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Adriana Nahijhian

LA MUJER PODEROSA Indice


Prólogo
La actualidad
El empoderamiento femenino
El Poder de la Actitud
El tiempo Improductivo
Estableciendo límites
Ser el puente
Claves para iniciar un cambio individual
Hábitos
▪ Estado de ánimo
▪ Alimentación
▪ Respiración
▪ El uso de la palabra
▪ Meditación
▪ Objetivos / Metas
▪ Pasión / Motivación
A las mujeres de mi vida
Prólogo
En las últimas décadas ha surgido un movimiento femenino
dedicado a sanar la postergación de las mujeres a nivel histórico. En
éste proceso, tanto damas como caballeros nos sentimos animados
a replantearnos diversos modus operandi que hoy reconocemos
injustos o, como mínimo, poco equitativos. Repasemos brevemente
cuáles fueron los añejos pilares que ayudaron a sostener la
condición de minusvalía del colectivo femenino durante milenios.

Según fuentes prehistóricas, la mujer cumplía el rol de cuidadora; se


desempeñaba como recolectora y, además, representaba el
complemento perfecto del hombre: ninguno ejercía poder sobre el
otro. Luego, en la Edad Antigua, aparece la fgura del pater familia
en Grecia y Roma, dejándonos a nosotras en total desamparo, ya
que ni siquiera éramos reconocidas legalmente. En la Edad Media,
con el advenimiento del cristianismo, se identifca a las mujeres con
dos fguras bien elocuentes: Eva, que no fue creada como una
criatura única sino a partir de la costilla de un hombre y que, con su
intervención parlanchina, logra que los destierren a ambos del
paraíso; y María, la virgen que no despliega su faceta sexual: ella
más bien solo puede ser buena madre y esposa abnegada.

Según transcurrieron los años, el accionar femenino se determinó


por la posición social. Si una mujer pertenecía a la nobleza, su
familia la prometía junto con su dote a algún señor poderoso y, aún
si tuviera mal aliento o fuera homosexual, se alzaba de igual manera
con el trofeo. Si ella era campesina, además de parir
interminablemente debía ocuparse de todo lo relacionado a la casa,
los hijos, el huerto, el ganado y el aseo. Si trabajaba en negocio
familiar, su salario era notablemente más bajo que el de los
hombres. En este contexto, muchas dedicaban su vida a Dios para
huir de la ignorancia y el ninguneo social; así lograban acceso al
conocimiento y a un mínimo de respeto.
La modernidad comenzó leeeeennnntaaaaameeenteeee a cambiar
el estereotipo de la mujer inferior al hombre; la "cosifcación
femenina", en la que somos percibidas como adornos o accesorios
(aunque en la actualidad todavía estemos mundialmente dirigidos
por patrones inconscientes). Un ejemplo claro es la relación que
tiene el género femenino con el sufrimiento, la adhesión a la vida de
novela: soportar las agresiones y faltas de respeto; o el arquetipo de
la princesa inmóvil en una torre que espera a ser rescatada.

Nuestro pasado como especie dejó profundas heridas en el


inconsciente colectivo, en nuestros árboles genealógicos. Las
mujeres no tenían el derecho de decidir ni por sus cuerpos, ni por
sus destinos. El género femenino estaba al servicio de la voluntad
del hombre. Este esquema social nos ha constituido a nosotras
mismas como machistas, y hemos tenido que afrontar las culpas y
castigos sociales de habernos querido correr de ese paradigma. A
todas "nos suena" el crepitar de unos leños en la hoguera.
La Actualidad
Hoy, las mujeres abrimos nuestro corazón para ser libres, y eso
necesariamente implica tomar responsabilidad por las opciones
elegidas. El aborto, más allá de su legalidad, es un asunto que
podemos barajar en ejercicio del libre albedrío para esos dolorosos
casos en los que ser madre no es opción para nosotras. Elegimos
ser amas de casa o salir a trabajar y ocupar cargos de poder;
estudiar; contribuir con el conocimiento.

Están ocurriendo cambios socioculturales radicales. Vamos dejando


atrás el mal sueño derivado de la violencia de género. Pero ese
violentar lo diferente representa una conducta aprendida, y los
aprendizajes ocurren mayormente en el seno familiar. Es nuestra
responsabilidad de los adultos como padres o educadores
comunicar valores de igualdad y tolerancia, donde lo distinto no sea
percibido como antagónico sino como complementario; y en
porcentaje, las mujeres somos las que pasamos la mayor cantidad
de tiempo con los niños. Debemos estar atentas para modifcar
conductas machistas camufadas, esas que surgen en automático
desde el subconsciente; fomentar desde el ejemplo el respeto y la
inclusión. Desnaturalicemos esos automatismos comenzando con
un cambio personal ahora: que las mujeres que son amas de casa
dejen de decir que no hacen nada. Ellas trabajan adentro. Que las
mujeres que manifestan trabajar aclaren que lo hacen afuera. Los
cambios inician con la palabra, y es con ellas que estructuramos los
pensamientos. Cuidemos lo qué decimos y cómo lo expresamos
para crear realidades afnes con lo que queremos.

Como sea, es claro que en este nuevo paradigma de igualdad de


derechos y oportunidades, aún nos queda un largo camino por
andar.

