venezolana.

Uno de los pensamientos más importantes del libertador Simón Bolívar, ha sido quizás el
indicado en el título del escrito. Lamentablemente, ha sido malinterpretado por muchas
generaciones y por muchos gobiernos republicanos, militaristas dictatoriales venezolanos.
Quizás, esa ha sido la causa, del porqué, aún persiste esa gran necesidad en Venezuela.  La
interpretación del actual gobierno de ese pensamiento, se evidencia en el trabajo de
investigación social de la alumna o profesora “chavista” Carla Santa ella, de la Universidad
Experimental Simón Rodríguez, Núcleo Apure, denominado: “Moral y luces: Pensamiento
del Libertador”, el cual se inserta. Tal trabajo, fue denominado 3er Motor de la revolución
Bolivariana, para la educación en las universidades, actualmente en progreso.

La lectura de este documento, nos ayuda a entender el porqué, de la nueva y chavista y


polémica ley de Educación, el porqué de la creación del poder moral, y él porque, del
socialismo del siglo XXI, mediante el cual se ha pretendido, adoctrinar en escuelas, liceos y
universidades; a ciudadanos, padres, madres, profesores y alumnos al socialismo. También
nos aclara del porque el socialismo rechaza al pluralismo ideológico:

Cito SIC: “Se considera que el pluralismo político, como valor superior del ordenamiento
jurídico de un Estado de Derecho, basado en justicia social, se constituye en uno de los
obstáculos que el gobierno pretendió eliminar para dar paso a un sistema político
sustentado en la hegemonía de una ideología que consagra el pensamiento único” Fin de la
cita.

Cito SIC: “Sobre este asunto es necesario considerar factores derivados del denominado
“Tercer Motor de la Revolución, Moral y Luces”. Se aprecia el objetivo oficial para
constituir una inmensa escuela de cuadros para la promoción del Socialismo del Siglo XXI,
con los mismos procedimientos utilizados en otras instituciones del Poder Público.” Fin de
la cita.

Cito SIC: “El reto de los venezolanos, es construir otra cultura. Si no lo hacemos estamos
irremediablemente condenados a seguir repitiendo modelos que nos consumen, distintos a
la realidad venezolana. Este reto es el de construir el otro mundo posible, que está al voltear
la esquina, en donde todos los venezolanos tengamos iguales oportunidades, y el paso a
seguir para lograr tal fin, es el de lograr establecer una comunidad en donde todos los
venezolanos puedan sentirse pares, iguales.” Fin de la cita.

Ha pasado casi una generación desde que el régimen actual asumió el poder. Con esto
quiero significar, que muchos de nuestros jóvenes nacidos en el siglo XXI, ya están
adoctrinados al socialismo, lo cual no es cualquier cosa, y debe ser tomada muy en serio,
por los políticos actuales y del futuro. No pretendo ser el Mesías que guie a Venezuela
hacia donde debe dirigirse, soy simplemente un ciudadano “mensajero” que alerta, a la
dirigencia de los venezolanos que diseñaran y refundarán a la próxima Venezuela, para que
mediten muy bien hacia donde desean dirigirla, que, según mi intuición, debería ser hacia la
democracia y las libertades en un mundo multicolor, que descarte a las doctrinas totalitarias
y dañinas para nuestra sociedad. En el juego libre de la democracia no se puede permitir
que doctrinas totalitarias participen libremente, porque es algo así, como: “dormir con el
enemigo en casa”.

Moral y luces son muestras primeras necesidades es uno de los pensamientos más hermosos
y reales de los tantos pronunciados por nuestro libertador. Su interpretación no es tan
complicada como para aventureros políticos e intelectuales que la quieren distorsionar.
Sencillamente, detrás de esas dos mágicas palabras, se esconde todo un mundo de
enseñanzas.
Moral, no es más que un mensaje sobre la enseñanza en valores, para la actuación: sensata,
correcta, respetuosa, positiva, proactiva y humana del venezolano. Actualmente esa labor
de enseñanza en valores, por costumbre y necesidad, les corresponde a los padres. Quizás el
libertador Simón Bolívar, se preguntaba: ¿Y por qué no llevar la educación en valores a
escuelas, liceos y universidades y así lograr tener a un país sólidamente educado en
valores?

Luces, se refiere a la educación integral de las personas tanto desde el punto de vista
ciudadano, como desde el punto de vista personal y profesional. Mientras más educado sea
un pueblo, más fácil será desarrollar económicamente a un país. Luces no se solo a la
educación del venezolano. En mi interpretación, pienso que además incluye crear
conciencia en éste, nutrirlo de valores patrios, de respecto a las leyes, y a la constitución,
ser nacionalista que quiera y ame a su patria, no que la destruya. Darle importancia a la
educación y a los educadores.

Sobre el tema de Moral y Luces, puede haber muchas interpretaciones y puntos de vista.
Quizás por eso, los venezolanos y gobiernos dictatoriales han tardado tanto en interpretar
correctamente los deseos de nuestro libertador. No obstante, el venezolano “zamarro”,
común y demócrata está bien claro en lo qué quiso decirnos el libertador con ese
pensamiento.

