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Psicoló gicas
de la
Educació n
SEXTO SEMESTRE
La corriente soviética, a partir de Marx, propone un hombre que se origina, tomando a Darwin y su
evolución, del mono. Es decir, nuestra trayectoria se genera en el ámbito biológico, pero con el
tiempo fue humanizándose y lo que habría determinado ese proceso sería la transformación de la
realidad, en otras palabras, el trabajo; pasando de ser sometido a las leyes biológicas a ser
determinado por las leyes sociales. Este camino, antropogénesis, duró aproximadamente dos
millones y medio de años.
Partiendo de las ideas de Leontiev, serían varios los estadios por los que pasaría la evolución del
hombre. El primero consistente en la preparación biológica del futuro hombre que empieza en el
periodo terciario, en el que se encuentra como un simio superior de la época, el australopiteco,
que tiene momentos de bipedestación, vive en rebaños, “utilizaban instrumentos toscos, sin tallar
y probablemente disponían de medios sencillos de comunicación” (Leontiev, 1968) 1. En este
estadio prevalecían las leyes biológicas.
El segundo estadio, “estadio del paso al hombre”, tiene su inicio con la aparición del pitecántropo
erecto hasta cuando aparecen los hombres de Neanderthal, es decir, cuando se fabrican utensilios
y se presentan de manera primaria o embrionaria el trabajo y la sociedad primitiva; se puede decir
que el hombre inicia la construcción de la sociedad. En este estadio todavía se mantendrán las
leyes biológicas que le siguen dando forma al individuo y que se trasmiten por herencia; asimismo,
los cambios que se producen en el cerebro son determinantes para la actividad humana; también
se modifican las manos, los órganos de los sentidos, el aparato fonador que permitirá un lenguaje
articulado futuro; de tal manera que, según Leontiev, el trabajo se desarrollaba de forma diferente
pero mejor, apareciendo la comunicación oral.
El trabajo que realizó el hombre en aquella época tenía ya carácter productivo; lo beneficiaba, le
era útil. En estas condiciones, el sujeto tenía como determinante las leyes sociales, es decir, la
sociedad iba desarrollándose y a su vez ella misma iba transformando al hombre. Dice Leontiev
que “… por esto la biología ha empezado a “registrar” en la estructura anatómica del hombre el
comienzo de la historia de la humanidad”. Resumiendo, el hombre es producto de dos tipos de
leyes: las biológicas, por las que sus órganos se adaptaron a las situaciones de la producción;
1
190 Revista de Investigación en Psicología-vol. 18, Nº 1. Aportes de la psicología a la naturaleza del hombre
luego, las leyes sociales, que “regulan la producción” y lo transforma en un ser social. Además, con
estos principios se puede afirmar que el ser humano en la tierra es el único que en la realidad
concreta se ha hecho a sí mismo, porque él construye la sociedad y ella lo transforma en humano.
Esta afirmación última implica que el camino del Homo sapiens-sapiens está abierto para
desarrollarse y consolidarse. Desde estos momentos, las leyes biológicas son dejadas de lado en el
determinante del ser humano, quedando solo como definitivas y únicas las leyes sociohistóricas y
es que, según Leontiev, ya no necesitaba de mayor transformación en su cultura. La idea que
maneja el soviético es que las leyes biológicas ya no tenían la influencia ni la determinación que
jugaron en el momento que eran necesarios los cambios y la preparación para la vida cultural y,
por lo tanto, la herencia ya no estará únicamente presente, siendo totalmente reemplazada por
las leyes sociohistóricas. En todo caso, el tipo de biología ya no es natural y no es determinante la
herencia biológica para los cambios sociales.
Demuestra Leontiev su tesis anterior cuando toma como ejemplo el caso de la niña recogida de la
tribu paraguaya llamada guayaquili y trasladada a Francia. Después de veinte años, ella llegó a
dedicarse a la etnografía hablando francés, español y portugués, con lo cual quedó probado que
no son los factores de raza, etnia o biológicos, sino las condiciones sociales e históricas las que
determinan el desarrollo del ser humano.
