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CELEBRACIÓN FAMILIAR

VIERNES SANTO

“Jesús en la cruz dijo esta frase: «Dios mío, Dios mío,


¿por qué me has abandonado?» Es una frase dura. Hoy,
en el drama de la pandemia, ante tantas certezas que se
desmoronan y con el sentimiento de abandono que nos
oprime el corazón Jesús nos dice a cada uno: Ánimo,
abre el corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios,
que te sostiene». (Papa Francisco- Homilía Domingo de Ramos
2020)

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VIERNES SANTO EN FAMILIA

Empecemos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.


Amén.

Hoy, Viernes Santo, nuestra familia se reúne en casa para profundizar


la fe en Cristo, participando en el misterio de la Pasión de nuestro
Señor, y pidiendo de una manera especial por todos los que están
padeciendo y sufriendo esta pandemia.

Cantamos:
Perdona a tu pueblo, Señor
perdona a tu pueblo,
perdónale, Señor.

Por las tres horas de tu agonía


en que por madre diste a María,
perdónale, Señor.

Por la abertura de tu costado,


no le dejes caer en pecado,
perdónale, Señor.

Por las heridas de pies y manos,


por los azotes y los tres clavos.
¡Perdónale, Señor!

Oración:

Oh, Dios Padre todopoderoso, que en tu Hijo Jesucristo asumiste


las llagas y los sufrimientos de la humanidad, hoy tengo la valen-
tía de suplicarte, como el ladrón arrepentido:
«¡Acuérdate de mí!» Amén.

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PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO – (Juan 19,1- 43) - VIA CRUCIS

Vamos iniciar el Camino de la Pasión de la Cruz de Cristo

«En el drama de la pandemia, ante tantas


certezas que se desmoronan, frente a tan-
tas expectativas traicionadas, con el senti-
miento de abandono que nos oprime el co-
razón, Jesús nos dice a cada uno: Ánimo,
abre el corazón a mi amor. Sentirás el con-
suelo de Dios, que te sostiene».
(Papa Francisco)

1ª ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

“No nos hace bien permitir que nos anestesien la conciencia social
mientras una estela de dilapidación e incluso de muerte, por toda la
región pone en peligro la vida de millones de personas».
(Papa Francisco Querida Amazonía 15)

Jesús sigue siendo condenado hoy por quienes condenan a inocentes, ne-
gándoles acceso a los servicios básicos a una vida digna, especialmente a los
más pobres y débiles.

Pidamos a Dios por todas las personas expuestas al virus, a enfermedades,


pecados, peligros, por culpa de nuestra limitación y debilidad humana.

Todos: Ayúdanos a ser justos y a luchar por la justicia.

Padre nuestro

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2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGA CON LA CRUZ

«Señor Jesús, ayúdanos a ver en tu cruz to-


das las cruces del mundo: La cruz de la gente
que tiene hambre de pan y de amor;
la cruz de los solitarios y abandonados, incluso
por su propios hijos y parientes,
la cruz de personas sedientas de justicia y paz,
la cruz de la gente que no tiene
el consuelo de la fe». Amén.
(Papa Francisco Viernes Santo 2019)

Pidamos a Dios por los que están sufriendo el peso de la pandemia, los que
están postrados en los hospitales, aislados en sus casas, para que pongan la
mirada en Jesús. Su amor lo llevó a sacrificarse por nosotros, a cargar sobre
sí todo nuestro mal.

Todos: Señor Jesús, ayúdanos a apoyarnos unos a otros,


sólo así nuestras cruces se hacen ligeras.

Padre nuestro

3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ


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«Señor Jesús, Tú también caíste por tierra. La primera vez es quizá la más
dura porque todo es nuevo; el golpe es fuerte y prevalece el desconcierto.
Confiamos a tu Padre a quienes se cierran en sus propias razones y no lo-
gran reconocer las culpas cometidas». Amén.
(Vía Crucis Papa Francisco 2020)

En estos tiempos de aislamiento social, pidamos a Dios para que no caiga-


mos en la tentación de no tomarnos en serio las medidas de prevención
que las autoridades nos hacen para evitar posibles contagios, poniendo en
riesgo nuestra salud y la salud de los demás.

Todos: Señor, ayúdanos a cumplir las medidas de prevención.


