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MONICIÓN DE ENTRADA: Hermanos, la Eucaristía que es el banquete en el que Él mismo que invita
es quien se ofrece como alimento. Pero es necesario el acto de la fe para creer y confiar que este
milagro es posible para nuestro bien y nuestra salvación. La Eucaristía es fuente de santidad e
impulso para la misión. Participemos en esta celebración con alegría, pidiendo la intercesión de todos
los santos y renovando nuestra respuesta al llamado a la santidad. Iniciamos con fe cantando.
ACTO PENITENCIAL
Por las veces que hemos utilizado con ligereza el nombre de Dios o lo hemos olvidado
PERDÓN, SEÑOR, PERDÓN
Por nuestra pereza y descuido para la oración y la Eucaristía
PERDÓN, SEÑOR, PERDÓN
Por guardar en nosotros secretos rencores y deseos de venganza, por ser duros con
los demás y no perdonar de todo corazón.
PERDÓN, SEÑOR, PERDÓN
Liturgia de la Palabra
Monición: San Pablo en su carta a los romanos nos que como personas de buena voluntad
aprendamos a saber aconsejarnos los unos a los otros. En el evangelio de hoy, el Señor nos
exhorta a trabajar por los bienes del Reino con la misma astucia, sagacidad y eficacia con
que lo hacen los hombres para conseguir los bienes de la tierra. Escuchemos
PRIMERA LECTURA
De la Carta de san Pablo a los Romanos 15, 14-21
Respecto a ustedes, hermanos, yo personalmente estoy convencido de que rebosan de
buena voluntad y de que les sobra saber para aconsejarse unos a otros. A pesar de eso, para
traerles a la memoria lo que ya saben, les he escrito, a veces propasándome un poco. Me da
pie el don recibido de Dios, que me hace ministro de Cristo Jesús para con los gentiles: mi
acción sacra consiste en anunciar el Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles,
consagrada por el Espíritu Santo, agrade a Dios. En Cristo Jesús estoy orgulloso de mi trabajo
por Dios. Sería presunción hablar de algo que no fuera lo que Cristo hace por mi medio para
que los gentiles respondan a la fe, con mis palabras y acciones, con la fuerza de señales y
prodigios, con la fuerza del Espíritu de Dios. Tanto, que en todas direcciones, a partir de
Jerusalén y llegando hasta la Iliria, lo he dejado todo lleno del Evangelio de Cristo. Eso sí,
para mí es cuestión de amor propio no anunciar el Evangelio más que donde no se ha
pronunciado aún el nombre de Cristo; en vez de construir sobre cimiento ajeno, hago lo que
dice la Escritura: “Los que no tenían noticias de Él lo verán, los que no habían oído hablar de
Él lo conocerán”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Todos: Que todos los pueblos aclamen al Señor.
• El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más
ha demostrado Dios su amor y su lealtad a Israel.
• Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los
pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
Quiero ser como tú quieres que sea, hacer lo que tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús, con todo mi corazón y sobre todas las cosas,
A descubrirlo presente en las personas con quienes comparto.
En todas mis acciones: por tu mano Madre mía, ponla antes que la mía.
Amén