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Trabajo Práctico para

Coloquio
Psicología Social

Tema: Psicología Cognitiva


Docente: Eliana Quadrelli
Fecha: 27/06/2017
Integrantes:
 Acosta, Aldana
 Flores, Victoria
https://psicologiaymente.net/psicologia/psicologia-cognitiva 1

Psicología cognitiva: definición, teorías y autores principales

¿Qué es la psicología cognitiva y qué podemos aprender de esta corriente de


investigación?

La psicología cognitiva es la vertiente de la psicología que se dedica al estudio de los


procesos mentales como la percepción, la planificación o la extracción de inferencias.
Es decir, procesos que históricamente se han entendido como privados y fuera del
alcance de los instrumentos de medición que se han venido utilizando en estudios
científicos.

El cognitivismo y la psicología cognitiva han supuesto un golpe sobre la mesa por


parte de una comunidad de investigadores que no quería renunciar al estudio científico
de los procesos mentales, y aproximadamente desde los años 60 han formado la
corriente de psicología hegemónica en todo el mundo.

Para explicar los orígenes de la psicología cognitiva hay que retroceder a mediados
del siglo pasado.

La psicología cognitiva y la metáfora computacional

Si en la primera mitad del siglo XX las escuelas dominantes en el mundo de la


psicología eran la psicodinámica iniciada por Sigmund Freud y la conductista, a partir
de los años 50 el mundo de la investigación científica empezó a vivir una época de
cambios acelerados ocasionados por la irrupción de los progresos en la construcción
de ordenadores.

A partir de ese momento empezó a ser posible entender la mente humana como un


procesador de información comparable a cualquier ordenador, con sus puertos de
entrada y de salida de datos, partes dedicadas a almacenar datos (memoria) y ciertos
programas informáticos encargados de procesar la información de manera adecuada.
Esta metáfora computacional serviría para crear modelos teóricos que permitiesen
formular hipótesis e intentar predecir el comportamiento humano hasta cierto punto.
Nacía así el modelo informático de los procesos mentales, muy utilizado en psicología
a día de hoy.

La revolución cognitiva

A la vez que se sucedían los progresos tecnológicos en el ámbito de la informática, el


conductismo iba siendo cada vez más criticado. Estas críticas se centraban,
básicamente, porque se entendía que sus limitaciones no permitían estudiar
adecuadamente los procesos mentales, al limitarse a extraer conclusiones sobre lo
que es observable directamente y lo que tiene una repercusión clara sobre el entorno:
la conducta.
De este modo, durante los años 50 surgió un movimiento a favor de una reorientación
de la psicología hacia los procesos mentales. En esta iniciativa participaron, entre
otros, seguidores de la antigua psicología de la Gestalt, investigadores de la memoria
y el aprendizaje interesados en lo cognitivo, y algunas personas que se habían ido
distanciando del conductismo y, especialmente, Jerome Bruner y George Miller, que
encabezaron la revolución cognitiva.

Se considera que la psicología cognitiva nació como fruto de esta etapa de


reivindicaciones a favor del estudio de los procesos mentales, cuando Jerome Bruner
y George Miller fundaron el Center for Cognitive Studies de Harvard en el año 1960.
Poco más tarde, en el 1967, el psicólogo Ulric Neisser aporta una definición sobre lo
que es la psicología cognitiva en su libro Cognitive psychology. En esta obra explica el
concepto de cognición en términos computacionales, como un proceso en el que se
procesa información para poder usarla más adelante.

La reorientación de la psicología

La irrupción de la psicología cognitiva y el paradigma cognitivista supuso un cambio


radical en el objeto de estudio de la psicología. Si para el conductismo radical de B. F.
Skinner lo que debía estudiar la psicología era la asociación entre estímulos y
respuestas que puedan ser aprendidas o modificadas a través de la expriencia, los
psicólogos cognitivos empezaron a hipotetizar sobre estados internos que permitían
explicar la memoria, la atención, la percepción, e infinidad de temas que hasta ese
momento solo se habían tocado tímidamente por los psicólogos de la Gestalt y
algunos investigadores de finales del siglo XIX y principios del XX.

