Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Lo rural y la ruralidad:
algunas reflexiones teórico-metodológicas
Introducción
Hasta los años setenta, los estudios sobre lo rural y la ruralidad estuvie
ron ligados a la evolución — y a los vaivenes— de la sociología rural,
una “ subdisciplina” cuyas perspectivas teóricas tuvieron como contexto«
geográfico-histórico a las experiencias de los países europeos y de los
Estados Unidos. Por consiguiente, estos reflejaron los supuestos que
sobre el desarrollo del capitalismo industrial yacen en los escritos de
Marx, Weber y Kautsky en los que, con diferentes matices y objetos de
estudio, lo rural es entendido como pre-capitalista y atrasado. De aquí
que la disciplina se ocupara de “ lo rural” casi como trasfondo para
entender el cambio socioeconómico y cultural (Newby, 1987: 8-16).
La investigación fue orientada por enfoques de corte empiricista y
descriptivo. Tal orientación, sin embargo, condujo a que — en general—
los sociólogos rurales ignorasen las contribuciones de los escritores
clásicos (sobre todo, en lo que respecta a la combinación de teoría y
método) al análisis de problemas sociológicamente relevantes (p e. los
procesos históricos de diferenciación social, ibidem\ 16). Dentro de esta
visión empírico-descriptiva, las dos corrientes principales fueron la teo
ría de la modernización y el enfoque del continuo rural-urbano.
La teoría de la modernización fue la corriente que dominó los estudios
sobre cambio social en los años cincuenta e inicios de los sesenta. Así, la
modernización era entendida como el proceso mediante el cual las llama
das estructuras sociales tradicionales eran transformadas en unas más
“ avanzadas” ; un proceso que se asemejaba a lo que había acontecido en
los países más desarrollados. El enfoque del continuo rural-urbano fue
un intento de respuesta crítico ante lo inadecuado del marco conceptual
de la modernización para explicar el cambio socio-cultural en el proceso
de desarrollo económico.
La teoría de la modernización
Notas
1. Así, por ejemplo, lo rural es definido en el Diccionario del español moderno (autor: Martín
Alonso, 5" edición, Madrid, Aguilar, 1975, p. 907) como “ relativo al campo y a sus labores” o
como “ inculto” (sentido figurado). En la misma fuente (p. 908) se define a lo rústico como
“ relativo al campo” ; “ tosco, inculto, grosero” (sentido figurado). Asimismo, en el Diccionario
de sinónimos. Ideas afines y contrarios (6a edición, México, Barcelona y Bogotá, ed. Teide,
1990, p. 412) lo rústico, campesino, inculto, tosco y campestre aparecen como sinónimos de lo
rural.
2. Véase por ejemplo, R. C., Beal, F. K. Willits y W. P. Kuvelsky, “ The meaning o f rurality in
american society: some implications o f alternative definitions” , pp. 255-66; W. H. Friedland,
“ The end o f rural society and the future o f rural sociology” , pp. 589-608, e “ Is rural sociology
worth saving?” , pp. 3-5; Martin Matthews, A., “ Variations in the conceptualization and
measurement o f rurality: conflicting findings on the elderly widowed” , pp. 141-150; M. K.
Miller y A E. Luloff, “ Who is rural? A typological approach to the examination o f rurality’ pp.
6 0 8 -6 2 5 , y M. Morm ont, “ Rural nature and urban n a tu re” ,
pp. 3-20.
3. Por un lado, los datos demográficos sugieren que ciertas características estructurales distinguen a
los pobladores de los ámbitos rural y urbano, y por el otro, la evidencia resulta conflictiva en
cuanto a si como consecuencia de ello los habitantes de uno y otro medio difieren: ¿hay realmente
diferencias en valores, actitudes y comportamiento? Así, mientras que unos estudios se han
centrado en la geografía del medio mismo - y por ende, enfatizan las características físicas de las
localidades con el fin de dilucidar si el medio rural es efectivamente diferente del urbano-, otros
sólo consideran el impacto que tienen en sus habitantes las supuestas características únicas del
contexto rural. Para una perspectiva crítica de estos enfoques, véase a A. Martin Matthews, op.
cit., 1988, pp. 141-150.
4. Algunas de las ideas aquí expresadas fueron originalmente formuladas en un trabajo de la autora,
“ The rural and rurality question” .
5. Si bien el desencanto con la vida cotidiana en las urbes está dando lugar a un auge del mito de lo
rural como símbolo de rusticidad y simplicidad (ahora vistos de forma positiva), en esos espacios
se consumen muchos de los mismos productos culturales y materiales que se consumen en las
ciudades, lo cual está reduciendo aún más las diferencias culturales entre los dos ámbitos.
6. Dos visiones (no del todo opuestas) sobre el desarrollo de la sociología rural las encontramos en
William W. Falk y Jess Gilbert, “ Bringing rural sociology back in” , pp. 561-577 y Howard
Newby, “ 25 years o f rural sociology. Some reflections at the conclusion o f the 25th volume o f
Sociología R uralis’’, pp. 207-213.
7. Una de las exposiciones más sugerentes sobre el tema de la relación espacio-política en el
desarrollo regional desigual la encontramos en Costis Hadjimichalis, Uneven developm ent and
regionalism: State, territory and class in southern Europe.
8. Sería muy interesante identificar y analizar cuáles son los espacios de negociación entre géneros y
el nivel o los niveles en los que tiene lugar.
Bibliografía