Estamos a punto de un cambio de gobierno. De uno totalitario que intento cambiar nuestra
cultura, costumbres y nuestra forma de pensar, por uno que necesariamente debe ser
opuesto en todo sentido al actual gobierno, el cual sin duda alguna será democrático,
sensato, moderno, justo, eficiente, eficaz, tolerante, responsable y popular.  Estamos a
tiempo de formar a un ciudadano venezolano mucho mejor que el actual, con el cual no nos
sentimos a gusto, puesto que ha sido mal formado y necesita ser mejorado para bien de
Venezuela. No podemos permitir seguir viviendo con el enemigo en casa, como ha sido
durante décadas.

Venezuela necesita una renovación del venezolano y del país. Quizás es fácil decirlo, pero
será muy difícil lograrlo, puesto que para ello se requiere de mucha inversión, trabajo,
tenacidad y sinergia entre el pueblo y su dirigencia. Tampoco se pretende que ese cambio
sea rápido, porque inexorablemente requiere de tiempo lograrlo.   No obstante, tenemos la
ventaja de haber logrado la interpretación correcta del pensamiento de Simón Bolívar,
cuando expresó que: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”.

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Ideas emancipadoras

Simón Bolívar

Bolívar, además de haber libertado a sus propios esclavos, dando el más digno ejemplo,
dictó dos importantes decretos. Primero en Carúpano, al llegar del exilio haitiano, en
cumplimiento de la promesa hecha a Petión por su extraordinaria ayuda, el 2 de junio de
1816 decreta "la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en
los tres siglos pasados", e impone a los nuevos ciudadanos la necesidad de luchar por la
República, por lo que debían alistarse en las filas patrióticas "todo hombre robusto, desde la
edad de catorce hasta los sesenta años".

La preocupación por cohesionar a los venezolanos, sin distingos de ninguna naturaleza será
una constante en la actitud de Bolívar. En tal sentido, su discurso en el Congreso de
Angostura es determinante: "... Yo imploro la confirmación de la libertad absoluta de los
esclavos, como imploraría mi vida, y la vida de la República", decía en esa oportunidad el
15 de febrero de 1819.

En los primeros meses de 1817, los patriotas, encabezados por Manuel Piar, sitiaron la
ciudad de Angostura derrotando a Miguel de la Torre en la batalla de San Félix. Con este
triunfo liberaron gran parte del territorio de Guayana. Finalmente, Angostura quedó en
manos de los patriotas el 17 de junio de 1817 y desde ese momento, Guayana se convirtió
en capital de la República.

A partir de 1819, Bolívar cambia su estrategia militar y decide atacar a los realistas por la
retaguardia, dirigiéndose a los llanos de Arauca y penetrando en la Nueva Granada por los
Llanos de Casanare. De allí avanzó por el paso de Los Andes a través del páramo de Pisba
para sorprender al enemigo en el Puerto de Gámez a y más tarde en Pantano de Vargas.

Después de tantos sacrificios, el ejército patriota derrotó al realista en Boyacá con una
aplastante victoria que marcó la liberación de la Nueva Granada y el Libertador entró
triunfante en Bogotá.

En 1820, Simón Bolívar y Pablo Morillo firman el tratado de Armisticio y Regularización


de la Guerra en la ciudad de Santa Ana de Trujillo. Esa tregua se rompió en abril de 1821.
Las tropas realistas, al mando de La Torre, se ubicaron en los Valles de Aragua mientras
que los patriotas, al mando del Libertador, se concentraron en Caracas.

La batalla se decidió a favor del ejército patriota, gracias a la dirección del Libertador y la
actuación de la caballería de Páez de la legión Británica. La batalla de Carabobo selló
militarmente la Independencia de Venezuela el 24 de junio de 1821.
Luego Bolívar, acompañado por Antonio José de Sucre, se dirigió hacia el sur de Colombia
y el 7 de abril de 1822 derrotó a los realistas en Bombona, mientras Sucre lograba la
victoria en Pichincha el 24 de mayo. Más tarde, el 6 de agosto de 1824, Bolívar logra su
última hazaña militar en la batalla de Junín. Finalmente, Sucre derrota definitivamente a los
españoles en Ayacucho el 9 de diciembre de 1824.

Simón Rodríguez

En Concepción (Chile), el eclesiástico Reinaldo Muñoz Olave en una obra que escribiera en
el año 1822, sobre el Instituto de Literatura de Concepción, donde trabajó algún tiempo
Don Simón, proyecta una imagen racionalista y anarquista de Rodríguez. "…leyó algunos
autores anarquistas, y tomó de ellos algunas ideas avanzadas en materias políticas". Y luego
continúa refiriéndose a: "La aversión que en los sectores eclesiásticos despierta Simón
Rodríguez por su pensamiento e ideologías racionalistas".

      El filósofo chileno José Victorino Lastarria escribe: "Rodríguez, como los reformadores
europeos, tomaba como palanca de su reforma social la educación".  Lastarria propone que
el rechazo a las reformas educativas promovidas por Simón Rodríguez se debía, entre otras
cosas, a la idea de unir conocimiento teórico y práctico, el cerebro y la mano. El educando,
agrega Lastarria, tenía que participar en "fabricación de ladrillos, de adobes, de velas, y
otras obras de economía doméstica". Como a  sus clases asistían clases altas, medias y
bajas, entonces los padres de los niños de las clases altas resentían que la educación
incluyera trabajos prácticos como ferretería, carpintería o agricultura. Me parece que la
idea  central de Simón Rodríguez al enfatizar la unidad  del cerebro y la mano  es  superar
la división social del trabajo y promover  el amor al trabajo.