Se desprende de lo anterior algo importante que el soviético toma de Carlos Marx, en su sexta
tesis sobre el filósofo Feuerbach escrita en 1845 y publicada por F. Engels en 1888 como apéndice
de su trabajo Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, donde expresa: “Feuerbach diluye
la esencia religiosa en la esencia humana. Pero la esencia humana no es algo abstracto inherente a
cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales” (Marx, Engels, 1967).
Lo que significa para Marx que la esencia del hombre no está en él mismo, sino en sus relaciones
sociales; dicho de otra manera, la esencia no está en cada individuo, en su interno, sino en las
relaciones que tiene con todos los demás hombres. Es imprescindible que el individuo que nace se
relacione con otros para consolidar su humanidad. Después de Marx ha habido autores que
ratificaron esta tesis que en la actualidad es una realidad. Además, estas condiciones sociales,
como el desarrollo de instrumentos, maquinarias y la propia ciencia en su conjunto, determinan
en el hombre históricamente posiciones corporales, movimientos que son propios del ser humano
actual; también la aparición de una serie de procesos psíquicos que solo los tiene él. La sociedad,
por lo tanto, se encargó de desarrollar tales cualidades y lo alejó totalmente de lo biológico
natural.
Tanto Leontiev como Luria fueron discípulos de Vigotski, quien por los años 1924 al 1934,
construye sus planteamientos psicológicos, partiendo de la metódica marxista, llegando a
establecer que la esencia del humano es social. Sus discípulos mencionados lo que hicieron fue
desarrollar, con sus propias ideas, lo propuesto por él. Es de entender que lo que hubiera
desarrollado Vigotski no sería igual a lo que hicieron sus discípulos. Este autor ha dejado una
teoría centrada en los principios socioculturales que el individuo humano ha de incorporar en su
devenir, desde la niñez hasta la edad adulta. Se le puede considerar como el padre de la psicología
soviética.
A partir de estos principios sociales que determinan el psiquismo del individuo humano, se levanta
toda una teoría social y psicológica en la Unión Soviética. A partir de la caída de la URSS, no se
tienen mayores noticias de los avances en ésta área.
Así vista, la esencia del humano está en lo social, desde que dejó de ser homínido a la actualidad
está determinado socialmente y, por lo tanto, también su esencia natural pasó a ser social. Hasta
aquí podemos resumir que la concepción de hombre desde la psicología se ha dado con distintos
planteamientos; en algunos casos relacionándolo e identificándolo con otros seres vivos, con lo
cual se ha caído en un reduccionismo que no ayudó a la psicología en su desarrollo; en otros, se
centra en la persona, aunque, como se ha dicho, unilateralizándola, pero superando ese
reduccionismo biologista naturalista; por último, la propuesta soviética que considera lo social
como esencial para el hombre.
La ciencia psicológica se constituyó en el siglo antepasado, y todos los psicólogos coinciden en que
es Wundt el padre de ella; casi toda la comunidad de psicólogos acepta su existencia a partir de
este autor. Luego, con el paso de los años aparecieron pensamientos, corrientes y hasta escuelas
de la psicología, cada una con una característica común: encontrar en qué consistía el proceso
psíquico y desde allí desarrollar un campo de estudio: el conductismo revaloró la conducta; el
psicoanálisis, el inconsciente; la Gestalt, la percepción; el humanismo, la motivación; en la época
de la Unión Soviética hubo una corriente importante iniciada en la década del veinte del siglo
pasado con Vigotski, y que continúa con autores como Rubinstein, Leontiev y Luria;
posteriormente aparecen otros autores que dieron continuidad a una propuesta centrada en la
concepción marxista de la psicología, en la cual el ser humano es considerado como consecuencia
de la sociedad; en la actualidad, con la cognitiva, se mantiene la tendencia de unilateralización de
la ciencia psicológica, ya que solo se trata de una parte del psiquismo humano.