La metodología de la psicología cognitiva, que heredaba muchas cosas del


conductismo, consistía en realizar suposiciones sobre el funcionamiento de los
procesos mentales, realizar inferencias a partir de estas suposiciones, y poner a
prueba lo que se da por supuesto mediante estudios científicos, para ver si los
resultados encajan con los supuestos de los que se parten. La idea es que la
acumulación de estudios acerca de los procesos mentales irían perfilando cómo podría
funcionar y cómo no funciona la mente humana, siendo este el motor del progreso
científico en el campo de la psicología cognitiva.

La psicología cognitiva a día de hoy

Actualmente la psicología cognitiva sigue siendo una importantísima parte de la


psicología, tanto en investigación como en intervención y terapia. A su progreso han
ayudado los descubrimientos en el ámbito de neurociencias y la mejora de las
tecnologías que permiten escanear el cerebro para obtener imágenes sobre sus
patrones de activación, como por ejemplo la fMRI, que aporta datos extras acerca de
lo que pasa en la cabeza de los seres humanos y permite "triangular" la información
obtenida en los estudios.

Sin embargo, cabe destacar que ni el paradigma cognitivista ni, por extensión, la
psicología cognitiva están libres de críticas. Las investigaciones realizadas en el seno
de la psicología cognitiva reposan sobre varios supuestos que no tienen por qué ser
ciertos, como por ejemplo la idea de que los procesos mentales son algo distinto a la
conducta y que lo primero causa lo segundo. Por algo es que, aún a día de hoy, existe
el conductismo (o un descendiente directo de este, más bien, y no solo no ha sido
totalmente asimilado por la escuela cognitiva, sino que además la critica duramente.

http://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/qu-determina-la-
inteligencia-588/psicologa-cognitiva-11592 2

Psicología cognitiva

Presentación actualizada y exhaustiva de la disciplina.


Alonso, Luis

THE OXFORD HANDBOOK OF COGNITIVE PSYCHOLOGY


Dirigido por Daniel Reisberg. Oxford University Press, Oxford, 2013.

La psicología cognitiva ha venido madurando en el último medio siglo y muestra hoy


un espléndido desarrollo con nuevas teorías sólidamente asentadas y herramientas de
investigación. Faltaba un mapa de carreteras para orientarse, al tiempo que obtener
una visión de conjunto. A esa demanda responde con creces el manual de Oxford.
Iniciaron el cambio de rumbo Perception and Communication de Donald Broadbent y A
Study of Thinking de Jerry Bruner, publicadas en 1958 y 1956, respectivamente. Con
todo, el libro que atrajo a muchos hacia el campo fue Cognitive Psychology, de Dick
Neisser, aparecido en 1967. El crecimiento subsiguiente se encauzó a través de
numerosas revistas especializadas y otras generalistas que incluían artículos de la
disciplina. La obra cubre los capítulos fundamentales de la cognición en psicología:
percepción, atención, memoria, conceptos y representación del conocimiento,
lenguaje, emoción y cognición, juicio, resolución de problemas o diferencias
individuales. Se abordan también el control de acciones complejas y el contexto social,
cultural y de desarrollo de la cognición. Los autores consagrados se mezclan con
nuevas plumas; el texto conjuga textos magistrales con escritos de investigación más
específicos. El camino se inicia con nuestra capacidad para obtener información
sensorial, visual, del mundo: cómo organizamos la información que nos suministra la
visión, desde el reconocimiento de un familiar entre la muchedumbre hasta nuestra
percepción de los sucesos complejos del mundo real.

Las personas perciben objetos y actúan en consonancia. Pero hay que organizar esa
información en unidades coherentes. Los procesos de organización perceptiva se
subclasifican entre procesos de agrupación y procesos de segregación. La agrupación
indica los procesos en cuya virtud los elementos visuales se conjugan en un todo
perceptivo. La segregación remite a los procesos en cuya virtud ese todo se reparte en
objetos separados. Agrupación y segregación son procesos muy complejos,
condicionados por factores dispares y fundados en la imagen (objetivos), en la
experiencia del pasado y la atención (subjetivos). Tales factores se combinan,
compiten y operan.

