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Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que
estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente la COVID-19 es
una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo
Síntomas
Los síntomas más habituales de la COVID-19 son la fiebre, la tos seca y el cansancio. Otros
síntomas menos frecuentes que afectan a algunos pacientes son los dolores y molestias, la
congestión nasal, el dolor de cabeza, la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la
pérdida del gusto o el olfato. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente.
Algunas de las personas infectadas solo presentan síntomas leve.
https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-
coronaviruses
Análisis Sistema de Salud
A pocas horas de celebrar el inicio del nuevo año 2020, la OMS fue informada por las autoridades
de China de 27 casos de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan, provincia de
Hubei, que afectaba a personas vinculadas con un mercado de productos marinos y de venta de
animales. Pocos días después se comunicó la identificación de un nuevo coronavirus como posible
agente etiológico.
El estado actual de la situación nos permite destacar algunos elementos que resultan relevantes para
los tomadores de decisiones y todos quienes compartimos algún rol en los sistemas de salud de los
países, sea desde el campo asistencial, académico, de gobierno, o como parte de una comunidad
amenazada por el riesgo de enfermar. Desde cualquier perspectiva, nos queda claro que, en primer
lugar, las fronteras entre países y continentes han sido superadas, cada vez más, por el alto y rápido
flujo del tránsito internacional. Esto conlleva a la necesidad de concebir, con mayor interés, un
"sistema sanitario internacional" que, a la luz del reglamento que lo orienta, nos permita responder
de manera adecuada, oportuna y coordinada frente a una nueva amenaza cuyos efectos nos sean aún
desconocidos.
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1727-558X2020000100004&script=sci_arttext
Con el pasar de los días, el deseo de la población por conocer la situación actual de la pandemia de
COVID-19 en el mundo y el lugar donde residen es cada vez mayor. Día tras día se publican cifras
sobre los nuevos contagios y muertes que se han producido a causa de este virus. Los datos
publicados, gracias a entidades como el Centro de Recursos sobre el Coronavirus de la Universidad
Johns Hopkins, que cada día recoge información de numerosas fuentes oficiales alrededor del
mundo y generan un conteo en tiempo real para dar una idea sobre la repercusión de la pandemia,
son sin duda un aporte valioso. Sin embargo, la población general debe ser consciente que en la
medicina no hay nada absoluto y, en este caso particular, por la naturaleza de ser una enfermedad
que previamente no existía, es totalmente natural la subestimación de fallecidos tanto en Perú como
a nivel internacional.
Como dio a conocer The New York Times (2020) hace unas semanas atrás, existían entonces más
de 28,000 fallecidos por encima de los datos publicados respecto al mes previo en 11 naciones,
entre las cuales figuraban: España, Francia, Inglaterra, Gales, Estados Unidos, Holanda, Turquía.
Indonesia, Suiza, Bélgica y Suecia. Esta subestimación en el número de muertes se debe a dos
motivos principales, naturales en el contexto de una pandemia: (a) el subregistro, es decir las causas
de muerte no reportadas en fallecimientos domiciliarios, por ejemplo, personas que no pudieron ser
tratados en los hospitales, al verse estos sobrepasados por la situación; (b) el error mismo del dato
“causa de muerte”, pues muchos fallecidos por COVID-19 no llegan a ser diagnosticados
correctamente en los inicios de la enfermedad (lo cual aplica principalmente a los países donde se
extiende inicialmente una patología no existente previamente).
Recientemente, Tim Riffe, del Instituto Max Plank de Alemania, dijo: “Cualquier número que se
informe en un día determinado será una gran subestimación” (Wu, et al., 2020), sugiriendo que uno
de los principales problemas en el sesgo de esta información es que se toma en cuenta
exclusivamente los fallecidos dentro de los hospitales, causando una subestimación de los datos
reales. Estados Unidos no es ajeno a esta realidad, anunciando hace unas semanas un aumento de
60% de muertos en la ciudad de Nueva York tras la decisión del Centro para el Control y
Prevención de Enfermedades (CDC) de incluir la categoría “muertes probables por COVID-19”,
asegurando efectivamente que las personas que fallecieron fuera de un hospital o en un hogar de
ancianos pudieron haber quedado excluidas de los recuentos iniciales. Como cuenta BBC Mundo
(2020), previamente paramédicos y bomberos de esta ciudad ya se habían percatado y alertado
aumentos drásticos de muertes domiciliarias.
http://www.unmsm.edu.pe/noticias/ver/Probable-mortalidad-por-covid-19-en-lima-puede-ser-4-
veces-mayor-que-las-cifras-confirmadas