       Si quisiéramos encontrar diferencias entre Simón Rodríguez y Paulo Freire, sin duda
que las hay. El iluminismo con el que se inicia la modernidad tiene muy en alto el valor de
la ciencia y de la técnica. Las reformas educativas prohijadas por la revolución francesa
ponían el énfasis en las ciencias y en los oficios como se dice la Enciclopedia. Era así
porque la modernidad es laica y estaba en el esfuerzo de salir de la luz de la fe a la luz de la
razón. Y esto mismo lo vemos en Simón Rodríguez. El énfasis en el trabajo manual
conducía al aprendizaje de un oficio como la carpintería o la agricultura. Rodríguez 
aprovechó su larga estadía en Europa para aprender ciencias como la física o la química.
También gustó del oficio de la imprenta. El afán de utilidad social era parte de la propuesta
iluminista de la educación. Junto al aprecio por la ciencia va unida la secularización del
pensamiento y el aprecio de valores humanísticos más que religiosos. Y aquí obviamente
hay una diferencia grande entre Don Simón y Paulo Freire. El educador brasileño confesó
que no había tenido necesidad de salirse del cristianismo para ser socialista o
revolucionario.  En cambio, Simón Rodríguez era agnóstico. Fue otro aspecto en el que
chocó con la aristocracia y la burguesía andina de Chuquisaca. En los tiempos en que
Simón Rodríguez vivió la ciencia era nueva y hasta revolucionaria y él participó de esa
euforia.

En la época de Freire, como diría Habermas, la ciencia y la técnica forman parte del
sistema, e incluso de la infraestructura social de la producción tanto en el capitalismo como
en el socialismo real. Hoy, agrega Habermas, la ciencia muestra explícitamente  el a priori
tecnológico que, sin embargo, estaba claro desde sus orígenes modernos, como lo expresó
con absoluta claridad Francis Bacon cuando afirmó que "el conocimiento es poder".

La ciencia sigue siendo necesaria porque está unida a la industria en que se sustentan las
sociedades capitalistas y socialistas. Pero ya no tiene esa mística que otrora tenía en la
revolución científica moderna. Sobre este aspecto escribe Freire: "Uno de los riesgos que
necesariamente correríamos al superar el nivel del mero conocimiento conjetural, mediante
la metodización rigurosa de la curiosidad, es la tentación de sobrevaluar la ciencia y
menospreciar el sentido común. Es la tentación que se concretó en el cientificismo que, al
postular como absolutos la fuerza y el papel de la ciencia, terminó por convertirla en casi
magia". 4 Para Simón Rodríguez la educación fundada en las luces de la razón incluía
abiertamente la razón científica moderna. Hoy, sin despreciar la ciencia somos críticos con
la ciencia misma, y esta sería la posición de Freire. Simón Rodríguez, En Europa, estudió
las nuevas  ciencias como la física y la química.  "Lo más impactante es la integración, de
las artes y los oficios; ahora ya no se trata de las "artes liberales", de la gramática y de la
filosofía, sino precisamente de las artes y los oficios que ya habíamos visto, primero
tímidamente y después cada vez más ardidamente, reivindicar su lugar y su dignidad en la
formación y en la actividad del hombre. El mismo título de la Enciclopedia es ya un
programa revolucionario". En lugar de artes liberales se implanta la ciencia experimental y
las artes mecánicas. Y como hemos visto, Rodríguez le dio importancia al aprendizaje de
oficios. Durante el periodo de la revolución francesa  se introdujo una  reforma educativa
tendente a la promoción de la ciencia y la técnica. El afán de utilidad social era parte de la
propuesta iluminista de la educación.

      La realidad social de los países latinoamericanos en que vivieron fue siempre el
referente omnipresente de su pensamiento y su praxis. Para ambos pensadores la educación
se inserta en los procesos de liberación latinoamericana. Para Freire la liberación es
también búsqueda de utopía. Escribe Ángel Rama "La vigencia del pensamiento de Simón
Rodríguez, que hoy resplandece intacto como si acabara de formularse para las sociedades
del presente, se debe tanto a su constitutivo fundamento democrático, elaborado en el crisol
optimista del iluminismo y de la revolución emancipadora, como al fracaso de los estados
nacidos de la Independencia para llevar a cabo las doctrinas de redención social que
animaron al movimiento liberador".  Simón Rodríguez llega en el momento de desaliento
que siguió a la guerra de independencia y que llevó a Bolívar a exclamar "He arado en el
mar". Percibió los errores que se habían infiltrado en la práctica política y gubernamental
latinoamericana. Las prácticas coloniales continúan después de la Independencia.
Rodríguez  piensa en las condiciones de un desarrollo propio, inventivo y no imitativo. No
es el egoísmo individual el que debe triunfar, ni el afán de riquezas. La felicidad la
encontramos  acordando mi pensar con el pensar común. El interés general es lo que debe
primar. La nueva sociedad debía fundarse en un nuevo orden social, superando las
jerarquías sociales heredadas de la época colonial. La nueva base social debía ser
democrática.

