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De aspirantes a alumnos. Una clasificación de los sistemas
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ISBN 978-950-641-547-1 Cambio y tradición en la nueva configuración del sistema.
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 La evaluación de posgrados 175
Impreso en Argentina - Printed in Argentina Lucía Lavatelli
La acreditación de las carreras de Medicina: un estudio
Silvina Gvirtz de casos 221
La universidad argentina en discusión: sistemas de Soledad Álvarez de Campos
ingreso, financiamiento, evaluación de la calidad y relación
universidad-Estado / Silvina Gvirtz y Antonio Camou;
adaptado por Santón Diego. - la ed. - Buenos Aires: PARTE II.
Granica, 2009. LA UNIVERSIDAD EN DISCUSIÓN
352 p.; 15x22 cm.
ISBN 978-950-641-547-1 La nueva agenda de las políticas universitarias.
1. Educación Superior. I. Camou, Antonio II. Diego, Continuidades y rupturas 269
Santori, adapt. Ana María García de Fanelli
CDD 378
 Los desafíos del ingreso a la universidad 279
Entrevista a Alicia R. Wigdorovitz de Camilloni
La gestión universitaria 299
Entrevista a Guillermo Jaim Etcheverry
La evaluación de la calidad. Balances y perspectivas 317
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Entrevista a Adolfo Luis Stubrin

El superyó de las universidades 331
Entrevista a Ernesto Villanueva
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REFLEXIONES FINALES 339

Silvina Gvirtz

RESEÑAS BIOGRÁFICAS DE LOS COLABORADORES 345

 LA NUEVA AGENDA DE LAS
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POLÍTICAS UNIVERSITARIAS.
CONTINUIDADES Y RUPTURAS

Ana María García de Fanelli

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Al encarar este tema lo primero que me pregunté es si acaso

existía una "nueva" agenda. Gran parte de las propuestas y de
las políticas aplicadas por la Secretaría de Políticas
Universitarias en los últimos años son, en primer lugar, una
continuación de algunas de las que se pusieron en marcha a
comienzo de los '90. En segundo lugar, se han incorporado
otros temas en el contexto de la Comisión Honoraria para el
Mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior. Esta
Comisión fue convocada por el Ministerio de Educación en
2001-2002 y participé de ella junto con otros expertos en
educación superior y representantes de las universidades, y de
los sectores empresario y científico de la Argentina.
Más que incorporar al debate nuevos temas en la agenda
de la política universitaria, considero que lo más provechoso
sería desplazar la atención hacia los impactos de aquellas
emprendidas desde la década de 1990 sobre la calidad,
eficiencia y equidad de las universidades argentinas. En tal
sentido, podríamos adoptar el título del próximo congreso
internacional de la Asociación Europea de Educación Superior
(EAIR): "Polishing the Silver: Are we really improving
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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higher education?" (Puliendo la plata: ¿estamos realmente
mejorando la educación superior?). La agenda de la educación
superior internacional de los años '80 y '90 ha sido muy prolífica en
cambios legislativos y en incorporación de nuevos instrumentos de
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evaluación de la calidad y de financiamiento de las universidades.
Cabe ahora realizar una evaluación crítica y constructiva sobre lo
que ha aportado al mejoramiento del funcionamiento del sistema.
Un programa de investigación que tenga tal propósito debería
comenzar por identificar las políticas públicas de acuerdo con los
niveles que buscaron afectar, los instrumentos utilizados para
promover tal transformación, y analizar sus principales efectos
hasta el momento. Señalaré sintéticamente los principales temas de
esta agenda de transformaciones en el nivel del sistema y de las
universidades, destacando algunas cuestiones que, según mi
parecer, son relevantes y que no han merecido suficiente atención.
En referencia a los niveles del cambio, las políticas
universitarias pueden orientarse al sistema en su conjunto, aun
cuando ese sistema no exista como tal en la realidad y constituya
más bien una meta deseable. También pueden estar dirigidas a
impulsar cambios en las instituciones de educación superior. Dado
el carácter autónomo de estas, las políticas universitarias de los
años '90 han tratado de poner en funcionamiento mecanismos para
pilotear a distancia a las universidades, con resultados aún difíciles
de estimar. En ambos casos, los instrumentos a utilizar son los
cambios en el marco legal (como se hizo al sancionar la Ley de
Educación Superior en 1995), el uso de instrumentos de
financiamiento (fórmulas y contratos) y los métodos de evaluación
y acreditación universitaria.
En el plano del sistema de educación superior, los dos grandes
temas de la política universitaria han sido: 1) la articulación dentro
del sistema educativo: medio-superior, grado-posgrado,
investigación-enseñanza, terciario-universitario
270
LA NUEVA AGENDA DE LAS POLÍTICAS UNIVERSITARIAS
y entre instituciones universitarias, y 2) la coordinación con las
demandas del desarrollo económico y social local y nacional. A
eso incorporaría una cuestión también relevante pero que no ha
recibido gran atención, esto es, el fortalecimiento de las
capacidades de gobierno y gestión del sector público en el nivel
superior.
A comienzos de la primera década de este siglo se pusieron
en marcha algunas iniciativas desde la SPU para fomentar la
articulación entre el nivel medio y el superior, que posteriormente
se han discontinuado. Pienso que en este aspecto el enfoque
debería sustentarse en el aumento de la calidad de ambos niveles
y en el fortalecimiento de las capacidades del propio Ministerio
de Educación y de los ministerios provinciales para coordinar
políticas de mejora de la articulación. Lo central es que la escuela
media logre que sus egresados tengan los conocimientos y
competencias necesarios para seguir estudios de nivel superior, y
que las universidades pongan en marcha medidas para mejorar la
enseñanza en el primer año, de modo de evitar los altos índices de
deserción. No basta con promover una serie de iniciativas aisladas
de los actores del campo universitario y del nivel medio, que de
por sí pueden ser muy positivas, pero que son paliativos menores
dentro de un mal sumamente grave que afecta tanto a la equidad
como a la calidad del sistema educativo.
Con relación a la actual desarticulación entre las carreras de
grado y las de posgrado, la situación se relaciona con el modo en
que el posgrado se incorpora en el ámbito universitario. Se inserta
como un nivel periférico al núcleo duro del gobierno y la gestión
universitaria que, en la Argentina, gira en torno a los estudios de
grado. Se instalan oficinas de posgrado pero con una lógica de
funcionamiento totalmente separada de aquella que prevalece en
el grado, y con un alto nivel de descentralización en la toma de
decisiones. En contraste con el grado, el acceso a los cargos
docentes se realiza a partir de la selección de los
271
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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candidatos directamente por el director o directora de los
posgrados, en ocasiones en consulta con los comités académicos
de estas carreras. Los contratos laborales son por tiempo
determinado, y no ofrecen ningún tipo de estabilidad en los
cargos. Los estudiantes son seleccionados a partir de criterios y
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mecanismos de admisión también diseñados en forma particular
por cada programa. La mayoría de los posgrados son arancelados.
Finalmente, los docentes y alumnos de posgrado no participan en
calidad de tales del gobierno universitario. En estas condiciones
disímiles de funcionamiento, no es una tarea sencilla lograr una
adecuada articulación entre ambos niveles de enseñanza. Es más:
de articularse asimilando el posgrado a la lógica del
funcionamiento del grado, se pondría en peligro la supervivencia
y la impronta más innovadora que presentan algunos posgrados de
calidad del sistema universitario argentino.
El otro tema es el de la articulación entre la investigación y
la enseñanza. Una medida que se ha tomado es utilizar los
instrumentos del Tesoro para fomentar la integración de estas dos
actividades, por ejemplo, el Programa de Incentivo a los Docentes
Investigadores. Cabe evaluar en qué medida este instrumento ha
sido apropiado para ello. Por otro lado, es muy importante que las
políticas en este campo se coordinen en forma conjunta con la
Secretaría de Ciencia y Tecnología.
En la articulación entre los institutos de enseñanza docente y
técnica del nivel terciario con las universidades, aunque es
también una cuestión que se debate desde fines de los '90, no se
han concretado avances importantes. Dado que tanto en los
terciarios como en las universidades se forma a los docentes de
los niveles previos, la articulación entre ambos parece
imprescindible para mejorar la calidad de la capacitación de los
maestros y profesores.
También se ha prestado atención a la articulación entre las
carreras que pertenecen a una misma universidad y
272
LA NUEVA AGENDA DE LAS POLÍTICAS UNIVERSITARIAS
entre carreras de distintas universidades. Si bien se reconoce la
importancia de la movilidad de los alumnos entre carreras e
instituciones, algunas iniciativas puestas en marcha a comienzos de
los 2000, como los ciclos generales de enseñanza en algunos
campos disciplinarios, se han discontinuado. Cabría preguntarse
por qué ha ocurrido y cuáles son las restricciones que operan en el
logro de esta articulación.
En síntesis, sobre todos estos temas de la política universitaria
en el plano del sistema, puede concluirse que el tan mentado
"sistema" existirá sólo si tienen lugar cambios que coordinen sus
diferentes partes.
La vinculación entre la universidad y el desarrollo económico
y social ha recibido una atención prioritaria en el plano discursivo
de la política universitaria en los últimos años. Sin embargo, en
este punto habría que evaluar convenientemente cuáles son los
instrumentos idóneos para alcanzar esta política. No tengo mucha
confianza en la capacidad de planificación de los requerimientos
de los recursos humanos por parte del Estado. La demanda de
trabajo en el campo profesional suele estar afectada por la
volatilidad de la economía y por las transformaciones tecnológicas
que, en el contexto de un mundo globalizado, se dan cada vez con
mayor rapidez. En esta situación, es muy difícil predecir desde el
Ministerio de Educación cuántos egresados y de qué carreras se
necesitarán dentro de 8 o 9 años, que es lo que tarda en la
Argentina, por ejemplo, un estudiante de Ingeniería en terminar su
carrera. Uno puede detectar áreas de vacancias, pero lo cierto es
que no es tan fácil planificar respecto de las necesidades globales
de profesionales en el país. Sería conveniente en tal sentido
impulsar la creación de observatorios de graduados en las
universidades a fin de comenzar a indagar sobre la trayectoria
laboral de los graduados, y brindar información a la sociedad sobre
los cambios en la demanda y oferta de profesionales y científicos
en las distintas áreas disciplinarias.
273
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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Si pensamos en la vinculación entre la universidad y el
desarrollo económico y social en términos de transferencia de
tecnología, una condición muy importante es generar centros de
excelencia en campos disciplinarios de relevancia para el país.
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Hemos investigado algunos casos exitosos de unidades
académicas que se vinculan con el sector productivo. En general,
cuando se trata de identificar a qué se debe el éxito de estas
unidades, todo parece indicar que se vincula con su excelencia
académica. Los entrevistados nos decían: "como hacemos muy
buena enseñanza, muy buena investigación, somos capaces de
transferir al medio productos de alta calidad que ese medio
reconoce". También señalaron que algunas empresas no se
acercan a la universidad, y sabemos que esto tiene que ver con la
existencia de ethos culturales muy distintos en el mundo
universitario y en el mundo empresario. En suma, en pos de
mejorar la articulación de la universidad con el medio, creo que
lo más importante es que la enseñanza y la investigación que
realicen las universidades sean de alta calidad y que se
desarrollen arreglos institucionales que faciliten la comunicación
entre el mundo académico y el sector productivo. Si se forman
profesionales y científicos de alto nivel, vamos a beneficiar a la
sociedad, siempre y cuando además promovamos condiciones de
trabajo adecuadas para evitar que estos graduados emigren a los
países industrializados.
Por último, dentro de la agenda de políticas en el plano del
sistema, quisiera referirme a la importancia de fortalecer la
capacidad institucional del Ministerio de Educación en la
formulación, implementación y evaluación de las políticas
públicas. Tuve oportunidad de presenciar cómo funciona el
Ministerio de Educación francés durante la puesta en marcha de
la política de contratos-programa con las universidades. Un
aspecto destacable es el alto grado de profesionalismo y la buena
coordinación en la división de tareas entre los funcionarios a
cargo de llevar adelante estos
274
LA NUEVA AGENDA DE LAS POLÍTICAS UNIVERSITARIAS
contratos. Creo que es muy importante que la Secretaría de
Políticas Universitarias desarrolle también un cuadro de
funcionarios de alto nivel, evitando la superposición de funciones
y diseñando claramente la tarea a desempeñar en estos cargos.
En el plano de las instituciones universitarias, los temas de la
agenda también tienen ya cierta antigüedad. Frente a los niveles
alarmantes de deserción, uno de ellos es promover el aumento en
la cantidad y calidad de los graduados universitarios tanto en el
grado como en el posgrado. Con relación a la formación de
graduados en el nivel de posgrado, trabajé en una comisión de la
SECyT y el CONICET donde se analizaron los requerimientos en
términos de becarios para el nivel doctoral. Nuestro país tiene una
producción baja de doctores, especialmente si nos comparamos
con Brasil y con los países industrializados. Lo que encontramos
en una encuesta que aplicamos a los programas de doctorado era
que lo importante no era sólo dar becas para los estudiantes sino
también fortalecer los programas existentes mejorando la
infraestructura y el equipamiento. Entonces, uno de los puntos
importantes es generar políticas de becas para formar doctores
pero articuladas con apoyo y fortalecimiento en infraestructura y
equipamiento. El programa de becas en el grado debería también
ampliar su cobertura para mejorar las condiciones de equidad y
calidad en el nivel de grado y ser acompañado por el
fortalecimiento de las acciones de bienestar estudiantil a cargo de
las universidades. No hay que olvidar que en relación con su
función de enseñanza, el centro de la existencia de las
universidades son los estudiantes.
Otro tema de relevancia es el fortalecimiento del cuerpo
académico universitario. Creo que se han hecho avances
importantes, sobre todo en la mejora de las remuneraciones
docentes y de los investigadores, pero considero que tendrían que
diseñarse nuevas políticas que busquen fortalecer
275
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
simultáneamente la calidad de los académicos y sus condiciones
de trabajo. Un tema pendiente de debate es cómo mejorar la
carrera académica, evitando las fallas inherentes a los concursos,
promoviendo que los docentes tengan efectivamente opciones de
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avance en su trayectoria y reconocimiento por la labor de
enseñanza de alta calidad.
Así como es importante fortalecer la gestión en el Ministerio
de Educación, también lo es en las instituciones universitarias.
Sería valioso que existiera un incentivo que premie la labor de
gestión y que no se confunda con el premio a la investigación,
como ocurre actualmente con el Programa de Incentivo a los
Docentes Investigadores.
En suma, en el plano del sistema, la agenda de políticas de
educación superior supone:
• coordinación y articulación dentro del sistema educativo:
medio-superior; grado-posgrado; investigación-enseñanza;
terciario-universitario; interuniversitario;
• respuestas a las demandas del desarrollo económico y
social;
• fortalecimiento de la capacidad de gobierno y gestión del
sector público.
Y en el nivel de las instituciones universitarias:
• promover la elevación de la cantidad y calidad de los
graduados universitarios en el nivel de grado y posgrado;
• contribuir con la mejora en la equidad y la calidad en el
acceso y la graduación;
• reducir el abandono, especialmente en el primer año;
• flexibilizar y modernizar los planes de estudios,
favoreciendo la movilidad de los estudiantes y la inserción
laboral;
276
LA NUEVA AGENDA DE LAS POLÍTICAS UNIVERSITARIAS
• fortalecer la calidad del cuerpo académico (carrera
académica, actividad de investigación, capacitación de
posgrado, condiciones laborales, redes internacionales);
• fortalecer la autogestión del gobierno de las instituciones,
sin partidización.
Seguramente es posible incluir nuevos temas en esta lista,
pero pienso que lo importante en este momento es revisar lo ya
hecho. Deberíamos analizar la eficacia de los distintos
instrumentos para promover los cambios deseados desde la
política y su adecuación con la complejidad de funcionamiento
de las universidades. Hasta el momento, la experiencia nos
indica que los marcos regulatorios no han sido muy efectivos en
fomentar cambios. Basta ver el bajo grado de acatamiento que
ha tenido en la práctica la Ley de Educación Superior en muchas
universidades. Con relación a los instrumentos de evaluación y
acreditación de la calidad, creo que son positivos y necesarios,
pero hay que estudiar en qué medida se acompañan con otras
políticas, como las de financiamiento, que atiendan los
problemas que se detectan en estas evaluaciones. De lo
contrario, no tendrán más efecto que generar una burocracia que
se retroalimente, sin prestar un servicio genuino al mejoramiento
de la calidad. Finalmente, el uso de mecanismos de
financiamiento puede ser de gran utilidad si los montos son
significativos, si se utilizan distintos instrumentos para alcanzar
los diversos objetivos de la política universitaria y si se diseñan
teniendo presente la complejidad de la organización
universitaria en su gobierno y funcionamiento.
277
 LOS DESAFÍOS DEL INGRESO
A LA UNIVERSIDAD
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.