A finales del siglo XIX, el estructuralismo dominante atribuía la organización perceptiva


a experiencias del pasado. Sus defensores proponían que las partes del campo visual
que se habían agrupado o segmentado en experiencias previas se agruparan y
segmentarán también en la vivencia presente. Pero una explicación fundada sólo en la
experiencia del pasado no da cuenta del fenómeno, según señalaron ya los psicólogos
de la Gestalt, a comienzos del siglo xx; demostraron que podía haber segregación y
agrupación sin la información de la memoria o de experiencias anteriores; la
segregación y la agrupación operaban antes de acceder a la memoria y al contenido
conceptual. De acuerdo con la tesis hoy imperante, habría un proceso interactivo de la
organización perceptiva; esto es, las representaciones y procesos de alto nivel y las
representaciones y procesos de bajo nivel interaccionarían para producir la
organización perceptiva. En ello intervendrían factores múltiples, basados en la
imagen.

Los humanos desarrollan un cerebro poderoso y grande. Aproximadamente la mitad


del mismo, si no más, se halla implicada en el procesamiento de la información visual.
No resulta, pues, llamativo que el hombre haya adquirido una capacidad extraordinaria
en el reconocimiento visual de objetos, un proceso fundamental que sirve de puerta de
entrada desde la visión hasta procesos cognitivos, tales como categorización, lenguaje
y razonamiento. Las representaciones visuales que nos permiten reconocer objetos
trascienden la mera recepción de lo que estamos mirando. Sirve también de base para
el razonamiento visual e inferencia visual. Los enfoques dominantes en la
conceptualización del reconocimiento de objetos en humanos son los planteamientos
basados en la visión y los basados en la descripción estructural. De acuerdo con la
tesis de la visión, nosotros representamos mentalmente objetos de las coordenadas de
sus rasgos visibles bidimensionales. De acuerdo con la tesis de la descripción
estructural, representamos objetos en términos de las relaciones espaciales entre sus
partes (volumétricas).

En particular, las personas discriminan y reconocen miles de caras sin mayor


dificultad, pese a su semejanza en cuanto a pautas visuales se refiere. Todas las
caras comparten una configuración de primer orden de rasgos, con un par de ojos en
posición horizontal por encima de la nariz, sobre la boca y enmarcados en una cabeza
ovalada. Para complicar las cosas, la misma cara proyecta numerosas imágenes
retinianas, debidas a movimientos faciales internos y cambios en la perspectiva de la
visión y en la iluminación. Nada obsta, sin embargo, para que acertamos a identificar
un rostro familiar entre la muchedumbre, incluso tras muchos años de ausencia.Para
reconocer una cara, hemos de representarnos aspectos y matices que la distingan de
otros rostros. Averiguar cómo lo logramos constituye un punto fundamental para
comprender dicho reconocimiento y un hito de la codificación holística.

El mundo visual contiene una enorme cantidad de información, pero la percepción y


cognición humanas poseen una capacidad limitada. Solo un pequeño porcentaje de la
información disponible puede ser procesada en cada momento dado. Una cognición
visual eficiente exige, pues, una selección rigurosa de la información que sea la más
pertinente para las necesidades del instante en cuestión. En todas las tareas visuales
y viso cognitivas, el control activo del movimiento de los ojos desempeña un
importante papel. Los movimientos oculares no solo aseguran la captación de la
información y su presentación a disposición del sistema cognitivo, sino que constituyen
también una manifestación observable de la atención. Con ello, la medición de los
movimientos oculares abre una ventana a la operación del sistema cognitivo a medida
que se va desplegando en tiempo real.