      En breve, el iluminismo de Simón Rodríguez se caracteriza por la confianza en la razón


como potencia humana que nos faculta en el arte de pensar; creencia  radical en la libertad
humana no sólo para pensar sino para dirigir la acción individual y social; fe en el poder
transformador de la educación hacia una sociedad libre y justa. El socialismo de Simón
Rodríguez se caracteriza por sostener que la base de la sociedad es la industria; la
importancia de infundir  amor al trabajo; la idea de una nueva organización del trabajo; la
necesidad de cierta regulación del mercado; la necesidad de cierta planificación económica;
la urgencia de una mejor distribución de la riqueza; y la transición de un orden
individualista a uno socialista mediante una minoría ilustrada.

       Acorde con su iluminismo y su socialismo es su teoría educativa: la unidad de la mano


y  el cerebro, es decir, la unidad del trabajo manual y la educación teórica desde la escuela
elemental. La idea de educar la razón para que la sociedad se funde en la sensatez y la
razonabilidad. Finalmente, la idea de que la educación es política en cuanto su deber  es
formar  ciudadanos activos, partícipes de la vida ciudadana y política.    En definitiva,
Simón Rodríguez y Paulo Freire, partiendo de circunstancias muy diferentes y utilizando
lenguajes muy distintos, sin embargo, convergen en tesis significativas. Nuestra América es
la preocupación principal de uno y otro. La educación que surge desde  condiciones de
opresión y en la búsqueda de su posible liberación es una teoría y una práctica que implicó
a  ambos a lo largo de  sus vidas comprometidas. Problematizar la realidad para salir  de la
conciencia ingenua es la estrategia pedagógica que en ambos casos puede percibirse. Usar
la razón críticamente es un arma de lucha en la praxis educativa y socio-política. La
educación en ambos pensadores está inspirada en valores e ideales éticos exigentes que
comprometieron sus vidas totalmente. La esperanza de poder superar, con ayuda de la
educación, todo lo indeseable de nuestras sociedades latinoamericanas es el gran mensaje
que ambos dejaron a las generaciones presentes y futuras.      

Ezequiel Zamora

Líder de destacada participación en la Guerra Federal o Guerra Larga (1859-1863) como


defensor de la idea de la Federación. Su vida se caracterizó por estar teñida del espíritu
romántico de los personajes liberales de su tiempo. Sus padres fueron Alejandro Zamora y
Paula Correa, modestos propietarios pertenecientes al estrato de los "blancos de orilla".
Durante los primeros años de su niñez recibe la rudimentaria instrucción que podía
brindarle una zona rural todavía convulsionada por las luchas independentistas.
Posteriormente, se traslada a Caracas donde prosigue estudios primarios en la escuela
lancasteriana, siendo la única educación formal que conoce. Sin embargo, gracias a la
influencia de su cuñado Juan Caspers, adquiere información sobre la situación política y los
movimientos revolucionarios de Europa, los cuales llaman poderosamente su atención. En
este tiempo, completa su formación gracias a la relación de amistad que establece con el
abogado José Manuel García, quien le explica Filosofía Moderna y fundamentos de
Derecho Romano, hablándole también de los "principios de la igualdad" y de la necesidad
de su implementación en Venezuela.

En 1846, como miembro del Partido Liberal, se presenta a las elecciones de ese año, como
candidato a "elector" para el cantón de Villa de Cura, pero su nominación fue objetada por
los conservadores, mediante procedimientos que él y sus partidarios consideraron como
compulsivos e ilegales. Este fue el reflejo de la tensa situación entre Liberales y
Conservadores a escala nacional, cuyo cruento desenlace pretende evitarse por medio de
una entrevista entre José Antonio Páez y Antonio Leocadio Guzmán. No obstante, la
reunión de los dos líderes es frustrada por alzamientos espontáneos de campesinos en la
región central. Zamora llama inmediatamente a "hacer la guerra a los godos" en beneficio
de los pobres, mientras Páez es nombrado Jefe del Ejército. En definitiva, Zamora se
levanta en armas el 7 de septiembre de 1846, en la localidad de Guambra; "tierra y hombres
libres", "respeto al campesino", "desaparición de los godos", son las consignas esenciales
de quien la gente comenzó a llamar "General del Pueblo Soberano". Tras librar las acciones
victoriosas de Los Bagres y Los Leones, es derrotado y capturado el 26 de marzo de 1847.
Es condenado a muerte por los tribunales de Villa de Cura el 27 de julio del mismo año,
pero José Tadeo Monagas le conmuta la pena.

El 23 de febrero de 1859, en el marco de la Guerra Federal desembarca—procedente de


Curazao—en La Vela de Coro. Se denomina Jefe de Operaciones de Occidente, haciendo
que Coro se constituya en estado federal (25.2.1859.) y organizando un gobierno
provisional de Venezuela (26.2.1859.). El 23 de marzo triunfa en el encuentro de El Palito,
a partir del cual planifica sus movimientos hacia los llanos occidentales. Toma San Felipe
el 28 de marzo y reorganiza la provincia como entidad federal con el nombre de estado
Yaracuy. El 10 de diciembre de 1859, se desarrolla la batalla de Santa Inés, en la cual
derrota al ejército centralista; siendo considerada esta acción como fundamental en el
proceso de la Guerra Federal y testimonio de las excepcionales cualidades de Zamora como
conductor de tropas. Después de Santa Inés, Zamora se dirige hacia el centro del país a
través de Barinas y Portuguesa, pero antes de aproximarse a Caracas, resuelve asaltar la
ciudad de San Carlos; durante las acciones preliminares para la toma de la plaza, recibe un
balazo en la cabeza que le causó la muerte. Su inesperado deceso cambió el rumbo positivo
que llevaba la guerra para los federalistas y produjo la pérdida, del que para muchos fue el
más importante líder popular del siglo XIX venezolano.