Entrevista a
Alicia R. Wigdorovitz de Camilloni1
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.

¿Cómo definiría el problema del ingreso a la universidad?

El problema del ingreso a la universidad es un caso

relacionado con la articulación entre la escuela secundaria y la
educación superior u otras modalidades de educación
postsecundaria. Y me parece que es importante verlo como un
complejo problema de articulación en un sistema de educación
continua, porque la escuela secundaria tiene muchas funciones
que van más allá de la preparación para el ingreso a la
universidad. De todas maneras, en diferentes estudios se revela
que incluso en distintos sistemas de ingreso a las universidades
se produce una gran deserción en los primeros años y este es
un antiguo problema en la Argentina y también es un problema
que está estudiado en muchos otros países. Yo noto que,
respecto de esta cuestión de resolver la articulación entre la
escuela secundaria y la universidad, se plantean varios
problemas que podemos ir detallando.

1. Entrevista realizada el 7 de agosto de 2007.

279
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
El primer problema es que la mayoría de los ingresados
provenientes de las escuelas secundarias presentan déficits en
varios sentidos. En primer lugar, en formación, y en segundo
lugar, en el manejo de estrategias cognitivas de orden superior.
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Pensar que el origen está exclusivamente en la escuela
secundaria me parece que sería ingenuo; creo que hay que
empezar a revisar qué está sucediendo en la escuela primaria,
pero ciertamente el problema se manifiesta con toda claridad en
la escuela secundaria, en el transcurso de los estudios de la
escuela secundaria, y en el enlace que hay entre la escuela
secundaria y las distintas salidas posibles. Una de ellas es el
ingreso a la universidad. El hecho de que la formación presente
este déficit influye generando varias cosas, entre ellas dos
fundamentales:
1. la falta de preparación para hacer estudios superiores y
problemas de aprendizaje severos;
2. una dificultad muy grande en los estudiantes para hacer un
concepto de vida, elegir una carrera; y las dos cosas
unidas generan fracaso y deserción.
Cuando nos preguntamos quién debería encarar este tema,
me parece que la respuesta sería: la escuela secundaria, las
autoridades educativas y la sociedad. Creo que todos ellos
deberían plantearse con mucha seriedad la cuestión de mejorar
la condición de la escuela media y mejorar, como digo, no sólo
para el ingreso a la universidad porque me preocupan más los
que no ingresan a la universidad, los que no quieren ingresar a
la universidad y saber qué pasa con ellos, cómo se produce la
vinculación con el trabajo y con estudios superiores no
universitarios o con modalidades de capacitación
postsecundarias o informales, pero que también demandan
capacitación previa.
Un segundo problema es que al pasar de la escuela
secundaria a la universidad, los estudiantes hacen un tránsito
280
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO Á LA UNIVERSIDAD
de un tipo de institución a otra y esto es un problema que la gente
piensa mucho porque no sólo pasan de una institución donde son
los mayores y todos los conocen y ellos se sienten muy confiados,
a otra institución donde son anónimos -particularmente en el
primer tiempo de los estudios y sobre todo en las grandes
universidades- sino que esto implica también modalidades
diferentes de estudio. La escuela secundaria tiene un tiempo
fragmentado y los estudios están fragmentados. Se estudia en
pequeños trozos y la enseñanza se da también a la manera de
un currículum más alto. En la universidad, los estudiantes
encuentran la dificultad de tener que organizar su tiempo, ser
capaces de encarar un estudio independiente y esto realmente
resulta muy difícil porque no han sido preparados; este es un
punto sumamente importante. Cuando nos preguntamos quién
debe resolver este problema, entiendo que lo tiene que resolver
tanto la escuela secundaria preparándolos para un estudio
independiente, para tomar decisiones, para organizar su tiempo y
no fragmentar tanto los estudios, como la universidad que los
recibe, que tiene que comprender cuál es la situación de estos
estudiantes que están ingresando y que no están preparados para
ese tipo de estudio. Este problema se profundiza mucho más en lo
que hoy es también corriente, el estudiante de primera generación,
el primer universitario de su familia, que se encuentra en una
institución todavía más ajena, más extraña que para aquel cuyos
padres han transitado estudios universitarios; en este caso, la
situación de incomodidad, de extrañeza y, sobre todo, de
dificultad en la formación, se agrava mucho.
Un tercer problema es que la universidad no se puede
convertir en el único espacio que atraiga a quienes quieren hacer
estudios superiores, por lo tanto, lo que hay que hacer es
promover alternativas de educación superior no necesariamente
universitarias, tanto en el aspecto técnico como en la formación
docente, pero que impliquen salidas
281
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
con identidad propia y al mismo tiempo sean reconocidos. Esto ya
implica modificar una cuestión política que está instalada y
constituye un gran desafío, pero en el mundo se está planteando
cómo reconocer con carácter académico los aprendizajes
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
realizados en el trabajo y a través de la experiencia. Nosotros
todavía estamos colocando -con muchísima frecuencia-
obstáculos para el reconocimiento de estudios hechos en otra
institución, a veces exactamente del mismo nivel, es decir de una
universidad a otra universidad y no solamente de una institución
no terciaria a una universidad; este es otro problema: ¿quién lo
tendría que resolver? Básicamente es un tema de política
educativa, relacionado con el tipo de formación que deben recibir
los alumnos, y lo tienen que enfrentar, por un lado, las
autoridades educativas, y por el otro, las propias universidades
que deberían ser más abiertas y flexibles en cuanto a
reconocimiento de estudios. Un cuarto problema es que no se
trata, obviamente, de resolver sólo la cuestión del acceso, sino
también de mantener a quienes ingresan, y esto implica que las
universidades tienen que tomar, por un lado, la responsabilidad de
recibir a los estudiantes y de darles posibilidades para que sigan
aprendiendo, no basándose exclusivamente en los fracasos, sino
tratando, justamente, de abrirles un camino para aquello en que ya
se sabe que tienen dificultades. Además, las universidades tienen
que asumir una responsabilidad en lo que es la formación, la
actualización y el perfeccionamiento de los docentes, es decir,
establecer un puente muy serio y sólido entre los docentes en las
escuelas secundarias y los docentes de los institutos de formación
docente. Pero acá surge el tema de quién financia esa ayuda,
porque todo está cruzado por el hecho de que cuando la
universidad toma estudiantes que vienen con déficit y necesita
darles algún tipo de preparación que no han recibido en la escuela
secundaria, se recarga el presupuesto universitario así como la
duración de la carrera.
282
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO A LA UNIVERSIDAD
En una época en que en el mundo hay una fuerte tendencia a
acortar las carreras, cuando los estudiantes no llegan con la
formación necesaria, el dilema siempre se plantea en términos
de alargar la carrera o mantener su duración para dar tiempo a
los alumnos de que adquieran la preparación básica indispensable,
o bien apostar a la selección que finalmente tiene que ver con la
formación básica temprana, la cual es dependiente de un sistema
educativo socialmente segmentado y diferenciado en cuanto a
calidades; en ese aspecto, a nosotros siempre nos va a tocar la
falta de equidad, la desigualdad en las oportunidades educativas y
cómo la universidad puede encarar esta necesidad de formación
básica. Puede ser a través de un ciclo previo de evaluación, como
se hace en algunas universidades; pero si ese ciclo previo no es
dado en las escuelas secundarias ni en la universidad, también se
transforma en un factor de desigualdad. Esto nos lleva a un quinto
problema: cómo resolver la cuestión del acceso.
¿Quién debería establecer las modalidades de acceso?
A mi juicio, debe decidirlas cada universidad. Creo que no
puede haber normas generales al respecto.
En primer lugar, por la autonomía universitaria, lo cual
efectivamente me parece que debe ser sostenido, es un principio
básico.
En segundo lugar, porque hay una tendencia a establecer
todo, por ejemplo los mecanismos de acceso a las universidades
por medio de una ley. Al mismo tiempo, hay que reconocer que
estamos en una época en que la concepción de la universidad está
absolutamente diversificada. No existe un solo tipo de
universidad, no existe un solo modelo de universidad, sino que
hay muchos modelos y la decisión respecto de cuál es el modelo
de universidad en última instancia le corresponde a la propia
institución. Si hiciéramos
283
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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un inventario de los chicos que van a la universidad nos
encontraríamos con algunos que terminaron sus estudios en forma
distinta de lo que pensaban y sin embargo están creándose, están
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existiendo, están desarrollándose y no sólo en nuestro país, en
todo el mundo. Por eso la decisión respecto de las funciones
sociales que tiene que cumplir la universidad, sus misiones y la
matrícula, el nivel de exigencia, tienen muchísimo que ver con el
mecanismo de retención y en última instancia la realización de
determinada carrera depende de la concepción que cada uno tenga
de la universidad. Prácticamente ya no están generalizados,
pueden haber sido generalizados en otras cosas.
Pero ahora ha crecido enormemente la demanda de estudios
universitarios. Eso, como sabemos, ha hecho crecer enormemente
a las universidades viejas e hizo que se crearan nuevas
instituciones, al estilo de las universidades medievales que unas
eran "hijas" de otras y copiaban estatutos, pero en ese entonces
había un tipo de universidad ligado al continente europeo y otro
al modelo anglosajón, y ahí se acababa la excelencia; en cambio
ahora, las instituciones denominadas universidades son
incomparables. En esas condiciones es cuando uno empieza a
pensar que el modo de acceso tampoco puede ser generalizado
porque mientras hay universidades que deciden ser pequeñas y
destinadas a un pequeño grupo social, universidades que deciden
enseñar a investigar, etc., están planteándose aspectos y estatutos
diferentes.
Lo que sin duda ocurre actualmente es que todas las
universidades se han profesionalizado y este debate que se ha
dado a lo largo de siglos, acerca de si las comunidades tenían que
formar o no profesionales, creo que ya está resuelto. Hoy las
universidades dan títulos profesionales que es lo que el estudiante
viene a buscar; algunos de ellos se dedican a la investigación,
otros, a la docencia; pero la investigación y la docencia también
son profesiones, o sea
284
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO A LA UNIVERSIDAD
que, de cualquier manera, hoy las universidades dan títulos
profesionales; algunas ofrecen un curso de carreras porque hay
una heterogeneidad de carreras también. Hoy lo que encontramos
en las universidades son las carreras tradicionales, las viejas
profesiones liberales que ya han dejado de ser liberales, y también
carreras que están desestimando mucho la formación de
investigadores, como sucede en las carreras de ciencia fáciles en
las que a veces los alumnos ni siquiera se interesan por retirar su
diploma de grado y sus verdaderos diplomas de grado
corresponden a la formación en investigación, en el doctorado. Lo
que quiero decir es que en carreras diferentes, en universidades
diferentes, no sé muy bien como se puede establecer un solo
mecanismo de acceso, porque no hay un solo tipo de estudiante
sino que las universidades están atendiendo a una enorme
comunidad y han generado un abanico de carreras, lo cual
también deberá ser estudiado porque, como dice Alan Bloom, "se
han incorporado carreras que nunca uno soñó que podrían
hacerlo". La universidad no necesita esta diversidad ni hay
estructura que la soporte. Estoy tratando de decir, de manera muy
breve, que dada la heterogeneidad de las universidades se ve
difícil que se pueda homogeneizar el acceso. Lo cual me hace
pensar que el camino no es resolverlo mediante una ley. Creo que
esa posición marcaría una contradicción entre lo que está
sucediendo en el mundo y la intención de tomar medidas
generales.
Desde su punto de vista, ¿cuáles son las distintas
estrategias o modalidades para afrontar el problema del
ingreso? ¿Qué dice la experiencia internacional al respecto?
Veamos qué pasa con la solución para el acceso y qué
modalidades podríamos encontrar. Una modalidad es el examen
en secundaria. En algunos países efectivamente hay un examen
final de secundaria, igual para todos, que habilita
285
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
para el ingreso a la universidad en las condiciones que las
universidades puedan establecer, pero también existe un examen
final de secundaría tomado por la escuela secundaria o por
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autoridades del Ministerio de Educación, que es necesario pero
no suficiente para ingresar a la universidad. Es el caso en
Alemania, en Suiza, en Italia, donde se puede haber terminado la
escuela secundaria pero si no se aprueba un examen adicional de
la universidad, no se ingresa.
Es una cuestión interesante. En primer lugar, la escuela
secundaria tiene que haber preparado bien a los alumnos, a todos,
no solamente a los que van a ingresar a la universidad. No es la
solución que por ejemplo se tome un examen final de secundaria
y que después se tome un examen para esos pocos que van a ir a
la universidad; hay que preparar bien a todos y no depositar -ese
es el problema- en los exámenes el resguardo de la calidad. El
resguardo de la calidad es la buena capacitación de los docentes,
la buena enseñanza, la buena gestión de las instituciones
educativas.
En segundo lugar, ¿quién se hace cargo de la preparación
para los exámenes? Sea el examen final de la secundaria, sea el
examen especial de la secundaria para ingresar en la universidad,
si la escuela media no se encarga de la preparación, lo que se hace
es profundizar la acción, por lo tanto la única salida "realmente"
es que la escuela secundaria lo haga; pero cuando decimos
realmente lo tiene que hacer de acuerdo con sus propios fines. Por
ejemplo, en algunos lugares, hay colegios -sobre todo privados-
que han hecho acuerdos con universidades privadas para
reemplazar el último o los dos últimos años de la secundaria por
una preparación para el ingreso a la universidad, con lo cual la
escuela secundaria pierde su fin. Lo que estoy diciendo es que la
escuela secundaria se tiene que hacer cargo de la preparación pero
no a los fines de
286
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO A LA UNIVERSIDAD
lo que pida la universidad, sino para cumplir con lo que la escuela
secundaria debe proveer, es decir con sus fines propios. En el caso
de que lo haga la escuela secundaria, la pregunta es quién lo
financia. Y, si es una escuela pública, evidentemente lo tiene que
financiar el Estado, y que se agregue el sector privado.
La tercera concepción es que en ese examen de la escuela
secundaria, el último o habilitante, se tome lo que se enseñó en la
escuela porque la experiencia de colocar un nivel más alto es que
finalmente se acude a instituciones privadas, lo cual genera
desigualdad. La condición es que se tome lo que se vio en la
escuela secundaria. Ese examen final tiene que estar vinculado
con lo que se vio en la escuela secundaria, no con lo que se sabe
que la universidad o alguna institución va a tomar.
La cuarta condición es un tema aparentemente técnico en las
evaluaciones: las decisiones que se toman a partir de las
instancias de evaluación tienen que estar acordes con el tiempo de
observación requerido para que se puedan hacer predicciones a
mediano plazo. Si yo tengo un tiempo de observación bien corto
no puedo tomar decisiones muy importantes, porque no puede
hacerse una predicción a mediano plazo a partir de una
observación en corto plazo. Por ejemplo, si observo el producto
del trabajo de un alumno hecho durante tres horas, seis horas o
dos días, es muy difícil que pueda tomar decisiones importantes
para la vida del estudiante. Lo que hay que hacer es pensar en la
extensión que deben tener los períodos de observación cuando se