Pero no es únicamente el rol de la mujer el que está cambiando. Al


hombre también le han inculcado no tener contacto con sus
emociones; que "los hombres no lloran"; que tienen que ser fuertes
e imponerse "para que respeten"; que debe "parar la olla" y hacerse
cargo de la economía del hogar. Hoy, muchos de ellos aprenden a
poner la mesa y a tender sus camas en el seno familiar; colaboran
en las tareas domésticas dentro de su relación de pareja. Los
padres cambian pañales, bañan a los bebés y comparten
abiertamente sus emociones sin complejos ni temores.

Y en esta maravillosa mutación social, las mujeres ya no sentimos


culpa de viajar o dejarlo a él a cargo de los quehaceres domésticos
y los hijos. Se plantea un trabajo de equipo donde no existen roles
defnidos. De hecho, las cabezas de familia ya no se componen solo
por marido y mujer sino que pueden estar integradas por personas
del mismo sexo. El fútbol femenino es cada día más popular, al igual
que las mujeres en puestos de poder o como líderes de equipos en
lo laboral.

Las limitaciones generacionales y culturales pueden ser evaluadas y


resueltas. Y en ese proceso en el que una mujer decide sanar
conscientemente su lastre histórico, entonces sana una hija que
reformulará su maternidad. Si una madre sana sanarán sus hijos,
con los hijos una familia y con las familias la sociedad.
El empoderamiento femenino
De pronto irrumpió el siglo XXI con todos sus cambios, y entre los
verbos apareció una nueva manera de ser y estar: Empoderarse. ¿Y
qué es?. Es aprender a quererse; lo cual requiere un trabajo de
profundización individual para descubrir quiénes somos y con qué
vibramos en alta frecuencia, porque a partir del valor que me doy
como mujer puedo proyectar ese mismo valor hacia afuera, es decir
a la sociedad. Una mujer que reconoce lo que vale no se ubica en la
vidriera ofertas ni permite que nadie la minimice; deja huella allí
donde va; su autoestima le permite ir por más y superarse
constantemente.

Para profundizar en el viaje de la auto valorización tendríamos que


partir por el reconocimiento de los atributos y recursos femeninos.
Me gustaría aportar algunas cualidades que en términos generales
creo que se encuentran agudizadas en nosotras:

• Astucia. Somos visionarias debido a nuestra gran intuición


• Amorosas -Receptivas - Cálidas - Suaves
• Contamos con un gusto innato por la belleza

Tenemos el hemisferio izquierdo más desarrollado que el hombre.


Esto nos proporciona grandes aptitudes en el lenguaje, por eso
también hablamos tanto más que ellos. Gracias a nuestra facilidad
para la comunicación, relacionamos y conectamos fácilmente cosas
en el tiempo.

• Somos biológicamente capaces de llevar vida en su vientre

El empoderamiento femenino sucede en el fuero íntimo, a nivel


personal, y tiene que ver también con reconocer nuestro lado
masculino. Ese costado es el aspecto en nosotras que nos empuja a
hacer, afrontar retos, ir detrás de los sueños confando en nuestras
fortalezas. Es ese parte práctica que nos anima a diseñar y construir
la realidad ideal que queremos manifestar en el ámbito de lo
concreto.

Cada ser humano, independientemente de que sea hombre o mujer,


actúa desde el propio reconocimientos de sus talentos, logrando
infuenciar su entorno y colaborando con otros en sus procesos de
crecimiento. Hay mujeres que no han concebido hijos pero han dado
a luz grandes empresas, negocios con propósitos altruistas; mujeres
solidarias, que aportan gran valor a la sociedad.

Si nos detenemos por un momento en el ámbito de los negocios,


advertimos de inmediato que para sobresalir en el mercado las
mujeres necesitamos ventajas competitivas; y ellas no provienen de
otro sitio más que de nuestras cualidades. La mujer que se aprecia
sabe que no necesita enfatizar su costado masculino porque
empoderarse no es sinónimo de feminismo ni de ser iguales a los
hombres. No tenemos que luchar para obtener lo que queremos, al
contrario; la suavidad (que es uno de nuestros rasgos distintivos)
nos convierte en un género de inmensas fortalezas. El agua es el
elemento más suave y sin embargo el más poderoso; es el elemento
más blando, pero al mismo tiempo puede erosionar a las rocas,
transformándolas. El agua se fltra y distribuye en receptáculos en
los cuales las formas duras y fjas no pueden penetrar. El agua fuye,
y es capaz de actuar con tanta fuerza que puede derrumbar
ciudades enteras o generar nueva vida.
El Poder de la Actitud
Para sentirnos mujeres poderosas es imprescindible erradicar la
queja; aumentar el agradecimiento; procurarnos elementos internos
para no depender de la mirada ajena. Una mujer que identifca lo que
quiere y reconoce lo que sí tiene para conseguirlo ve todo en
positivo, no va reactiva por ahí buscando culpables de sus
desgracias. Es responsable porque cree en ella y sabe que es la
única capaz de modifcar su situación de vida tomando decisiones
distintas, basadas en la escucha de sí misma. La mujer de hoy
entiende que no tiene competencia, por lo cual no tiene por qué
hablar mal de otros: eso se lo deja a las mujeres que no disfrutan de
una vida plena porque no están dispuestas a trabajar en sí mismas,
razón por la que se enfocan en vidas ajenas.