Francisco de Miranda

Los latinoamericanos estamos viviendo hoy una situación neocolonial, debemos romper
con ese nuevo tipo de dominio y luchar en función de lograr la integración para que todas
estas naciones unidas tengan una sola voz ante las potencias y se hagan escuchar
eficazmente. Por ello hoy más que nunca el mensaje emancipador de Francisco de Miranda
está vigente para motivarnos a consolidar de una vez por toda la libertad de estos pueblos
oprimidos, no sólo los de este continente, sino los del resto del mundo.

Un Defensor de la Libertad

Francisco de Miranda se planteó desde un primer momento una emancipación total más no
parcial de toda Suramérica del yugo español. Pensó que liberada esta región, toda
Suramérica se regiría por un solo gobierno, una sola constitución. Porque creía que de esa
manera, unida, tendría peso preponderante en el mundo en el campo político, económico y
cultural.

El precursor de la independencia venezolana cuando pensaba en la libertad no entendía la


libertad de un solo país sino de todos los pueblos del mundo, de todos los hombres y
mujeres del mundo. Por ello lo considera un hombre con una amplia visión del mundo, con
una enorme preocupación por la defensa de lo que lo que hoy se conoce como los Derechos
Humanos. Una clara y adelantada visión para un hombre de finales del siglo 18 y principios
del 19 y una dimensión muy poco conocida de Miranda.

Los grandes aportes de Francisco de Miranda es el de fundamentar el derecho de los


pueblos a la rebelión, además es uno de los primeros en advertir el concepto de la identidad
cultural de este territorio, al comprender los nexos que unían esta región suramericana
centradas en las costumbres y las expresiones idiomáticas que a la larga servirían como
vehículo para romper con la colonización.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos89/ideas-emancipadoras/ideas-


emancipadoras.shtml#ixzz58RiD2knI

EAS EMANCIPADORAS.
La República Bolivariana de Venezuela desde 1999responde a los interese y
necesidades de una sociedad con nuevos ideales, en tal sentido, se hace necesario
diseñar un modelo educativo, que funcione como un proceso colectivo e integrador,
es decir, como una gran escuela formadora de ciudadanos y ciudadanas.
Vale la pena destacar, que el Currículo Básico Nacional, está fundamentado en las
ideas emancipadoras de Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Francisco de Miranda,
Ezequiel Zamora, José Martí, Paulo Freire, Luis Beltrán Prieto Figueroa, y Belén
Sanjuán.
El pensamiento robinsoniano se deriva, que la escuela debe formar para la vida a
través del aprendizaje para el trabajo, el quehacer creador y el pensamiento
liberador de conciencias, como herramientas que le permitan al ciudadano y
ciudadana la participación activa en la vida pública y política del país.
Igualmente Simón Bolívar, constituye la mejor evidencia del éxito de la educación
robinsoniano, con una visión sistemática de la realidad para impulsar su
transformación social. Se puede apreciar en los diversos escritos y documentos del
libertador, que en sus reflexiones y análisis entre Venezuela y la Gran Colombia
existía una estrecha y determinante relación entre educación y ciudadanía.
En el Discurso de Angostura (1819), cuando Bolívar habla de Moral y Luces, está
colocando importancia suprema en el impacto y los efectos transformadores de la
educación popular.
Por su parte, Miranda visualiza una educación constructiva, formadora de
republicanos y republicanas para representar la fortaleza que tienen los individuos y
los pueblos.
Por otro lado, Zamora, gran líder social y militar, le otorgaba una profunda
importancia al cultivo de nuestras raíces históricas para impulsar las luchas sociales
de transformación y refundación de la república.
Con respecto, a Luis Beltrán Prieto Figueroa, consideraba la educación como un
fenómeno colectivo, regido por normas establecidas por un grupo social, expresado
como la totalidad.
En este mismo orden de ideas, la educadora venezolana Belén Sanjuán, afirmaba
que la educación debe ser integral, preparar para la vida, en la medida en que se
concibe como un método pedagógico, que permita el desarrollo de la personalidad
de los y las estudiantes.
En lo que respecta a José Martí, quien abordaba a la educación como un acto
pedagógico permanente que permita el desarrollo integral del nuevo republicano y
la nueva republicana.
Igualmente Paulo Freire, concibe la educación como un medio que sirva para que
los y las estudiantes y los maestros y maestras, puedan comprender críticamente su
mundo y actuar para transformarlo.
Karla Salazar CI: 19.027.772.

17 de febrero de 2009, 11:36

Neudis Gómez dijo...