toman lo que en inglés suele llamarse high tests o pruebas sobre
las cuales se toman decisiones importantes.
Una cosa es tomar un parcial o un examen final que en todo
caso el alumno podrá repetir si no lo aprueba, y otra es tomar una
decisión que implica la selección de ingreso o no ingreso a una
institución, a una carrera, que es una decisión de vida. Así que el
tema de la extensión de los períodos de
287
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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observación es fundamental cuando hablamos de evaluación. Esa
extensión se puede ampliar de dos formas:
1. hacia atrás, o
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
2. hacia adelante
Cuando digo "ampliar hacia atrás", por ejemplo podría tomar
en cuenta no solamente la calificación que obtiene el estudiante
en el examen, sino sus calificaciones anteriores. En la medida en
que pueda ser comparable, esto tiene sus exigencias, como ver el
sistema de calificaciones, etc., es decir, hay ciertos resguardos
para tomar. Pero de todas maneras, insisto: ampliarlo hacia atrás
o ampliarlo hacia adelante, o ampliar el período de observación
incluyendo otras consideraciones que pueden tener que ver con la
observación del alumno a lo largo de toda la escuela secundaria
en diferentes aspectos de su actuación, o hacer otra clase de
estudios que no midan sólo la calificación.
Muchas veces se adopta, además de la calificación en el
examen final, el análisis de las calificaciones de los alumnos en
aquellas materias que más tienen que ver con su elección de
carrera, pero eso depende del momento en que elijan. Los chicos
cambian a lo largo de la escuela secundaria y eso también hay
que tomarlo en cuenta, así que un examen de ese tipo debería
repetirse, o darles un año más por si necesitaran prepararse
especialmente. En fin, la cuestión es ver cuál es el período de
observación, cómo se puede ampliar, qué ayuda se les da a los
estudiantes, y asegurar que se les tome efectivamente lo que se
vio en la escuela secundaria, que no se pierdan las funciones
propias, y resolver no solamente el diseño de un examen de
evaluación, sino también el tema del cofinanciamiento que tiene
que ver en serio con el mejoramiento de la escuela secundaria
como un todo.
Una alternativa al examen final postsecundaria es un curso
de ingreso.
288
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO A LA UNIVERSIDAD
Este podría ser dado por las universidades y una solución
suele ser que sea previo al comienzo de clases, que ofrece varias
opciones. En algunos casos el curso de ingreso tiene evaluación,
que puede ser eliminatoria o no eliminatoria; en otros casos no
tiene evaluación, pero permite hacer una evaluación formativa
para aconsejar al alumno, hacerle recomendaciones respecto de su
preparación; tiene que estar acompañado necesariamente de lo
que se llama una enseñanza media-alta a través de talleres, cursos,
etc., sobre dos cosas: información básica en las disciplinas, y
apoyo para poder estudiar porque, como decíamos, hay un tránsito
de una institución a otra. El curso de ingreso, en general, lo dan
las universidades; sabemos que en muchos casos lo dan
instituciones externas privadas, pero además podría haber
públicas, podría ser que los ofrezca también el Estado. Cuando
son privados, nuevamente se profundiza la diferenciación.
Cuando lo abre la universidad, el curso de ingreso sirve para
nivelar a los estudiantes que vienen con problemas de la escuela
secundaria; generalmente las universidades lo hacen no en
función de lo que enseñó la escuela secundaria, sino a lo que ellas
consideran necesario y, en general, la experiencia siempre
representa un salto que creo vale la pena estudiar. No sé si es el
caso de la Argentina, porque a pesar de los grandes fracasos en el
ingreso a las universidades, lo que me dicen siempre que pregunto
es que las clases son sobre temas que se enseñaron en la escuela
secundaria, además de que muchos estudiantes no van a los cursos
de preparación en las universidades. Así que ahí hay un problema
interesante, relacionado con la formación previa del chico, con
cómo encara los estudios, cómo ve su ingreso a la universidad y,
si va a la universidad, quién lo financia, porque esto recarga el
presupuesto universitario.
La tercera opción es que el examen final de secundaria sea
un ciclo de ingreso dado por la universidad. El ciclo
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 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
de ingreso es una forma de ampliar, de extender el período de
observación, en este caso hacia adelante. Y de darle al estudiante
un tiempo como para que pueda nivelar conocimientos a través
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del cursado de materias y de una serie de exámenes, es decir que
pueda dar el examen de ingreso, después un ciclo, que en lo
posible sea común, porque el modelo del ciclo común, en donde
hay materias que son comunes a familias de profesiones, permite
al estudiante varias cosas; una es nivelar, otra es orientar mejor en
la elección de carrera -como se ve en el Ciclo Básico de la
Universidad de Buenos Aires, muchos estudiantes que cambian
de carrera durante ese año o año y medio que toman para hacer el
CBC- y seleccionar. Las tres funciones son muy fuertes: la
nivelación porque es la mayor oportunidad; en cuanto a la
orientación y la selección, al ampliar el período de observación,
pareciera que se da mejor pie para la decisión respecto de si se
está en condiciones de seguir o no.
Pero, por supuesto, siempre que entra el factor selección
-esta cuestión es fundamental-, hay que decidir cuáles son los
criterios y no pueden quedar en manos simplemente de cada uno
de los docentes, sino que tienen que ser encontrados,
establecidos, acordados. Y como siempre que se toma un examen
de ingreso cuya esencia, cuya naturaleza propia, es tener validez
de predicción, hay que hacer un seguimiento de los estudiantes
para ver si la selección estuvo bien hecha. Por supuesto, siempre
que un examen o un ciclo preparatorio se adopta como modalidad
para el ingreso, en general la selección debe cubrir el seguimiento
de los que ingresaron para ver si efectivamente los criterios que
se utilizaron en el momento de hacer la selección son los
correctos y permiten predecir el recorrido de los estudiantes. Este
es un tema muy difícil de resolver, casi imposible, porque los que
han ingresado se dispersan y en general no responden a la
institución que los convoca para hacer el seguimiento.
290
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO A LA UNIVERSIDAD
Creo que resolverlo bien es una cuestión de las propias
universidades. Tiene que serlo. En buena medida creo que la
instalación de los ciclos comunes también es una solución, quizás,
a los problemas de desigualdad por distribución geográfica de la
población porque ha habido una política en el Ministerio -nacida,
en realidad, de la Comisión Nacional de tratamiento de la
Educación Superior- que fue la instalación de ciclos comunes
pero para varias universidades, lo cual le permite al estudiante ir a
la universidad que le quede más cerca y en el caso de querer luego
tomar una carrera que tiene otra universidad, puede asistir a ese
establecimiento una vez superado el ciclo; esto le dio mucha
mayor flexibilidad al sistema. En este momento existen varios
grupos de universidades que han adoptado estos ciclos para
algunas familias de carreras y me parece que es la mejor
modalidad. Desde mi punto de vista, es interesante la
combinación de un examen final de secundaria -que puede ser
tanto final de secundaria como habilitante especialmente para la
universidad- con un ciclo básico para la universidad con
características de nivelación, de orientación y de selección muy
claras, muy ajustadas, muy cuidadas y, además, dinámicas porque
no se pueden establecer cosas fijas en estos tiempos, cuando hay
tanto cambio en el conocimiento y en las profesiones.
Su análisis es muy profundo y revela mucha reflexión
sobre el propio ejercicio. Con relación al ingreso libre o con
algún tipo de restricción, ¿qué opinión tiene? ¿Le parece que
ambas modalidades pueden coexistir, o que habría que
inclinarse por alguna de ellas? Y en este último caso, ¿cree
que eso debe ser decidido por la universidad o por una
política nacional?
Creo que tiene que ser decidido por la universidad, porque
una universidad tiene que tener libertad para decidir
291
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
el tipo de ingreso, aunque yo creo que no existe el ingreso libre.
Pero pregunto: ¿qué es lo más libre que hay en la Argentina? El
artículo 7 de la Ley de Educación Superior, ¿qué dice?: que el
mayor de 25 años puede entrar sin haber hecho estudios
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secundarios, no necesita tener escuela secundaria. Me parece que
ese artículo merece un comentario aparte. Está tomado a imagen
y semejanza de las leyes de Educación Superior de Europa en
condiciones en las que buena parte de la población en esos países
no han finalizado la escuela secundaria, en donde no se plantea el
problema de deserción de la escuela secundaria y en cierto
sentido el artículo 7 tiene un efecto muy positivo para gente con
dificultades para continuar estudios, pero tiene un aspecto
negativo y es que a mucha gente no la alienta a completar la
escuela secundaria, y es una formación básica que no se puede
sustituir. Una persona necesita haber hecho la escuela secundaria
y una buena escuela secundaria. No quisiera entrar en las razones,
pero sí decir que no estoy de acuerdo con promover un cierto
"sustituto" de la escuela secundaria en nuestro país, donde
necesitamos fortalecer la escuela, que la gente vaya, que la
termine, ofreciéndole una buena enseñanza, y reconstruyendo a la
escuela técnica que fue absolutamente magnífica. Este es el
ingreso más libre de todos: el directo, pero con el requisito de
haber completado la secundaria, que ya es una restricción muy
fuerte.
Porque si bien es cierto que estos alumnos tienen que rendir
un examen, el examen lo diseñan las universidades y son muy
variados los sistemas. Vale la pena hacer un análisis profundo
acerca de las distintas modalidades que han adoptado las
universidades para resolver la cuestión de la articulación y en ese
sentido es interesante lo que ha hecho la UBA.
Lo que no depende de la universidad es el examen de
secundario. Esto a mi juicio es un problema de política educativa
y no es una cuestión de las universidades sino de política
nacional, de cómo se enfrenta la cuestión de la escuela
292
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO A LA UNIVERSIDAD
secundaria, que a mi juicio no es sólo para mirar a la universidad.
Mi respuesta es por un lado, parte de lo que ya te contesté y en
segundo lugar, una discusión acerca de si existe este tipo de
análisis.
Yo estaba pensando en el capítulo de Betina Duarte. Ella
dice que "todo aquel que haya concluido la formación previa
está en condiciones de adquirir la categoría de alumno", y
hace una clasificación de admisión libre, por calificación -que
exige cumplir con ciertos requisitos académicos que establece
la institución en la que uno aspira a tener la condición de
alumno- y por competencia, donde hay una oferta limitada de
cupos y se otorgan a aspirantes seleccionados y ordenados por
mérito.
El último, más que un examen, es lo que los franceses
llaman "concurso". Lo que pasa es que Duarte no diferencia de
dónde se obtiene la calificación, es decir, hay matices. El
problema es que sin requisitos no existe, ella definió como sin
requisito que haya hecho la escuela secundaria, pero yo estoy
diciendo que, según el artículo 7, también cada universidad
establece en qué condiciones van a ingresar sus alumnos.
Por ejemplo, adonde ponemos a la Universidad de Buenos
Aires. Aquí hay un problema, porque uno podrá decir que puede
ser por calificación o por admisión libre -y en verdad la admisión
es libre en el Ciclo Básico-, pero pasar del Ciclo Básico a la
facultad es muy duro porque, según las materias, existe a lo sumo
el 40 o 60% de aprobación.
¿Se puede pensar que existe una relación entre el sistema
de ingreso y el tamaño de la institución?
Sí, porque una universidad pequeña puede decidir establecer
cupos o tener muchos estudiantes. Esto tiene que
293
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
ver no sólo con el acceso, sino con la oferta académica que tiene
la universidad que está ofreciendo carreras que son para muy
pocos, o carreras que son para muchos estudiantes. Esta
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diferencia se encuentra también en universidades nacionales, no
solamente entre universidades públicas y privadas. Se modifica
según el tipo de carrera que se quiere, entonces hay universidades
nacionales que se han propuesto ser pequeñas y hay otras que se
proponen incorporar mayor número de alumnos.
Otro tema es la relación entre antigüedad y modalidad
de ingreso. Duarte plantea que la amplia mayoría de las
universidades grandes tienen este tipo de admisión que ella
llama libre, y que no es así en las universidades medianas o
chicas, donde predominan las otras dos modalidades. Se
pregunta si estas políticas son el resultado de un deseo
colectivo, o bien de una incapacidad para gestionar un
cambio en organizaciones tan grandes. ¿Qué piensa usted al
respecto?
Las universidades grandes (imagino que hablamos de
universidades como las de Buenos Aires, Córdoba, Rosario), con
un número deseable de estudiantes, tienen una historia y esa
historia ha sido marcada por la reforma universitaria de 1918, y
por aspectos que tienen que ver con el tipo de cogobierno; eso
depende de las épocas -es posible que haya cambiado la
modalidad de ingreso-, pero las cuestiones relacionadas con el
ingreso son cuestiones que se discuten colectivamente en la
universidad. Es decir, no se trata de la dificultad de gestionar el
cambio, porque si estudiamos la historia de estas universidades,
podemos ver que han tenido distintos espacios para gestionar
cosas diferentes, y en muchos casos ha dependido de que fuera en
tiempos de la democracia, o de intervención de las universidades,
una intervención que no sólo se dio en épocas de gobierno
294
LOS DESAFÍOS DEL INGRESO Á LA UNIVERSIDAD
militar. Me parece que uno tiene que relacionar justamente las
épocas, los avalares políticos nacionales, no solamente dentro de
las universidades. También hay un peso relacionado con las
carreras, porque, por ejemplo, ha habido una presión muy fuerte
por parte de las autoridades nacionales para que se establecieran
cupos en la carrera de Medicina y la mayor parte de las
universidades lo hizo.
De todas maneras lo que sucedió no fue que disminuyera la
cantidad de estudiantes de esa carrera, sino que se distribuyó entre
estas universidades antiguas y un montón de otras universidades
nuevas, y todas pusieron cupo.
Tengo una pregunta con relación a eso y es acerca de la
planificación de la oferta de carreras, es decir, la posibilidad
de ofrecer incentivos para ingresar a ciertas carreras de las
que el país necesite más egresados -por ejemplo, Ingeniería en
Petróleo- y desalentar el ingreso a otras que producen
superabundancia de profesionales, por ejemplo, Abogacía.
Por mi parte, apoyo los incentivos. Creo que hay carreras de
interés nacional que es absolutamente indispensable incentivar,
pero hay que incentivarlas de dos maneras, no solamente
ofreciendo becas a los estudiantes, sino también mejorando las
condiciones de enseñanza; es decir que necesitan mayor
financiamiento, para promover la incorporación de estudiantes y
para mejorar el equipamiento, entre otras cosas. Es el caso de
Ingeniería, en donde tienen muy larga experiencia en promover la
incorporación de estudiantes pero no basta, porque si uno analiza
descubre que pocos egresados se doctoran en el mundo, debido a
varias cosas. Por un lado está el escollo de la matemática y si la
escuela secundaria no es buena y no enseña bien matemática, los
estudiantes no van, por más que tengan becas. El otro problema
son las mujeres, y es que hay algunas carreras que
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 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN LOS DESAFÍOS DEL INGRESO A LA UNIVERSIDAD
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son viables pero que a veces ponen obstáculos de este tipo; en el mal distribuidos porque en lugar de dedicarse todos a una
mundo entero hay programas de promoción para que las mujeres orientación debieran dedicarse a estas otras. En ese sentido, yo
vayan a las escuelas de Ingeniería, pero allí lo que se hace es creo que el desincentivo no vale, hay que mirarlo de otra manera.
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establecer carreras predominantemente femeninas y otras