Padre nuestro
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4ª ESTACIÓN: JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE EN EL CAMINO DE LA CRUZ

«Señor Jesús, el encuentro con tu Madre en el camino de la cruz es quizá el


más conmovedor y doloroso. Entre su mirada y la tuya ponemos la de todos
los familiares y amigos que se sienten destrozados e impotentes
por la suerte de sus seres queridos».
(Vía Crucis Papa Francisco 2020)

Contemplar el dolor de María ante su Hijo en la Vía Dolorosa, sin poder


acercarse a Él, es la contemplación de miles de personas, porque no pueden
acercarse a sus seres queridos, debido al COVID 19.

Todos: María, ven con nosotros a caminar en estos momentos difíciles.

Padre nuestro

5ª ESTACIÓN: EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ

«Pienso en los santos de la puerta de al lado en este momento difícil. ¡Son


héroes! Médicos, religiosas, sacerdotes, operarios que cumplen con los
deberes para que la sociedad funcione. ¡Cuántos médicos y enfermeros han
muerto! ¡Cuántos sacerdotes, cuántas religiosas han muerto! Sirviendo».
(Papa Francisco 8 de abril 2020)

Señor Jesús, nosotros, como el Cirineo,


queremos hacernos prójimos de nuestros
hermanos y hermanas, y colaborar con la
misericordia del Padre para aliviar sus
sufrimientos. Bendice a los médicos, en-
fermeras, militares, policías, bomberos y
servidores de la limpieza pública; ellos
son los santos de la puerta de al lado.

Todos: Señor, ayúdanos a ser solidarios con los que sufren.

Padre nuestro
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6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

Señor Jesús, la Verónica tuvo compasión de Ti, encontró un hombre que


estaba sufriendo y descubrió el rostro de Dios. En la oración confiamos a tu
Padre a los hombres y las mujeres de nuestro tiempo
que siguen enjugando las lágrimas de muchos hermanos nuestros.

En nuestra vida, a veces hemos tenido ocasión de enjugar lágrimas y sudor


de personas que sufren. Pidamos a Dios para que en nuestra familia des-
pierte el servicio hacia las personas que sufren:
- Hay enfermos solos en casas y hospitales
Hay migrantes abandonados
- Hay desocupados que no tienen para comer
- Hay presos que requieren ser escuchados, atendidos
- Hay niños violentados, ancianos abandonados
- Hay personas que claman ser incluidas, tomadas en cuenta.
Ellos requieren que les limpiemos el rostro.
Todos: Señor, ayúdanos a ver tu rostro en los que sufren.
Padre nuestro
7ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ EN EL CAMINO A LA CRUZ
Señor Jesús, a pesar de que sabemos que tú caíste en el camino, nos rehu-
samos a aceptar muchas veces nuestros límites, nuestras debilidades y los
fracasos dentro de nuestra vocación como cristianos, como bautizados.
Jesús, aunque caigamos una segunda vez y muchas más en el camino,
no nos dejes. Ten paciencia con nosotros;
levántanos, anímanos, ayúdanos,
para que sigamos el camino de la fe con la Cruz de cada día.

Señor Jesús, estás otra vez caído por tierra, fatigado por mi apego al mal,
por mi miedo a no lograr ser una persona mejor. Con fe nos dirigimos a tu
Padre y le pedimos por todos los que todavía no han podido huir del poder
de Satanás, del atractivo de sus obras y de sus mil formas de seducción.
(Vía Crucis Papa Francisco 2020)

Todos: Jesús no nos dejes caer en la tentación.


Padre nuestro

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8ª ESTACIÓN: JESÚS, HABLA A LAS MUJERES QUE LLORAN

Jesús se impresiona por su llanto amargo, pero les exhorta a no desgastar


el corazón en verlo tan maltratado, a no ser mujeres que lloran,
sino creyentes. Pide un dolor compartido y no una conmiseración sollozante.
Por las mujeres de nuestra familia, de la comunidad y de la Iglesia:
- No más lamentos, sino deseos de renacer, de mirar hacia adelante,
de proceder con fe y esperanza hacia esa aurora de luz de quienes
caminan con los ojos puestos en Dios.
- Lloremos por nosotros mismos, si aún no creemos en ese Jesús que
nos ha anunciado el Reino de la salvación.
- Lloremos por nuestros pecados no confesados.
- Y lloremos también por esos hombres que descargan sobre las mu-
jeres la violencia que llevan dentro.
- Lloremos por las mujeres esclavizadas por el miedo y la explotación.

