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“ANTE DIOS,

TODOS SOMOS
IGUALES”
Este premio no es solo para mí. Es para esos niños olvidados que quieren educación. Es para aquellos niños
asustados que quieren la paz. Es para aquellos niños sin voz que quieren un cambio.
Yo estoy aquí para defender sus derechos, elevar su voz. Es hora de tomar medidas para que sea la última vez que
veamos a un niño privado de la educación. Yo solo soy una persona comprometida y testaruda que quiere ver a
todos los niños con una educación de calidad, con igualdad de derechos para las mujeres y con todos los rincones
del mundo en paz.
Tenemos sed de educación, porque nuestro futuro está allí en el salón de clases. Asistir a la escuela para leer y
aprender juntos alimenta nuestros grandes sueños. Queremos que nuestros padres se sientan orgullosos y probarles
que podemos lograr grandes cosas.
La gente me pregunta por qué la educación es importante, especialmente para las niñas. Mi respuesta es siempre la
misma. Lo que he aprendido de los dos primeros capítulos del libro sagrado de mi religión, el Corán, es la palabra
Iqra, que significa "leer", y la palabra wal-qalam, que significa "por la pluma". Y por tanto, como dije el año pasado
en las Naciones Unidas, "Un niño, un profesor, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo."
Hoy, en el mundo, vemos un rápido progreso, modernización y desarrollo. Sin embargo, hay países en los que
millones de personas aún sufren de viejos problemas para el hombre, como la pobreza, el hambre, la injusticia y las
guerras.
Muchos niños en África no tienen acceso a la escuela debido a la pobreza. Muchos niños en la India y Pakistán se
ven privados de su derecho a la educación debido a las prohibiciones sociales, o se han visto obligados a trabajar.
Es por eso que dedico el dinero del Premio Nobel al Fondo Malala para que las niñas de todo el mundo tengan una
educación de calidad. El primer lugar al que irá el dinero será donde está mi corazón, para construir escuelas en
Pakistán, especialmente en Swat y Shangla.
En mi propio pueblo, aún no existe una escuela secundaria para niñas. Quiero construir una para que mis amigas
puedan recibir educación y la oportunidad de cumplir sus sueños. Ahora es el momento de pasar a la acción
ACTIVIDADES
1. Palabras nuevas
a. Paz: definida en sentido positivo, es un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y
estabilidad las partes de una unidad.
b. Olvidados: Dejar de tener una cosa en la memoria
c. Testaruda: Que mantiene una actitud o idea con obstinación
d. Calidad: Hecho de ser algo excelente o superior en su línea o género
e. Corán: libro sagrado de la religión musulmana
f. Modernización: Renovación o reforma de una cosa para adaptarla a los usos o necesidades actuales

El brote del coronavirus COVID19 ha generado una crisis global sin precedentes que, más allá de la
repercusión sanitaria crítica a la que nos enfrentamos, está cambiando sociedades, economías, empresas y la
historia del ser humano como la conocemos.
En este momento estamos en un “estado de guerra” contra el virus, según explicaba Emmanuel
Macron, presidente de la República de Francia, en su discurso a la nación. Y como sugería Matteo Renzi en su
entrevista en El País, nos encontramos anticipando un debate sobre la sociedad occidental y la
gobernanza internacional. Por último, vivimos un punto de inflexión de la transición digital,
económica y social.
Esta crisis va a cambiar no solo como nos relacionamos, aprendemos (ej. “online schooling”), consultamos al
médico (online/teléfono/vídeo) o nos entretenemos, sino también como compramos, viajamos o trabajamos.
¿Quién lo habría podido prever?  Sin embargo, aquí estamos todos experimentándolo y buscando construir
nuestro nuevo modo de vida equilibrado.
 

 
En el tejido empresarial ya se empiezan a percibir los cambios en el sistema productivo, las dinámicas de
consumo, las cadenas de suministro. Las empresas no tienen más remedio que adaptarse y digitalizarse
en este momento. Si antes era crítico, ahora resulta vital en lo inmediato para su subsistencia.
Nos vemos ante una transición digital acelerada de la economía donde las infraestructuras de
comunicaciones son imprescindibles. La conectividad es una parte crítica de la solución para esta
transición y permite que los negocios y las administraciones públicas puedan seguir prestando servicios y
productos a los ciudadanos.
Mantenerse conectado con la familia, los amigos, el colegio o la universidad, el trabajo y el ocio nunca había
sido tan importante. Vemos cómo se están poniendo en valor diversas medidas tecnológicas de adaptación, o
incluso aplicaciones para el seguimiento de pacientes de coronavirus o la atención online, siguiendo los pasos
de las medidas adoptadas en Corea del Sur.
 