Por último, nos toca mencionar la posición que sostenemos: la teoría informacional de la
personalidad, creada por neurólogo peruano Pedro Ortiz Cabanillas, que es una continuación de la
propuesta soviética, pero desde la óptica de las neurociencias sociales.
Respetamos las condiciones histórico-sociales de las diferentes corrientes y, más aún, creemos
que son producto de su tiempo, pero es muy necesario analizarlas y conocerlas. Todas y cada una
de las corrientes mencionadas privilegian un aspecto de la personalidad del hombre; algunas
razones de este hecho están en las características del momento dentro de la sociedad en que se
desarrolla; otras por la presión de una determinada corriente epistemológica o por la
“apropiación”del campo psicológico por otra ciencia, etc. Sin embargo, creemos que desde los
tiempos de estas corrientes hay una gran ausencia, algo sumamente importante: la pregunta ¿Qué
es el hombre? Pero de forma no explícita la pregunta siempre fue contestada por cada una de las
corrientes arriba expresadas.
La visión que del ser humano suele tener la sociología podría reducirse al término Homo
sociologius, esto es, una visión que sitúa al ser humano dentro de una estructura social y que la
conciencia y formas de vida de éste vienen determinadas por la posición que ocupa en la
estructura, así como del contexto cultural, económico y político. El término Homo sociologicus fue
empleado por primera vez por Ralf Dahrendorf 2.
I. Los seres humanos son animales. En la base de la vida social de la especie humana existen
muchos rasgos compartidos con los animales, a saber, las tendencias biológicas de respuesta
instintiva.
II. Los seres humanos son animales que necesitan comunicarse mediante símbolos (mitos,
creencias, conceptos) y especular sobre las causas de los fenómenos a través de la inducción, la
seducción y la creencia.
III. Los seres humanos están dotados de una fuerte tendencia a maximizar su satisfacción física,
según se lo permitan los recursos disponibles.
IV. Los seres humanos intentan maximizar su dicha y bienestar subjetivos según se lo permitan los
recursos físicos y sociales disponibles, y ello a menudo en detrimento de su propio bienestar físico
objetivo, así como en detrimento del bienestar físico o moral de sus congéneres.
V. Los seres humanos estiman especialmente aquellas actividades en las que obtienen
reconocimiento social de su logro en forma de reputación, deferencia, honores o recompensa a
través de bienes simbólicos o materiales.
VI. No hay límites innatos al deseo del ser humano por la apropiación de bienes, honores,
privilegios y servicios. Los límites que frenan tal deseo incontrolado vienen dados por los recursos
disponibles y por la estructura social y moral del mundo en el que vive.
La diferencia de personalidad
La personalidad muestra lo que eres por fuera o lo que eres para el mundo, el carácter revela lo
que eres en tu interior. Como éstas están directamente relacionadas a la actitud de una persona y
comportamiento, mucha gente se confunde entre ellas fácilmente.
Todos somos iguales en muchas maneras como que todos tenemos el mismo cuerpo humano,
naturaleza, sentimientos, mente y demás. Pero si observamos profundamente encontraremos que
cada ser humano tuene ciertos tratos diferentes u hábitos que los hacen únicos. Es un hecho que
dos personas nunca podrán exactamente idénticas una a la otra, incluso si hablamos de gemelos,
también ellos difieren más o menos en su percepción, intereses, temperamento, naturaleza, etc.
Definición de Personalidad
La personalidad puede ser definida como una combinación de comportamiento mental y rasgos o
cualidades como patrones de pensamiento, sentimiento y actuación. Esto es una gama de
tendencias perdurables de un individuo para pensar, sentir y comportarse en una manera
específica en diversas situaciones, se refiere al arreglo sistemático de todas tus disposiciones como
actitud, pensamientos, sentimientos, emociones, etc.
