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“Los medicamentos modernos son cada vez más potentes, más complicados

en mecanismo de acción e interacción y capaces de desarrollar efectos tóxicos


de carácter insidioso”, por eso la necesidad de que en las farmacias y
droguerías los regentes de farmacia y auxiliares de droguerías se preparen
intelectualmente para dar las indicaciones necesarias a los usuarios o
pacientes ambulatorios con respecto a los medicamentos que van a ingerir,
para evitar estas posibles intoxicaciones con los productos de la industria
farmacéutica moderna.

El éxito de un tratamiento con medicamentos depende en gran parte de que se


sigan unas normas correctas de utilización y es el farmacéutico quien tiene la
responsabilidad de realizar esa labor de información y educación a sus
pacientes, en colaboración directa con el personal que tiene a su cargo como
despachadores o dispensadores de medicamentos.

Si los medicamentos adquiridos por la comunidad no son bien utilizados


pueden acarrear serios problemas de salud o convertirse en un gasto
económico injustificado si el tratamiento no se lleva a cabo.
Es por esto que en la farmacia están en el deber de informar a los pacientes
sobre los medicamentos a utilizar, es difícil realizar esta labor con todos los
pacientes en un momento dado, pero es acá donde el farmacéutico
responsable debe diseñar un plan de trabajo de educación al paciente y este
puede ser para aquellos medicamentos que dispensa más a menudo o para
aquellos que tienen mayores riesgos de causar reacciones secundarias
(digitalicos, antihipertensivos, etc.) ó medicamentos susceptibles de ser
suspendidos por los pacientes sin cumplir completamente su régimen
terapéutico (antibióticos, antidepresivos, etc.).
Para ejercer eficazmente esta acción se requiere de la colaboración del
personal de la farmacia, el cual debe ser capacitado previamente por el
farmacéutico para este fin.

Se puede disponer en la farmacia para agilizar la información, de material


escrito para ser entregado en el momento de dispensación y, además, aclarar
con una breve y clara explicación oral en la cual se pueda apreciar la
comprensión del paciente de su fórmula (Correcta lectura de la receta médica)
y en algunas ocasiones puede ser necesario transcribir nuevamente la receta
médica con letra e indicaciones precisas.

Adicionalmente se pueden implementar medidas de educación sanitaria como


son: charlas sobre patologías, medicamentos o medidas preventivas, etc., que
contribuyen a mejorar la salud de la comunidad.
Los elementos informativos básicos que debe conocer un paciente sobre su
medicación han sido enumerados por la sociedad americana de farmacéuticos
de hospitales y son los siguientes.
 Nombre del medicamento (comercial y genérico).

 Indicación y acción esperada.

 Vía de administración, forma de dosificación, dosis y horario de


administración, duración del tratamiento.

 Instrucciones especiales de preparación.

 Instrucciones de administración (supositorios, óvulos, etc.)

 Precauciones a tener en cuenta durante el uso.

 Efectos secundarios que pueden presentarse, cómo evitarlos, y cómo actuar


si se presentan.

 Cómo conservar los medicamentos en casa.

 Interacciones con otros medicamentos y alimentos.

 Qué hacer en caso de olvidar una dosis.

 Cualquier otra información adicional al paciente o al medicamento.

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