La mujer empoderada se da cuenta de que la abundancia llega en el


momento en que ella empieza a dar de sí. Se convierte en una líder
que usa ese liderazgo para servir; no busca ser exitosa sino
necesaria; ama lo que hace, está movida por la pasión. No lucha por
sus derechos, los actúa. No elimina las virtudes femeninas en su
afán de igualdad con el hombre: aporta su esencia porque sabe que
puede tener las mismas oportunidades entendiendo las diferencias y
valorando el complemento. Es una mujer que toca vidas en positivo.
Deja huellas en la gente y se involucra con tal creatividad que la
distingue su sello personal, por lo que los demás la valoran y hasta
la recomiendan.
El tiempo Improductivo
A ésta altura, puede parecer una obviedad afrmar que que para
reconocer sus talentos y virtudes una persona necesita de cierto
espacio a solas, tiempo de descanso y refexión, momentos de
tranquilidad contemplativa que le permitan vislumbrar sus
preferencias, al igual que identifcar emociones de placer y displacer.
Para lograrlo, es necesario que nos procuremos pequeños lapsos
recreativos en los que NO HACER NADA. Estos espacios pueden
generarse desde un diseño consciente de las actividades del día o,
simplemente, desde la escucha franca de mí misma en situaciones
en las que vibramos en ansiedad, agotamiento o nerviosismo.
Sepamos que nuestra mejor inversión de tiempo es aquella que nos
reditúa en paz y bienestar. Evitemos entonces el estrés para cuidar
nuestra energía y vivir desde un lugar verdadero, calmo;
suprimiendo el "tengo que" y el "debería". Lo único que logra ese
tipo de pensamientos es llevarnos a sentir que estamos fallando hoy
y que la meta se encuentra siempre en el día de mañana, cuando en
realidad, el único tiempo existente es el ahora. Es nuestra
responsabilidad vivenciarlo completamente, saborearlo, darle la
atención que merece.

Debido a los cambios históricos que ya hemos revisado, pareciera


que las mujeres no solo tenemos que hacerlo todo, además
debemos hacerlo bien. Nos imponemos ritmos frenéticos en nuestro
afán por llegar a ser SUPER WOMAN, tal vez por demostrar(nos)
que podemos, a veces obligadas por un pasar económico que nos
empuja a estar en mil lugares a la vez. Bien, volvamos a esta
verdad: somos humanas, y si no nos ocupamos de cuidar nuestra
energía lo más probable es que terminemos frustradas por
actividades que no cumplimos porque sencillamente no llegamos
con todas las que nos imponemos; acabaremos con la sensación de
faltarle a nuestros seres queridos; con un cuerpo dolorido por la
exigencia desmesurada; y un sinfín de trastornos vinculados al
síndrome de la mujer perfecta.
Estableciendo límites
La clave está en comenzar a premiarnos en lugar de practicar el
auto castigo. Para poner un simple ejemplo: ¿Cuántas mujeres
pasan voluntariamente por situaciones de dolor o culpa a través de
la comida? ¿Cuántas de nosotras cargamos con la creencia de que
para ser atractivas debemos vivir a dieta y cuántas comemos
vorazmente para llenar vacíos existenciales?. Este es un tema tan
apasionante como intrincado, porque alimentarse es una actividad
que realizamos todos los días y cuesta ordenar el consumo
enfocándose en la calidad cuando desde el sistema social nos
venden comida elaborada con interminables procesos industriales,
llena de químicos nocivos, genética modifcada y tantos otros
etcéteras.

Valorarse es algo así como enamorarse de una misma. No se trata


de apreciar el cuerpo; de teñir nuestro cabello de rubio o
esforzarnos por conseguir buenas curvas. Nuestra corporeidad
representa un vehículo para manifestar nuestra alma; una
herramienta para interactuar con el afuera. Hablamos de querernos
más allá de los límites del contenedor, profundizando en el
contenido. Sabemos que el brillo que nos recubre es energético, de
lo que deducimos que de nada sirve comparar envases
biodegradables.
Ser el Puente
Para irradiar nuestra luz es necesario cultivar emociones asociadas
a la aceptación, a la gratitud por las oportunidad de disfrutar la
infnita variedad de experiencias que el mundo nos ofrece. Poner el
foco en emociones positivas nos convierte gradualmente en esas
emociones. Así, cuando me descubro en la queja, puedo rectifcar
desde la observación de mi misma y cambiar el programa que me
conduce a regodearme sistemáticamente en la actitud de víctima.
Lentamente y con constancia, puedo cambiar viejas creencias y
propiciar una mente dispuesta a cooperar con mi intención de ser
una mejor versión de mi. Con este esquema, atraemos a nosotras
las situaciones, personas y vivencias correspondientes a nuestra
vibración. Somos como imanes que se adhieren a todo aquello
necesario para la concreción de nuestras visiones de futuro posible.
Así, construimos una vida en la que el camino en sí mismo es la
meta. Nos permitimos vivir desde el amor a lo que somos y
hacemos, por lo que hay una coherencia entre lo que pensamos,
decimos y actuamos en el plano de lo concreto. Representa un acto
de profunda cobardía vivir desde el miedo al error con el fn de evitar
el dolor. Tal vez suene a frase hecha pero no hay nada que nos
enseñe más que los propios errores: ellos son los verdaderos
maestros.

Soltar el apego al resultado nos permite seguir el diseño de un plan


que permanece siempre abierto. No quedamos fjadas a un meta
congelada que nos hipnotiza y nos obliga a perdernos los detalles
del paisaje hasta llegar a ella, sino que transitamos permeables a
las infuencias de acontecimientos que nos irán allanando el camino.
Asistidas por nuestra intuición, aparecerán coincidencias y
causalidadesque reconoceremos como destino. Si estamos atentas
y receptivas, lograremos encontrar los mensajes ocultos que el
camino tiene reservado para nosotras y capitalizaremos los
aprendizajes que cada situación nos acerca. Si somos capaces de
dejar de auto defnirnos, entenderemos que nuestra personalidad es
un aspecto pasado, momifcado en el museo de nuestra memoria y
que, hoy mismo - ya - ahora, siempre tengo la oportunidad de ser
distinta en la medida en que me lo permito, sin temor a
equivocarme; integrando el error, agradeciéndole por la enseñanza.