predominantemente masculinas, no se distribuyen por igual. Hoy Una última pregunta. ¿Qué reflexiones ha hecho acerca
las mujeres constituyen más del 50% en las escuelas y del acceso a la información? Duarte plantea que, en muchos
universidades grandes, digo en las universidades con variedad de casos, acceder a información sobre matrícula, graduados o
carreras, el estudiantado es muy heterogéneo. En el caso de las modo de admisión es muy difícil y qué sería interesante que
ingenierías, en algunas de las que son prioritarias para el país hay esa información fuera más pública. ¿Cree que esto se
muy pocas mujeres, con lo cual la matrícula potencial no se relaciona con la concepción de la autonomía universitaria?
incrementa como complemento de las otras carreras, así que la
escuela secundaria tiene una responsabilidad en el Bueno, voy a contestar una parte: a mi juicio, no está en
apuntalamiento, y por eso digo que no basta promoverlas a través relación con la autonomía universitaria. Yo creo que la
de becas. información debería ser confiable, pública, que los censos de las
No basta ni siquiera mejorar las condiciones de enseñanza. universidades, que son absolutamente fundamentales, deben ser
Creo que no he contestado sobre lo de desalentar los periódicos y sus resultados, conocidos.
estudios; comparto la idea de que hay demasiados estudiantes en
algunas carreras como Abogacía o Psicología, pero sus problemas
no se resuelven de la misma manera. El caso de Abogacía es muy
particular, porque los egresados terminan con un tipo de
formación que les permite variadísimas cosas y no
necesariamente ejercer la profesión de abogado. Lo que pasa es
que la gente necesita más información para ver que también hay
alternativas a esas carreras; entonces no creo que sea
desestimular, sino mostrarles cuál es el otro abanico de opciones
a las cuales pueden acceder aun siendo abogados. En el caso de
Psicología, creo que en la Argentina hay un problema en el
planteo, porque se pone el acento en la clínica, cuando en realidad
carecemos de profesionales en otros campos fundamentales, por
ejemplo, el de psicólogos de la Educación, laborales, forenses,
sociales. Cuando uno dice "hay demasiados psicólogos", en
realidad se equivoca, están