Ideas Emancipadoras Latinoamericanas


Simón Rodríguez fue maestro del Libertador Bolívar, le enseño el valor de la
libertad, la importancia de la justicia y el significado de la autodeterminación. A ese
niño le inculcó el amor por Venezuela y la necesidad de rebelarse contra la
opresión, además fue forjador de su ideario emancipador, humanista, rebelde, con
una extraordinaria profundidad filosófica. En la nueva nación de Bolivia, Simón
Rodríguez, por mandato del Libertador, se dedicó de lleno a la creación de las
estructuras de la educación, con el cargo de Director General de Instrucción Pública
y Beneficencia. Todos los conocimientos que adquirió en Francia, Italia, Estados
Unidos y Austria, sus ideales de forjar una juventud realmente libre y responsable,
los puso de inmediato en práctica. En la ciudad de Sucre, Departamento de
Chuquisaca, fundó una escuela normal, para la formación de maestros. Un instituto
similar organizó después en Cochabamba, los programas de estudios comprendían
los más avanzados conceptos pedagógicos. Simón Rodríguez, que había estudiado a
fondo a los grandes pensadores masones: Rousseau, Diderot, Voltaire, D' Alembert,
Montesquieu y otros, soñaba con una juventud democrática, liberada de prejuicios y
supersticiones; con un cabal concepto del significado del trabajo, de la igualdad y la
justicia.

Por otra parte Simón Bolívar se mostraba incomodo en un país que era dominado
por la monarquía española, veía con claridad que los venezolanos tenían libertad
social y económica, pero no la libertad política. En el país este era el momento
propicio para realizar los cambios de debían hacerse, así comienzan en Venezuela
una serie de movimientos independentistas en busca de la libertad de nuestra patria.
Bolívar prestó gran atención a la educación, ya que afirmaba que por esta vía se
conquistaría la libertad, este confirió al estado la primera obligación en materia
educativa y promovió la enseñanza gratuita y obligatoria. Además creía importante
que también las niñas recibieran educación, ya que la educación pública quedaría
imperfecta no mejorando la de las niñas. Así mismo creyó importante que las
madres recibieran educación, porque en sus manos estaba el cuidado de los más
pequeños. Además reformo los estatutos de la Universidad de Caracas para que
todas las personas tuvieran acceso a la educación superior, obviando así la
discriminación social de la época.

En el mismo orden de ideas Ezequiel Zamora, militar y político Venezolano, fue


uno de los principales protagonistas de la Guerra Federal (1859-1863), líder radical
que propugnaba una extensa reforma agraria a favor de los campesinos, porque él
creía que todos eran dueños de las tierras que trabajaban por derecho natural,
pensaba que era injusto que algunos tuvieran mucho (como la oligarquía) y otros
muy poco (como los campesinos). Zamora lucho incansablemente por hacerles la
guerra a los terratenientes y defender a los campesinos, ganándose la devoción
popular y el nombre de “General del pueblo soberano”. El lema que utilizaba en su
lucha era "hacer la guerra a los godos" en beneficio de los pobres, así se levanta en
armas el 7 de septiembre de 1846, en la localidad de Guambra; proclamando "tierra
y hombres libres", "respeto al campesino", "desaparición de los godos".

Francisco de Miranda general venezolano, considerado como precursor de la


emancipación americana del Imperio Español; conocido como «El Primer
Venezolano Universal», fue el creador de la idea de Colombia como nación.
Participó en conflictos armados al servicio de diversos países, entre los que destacan
tres guerras a favor de la democracia: la Independencia de los Estados Unidos, la
Revolución Francesa, acontecimiento del que fue protagonista destacado, por lo que
le fue otorgado el título de “Héroe de la Revolución”, y las “Guerras de
Independencia Hispanoamericana”. Aunque fracasó a la hora de poner en práctica
sus proyectos, su ideal político perduró en el tiempo y sirvió de base para la
fundación de la Gran Colombia y sus ideas independentistas influyeron en
destacados líderes de la Emancipación como Simón Bolívar. Su contribución más
grande está en la lucha para la liberación de las colonias en la América española.

Antonio José de Sucre y Alcalá, conocido como el Gran Mariscal de Ayacucho,


político, estadista y militar venezolano, prócer de la independencia así como
presidente de Bolivia y Perú. General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia y
Comandante del Ejército del Sur. Participo en la independencia de Ecuador y Perú,
junto a Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la batalla de Junín acción que significó el
fin del dominio español en el continente sudamericano. Lucho junto a Simón
Bolívar y Francisco de Miranda por la Independencia de las naciones Americanas,
además escribió un sin número de documentos importantes para las nacientes
repúblicas. Sucre, fijó mundialmente el trato humanitario que desde entonces
empezaron a recibir los vencidos por los vencedores en una guerra, de esta forma se
convirtió en pionero de los derechos humanos.
Neudis Gómez CI. 12.689.102
Principios y Valores Bolivarianos
Los principios son aquellos valores que se recibe en la primera infancia Inculcados
por los padres, maestros, religiosos y por la sociedad. Estos valores no se
cuestionan, pues forman parte de la esencia misma del criterio y de la conciencia
individual. Así, La moral y la ética, son disciplinas normativas que definen el bien y
el mal, y que encaminan al individuo hacia los valores. Sin embargo son diferentes
en lo siguiente: La Ética se afinca en la razón, y depende de la filosofía. La Moral se
apoya en las costumbres, y la conforman un conjunto de elementos normativos que
la sociedad acepta como válidos.