Atreverse a soñar es pensar en grande, es ver en nuestra


imaginación aquello que queremos con todo lujo de detalles. No
importa cómo llegaremos a conseguirlo sino las emociones que esa
idea nos genera. Es algo así como un sueño lúcido: soñamos
mientras dormimos, pero podemos controlar lo que sucede. Somos
como un pintor con un lienzo en blanco: dibujamos un tiempo futuro
en un espacio vacío para fabricar un porvenir a medida. Ahora por
ejemplo, yo sueño con que este libro se encontrará con tus ojos.
Esta ilusión me mantiene despierta de madrugada, conmovida por
saber que mis palabras te ayudarán a resolver algún problema.

Un puente entre una idea y la meta. Eso somos: el camino.

En éste momento histórico las mujeres podemos ser una gran


infuencia en el cambio de paradigmas. Aprovechemos la libertad
con la que contamos para contemplar nuestros dones, virtudes y
talentos. Las posibilidades son ilimitadas; los cambios sociales nos
abren todas las puertas. Utilicemos nuestro tiempo de vida para
crecer como personas.
Claves para Iniciar un Cambio
Individual
Los derechos que aseguramos merecer se actúan, no se mendigan.
No hay nadie ahí afuera a quien pedirle permiso para ejercerlos.
Esto es lo primero que deberíamos recordar cuando nos abocamos
a la tarea dignifcante del empoderamiento.

Si bien todas pertenecemos a una familia, constituida en una


determinada sociedad, inmersa en una cultura particular, y que
practica o no una religión cualquiera; también es cierto que somos
criaturas únicas, capaces de revisar los patrones que heredamos y
conscientes de que la mejor manera de avanzar hacia el futuro es
hacer las paces con nuestro pasado. El presente (cuyo sinónimo es
REGALO) nos acerca todos los días la oportunidad de sanar
nuestras historias de vida, comprenderlas; perdonar a otros y a
nosotras mismas por los errores y malas interpretaciones; y
continuar afrontando el hoy desde una perspectiva diferente:
ampliada, más clara, más amable.

La sanación a la que nos referimos puede tomar las más variadas


formas y adoptar nombres tan disímiles como regresión a vidas
pasadas, tarot, psicología transpersonal, constelaciones familiares,
eneagrama de la personalidad, bioenergética, biodescodifcación,
hipnosis, ayahuasca, astrología… ¡Da igual como se llamen las
terapias! Sus nombres y métodos carecen de importancia así como
que tan largos o cortos resulten sus procesos. Lo relevante aquí es
la disposición que tengamos a entender a través de ellas por qué
hemos estado viviendo en un bucle repetitivo; porque si lo
analizamos, veremos que nos hemos estado encontrando con
destinos parecidos una y otra vez, y en ellos siempre elegimos lo
mismo: el mismo tipo de pareja, o jefes tiranos, o amigos
abandónicos… o… (completa con tu patrón).
A cada una le resonará una terapia en particular, posiblemente
todas o tal vez ninguna. En cualquier caso, deberás zambullirte en
tus profundidades para conectar con tu maestra interna, esa que
abrirá caminos para contestar tus preguntas: ¿qué me duele? ¿cuál
es mi bronca? ¿por qué estoy resentida? ¿qué creo que me faltó en
alguna etapa de mi vida y hoy sigo buscando en lugares y personas
inadecuados?.

Si (y solo si) sanamos nuestras heridas pasadas podremos crear


hoy una versión mejorada de nosotras mismas. Desde el eterno
presente, es de esperar que un futuro distinto nos aguarde; porque
gracias a un cambio de perspectiva actual comenzaremos a
conducir nuestras vidas con libertad y a visualizar otras
posibilidades.
Hábitos
Los procesos de sanación personal suelen ser erráticos. Nos
aventuramos a un viaje de vértigos y turbulencias donde el piso es
resbaladizo y las luces se desvanecen justo ahí, donde creíamos
divisar la salida. Encontrarse con la propia sombra nos muestra
heridas en carne viva que supuran empastándose con la mugre que
ocultábamos bajo la alfombra. El viento barre con todo: conductas
adictivas, bastones emocionales, relaciones tóxicas. Parece que
mucho de lo que forma parte de nuestro pequeño mundo está en
riesgo… y una fuerza en nosotras lucha desesperadamente, se
aferra, se niega, juega con nuestra fe: es el ego.

Nuestro ego se alimenta de situaciones y actitudes que una vez le


han funcionado, por eso es tan fácil apegarnos al pasado. No
advertimos que lo hacemos desde una imagen desactualizada de
nosotras mismas y que conservar cosas (entre las que se cuentan
pensamientos) que no corresponden a nuestro cambio evolutivo es
privarnos de fuidez, cargar lastres que se convierten en límites. Si
no tienes claro lo que el ego es, puede ayudar compararlo con esa
voz en tu mente que te habla desde el miedo; que te aconseja
desde la culpa, la ira, el complejo de inferioridad. Mete fchas para
que no pierdas lo que haz conseguido (aunque te pese), sugiere que
te impongas para no sufrir carencias; te pide que no innoves, que te
conformes; te mantiene en esa zona conocida en la que no hay
nada que aprender… para el ego aprender cosas nuevas es igual a
incomodidad y los cambio radicales representan su muerte.

