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Facultad de Medicina
Actividad de aprendizaje
Por:
● Anamarcos Nicole Sandoval Saravia.
● Carlos Eduardo Olivares Talavera.
● Jenny Tamara Mendoza Fonseca.
● Jefferson Amaru Palacios Guerrero
● Lía Ester Vado Gaitán.
● Misael Alberto Ixcot Ruiz.
Este patrón de tipo de reacción tisular son útiles para el análisis de características
microscópicas de procesos infecciosos; habitualmente en el anfitrión se producen varios tipos
de reacción. En las respuestas tisulares a los agentes físicos o químicos incluyendo las
enfermedades inflamatorias de origen desconocido se observan patrones similares de
inflamación.
2. Patrones anatomopatológicos (imágenes).
El exantema moteado, marrón, rojizo, de la infección por el virus del sarampión que aparece
en la cara, tronco y extremidades proximales se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos,
al edema y a una inflamación perivascular por leucocitos mononucleares. Las lesiones
ulcerosas de la mucosa de la cavidad oral próximas a la zona donde desembocan los
conductos de Stensen (las manchas patognomónicas de la enfermedad) se caracterizan por
necrosis, exudado neutrófilo y neovascularización. Los órganos linfoides presentan una
acusada hiperplasia folicular, grandes centros germinales y células gigantes multinucleadas
distribuidas al azar y denominadas células de Warthin-Finkeldey, que contienen inclusiones
eosinófilas nucleares y citoplasmáticas.
Parotiditis vírica
Las glándulas afectadas se ven aumentadas de tamaño y presentan una consistencia blanda y
aspecto húmedo, brillante con color marrón rojizo en los cortes transversales. Al microscopio
se observa edema en el intersticio glandular y una infiltración difusa por macrófagos,
linfocitos y células plasmáticas que comprimen los acinos y los conductos. La luz de los
conductos puede estar obstruida por neutrófilos y restos necróticos.
Virus del herpes simple
El exantema aparece unas 2 semanas después de la infección respiratoria. Las lesiones van
surgiendo en oleadas, de manera centrífuga, empezando en el torso y desplazándose hacia la
cabeza y las extremidades. Cada lesión progresa rápidamente de mácula a vesícula, esta
última parecida a gotas de rocío sobre un pétalo de rosa. En el examen histológico, las
lesiones de la varicela muestran vesículas intraepiteliales con inclusiones intranucleares en las
células epiteliales de la base de las vesículas. Transcurridos unos días, la mayoría de las
vesículas estallan, forman una costra y se curan por regeneración, sin formación de cicatrices,
no así en el casos de que se rompan de forma traumática.
Citomegalovirus
Las células infectadas presentan un llamativo aumento de tamaño, algunas veces hasta
alcanzar un diámetro de 40 micras, y muestran pleomorfismo celular y nuclear. Se observan
grandes inclusiones basófilas intranucleares que ocupan más de la mitad del diámetro del
núcleo y que suelen estar separadas de la membrana nuclear por un halo transparente. En el
citoplasma de las células infectadas aparecen también inclusiones basófilas de menor tamaño.
En los órganos glandulares se encuentran infectadas las células parenquimatosas. La
infección diseminada da lugar a necrosis focal con muy poca inflamación.
Otro ejemplo es el virus del Epstein-Barr que se une a los receptores del complemento
tipo 2 (CR2 o CD21) de los linfocitos B. Otros tropismos son debidos a diferentes
tipos de factores específicos de determinadas estirpes celulares. Las barreras físicas
también pueden influir en el tropismo por un determinado tejido. Una vez que los
virus han penetrado en la célula del anfitrión, puede producir daño por diferentes
mecanismos.
● Efectos citopáticos directos: algunos virus matan las células al impedir la síntesis de
macromoléculas de importancia cítrica para el anfitrión por ejemplo el ADN o el
ARN. otro mecanismo es la producción de enzimas degradantes o proteínas tóxicas.
por ejemplo, los poliovirus inactivan la proteína fijadora de la caperuza que es
imprescindible para la traducción de los ARNm del anfitrión.
El virus del herpes simple produce proteínas que inhiben la síntesis de ADN, así como
otras proteínas que degradan el ADN. Los virus pueden provocar la muerte mediante
uso de estrategias muy diversas, entre las que se encuentra la activación de los
denominados receptores de muerte celular. Finalmente los virus codifican proteínas
que promueven directamente la apoptosis; un ejemplo es la proteína vpr del VIH.