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 LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.

Entrevista a
Guillermo Jaim Etcheverry1
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En estos momentos se está debatiendo la posibilidad de

reformar la actual Ley de Educación Superior,
considerando su derogación o la redacción de una nueva
ley. En todo caso, este proceso brinda la posibilidad de
analizar algunos de los problemas que afectan a la
universidad. Una de las innovaciones que experimentó el
sistema universitario en la década de 1990 fue la
introducción de mecanismos de evaluación con la creación
de un organismo dedicado a ese fin, ¿Cuál es el balance que
usted hace de esta década de actividad de la CONEAU,
encargada de la evaluación universitaria? ¿Cómo cree que
ha impactado en la universidad?

Para opinar con fundamento acerca de esta cuestión es

preciso contar con una visión amplia y completa del conjunto
del sistema de enseñanza superior en el país.
Lamentablemente, carezco de esa experiencia, de modo que los
juicios que formule están claramente influidos por las
relaciones que ha mantenido la Universidad de Buenos Aires
(UBA) con la CONEAU, que han estado determinadas por

1. Entrevista realizada el 6 de septiembre de 2007.

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 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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la historia y por las características de ambas instituciones. Resulta
indudable, como está planteada su actividad, que muchas de las
acciones que emprende la CONEAU pueden ser percibidas como
una interferencia con la autonomía universitaria. Así lo sostuvo la
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
UBA en su momento ante la justicia y algunos de esos planteos
han encontrado una acogida favorable en ese ámbito. En términos
más generales, en mi opinión se han introducido en la compleja
evaluación universitaria una serie de criterios de eficiencia ajenos
al quehacer universitario, más aplicables a una empresa que a una
universidad. Considero que esa mirada no resultó beneficiosa
como tampoco lo ha sido, en otro orden de cosas, la generación
de una burocracia evaluadora que ha terminado por ser más
reconocida, incluso, que la misma actividad que juzga, como lo
demuestra el hecho de que los salarios que perciben sus
integrantes son muchas veces más importantes que los de los
profesores e investigadores universitarios de mayor jerarquía y
dedicación. Eso ha llevado a que muchos investigadores hayan
demostrado un gran interés por integrarse a esos sistemas de
evaluación. Como es de práctica, estos mecanismos requieren
completar innumerables planillas, controles y registros, lo que no
ha hecho sino complicar aún más el ya difícil funcionamiento
universitario. Es evidente que ese sistema puede tener aspectos
beneficiosos, por ejemplo, la introducción de algunos criterios en
el funcionamiento de un sistema universitario heterogéneo como
el nuestro. Pero, en el caso local, ha adquirido un claro sesgo
político que, aunque algunas veces se ha tratado de disimular,
aparece a poco que se analicen algunos comportamientos de los
actores del sistema. Considero que debería existir algún
mecanismo de evaluación y acreditación, pero este debería estar
lo más alejado posible de intereses político-partidarios, lo que no
siempre ha sucedido en el esquema con el que ha funcionado la
CONEAU. Más allá de la competencia personal de sus
integrantes,
300
LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
es preciso recordar que las representaciones parlamentarias en su
seno responden a las distribuciones de mayorías y minorías.
Inclusive, una lógica política similar ha guiado la representación
en organismos presuntamente técnicos, como la de los cuerpos
que reúnen a los rectores. He sido testigo en las reuniones del
Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) de discusiones sobre
las posibles representaciones basadas no sólo en la competencia
académica, sino sobre todo en la pertenencia a los distintos grupos
de afinidad política o bloques definidos por pertenencia partidaria
dentro de dicho Consejo. Entiendo que esa rígida estructuración
en base a adhesión a partidos políticos, que me resultó evidente
durante las primeras reuniones del cuerpo a las que asistí, se ha
ido modificando en los últimos tiempos, ya que en el panorama
universitario han aparecido protagonistas que no están vinculados
tan directamente con un partido político. De consolidarse este
cambio, resultaría altamente positivo. Quienes se ocupen de la
evaluación de la actividad universitaria deberían ser
exclusivamente elegidos por su competencia técnica y su
experiencia, sin tener en consideración su pertenencia a un
determinado bloque partidario. Creo, en suma, que se debería
tender a crear una comisión de expertos como la tiene Francia y
que, al mismo tiempo, es preciso diseñar mecanismos menos
burocráticos que encaren las tareas de evaluación tomando en
cuenta criterios más académicos y menos sesgados hacia lo
contable o empresarial. ¿Cómo se contabiliza en formularios la
influencia que sobre los alumnos ejercen los profesores
inspirados?
Mencionó una cuestión que atraviesa tocia la universidad
y es la influencia en ella de la política, en especial la
partidaria. Lo que se observa en la CONEAU, ¿se advierte en
las instituciones y en el gobierno del sistema? ¿Cuál es su
visión acerca de la partidización de la vida universitaria?
Incluso se
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 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
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podría comentar la paradoja de que, en momentos en los que publica de la universidad al alejarla de su razón de ser, se
de algún modo decae la identificación partidaria de los actores modifique en el futuro.
de la comunidad universitaria, aumenta la participación de las
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.

estructuras político-partidarias en el gobierno de la ¿Se puede modificar? ¿Cómo?

universidad. ¿Como interpreta este problema o este desafío?
Es indudable que se puede cambiar en la medida en que se
expliciten abiertamente estas distorsiones. Pero ese cambio, ahora
Siempre he sostenido que la partidización de la actividad
tan difícil por la consolidación de los intereses personales y
universitaria resulta altamente negativa para la institución. Una de
grupales ya señalados, requiere el apoyo de muchos de los
las principales cuestiones a las que me referí en el momento de
protagonistas de la vida universitaria. Esa convicción de la
asumir el rectorado de la UBA en mayo de 2002 fue el hecho de
necesidad de atacar los intereses que se oponen a que la
que, si bien consideraba que la universidad es por definición una
conducción universitaria vuelva a estar preocupada por cuestiones
institución política, debe evitar a toda costa ser identificada con un
académicas no está aún muy generalizada. Los responsables
partido. Dije entonces que era preciso politizar pero despartidizar
principales de la conducción de la universidad, sus profesores,
la universidad. Es preciso recordar que habíamos atravesado un
deben asumir un papel más activo, lo que implica no prestarse a
largo período en el que la institución había estado estrechamente
las manipulaciones de las que son objeto por los representantes de
vinculada a la política partidaria. Este proceso ha sido, en mi
otros claustros que tienen, por su propia naturaleza, respetables
opinión, muy pernicioso para la universidad que, reitero, siempre
intereses no siempre estrechamente ligados a lo académico, a
ha sido política y debe seguir siendo un ámbito de debate abierto y
veces respetables y a veces no tanto. Los estudiantes siempre han
libre en el que encuentren expresión todas las posiciones, pero no
constituido una fuerza dinamizadora importante que,
necesariamente tiene que ser concebida como una "caja partidaria".
lamentablemente, por la situación antes descrita, han sido
Con este nombre aludo a la obtención de recursos y a la posibilidad
corrompidos por nosotros, los mayores, en función de intereses
de incorporar militantes políticos en distintas funciones de la
alejados de los relacionados con su formación y su
universidad, independientemente de su capacidad para cumplirlas.
participación activa en la vida social.
Esa situación ha ido cambiando y ya hay signos de que la
institución no está tan vinculada con los partidos -que, por otra La pregunta acerca del "cómo" se basa en el hecho de
parte, atraviesan una profunda crisis-, sino con los intereses de las que en este momento se plantean diferentes transformaciones
personas que pertenecen, o más bien pertenecieron, a determinados normativas de algunos estatutos: la UBA, la Universidad de
partidos. Los protagonistas partidarios de entonces han quedado La Plata y otras, así como la ya mencionada de la Ley de
enquistados dentro de las estructuras universitarias actuando ahora Educación Superior. Ese cambio en la normativa, ¿puede
como grupos de interés o de presión que usufructúan aquella beneficiar o perjudicar, cambiar positiva o negativamente,
pertenencia pasada. Es de esperar que esta situación, que ha esta dinámica político-partidaria en la universidad? ¿Cree
desvirtuado la imagen usted que esta es una vía posible para hacerlo?