Pese a todo lo expresado podemos considerar a nuestro ego como


un gran maestro y una herramienta magnífca, ya que conductas y
escuchando sus mensajes energéticos comprender mejor la
naturaleza de nuestros confictos. analizando sus

llegaremos a
Es necesario aceptar desde el inicio que un cambio de vida requiere
voluntad, constancia y paciencia; y que es poco probable transitar
un proceso de modifcaciones sin pasar por el duelo y la crisis
profunda. Paradójicamente, esos son los ingredientes que fraguarán
una nueva alquimia en tu realidad, convirtiendo lo ordinario en oro
resplandeciente.

Bien vale insistir con esto. No es magia. Un día decidimos que ya


hemos experimentado sufciente dolor, que estamos hartas de él; y
es ahí donde tomamos las riendas de nuestra existencia. A partir de
entonces iremos mejorando nuestras condiciones de vida pasito a
paso, hasta adquirir tal dominio de nuestras herramientas, que
parecerá magia, aunque no lo sea. Llegará un momento en el que
este gran esfuerzo inicial se convertirá en un juego que disfrutemos.

Lo primero es ubicarnos como responsables, lo que no es otra cosa


que hacer uso de la HABILIDAD PARA RESPONDER. ¿Ante qué?
ante la necesidad de reemplazar viejos hábitos nocivos por otros
saludables. Tenemos la absoluta responsabilidad de realizar nuevas
elecciones, desde el alimento que ingerimos hasta nuestro nivel de
presencia y auto observación en los cómo, los cuales conducen la
manera en la que hacemos las cosas que hacemos. Desde este
nuevo enfoque, es imprescindible abstenernos de involucrar a otros
en nuestro proceso personal. La decisión de mejorar es propia: no
podemos pretender que nuestros compañeros, hijos o familiares
emprendan el viaje con nosotras si no sienten la necesidad de
hacerlo. En otras palabras: iniciaremos un proceso que no exija
cambios en el exterior sino todo lo contrario: deberemos lograr una
transformación interna para luego, por correspondencia, ver nuestro
cambio manifestarse en el exterior.

Nota ver volumen Las Leyes Universales del Kybalión:Ley de


Correspondencia

A continuación daré breves pinceladas sobre aspectos a tener en


cuenta, los cuales te permitirán encarar un proceso serio y criterioso
orientado a la adquisición de un poder interno tan real como
sostenible. Están basados en nuestra capacidad innata para
controlar y mantener en equilibrio tres áreas de nuestra constitución
como seres humanos: Mente, Emoción y Físico.

▪ Estado de ánimo

A a nivel espiritual, el ser humano funciona como una emisora de


radio que va captando diferentes ondas provenientes de todas
direcciones. Cuando vivimos desde la preocupación, la frustración,
el enojo, la culpa y, fundamentalmente cualquier emoción derivada
del miedo; sintonizamos con ondas de baja frecuencia (densas,
graves) que por Ley de resonancia nos colocan en el misma
estación. Si cambiamos nuestra sintonía y recibimos ondas de alta
frecuencia (altas, agudas) estaremos cambiando nuestro nivel
vibratorio hacia estados de calma, seguridad, alegría y, básicamente
todas las emociones que derivan del amor.

Una de las actividades más terapéuticas conocidas para elevarnos a


un estado anímico saludable es sin lugar a dudas la risoterapia, que
aunque suene descabellada está enfocada a provocar altos
subidones de endorfnas (la hormona de la felicidad). La razón para
encontrar motivos por los cuales reír se esconde en el hecho de que
si la química de nuestro cuerpo cambia hormonalmente, entonces el
bienestar nos será dado por añadidura.

En este punto, bien vale enfatizar que resulta indispensable buscar


situaciones de risa y alegría, especialmente en estados de
depresión y luto.
Nota: Ver volumen LeyesUniversalesdelKybalión.Ley de Resonancia
▪ Alimentación

La nutrición se relaciona con la energía del alma y la materia


(cuerpo).
Comenzaré diciendo que desde el alimento que ingerimos también
nos dispensamos valoración y respeto. En nuestro rol de mujeres
empoderadas podremos o bien brindarnos lo mejor, o bien convertir
la comida en maltrato. Es una elección que deberíamos tomar de
forma consciente.
El alimento es el combustible requerido para que nuestro sistema
biológico funcione adecuadamente. Si pudiéramos contemplar lo
que llevamos a nuestra boca como vibración en lugar de como
alimento cambiaríamos por completo nuestros hábitos alimenticios.
Se trata de establecer la conexión existente entre lo que pensamos
y sentimos, porque ello depende en gran medida de lo que
comemos.

Los seres humanos disponemos de siete glándulas que representan


centros de energía y que vibran a velocidades diferentes (chakras)
por lo cual tienen colores distintos. Nutrir el cuerpo de manera
adecuada a través de los alimentos vivos de esos colores, nos
permite transformar nuestro ADN y rejuvenecerlo a nivel físico; pero
además, es el modo de equilibrar nuestra dimensión espiritual.

Desde el momento en que emprendemos el hábito de alimentarnos


de lo que realmente necesitamos y no de lo que la cultura nos pide,
el organismo reinicia su sistema y comienza a interpretar el mundo
de manera clara y vibrante.

Debemos cuidarnos de los llamados "venenos blancos": leche,


azúcar, sal, harina. No intentes dejarlos de golpe, el cambio es
paulatino. Consume el mínimo posible para limpiar tu sangre.