Pero no basta apenarse y sentir compasión. Jesús es más exigente: Las mu-
jeres deben ser amadas como un don inviolable para toda la humanidad.
Para hacer crecer a nuestros hijos, en dignidad y esperanza.

Todos: Señor para que valoremos a las mujeres por todo el


bien que hacen a la humanidad.
Padre nuestro

9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ


Señor Jesús, por tercera vez caes por tierra y, cuando todos piensan que es
el final, una vez más te levantas. Con confianza nos ponemos en las manos
de tu Padre y le encomendamos a quienes se sienten atrapados en los abis-
mos de los propios errores, para que tengan la fuerza de levantarse
y la valentía de dejarse ayudar.
Pidamos en esta estación por quienes sufren los daños de esta crisis. De un
modo especial por las personas que viven del día con su pequeño negocio,
los empresarios, los que tienen diversos emprendimientos que ven peligrar
su medio de subsistencia y por los obreros, dales fuerza, sabiduría y perse-
verancia.
Todos: Señor, ayúdanos a seguirte hasta el final.
Padre nuestro
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10ª ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
Señor, ayúdanos a vivir el desprendimiento total de las cosas y de nuestra
propia persona para vivir en la alegría del Evangelio como discípulos y mi-
sioneros al servicio de nuestros hermanos como tú.

Te presentamos Señor la humanidad dolorida, los cuerpos de hombres y


mujeres, de niños y ancianos, de enfermos y discapacitados oprimidos en su
dignidad.

Todos: Concédenos, Señor, un corazón lleno de misericordia.


Padre nuestro

11ª ESTACIÓN: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

Señor Jesús, tu amor sin límites por nosotros te llevó a la Cruz. Estás mu-
riendo, pero no te cansas de perdonarnos y de darnos vida. Confiamos a tu
Padre los inocentes de la historia que sufrieron una condena injusta.
Que resuene en sus corazones el eco de tu palabra:
«Hoy estarás conmigo en el paraíso».

Cuántas personas todavía hoy son clavadas en una cruz, víctimas de una
explotación inhumana, privadas de dignidad, de libertad, de futuro. Su grito
de auxilio nos interpela como hombres y mujeres, como gobiernos, como
sociedad y como Iglesia.

Pidamos por las autoridades, los que ejercen cargos públicos para que ha-
gan uso de la autoridad como servicio y no como opresión.

Todos: Señor, ten piedad.


Padre nuestro

12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ


Señor Jesús, mueres por una sentencia corrompida, pronunciada por jueces
inicuos y atemorizados por la fuerza impetuosa de la Verdad. A tu Padre
confiamos los poderes del estado, ejecutivo, legislativo, judicial para que se
mantengan con rectitud en el servicio que ejercen a favor del Estado y de
sus ciudadanos, sobre todo de los que sufren por una situación de pobreza.

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Pidamos en esta estación por todos los que han fallecido con coronavirus,
para que Dios les acoja en el cielo donde ya no hay ni enfermedad, ni luto ni
dolor.
Todos: Señor, ayúdanos a dar nuestra vida
Padre nuestro

13ª ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ


Desclavan el cuerpo de Jesús y lo reciben los brazos de María. Sobre la tie-
rra todo sufrimiento tiene su fin, pero la recompensa es eterna. Señor, haz
que en las penas y trabajos de cada día, nuestro descanso sean los brazos
de tu Madre Santísima y que ella nos lleve a la alegría de gozar de tu cielo al
llegar al final de nuestra tarea
como tus discípulos misioneros en este mundo.

Oh Dios, principio y fin de todo lo creado, que en la Pascua de Cristo redi-


miste a toda la humanidad, danos la sabiduría de la Cruz para poder aban-
donarnos a tu voluntad, aceptándola con ánimo alegre y agradecido. Por
Cristo nuestro Señor. Amén

Todos: María, Madre de Dios, ruega por


nosotros.
Padre nuestro

14ª ESTACIÓN: EL CUERPO DE JESÚS ES SEPULTADO


«Nos dimos cuenta que estábamos en la misma barca, todos frágiles y
desorientados pero al mismo tiempo importantes y necesarios. Estamos
todos llamados a remar juntos. En esta barca estamos todos como esos
discípulos que hablan con una única voz y con angustia dicen:
estamos perdidos. También nosotros nos advertimos que no podemos se-
guir cada uno por nuestra cuenta sino todos juntos».

