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Los niños y las niñas que pueden participar de espacios de juego, como una acción libre,
creativa y placentera, desarrollan en un mayor nivel habilidades socioemocionales como la
empatía, la autorregulación, la expresión de emociones, entre otras. (Flórez, Castro, Camelo,
Martelo y Salazar, 2019)
Las niñas y niños que pueden participar de espacios de juego tienen la posibilidad de
desarrollar en mayor medida este tipo de competencias.
Los niños, las niñas y adolescentes tienen el derecho al descanso, esparcimiento y al juego y demás actividades recreativas propias
de su ciclo vital y a participar en la vida cultural y las artes (Ley 1098, 2006, art. 30).
6. En este camino, el Plan de Desarrollo 2018- 2022 propone la comprensión del juego
como un elemento fundamental del desarrollo integral del ser humano a lo largo de
toda su vida y, por tanto, su promoción a lo largo del curso de vida, en todos los
entornos e incluyendo a las familias y a los mayores de edad; el fomento de proyectos
de vida y el desarrollo de talentos en artes, cultura, deportes y ciencia y tecnología
como un objetivo esencial para el desarrollo de la nación. También, señala la
importancia de recuperar los juegos tradicionales y de incluir en el programa de
jornada única (Ministerio de Educación Nacional y Ministerio de Cultura) al juego como
factor que contribuye al desarrollo de competencias socioemocionales, el pensamiento
crítico, la apertura al cambio y la autoconciencia. (NiñezYA, 2019, p. 12).
1. Revise cuáles fueron los avances y resultados respecto a la implementación de
programas, proyectos, estrategias respecto al derecho a jugar en el departamento o
municipio; esto le dará información para saber qué continuar implementando, qué
ajustar o qué iniciar.
2. Realice el diagnóstico de manera participativa e indague a diferentes grupos de niños,
niñas y adolescentes del sector rural y urbano, de comunidades indígenas,
afrodescendientes, rrom y todas aquellas poblaciones que hacen parte de la
población del municipio acerca de sus intereses respecto al derecho a jugar. Realizar
esta indagación es fundamental para obtener la información que redunde en
propuestas coherentes, pertinentes y oportunas.
3. Diseñe un mapa de planes, programas, proyectos, estrategias, iniciativas que existen
en el municipio en torno al derecho a jugar. Ponga una atención especial a los
programas como ludotecas para saber si existen o no en su municipio y si existen cuál
es la oferta que tienen para los niños, niñas y adolescentes.
4. Formule un plan, programa, proyecto, estrategia en donde el juego sea el eje central
de acción, lo que sin duda aportará en el desarrollo de las potencialidades y
habilidades de los participantes. Recuerde que al jugar con otros el niño, la niña y el
adolescente logran establecer una red y un vínculo afectivo que favorece la empatía,
el reconocimiento de la diversidad; esto posibilita el ser y el dejar ser desde un
entramado simbólico que deconstruye y construye el sentido pleno de lo que implica la
convivencia (Corporación Juego y Niñez, 2016, p. 15 ).
5. Defina un objetivo sobre el cual se centrará toda la acción de la estrategia y proponga
acciones en clave de proceso y no únicamente como suma de actividades aisladas,
esto permitirá lograr los resultados esperados con los participantes.
6. Formule actividades pertinentes a la realidad de las diferentes poblaciones,
considerando el enfoque diferencial e incluyente. Por ejemplo, las comunidades
indígenas desde su cosmovisión comprenden y viven el juego de manera muy
diferente a como lo pueden experimentar otras poblaciones.
7. Identifique las entidades, instituciones, actores públicos y privados que pueden
articular sus acciones para no duplicar esfuerzos, optimizar recursos y avanzar en
iniciativas conjuntas de alto impacto en las cuales los niños y las niñas sean tratados
como sujetos de derecho y, a su vez, el juego sea reconocido como un derecho.
ENFOQUE DE GENERO
Permite interpretar y comprender las desigualdades que se dan por las diferencias y
orientaciones sexuales para establecer alternativas que transformen las condiciones
de discriminación basadas en el género. Esto significa, entre otros, realizar acciones
que permitan reflexionar sobre los conceptos que se tienen sobre feminidad y
masculinidad, sobre las relaciones de poder entre géneros y la manera de lograr la
equidad entre ellos.
Permite interpretar y comprender las desigualdades que se dan por las diferencias y
orientaciones sexuales para establecer alternativas que transformen las condiciones
de discriminación basadas en el género. Esto significa, entre otros, realizar acciones
que permitan reflexionar sobre los conceptos que se tienen sobre feminidad y
masculinidad, sobre las relaciones de poder entre géneros y la manera de lograr la
equidad entre ellos.
ENFOQUE DE DISCAPACIDAD
Permite que los procesos participativos que se promuevan generen las condiciones de
inclusión para la participación de niños, niñas o adolescentes con discapacidad. Eso
significa que deben contar con el uso de técnicas, espacios locativos, lenguajes
incluyentes, acompañamiento personalizado, entre otros, que garanticen su
participación sin ninguna clase de barreras
Para el caso del tema que nos convoca, esta restitución de derechos debe contemplar el
interés superior de la niñez que se enmarca en la Convención sobre los Derechos del Niño
(1989, numeral 1.° del artículo 3.°), la Constitución Política (1991, artículo 44), el Código de la
Infancia y la Adolescencia (2006, artículo 8), el Auto 251 de 2008 y el Auto 756 de 2018.
Desplazamiento
Colombia es el país con el mayor número histórico de desplazados en el mundo y, de
acuerdo con NiñezYA (2018), que cita a la Corte Constitucional, el desplazamiento ha sido
una de las mayores vulneraciones que han padecido niñas, niños y adolescentes por cuenta
del conflicto armado:
Como lo señala el Auto 251 de 2008 de la Corte Constitucional, niñas, niños y adolescentes en situación de
desplazamiento son las víctimas más débiles y vulnerables de la población desplazada, con el agravante de que la
política pública sobre desplazamiento forzado carece de un enfoque integral y de atención diferencial para ellos,
con lo cual niñas y niños han sido invisibles a la respuesta del Estado (p. 101).
Homicidios
De las 2.348.973 niñas, niños y adolescentes reconocidos como víctimas del conflicto armado,
el 1,24% son víctimas de homicidios, de los cuales el 47,74% son mujeres, el 52,25% son
hombres y el 0,01% son LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales).
Discapacidad
En el Protocolo para la participación de niños, niñas y adolescentes víctimas del conflicto
armado colombiano. Guía metodológica, la Unidad para las Víctimas (2013) señala que se
consideran víctimas con discapacidad aquellas personas que además de haber
experimentado los hechos victimizantes presentan alguna deficiencia física, mental, intelectual
o sensorial a mediano y largo plazo que, al interactuar con diversas barreras incluyendo las
actitudinales, puede impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de
condiciones con los demás.
Amenazas
De las 2.348.973 niñas, niños y adolescentes reconocidos como víctimas del conflicto
armado, el 3,35% sufrieron amenazas, de los cuales el 48,36% son mujeres, el 51,57% son
hombres y el 0,08% son LGBTI.
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