Se considera "Valor" a aquellas cualidades o características, de las acciones o de las


instituciones atribuidas y preferidas, seleccionadas o elegidas de manera libre,
consciente, que sirven al individuo para orientar sus comportamientos y acciones en
la satisfacción de determinadas necesidades.
El término Moral, etimológicamente, proviene de la palabra latina "mores", que
significa costumbres. Ética y moral se manejan con igual significado, sin embargo,
analizados los dos términos, no significan lo mismo, pues mientras que La moral
tiende a ser particular, por la concreción de sus objetos, la ética tiende a ser
universal, por la abstracción de sus principios.
La ética tiene una íntima relación con la moral, tanto que incluso ambos ámbitos se
confunden con bastante frecuencia. La moral es aquel conjunto de valores,
principios, normas de conducta, prohibiciones, entre otras, de un colectivo que
forma un sistema coherente dentro de una determinada época histórica y que sirve
como modelo ideal de buena conducta socialmente aceptada y establecida, sin
embargo, no prescribe ninguna norma o conducta ni manda o sugiere directamente
qué se debe hacer. Su cometido, aunque pertenece al ámbito de la praxis, es
mediato, no inmediato, y consiste en aclarar qué es lo moral, cómo se fundamenta
racionalmente una moral y cómo se ha de aplicar esta posteriormente a los distintos
ámbitos de la vida social.
La moral es el motor de la equidad y la justicia, la verdadera moral, la que no es una
apariencia, es el alma de la paz y la armonía internas, la base fundamental de una
sociedad entonces es la moral; carcome desde siempre a nuestros gobiernos la
corrupción y la ambición desmedida de placeres vanos, si tuviéramos un ápice de
moral nuestro comportamiento en el servicio público sería ético y responsable, lleno
de valores, rico en virtudes. La moral es uno de los polos, una de las metas a la que
debe aspirar todo ciudadano, a la que debe aspirar una república.
Cuando el Libertador Bolívar dice Luces, se refiere al quiebre personal y voluntario
de la oscuridad en que estaba sumida la población, no habla Bolívar de una Luz que
emana de los poderes públicos, ni habla de una Luz venida de un Líder carismático
lleno de ínfulas y de resentimientos, habla de “Luces”, refiriendo a cada uno de los
ciudadanos encendiendo una luz, rompiendo las barreras de la oscuridad propia y
propiciando la claridad social, la transparencia pública. Cuando Bolívar, en su
magistral discurso, dice que cada ciudadano de la incipiente república de Colombia
debe ser luz, está llamando a la participación de todos en la formación, en el
mantenimiento de la Verdad, de la Transparencia, esto hace implícito entonces el
mantenimiento de la Moral, pues la Luz permite ver todo lo que se hace, y la Moral
entonces sería obligada por el Conocimiento, por el Deber consciente de hacer bien,
de hacer por la sociedad. El dicho de Bolívar ya no cobra sentido en la formación de
un Estado Americano, pero si cobra mucho sentido en la formación de una identidad
hispanoamericana, cobra el mayor sentido en la evolución de nosotros como
individuos y como contribuidores al mejoramiento progresivo de nuestras
sociedades. Neudis Gómez CI. 12.689.102

Deberes y Derechos para la Construcción del sentido social


Los Deberes son reglas, leyes y normas que regulan nuestra convivencia en la
sociedad y los Derechos son libertades individuales o sociales garantizados por la
máxima ley, con el fin de brindar protección y seguridad a todos los ciudadanos. En
nuestro país, estos derechos están registrados en la Constitución Nacional. Todos
los miembros de una sociedad niños, jóvenes adultos y ancianos, hombres y
mujeres, tenemos obligaciones para cumplir, al igual que libertades para exigir. En
nuestro hogar, escuela, barrio, urbanización, ciudad, a cada instante de nuestra vida
tenemos oportunidad de ejercitar nuestros deberes y hacer valer nuestros derechos.
Así mismo Los Derechos del niño fueron aprobados por el Congreso Nacional de la
República en el año de 1980. Estos derechos tienen como finalidad que los niños
vivan en condiciones adecuadas, y así tener un buen desarrollo biológico, físico,
mental y social. La Ley Tutelar del Menor, contiene un conjunto de artículos con el
fin de dar protección al menor venezolano. Esta ley considera que todo niño debe
gozar de todos los derechos sin distinción de raza, religión, clase social, color,
nacionalidad, idioma o sexo. Estas dos leyes se hicieron para brindarle protección
todo niño. Todos los niños tienen derecho a vivir en una familia, esta debe ser una
fuente primordial de unión, cariño, comprensión y respeto mutuo entre todos los
miembros del hogar para que así los niños lleguen a ser buenos ciudadanos. Es
importante recordar que deberes y derechos van juntos, los demás también tienen
derechos que debemos respetar. Como venezolanos tenemos una cantidad de
deberes que cumplir para asegurar una convivencia sana en nuestra nación. La
formación ciudadana y el ejercicio de la ciudadanía constituyen la estrategia o el
medio para alcanzar procesos de justicia social, pero a su vez, la garantía de justicia
desde el Estado requiere el reconocimiento de deberes y derechos ciudadanos, con
criterios de equidad social, que hagan posible mejorar las condiciones y calidad de
vida de la población, con oportunidades en términos de acceso y distribución de
recursos.
En este mismo sentido, una ciudadanía (que por definición es una manera de tratar a
la gente como individuos dotados de derechos iguales ante la ley) forjada alrededor
de los derechos construidos históricamente, encuentra un espacio de realización
dentro de la democracia participativa, pues establece una nueva forma de
organización de la sociedad y de relación de los sujetos entre sí y frente al Estado.
Fundamentalmente se reconoce la pluralidad humana, permitiendo que quienes
estaban excluidos del poder por razón de su etnia, género, generación, etc., puedan
participar haciendo uso de su derecho y de su deber ciudadano. Así, la democracia
participativa se constituye en un sistema que privilegia los derechos individuales,
bajo la concepción de un sujeto político caracterizado primero, por una
participación activa en los asuntos públicos, lo que entraña el desarrollo de su
autonomía y de la propia comunidad en la que participa, pues sus intereses
individuales coinciden con los de su comunidad; en segundo lugar esta participación
entraña un valor educativo de carácter reflexivo, pues potencia en el individuo otras
condiciones como la solidaridad, la deliberación, la conciliación y
fundamentalmente el sentido de justicia —evidenciado en el respeto por el otro—, y
por último, el sentido de pertenencia al grupo social a través de la interacción social.
Neudis Gómez CI 12.689.102