Mientras estamos despiertos nos hallamos sometidos a una corriente, multimodal y en


cambio continuo, de información. Para conferir sentido a esa avalancha y
desenvolvernos en el mundo, necesitamos reducirla a piezas útiles. Cada pieza, o
acontecimiento, es una unidad integrada de espacio y tiempo, dotada de comienzo,
desarrollo y final. Los acontecimientos pueden ser ordinarios, como acudir a un
restaurante o visitar al médico, o pueden ser extraordinarios, como graduarse en la
universidad o recibir un premio. Pueden ser momentáneos (firma de un tratado) o
extenderse en el tiempo (guerra). Pueden ser públicos o privados: de orden natural o
de orden social. En los límites del acontecimiento convergen varios factores cognitivos
y perceptivos. Son momentos en que se producen cambios importantes en la acción,
cuando se cumplen fines y subfines o instantes en que la predicción se derrumba. Las
unidades de los acontecimientos son paquetes para la percepción, comprensión,
inferencia, predicción, imitación, aprendizaje y planificación.

Conferir sentido a los acontecimientos, pequeños o grandes, privados o públicos,


naturales o sociales, resulta imprescindible para entender cómo funciona el mundo.
Aunque constructos de la mente, los acontecimientos no son segmentos de la
imaginación. Su segmentación en pares de acción-objeto constituye la etapa crucial en
dicha comprensión. La percepción y comprensión de los pares de acción-objeto vienen
mediadas por el sistema de neuronas espejo.

La ubicación desempeña un papel fundamental en la atención visual. Los


experimentos que utilizan claves espaciales muestran que la información visual viene
a menudo seleccionada por su localización. Esta atención espacial puede tomar la
forma de gradiente y menguar con la distancia del centro. En la mayoría de las
circunstancias, un sistema perceptivo no puede procesar plenamente toda la
información procedente de un punto o zona. Junto a la atención espacial se habla
además de atención dividida, atención sostenida, atención centrada, atención visual,
atención mental, etcétera. Los fallos en la atención, por su parte, derivan de diversas
lesiones cerebrales. Existen trastornos de la atención espacial, trastornos específicos
de la memoria operativa y trastornos de la atención dividida y sostenida asociados a la
enfermedad de Alzheimer; existen fallos de la atención focalizada asociados con
lesiones cerebrales en el córtex prefrontal, por citar algunos modos.
Otros temas de interés general en psicología de la cognición son el del automatismo y
el de los procesos inconscientes. El término automatismo puede predicarse de un
proceso o un comportamiento. Hablamos de procesos inconscientes en sentido
estricto, cuando se ejecutan de manera automática en respuesta a determinados
estímulos. Algunos contenidos mentales —perceptos, memorias y similares— son
inconscientes en el sentido de que resultan inaccesibles a la consciencia fenoménica
y, sin embargo, afectan a la experiencia, pensamiento y acción. Las pruebas sólidas
de este aspecto de la vida mental inconsciente viene aportado por disociaciones entre
memoria y percepción explícita (consciente) y memoria implícita (inconsciente). Sabido
es que la idea del inconsciente fue propuesta por Freud, si bien había sido expresada
mucho antes por Leibniz, Kant y Helmholtz, entre otros muchos. Tras el período
obscuro del conductismo funcional, la revolución cognitiva en psicología promovió la
recuperación de la vida mental consciente e inconsciente. Sin embargo, la actual
consideración de la mente inconsciente debe muy poco a Freud. Lo que obliga a
preguntarse cuál sea el distintivo de lo mental. Franz Brentano sostenía que la
intencionalidad constituía el distintivo de lo mental. Todos los estados mentales son de
naturaleza intencional. Dicho de otro modo, todos los estados mentales son
representacionales.

Como es lógico, habría que hablar de la memoria, recuérdese, por ejemplo, que la
memoria episódica constituye uno de los aspectos más sobresalientes de la
experiencia consciente. De los conceptos y categorías mentales. O de la importancia
justa de las emociones en la cognición. A esas cuestiones dedica la obra apartados
propios.

https://www.espaciologopedico.com/recursos/glosariodet.php?Id=238 3

PSICOLOGÍA COGNITIVA

“La psicología cognitiva puede definirse como la rama de la psicología que intenta
proporcionar una explicación científica de cómo el cerebro lleva a cabo funciones
mentales complejas como la visión, la memoria, el lenguaje y el pensamiento. La
psicología cognitiva surgió en una época en la cual los ordenadores comenzaban a
causar un gran impacto en la ciencia y, probablemente, era natural que los psicólogos
cognitivos establecieran una analogía entre los ordenadores y el cerebro humano”. 