302 303
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
No creo que el problema pase por la normativa, sino por la
actitud. La norma sigue a la actitud, es un reflejo de las
concepciones que prevalecen en un momento determinado; y si
esta visión no se modifica, nada podrá lograr el cambio de la
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
norma. El Estatuto Universitario de la UBA es de los años '60, y
permitió construir una universidad importante. Si bien todas las
normas deben adecuarse a los tiempos, en lo esencial, la normativa
vigente no es un obstáculo para realizar ninguna transformación de
la universidad. Lo que impide los cambios son los ya citados
grupos de interés que no están interesados en encararlos. Por
supuesto que la normativa puede ayudar, al permitir algunos
procedimientos diferentes y equilibrar las representaciones. Pero,
en mi opinión, el núcleo del debate pasa por otro lado, reside en la
motivación de los actores. Mientras estos no entiendan que la
conducción de una universidad constituye una responsabilidad
común, mientras pretendan aislarse -al menos en las grandes
universidades- en los ámbitos que les ofrecen sus distintas
facultades, incluso en sus cátedras e institutos, mientras cada grupo
defienda sus intereses y no se promueva la participación de todos
en una tarea concebida como común, los cambios serán,
lamentablemente, muy difíciles.
Mencionaba usted la dificultad de encarar ciertos
problemas. Algunas de esas cuestiones que la universidad
enfrenta son las relacionadas con el ingreso y las tensiones
entre calidad de la educación, equidad, masificación,
excelencia. ¿Cómo analiza esos temas?
Por las tradiciones instaladas y las características de la
sociedad argentina, la tendencia a la masividad de la educación
superior no se modificará en el futuro inmediato. La universidad
seguirá siendo masiva y no está mal que lo sea, ya que la Argentina
cuenta con alrededor del 12% de
■
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LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
graduados universitarios en su fuerza de trabajo, constituida por las
personas de entre 25 y 64 años, mientras que los países centrales
tienen más del 20%. Ese porcentaje está en relación directa con la
calidad de vida de una sociedad.
Esa notable generosidad del sistema educativo argentino, que
siempre ha constituido uno de sus rasgos esenciales, debe, sin
embargo, ser acompañada por una exigencia que mantenga el nivel
de la universidad, ya que esta es responsable de la calidad de las
personas que forma. Y utilizo con premeditación la caracterización
de "personas" y no exclusivamente de profesionales, aunque se
tienda a concebir a la institución solamente en esa dimensión. Es
obvio que la universidad forma profesionales aunque, sobre todo, le
corresponde la tarea de formar personas, ciudadanos. Como
afirmara W. E. B. Du Bois en 1903 a propósito de la educación de
los negros: "La educación no significa hacer carpinteros a los
hombres sino hombres a los carpinteros".
Enfatizo este aspecto porque creo que estamos dejando de
percibir esas otras dimensiones, ya que se advierte un desprestigio
e incluso un desinterés, obviamente no explícito, por esa misión
trascendente de formar personas. Se pretende hoy que la
universidad cumpla muchas funciones, todas ellas importantes,
pero no pocas veces se posterga la principal, que es la de conformar
la visión del mundo de la principal materia prima con que cuenta
una sociedad: la mente de los jóvenes. Cuando se habla de la
relevancia social de la universidad no se podría imaginar un campo
más apropiado para ejercer una profunda influencia social que las
nuevas generaciones que concurren a ella.
La universidad puede y debe ayudar a construir caminos, a
enfrentar los problemas de alimentación y salud, a comprometerse,
en fin, con las más diversas tareas. Pero la función principal de la
educación sigue siendo la de formar actores capacitados y
comprometidos con este cambio, es decir, provistos a la vez de
competencia humana y técnica.
305
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
Debemos preocuparnos por esa formación y pensar que todo el
resto de la actividad universitaria está al servicio de ella. ¿Por qué
razón se privilegia la investigación en el ámbito universitario? Se lo
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hace porque se considera importante que los jóvenes estén en
contacto directo con personas comprometidas en la búsqueda de
nuevos conocimientos y, por lo tanto, en condiciones de transmitir
las estrategias necesarias para que otros continúen con esa
búsqueda. El objetivo sigue siendo atraer a los jóvenes hacia esa
tarea y, al mismo tiempo, transmitirles una manera de ver el mundo
junto con las herramientas para resolver los grandes problemas que
hoy enfrenta la humanidad.
En mi concepción, la tarea de la universidad encuentra su
razón de ser en la formación de los estudiantes que asisten a ella,
dimensión que muchas veces se pierde de vista. Se está gestando la
peligrosa idea de la universidad-empresa en la que el estudiante es
uno más de sus clientes. No escapa a esta idea el florecimiento
anárquico de los posgrados, alentado por el credencialismo a
ultranza, importante fuente de recursos para las universidades.
Como muchos de los contenidos que antes se incluían en el grado
ahora se han trasladado a los posgrados arancelados, se va
afirmando esta concepción del sistema educativo argentino como
una permanente postergación hacia adelante.
Esa es la idea del "corrimiento del sistema"...
Efectivamente. Por esa razón, muchas veces se ha afirmado
que lo único que funciona bien en el sistema educativo argentino es
el nivel preescolar ya que siempre la tarea que sigue se ve obligado
a cubrir las fallas del anterior. Si se compara una persona que hoy
termina la escuela media con alguien que sólo completó el nivel
primario hace varias décadas, se comprueba que el nivel de
conocimientos concretos de este último es mayor.
306
LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
La misma devaluación se advierte en la universidad, lo qué
está en la raíz de este crecimiento desordenado y exagerado de los
posgrados que pretenden completar las lagunas (no pocas veces,
océanos) que ha dejado la formación cuyo nivel, en mi opinión, se
encuentra muy por debajo del que se observaba hace medio siglo.
En otras palabras, con relación a los conocimientos de entonces, la
enseñanza era mucho más sólida, más exigente, más profunda, más
actualizada, que la que impartimos hoy en relación con el nivel de
conocimientos disponibles.
Lo importante es resolver el desafío de brindar a todos esa
posibilidad de acceso al conocimiento ante una situación como la
actual, caracterizada por una crisis muy profunda de la escuela
media que se refleja en la universidad, que recoge a quienes han
pasado por ella. La universidad no puede desconocer esta situación
y debe contribuir a resolver esta crisis como hemos intentado
hacerlo desde la UBA cuando nos cupo la responsabilidad de
conducirla. Pero esto tampoco puede llevar a la institución a
convertirse en una escuela media, pues ello supone el riesgo de
desnaturalizar la actividad universitaria.
En resumen, considero que es preciso realizar un esfuerzo para
volver la mirada de la universidad hacia la educación desde la
universidad, ya que los universitarios tenemos un compromiso muy
grande con el sistema educativo del que, muchas veces, no nos
hemos sentido parte. Tal vez se explique por el hecho de que la
educación es una tarea socialmente devaluada en todos sus niveles,
tendencia a la que no es ajena la universidad. Una vía de escape a
esta misión desprestigiada es la tendencia creciente a poner énfasis
en los servicios, en la vinculación con otras esferas del quehacer
social. Se ha creado la errónea impresión de que hasta ahora la
universidad no ha tenido nada que ver con la sociedad, lo que
lógicamente no es así. ¿Qué mayor vinculación con las necesidades
sociales que educar a la gente?
307
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
Es una tarea de la que nadie se hace cargo, por eso no puede ser
dejada en un segundo plano a riesgo de distorsionar la esencia de
las universidades. De allí que, reitero, considere que es preciso
realizar un esfuerzo para tratar de reincorporar a la universidad al
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sistema educativo. Son muchos los esfuerzos que se realizan en
este sentido y están en marcha numerosas experiencias que deben
ser apoyadas. Muchas veces, al discutir cuestiones presupuestarias,
las autoridades responsables sostenían, en general, que estaban
dispuestas a gestionar más fondos para las universidades pero,
aclaraban, "no para hacer lo mismo". Recuerdo haber respondido
que pretendíamos más fondos precisamente para hacer mejor lo
mismo que ya hacíamos: enseñar, investigar, encarar la extensión
(que, incidentalmente, no es dar cursos de tango de salón o de
barman). La universidad se ocupa de lo que debe ocuparse y por
esa tarea debe recibir apoyo y reconocimiento, ya que la formación
integral de las personas es una tarea de primordial trascendencia
social.
Quisiera retomar algún comentario para, formular una
llueva pregunta. Preocupa la tensión entre los sistemas
secundario y universitario, el tránsito del estudiante de uno
hacia el otro. También se cuestiona el éxito o la eficiencia del
sistema universitario en términos de graduaciones. Al
comienzo mencionamos el ingreso y sabemos que, por ejemplo,
se lo encara con distintas estrategias. Algunos sostienen que
tendría que existir una prueba al final del secundario. Otros, al
ingresar a la universidad. Hay quienes ubican el problema en
la deserción que ocurre en los primeros años. ¿Cómo se puede
encarar la vinculación de la universidad con la escuela media?
A su vez, dentro del propio sistema universitario, ¿es posible
mejorar la eficiencia?
Durante los últimos años se ha difundido la idea de desarrollar
mecanismos de articulación entre los niveles. En realidad,
308
LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
se trata de un problema creado por la ausencia de conocimientos
con que llegan los alumnos que provienen de una escuela media en
la que, en general, se les enseña muy poco. Ahí aparece la
necesidad de "articular". Si en lugar de transformar al nivel medio
en lo que en alguna ocasión de manera irónica he caracterizado
como "una larga preparación para el viaje de egresados" se les
enseñara algo, el problema de la articulación desaparecería. No se
trata de llevar a los jóvenes hasta las fronteras del conocimiento.
Sólo sería necesario garantizar que manejaran con propiedad las
herramientas intelectuales básicas, que comprendieran lo que leen y
que contaran con cierta capacidad de abstracción. Esas son las
habilidades de las que ahora carecen. La realización de una
evaluación nacional al concluir la enseñanza media podría ejercer
una influencia muy importante sobre los años previos. Ayudaría a
instalar entre los estudiantes y sus familias que lo que hacen tiene
alguna trascendencia para su futuro educativo. Si no les interesa
que aprendan, al menos que les importe reunir las condiciones para
la acreditación de que algo aprendieron, acreditación que sí
aprecian.
Eso no implica desvalorizar las estrategias compensatorias. Si
bien la experiencia de la UBA con su Ciclo Básico Común ha sido
muy debatida -incluso yo mismo en su momento expresé ciertas
