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ARTICULO DE OPINION

Presentado por
Andrea Marcela Gómez
ID 409047

Corporación Universitaria Minuto de Dios

Bogotá, 04 de Septiembre de 2019


¿LA MALDAD ES PARTE DE LA NATURALEZA DEL HOMBRE?

Muchos seres humanos nacen para buenos propósitos en la vida, para hacer el bien,
ayudar al prójimo y hacer las cosas con buena intención; mientras que otros nacen para hacer
maldad y crear conflictos en la sociedad. Cuando una persona es criada con buenos valores y
recibiendo un buen ejemplo por parte de las personas que lo rodean, muy seguramente será
un individuo útil para la sociedad y que podrá aportar situaciones positivas que conlleven al
crecimiento y desarrollo de la misma. Por otro lado cuando la crianza de un niño está llena de
malos actos e injusticias lo más probable es que esta persona crezca para hacer el mal, para
ser un problema en la sociedad.

La ambición es uno de los factores por la cual los individuos que consiguen poder o
un lugar importante dentro de una sociedad, realizan actos de maldad y son capaces de pasar
por encima de los demás. Muchas vece una persona ambiciosa se convierte en líder,
utilizando a otros individuos para lograr sus propósitos y son capaces de pasar por encima de
la dignidad, del respeto, de los derechos, entre otras, con tal de lograr los objetivos
propuestos. Dichas personas logran crear diversos conflictos en las sociedades, ya que son
capaces de lograr una gran influencia en otros, en donde el ser humano por naturaleza utiliza
su modo de supervivencia, atacándose unos a otros.

También existen individuos que sencillamente crecieron dentro de un ámbito de


convivencia desagradable, en donde solamente experimentaron agresiones, crueldad,
corrupción y un sin número de malos actos, que lo único que fueron fomentando a medida de
su crecimiento y desarrollo, fue pensamientos de maldad. Dichas personas de alguna forma
serán individuos problema para la sociedad, porque en la mayoría de veces sus pensamientos
son negros inclinados hacia el mal. A estas personas no les afecta hacer el mal y por el
contrario sienten de algún modo un tipo de placer y satisfacción con sus malos actos.
Los tipos de personas anteriormente nombradas y descritas son seres humanos que
entorpecen la buena convivencia de una sociedad, logrando que por diferentes motivos se
organicen enfrentamientos de unos a otros y se generen conflictos.

Son muchos los tipos de conflictos que resultan de la mala convivencia, quienes se
convierten en lideres para hacer daño a los demás nunca piensan en el dolor ajeno, solo
piensan en satisfacer sus necesidades a costa de lo que sea. Por otro lado están las personas
afectadas, donde algunos tratan de combatir estos males, otros solo quieren hacer un cambio
y otros simplemente se hacen a un lado tratando de continuar con sus vidas.

Lamentablemente el mal ha existido en el ser humano desde siempre y es algo muy


difícil de combatir, son muchas las personas que han tenido que aguantar diferentes tipos de
conflictos en el transcurso de las generaciones y son muchos otros quienes han fallecido en el
intento de combatir el mal y cambiar la historia.

En mi opinión la mejor manera de cambiar el pensamiento de maldad y que crea


conflictos en la sociedad, es mediante una buena educación, con una crianza correcta, que los
niños crezcan con buenos valores, experimentando lo bien que se siente hacer lo correcto,
aprendiendo a manejar sus emociones y generando un buen ambiente ciudadano. Porque un
buen ser humano se genera desde pequeño, para que así en un futuro sean más quienes hagan
el bien, que quienes hacen el mal.
BIBLIOGRAFÍA

Zimbardo. P. (2008). El Efecto Lucifer. Barcelona, España: Paidos Ibérica.

Guedán, M. y Ramirez, R. D. (2005). Resolucion de conflictos en el S. XXI. Madrid:


TRama editorial.

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