Parkin, A.J. (1999) Exploraciones en neuropsicología cognitiva. Madrid:


Panamericana, pág 3. 

“La Psicología cognitiva surge como alternativa a la concepción conductista de la


mente como caja negra inaccesible. Es difícil atribuir su aparición a un único autor,
pero sí parece claro que su inicio coincide con la aparición y desarrollo de los
ordenadores. El funcionamiento de estas máquinas sirve como metáfora al
investigador para explorar el funcionamiento de los procesos cognitivos internos”.

León o y Montero I (1995) Diseño de investigaciones. Introducción a la lógica de


la investigación en psicología y educación. Madrid: McGraw-Hill, pág. 39. 
La psicología cognitiva estudia los problemas relacionados con seis estructuras y
procesos:

a) Atención: cómo se capta y selecciona la información.

b) Percepción: cómo los datos sensoriales se transforman en experiencias


perceptivas.

c) Memoria: como se almacena y se recupera la información.

d) Pensamiento: cómo razonó para procesar la información.

e) Lenguaje: cómo se comprendió la información a partir de la organización lingüística


de la misma.

f) Aprendizaje: cómo se adquieren conceptos, competencias y habilidades


cognitivas. 

Duarte, González y otros, (1988) Marco conceptual de la psicología cognitiva.


Publicación interna de la Cátedra de Psicología General II, Facultad de
Psicología, Universidad de Belgrano. Buenos Aires. 

Recursos metodólogicos

a) El encuadre hegemónico es el método experimental con validez ecológica.

b) Introspección: a diferencia de la introspección tradicional, no estudia la percepción


con sujetos entrenados en este método sino el pensamiento y la resolución de
problemas con sujetos normales sin entrenar.

c) Estudios cronométricos (tiempos de reacción), utilizados por ejemplo en procesos


perceptivos y mnémicos.

d) Modelos computacionales, que abarcan dos aspectos. Primero, la consideración del


ordenador como metáfora de la mente, y segundo, la construcción de programas de IA
y simulación, útiles para depurar formalmente teorías (simulación de teorías
cognitivas). 

Duarte, González y otros, (1988) Marco conceptual de la psicología cognitiva.


Publicación interna de la Cátedra de Psicología General II, Facultad de
Psicología, Universidad de Belgrano. Buenos Aires. 

Campos de aplicación

a) En educación: medición de capacidad intelectual, orientación vocacional, problemas


de aprendizaje, pero sobre todo el aprendizaje y la enseñanza en el aula, procesos
que implican considerar variables intrapersonales (propias del alumno como estructura
cognitiva, desarrollo evolutivo, motivaciones y actitudes, personalidad, etc) y variables
situacionales (didácticas, sociales, docentes, etc).

b) En psicología clínica: La influencia de la psicología cognitiva tiene tres direcciones:


1) posibilidad de aplicar el paradigma del procesamiento de información a la clínica.

2) posibilidad de nuevas técnicas terapéuticas reformulando los modelos conductistas.

3) Autores provenientes del psicodinamismo desarrollaron técnicas de terapia breve


basadas en patrones cognitivos y sistemas de creencias. Se ampliaron las técnicas a
parejas, grupos y familias, aunque sigue sin existir una psicopatología cognitiva. 

Duarte, González y otros, (1988) Marco conceptual de la psicología cognitiva.


Publicación interna de la Cátedra de Psicología General II, Facultad de
Psicología, Universidad de Belgrano. Buenos Aires. 

Límites de la psicologia cognitiva.

a) Hay variadas microteorías que estudian ciertos aspectos parciales, pero no hay una
teoría que explique globalmente todo el sistema cognitivo.

b) La psicología cognitiva estudió mucho tiempo la cognición pura, sin incluir afectos e
interacciones sociales. Esta situación se está revirtiendo.

Duarte, González y otros, (1988) Marco conceptual de la psicología cognitiva.