Es indispensable también alejarnos de los alimentos adictivos,


básicamente todo lo industrializado, manufacturado y empaquetado
con grandes cantidades de azúcar.

Agua: es necesaria para limpiar el sistema digestivo. Depura toxinas


y se absorben en forma óptima los nutrientes de una alimentación
más sana, basada en las frutas, verduras y semillas activadas.

Incorpora Silicio: este mineral colabora con la memoria y la


cristalización, por lo que genera mejor conexión de neuronas,
incrementando los procesos de sinapsis.

Carne: reducirla nos benefcia cuando nos abocamos a un franco


trabajo de apertura de consciencia, porque tiene una sobrecarga
emocional negativa derivada de la energía que trae el consumir un
cadáver que ha pasado por tensión y dolor en el momento de su
muerte. Al comerla, lo que hacemos es replicar esa información
internamente y materializarla más tarde en la expresión de nuestras
emociones. Se puede reemplazar por otros alimentos vegetales que
poseen las mismas e incluso mejores proteínas para la construcción
de masa muscular y procesos corporales.

Nota: Ver volumen AlimentaciónSutil.


▪ Respiración

Normalmente no somos conscientes de nuestra respiración, pero


escuchamos con frecuencia la recomendación de respirar
profundamente cuando alguien se sume en un estado de
nerviosismo. Esto se fundamenta en que de esa manera, logramos
oxigenar el cerebro, lo cual relaja el sistema nervioso y de esta
forma es posible pensar con mayor claridad desde emociones
vinculadas a la calma.

La consigna en esta área es comenzar a utilizar este recurso cada


vez que enfrentemos una situación que interpretamos como
negativa.
Es indispensable tomarnos unos momentos, realizar respiraciones
profundas para calmar las aguas y lograr ver lo que sucede desde
una perspectiva más tranquila y amorosa. A la acción de respirar
podemos agregarle la búsqueda de una cualidad positiva que este
hecho conlleve, aún si para nosotras fuera muy negativo. Tratemos
de encontrar un aspecto benéfco, cualquiera sea, incluso podremos
adjudicar esa bendición a un suceso imaginario ubicado en el futuro.
No importa lo que inventemos. Nuestras emociones siempre irán
detrás de los pensamientos que generemos.

Recuerda respirar por la nariz para fltrar el aire que ingresa a través
de ella.
Nota: ver volumen ActividadFísicayMental
▪ El uso de la palabra
Tu mundo es el refejo de tus creencias. Si crees que puedes tienes
razón, al igual que se crees que no. Mira ahora los resultados que
estás obteniendo en tu vida y empieza a cambiar tus creencias ahí
donde haya escasez. Para cambiarlas, necesitarás modifcar las
palabras que usas en tu diálogo interno, además de aquellos que
sostienes con otras personas.

Vayamos a un ejemplo hipotético: Si crees que eres desordenada y


alguien te pregunta hoy cómo eres en relación a tu casa y tus cosas
tu responderías algo como:

- "Soy desordenada"
- "Soy holgazana y tengo que estar tapada de cosas para comenzar
a organizarlas"
- "No tengo tiempo de ordenar"
- "Me cuesta mantener las cosas en su lugar"

Lo que ocurre con este tipo de respuestas es que se convierten en


una limitación. Tu discurso te hace creer que ya vienes así de
fábrica, y eso no te deja opciones para cambiar. Lo importante es
que entiendas que las palabras que usas te defnen y, que si no
reformúlas la manera en la que te describes, nunca podrás alcanzar
todas las versiones de ti misma con las que sueñas.

Responde con frases como:


- "He sido desordenada hasta ahora, pero me estoy organizando"
- "No sabía cómo mantener el orden, pero estoy aprendiendo a
hacerlo"

Si te empeñas en describir tus actividades y sensaciones con frases


del estilo "es imposible" "no tengo tiempo" "me enferma" "no lo
soporto" "no estoy de humor" "tengo un mal día"; entonces tus
palabras se convertirán en verdaderos enemigos de resultados
positivos.

Y a nivel global, deberíamos empezar a cambiar nuestros dichos


populares. No es "ver para creer" sino al revés, creerparaver. No es
"tanto tienes tanto vales", sino tantoerestantovales
Nota: ver volumen ElMundo, TuRefejo
▪ Meditación

La meditación es una manera de empezar a escucharse a uno


mismo. Cuando eso sucede, logramos percibir las voces del
universo, porque al ser parte integrante de él esas voces también
están en nosotros.

Para entender objetivamente lo que nos rodea, los seres humanos


hemos establecido una separación entre los distintos planos de
conciencia; una división que realmente nunca existió.
En ésta tercera dimensión en la que nos movemos, la física cuántica
ha descubierto que las cosas que podemos ver y tocar no son tal
como las percibe nuestra limitada visión. Ellas están constituidas por
sustancia vacía. Sin embargo, nos parecen tan reales como macizas
y concretas, aunque no sean más que un cúmulo aglomerado de
nada abriéndose paso entre diferentes campos magnéticos.

La Meditación ayuda a vaciarnos de la interminable fla de


pensamientos inconexos y derivados del ego que nos bombardean
minuto a minuto y nos alejan irremediablemente del momento
presente, perdiendo la conexión con ese mundo multidimensional
invisible que forman parte del nuestro.

