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La participación en el foro se desarrollará en pasos, así:

*Haga una contextualización del conflicto y la paz en Colombia.

*Identifique actores, intereses y las acciones de cada uno.

*Consecuencias psicosociales del conflicto en Colombia.

Colombia ha vivido más de cinco décadas de inmensas tragedias y muertes que han desatado a lo
largo de la historia una violencia en donde los principales actores han sido los partidos políticos
tradicionales, movimientos guerrilleros, el surgimiento de diversos grupos revolucionarios y la
influencia del narcotráfico. A pesar que en el camino se ha intentado buscar la paz en diferentes
tiempos a través de intentos de negociación con los distintos actores aún continua el flagelo del
conflicto. Este conflicto interno surgió debido a la desigualdad en cuanto a la repartición de tierras
y la falta de participación política que dio inicio a la violencia la cual hoy en día seguimos
padeciendo. Inició entre los periodos comprendidos entre 1948 y 1964, años en los que se
desencadenaron grandes tragedias, una de ellas de las más revolucionarias fue el 9 de abril de
1948 donde fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán, hecho que desencadenó lo que se conoció como
el Bogotazo y lo que sería solo la punta del iceberg que vería el país en una época marcada por
persecuciones y masacres. Producto de dichas persecuciones hechas por los conservadores
chulavitas, nacieron las autodefensas campesinas y las guerrillas liberales, quienes en un inicio
surgieron con una idea de resistencia, pero que más tarde pasarían al mismo accionar de sus
persecutores. En 1957 se creó el frente nacional como una idea de repartir el poder entre
liberales y conservadores, pero la idea no sería bien recibida por aquellos que quedaron excluidos
por esta propuesta bipartidista, nació entonces lo que se denominó periodo del bandolerismo,
que volvía a sumir a algunos sectores del país en una nueva ola de masacres y violencia.

Después de finalizada la llamada época de la violencia, surge en Colombia entre la década de 1964
y 1974 varios grupos armados con ideologías comunistas y de inspiraciones marxistas que tenían
claras aspiraciones de tomarse el poder. La primera de ellas fue la Fuerza Armada Revolucionaria
de Colombia -FARC- (1964-1965-1966) que después tendría agregado el sufijo de Ejército del
Pueblo -EP- También surgió en esa misma década el llamado Ejército Nacional de liberación -ELN-
(1964) y el Ejército Popular de Liberación -EPL- (1964), grupos surgidos a raíz de situaciones de
desigualdad, de una inequitativa distribución de los ingresos y de una acelerada expansión del
latifundismo. Estos grupos empezaron a dominar algunos territorios del país, dado a la ausencia
del Estado que les permitió tomar fuerza. Adicional a estos grupos, surgió el 19 de abril del 1974
el M-19, fuerza armada que a diferencia de los otros, buscaba traer el apoyo de sectores urbanos
y sus operaciones tendían a tener un carácter simbólico y con gran alcance mediático.

En los años 80’s la situación no mejoró en lo absoluto, por el contrario todo lo vivido en la época
de la violencia parecía resurgir pero esta vez en el plano urbano. La creciente expansión del
narcotráfico que asomaba desde la década de los 70, fue el fantasma que persiguió y atormentó a
los diferentes sectores políticos del país, que a juicio de cualquiera fueron facilitadores y
cómplices de ese fenómeno que ha dejado una mancha en la imagen del país.
La participación de los narcotraficantes en la lucha armada logró la transformación de los grupos
de justicia privada o también llamados autodefensas, en lo que se conocería como “Ejércitos
paramilitares” denominados también como Autodefensas Unidas de Colombia -AUC- Las cuales
nacían con el propósito de detener el avance que tenían los grupos armados como las FARC Y y el
ELN y disputarles los territorios bajo su dominio. La expansión de los paramilitares no fue
diferente de lo vivido una y otra vez por el país. Estos haciendo uso de la violencia fueron autores
de desplazamientos y delitos de lesa humanidad en aquellas poblaciones a las que acusaban de
simpatizar con la guerrilla.

La expansión del paramilitarismo empezó a mediados de la década de los 90’s (1995) y para lograr
un fortalecimiento en su estructura, recurrieron al narcotráfico, decisión que produciría aún más
desplazamientos en las zonas rurales, especialmente en aquellas en donde había una gran
influencia de las guerrillas, y es que directamente uno de los objetivos de estos era hacerle una
disputa por estas zonas a los grupos que tradicionalmente las controlaban, otro de los objetivos
era detener el crecimiento de los grupos guerrilleros, pero este se lograría atacando sus fuentes de
financiamiento y particularmente aquellas ligadas al narcotráfico.