Los elementos genéticos móviles como los plásmidos y los bacteriófagos, pueden
transmitir genes funcionalmente importantes a las bacterias. Las bacterias pueden
inducir la expresión de factores de virulencia hasta que alcanzan una alta
concentración tisular. Las bacterias también pueden formar biopelículas en las que los
organismos viven inmersos en una capa viscosa de polisacáridos extracelulares que se
adhiere a los tejidos, las biopelículas también también aumentan la virulencia
bacteriana porque protegen a las bacterias del sistema inmunitario del huésped.
Diagnóstico molecular: son las pruebas basadas en ácidos nucleicos, y se han convertido en
métodos rutinarios para la detección y cuantificación de varios patógenos.
Mucicarmín Criptococos
Defensas locales
1) COLONIZACIÓN DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS: Esta situación se
produce fundamentalmente en las vías aéreas superiores donde la flora normal se
adhiere y defiende al Ap. Respiratorio por: fijación en las células epiteliales
impidiendo que se adhieran otras especies; producción de sustancias antimicrobianas;
estimulando mecanismos inmunitarios de la mucosa.
2) BARRERAS FÍSICAS: Que comienzan con las vibrisas nasales, continuando por
las tortuosidades de la nariz y las divisiones del árbol bronquial que hacen que las
partículas inhaladas, por procesos de impactación, sedimentación o difusión, queden
depositadas en la mucosa donde luego serán depuradas mecánicamente o inactivadas
por secreciones mucosas. Asimismo se necesita del correcto cierre laríngeo junto con
la presencia del reflejo nauseoso y la integridad del epitelio respiratorio.
3) TOS: La contracción de los músculos toracoabdominales genera una corriente de
aire a gran velocidad que tiene significativa importancia en la eliminación de
sustancias fundamentalmente de las vías respiratorias centrales y la laringe.
4) DEPURACIÓN MUCOCILIAR: El Ap. Respiratorio tiene células ciliadas, desde
la nariz hasta los bronquiolos terminales, bañadas con una capa mucosa que impiden
la llegada de las bacterias a las células epiteliales y mediante movimientos
descendentes en la nariz y ascendentes en el árbol traqueobronquial llevan las
partículas hacia la boca para su eliminación.
5) SECRECIONES ANTIMICROBIANAS: Presentes en la mucosa hay sustancias
que por distintos mecanismos defienden de la infección como la lactoferrina,
transferrina, lisozima, complemento, inmunoglobulinas, etc.
6) MACROFAGOS ALVEOLARES: Si los organismos nocivos logran superar las
barreras antedichas y llegan al espacio alveolar se enfrentan a estas células que tienen
la potencialidad de destruirlas localmente o ser la llave para el comienzo de una
reacción inmuno-inflamatoria para su eliminación.
Defensas generales
Si las defensas locales del pulmón son superadas por el número o las características
del inóculo, se ponen en marcha mecanismos generales para deshacerse del mismo
que son:
1) REACCIÓN INFLAMATORIA: Se promueve por distintos mecanismos
(activación de la vía alterna del complemento, liberación de IL-1, IL-8 y TNF, etc.) la
llegada de proteínas plasmáticas, monocitos y neutrófilos con mecanismos
antimicrobianos activados al pulmón.
2) INMUNIDAD HUMORAL: Básicamente expresada por inmunoglobulinas. Las
A (fundamentalmente en vías aéreas superiores y de conducción) a través de sus
clases A1 y A2, previene la fijación de microorganismos al epitelio. Las G y M
(fundamentalmente en las regiones distales) tienen funciones de anticuerpo en la
eliminación de agentes virales y bacterianos, apareciendo en el espacio bronco
alveolar en horas (si existía inmunización previa), o en 5 a 7 días en casos de reacción
inmunitaria primaria.
3) INMUNIDAD CELULAR: Los macrófagos y células dendríticas estimulan a
linfocitos T para que activados en forma de T auxiliares(CD4) y como T citotóxicas
(CD8) actuen defendiendo básicamente contra infecciones intracelulares y del P.
Carinii, agente extracelular que resiste otro tipo de defensas.
Bibliografía
● Kumar, V.; Robbins & Cotran. (2010). Patología estructural y funcional (8.a ed.).
Barcelona, España: Elsevier.
● Robbins y Cotran. (2015). Patología estructural y funcional. Barcelona, España.
Elsevier. (9 ed).