El personaje que más me gusto de la película fue el señor Sam Worthington “El

escritor de cartas”. Él era un anciano que vivía en una casa de reposo y se

dedicaba a enviar cartas con mensajes especiales a personas que elegía de un
directorio telefónico.

Sam era un hombre muy sabio que intentaba ayudar a las demás personas a ver
el mundo de una forma diferente. Nos enseña el verdadero valor del amor, del
respeto, de la honestidad y del perdón. Él también nos da a entender de que todas
las personas tenemos un don especial que debemos descubrir por sí mismos y de
cómo los debemos utilizar para el beneficio de las demás personas, así como él al
principio descubrió que tenía un talento con las palabras, pero se dio cuenta de
que no le estaba dando un buen uso ya que las utilizaba para lastimar a otras
personas con ellas, Sam se da cuenta de su error y decide cambiar para ayudar a
otros haciendo el bien, “alentando los corazones rotos y sanando los heridos”
como él decía y que ese era su propósito, por eso empezó la tarea de escribir
cartas con mensajes de motivación y de superación y decidió enviárselas a las
personas que él creía que necesitaban de su ayuda para que mejoraran
emocionalmente, tuvieran un buen autoestima y pudieran sentirse bien con sí
mismos y con las demás personas, además de que supieran de que todos somos
unas personas valiosas e importantes que estamos para grandes cosas en este
mundo.

Como enseñanza Sam nos deja que no debemos de dudar de nuestros dones que
tengamos, que no debemos utilizarlos para lastimar ni hacer daño y que en vez de
eso debemos utilizarlos para ayudar y servir a los demás.