Hay tantos tipos de meditación como personas en el planeta. Solo


tienes que encontrar aquello que te permita fuir en gozo, eso que te
conecte con tu esencia divina. Da igual si lo tuyo es el arte, el
deporte, o si lo que te inspira es sentarte a respirar conscientemente
bajo un árbol. No hay una metodología para equilibrar tu mente.
Cada uno encontrará una manera particular de relacionarse con su
universo interno, dependiendo del tipo de vida que tenga, sus gustos
y preferencias.

Nota: ver volumen ActividadFísicayMental


▪ Objetivos / Metas

Por nuestra biología, los seres humanos tenemos una parte de


nuestro cerebro (denominado reptiliano) que se encarga de nuestra
supervivencia y nos impulsa a prever posible escasez venidera; es y
por eso que creamos en el presente condiciones de acumulación y
la ilusoria sensación de seguridad futura. Estamos tan abocados a
resultados a corto, mediano y largo plazo, que cuantos más
recursos generamos para afrontar el mañana más tranquilos
dormimos. Teniendo esa información en cuenta, es coherente afrmar
que si no nos dedicáramos primero a saldar las deudas que aún
tenemos con nuestro pasado (de cuya historia somos producto)
seguiríamos generando un destino en bucle, repetitivo e idéntico,
donde solo cambiarían el decorado y algunos personajes
secundarios; pero en rasgos generales estaríamos obteniendo los
mismo resultados.

Si (y solo si) hacemos las paces con historias anteriores lograremos


construir nuevos cimientos desde donde impulsarnos para diseñar
con perspectivas nuevas un futuro mejor. Pero lo radical no es
precisamente este cambio, sino todos los que surgirán a partir de él.

Con nuestra nueva concepción de un presente libre de culpa,


resignación, victimismo, ira, rencor y ….. (complete con sus
demonios) seremos capaces de recibir al momento de manera
abundante y total. Desde un espacio de auto respeto y
reconocimiento de quién soy y lo que quiero, accederé al verdadero
regalo que la vida me hace todos los días, el presente que
desenvuelvo cada mañana al despertar. Llegadas a éste punto, es
inevitable destacar que las metas y objetivos solo nos sirven de
referencia pero no constituyen en modo alguno LO IMPORTANTE o
LO FUNDAMENTAL, sino que tan solo representan meras excusas
para avanzar sobre lo único que tiene sentido: el camino. Depende
de nosotras transitarlo con alegría y pasión, generando bienestar en
nuestra vida y en la de quienes nos rodean.

“Aprenderanavegaresqueelhorizontesevayacadavezmásalláy
queunanopuedaparardeperseguirlo" (lo leí por ahí)

La idea es ir desprogramando nuestra mente de manera que poco a


poco se disipen las nociones irreales del futuro imaginado. Todo se
reduce a un eterno presente porque es lo único real. Así, solo
importa cómo estoy aquí y ahora y, a medida que adoptamos esta
mentalidad las presiones se disipan, las cargas van cediendo. Se
desdibuja la necesidad de demostrar a otros lo que puedo o no
puedo, cuánto valgo. Las exigencias del ego seguirán estando ahí,
pero dejarán de importarnos.

Ahora veremos claramente que las metas y objetivos sirven como


señaladores del camino, pero dejaremos de vivir por y para ellas.
Seremos capaces de valorar la inmediatez como un tesoro, porque
entendemos que es desde un presente plenamente vivido que el
mejor futuro irá apareciendo. Simplemente lo dejaremos fuir, sin
convertirnos en un obstáculo ni en un estorbo.

Nota: ver volumen ElMundo, TuRefejo


▪ Pasión Motivación
Nuestra vida material es un refejo de nuestra vida espiritual y
emocional. Somos proyectores de la película que tenemos dentro.

Deja de esperar que llegue el viernes, o las vacaciones. Inventa una


vida de la que no tengas que tomarte descansos porque, en el
fondo, lo que estás buscando es una escapatoria. La única forma de
no querer salir de la actividad que realizas se llama PASION. Las
mujeres apasionadas no buscan hacer el mínimo como para que les
paguen: quieren hacer más, ¡necesitan hacer más!. Se desafían a sí
mismas permanentemente, quieren retos, objetivos, metas para
trabajarse a sí mismas en la travesía.

La primera y mejor inversión debe estar puesta en nosotras mismas.


Busca conocimiento, lee libros de autogestión, practica la
explotación de algún talento. Cuando alguien está preparado para la
actividad que realiza y la hace con pasión, poniendo amor en ello,
entonces brilla; y esa persona no solo tiene trabajo sino que le
pagan bien. Todos tenemos un talento que podemos ofrecer como
servicio o realizando objetos por medio de un negocio. Hacer
habitualmente algo que nos da alegría porque nos gusta conduce a
la felicidad; y cuando lo descubres llega el momento de la segunda
inversión: ponerlo a disposición de los demás. Dar, ¡dar mucho!
desapegándonos de los resultados. Debemos actuar de tal manera
que la meta sea disfrutar del camino (porque lo es). Los resultados
vienen solos. Si te adelantas, lo único que lograrás es ansiedad y
una atmósfera donde tu cliente no se sentirá cuidado.

Si te cuesta encontrar una virtud propia o no tienes ninguna pasión


entonces tendrás que desarrollarla y transformarla en tu hobby, algo
que harías aún si nadie estuviera dispuesto a pagarte por ello.
¡Innovar es la clave! Entrénate para ser buena en algo que amas e
¡inventa tu trabajo!. Si ya tienes uno y te gusta, reinventalo. Quítale
lo que te represente un peso y agrega todo aquello que te divierta,
que logre una mejor versión de ti.