21 de febrero de 2009, 8:24

PRINCIPIOS Y VALORES BOLIVARIANOS.


Hoy más que nunca se palpa el ideal bolivariano, el cual es sencillamente nuestro
ideal de defender aquello que nos pertenece por el solo hecho de ser venezolanos.
Principios y valores, son el motor necesario para dale cabida al proceso
revolucionario de cambios. Con el fin de tener la oportunidad de lograr una
Venezuela libre y sin devastadores de pueblos, de sentirla y padecerla. Es por ello,
lo relevante de tener:
Compromiso de Lucha: es aquel que debemos tener siempre y en todo momento
para no permitir que el proceso de transformación que está viviendo nuestro país se
quebrante o se disuelva.

Honestidad: significa ser honesto contigo mismo en todo momento y con los demás
diciendo, escuchando respetando la verdad y nunca pretender exigir lo que nunca
das.

Tolerancia: implica la comprensión y aceptación de las diversidades de pensamiento


debido a que todo vivimos en la misma patria.

Sentimiento Histórico de la Memoria Colectiva: es la apreciación del momento de


transformación que estamos atravesando, lo que nos hace pensar que en nuestra
patria se está efectuando la república de don Simón Rodríguez.

Karla Salazar CI. 19.027.772

7 de marzo de 2009, 8:02


Karla dijo...

EL TERCER MOTOR “MORAL Y LUCES”.

Vivimos momentos de revolución por segunda vez en nuestra historia, esta es un


continuo de aquella inconclusa con la muerte de los simones (Simón Bolívar- Simón
Rodríguez).

No es circunstancial que sea “Moral y Luces” el tercer motor que propone el


presidente de la República, para avanzar a la nueva etapa de la revolución. El
criterio es profundamente histórico y patriótico pues permite avanzar con esa moral
y luces en los pasos firmes para “Continuar haciendo la sociedad sin esperanza de
acabarla por la necesidad de hacer constantemente el mismo trabajo con los niños y
niñas que nacen.
El motor “Moral y Luces” parte del contexto, educación en todos los espacios, para
formar valores que engendren independencia, igualdad, soberanía y felicidad de los
pueblos.

Tomado de: La Simbiosis de los Simones.


Autor: Armando Daniel Rojas.

Karla Salazar CI. 19.027.772.

7 de marzo de 2009, 8:04

Karla dijo...

PENSAMIENTO EDUCATIVO DE:


Simón Bolívar:
Se educaría con el objeto de construir la de patria americana y no para mantener la
idea de España como patria.
Proponía una educación revolucionaria: que incluía la formación para el trabajo.
La educación popular; en formar escuelas donde las niñas pudieran formarse al
igual que los varones.
Simón Rodríguez:
Educación para formar auténticos ciudadanos; basados en los valores y la
convivencia.
La educación que enseñe a aprender, hacer que los alumnos tengan la capacidad y la
habilidad de buscar, comprender y analizar la información y la puedan devolver en
forma personal y coherente.
La educación que enseñe a trabajar y a valorar el trabajo.
Karla Salazar
CI. 19.027.772
7 de marzo de 2009, 8:06

Karla dijo...

DEBERES Y DERECHOS PARA LA CONSTRUCCION DEL SENTIDO


SOCIAL.

Nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, suprema rectora


del ordenamiento jurídico, cuyo esquema resulta de un alto contenido social,
apegada a las nuevas tendencias protectoras, sociales, civiles y políticas, a la vez
que salvaguarda y enaltece los derechos , establece deberes de responsabilidad
social para todos los venezolanos y venezolanas , con lo cual contribuyan no sólo
con la defensa de la soberanía y la integridad nacional, el gasto público o la defensa
y preservación del desarrollo país, sino también con el cumplimiento de los deberes
sociales de participación civil y política, particulares dentro de sus capacidades , de
ser solidarios y responsables con el estado

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