Definición de carácter
“… el niño es un ser humano en desarrollo (Mansilla, 1990), que requiere del discurso social
además del familiar para lograr su madurez de acuerdo a su potencial y que es otro de los actores
sociales a ser considerado en toda propuesta de desarrollo de nuestros países” 3
El concepto de crecimiento y desarrollo implica una visión dinámica, evolutiva y prospectiva del
ser humano y es una característica diferencial en la asistencia del niño. El objetivo de la atención a
su salud no consiste solamente en satisfacer sus necesidades actuales, sino también en promover
un crecimiento y un desarrollo normal para que llegue a ser un adulto sano (op cit.)
El crecimiento ha sido definido como el proceso de incremento de la masa de un ser vivo, que se
produce por el aumento del número de células o de la masa muscular.
El crecimiento o aumento de tamaño ocurre básicamente por medio de dos mecanismos posibles
que se dan en todos los seres vivos:
HIPERPLASIA
3
MANSILLA, María (1992). Los nuevos problemas de la infancia, propuestas de solución.
4
OPS (1993) Organización Panamericana de la Salud. Manual de Crecimiento y Desarrollo del Niño 2° Edición
5
ORDOÑEZ, Ma del Carmen; TINAJERO, Alfredo (1987). Estimulación Temprana, inteligencia emocional y
cognitiva (pp.15).
El desarrollo psicológico humano
En tanto al desarrollo infantil se refiere al proceso por el cual los niños adquieren y especializan las
capacidades y habilidades que necesitan para ejercer actitudes cada vez más autónomas y
desenvolverse satisfactoriamente en su entorno.
Mediante el uso de símbolos con base en el recuerdo, en la etapa preoperacional los niños piensan
en formas nuevas y creativas; aunque su pensamiento no es del todo lógico, lo es parcialmente. El
pensamiento preoperacional todavía es rudimentario en comparación con los niños que han
alcanzado la etapa de operaciones concretas; por ejemplo, en la etapa preoperacional los niños no
diferencian con claridad la fantasía de la realidad.
En ésta etapa los niños se centran en una parte de la situación y descartan lo demás, centración,
llegando con frecuencia a conclusiones ilógicas, no pueden descentrar o pensar simultáneamente
en varios aspectos de una situación. Piaget encontró que los niños en esta etapa no comprenden
el principio de conservación a cabalidad. En su lógica se limita por el carácter de irreversibilidad, es
decir, no entienden que una operación se puede realizar de dos maneras.
Según Piaget, en ocasiones, entre los cinco y los siete años de edad, los niños entran en la etapa
de las operaciones concretas cuando pueden pensar con lógica acerca del aquí y del ahora.
El promedio de edad situado en los siete años, que coincide con el principio de la escolaridad
propiamente dicha del niño, señala un giro decisivo en el desarrollo mental. En efecto, asistimos,
en cada uno de los aspectos tan complejos de la vida psíquica, tanto si se trata de la inteligencia o
de la vida afectiva, de las relaciones sociales o de la actividad característicamente individual, a la
aparición de nuevas formas de organización que completan los esquemas de las construcciones
presentes durante el período precedente y les aseguran un equilibrio más estable, inaugurando
también una serie ininterrumpida de nuevas construcciones. 7
En la tercera etapa de Piaget, los niños pueden pensar operacionalmente, es decir, pueden utiizar
símbolos para llevar a cabo operaciones, actividades mentales, en sentido contrario a las
actividades físicas que fueron la ase de la mayor parte del pensamiento inicial. Por primera vez la
lógica se hace realidad. Aunque en la etapa preoperacional los niños pueden hacer
representaciones mentales de objetos y eventos que no se presentan de inmediato, su aprendizaje