«Con la tempestad se cayó el maquillaje de los estereotipos que disfrazá-


bamos. La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad. Solos nos hun-
dimos, necesitamos al Señor. El Señor nos interpela desde su cruz. Abrazar
la cruz es abrazar las contrariedades de hoy. Hay que practicar nuevas for-
mas de fraternidad y solidaridad. Con Dios la vida nunca muere. El comien-

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zo de la fe es saber que necesitamos la salvación. Hay que dar espacio a la
creatividad que sólo el espíritu es capaz de suscitar. Esta es la fuerza de
Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede»

Oremos

Oh Dios, eterna luz y día sin ocaso, colma de tus bienes a los que se
dedican a tu alabanza y al servicio del que sufre, en los innumerables
lugares de sufrimiento de la humanidad. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

Padre nuestro

Que la pasión de Cristo nos anime a:


- Amar como Cristo amo, sin límites,
no solo a quién lo amaban sino también a quiénes lo odiaban
- Perdonar siempre, a todos
- Respetar la dignidad de cada persona
creada a imagen y semejanza de Dios
- Ser solidarios, a vivir la caridad,
caricia de la madre Iglesia a los pobres.

VENERACIÓN DE LA CRUZ
(La familia pone un pequeño altar con una Cruz)

Nos ponemos de rodillas


ante este pequeño altar
y como familia
veneramos la Cruz
símbolo del gran amor
que Jesús nos tiene
y juntos repetimos
esta oración del Papa
Francisco por la Cruz.

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Señor Jesús, ayúdanos a ver en tu Cruz todas las cruces del
mundo: la cruz de la gente que tiene hambre de pan y de amor;
la cruz de los solitarios y abandonados, incluso por sus propios
hijos y parientes, la cruz de personas sedientas de justicia y paz,
la cruz de la gente que no tiene el consuelo de la fe.

La cruz de los ancianos que se arrastran bajo el peso de los años


y la soledad; la cruz de los migrantes que encuentran sus puer-
tas cerradas a causa del miedo y los corazones blindados por
cálculos políticos, la cruz de los pequeños, heridos en su inocen-
cia y pureza, la cruz de la humanidad que vaga en la oscuridad
de la incertidumbre y en la oscuridad de la cultura de lo proviso-
rio, la cruz de las familias rota por la traición, por las seduccio-
nes del maligno o por la ligereza asesina y el egoísmo, la cruz de
las personas consagradas que buscan incansablemente llevar tu
luz al mundo y se sienten rechazadas, burladas y humilladas.

La cruz de las personas consagradas que, en el camino, han ol-


vidado su primer amor; la cruz de tus hijos que, creyendo en ti y
tratando de vivir según tu Palabra, se encuentran marginados y
descartados incluso por sus familias y por sus compañeros, la
cruz de nuestras debilidades, de nuestras hipocresías, de nues-
tras traiciones, de nuestros pecados y de nuestras muchas pro-
mesas rotas; la cruz de tu Iglesia que, fiel a tu Evangelio, lucha
por llevar tu amor también entre los bautizados.

La cruz de la Iglesia, Tu esposa, que se siente continuamente


atacada por dentro y por fuera; la cruz de nuestra casa común
que se marchita seriamente ante nuestros ojos egoístas y está
cegada por la codicia y el poder.
Señor Jesús, reaviva en nosotros la esperanza de la resurrección
y de Tu victoria definitiva contra todo mal y toda muerte.
¡Amén!»

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Gesto:

Podemos poner en la puerta de


nuestra casa un listón negro o un
cartel (señal que Jesús murió por
nosotros) y como gesto de soli-
daridad por las personas que han
fallecido por el COVID 19.
Con su muerte Jesús
nos salva
Bendición final:
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre nosotros y nos acompañe. Amén.

Cantamos:
Perdona a tu pueblo, Señor,
perdona a tu pueblo, perdónale, Señor.

Por las tres horas de tu agonía


en que por madre diste a María,
perdónale, Señor.

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