Sei sulla pagina 1di 3

EN LA CONMEMORACION DEL DESCUBRIMIENTO

En su carta enviada a Luis de Santángel, funcionario de la corte de Fernando el católico y


financista del primer viaje exploratorio de 1492, Cristóbal colon describió maravillado sus
hallazgos.

cita “Aquí hay tierras fertilísimas en demasiado grado… en ellas hay


muchos puertos en la costa de la mar sin comparación de otros que
yo sepa cristianos, hartos ríos y buenos y grandes que es maravilla:
las tierras…son altas y en ella muy buenas sierras y montañas
altísimas hay, sin comparación de la isla de Tenerife, todas
hermosísimas…y todas andadles y llenas de árboles de mil maneras
y altos que parecen que llegan al cielo; y tengo por dicho que jamás
pierden las hojas, según lo pude comprender, que los vi tan verdes y
tan hermosos como son por mayo en España. Todos ellos estaban
floridos, con fruto… y cantaba el ruiseñor y otros pajaritos de mil
maneras bellas en el mes de noviembre por allí donde yo andaba.
Hay palmas de seis o de ocho maneras, que es admiración verlas, por
la deformidad hermosa de ellas, más así como los otros árboles y
frutos y yerbas: en ella hay pinares á maravilla, y hay campiñas
grandísimas, y hay miel sabrosa, y de muchas maneras de aves y
frutas muy diversas. En las tierras hay muchas minas de metales y
hay gente en inestimable número.”

La Española es maravilla: y sus sierras, montañas, vegas, campiñas


y tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar
ganados de todas suertes, para edificios de villas y lugares, para vivir
esta vida maravillosa [...]cierra cita.

La descripción de un lugar que ofrecía paisajes exóticos, diversidad de especies y colores,


el asombro por algo nuevo y maravilloso y, en resumen, una nueva vida, coincidió, y de
hecho incidió en cierto grado, en la idea que de la utopia griega estableció Tomasso
Campanela en su Ciudad del Sol (1623), Francis Beicon con su Nueva Atlantida (1627) y
especialmente Tomas Moro en su libro Utopia (1516). Este ultimo, influenciado por los
escritos del filósofo griego Platón y afectado por las circunstancias sociales de su tiempo,
represento un mundo idealizado que se manifestaba como un mundo alterno al existente,
criticando a la vez aspectos políticos, económicos religiosos e incluso filosóficos. ¿Era la
recientemente descubierta America, la isla española como la llamaba Colon, el fin de una
interminable búsqueda? ¿Fue Colon la luz que ilumino el mar de opresión, injusticia y
estatismo europeo? ¿Fue el descubrimiento de America la salvación? Como quiera que
haya sido, la obra de Moro fue una alternativa literaria que representaba la necesidad
histórica del europeo por acceder a un nuevo estilo de vida justo y libre con el que el
hombre individualmente pueda ser y vivir mejor de cómo lo hace.
Consciente de la bella imagen representada por Colon y de las aspiraciones europeas de una
republica reflejadas por Tomas Moro, Pedro Henriquez Ureña, escritor dominicano de
comienzos del siglo XX, asumió como desafio la realización de America como la Utopia
del hombre. En su libro La Utopia de America, Henriquez Ureña hizo de la utopia algo mas
que una determinación histórica y antropológica: una meta de todo un continente que,
según jeguel, seria el nuevo tiempo de la humanidad. Henriquez considero seriamente el
desafio de convertir a America en la realización histórica de una gran patria y la
contribución del mundo hispánico al viejo mundo y al actual, contribución que tuviera
como eje central la perfección del hombre en sus ideales humanos de justicia y libertad. El
dominicano consideró, por tanto, un cambio social. Pero su proyecto de hacer de America
una utopia era revolucionario e incomodo a la vez, liberador y doloroso, ideal y por tanto
visto con recelo. Como todo producto de la lucidez y el criterio hispanos, sus pensamientos,
que pudieron haber sido los de un continente, terminaron en el olvido y el legado de un
proyecto tan profundamente trasformador en los anaqueles de las pocas bibliotecas que
poseen sus obras.

Hoy en dia America no es la Utopia que alguna vez soñaron los europeos, ni lo
incomparable que deslumbro a Colon en sus exploraciones, ni la patria de la justicia
dibujada y aspirada por Henriquez Ureña: es una ligera imitación de un estilo de vida
europeo, inevitablemente mediado por sistemas políticos caracterizados por la inequidad
social y el aprovechamiento de lo publico, una patria en la cual el sueño es un despertar
eterno de la pobreza material e intelectual y el verde de sus bosques una mancha que
desaparece. Todo esto porque America no ha querido entrar en la escena protagónica de la
historia, porque no ha querido ser la historia misma. A paso lento intenta alcanzar el tiempo
europeo, acomoda sus revoluciones e ideales a el, se alimenta de su conocimiento por
traducciones españolas y bosteza esperando que la verdad se revele ante si en alemán,
ingles o francés: es un continente quieto y un ideal postergado que, si Dios quiere, caminará
por fin algún dia, trasformando las conciencias hispanas sin parar, realizando de America
una nueva atlantida donde grandes hombres hagan del mundo la perfección y la utopía.

Por el momento, y hasta que lleguen esos días, se seguirá demostrando que los bellos
paisajes que Colon le comunico a los europeos del siglo XV se convirtieron en un lugar
donde invertir, donde pasear y donde explotar, un lugar donde las comunidades perfectas
descritas por los utopistas son meros espejismos y la America justa y libre un descontento
sin fin.
Algunos datos para tener en cuenta.

1. En el imaginario popular, se cree que Cristóbal Colón apostó por la redondez de la


Tierra y que bajo este argumento convenció a los reyes católicos de financiar su
expedición, pero esto es falso. En 1492 ya se sabía teóricamente que la Tierra era
redonda. La verdadera discusión se hallaba en la insistencia de Colon al estimar en
4 mil 300 km la distancia que separaba a Europa de las Indias, mientras que los
geógrafos de la época la estimaban en 19 mil km. Ellos estaban más cerca de la cifra
real que el aventurero, que finalmente se salió con la suya y descubrió, sin saberlo,
otro continente.

2. Un 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a una de las islas Bahamas (aún no
se sabe cuál) que él creyó cercana al Japón. Desde el comienzo de la expedición su
intención fue llegar al extremo oriental de Asia abriendo una nueva ruta para el
comercio desde Europa y , hasta el día de su muerte, estuvo convencido de haber
desembarcado en el continente asiático.

3. Como Colón no entendía lo que decían los indios, creyó que no sabían hablar.
Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no
eran gentes de razón. Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por la
puerta de atrás, creyó que eran indios de la India. Después, durante su segundo
viaje, Colón dictó un acta estableciendo que Cuba era parte del Asia.

4. Las investigaciones del ex capitán inglés, Gavin Menzies, recientemente publicadas


en el diario El Mercurio, señalan que en 1421 un grupo de chinos liderados por el
almirante eunuco Zheng Hen habría descubierto esta tierra hasta entonces
desconocida, cruzando el Atlántico de un polo a otro, descubriendo además
Australia y Nueva Zelandia, entre otros lugares, y fundado asentamientos coloniales
chinos en América y Oceanía.

5. Ningún cura o fraile formó parte de la tripulación durante el primer viaje.

6. En 1497 se hizo la primera propuesta para que las mujeres españolas desembarcaran
en el Nuevo Mundo.

7. Colon realizo cuatro viajes al continente americano. En 1492, 1493, 1498 y 1502.
Fue en 1503 que Colon recorrió el golfo de Uraba en la actual Colombia.

Potrebbero piacerti anche