6
N. Myers y Perlmutter, 1978.
7
Piaget, Jean. Seis Estudios de Psicología. 1991. Pág. 54
aún se halla en estrecha relación con la experiencia física. En la etapa de operaciones concretas los
niños son mucho mejores que los del nivel preoperacional para clasificar, trabajar con números,
manejar conceptos de tiempo y espacio y distinguir la realidad de la fantasía. 8
Debido a que existe mucho menor egocentrismo, en esta etapa los niños pueden descentrar. Esto
significa que pueden tomar en cuenta todos los aspectos de una situación en lugar de centrarse en
uno solo. Comprenden que la mayor parte de las operaciones físicas son reversibles y el aumento
en su capacidad para compreder el punto de vista de los demás les permite comunicarse de una
forma más efectiva y ser más flexibles en su pensamiento moral.
Sin embargo aunque los niños en edad escolar piensan de una forma más lógica que los pequeños,
si pensamiento todavía está anclado en el aquí y en el ahora. Según Piaget no será sino hasta la
etapa de las operaciones formales, que los jóvenes podrán pensar en abstracto, plantear hipótesis
y comprender probabilidades.
Como la escuela es un punto central en la vida de los niños, afecta y se ve afectada por todos los
aspectos de su desarrollo. En los últimos años se ha cambiado el enfoque educacional. Se
recomienda ahora enseñar de manera que se construya sobre los intereses y el talento natural de
los niños: enseñar lectura y escritura, por ejemplo, en el contexto de un proyecto de estudios
sociales o enseñar concretos de matemáticas en el estudio de la música. Urgen por la aplicación de
proyectos cooperativos, experiencias directas, uso de materiales concretos para resolver
problemas, y una estrecha colaboración padres-profesor.
Los profesores influyen en el éxito que han de tener los niños en el colegio y, en consecuencia
sobre su autoestima. Con frecuencia las profecías de autorrealización plena limitan el logro de los
niños pobres y de grupos minoritarios.
8
Papalia, Diane E., Wendkos Olds, Sally. Desarrollo humano con aportaciones para Iberoamérica. 1995.
Los cambios biológicos que señalan el final de la niñez, incluyen el repentino crecimiento del
adolescente, el comienzo de la menstruación en las niñas, la presencia de esperma en los varones,
la maduración de los órganos reproductores y el desarrollo de las características sexuales
secundarias.
Los cambios físicos en la adolescencia tienen muchas manifestaciones psicológicas. Una de las
grandes paradojas de la adolescencia es el conflicto entre el anhelo de los jóvenes por hallar su
propia identidad, para expresarse como seres únicos, u el arrollador deseo de ser exactamente
iguales a sus amigos y amigas (op.cit). La madurez tardía o precoz no es, necesariamente, una
ventaja ni una desventaja, el momento en que se presenta puede tener efectos psicológicos.
Piaget notó que en la adolescencia se alcanza el más alto nivel de desarrollo cognoscitivo de que la
gente es capaz. Por la capacidad del pensamiento abstracto, Piaget lo llamó Operaciones formales
o también «hipotético-deductivo».
El logro de las operaciones formales le permite al adolescente contar con una nueva forma de
manipular, o funcionar con información. Ya no están limitados a pensar acerca del aquí y del
ahora, como en la etapa cognoscitiva anterior de las operaciones concretas, ahora pueden
manejar abstracciones, probar hipótesis y ver posibilidades infinitas.
Este avance les abre muchas nuevas puertas, pues les permite analizar doctrinas filosóficas y
políticas y, en ocasiones, formular sus propias teorías, con la posibilidad de reformar la sociedad;
incluso les permite reconocer el hecho de que muchas situaciones no tienen respuestas
definitivas. Buena parte de la infacia parece una batalla para abordar el mundo como es, ahora, los
jóvenes se concientizan de cómo podría ser el mundo.
