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COVID-19: Consideraciones preventivas

para la práctica odontológica clínica


Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie

Br. Marycarmen Jacqueline Romero Cupul


El grupo intrahospitalario es le primero en estar en riesgo de contagio, después de ellos nos
encontramos nosotros los odontólogos. Es por ello que es necesario adicionar medidas
preventivas extras, adecuadas y enfocadas exclusivamente al COVID-19.

Las preguntas más frecuentes del gremio odontológico son ¿a quién si puedo atender?, ¿a
quién no?, ¿qué medidas usar?, ¿cómo atender? Es importante controlar las infecciones para
que nuestro consultorio no se vuelva un foco de contagio, para que los pacientes estén
seguros, así como nosotros y nuestras familias. Tenemos la obligación de sumarnos a la
protección de la salud hoy para contener la pandemia.

Antes que nada, es de vital importancia


conocer las vías de transmisión
existentes, teniendo en cuenta que el
virus tiene un periodo de virulencia de
horas a días, dependiendo de la
superficie en la que se encuentre. La
transmisión directa es la más eficiente.
El paciente esparce el virus a través de
la saliva o secreciones respiratorias
infectando las superficies y al clínico;
este a su vez infecta a otros individuos. La transmisión por contacto es cuando el virus que se
encuentra en las superficies encuentra una vía de ingreso al huésped y este infecta a otros.
Por último, tenemos la transmisión por aerosoles, siendo la que más afecta a los dentistas ya
que se produce al momento de la intervención odontológica ya que el CODIV-19 permanece
suspendido en el ambiente. Es por ello que los cirujanos dentistas tienen un riesgo elevado de
contagio. Otra de las razones es que el clínico necesita estar cerca del paciente para poder
realizar su trabajo, impidiendo guardar la distancia establecida dejándolo más expuesto.
MODIFICACIONES PARTICULARES EN LA PRÁCTICA ODONTOLÓGICA

Todos los seres humanos somos susceptibles a padecer COVID-19; niños, jóvenes, adultos y
adultos mayores. No existe un grupo en particular que esté exento de ser infectado, es verdad
que algunos son más vulnerables que otros por presentar enfermedades sistémicas. Cualquier
persona que es portadora del virus es una entidad infecciosa que puede transmitirlo, posea o
no la sintomatología correspondiente. Esto hace el coronavirus una enfermedad grave ya que
las personas, aunque no sienten estar enfermas, lo están y lo transmiten “sin querer”. Por tal
motivo, fue indispensable emplear el uso de cubrebocas en la sociedad, incrementando los
modales y el comportamiento civilizado.

DIRECTRICES DURANTE LA PANDEMIA

En este momento es muy importante seguir las instrucciones para lograr el objetivo, detener la
transmisión de los contagios. Se debe limitar la práctica odontológica haciéndola únicamente
en casos de urgencias no postergables, por ejemplo, casos con dolores agudos incontrolables
mediante la ingesta de analgésicos e infecciones de origen odontogénico con riesgo de
diseminación que ponga en riesgo la vida del paciente. Se debe dar consultas por vía remota
mientras sea posible; en la clínica solo debe estar el personal que sea indispensable para la
atención; todos los pacientes deben acudir solos; todos deben portar cubrebocas y permanecer
a dos metros de distancia uno del otro; eliminar los objetos innecesarios de la clínica (revistas,
tarjeteros, periódicos, etcétera) ya que cualquier objeto adicional es potencialmente
contaminable con la capacidad de transmitir el virus.

MEDIDAS GENERALES Y
ESPECÍFICAS DE
PREVENCIÓN PARA
DISEMINAR LOS
CONTAGIOS

Estas medidas seguramente


van a estar permanentes
hasta que se cree una cura
efectiva en contra de la
enfermedad. Se debe

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reforzar el lavado de manos, desinfección del inmobiliario, a todo el personal se le debe
realizar un refuerzo de infección; tenemos que considerar a todos los pacientes como
principales portadores; es indispensable mantenernos actualizados en información. Esta
enfermedad es nueva por lo que es de suma importancia estar informados todo el tiempo.

Específicamente se debe realizar la limpieza de superficies con hipoclorito de sodio al 1% o


productos a base de alcohol >70% entre cada paciente; utilizar barreras plásticas en
superficies y desecharlas entre cada paciente; trabajar a 4 o 6 manos, para evitar la
diseminación de virus; previo a la consulta, a todos los pacientes se les debe realizar un
enjuague con peróxido de hidrógeno al 1.5% durante 1 minuto. Para evitar el alojamiento del
virus en los aerosoles bucales. A finales de febrero salió a relucir que el virus no es sensible a
la clorhexidina. Y emplear el dique de hule, ya que de igual manera disminuye los aerosoles,
succión de alto volumen, las piezas de mano deben tener el sistema antiretorno y evitar el uso
de la jeringa triple.

POSIBLES PANORAMAS POSTPANDEMIA

La constante cuestión es si la pandemia va a pasar o no va a pasar. Es importante mentalizar


que sí, va a pasar, pero el virus no se va. Las evidencias actuales decretan que este virus será
de carácter estacional. Teniendo el riesgo de una reinfección a menos de que exista una
vacuna contra ella. Tenemos que aprender a vivir con el virus, instruyéndonos para cuidarnos y
cuidar a otros. En la historia de los rebrotes, está estipulado que al aparecer una reinfección la
oleada es mucho mayor que la primera. ¿Cómo vivimos con una segunda oleada? La clave
esta en aprender a vivir con el virus en nuestra sociedad, aprender a protegernos.

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