reservas- constituye un aporte muy interesante, porque brinda a los
jóvenes la posibilidad de entrar en contacto con maneras de pensar
la realidad que no les había aportado la educación media. De allí
que el fracaso y el éxito universitario deban ser mirados con esta
perspectiva. El hecho de que un alumno no concluya sus estudios
posiblemente resulte un fracaso desde el punto de vista del
rendimiento de la inversión, pero tal vez no lo sea desde la
dimensión humana, pues se ha expuesto a una persona joven,
durante su etapa de formación, a una manera de pensar la realidad
que nunca antes había experimentado,
309
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
lo que la ayuda a formarse como persona. Se trata de una
contribución no despreciable a la construcción de las personas, lo
que de ninguna manera constituye un fracaso. Si bien sería mejor
que quienes ingresan completaran sus estudios, considero que los
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escasos fondos que insume esta tarea formativa encuentran
igualmente una amplia justificación social.
Al señalar la escasez de la inversión mencionó las
respuestas que recibía al reclamar mayores fondos para
enseñar, investigar y hacer mejor extensión. ¿Cuáles son los
condicionamientos que establece el financiamiento sobre estas
posibilidades de cumplir cabalmente la misión que tiene la
universidad?
El presupuesto que considera el Poder Legislativo para las 38
universidades nacionales correspondiente al ejercicio 2008 es de
alrededor de 1.800 millones de dólares. Casi el 95% de ese
presupuesto corresponde a salarios. Para contar con parámetros
comparativos, mencionaré que el presupuesto de una sola
universidad de México, la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), que cuenta con menos estudiantes que la UBA,
recibe del Estado esa misma cantidad, 2.053 millones de dólares (a
la UBA corresponden de acuerdo con la propuesta comentada cerca
de 310 millones de dólares). A su vez, la Universidad de Sao
Paulo, en Brasil, con 70.000 estudiantes, cuenta con una dotación
de 1.293 millones de dólares de presupuesto, más de la mitad del
conjunto las universidades argentinas. Estos simples datos
demuestran la prioridad social que se le asigna a la educación
universitaria.
Eso no debe eximirnos de la necesidad de realizar importantes
correcciones dentro de la estructura universitaria actual. Es preciso
fortalecer la dedicación exclusiva a la docencia y la investigación.
Si bien quienes se dedican a la
310
LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
práctica profesional realizan importantes contribuciones a la
actividad universitaria, el núcleo sólido de toda universidad lo
constituyen, en todo el mundo, los profesores que desarrollan con
exclusividad tareas académicas en su ámbito. Es preciso corregir
las duplicaciones de carreras, replantear la existencia de las que
cuentan con escasos estudiantes, en fin, encarar una planificación
seria en ese sentido. Tal vez esa sería una de las funciones que
podría cumplir la CONEAU, mediando en la tensión que se genera
entre la autonomía y el mejor empleo de los fondos públicos. Es
indudable que la conducción política de un país debe influir en el
destino que se les da a los dineros públicos asignados a la
educación superior, orientándolos hacia aquellas áreas que
considere prioritarias para el país. Se trata de un problema difícil,
complejo, pero que puede ser resuelto como en muchos países,
balanceando la autonomía con la necesidad de planificación.
En relación con el tema del financiamiento, el trabajo de
mi tesis fue analizar una propuesta que surgió en 2001, el
Proyecto Petrei, y la discusión que se generó en torno a él.
Surgieron entonces distintos actores con visiones muy
diferentes, algunos en contra de la gratuidad, otros
proponiendo mantenerla generando recursos adicionales,
algunos que sugerían la transformación del sistema impositivo.
¿Cuál es su opinión sobre la cuestión?
La gratuidad de la enseñanza representa una tradición muy
arraigada en el sistema universitario público argentino. En mi
opinión, debe mantenerse porque ha permitido mantener una
dinámica social muy importante. Claro que, como he manifestado
muchas veces, la gratuidad supone responsabilidad. Desde la
universidad, resulta imprescindible reforzar la responsabilidad que
cabe a los docentes y a los estudiantes. Es evidente que no se
deberían mantener
311
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
alumnos durante veinte años en la universidad —lo que sucede con
mucha menor frecuencia que lo qué sostiene la prensa- y los
profesores deberíamos trabajar más de lo que lo hacemos, para lo
que nuestra actividad debería estar mejor remunerada y
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
acompañada por esto con mayores exigencias de rendimiento.
Es imprescindible exhibir esa responsabilidad ante la
sociedad que subvenciona la institución. Esto se hace con el
sacrificio de muchas personas que, como se afirma habitualmente,
no tendrán acceso a las aulas universitarias. Pero lo que no se dice
es que la vida de esas personas, se beneficiará por la acción de
quienes tienen la posibilidad de estudiar. La creación de capital
cultural de un país beneficia a todos. De allí que el rédito de la
educación universitaria no se refleja sólo en la mayor renta del
profesional, que la tiene o al menos así se piensa, sino que se trata
de un bien claramente social. Estoy convencido de que la mejor
inversión que puede hacer un Estado es garantizar que la calidad
educativa de todos los habitantes sea la mejor posible, de modo que
el incremento de la cantidad de universitarios constituye una
evidente ventaja social.
Esta defensa de la gratuidad no implica rechazar la
posibilidad de contribución por parte de quienes estén en
condiciones de realizarla. En su momento, desde la UBA,
encaramos un esfuerzo importante para intentar reunir fondos,
invitando a aportar voluntariamente a todos quienes proponían
algún modo de contribución, para crear un fondo de becas para
estudiantes por parte de quienes estaban en condiciones de hacerlo.
En esa propuesta, denominada "Graduados por más graduados", se
garantizaba el destino y se crearon condiciones simples para
realizar esos aportes voluntarios. Debo confesar que el éxito de la
campaña fue escaso. La experiencia confirmó que, como es
habitual, el discurso no se corresponde con la realidad. Por otra
parte, como hemos comentado, la inversión pública es
312
LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
tan poco importante que aún está lejana la oportunidad de plantear
estas alternativas; por otra parte, resultarían inútilmente
conflictivas en estos momentos. Si bien hay muchos estudiantes
que cuentan con medios económicos cómo para proseguir sus
estudios, otros muchos enfrentan dificultades hasta para
trasladarse, lo que los lleva a abandonar sus estudios.
Un comentario con relación a esta cuestión. Una parte del
problema es el origen de los fondos: ¿de dónde vienen?
¿Quién pone el dinero? La otra está relacionada con la
asignación presupuestaria. En nuestro país predomina el
modelo histórico, salvo algún porcentaje escaso que pueda
controlarse de modo más objetivo, ¿Alguna consideración en
tomo a ese modelo?
Si bien esa asignación histórica de los fondos resulta muy
difícil de modificar, de alguna manera responde a necesidades
concretas. En el caso de la UBA, que cuenta con un presupuesto
proporcionalmente elevado dentro del sistema (alrededor del
17%), atiende a una gran cantidad de estudiantes, para lo que
requiere numerosos docentes -muchos de ellos trabajando
inaceptablemente sin percibir retribución alguna- y es responsable
de la mayor producción científica del sistema, además de prestar
atención sanitaria y de otro tipo a muchas personas. Es, por otra
parte, la universidad más importante del conurbano bonaerense,
ya que recibe más alumnos provenientes de esa zona que el
conjunto de las demás universidades nacionales de la región.
Eso no quiere decir que no se deban analizar alternativas
aunque, con fondos tan escasos, la discusión por el presupuesto
continuará en términos similares ya que se requiere un salto
presupuestario cualitativo para lograr una distribución más
racional.
313
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
Quisiéramos proponerle una última reflexión. Estamos
ante la discusión de la elaboración de una nueva Ley de
Educación Superior. La actual normativa cuenta ya con más de
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
diez años. En base a su experiencia y en términos muy
generales, ¿qué dejaría y qué modificaría? ¿Qué cambios
introduciría?
No soy experto en legislación universitaria, pero reitero mi
impresión de que la solución del problema central no pasa por allí.
En todo caso, preferiría una ley lo menos normativa posible, que
deje a las universidades en la mayor libertad posible de acción.
Garantizaría la amplitud del acceso, la gratuidad, y las
características del gobierno universitario que han caracterizado al
sistema universitario argentino, adaptándolas tal vez a la situación
actual. Intentaría avanzar en la acreditación de los profesores a
nivel nacional, lo que podría dar cierta posibilidad de movilidad
dentro del sistema universitario, como se hace en varios países. Se
podría buscar la alternativa de reducir el impacto de la endogamia
en los concursos docentes. En general, en el debate de las leyes se
discute como tema central la distribución del poder como si de eso
dependiera en gran medida la calidad, lo que en mi opinión no
siempre está relacionado. En ese sentido hay experiencias muy
variadas si se analizan los sistemas de gobierno universitario en
diversos países. Debería existir una agencia de acreditación
universitaria con una constitución mucho menos política que la
actual, que garantice la participación de expertos que no accedieran
a esa tarea como resultado de acuerdos político-partidarios.
¿Alguna otra consideración que desee formular?
Siempre he pensado que es un milagro que contemos con un
sistema universitario de la calidad del que tenemos,
314
LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
a pesar de todas las dificultades e inconvenientes que
enfrentamos. Eso se explica por el trabajo cotidiano de mucha
gente que sigue enseñando, investigando, aprendiendo y
trabajando a pesar de sentirse injustamente postergada. Ya hemos
comentado la inaceptable situación de los docentes honorarios, la
necesidad de ayudar a los estudiantes que enfrentan dificultades
económicas para proseguir sus carreras y otras carencias urgentes
a resolver. Pero el sistema universitario es muy noble, ya que
concentra la mejor calidad de gente con la que cuenta el país y por
esa esperanza que representa, debería merecer mayor atención
social. En general, se habla de la universidad cuando surgen
conflictos, pero no se tiene en cuenta la tarea cotidiana tan
trascendente que realiza en tantos campos vitales para la vida
social, fundamentalmente en la formación de la juventud. La
dirigencia social, en general, ha pasado por la universidad y su
formación es una responsabilidad que seguirán teniendo esas
instituciones. No siempre se advierte la trascendencia de esa tarea
ni se le dedica la atención que merece. Hay que luchar
activamente para preservar el valioso capital cultural y la
esperanzada promesa de futuro que es la universidad argentina.
315
 EL SUPERYÓ
DE LAS UNIVERSIDADES
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.