No trabajes en algo que no te gusta solo porque paga tus cuentas.


La inspiración nunca le llega a la gente sombría y aburrida.
Necesitas una vibración alta para que la creatividad sea parte de la
ecuación. Genera un ámbito laboral donde propicies el entusiasmo y
la motivación y los clientes llegarán atraídos como por un imán.

Si tienes fe en ti, apuesta a construir tu negocio. No te compares


con nadie pero toma las buenas ideas que otros ya han puesto en
marcha. Estudia, investiga, usa la web. ¡Estamos en la era de la
globalización del conocimiento! Tienes todo al alcance de un clic.
Mira videos y artículos de gente que esté haciendo su experiencia.
Pregunta, llama, date un paseo por el negocio de tu competencia.
Verás como, si eres recibido por su propio dueño, eso se notará en
la forma en la que te atiende. Cuando te animas a Ser te conviertes
en alguien valioso, y lo que tendrás a causa de eso llegará por
añadidura. Verás como cuando estás contenta por la actividad que
realizas no representa un esfuerzo hacer más ¡quieres hacer más!, y
el dinero se convierte en un resultado acorde con tu capacidad de
entrega.

No te preocupes por el éxito, solo intenta darle un corazón a tu


tarea. Que lo que hagas te apasione y te impulse a buscar la calidad
por sobre todo.

La calidad está en los detalles. Son esas pequeñas cosas que


sumadas hacen un producto o un servicio diferente del resto, en
donde todos reconocen tu sello. Y cuando sabes que lo que brindas
es un servicio o un producto excelente, entonces puedes decidir
ponerle el precio que quieras, y la gente lo pagará encantada. Son
pocos los que preferen gastar menos y obtener algo de mala calidad
y muchos los que estamos dispuestos a pagar un poco más para
asegurarnos de que nuestra experiencia no nos decepcionará.
Como ves, a tu negocio ingresará el dinero que tu quieras que
ingrese, y eso depende de que tan excelente seas en lo que haces.

Te estarás preguntando, llegado el caso… ¿de dónde saco el valor


para dejar mi actual trabajo?
La vida es un riesgo, pero usamos el concepto de seguridad como si
realmente existiera. Nada es seguro ni duradero, todo está en
constante cambio al igual que lo estamos nosotros. La certeza es
una idea romantizada de un cuento de Walt Disney, al igual que los
fnales felices que son una falacia desde el mismo momento en que
no hay fnales sino transformaciones. En éste sentido, la seguridad
fnanciera es una trampa que queda al descubierto cuando
sobrevienen las crisis económicas, ya sea a nivel micro o macro.
Cuando todo tambalea y nos percatamos de que nada está escrito
en piedra, creemos que nuestro mundo se acaba y la suerte nos da
la espalda. Es ahí donde muchas de nosotras nos vemos forzadas a
usar la imaginación y a volvemos creativas. Lo que realmente está
sucediendo es que gracias a la crisis nos atrevemos a usar el
potencial con el que siempre contamos; solo que ahora dejamos
atrás el miedo que nos daba ser valientes, sencillamente porque la
situación no nos muestra alternativas.

¿Y qué es el éxito?

Lo contrario de las excusas. Sí, habrá errores, pero son maestros. Si


te equivocas más aprenderás más y saber más te benefcia. Punto.
La actitud próspera es esencial para atraer todo tipo de bendiciones.
Damos lo mejor de nosotras porque sabemos que volverá, ya sea
en forma de dinero o convertido en cualquier otro bien.
Voy a contarte lo que sucede en mi experiencia laboral porque es lo
que conozco. No sé cómo defnirían otros la abundancia, pero sé lo
que signifca para mi. Desde hace cinco años llevo adelante un
establecimiento terapéutico. Doy lo mejor de mi y lo que retorna a
cambio está dado por excelentes comentarios de clientes es la
página web, por la recomendación boca a boca de paciente a
paciente, por una buena propina al fnalizar el servicio, o
simplemente por el trato amoroso y cálido que quienes asisten me
dispensan. En cualquier caso, lo que regresa es siempre
abundancia, una gratifcación que a veces toma formas inesperadas.

Nota: ver volumen TrabajoyFinanzas

Quiero agradecerte por haberme acompañado en el proceso para la


creación de este libro, desde su concepción hasta hoy, momento en
que me lees. Si bien escribir me hace feliz, el hecho de que estés
ahí representa un incentivo para seguir mi camino en esta búsqueda
que es cada una de nuestras vidas. Deseo con el corazón que su
contenido te haya sido de utilidad y, en ese caso, te pediré que
escribas una breve opinión en la página donde el libro se
comercializa: así me estarás ayudando a llegar a otros lectores deja tu
opinión

Los anteriores apartados de LA MUJER PODEROSAserán tratados


con mayor detalle en volúmenes sucesivos que completan la serie
de libros dedicados al Programa de Crecimiento Personal "Divino
Retiro", por lo que a continuación transcribo los títulos de referencia
para que puedas adquirirlos:

- Organiza tu Casa
- Trabajo y Finanzas
- La Unión Tántrica
- Alimentación Sutil
- El Mundo: Tu Refejo
- Actividad Física y Mental
- Conociendo a tu Bebé
- Las Leyes Universales del Kybalión

Para conocer el Programa de Crecimiento Personal y obtener


asistencia en tu proceso individual tanto en forma presencial como
online, visita
www.divinoretiro.com
GRACIAS
Adriana Nahijhian

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