Publicación interna de la Cátedra de Psicología General II, Facultad de
Psicología, Universidad de Belgrano. Buenos Aires. 

Problemas de la psicología cognitiva.

a) Teóricos: Se plantean polémicas entre teorías, como por ejemplo la percepción es


una copia o una construcción de la realidad?; las representaciones mentales son
imágenes o tienen una estructura semántico-abstracta?; el pensar es racional o
irracional?; el mundo se categoriza mediante categorías lógicas o construcciones
arbitrarias?

b) Metodológicos y aplicados: Sus métodos requieren validez ecológica, o sea crear


condiciones experimentales lo más semejantes posibles al contexto natural de las
conductas.

c) Epistemológicos: como por ejemplo como se explica la conducta desde la


cognición?; cuál es el valor de la analogía mente-ordenador? 

Duarte, González y otros, (1988) Marco conceptual de la psicología cognitiva.


Publicación interna de la Cátedra de Psicología General II, Facultad de
Psicología, Universidad de Belgrano. Buenos Aires. 
“La psicología cognitiva es el estudio de aquellos procesos mentales que posibilitan
nuestro diario desenvolvimiento en el reconocimiento de objetos familiares, personas
conocidas, manejo del mundo que nos rodea, incluyendo las habilidades de lectura,
escritura, programación, realización de planes, pensamiento, toma de decisiones y
memorización de lo aprendido”. 

Manning Lilianne, Neuropsicología cognitiva del lenguaje, pág. 73. 

https://www.psicoactiva.com/blog/consiste-la-psicologia-cognitiva 4

La Psicología Cognitiva y sus aplicaciones


La psicología cognitiva se encarga de estudiar los procesos mentales internos, todo
aquello que sucede en el interior de nuestro cerebro, incluyendo la percepción, el
pensamiento, la memoria, la atención, el lenguaje, resolución de problemas y el
aprendizaje.

Si bien es una rama relativamente joven de la psicología, ha crecido rápidamente para
convertirse en uno de los subcampos más populares y utilizados en la actualidad.

Breve historia de la Psicología Cognitiva

Albert Ellis presentó por primera vez su enfoque racional de terapia en la convención


de 1957 de la Asociación Americana de Psicología. A pesar de aprender y practicar
diversas formas de tratamiento psicoanalítico, Ellis no se sentía satisfecho con la falta
de eficiencia y eficacia del análisis clásico de la psicoterapia psicoanalítica. Aunque
Ellis se mostraba de acuerdo con Freud en que las fuerzas inconscientes pueden tener
efectos significativos sobre los pensamientos y comportamientos de una persona,
pensaba que éstos no se debían a conflictos de la primera infancia. Según Ellis, que
había presenciado numerosas terapias, aunque la persona lograra tener una gran
comprensión de sus experiencias de la infancia y sus procesos inconscientes, su
estado problemático continuaba. Por este motivo Ellis decidió desafiar directamente el
sistema de creencias aparentemente irracionales de las personas, y alentó a los
individuos a trabajar activamente contra sus premisas poco realistas.

Casi al mismo tiempo, Aaron Beck estaba desarrollando su propio enfoque a la


terapia. Al igual que Ellis, Beck era un estudiante del enfoque psicoanalítico. La
evidencia de su trabajo experimental sobre los sueños y el material ideacional, sin
embargo, condujo Beck lejos del psicoanálisis para formular una teoría cognitiva. Beck
descubrió que formando a las personas en terapia para aprender a analizar y poner a
prueba sus pensamientos desadaptativos, sus actitudes y emociones mejoraban.
La terapia cognitiva llamó la atención en la comunidad psicológica de todo el mundo y
provocó grandes esfuerzos de investigación. A medida que el enfoque fue
incorporando diversos elementos de comportamiento en su práctica habitual, fue
surgiendo la tan valorada Terapia Cognitivo Conductual.

Además de Ellis y Beck, cabe señalar que varias otras personas hicieron contando
contribuciones al desarrollo y el reconocimiento mundial de la TCC. Algunos de estos
contribuyentes incluyen Maxie Maultsby, Michael Mahoney, Donald Meichenbaum,
David Burns, Marsha Linehan, y Arthur Freeman.