Entrevista a
Ernesto Villanueva 1
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.

A diez años de la puesta en marcha de la CONEAU, ¿qué

balance de fortalezas y debilidades puede hacer sobre la
institución?

Tanto el tema de la evaluación como la preocupación por la

calidad hoy están muy instalados en el mundo universitario
argentino. Por ejemplo, en un sentido o en otro, toda el área de
posgrados de las universidades se refiere a la temática, no sólo a
la hora de llenar los formularios, sino que tienen presente a la
Agencia a la hora de discutir qué se debe hacer: se supone que la
CONEAU no va a permitir que sucedan ciertas cosas y funciona
un poquito como una especie de superyó.
Ello es más cierto todavía por el nivel de exigencias
planteado. Cuando en el exterior informo que casi el 30% de las
carreras presentadas en los primeros años no fueron acreditadas,
el público se asombra y esto es una referencia. Esto es, el hecho
de que las proporciones de no acreditación han sido altas lleva a
una consideración especial hacia este organismo pues, todos lo
sabemos, el nuestro es un

1. Entrevista realizada el 12 de junio de 2007.

331
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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país en el que las instancias de evaluación y análisis de conductas,
de personas, de procesos, de resultados, son excesivamente
amables.
Otra referencia también positiva es la incidencia de la
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
CONEAU en cuanto a contener la proliferación de instituciones
improvisadas. Cuando uno compara las universidades privadas del
resto de América Latina con las de la Argentina, encuentra una
selección de instituciones y una política muy activa en cuanto a no
permitir que dentro del sistema universitario haya instituciones,
que en México se llaman "universidades patito", o en Venezuela y
Colombia, "universidades garaje"; todo eso acá no existe.
Otro elemento interesante ha sido ayudar, ya no sólo a la
cultura de la evaluación, sino también a un mayor conocimiento
mutuo e integración nacional de las respectivas disciplinas. Eso
tiene un efecto interesante en el sentido de que ayuda a crear
comunidad. Colabora en la constitución de grupos disciplinarios,
de una manera distinta de lo que lo crea el CONICET, por ejemplo.
El CONICET está centrado en algunas disciplinas. Acá, crea
comunidad en casi todas las disciplinas de posgrados -a través de
los pares- y crea comunidad con cierta proximidad de tradiciones
(comunidad de Medicina, más Ingeniería, en Agronomía, y
también Farmacia).
En todo ese proceso, es importante destacarlo, el principal
elemento difusor o propagandístico han sido los pares. Siempre hay
una pequeña distancia entre lo que uno cree que debe hacer y lo
que uno hace. Si ustedes me cuentan lo que hacen diariamente es
una visión estilizada de la realidad, y lo mismo ocurre con los
pares. Los pares cuentan un deber ser un poquito mejor de lo que
hacen.
Eso ayuda muchísimo a la hora de las evaluaciones, ayuda
hacia adentro de la propia comunidad. Es muy interesante la
difusión que hubo ya el año pasado en Ingeniería de la UBA,
donde varios integrantes del Consejo Académico eran pares que
analizaban otras universidades; después iban al
332
EL SUPERYÓ DE LAS UNIVERSIDADES
Consejo Académico y decían: "nos creemos capaces de evaluar
otras instituciones pero, ¿no hacemos otro tanto con la nuestra?".
Entonces la CONEAU pretende sensibilizar a través de las
comunidades disciplinarias que se han metido en las temáticas de
la evaluación y de la calidad.
No es que antes no existiera esa preocupación. En rigor, ello
hace a la historia misma de la universidad; siempre ha habido una
gran preocupación por la calidad, pero la actividad de una agencia
aparece, como dice Pedro Krotsch, como "constructor de la
política universitaria",
Las debilidades mayores de la CONEAU son dos: una que se
relaciona con el sesgo conservador de las evaluaciones y la otra
con la práctica de la propia institución. El sesgo conservador
deriva de que el pilar de los sistemas de evaluación son los pares.
Y ellos son elegidos entre los mejores, los más importantes, los
más destacados de la comunidad científica, esto es, señores que
han realizado una tarea significativa en su área específica hace
algunos años y hoy todos o muchos se lo reconocen. Pues bien,
difícil será que estas personas estén abiertas a nuevas
experiencias. Más aún, los proyectos innovadores pueden
parecerse peligrosamente a proyectos poco serios y, en ese
sentido, cualquier agencia de evaluación debe tener sistemas que
contrapesen ese riesgo. La segunda cuestión tiene que ver con la
política estricta de la CONEAU en cuanto a no ser generosa
permitiendo cualquier proyecto de nueva institución. Y como hay
de todos modos una demanda social de enseñanza y un
crecimiento económico importante, la gente quiere estudiar, sobre
todo en la zona más rica de la Argentina, la Ciudad de Buenos
Aires y la provincia de Buenos Aires. Incluso, están dispuestos a
hacerlo pagando un arancel para que haya instalaciones de alguna
universidad en el interior de la provincia. Así, se observan
subsedes de universidades nacionales y privadas que, a veces,
parecen verdaderas franquicias donde, en ocasiones hay
333
 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
privatizaciones de hecho de entidades públicas. Ello debe ser
motivo de más atención por parte nuestra.
Además de estas dos, hay debilidades menores de la
CONEAU, en el sentido de que el impacto que ha tenido en los
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
estudiantes de grado es pequeño. El sistema es poco conocido por
los estudiantes, no saben de las resoluciones que hablan de las
respectivas carreras. Otra cuestión es que les dedicamos un
esfuerzo análogo a carreras que tienen un alumno cada tres años y
a las que tienen diez alumnos todos los años, y eso no está bien. Si
yo tuviera fuerza política, privilegiaría los costos. Muchas veces se
termina acreditando una carrera en la que el último alumno entró
hace cinco años. Entonces me pregunto: "¿Para qué?".
Después hay cosas más internas de debilidades y de fortalezas
y que tienen menos importancia para un análisis de estas
características. La CONEAU todavía no ha logrado confluir en un
sistema de información unificado con la SECYT y con el mundo
universitario. En este momento, los currículos académicos deben
ser presentados al Estado nacional en cuatro formatos diferentes: el
del CONICET, el del FONCYT, el de Incentivos y el de la CONEAU.
Los dos primeros formatos se están acercando, y otro tanto ocurre
con los dos últimos. Se trata de una verdadera deuda del Estado
para con sus académicos.
¿Y cómo cree que ha cambiado el debate o la percepción
sobre la autonomía universitaria?
Si analizamos el tema en general, hay una evolución notable.
Pero si la pregunta se orienta a la medida en que la CONEAU ha
influido en esos cambios, diría que la verdad es que poco. Hay una
maduración en la comunidad universitaria y la concepción que
entiende la autonomía como soberanía está en franca retirada; más
aún, los que todavía piensan así tienden a disimularlo.
334
EL SUPERYÓ DE LAS UNIVERSIDADES
Al principio ha habido una discusión política sobre
CONEAU y autonomía. Ahora, insisto, esa discusión ha
disminuido porque el argumento es: "Todo el mundo, en todo el
mundo, adopta algún sistema de evaluación. ¿Por qué no aquí?".
Por lo demás, las cuestiones que se señalan en las resoluciones de
acreditación, en general, han hecho hincapié en temas que a veces
las facultades por sí solas no podían imponer. En Medicina hay un
nivel de autoexigencia muy grande; es la carrera que hizo
públicas las acreditaciones como estándares formados por la
facultad, y entonces es muy obvia la relación que tiene que haber
entre recursos y cantidad de alumnos y eso establece estándares.
Para otras disciplinas, esa relación no es tan obvia. Si uno no tiene
determinada cantidad de camas hospitalarias, no puede haber más
de tantos alumnos y eso es así acá o en la China, y entonces el
señor que niega eso puede ser un estudiante pero ningún profesor
lo puede negar porque es una cuestión de sentido común. Así,
ellos han utilizado sus características profesionales de
autoexigencia llevada a todos los médicos de la Argentina para
que esos estándares se pusieran en práctica.
En otras disciplinas es distinto, pero la universidad argentina
desgraciadamente está signada por el profesionalismo: Medicina,
Derecho y Económicas. La CONEAU no analizó todavía Derecho
ni Económicas. En Derecho es terrible, aún no se han hecho los
estándares y eso es otra de las cosas que se conoce poco. ¿Cómo
llevar la ingeniería institucional que plantea la Ley Universitaria?
La CONEAU es un organismo de aplicación y hay muy poca
gente qué sepa que el Consejo de Universidades es el organismo
decisorio, es el que aprueba los estándares. Entonces todo el
mundo le adjudica a la CONEAU cosas que son del Consejo de
Universidades.
Usted menciona un punto que habitualmente se pasa por
alto, que es la comunicación de la CONEAU con los
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 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN
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estudiantes y otros actores, sobre todo con una institución, con
una organización que nace y donde tiene que construir un
plafón de legitimación institucional. Ahora, en el interior de los
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
procesos de evaluación universitaria, ¿hay un avance en
términos de una cultora de la evaluación? ¿Qué balance hace?
Aunque suponemos que se encuentran claroscuros, zonas
grises, ¿cuál es su percepción?
Bueno, una cuestión es la institución, y otra es mi opinión.
Puedo decir que la evaluación sirve para las universidades con un
liderazgo fuerte, sirve para que ese liderazgo fuerte pueda hacer
cambios, sirve la figura del superyó. Incluso tengo un caso; hace
mucho un rector nos dijo acerca de la evaluación de su propia
institución: “Yo solo no puedo, pero si ustedes mencionan tales
aspectos, me resultaría más fácil”. Extraordinario: en ese caso, la
presión de afuera ayuda.
En otras instituciones pasa inadvertido. Siempre digo:
"¿Quién leyó esto?". ¿Cuánta gente lee las evaluaciones hechas?
Creo que muy poca. Es más interesante el proceso de
autoevaluación, más enriquecedor, que el documento final, y si se
escriben 150 páginas como hemos hecho algunas veces, no las lee
nadie.
Además, si llega años después ya ha cambiado el rector, no
tiene ninguna importancia. Creo que tiene más importancia el
proceso que el resultado, si es que el proceso se lleva bien. ¿Qué
significa "bien", a mi juicio?: con el compromiso de la mayor parte
de la comunidad universitaria. Si se hace sólo para cumplir con la
CONEAU, es una pérdida de plata del Estado y punto.
Las evaluaciones no tienen otro valor que un comentario
crítico hacia la institución, no tienen ningún valor legal. De ahí que
su importancia radica en utilizarla para movilizar el pensamiento
crítico de la comunidad académica y del medio acerca de la propia
institución universitaria.
336
EL SUPERYÓ DE LAS UNIVERSIDADES
La evaluación no es como la acreditación, ¿no es así? Para la
acreditación decimos "no", mientras que la evaluación, es qué
opino de determinada institución o carrera.
Y en algunos casos se vuelve por demás interesante. Si la
CONEAU dice que la institución es horrible, el rector pide que se
cambie la palabra "horrible" y se ponga "muy mala". Pero si la
CONEAU afirma que el rector no es perfecto, entonces se ofende.
Eso sí es grave. Si las evaluaciones no tienen resultados, no
sirven. Lo que resulta sustancial es el proceso inicial de la propia
comunidad universitaria y la discusión a la que puede dar lugar la
presencia de los pares; al menos esa es la experiencia que yo he
tenido.
En esta lectura que usted hace sobre el tema del
aprendizaje institucional, uno puede tender a pensar que hay
aprendizajes diferentes. Por ejemplo, el aprendizaje como
intensidades o pesos diferentes.
El aprendizaje sobre la evaluación y acreditación de
carreras de interés público y/o posgrados tiene un peso muy
grande, porque ahí está en juego la acreditación, pero cuando
se mira la evaluación institucional, uno podría decir que es la
"pariente pobre" de la cadena evaluatoria.
No lo creo así, no es "la pariente pobre", sino que depende de
la voluntad y de la dinámica interna de la institución.
Ahora tenemos la Secretaria de Políticas Universitarias
por un lado y la CONEAU por otro; hay una relación, este
vínculo de coordinación, ¿es necesario?
Creo que hay mucha relación entre ambas. El problema para
mí es que hay poca política universitaria para que esta
coordinación sea más útil, pero desgraciadamente esa es más una
expresión de deseos que una realidad. El tema
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 LA UNIVERSIDAD ARGENTINA EN DISCUSIÓN

es cómo la política universitaria tiene que responder a los desafíos

que plantea una sociedad en transformación y en qué medida le
sirven los elementos de realidad que aporta, la CONEAU. Que
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.

quede claro: no depende de fortalecer la relación, que es más que

buena en la actualidad, sino del grado de actividad de la política
universitaria.
Por otro lado, recordemos que la CONEAU tiene que tener
el mínimo de presencia en las universidades. Cuanto más extienda
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.

la acreditación al conjunto de las actividades del sistema

universitario, menos importancia real va a tener y más rutinaria va
a ser.
Veamos: la Argentina tiene una tradición jurídica hispana
que la orienta insensiblemente a controlar todo en términos
formales. ¿Por qué? Porque la ley dice: "Hay que acreditar
especialización, maestrías y doctorados", y yo digo: ¿no sería
mejor analizar sólo los doctorados y las maestrías académicas y
las especializaciones que en la práctica se asimilan a las carreras
de grado del artículo 43? Porque para las especializaciones
médicas, es vital el sistema de acreditación, pero las otras
especializaciones, ¿no las podríamos dejar libradas a la
responsabilidad de la institución universitaria y a la respuesta de
la sociedad y el mercado? Una especialización sobre Metodología
de la Investigación Sociológica, ¿por qué, y para qué, tiene que
estar acreditada?

¿Qué habría que acreditar?

Los doctorados, y algunas maestrías, las académicas, pero

discutamos pensando en que nuestra intervención tiene que ser lo
más eficaz y mínima posible, no total. Derecho, Económicas y
Medicina representan el 80% de la universidad, entonces, ¿para
qué ir a ver Farmacia? Si con la exigencia en esas tres seguro
habría una difusión a las demás carreras, ¿para qué detenerse en
todas y cada una de las actividades universitarias?

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