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San Venancio, después de haber sufrido los tormentos más espantosos, fue
arrojado a un estercolero. Curado milagrosamente por un ángel, se presentó
nuevamente ante el juez que lo había condenado. Mientras el santo hablaba,
cayó el juez boca arriba y expiró exclamando: “El Dios de Venancio es el solo
Dios verdadero, destruid vuestros ídolos”. Los leones a los que fuera arrojado
como alimento, enseguida posternáronse a sus pies, mientras el santo
predicaba la fe a los espectadores. En fin, después de haber sido arrastrado por
entre zarzales y precipitado desde lo alto de una roca sin que sufriese mal
alguno, fue decapitado a la edad de 17 años.
COLECTA
Deus, qui hunc diem beáti Venántii Oh Dios!, que has consagrado este día
Mártyris tui triúmpho consecrásti: con el triunfo de tu santo mártir
exáudi preces pópuli tui, et præsta; ut, Venancio; oye las súplicas de tu
qui ejus mérita venerámur, fídei pueblo, y haz que, venerando sus
constántiam imitémur. Per Dominum méritos, imitemos la constancia de su
Jesum Christum, Filium Tuum, qui fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Tecum vivit et regnat in unitate Hijo, que contigo vive y reina en la
Spiritus Sancti, Deus, per omnia unidad del Espíritu Santo y es Dios
saecula saeculorum. Amen. por los siglos de los siglos. Amén.
EPÍSTOLA Sabiduría 5, 1-5
Léctio libri Sapiéntiæ. Lectura del libro de la Sabiduría.
Stabunt justi in magna constántia Estarán entonces los justos en pie con
advérsus eos, qui se angustiavérunt, gran confianza en presencia de los que
et qui abstulérunt labóres eórum. les afligieron y despreciaron sus
Vidéntes turbabúntur timóre trabajos. Al verles, quedarán
horríbili, et mirabúntur in estremecidos de terrible espanto,
subitatióne, insperátæ salútis, estupefactos por lo inesperado de su
dicéntes intra se, pœniténtiam salvación. Se dirán mudando de
agéntes, et præ angústia spíritus parecer, gimiendo en la angustia de su
geméntes: Hi sunt, quos habúimus espíritu: «Estos son aquellos a quienes
aliquándo in derísum, et in hicimos entonces objeto de nuestras
similitúdinem impropérii. Nos burlas, a quienes dirigíamos,
insensáti vitam illórum insensatos, nuestros insultos. Locura
æstimabámus insániam, et finem nos pareció su vida y su muerte, una
illórum sine honóre: ecce quómodo ignominia. Han sido contado entre los
computáti sunt inter fílios Dei, et hijos de Dios y tienen su herencia entre
inter sanctos sors illórum est. los santos.
SECRETA
Hanc oblatiónem, omnípotens Deus, Hágante acepta, ¡oh Dios
beáti Venántii mérita tibi reddant todopoderoso!, esta ofrenda los méritos
accéptum: ut, ipsíus subsídiis adjúti, de tu santo Venancio, para que,
glóriæ ejus consórtes efficiámur. Per ayudados con su protección, nos
Dominum Jesum Christum, Filium hagamos participes de su gloria. Por
Tuum, qui Tecum vivit et regnat in nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
unitate Spiritus Sancti, Deus, contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios
PREFACIO PASCUAL
Vere dignum et justum est, aequum Verdaderamente es digno y justo,
et salutare: Te quidem, Domine, debido y saludable, que en todo tiempo,
omni tempore, sed in in hoc Señor, te alabemos; pero principalmente
potissimum gloriosius praedicare, con mayor magnificencia en éste
cum Pascha nostrum immolatus es tiempo, en que Jesucristo inmolado es,
Christus. Ipse enim verus es Agnus, nuestra Pascua. Porque Él es el
qui abstulit peccata mundi. Qui verdadero Cordero que quita los pecados
mortem nostram moriendo del mundo. El cual muriendo, destruyó
destruxit, et vitam resurgendo nuestra muer te, y resucitando, reparó
reparavit. Et ideo cum Angelis et nuestra vida. Por esto, con los Ángeles y
Archangelis, cum Thronis et Arcángeles, con los Tronos y
Dominationibus, cumque omni Dominaciones, y con toda la milicia del
militia caelestis exercitus, hymnum ejército celestial, can tamos un himno a
gloriae tuae canimus, sine fine tu gloria, diciendo sin cesar:
dicentes:
POSCOMUNIÓN
Súmpsimus, Dómine, ætérnæ vitæ Recibidos, Señor, los sacramentos de
sacraménta te humíliter deprecántes: la vida eterna, te pedimos
ut, beáto Venántio Mártyre tuo pro humildemente que, por la intercesión
nobis deprecánte, véniam nobis de tu santo mártir Venancio, nos
concílient, et grátiam. Per Dominum alcancen el perdón y la gracia. Por
Jesum Christum, Filium Tuum, qui nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
Tecum vivit et regnat in unitate contigo vive y reina en la unidad del
Spiritus Sancti, Deus, per omnia Espíritu Santo y es Dios por los siglos
saecula saeculorum. Amen. de los siglos. Amén.