Metáfora computacional de la teoría cognitiva

La “metáfora computacional de la mente” de la teoría cognitiva describe la mente


humana como un procesador de información parecido a un ordenador, que analiza las
operaciones funcionales de la mente y es capaz de elaborar sus hipótesis en función
de los estímulos causales.

A raíz de esto se construyó la “teoría computacional de la mente”, que intenta


interpretar los patrones sistémicos de la mente humana. Fodor y Garrett (1975)
afirmaban que los sistemas neuronales parecen tener representaciones innatas que
hacen referencia a la propiedad de pensar. Se considera que la mente es un sistema
de procesamiento de la información que trabaja de forma similar a como lo hace un
ordenador. La organización computacional de la memoria a corto plazo, por ejemplo,
sería algo similar a la unidad central de procesamiento (CPU), mientras que
la memoria a largo sería parecida al disco duro de un PC moderno.

Aplicaciones de la Psicología Cognitiva

Existen numerosas aplicaciones prácticas de esta disciplina cognitiva, tales como


proporcionar herramientas para mejorar la memoria, lo que ayuda a las personas a
recuperarse tras una lesión cerebral y ofrece tratamientos eficaces para mejorar
los trastornos del aprendizaje.

Aprender cómo las personas piensan y procesan la información no sólo ayuda a los
investigadores a obtener una comprensión más profunda de cómo funciona el cerebro
humano, sino que les permite desarrollar nuevas formas de ayudar a las personas a
lidiar con dificultades psicológicas. Los hallazgos de la psicología cognitiva también
han mejorado nuestra comprensión de cómo las personas forman, almacenan y
recuperan sus recuerdos.

Al tener un mayor conocimiento sobre cómo funcionan estos procesos, los psicólogos
pueden desarrollar nuevas formas de ayudar a las personas a mejorar sus recuerdos o
luchar contra posibles problemas de memoria.
Aplicaciones clínicas de la Psicología cognitiva

Numerosos psicólogos cognitivos trabajan en la rama clínica, tratando directamente


con las personas que están experimentando problemas relacionados con los procesos
mentales.

Los psicólogos cognitivos se centran en un los pensamientos, las percepciones, los


procesos de aprendizaje y la memoria.  Algunos trabajan directamente sobre las
patologías relacionadas con la cognición, como los trastornos degenerativos del
cerebro o lesiones cerebrales.

También trabajan sobre trastornos cognitivos que pueden crear malestar en varias


áreas de la vida de un individuo. En ocasiones el pensamiento negativo puede
interferir seriamente con la salud y la felicidad.

Todos experimentamos estos pensamientos negativos de vez en cuando, pero


algunas personas pueden verse abrumadas por patrones de pensamiento
pesimistas que hacen que les sea realmente difícil funcionar en la vida diaria. Estas
reflexiones catastrofistas pueden conducir a un aumento de los niveles de estrés, el
pesimismo, y auto-sabotaje, e incluso pueden contribuir a sentimientos de indefensión
aprendida.

Con la ayuda de los psicólogos cognitivos, las personas pueden ser capaces de
encontrar maneras de hacer frente e incluso superar estas dificultades. Los
tratamientos de terapia se centran en ayudar a las personas a cambiar estos patrones
de pensamiento negativos y reemplazarlos por otros más positivos y realistas.

Psicología Cognitiva y Salud Mental

Gracias a la investigación en esta área, se han desarrollado nuevos enfoques de


tratamiento para ayudar a tratar la depresión, ansiedad, fobias y otros trastornos
psicológicos.

La Terapia Cognitivo Conductual y la Terapia Racional Emotiva son dos métodos en


los que los clientes y los terapeutas se centran en las cogniciones subyacentes que
contribuyen a la angustia psicológica. Gracias a estas terapias los psicólogos pueden
ayudar a los clientes a identificar las creencias irracionales y otras distorsiones
cognitivas que están en conflicto con la realidad y luego ayudarles en sustitución de
dichas ideas con las creencias más realistas y saludables.

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