La capacidad para pensar en forma abstracta también tiene ramificaciones emocionales. Mientras
que antes el adolescente podía amar a su madre u odiar a un comañero, ahora puede amar la
libertad y odiar la explotación. El adolescente ha desarrollado un nuevo modo de vida: lo posible y
lo ideal cautivan la mente y los sentimientos. 9
9
Ginsburg y Opper, 1979, p.201.
egocentrismo del pensamiento característico de la primera infancia analiza con el equilibrio de las
operaciones concretas, de idéntica forma el egocentrismo metafísico de la adolescencia encuentra
paulatinamente su corrección en una reconciliación entre el pensamiento formal y la realidad: el
equilibrio se alcanza cuando la reflexión comprende que su función característica no es
contradecir, sino preceder e interpretar a la experiencia. Y entonces este equilibrio es
ampliamente superior al del pensamiento concreto puesto que, además del mundo real, engloba
las construcciones indefinidas de la deducción racional y de la vida interior. (Op. Cit.)
La escuela es una entidad que aprende y que necesita aprender de la propia experiencia para
poder crecer y mejorar pedagógicamente. Por eso, tanto el alumnado como el profesorado han de
poder participar en la construcción diaria como miembros de un proyecto educativo global, más
allá de la participación en el aula.
También es importante una participación amplia e intensa de las familias en simbiosis con el
contexto de que forman parte. Ha de conseguirse que el centro sea un espacio educativo que unos
y otros sientan como propio. Esto supone que los centros han de tener líneas de trabajo y
proyectos construidos colectivamente, estables a largo plazo y evaluados periódicamente, con
plantillas estables que asuman el proyecto educativo y que se impliquen y participen más allá de
su responsabilidad en el aula. Por eso es necesario establecer mecanismos y momentos de
análisis, reflexión y valoración de los objetivos planteados como una comunidad, de su línea
pedagógica, de los proyectos, de la organización de la que se dota, y que todo quede recogido y
sistematizado como legado colectivo.
Esto significa que el profesorado ha de entender que es formador y educador, que tiene una
función de docente reflexivo y de investigador sobre su práctica, y por eso ha de tener una
formación específica sobre este tema, así como tiempos y espacios para desarrollar este cometido
(observar, identificar, analizar, diagnosticar, crear, valorar, evaluar, compartir, corregir, proponer,
etc.).
La escuela es un ente que educa de forma sistémica, con sus proyectos con y sin incidencia en la
comunidad, con su organización, el diseño del espacio, las normas y horarios, en el recreo, el
comedor, con la selección de contenidos, con su participación en el contexto, etc. El alumnado
siempre ha de ser el centro de su actividad y de sus objetivos; ha de estar en el centro del proceso
de enseñanza-aprendizaje, pero no solo en las actividades del aula, sino en la escuela en general
como un espacio en el que se generan todas las actividades que por definición son educativos. Por
esto es importante que se piensen y creen los ámbitos educativos (participativos, curriculares,
metodológicos, organizativos, etc.) y los ambientes y espacios propicios para que se genere
aprendizaje, se desarrollen competencias y se construyan valores, dado que la educación y la
formación del alumnado es la que da sentido al centro educativo.
Además de estar abierta al mundo, la escuela ha de fomentar, en todos los ámbitos educativos, la
participación del alumnado, el profesorado y de las familias. Y organizativamente ha de dotarse d
una estructura flexible, de mecanismos y normativas que permitan una vida democrática real y la
participación en la gestión de tiempos, espacios, normas, proyectos, etc. a través de sus órganos
de gestión. La escuela ha de hacer vivir, experimentar y construir los valores y principios de
convivencia.
Como nos educa de forma global, la escuela ha de ser inclusiva; ha de recoger la diversidad de la
realidad social y comentar la inclusión de las diversidades físicas, culturales, de ritmos y de forma
de aprendizaje. El mismo desarrollo de la inclusión en las aulas, como proyecto del centro, ya
supone una fuente de aprendizaje para el alumnado y el profesorado, tanto en conceptos como en
valores, porque la escuela es una representación de la diversidad social (entorno próximo,
diversidad familiar, migración…) en la que han de vivir y en la que habrán de hacer sus
aportaciones de mejora.