Han sido varios los intentos para buscar la paz entre el estado colombiano y los diversos grupos
armados. En el 2012 el presidente Juan Manuel Santos anunció públicamente el mantenimiento
de conversaciones con las FARC-EP, y la intención de iniciar un proceso de negociación para
encontrar la solución al conflicto armado. Después de cuatro años de diálogos el proceso se
concretó mediante la redacción conjunta de un Acuerdo Final. Así como este acuerdo, existieron
otros anteriormente, algunas se concretaron mientras que otros no, En 1984 el Gobierno de
Belisario Betancur y las FARC firmaron el Acuerdo de La Uribe, que incluyó el cese bilateral del
fuego, la suspensión del secuestro y la apertura de espacios políticos para la guerrilla. El proceso
fracasó y se rompió en 1987. En 1988 El presidente liberal Virgilio Barco comenzó acercamientos
de paz con las FARC, pero no fue posible avanzar e inició diálogos con la guerrilla del M-19 y
expidió una ley de amnistía. En 1990 el Gobierno de Barco firmó un acuerdo de paz con el M-19,
que entregó las armas, se reintegró a la vida civil y se convirtió en una fuerza política. En 1992 se
desmovilizaron las guerrillas del Ejército Popular de Liberación (EPL), el grupo indigenista Quintín
Lame y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) después de acuerdos de paz.
En 1993 durante el Gobierno de Gaviria se reintegraron a la vida civil y entregaron las armas los
integrantes de la Corriente de Renovación Socialista, una disidencia del ELN. En 1999, se inició el
proceso con las FARC, pero ese se rompio en febrero del 2002, en ese año durante el Gobierno del
presidente Álvaro Uribe, se inician diálogos con el ELN en Cuba. En el 2018, el presidente Iván
Duque debía seguir con el acuerdo de paz firmado en el 2016, este reforzó la reincorporación de
miles de mujeres y hombres que hace un tiempo se enfrentaban al Ejército.

Existen diversas consecuencias a causa del conflicto armado que se ha vivido a lo largo de los años
en Colombia, entre ellas se encuentra el desplazamiento, desapariciones forzadas, exposición a
actos violentos, masacres y muertes violentas, disminución en los niveles de calidad de vida,
ruptura de las redes de apoyo, modificación de los roles familiares y desarraigo cultural,
sumándole a esto las consecuencias psicológicas que genera el vivenciar el conflicto, como lo es el
estrés postraumático, depresión, ansiedad, trastorno afectivo bipolar tipo II o desarrollar otros
tipos de psicosis.

 
Con la creación de la Constitución Política de 1991, la participación política fue establecida como
derecho fundamental de todos los ciudadanos enfocado hacia la democracia participativa. Esto
significa que todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del
poder, asimismo deberán ser partícipes en la vida política, civil y comunitaria del país, es decir,
poder participar de forma más directa y frecuente en las decisiones que afectan a la comunidad.

La Constitución colombiana contempla diversos artículos sobre el fortalecimiento de la


democracia participativa, dentro de los cuales se destaca el artículo 1: Colombia es un Estado
social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de
sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la
dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia
del interés general, luego el artículo 2: “son fines esenciales del Estado… facilitar la participación
de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación…” posterior el artículo 40: Todo ciudadano tiene derecho a participar en la
conformación, ejercicio y control del poder político, en este artículo se establecen los mecanismo
de participación política con los cuales pueden promover iniciativas constitucionales y legales,
entre esos se encuentran los plebiscitos, referendos, consulta popular.

Por lo anterior, es que se permite que los ciudadanos podamos ejercer participación en la política
y tener representantes en el poder legislativo, autoridades administrativas de orden municipal,
departamental y nacional. Sin embargo, en el artículo 43 de la Constitución Política menciona “La
mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades…”, el artículo 13: “…El Estado
promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva  y se adopten medidas a favor
de los grupos discriminados o marginados…”. Así mismo la Ley 581 de 2000 y la Ley 1475 de 2011
establecen medidas para promover una mayor participación de las mujeres colombianas en los
espacios de toma de decisiones políticas. Aun con todo esto, la mujer colombiana tiene poca
participación política, ya que todavía “hay muchos estereotipos acerca de que las mujeres no
estamos todavía listas para la política, porque somos más emocionales, pero no se habla de las
propuestas de campaña” (ONU Mujeres, 2019).

Tienes razón compañera, sin embargo quiero agregar que en el artículo 43 de la Constitución
Política menciona “La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades…”, el artículo
13: “…El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva  y se adopten
medidas a favor de los grupos discriminados o marginados…”. Así mismo la Ley 581 de 2000 y la
Ley 1475 de 2011 establecen medidas para promover una mayor participación de las mujeres
colombianas en los espacios de toma de decisiones políticas. Aun con todo esto, la mujer
colombiana tiene poca participación política, ya que todavía  “hay muchos estereotipos acerca de
que las mujeres no estamos todavía listas para la política, porque somos más emocionales, pero
no se habla de las propuestas de campaña” (ONU Mujeres, 2019).

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