 
La duración y el alcance de esta epidemia es desconocida todavía y podría ser relativamente
prolongada, con posibles periodos temporales sucesivos de medidas de contención/mitigación, como sugiere
el estudio de Imperial College, que ha servido como base de la estrategia del Reino Unido. Las personas y las
empresas necesitan ganar resiliencia, capacidad y velocidad de adaptación para afrontar esta nueva
situación. Y lo aprendido quedará:

 Las telecomunicaciones van a ser el corazón de la infraestructura de la que la sociedad se tiene que


dotar para gestionar este tipo de crisis. Para ello, será fundamental contar con una red robusta y un
servicio confiable cada día, así como la adopción de medidas desde el primer momento, como señalaba
José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica S.A.
 El “todo a distancia” será la norma. Y probablemente viajaremos menos por motivos profesionales,
trabajaremos más en remoto reestructurando las oficinas y compraremos más por internet. Empresas
como Zoom Video, de videoconferencia, han multiplicado casi por dos su valor en bolsa en los últimos 3
meses.
 Los sistemas centralizados se complementarán con otros físicamente más descentralizados y
“autosuficientes”, ya sea en el trabajo (teletrabajo), en la producción de energía, en la producción y
distribución de alimentos, en la medicina o la capacidad de no desplazarse más allá de su núcleo cercano
residencial (que puede ser rural) y a la vez estar conectado a cualquier sitio.
 Para las empresas más digitalmente preparadas, un desafío clave es que sus plataformas, sus
operaciones y su logística puedanadaptar su capacidad para funcionar en circunstancias
extremas. Con un 60-90 % del personal que trabaja desde su casa, con flexibilización de horarios, con un
incremento de pedidos, con más carga en las redes, las empresas están intentando a toda costa no
comprometer la calidad de la experiencia de los clientes y poder dar cabida a la nueva demanda. A modo
de ejemplo, Amazon prevé nuevas contrataciones masivas para el incremento del comercio online y las
nuevas necesidades logísticas.
 Se transformará el denominado vertical médico implicando a ciudadanos, empresas y
administraciones; gracias a los sistemas de telemedicina y gestión remota, de seguimiento preventivo y
control de epidemias, de ampliación rápida de la capacidad de atención médica y de laboratorio...
 La educación ya está cambiando a pasos acelerados. Los profesores y los alumnos se están adaptando
y acogiendo las nuevas herramientas digitales y modos de enseñanza mejorando la adquisición de
habilidades digitales y “soft skills” (capacidad de trabajo autónomo, resolución de problemas, trabajo
remoto en equipo, resiliencia…)
 Veremos nuevas tendencias en la colaboración científica internacional, en la promoción de desarrollos
abiertos y nuevas formas de fabricación y modificación de las cadenas de suministro (ej. impresión 3D), un
mayor pago electrónico, un creciente acceso a las redes sociales, nuevas formas de entretenimiento,
mayor interés en la medicina avanzada, cambios en el trabajo y los tipos de trabajadores (ej. “gig
economy”) o una reducción de la contaminación en las grandes ciudades debido a la redefinición de los
transportes.

 
 
En estos difíciles momentos, hemos que mantener las distancias (#YoMeQuedoEnCasa), interesarnos por
nuestra familia y vecinos, lavarnos las manos. Tenemos que colaborar de la mejor manera posible para limitar
el impacto de esta crisis sanitaria, con nuestro trabajo y nuestra solidaridad.
Pero nos espera un paso más: saber aprovechar la oportunidad y el tiempo para aprender a hacer las
cosas de forma diferente y para transformar y transformarnos, para adaptarnos al nuevo mundo que
viene como ciudadanos, como trabajadores, como empresarios, como administraciones públicas y en definitiva
como sociedad.

ACEPTACIÓN Aceptar la situación que estamos y estáis viviendo no es fácil, especialmente aquellos que estáis en primera línea de fuego. Pero
tenemos que aceptarla. La humanidad ha sufrido pestes y pandemias en el pasado. A pesar de los avances tecnológicos y sociales, a pesar de nuestros
conocimientos y de los avances científicos, lo que estamos viviendo nos ha pillado por sorpresa, no estaba previsto…y, lo sorpresivo, es uno de los
elementos de lo traumático. Cuanto antes aceptemos lo que está pasando, menos nos resentiremos psicológicamente

. La aceptación disminuye la rabia y el resentimiento psicológico. No aceptarnos desgasta, y nos lleva a rumiar o a irritarnos con nosotros o con los
demás; nos cansa y nos hace menos eficientes

. Todo esto algún día pasará.

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